Los descubrimientos de la arqueología desde mediados del siglo 19 han demostrado la fiabilidad y plausibilidad de la narrativa de la Biblia
La Biblia ha demostrado ser exacta y verdadera!
EL BLOG DEL APOLOGISTA CRISTIANO/ INGº. MARIO OLCESE SANGUINETI (LIMA/PERÚ)
"Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar DEFENSA con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Pedro 3:15)
La Biblia ha demostrado ser exacta y verdadera!
Jaimitooooooooo, ¿estás ocupado? …Sí, papi, estoy recibiendo a varios “Trinotercos” que están confundidos con la doctrina de la Trinidad, pero puedo atenderte a ti primero…ajá Jaimito, muchas gracias…A ver papi, ¿cuál es tu consulta?…Bueno Jaimito, un “Trinoterco” me sacó el pasaje de Mateo 19:16, 17, que dice: “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos”…ajá, papi… ¿y?…bueno hijito, aquí dice que sólo Dios es bueno…correcto, papi…ahora fíjate Jaimito que Jesús mismo dice en Juan 10:11 que él es el Pastor bueno…por tanto, si Jesús es bueno, él es Dios. ¿No es lógica mi conclusión, Jaimito?…No, papi…¿y por qué no, Jaimito?…Porque si somos fieles a lo que dice el pasaje (Juan 10:11), éste no dice que Jesús es bueno, sino que como Pastor es bueno, que es muy diferente…¿pero es que acaso Jesús no es bueno, Jaimito?…¡claro que lo es, papi!… pero también lo fueron José de Arimatea, según lo leemos en Lucas 23:50,51 y Bernabé, según está declarado en Hechos 11:22.24…¡cierto, Jaimito!…Pues ahora te pregunto, papi, ¿fueron José de Arimatea y Bernabé Dioses porque se afirma que ellos eran buenos?…esteeeeee…(¡caracoles, ya me agarró de nuevo mi hijito Jaimito!)…¡no, claro que no, Jaimito!…ellos no eran dioses…¡correcto, muy buena respuesta! Bueno papi, ¿alguna otra pregunta que quieras hacerme porque hay una fila de dos cuadras de “trinotercos” que me esperan?…no hijito, anda nomás…okey, papi, y no te desanimes…no hijito, ¡qué ocurrencia la tuya!…al contrario, me aclaraste el punto…okey papi, nos vemos…y por favor, que me preparen un rico sancochado y mi estofado de res porque terminaré con un apetito de león en la noche…¡okey, bossssss! (¡caracoles, este Jaimito se las sabe todas!…¡definitivamente vale la pena tener un «nerd» en casa!)
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Por Ing°. Mario A Olcese (Apologista)
Buscando el Reino de Dios
El Señor Jesucristo en más de una oportunidad mandó a sus seguidores a “buscar” lo que anhelaban recibir (Mateo 7:7,8) y entre las cosas que debemos buscar e indagar es el Reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33). Jesús nunca dijo que buscáramos el cielo y su justicia, o que buscáramos ganar el cielo para morar allá eternamente con Dios. La enseñanza de Jesús en Mateo 6:33 era que nuestra puntería debería estar dirigida a la meta suprema: el reino de Dios o también llamado “el reino de los cielos”(ver Hechos 1:6). Sin embargo, muchas personas se confunden pensando que buscar el reino DE los cielos equivale a buscar el reino EN los cielos. Estos cristianos creen que el reino de los cielos es un reino que se ubica en los cielos, y que allá será nuestra morada y reinado eternos si somos fieles al Señor hasta la muerte misma. Aun otros hermanos suelen enseñar que el reino de Dios y el reino de los cielos son dos cosas diferentes, pero esta idea es imposible, ya que Cristo usa la frase “reino de Dios” y “reino de los cielos” para referirse a la misma idea o enseñanza que quiere presentar. Por ejemplo, compare Mateo 19:23 y Marcos 10:23, donde Jesús, hablando del joven rico, dice que difícilmente un rico entrará en el reino de los cielos (Mateo 19) o en el reino de Dios (Marcos 10). Entonces podemos con verdad afirmar que el reino “de los cielos” y el reino “de Dios” son equivalentes, ya que los términos “de los cielos” y “de Dios” son intercambiables. “de los cielos” quiere decir “de Dios” porque nuestro Dios y Padre está “en los cielos” (Mateo 6:9).
