LA JUSTIFICACIÓN DE ABRAHAM Y DE LOS CREYENTES EN GENERAL (ROMANOS 4)

 Por Apologista

LA DOCTRINA DE LA JUSTIFICACIÓN (Wikipedia)

Del latín justificatio, en griego dikaiosis δικαιοσις)1 es un punto central dentro de la teología del cristianismo. Las diferentes versiones de tal doctrina, según el papel que se le de a la fe y a las obras, a la voluntad del hombre y a la de Dios, al libre albedrío y a la predestinación; son algunas de las principales causas doctrinales de la separación entre protestantes y católicos, y entre las distintas ramas del protestantismo (luteranos y calvinistas, y dentro de estos entre arminianos y gomaristas, etc.) La consecución de un cierto grado de acercamiento entre la Iglesia católica y la Federación Luterana Mundial permitió la firma de una Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación el 31 de octubre de 1999; lo que fue considerado un importante avance en el ecumenismo.2

Justificar, como término jurídico, significa absolver (declarar justo) y proporcionar sentencia favorable en un juicio. Su extensión como término teológico, implica que el hombre, reo del juicio final, comparece ante Dios, el Juez justo, acusado de sus pecados; puede obtener la condenación o la salvación, ambas eternas.

¿CÓMO SON JUSTIFICADOS ABRAHAM Y TODOS LOS FIELES?

La justificación viene primordialmente por la fe, no por las obras. Uno puede hacer todas las buenas obras del mundo, pero si no se cree en Jesucristo y no lo recibe como su Señor y Salvador, está perdido.

Texto de prueba:

Romanos 4:1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 4:2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4:4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 4:5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 4:6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, 4:7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. 4:8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. 4:9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 4:10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 4:11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 4:12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado. 4:13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. 4:14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. 4:15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. 4:16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros. 4:17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. 4:18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. 4:19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. 4:20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 4:21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; 4:22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia. 4:23 Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, 4:24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 4:25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

LA FE ES PRIMERO Y LUEGO VIENEN LAS OBRAS QUE RESPALDAN ESA FE

Texto de prueba:

Romanos 2:20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 2:21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 2:22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 2:23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

EL GALARDÓN DE LOS JUSTIFICADOS, EMPEZANDO CON ABRAHAM

Los “llamados por Dios”, o los conocidos de antemano por Dios son justificados por la fe, y terminan siendo glorificados. Este llamado comienza con Abraham, el padre de la fe y se extiende hasta nuestros días, con los que conforman la iglesia de Dios.

Texto de prueba:

Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

LA GLORIFICACIÓN—¿QUÉ SIGNIFICA?

Ser glorificados significa que seremos los herederos de Dios y los coherederos con Cristo cuando se establezca el reino en la tierra.

Texto de prueba:

Romanos 8:17: Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos GLORIFICADOS.

¿HEREDEROS DE QUÉ?

Los creyentes están llamados para ser herederos del mundo y las naciones, y esto cuando venga el tiempo para el reinado de Cristo (Mateo 25:31,34)

Texto de Prueba:

Salmos 2:8:  Pídeme, y te daré por HERENCIA LAS NACIONES,Y como posesión tuya los confines de la tierra.

 Romanos 4:13: Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería HEREDERO DEL MUNDO, sino por la justicia de la fe.

Santiago 2:5: Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido A LOS QUE LE AMAN?

¿QUIÉNES, ADEMÁS DE ABRAHAM, Y SU SIMIENTE CRISTO, SERÁN HEREDEROS DE DIOS Y COHEREDEROS CON CRISTO?

Sin duda alguna Abraham y Cristo heredarán las naciones, y los confines de la tierra serán de ellos según lo declarado en Génesis 13:15 y el Salmos 2:8. Así pues, todos los coherederos de Cristo (Abraham y los que son de Cristo) recibirán lo mismo—¡autoridad sobre las naciones en el reino de Dios!

Texto de Prueba:

Gálatas 3:29: Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y HEREDEROS SEGÚN LA PROMESA.

¿QUIÉNES SON DE CRISTO?

Los que son de Cristo son los que han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Texto de prueba:

Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

¿FUE MOISÉS UNO DE LOS QUE “SON DE CRISTO” QUE CRUCIFICÓ SUS PASIONES Y PECADOS?

Sí, Moisés rechazó gozar de los deleites temporales del pecado, pues tenía puesta la mirada en el galardón y en los sufrimientos que vendrían al Mesías y fue bautizado en agua y bebió del agua de la roca que simbolizaba a Cristo.

Texto de Prueba:

  1. 11:24Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

1 Corintios 10:1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 10:2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 10:3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

Hay riquezas en el vituperio de Cristo. «Teniendo (Moisés) por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón» (Heb. 11:26). La fe de Moisés no le permitió vacilar, escogiendo el oprobio de sufrir con su pueblo, en lugar del goce temporal del pecado. Su fe hizo que sus miradas se fijaran en la remuneración o el galardón. Su fe hizo entender a Moisés que los sufrimientos a que estaba expuesto el pueblo de Dios en Egipto eran el tipo de los de Cristo. Además, él y los hebreos bebieron la misma bebida espiritual de la roca que simbolizaba a Cristo.

Otros fieles como Moisés que tuvieron sus ojos puestos en Cristo y en el galardón celestial los encontraremos en Hebreos 11.

RICOS EN BUENAS OBRAS

1 Juan 3:17,18: Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, NO AMEMOS de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.

Mateo 25:35: Porque tuve HAMBRE, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;

Hebreos 13:2: No os olvidéis de la HOSPITALIDAD, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.

Marcos 10:21: Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo A LOS POBRES, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.

