¿QUIÉN PODRÍA SER EL DAVID DE OSEAS 3:5?

En Oseas 3 encontramos una promesa milenaria increíble, una promesa de restauración futura de Israel donde Israel buscará a Jehová su Dios y a un individuo llamado «David». Esa Escritura dice: «Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey: y temerán a Jehová y a su bondad en los últimos días «(Oseas 3:5). Algunos importantes teólogos sugieren que acá la frase “Jehová su Dios” se refiere a Cristo, quien viene en el nombre de Dios. En apoyo citan Zacarías 11:13, donde Jehová se lo relaciona con Jesús. El verso dice: “Y me dijo Jehová: Echalo al tesoro; ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché en la casa de Jehová al tesoro”. Sin duda Jesús fue traicionado por Judas por 30 piezas de plata, pero Zacarías dice que fue Jehová el traicionado. También citan Zacarías 14:3,4, que dice: Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. 14:4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos.  Los versos dicen que es Jehová quien pisará el monte de los olivos, aunque todos sabemos que en realidad será el mismo Mesías Jesucristo en su segunda venida quien lo pisará (Hechos 1:11).  Hay en realidad muchas otras promesas similares de la restauración de Israel y de un individuo de nombre «David» al lado del Señor Dios. Jeremías 30: 9 dice: «sino que servirán a Jehová su Dios, y a David su rey.» Por tanto nos preguntamos: Si el Señor Jehová es Cristo, ¿Quién es el «David» que está con Jehová/Cristo en la profecía? ¿Será tal vez el Rey David que será resucitado en el futuro a la misma semejanza de Cristo en el último día/ primera resurrección (Salmos 17:15/ 1 Juan 3:2)? ¿O es «David» simplemente una referencia a Jesucristo mismo, el Hijo de David?

Estudiosos proféticos han discutido durante mucho tiempo este tema. Una opinión es que Jesucristo y este individuo llamado «David» son en realidad la misma persona. Ya que Jesucristo es el Hijo de David, es muy natural creer que Jesús sería llamado «David» y se asocia con el Trono de David.

Hay muchos problemas con este punto de vista, pues Jesucristo nunca se le llama en realidad «David» en la Biblia. Él es llamado el Hijo de David, la simiente de David, y la raíz y el linaje de David, pero nunca simplemente «David».  Además en Oseas 3: 5 y varios otros pasajes del Antiguo Testamento (Ezequiel 34: 23-24; Ez. 37: 21-25), el Señor/Jehová/Cristo se distingue claramente de este individuo llamado «David.» En otras palabras, en estos pasajes se hace referencia al «Señor», y también a este individuo llamado «David». Si «David» es una referencia a Cristo, esta distinción no tendría sentido, ya que Jesucristo es el Señor.

Otro punto de vista es que «David» es una referencia al rey David del Antiguo Testamento que resucitará en el último día y el que gobierna como co-regente con Cristo. La Biblia sugiere que habrá varios gobernantes en el Milenio que gobiernan bajo el señorío del Mesías. Puesto que Jesucristo será «Rey de Reyes y Señor de Señores» (Apocalipsis 19:16), Él estará en autoridad sobre todo los que gobiernan en la Era del Reino. Por otra parte, Isaías 32​​: 1 dice: «He aquí, un rey [es decir, Jesucristo] reinará en justicia, y príncipes presidirán en juicio.» El Mesías gobernará con príncipes debajo de él. Apoyo de esto es Mateo 19:28, donde el Señor Jesucristo dice, «vosotros que me habéis seguido, en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel».

Parece mejor concluir que en la época del reino de David gobernará con otros, todos subordinados al Señor Jesucristo. Esto será precedido por un derramamiento del Espíritu Santo que conduce a la conversión de Israel, tal como se describe en Zacarías 12:10: «Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y deberán llorar por él. «

Deja un comentario