El Reino de Dios es sinónimo de Salvación y vida eterna
En Mateo 19:11-25 Jesús tuvo un encuentro con un joven rico que quería saber lo que debía hacer para ganar la vida eterna. He aquí la historia: “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?” En este diálogo entre Jesús y el joven rico, se hace evidente que el reino de Dios tiene relación con la vida eterna y con la salvación. Es decir, la salvación es entrar en el reino de Dios con vida eterna. Así que es muy importante que busquemos el reino de Dios y su justicia por esta tarea implica su vida eterna y su salvación. Si usted busca otra cosa, es obvio que no ganará la salvación y la vida eterna. Usted debe enfocarse en el reino de Dios, que es el único evangelio que Cristo introdujo en el mundo y enseñó durante los tres y medio años que duró su ministerio en la tierra (Marcos 1:1,14,15 y Hechos 1:3).
El evangelio del Reino: El poder de Dios para Salvación
En Romanos 1:16 el apóstol Pablo dice: “Porque no me avergüenzo del evangelio (del reino y el nombre de Jesús), porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio (del reino y el nombre de Jesús) la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Así que el evangelio del reino y el nombre de Jesús tienen poder para salvación. Si usted cree en Jesús y no cree en su mensaje del reino, entonces usted no ha creído verdaderamente en Jesús. El nos dice que debemos creer en su palabra o mensaje que trajo para la humanidad (Marcos 6:15,16). Es creer que Jesús es el Cristo, tal como creyó Pedro cuando Jesús les peguntó: ¿Quién decías que soy yo? Creer que Jesús es el Cristo es creer que él es el Mesías, el Rey del reino venidero. ¿Crees tú que Cristo tiene un reino venidero por establecer en la tierra y que él es el rey del mismo?¿Estás esperando realmente el reino de Dios y Su Justicia? ¿Estás como José de Arimatea esperando el reino con ardor o como los mismos apóstoles del Señor? (Marcos 15:43,Hechos 1:6). Si no lo estás haciendo, puedes empezar ahora pidiendo por la venida del reino, tal como Jesús lo enseñó en Mateo 6 en la oración modelo. Es hora que dejes de pensar en el cielo y busques el reino de Dios y pidas por su venida.
www.yeshuahamashiaj.org (Inglés y Español)
Fuente:
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“Ustedes escudriñan con diligencia las escrituras porque piensan que en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor! Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida. La gloria humana no la acepto, pero a ustedes los conozco, y sé que no tienen el amor de Dios en ustedes. Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me aceptan; pero si otro viniera por su propia cuenta, a ése sí lo aceptarían. ¿Cómo va a ser posible que ustedes crean, si unos a otros se rinden gloria pero no buscan la gloria que viene del único Dios?”Juan 5:39-44
“…Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todas las cosas fueron hechas…”[Pero aquellos que dicen: “hubo un tiempo cuando El no fue” y “no fue antes que fuera hecho” y “fue hecho de la nada” o “El es de otra sustancia” o “esencia”, o “El Hijo de Dios es creado” o “cambiable” o “alterable”—están condenados por las Iglesias Santa Católica y Apostólica.] Credo Niceno-Constantinopolitano, 381 DC.
• La unidad de Dios amenazada y la única creencia monoteísta de los judíos [y del mismo Jesús] comprometida [Shema: Deu 6:4; 4:35; 1 Cor 8:4; Efe 4:6; cp. Mar 12:28-30].
Salmos 110:1: “Dice el SEÑOR a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” (LBA)
Los comentaristas trinitarios argumentan que «mi Señor» proviene de la palabra hebrea adonai, otro nombre para Dios y por lo tanto, es frecuentemente dado como prueba de la divinidad del Mesías. Pero no solamente es un argumento inválido, este versículo es en realidad una de las más grandes pruebas de la humanidad completa del mesías prometido.