Lucas 14:13: Mas cuando hagas banquete, llama A LOS POBRES, los mancos, los cojos y los ciegos;

Hechos 9:36: Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en BUENAS OBRAS y en limosnas que hacía.

Efesios 2:10: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para BUENAS OBRAS, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

1 Timoteo 5:10: que tenga testimonio de BUENAS OBRAS; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra.

1 Timoteo 6:18: Que hagan bien, que sean ricos en BUENAS OBRAS, dadivosos, generosos;

Tito 2:7: presentándote tú en todo como ejemplo de BUENAS OBRAS; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,

Tito 2:14: quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de BUENAS OBRAS.

Tito 3:8: Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en BUENAS OBRAS. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.

Tito 3:14: Y aprendan también los nuestros a ocuparse en BUENAS OBRAS para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.

Hebreos 10:24: Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las BUENAS OBRAS;

1 Pedro 2:12: manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras BUENAS OBRAS.

Apocalipsis 20:13: Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus OBRAS.

Apocalipsis 14:13: Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus OBRAS con ellos siguen.

Santiago 2:24: Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las OBRAS, y no solamente por la fe.

Hechos 2:45: y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la NECESIDAD de cada uno.

¿SE DEBEN HACER BUENAS OBRAS DELANTE DE LOS DEMÁS?

ALGUNOS VEN UNA CONTRADICCIÓN EN ESTOS DOS PASAJES BÍBLICOS  SIGUIENTES:

Contradicción 1:

Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en losecreto te recompensará en público.. Mateo 6:3-4

Contradicción 2:

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16

El objetivo de estos dos versos no es la realización de las buenas obras, sino la intención detrás de nuestras acciones. Mateo 6 nos dice que cuando des limosna, no lo anuncies con trompetas, como hacen los hipócritas … para ser honrados por los hombres. Jesús está señalando la hipocresía de los que hacen buenas obras con el único fin de ser apreciados en los ojos del público.

Por otro lado, Mateo 5 tenemos a Jesús comparando a luces de la ciudad con los cristianos para que brillen e iluminen al mundo. Él nos no está diciendo que ocultemos nuestras convicciones cristianas de los demás. La comparación de las luces es simbólica, ya que nos damos cuenta de su función y propósito: Una luz brilla con mansedumbre y ejerce su función con independencia de si los demás lo notan. Del mismo modo, Jesús les está diciendo a los cristianos a dar un ejemplo y no buscar alabanzas.

Analogía moderna:

Una persona está manejando en un coche con los amigos cuando ven a un mendigo en la esquina de la calle. ¿Debería el cristiano decidir no ayudar al hombre, porque otros están alrededor? ¿Acaso el creyente no podría darle al hombre unos pocos dólares y luego explicarles (humildemente) a sus amigos (si le piden alguna explicación) de que él lo hizo así porque la Biblia manda a que ayudemos a los pobres?

La moral de la historia es que Dios no sólo tienen en cuenta nuestras acciones, sino nuestra intención.

NO NOS CANSEMOS DE HACER EL BIEN

 

Esta es la exhortación que el apóstol Pablo hizo a los cristianos de Galacia en el siglo I de nuestra era. Y por supuesto es válida para nosotros también: “No nos cansemos pues, de hacer bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no nos desanimamos”

Todos lo sabemos, cristianos o no; cuán fácil es desanimarse y dejar de hacer lo correcto. Porque no siempre la gente reconoce el sacrificio, porque no siempre somos recompensados, porque en muchas ocasiones, aún haciendo lo bueno, nos va mal; y al que hace mal, pareciera irle mejor. Porque la justicia humana no es justa y la divina no se manifiesta: como si a Dios le daría lo mismo. Requiere de esfuerzo y valentía mantenerse durante años haciendo lo justo y lo honesto, porque se tiene que luchar contra los propios deseos, la presión de la gente, del sistema, y de las fuerzas del mal. Por supuesto, no es fácil ir contra la corriente de una sociedad que aprecia cada vez menos los valores de vida. Entender y recordar el principio de “la siembra y la cosecha” nos ayudará a perseverar en nuestra determinación de hacer el bien.

El apóstol Pablo dijo: “…todo lo que el hombre sembrare, eso también cosechará.” Si sembramos para el Espíritu, cosecharemos vida (y vida eterna). Si sembramos para lo malo, lo deshonesto, lo pecaminoso, cosecharemos corrupción. Y esto, por ser un principio universal, se aplica a lo personal, familiar, a la sociedad. Se cumple en jóvenes y viejos, cristianos o no. Es la ley de la vida. Nadie pude escaparse de ella. Sólo es cuestión de tiempo.

Y precisamente por ese tiempo de espera es que el desánimo asecha. No sabemos esperar. Nos olvidamos que al igual que sucede con las semillas, así es en la vida. No es lo mismo sembrar maíz que cacao. Con el primero se cosechará a los meses. Con el otro habrá que esperar unos años. Pero así como los agricultores esperan con paciencia, perseverando en el cuidado de sus sembríos, de la misma manera debemos perseverar en hacer lo bueno. A veces recibiremos retribución casi de inmediato. En otras, nos irá bien luego de unos años. En algunos casos, sólo cuando Cristo regrese. Lo importante es perseverar. Pues el agricultor que abandona sus sembríos pierde su cosecha.

Confiemos. Perseveremos. Unámonos. Nuestra nación, nuestras familias, requieren que seamos hombres y mujeres que siembran el bien sin cansarse. Dios nos ayudará. Él también nos recompensará. “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.”

*Carta a los Gálatas cap.6:7-10

http://www.reflexionescristianas.com.es

FE SIN OBRAS ESTÁ MUERTA

¿QUIÉN ES EL NECIO QUE DICE QUE LAS OBRAS NO CUENTAN?

1.-  Santiago 2:20: ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es MUERTA?