La palabra hebrea traducida como «mi señor» es adoni (Adonai es pronunciado «Adon-ay«, porque el ‘ai’ suena como ‘ay’. Adoni es pronunciado ‘adon-ni’ porque la «i» final es pronunciado como una larga «i» en los estandartes textos hebreos. Esta palabra siempre es usada en las escrituras para describir a amos y señores humanos, pero nunca a Dios. Desafortunadamente, la mayoría de las concordancias hebreas y lexicones dan solamente la raíz de las palabras, no la palabra que ocurre realmente en el texto hebreo. Ésta es una de las razones por la cual personas que usan libros como La Concordancia de Strong son usualmente limitadas.
[Personas que quieran hacer un estudio de esto por sí mismo necesitarán poder trabajar con el mismo texto hebreo y no solo las palabras raíz. Un buen comienzo para esto es el programa de computadora de estudio Biblico, Bibleworks o Logos] Mientras que esto usualmente no afecta la interpretación del texto, a veces hace mucha diferencia, como en Sal 110:1. La revista Enfoque del Reinado (Focus on the Kingdom) reporta:
“La Biblia en Sal 110:1 en realidad le da al Mesías un título que nunca describe a Dios. La palabra es adoni y en todos de sus 195 acontecimientos en el AT representa a un superior que es humano (o ocasionalmente angelical), creado y no Dios. Así que Sal 110:1 presenta las pruebas más claras de que el mesías no es Dios pero, un hombre sumamente eminente.” [Anthony Buzzard, ed., {Enfoque del Reinado}Focus on the Kingdom, Atlanta Bible College, Morrow, GA, March 2000, p. 3.]
La diferencia entre adon (la palabra raíz), adoni («señor», siempre usada para hombres o ángeles) y adonai (que es usado para Dios y algunas veces escrito como adonay) es crítico al conocimiento de Sal 110:1. El lexicón hebreo por Brown, Driver y Briggs (BDB), considerado por muchos ser el mejor disponible, hace la diferencia entre estas palabras. Note como en BDB la palabra adoni se refiere a señores que no son Dios, mientras que otra palabra, adonai, se refiere a Dios [El hebreo se lee de derecha a izquierda, así que la primera letra de esta palabra aparenta ser una «X» glorificada]:
1. Refiriéndose a hombres: mi señor, mi amo: (adonai)
a) amo: Ex 21:5 (código del convenio) Gen 24:12+, 44:5 (J, 20t.), 1 Sam 30:13 y 15; 2 Reyes 5:3, 20 y 22; 6:15;
b) esposo: Gen 18:12 (J);
c) profeta: 1 Reyes 18:7 y 13; 2 Reyes 2:19; 4:16 y 28; 6:5; 8:5;
d) príncipe: Gen 42:10 (E), 23:6,11 y 15 (P), 43:20; 44:18+; 47:18, + (J, 12t.); Jueces 4:18;
e) reyes: 1 Sam 22:12+ (S&K 75t.);
f) padre: Gen 31:5 (E);
g) Moisés: Ex 32:22; Núm. 11:28; 12:11; 32:26 y 27 (J); Núm. 36:2 (2x) (P);
h) sacerdote: 1 Sam 1:15 y 26 (2x);
i) ángel theopanic [un ángel representado a Dios]: Josué 5:14; Jueces 6:13;
j) capitán: 2 Sam 11:11;
k) reconocimiento general de una superioridad: Gen 24:18; 32:5+; 33:8+; 44:7+ (J 13t.), Rut 2:13; 1 Sam 25:24+ (15t.).