2. Mateo 5:16: Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras BUENAS OBRAS, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. 

3. Juan 10:32: Jesús les respondió: Muchas BUENAS OBRAS os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? 

4. Hechos 9:36: Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en BUENAS OBRAS y en limosnas que hacía. 

5. Efesios 2:10: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para BUENAS OBRAS, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. 

6. 1 Timoteo 2:10: sino con BUENAS OBRAS, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

7. 1 Timoteo 5:10: que tenga testimonio de BUENAS OBRAS; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. 

8. 1 Timoteo 5:25: Asimismo se hacen manifiestas las BUENAS OBRAS; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas. 

9. 1 Timoteo 6:18: Que hagan bien, que sean ricos en BUENAS OBRAS, dadivosos, generosos; 

10. Tito 2:7: presentándote tú en todo como ejemplo de BUENAS OBRAS; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 

11. Tito 2:14: quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de BUENAS OBRAS

12. Tito 3:8: Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en BUENAS OBRAS. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. 

13. Tito 3:14: Y aprendan también los nuestros a ocuparse en BUENAS OBRAS para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto. 

14. Hebreos 10:24: Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las BUENAS OBRAS

15. 1 Pedro 2:12: manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras BUENAS OBRAS.

THE WORKS OF FLAVIUS JOSEPHUS

The Works of
Flavius Josephus

Translated by
William Whiston


 

The Antiquities of the Jews

Preface to the Antiquities of the Jews
Book I
From Creation to the Death of Isaac
Book II — From the Death of Isaac to the Exodus out of Egypt
Book III
— From the Exodus out of Egypt to the Rejection of the Generation
Book IV — From the Rejection of that Generation to the Death of Moses
Book V — From the Death of Moses to the Death of Eli
Book VI — From the Death of Eli to the Death of Saul
Book VII — From the Death of Saul to the Death of David
Book VIII — From the Death of David to the Death of Ahab
Book IX — From the Death of Ahab to the Captivity of the Ten Tribes
Book X — From the Captivity of the Ten Tribes to the First Year of Cyrus
Book XI — From the First Year of Cyrus to the Death of Alexander the Great
Book XII — From the Death of Alexander the Great to the Death of Judas Maccabeus
Book XIII — From the Death of Judas Maccabeus to the Death of Queen Alexandra
Book XIV — From the Death of Queen Alexandra to the Death of Antigonus
Book XV — From the Death of Antigonus to the Finishing of the Temple by Herod
Book XVI — From the Finishing of the Temple by Herod to the Death of Alexander and Aristobulus
Book XVII — From the Death of Alexander and Aristobulus to the Banishment of Archelaus
Book XVIII — From the Banishment of Archelaus to the Departure of the Jews from Babylon
Book XIX– From the Departure of the Jews from Babylon to Fadus the Roman Procurator
Book XX — From Fadus the Procurator to Florus

The War of the Jews

Preface to the War of the Jews
Book I — From the Taking of Jerusalem by Antiochus Epiphanes to the Death of Herod the Great
Book II — From the Death of Herod till Vespasian was sent to subdue the Jews by Nero
Book III — From Vespasian’s coming to Subdue the Jews to the Taking of Gamala
Book IV — From the Siege of Gamala to the Coming of Titus to besiege Jerusalem
Book V — From the Coming of Titus to besiege Jerusalem to the Great Extremity to which the Jews were reduced
Book VI — From the Great Extremity to which the Jews were reduced to the taking of Jerusalem by Titus
Book VII — From the Taking of Jerusalem by Titus to the Sedition of the Jews at Cyrene

 

The Life of Flavius Josephus – Autobiography

Josephus’s Discourse to the Greeks concerning Hades

Flavius Josephus Against Apion
Book I
Book II

¿AMAN A LOS POBRES Y DESVENTURADOS LA CÚPULA DE TESTIGOS DE JEHOVÁ?

banco-de-pobres

                      ¡Queremos una revista La Atalaya con pollo al horno y papas fritas!

Dice Pablo a los Gálatas 2:10:

«Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer».

Pero los cabecillas «Testigos de Jehová» no mueven ni un solo dedo para ayudar a los pobres del mundo, ni siquiera a sus propios correligionarios que tienen muy poco o nada. Esto, por sí solo, demuestra que ésta no es una «iglesia» verdadera, pues a los creyentes verdaderos se les debería reconoce por el amor que hay entre TODOS ellos. Lo curioso del caso es que son los mismos hermanos pobres los que ayudan a otros hermanos pobres dentro de la organización con lo poco que tienen. No obstante, los cabecillas de esta mafia que viven en confort y seguridad se hacen los desentendidos ante las necesidades de sus hermanos, y simplemente dejan que sean los mismos miembros los que solucionen este problema. Los cabecillas no destinan parte de sus ingresos para un fondo de auxilio o asistencia a los necesitados. Simplemente no hacen nada de obras de caridad. Ver el siguiente vídeo: 

http://www.youtube.com/user/davidperezp#play/user/7AE90F71F91CAA07/3/GZSbrrmxyCA

 

LAS OBRAS NO SALVAN A NADIE, PERO…

UNA CONFUSIÓN REINANTE EN EL MUNDO CRISTIANO

solidaridad 

Leamos los siguientes textos:

Rom.2:6,7  El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad. 

Hechos 9:36: Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. 

Efesios 2:10: Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.

1 Timoteo 6:18: Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;

Tito 2:7,14: Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad. quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 

Tito 3:8,14: Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.

Hebreos 10:24: Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.

Santiago 2:14-26: Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?  Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

1 Pedro 2:12: manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras. 

Apocalipsis 2:2: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; 

Apocalipsis 2:5: Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 

Apocalipsis 2:9: Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 

Apocalipsis 2:19: Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 

Apocalipsis 2:23: Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.