2. En referencia a Dios: [adonai]. Note que cuando la palabra se refiere a Dios, cambia cuándo se refiere a hombres. La vocal bajo la «n» (la segunda letra de la izquierda) ha cambiado. [Francis Brown, S. R. Driver y Charles Briggs, El Lexicón Hebreo e Ingles de Brown-Driver-Briggs {The Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon} Hendrickson Publishers, Peabody, MA, reprint 1996, p. 11 (Adon, “Señor”). Hemos cambiado la puntuación y las abreviaturas de referencia para hacerlo compatible con las abreviaturas que usamos para facilitar la lectura. Las letras en el paréntesis caracterizan su creencia respecto al autor exacto o redactor de esa parte de la escritura, algo con el que no coincidimos teológicamente.]
En la definición de arriba, adoni y adonai tienen la misma raíz, adon, cual es la palabra listada en las concordancias y la mayoría de los lexicones. Sin embargo, las palabras exactas usadas son diferentes. Adoni, la palabra usada en Sal 110:1, nunca es usado de Dios. Es siempre usado de un ser humano o angélicamente superior. El hecho de que el texto hebreo usa el adoni para Mesías en Sal 110 prueba muy poderosamente que no es Dios. Si el mesías fuera Dios, entonces adonai hubiera sido usado. Esta diferencia entre adoni (un señor) y adonai (el Señor Dios) permanece incluso cuando Dios aparece en teofanias. En Gen 18:3, Abraham se dirige a Dios quien estaba en «forma» de un ser humano, pero el texto usa adonai.
Los eruditos reconocen que hay una diferencia entre adoni y adonai, y que estas diferencias son importantes. La Enciclopedia Bíblica Estandarte Internacional nota:
«La forma ADONI (“mi señor”), un titulo royal (1 Sam 29:8), tiene que ser cuidadosamente distinguida del título divino ADONAI (“mi Señor”) usado paraYahvé. [Geoffrey Bromiley, The International Standard Bible Encyclopedia (Eerdmans, Grand Rapids, MI, 1979), “Señor”.]
Hay muchos usos de adonai que se refieren a ángeles o a hombres, dándoles un estado elevado, pero no indicando que el orador creía que era Dios. Esto está de acuerdo con el lenguaje total. Estudios de palabras como Elohim también nos enseñan ocasionalmente que es usado para seres humanos que tienen un estatus alto [Gen 19:18; 24: 9, 39: 2]. En contraste con adonai siendo usado ocasionalmente para hombres, en ningún tiempo adoni es usado para Dios. Hombres pueden ser elevados, pero Dios nunca es hecho menos.
Los siguientes 148 versículos contienen 166 usos de la palabra (adoni— WTT o BHS AT Hebreo, editado por K. Elliger y W. Rudoph de Deutsche Bibelgesellschoft, Stuttgart, cuarta edición corregida, copyright © 1966, 1977, 1983, 1990 by the German Bible Society) y cada uno de ellos se refiere a un señor humano o un ángel. Ninguno se refiere a Dios:
Gen 23:6, 11,15; 24:12(2x), 14, 18, 27(3x), 35, 36, 37, 39, 42, 44, 48(2x),49, 65; 31:35; 33:8, 13, 14(2x), 15; 39:8; 42:10; 43:20; 44:5, 7, 1(2x), 19, 20, 22, 24; 47:18(2x), 25; Ex 21:5; 32:22; Núm 11:28; 12:11; 32:25, 27; 36:2; Josué 5:14; 10:1, 3; Jue 1:5, 6, 7; 4:18; 6:13; Ruth 2:13; 1 Sam 1:15, 26(2x); 22:12; 24:8; 25:24, 25(2x), 26(2x), 27, 28, 29, 31, 41; 26:17, 18,19; 29:8; 30:13, 15; 2 Sam 1:10; 3:21; 9:11; 11:11; 13:32, 33; 14:9, 12, 15, 17(2x), 18,19(2x), 22; 15:15, 21(2x); 16:4, 9; 18:31, 32; 19:19(2x), 20, 26, 27, 30, 35, 37; 24:3, 21, 22; 1 Reyes 1:13, 17, 18, 20(2x), 21,24, 27(2x), 31, 36, 37(2x); 2:38; 3:17, 26; 18:7, 10; 20:4; 2 Kings 2:19; 4:16, 28; 5:3, 18, 20, 22; 6:5, 12, 15, 26; 8:5, 12; 10:9; 18:23, 24, 27; 1 Cron 21:3(2x), 23; 2 Cron 2:14, 15; Isa. 36:8, 9, 12; Jer 37:20; 38:9; Dan 1:10; 10:16, 17(2x), 19; 12:8; Zaca 1:9; 4:4, 5, 13; 6:4.