Apocalipsis 2:26: Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones

Apocalipsis 3:8: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 

Apocalipsis 3:15: Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 

Apocalipsis 14:13: Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.

Apocalipsis 20:12,13: Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 

Comentario de Apologista:

Ahora juzguen por ustedes mismos: ¿Creen ustedes que podremos salvarnos sin hacer buenas obras? Sinceramente no lo creo! Lo que es importante señalar es que efectivamente nadie puede salvarse por sus obras, sin reconocer sus pecados pasados, y sin creer en el único salvador, Jesucristo. Por lo tanto, nadie podrá decirle a Jesús en el día del juicio: “Señor, yo hice muy buenas obras de caridad con mi dinero, obedecí las leyes del decálogo, y aunque me fue difícil creer que tú eras el salvador del mundo, creo que merezco de todos modos salvarme». No, mis amigos, nadie puede comprar su salvación con su dinero o con grandes obras, y viviendo, al mismo tiempo, sin fe en Cristo. Sin embargo, tampoco se salvará aquel que se arrepiente y acepta a Cristo como su salvador pero carece de buenas obras, incumpliendo las leyes de Dios. La fe se traduce necesariamente en obras. Si antes cometía adulterio, ahora ya no soy infiel; si antes robaba, ahora soy honesto; y si antes era un mentiroso, ahora soy veraz; y si antes era indiferente y avaro con mi dinero, ahora soy generoso y dadivoso con los pobres. Este es el verdadero sentido, en mí entender, de la unidad entre la FE Y LAS OBRAS en el pensamiento cristiano.

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LA WATCHTOWER Y SU INDIFERENCIA PARA LAS OBRAS DE CARIDAD

A los «jerarcas» de la Watchtower les debería dar vergüenza por no destinar parte de su fortuna para ayudar a los menos afortunados dentro y fuera de la Sociedad. Que sepamos, los Testigos de Jehová no levantan hospitales, postas médicas, colegios, universidades, o fondos para sus miembros más necesitados. Esto, por sí solo, nos demuestra que esta religión no tiene amor, el amor que debe caracterizar a los verdaderos discípulos del Señor. Recordemos que fue el mismo Señor Jesús quien dijo: «En esto conocerán que son mis discípulos, si tuviéreis amor los unos con los otros» (Juan 13:35). También dijo:  Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?  ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?  ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (Mateo 25:35-40).

Ver el siguiente vídeo sobre el tema en cuestión:

 

CRISTO Y GIOVANNI PAPINI

 

Giovanni Papini

En 1921, Papini, que hasta entonces se había mostrado agresivamente ateo, tras algunos años de hondas y profundas reflexiones religiosas y espirituales, sumido en una lectura devoradora de la Biblia, más concretamente del Nuevo Testamento, asombra al mundo con la publicación de un libro que marca su conversión al Cristianismo: “Historia de Cristo”.

Hasta aquellos años del siglo XIX la historia de Cristo había sido contada centenares de veces en todos los idiomas, por autores que pensaban diferentemente, pero la obra de Papini era y sigue siendo única. Nadie había escrito hasta entonces con tanta pasión, tanta profundidad dialéctica, tanta alegría testimonial.

Si el lector de este principio del siglo XXI desea desprenderse de los escombros que autores improvisados e interesados amontonan sobre Cristo, si quiere leer una biografía del crucificado auténtica, cercana, revolucionaria, no existe otra como la “Historia de Cristo” contada por Papini.

Este libro convirtió a Papini en un escritor de reputación mundial. Inmediatamente fue traducido a los principales idiomas.

De negación en negación Papini quiso llegar al ateísmo integral. Pero Cristo le esperaba, como a la samaritana junto al pozo de Jacob. Como Saulo, Papini vio la luz del cielo, de sus ojos cayeron escamas y recobró la vista. Esta “Historia de Cristo” es el fruto primerizo de la nueva etapa del autor.

En el último capítulo de la obra Papini eleva una oración a Cristo y escribe: “Tenemos necesidad de Ti, de Ti sólo y de nadie más. Solamente Tú, que nos amas, puedes sentir hacia todos nosotros, los que padecemos, la compasión que cada uno de nosotros siente de sí mismo. Tú solo puedes medir cuán grande, inconmensurablemente grande, es la necesidad que hay de Ti en este mundo, en esta hora del mundo….Todos tienen necesidad de Ti, incluso los que no lo saben; y los que no lo saben, harto más que aquellos que lo saben”.

Dos años después de la “Historia de Cristo”, en 1923, Papini escribe “Segundo Nacimiento”, libro poco conocido, que Aguilar incluye en el tomo V de las Obras. “Segundo Nacimiento” es el libro que explica la conversión: “De Dios no se puede huir –escribe Papini-. Si le afirmas, le amas; si quieres suprimirle, le reconoces. Se diga lo que se diga, no se hace sino hablar de Dios. ¿Y de qué otra cosa se podría hablar sino de Dios?”.

LA TEMÁTICA RELIGIOSA

Como narrador Papini está considerado gran maestro de la prosa italiana. La obra papiniana ha tenido divulgación y resonancia en el mundo entero. Ciento cincuenta traducciones en diversidad de lenguas, entre ellas el japonés, el chino, el árabe, el yiddisch y el maltés.

La temática religiosa está presente en casi todos sus escritos. Además de los dos libros mencionados cabe señalar “La escala de Jacob” (1932), “Los testigos de la pasión” (1937), “Cielo y tierra” (1943), “Cartas del papa Celestino VI a los hombres” (1946), “Santos y poetas” (1948) y “El diablo” (1953).

Su último libro fue “Juicio Universal”, una obra fuera de lo común. Mérito de esta obra, entre otros, es que Papini, privado de casi todos los sentidos a causa de una desastrosa enfermedad, fue dictando trabajosamente las palabras, una a una, a su nieta Anna Paszkowski.