Los siguientes 24 usos pueden ser encontrados bajo [l’adoni], “a mi Señor”. Mientras que en nuestro lenguaje separamos la preposición del sustantivo o el verbo que sigue, en el hebreo la preposición es dada directamente a la palabra. Gen 24:3,54,56; 32:5,6,19; 44:9,16,33; 1 Sam 24:7; 25:27,28,30,31; 2 Sam 4:8; 19:29; 1 Reyes 1:2; 18:13; 20:9; 1 Cron 21:3; Sal 110:1. Todos estos se refieren a señores humanos, no a Dios.
Las siguientes 6 referencias pueden ser encontradas bajo [v’adoni]: Gen 18:12; Núm. 36:2; 2 Sam 11:11; 14:20; 19:28; 24:3.
Las siguiente referencia es encontrado bajo [m_adoni]: Gen 47:18.
Estudiantes del hebreo saben que el texto original fue escrito en una forma «sin-puntos», ej., sin los guiones y las marcas como son ahora las vocales escritas. Por lo tanto, algunos eruditos pueden señalar que debido a que los puntos de vocal del texto hebreo fueron añadidos después, los rabinos podían haber estado equivocados. Debe ser notado, sin embargo, que las dos palabras hebreas, adonai y adoni, mientras que siempre escritas de la misma manera en textos “sin-puntos”, suenan diferentes cuando son pronunciadas. Esto no es anormal en un lenguaje. «Leer» y «leer» son deletreadas lo mismo, pero uno puede ser pronunciado «le-yi», como en «leí el libro ayer» mientras que el otro es pronunciado como “lea”, como «por favor lean el libro». La manera correcta de poner las vocales en el texto habría estado conservada en la tradición oral de los judíos. Por lo tanto, cuando el texto fue escrito definitivamente con las vocales habría sido escrito como siempre fue pronunciado.
Pruebas adicionales de que los judíos pensaban que la palabra en Sal 110:1 se refería a un mesías humano y no a Dios como que vino a la tierra, siempre son dadas en el texto griego, tanto en la Septuaginta y en citas del NT. Es importante recordar que en la Septuaginta, la traducción griega del AT hebreo, fue hecha aproximadamente 250 BC, mucho antes de que los debates trinitarios empezaran. Así todavía la traducción del Septuaginta apoya a Sal 110:1 refiriéndose a un señor humano, no a Dios. Lo traduce como ho kurios mou.
«Los traductores del LXX [Septuaginta] en el siglo 3 antes de Cristo, atesta a una distinción cuidadosa entre las formas de adon usadas para lo divino y referencia humana traduciendo adoni como ho kurios mou, “mi señor”.» [Anthony Buzzard y Charles Hunting, {La Trinidad, la Herida Hecha por la misma Cristiandad} The Trinity, Christianity’s Self-inflicted Wound (Atlanta Bible College and Restoration Fellowship, Morrow, GA, 1994), p. 28.]
Cuando Sal 110:1 es mencionado en el NT la misma verdad de la señoría humana del Mesías está conservada:
NT, cuando hace mención de Sal 110:1, redacta l’adoni como “a mi señor” (to kurio mou). Pero da adonai ([Sal 110] v.5 y en otros muchos lugares) como “el Señor” (kurios). Esto prueba que la diferencia entre adonai y adoni fue reconocida e informada en griego mucho antes de que los puntos de vocal del Masoretic arreglaran la tradición antigua y oral permanentemente por escrito. [Anthony Buzzard, {Enfoque sobre el Reinado} Focus on the Kingdom, {“Quien es Jesús?” Dios ¿o Único Hombre?} “Who is Jesus? God or Unique Man?” (Atlanta Bible College, Morrow, GA, 1998), p. 8.