Con una increíble tenacidad y resistencia al dolor, poco antes de morir el 8 de julio de 1956, escribió: “Yo muero un poco cada día, según el módulo homeopático, pero espero que Dios me concederá la gracia, a pesar de mis errores, de alcanzar la última jornada con el ánimo entero”.

Y así fue

Juan Antonio Monroy es escritor y conferenciante internacional.

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EL CRISTIANO DEBE HACER BUENAS OBRAS

 

 

 

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse…” (2 Timoteo 2:15)

 

“El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad” (Romanos 2:6,7).

 

“La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa” (1 Cor. 3:13,14). 

 

“Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Cor.9:8). 

 

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

 

“Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Col. 1:10). 

 

“Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 1:3). 

 

nursingTA.gif (9474 bytes)“Sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad” (1 Tim. 2:10). 

 

“Que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra” (1 Tim. 5:10). 

 

“Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos” (1 Timoteo 6:18). 

 

“A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:17). 

 

“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” (Tito 2:7). 

 

“Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2:14). 

 

“Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra” (Tito 3:1). 

 

“Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres” (Tito 3:8). 

 

“Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto” (Tito 3:14).

 

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” (Hebreos 6:10). 

 

“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras” (Heb. 10:24).

 

“Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” (Heb. 13:21). 

 

“Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Sant. 1:25). 

 

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” (Sant. 2:14) 

 

“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.  Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.  ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?  ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?  Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.  Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Sant. 2:18-26).

 

“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre” (Sant. 3:13).

 

“Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación” (1 Ped. 1:17).

 

“Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras” (1 Ped.2:12). 

 

“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos…Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido… Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras…Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. ” (Apo. 2:2,5,19, 23).

 

“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. ” (Apo. 20:12,13).

 

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EL CRISTIANO DEBE HACER BUENAS OBRAS PARA AGRADAR A DIOS

 

 

 

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse…” (2 Timoteo 2:15)

 

“El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad” (Romanos 2:6,7).

 

“La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa” (1 Cor. 3:13,14). 

 

“Poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Cor.9:8). 

 

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

 

“Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Col. 1:10). 

 

“Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 1:3). 

 

nursingTA.gif (9474 bytes)“Sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad” (1 Tim. 2:10). 

 

“Que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra” (1 Tim. 5:10). 

 

“Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos” (1 Timoteo 6:18). 

 

“A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:17). 

 

“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” (Tito 2:7). 

 

“Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2:14). 

 

“Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra” (Tito 3:1). 

 

“Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres” (Tito 3:8). 

 

“Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto” (Tito 3:14).

 

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” (Hebreos 6:10). 

 

“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras” (Heb. 10:24).

 

“Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” (Heb. 13:21). 

 

“Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace” (Sant. 1:25). 

 

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” (Sant. 2:14) 

 

“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.  Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.  ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?  ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?  Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.  Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Sant. 2:18-26).

 

“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre” (Sant. 3:13).

 

“Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación” (1 Ped. 1:17).

 

“Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras” (1 Ped.2:12). 

 

“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos…Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido… Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras…Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. ” (Apo. 2:2,5,19, 23).

 

“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. ” (Apo. 20:12,13).

 

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¿Somos salvos sólo por la fe?

 

 

¡Un Error Generalizado entre los Protestantes!


 

En esta composición, comento la doctrina de la «Sola Fe», y también explico por qué no podemos aceptar la creencia de los bautistas de que estamos salvados SIEMPRE una vez que creemos en Jesús.

 

¿Qué es «Sola Fide»?

 

Es la creencia de que estamos salvados UNICAMENTE por nuestra fe en Jesucristo, y que, como la salvación viene sólo por la fe, podríamos no ayudar a nuestros hermanos y aún así, recibir la vida eterna. Aunque hay mucha gente que siendo buena, creen en la sola fe, también hay gente que abusa de esta creencia como argumento principal, y no hace otra cosa más que defender fuertemente esta creencia, obviamente no lucha contra el mal, sino contra aquellos que tratan de frenarlo. El problema de esta creencia es que permite que la gente sea mala, mientras que la Verdad sólo permite el triunfo de la justicia.

 

La doctrina de Sola Fide tiene su argumento principal, el versículo de la epístola de San Pablo a los Gálatas, en 3:11, donde dice: «El justo vivirá por la fe [sola]». La palabra «sola» fue puesta por Lutero, y si checan otras traducciones de la Biblia, la palabra «sola» ya ha sido removida para corregir su error. Pero, a pesar de eso, algunos siguen convencidos que la SOLA fe es el único camino para alcanzar la salvación.

 

Quizá la principal confusión es que en los tiempos de Cristo la gente tenía que creer antes de ser bautizada. Pero ahora, primero somos bautizados y después predicados para que podamos creer. Aquella gente era salvada por su fe, y así querían ser bautizados. Pero nosotros fuimos salvados por la fe de nuestros padres, quienes nos mandaron a bautizar cuando éramos pequeños.

Aclararé esto con sentido común, y con citas bíblicas lo suficientemente claras que no requieren de interpretación.

Ya que, de nueva cuenta, su afirmación va en contra de la misma Biblia. Examinemos más de cerca la carta de San Pablo a los Gálatas:

 

3:9 «De modo que los que toman el camino de la fe reciben la bendición junto con el creyente Abraham«. 3:10 « Al contrario, pesa una maldición sobre los que quieren practicar la Ley, pues está escrito: Maldito sea el que no cumple siempre todo lo que está escrito en la Ley«. 3:11 «Por el camino de la Ley, nadie llega a ser justo a los ojos de Dios, pues ya fue escrito: El justo vivirá por la fe«.

 

Ahora echemos una mirada más profunda a este versículo. El versículo 3:11 es una cita tomada del libro de Habacuc (2:4). Sin duda es una cita, o no diría «Está escrito». Es en realidad unas palabras de aliento para los justos que tengan fe en Dios, y que El castigará a los injustos, en su tiempo. Si leemos el versículo 3:11 en contexto, es un mensaje de San Pablo a aquellos que aún creían que era necesario cumplir con la ley de Moisés para salvarse.

 

¿Acaso eso significaba, que aquellos que creyeran en Jesús serían salvados, sin importar nada? No. Fíjate que 3:11 no dice ««El hombre vivirá por la fe«, sino que dice: «el JUSTO vivirá por la fe«. Creemos, es verdad, pero si nuestros actos demuestran que no tenemos amor, entonces nuestra fe de nada nos sirve.

 

Santiago 2:26 «Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, del mismo modo la fe que no produce obras está muerta.»

 

En su primera carta a los corintios, San Pablo nos dice:

 

1Cor 13:1 «Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, y me faltara el amor, no sería más que bronce que resuena y campana que toca.» 13:2 « Si yo tuviera el don de profecías, conociendo las cosas secretas con toda clase de conocimientos, y tuviera tanta fe como para trasladar los montes, pero me faltara el amor, nada soy13:13 «Ahora tenemos la fe, la esperanza y el amor, los tres. Pero el mayor de los tres es el amor.»

 

Si somos salvados por la sóla fe, ¿Por qué San Pablo sigue afirmando que el amor es el más grande, en lugar de la fe? ¿Y por qué nos sigue alentando para que hagamos el bien? (2-Tes 3:13) San Pablo también nos menciona que hay gente peor que aquellos que no creen, y aquellos que después de creer, regresan al pecado.

 

La primera carta a Timoteo nos dice:

 

1:18 «… tienes que pelear el buen combate con la fuerza que te da la fe y la buena conciencia. Algunos rechazaron esta buena conciencia hasta que naufragó su fe.» 5:8 «… Quien no se preocupa de los suyos, especialmente de los que viven con él, ha renegado de la fe y es peor que el que no cree.»

 

Y San Pedro, en su segunda carta, nos previene contra los maestros falsos:

 

2:15 «Abandonaron el camino recto y siguieron a Balaam, hijo de Bosor, que se perdió para ganar dinero haciendo el mal. Este, sin embargo, fue reprendido por su torpeza…» 2:17 «Ellos son fuentes sin agua, nubes empujadas por el huracán, que corren hacia densas tinieblas…» «En efecto, después de haberse librado de los vicios del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Cristo Jesús, vuelven a esos vicios y se dejan dominar por ellos; y resulta que su estado actual es peor que el primero.»

 

¿Qué significa esto, entonces? Simplemente, que aunque creamos, nuestra fe puede morir por nuestra falta de amor hacia nuestros semejantes. En sus epístolas, Santiago nos dice más sobre la fe y las obras.

 

2:14 «Hermanos, ¿qué provecho saca uno cuando dice que tiene fe, pero no la demuestra con su manera de actuar? ¿Acaso lo puede salvar su fe?» 2:15 «Si a un hermano o hermana les falta ropa y el pan de cada día,» 2:16 «y uno de ustedes les dice: «Que les vaya bien; no sientan frío ni hambre», sin darles lo que necesitan, ¿de qué les sirve?» 2:17 «Así pasa con la fe si no se demuestra por la manera de actuar: está completamente muerta.»

 

En efecto, aquel que ignora a los que están en peor situación que él, será castigado:

 

Mateo 25:42-45 «‘Porque tuve hambre y no me dieron de comer, porque tuve sed y no me dieron de beber; era forastero y no me recibieron en su casa; no tenía ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron.’ Aquellos preguntarán también: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no ayudamos?’ Y el Rey [Dios] les responderá: ‘En verdad les digo que siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, conmigo no lo hicieron. ‘Y éstos [aquellos a la izquierda de Dios] irán al suplicio eterno y los buenos a la vida eterna.»

 

Sigamos ahora, con la epístola de Santiago:

 

2:18-19 «Y será fácil rebatir a cualquiera: ‘Tú tienes la fe y yo hago el bien, ¿dónde está tu fe que no produce nada? Yo por mi parte te mostraré mi fe por el bien que hago.’ ¿Crees que hay un solo Dios? Muy bien. No olvides que también los demonios creen y, sin embargo, tiemblan.» 2:21 «Acuérdate de Abraham, nuestro padre. ¿No fue reconocido justo por sus obras, sacrificando a su hijo Isaac en el altar? Y ya ves: la fe inspiraba sus obras, y por las obras su fe llegó a ser perfecta.»

 

Si deseas leer más a fondo estos pasajes, son: Mateo 25: 31-46, y Santiago 2:14-26.

Si aún pensamos que creemos en Jesús, debemos probarlo, no a otros, sino más bien a NOSOTROS MISMOS. Jesús mismo dijo a sus apóstoles que aquel que cree en El haría cosas más grandes que El, mientras les pedía que creeyeran en El por sus propias obras (Juan 14:10)

 

«… Créanme:» 14:11 » Yo estoy en el Padre, y el Padre está en mí. Al menos créanmelo por mis obras.» 14:12 «En verdad, el que cree en mí hará las mismas cosas que yo hago, y aún hará cosas mayores que éstas«.

 

Y tú, ¿crees en Cristo? ¿Crees en el amor?

 

Quizás te gustaría rebatirme, diciendo que el libro de Santiago es sólo paja. «Deberíamos seguir a Pablo en vez de Santiago». Pero Pablo también está a favor de las obras para PERMANECER salvados.