Es interesante que los eruditos no le hayan dado mucha atención al texto de Sal 110 o en los lugares dados es mencionado en el NT, y decir que muestra que Cristo debe de haber sido Dios. El diccionario bíblico muy bien conocido de Smith’s contiene un artículo sobre “Hijo de Dios”, escrito por Ezra Abbot. El escribe:
“Acontecida menté descubrimos que, después de la ascensión, los apóstoles trabajaron para traer a los Judíos que reconocieran que Jesús no solamente era el Cristo, pero también una Persona Divina, incluso el Señor Jehovah. Por lo tanto, por ejemplo, San Pedro…. [Abbot acontece a decir como Pedro dijo que Dios habilla hecho a Jesús “ambos Señor y Cristo”.] H. B. Hackett, Dr. William {Diccionario Biblico de Smith} Smith’s Dictionary of the Bible, {“Hijo de Dios”} “Son of God” (Baker Book House, Grand Rapids, MI, reprint 1981), vol. 4, p. 3090.
La nota al pie de página es muy correcta, porque la palabra en Sal 110 es la palabra para un «señor» o «amo» y no Dios. Por lo tanto, Sal 110:1 nos da pruebas muy claras de que el Mesías esperado de Dios no iba ser el mismo Dios, pero un ser creado. Los Judíos escuchando a Pedro en el día Pentecostés claramente hubieran visto la correlación evidente en la enseñanza de Pedro que Jesús fue un “varón aprobado por Dios» (Hech 2:22 – RV 1960), y un ser creado, el «mi señor» de Sal 110: 1 cual Pedro menciono un poco después (Hech 2:34). El uso de adoni en el primer versículo de Sal 110 lo hace bien claro que los judíos no esperaban que su Mesías fuera Dios, pero esperaban un “señor” humano.
The Purpose Driven Church is a lie!!!
«Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres» (Jn.8:36).
El Diccionario del la RAE, define la «homosexualidad» de la siguiente manera:Homosexualidad. f. Inclinación hacia la relación erótica con individuos del mismo sexo. 2. Práctica de dicha relación.
Y para « homosexual»:
Homosexual. (De homo- y sexual). adj. Dicho de una persona: Con tendencia a la homosexualidad. U. t. c. s. 2. Dicho de una relación erótica: Que tiene lugar entre individuos del mismo sexo. 3. Perteneciente o relativo a la homosexualidad.
Las causas de «homosexualidad» son diversas y van desde un afecto disminuido o carente del padre para con los hijos varones, o de la madre con las hijas, traumas emocionales de muchas índoles desde la infancia y la adolescencia, abuso sexual a temprana edad; condicionantes, para el desarrollo posterior de individuos homosexuales. Se ha investigado, no poco, si hay una relación genética-hormonal detonante, y ninguna conclusión convincente hay al respecto. Es una mentira decir que Dios se equivocó en haber creado seres humanos homosexuales («Dios así me hizo» excusa muy escuchada). El problema radica en el pecado del el Edén paradisíaco, cuando la semilla de maldad fue esparcida a toda la humanidad (Ro.5:12).
Una de las muchas formas que tiene el pecado de manifestarse es a través de la homosexualidad. Así como hay pecado de narcomanía, de etilismo consuetudinario, de orgullo, de soberbia, de adulterio, de lascivia, de idolatría, de hechicería, de contienda, de ambición, de envidia, de homicidio, de religiosidad profana, de sadomasoquismo (hay muchos más), la homosexualidad es un pecado, una «obra de la carne» también (Ga. 5:19.21), un problema serio emocional donde la identidad sexual del hombre ha sido confundida por una incorrecta, tanto en los caracteres primarios (manera de pensar), como secundarios (aspecto físico), sexualmente hablando. Desde un principio, Dios creo al primer hombre y la mujer con identidades sexuales bien definidas, con funciones diferentes entre un sexo y otro (Gn.2:18-25; 3:16-20). Vimos en un inicio del escrito, que siempre hay un factor primordial para el desarrollo de esta perversión que ante Dios, es abominación absoluta. Veremos algunos textos que nos indican cómo Dios aborrece práctica tan ominosa y horrible:
«No te echarás con varón como con mujer; es abominación» (Lv.18:22).Dios adversa también la transexualidad:
«No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace» (Dt.22:5).