 

Dirás tal vez: «Cortaron las ramas para injertarme a mí». Muy bien. Fueron cortadas porque no creyeron, y tú te sostienes sólo por la fe. Pero no te creas tanto, sino que más bien ten cuidado. Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a tí.

Fíjate a la vez en la bondad y en la severidad de Dios: fue severo con los que cayeron, y bueno contigo, pero con tal de que sigas siendo bueno.De lo contrario, tú también serás cortado. (Romanos 11:19-22)

 

Así pues, no se requiere sólo la Fe para ser salvado. Tienes que dar FRUTOS para PERMANECER salvado. Recuerda lo que Jesús le dijo a aquellos que NO practican la palabra de Dios (eso es, no hacen nada en favor de sus prójimos):

 

¿Por qué me llaman Señor, Señor, y no hacen lo que yo digo? Les voy a decir a quién se parece el que viene a escuchar mis palabras y las practica. Se parece a un hombre que, al construir su casa, cavó bien profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Vino una inundación y la corriente se precipitó sobre su casa, pero no pudo removerla porque estaba bien construida. Por el contrario, el que escucha mi palabra, pero no la practica, se parece a un hombre que construye su casa sobre la tierra, sin cimientos. La corriente se precipitó sobre ella y en seguida se desmoronó, siendo grande el desastre de esa casa.» Lc 6:46-49

 

Si sigues pensando que en ninguna parte de la Biblia se menciona que tienes que ser bueno para ser salvado, lee este pasaje:

 

Yo soy la Vid verdadera, y mi Padre el viñador. Si alguna de mis ramas no produce fruto, él la corta; y limpia toda rama que produce fruto para que dé más.  El que no se quede en mí, será arrojado afuera y se secará como ramas muertas: hay que recogerlas y echarlas al fuego, donde arden. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo permanezco en el amor de mi Padre, guardando sus mandatos. Yo les he dicho todas estas cosas para que participen en mi alegría y sean plenamente felices. Ahora les doy mi mandamiento: Amense unos con otros, como yo los amo a ustedes.

 

A esto es a lo que se refería san Pablo cuando hablaba en Romanos 11. Permanecer en Cristo. Y ¿cómo sabemos si permanecemos en Él? Siendo buenos, Y ADEMÁS amando a nuestros prójimos. Si no amamos a nuestros prójimos, entonces NO estamos en Cristo, y seremos echados al fuego, donde arderíamos.

 

¿Entonces es esto suficiente para creer que necesitas obedecer los mandamientos de Cristo (amarnos los unos a los otros como El nos amó), hacer obras buenas (dar frutos) para permanecer en El (la viña) y no ser quemados (en el infierno)?

 

Perdón si esto los asusta, pero yo sólo repito lo que Jesús dijo. Y esto es necesario para que seas completamente feliz, en la compañia de Jesús.

 

¿Entonces, ¿qué significa lo que dijo Pablo en su epístola a los Romanos, sobre salvados por la Fe? Y por qué Santiago nos dice que tenemos que tener obras buenas? ¿No se contradice la Biblia?

 

No. En absoluto. Claro que la fe ES necesaria para ser salvados. Cuando te presentan a Jesús, lo aceptas como tu Señor y salvador, y eso es lo que te salva (por el momento). Pero si dejas de ser bueno, y te olvidas de tus vecinos, ya no estás en Jesús. Y la fe no te ayudará.

 

A lo que me refiero es esto: Primero es la fe. Y ENTONCES, se necesitan las obras. No estás salvado sólo por tus obras. Estás salvado porque creíste, y mientras estás en la gracia de Jesucristo seguirás dando frutos. Los frutos de tu fe Y tus trabajos.

 

Pero ¿vamos a pecar porque hemos pasado de la Ley [Judía] al reino de la gracia? Claro que no. Desde el momento en que se entregaron a alguien para ser sus servidores y cumplir sus órdenes, deben hacerle caso y obedecerlo. Si ese dueño es el pecado, irán a la muerte, pero si obedecen a la fe llevarán una vida santa…Cuando ustedes eran los esclavos del pecado, no sentían ninguna obligación respecto al bien, pero ¿qué provecho sacaron de las cosas que ahora les dan vergüenza? El resultado final es la muerte. Pero ahora ustedes están libres del pecado y sirven a Dios; su oficio es hacerse santos y tendrán por premio la vida eterna. Pues el salario del pecado es la muerte; pero el don gratuito de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. (Rom 6:15-16, 20-23)

 

¿Ven ahora? No pueden dar frutos si no están en Cristo, sino que son esclavos del pecado. Cuando aceptaron a Jesús ser su Señor y salvador, no fue sólo una palabra que no cumplirán. TIENEN que cumplir esa palabra. Y eso es dejar que Jesús sea el Señor de sus vidas. ¿De qué sirve decirle que es Señor de ustedes, si en vez de hacer lo que El quiere, hacen lo que se les da la gana? Es como decirle a alguien: Mira, ten. Esto es mi tesoro. Pero en vez de dársela la esconden en una caja fuerte para ustedes mismos. ¿No que era Señor de sus vidas? Entonces, ¿Por qué no lo dejan que USE ese derecho que le dieron?

 

En otras palabras, si creen en Cristo, esa fe no los salvará si no se dejan salvar por El. Si se dejan llevar por el pecado, entonces siguen siendo esclavos del pecado. Su conducta probará de quién son servidores. ¿De Cristo Jesús, su salvador? ¿O de Satanás, que los tiene inmersos en el pecado?

 

(Por eso es que la Gracia es tan importante. Si no se preocupan por hacer oración, no podrán salir del pecado… sólo Dios los puede sacar, pero les corresponde a ustedes llamarlo para que El los haga libres). Sí, la salvación es un regalo. Pero un regalo que implica responsabilidades. Recuerden la parábola de los Talentos, y reconozcan que los Talentos son su regalo, que es la salvación.