El Nuevo Testamento, Pablo concibe que la homosexualidad es una insana distorsión del propósito creador de Dios para con el hombre (me refiero en el concepto universal de hombre), tanto en el aspecto biológico, psicológico y emocional. En el capítulo 1 del libro a los Romanos, Pablo aplica los términos «impureza», «pasiones», «deshonra», «pasiones vergonzosas», «contra la naturaleza», «actos vergonzosos», para explicar la naturaleza inicua de la homosexualidad:
«Por esta causa, Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por relaciones contra naturaleza. De la misma manera también los hombres, dejando las relaciones naturales con la mujer, se encendieron en sus pasiones desordenadas unos con otros, cometiendo actos vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución que corresponde a su extravió» (Ro.1:26, 27).
Pablo advierte que hay juicio severo para los que practican la homosexualidad, y no hay excusa:
« ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios» (1 Co.6: 9, 10).
Amigo y amiga que te encuentras con tristeza bajo el influjo mortal de la homosexualidad, situación torcida de tu identidad sexual verdadera, la cual ha sido corrompida por el mismo diablo engañador y tramposo desde tiempo atrás: Te digo con toda mi alma, que solamente Dios es capaz de quitar de ti pavorosa e infernal perversidad que consume cada día tu corazón con angustia en demasía, con desesperación y decepción, para dejarte indefenso, sin paz, ni luz, ni esperanza, en un callejón en el que parece que no hay ninguna puerta para que puedas escapar de su devastadora crueldad. La Biblia dice que el diablo es un «ladrón» que ha venido a «hurtar y matar y destruir», y él te ha robado tu identidad sexual para condenarte, para enviarte al Lago de Fuego para una total y definitiva aniquilación (Mt. 10:28; Jn.10:10).
La Palabra de Dios, amigo o amiga mía, habrá de ubicarte en forma correcta en aquella identidad sexual que distinge al hombe de la mujer, o viceversa, y no tan sólo esto, las Escrituras además desharán dichas cadenas y fortalezas de mentira al extremo arraigada que aprisionan con oscuramente tu corazón que ha sido lastimado por el pecado, haciéndote libre de cualquier perversión a la que estés atado, aparte de la homosexualidad. El poder de Dios, por medio de su Palabra, se manifiestará de esa forma contigo amigo y amiga padecientes de tal cuestión y que lees el actual escrito. Mira lo que dice el Señor Jesucristo en cuanto a esto:
«. . . y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Jn.8:32).
La verdad que liberta, es la Palabra de Dios, hallada en la Biblia. La Palabra Desesclavizante de Dios, es justa, pura, verdadera, sin contradicciones, santa y, como ya dijimos, libertadora. Para que la Palabra de Dios tenga un profundo efecto en la vida de los que están enlazados en las «mil formas» de pecado, incluso, en el de homosexualidad, es imprescindible entregarse con tremenda pasión y amor (inmediatamente después de la conversión de alguien a Cristo) al estudio bíblico dedicado y constante, sistematizado y no desorganizado, para no caer en heretismos confusos y diabólicos. Fuera de esto, se tendrá en cuenta con mucha conciencia, que no habrá a la mano otra opción más para cambiar, para despojarse del hombre viejo grotescamente viciado por la mentira, por el pecado, para venir a ser una nueva criatura en Cristo, y lo más importante, para salvarse (Jn.cap. 3).
Dios les bendiga siempre mis hermanos y amigos que nos visitan.
Fuente: elevangeliodelreino.wordpress.com |
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