 

Un hombre de gran familia se dirigió a un país lejano para ser nombrado rey y volver en seguida. Llamó a diez empleados suyos, les entregó a cada uno una moneda de oro y les dijo: Trabajen este dinero hasta que yo vuelva. Pero sus compatriotas lo odiaban y mandaron detrás de él una comisión encargada de decir: Nosotros no lo queremos por rey. Cuando volvió, había sido nombrado rey. Entonces hizo llamar a los empleados a los que había entregado dinero, para averiguar cuánto había ganado cada uno. Se presentó el primero y dijo: «Señor, tu moneda produjo otras diez.» El le contestó: «Está bien, servidor bueno, ya que fuiste fiel en lo poco, recibe el gobierno de diez ciudades». Vino el segundo y dijo: «Señor, tu moneda produjo otras cinco». El rey contestó igualmente a éste: «También tú gobierna cinco ciudades».  Vino el tercero y dijo: «Señor, aquí tienes tu moneda. Laguaré envuelta en un pañuelo, porque tuve miedo de ti. Eres un hombre exigente, reclamas lo que no has depositado y cosechas lo que no has sembrado».  Contestó el rey: «Servidor malo, te juzgo por tus propias palabras. Sabías que soy hombre exigente, que reclamo lo que no he depositado y que cosecho lo que no he sembrado; entonces, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? A mi regreso yo lo habría cobrado con intereses.» Y dijo el rey a los que estaban presentes: «quítenle la moneda y désenla al que tiene diez». «Pero señor, le contestaron, ya tiene diez monedas». Yo les declaro que a todo hombre que tenga se le dará, pero al que no tenga se le quitará aún lo que tiene. En cuanto a mis enemigos, que no me quisieron por rey, tráiganlos para acá y mátenlos en mi presencia.»(Lc 19:12-27)

 

Entonces este pasaje nos enseña muchas cosas: Primero, tenemos que usar nuestras ‘monedas’, esto es, nuestra Gracia, para convertir a mucha gente. NO para nuestras creencias particulares (ya sean bautistas, luteranos, adventistas, mormones, testigos de Jehová, etc.). Sino a Cristo. Entonces esta persona escogerá con la ayuda de Dios. También, recuerden que mientras no estén trabajando para Cristo, esto es, sólo escuchar su palabra y no haciendo nada, los enemigos de Dios, esto es, los sirvientes del demonio, estarán tratando de arrastrar a todos los que andan en duda. Por eso es que TENEMOS que trabajar para Dios, no sólo para NUESTRA salvación, sino para la salvación de OTROS. Es por eso que Sola Fide se queda corta en esto. Si no trabajamos y acercamos a la gente a Jesús, pero pudiéramos, seremos culpables de dejar que esa gente se pierda.

 

Recuerda que Pilatos fue culpable de la crucifixión de Jesús al no hacer nada. De la misma manera, somos culpables de que otras gentes se pierdan por no hacer nada al respecto. Quizá (sólo QUIZÁ) Pilatos se pudo excusar porque no creyó en Jesús. Pero nosotros SI CREEMOS. Entonces tenemos MÁS responsabilidades que los no creyentes. ¿Acaso no tenemos Fe? ¿No amamos a nuestros hermanos? Bien, usen pues su fe, ¡y den fruto! Debemos salvar a nuestros prójimos, y darles amor.

 

Recuerden lo que les pasó a las muchas gentes que creyeron en Jesús pero rechazaron su buena conciencia. Justo como aquellos que dirigen prostíbulos, son traficantes de drogas, y asesinan. ¿Creen? ¡Claro que creen, pero también los demonios creen! Y las mismas cosas les pasarán a los que creen en Jesús de palabras, pero no lo aceptan en SUS CORAZONES. Serán cortados y echados al fuego.

 

Esto no es un cuento para asustar a la gente. La cristiandad NO se basa en el miedo, pero entonces ¿por qué todo esto sobre el cielo y el infierno? El que nada debe, nada teme. Ese es un proverbio muy sabio. Si amas a tu prójimo, DARÁS fruto. Porque esa es la promesa que Jesús nos hizo a todos. ¿Lo ves ahora? La creencia católica de la fe Y las obras no es una amenaza. Es, en cambio, otra razón para amar a nuestros prójimos. ¿Es cristiana? ¡Desde luego que es cristiana! Todas estas páginas no sólo fueron sólo habladurías. Hay pruebas bíblicas que soportan esto. Jesús te ama. Eso es por lo que enseñó a la gente sobre el cielo y el infierno (y el purgatorio). ¿O acaso es un mentiroso?

 

Si todavía crees que hay MUY POCOS pasajes que prueban que se necesitan buenas obras para la salvación, aquí hay más:

  1. El higuero que no dio frutos (Lucas 13:1-9)
  2. La lámpara que debe alumbrar (Lucas 8:16-18)
  3. El buen samaritano (Lucas 10:25-37)
  4. Renunciar a las riquezas para poder entrar al Cielo (Mateo 19:16 ss.; Marcos 10:17 ss)
  5. Permanecer fiel (la parábola de las diez jóvenes (Mateo 25:1-13)
  6. No quitarles la fe a los pequeños, y alejarse de la tentación (Marcos 9:42-48)

Así que las buenas obras SI se necesitan para la salvación. Llámenlas conversiones, ayudar al pobre, lo que sea. Pero si no amas a tus prójimos, estás en problemas. La solución es arrepentirse, pedirle perdón a Dios, perdonar, y aceptar a Jesús en tu corazón.

«Porque al que tiene, se le dará más. Pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene».

 

www.yeshuahamashiaj.org

www.elevangeliodelreino.org

 

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