EL EVANGELIO ORIGINAL Y OTRAS DOCTRINAS FUNDAMENTALES DE LAS SANTAS ESCRITURAS

El Evangelio Original

En el primer siglo de nuestra era, Jesús y sus discípulos andaban por todas las ciudades y aldeas de la tierra de la promesa, enseñando las buenas nuevas del venidero reino de Dios en la tierra. Tenemos este testimonio del apóstol Pablo en Romanos, capítulo uno. Él dijo: «Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá» (vs. 17-17).

A los discípulos se les mandó: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado» (Marcos 16:15-16).

CORROMPEN EL EVANGELIO

Desafortunadamente, hombres impíos pronto corrompieron y alteraron el evangelio puro que se enseñaba en el principio. En Gálatas, capítulo uno, se nos dice: «Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema» (Gálatas 1:6-8).

Los escritos del Nuevo Testamento nos suministran muchas advertencias de que habría una corrupción de las verdaderas enseñanzas de Cristo. Dos ejemplos de estas advertencias se hallan en los escritos de Pablo. En 2 Timoteo, capítulo 4, leemos: «Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas» (vs. 3-4).

También leemos: «Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición» (2 Tesalonicenses 2:3). Por el versículo 2 del mismo capítulo es evidente que esta corrupción ya estaba presente en el primer siglo.

En el libro del Apocalipsis, Juan anota evidencia adicional de la apostasía del verdadero evangelio de Cristo. Las cartas a las siete iglesias de Asia, en los capítulos dos y tres, demuestran que la corrupción ya estaba presente, incluso entre los seguidores de Cristo.

LA CRISTIANDAD DESVIADA

El paso del tiempo sólo ha empeorado las cosas, y así hoy día tenemos que el mensaje del evangelio que enseñan las iglesias está lleno de corrupción y confusión. El cristianismo se halla considerablemente desviado de un entendimiento del verdadero evangelio de Cristo, según lo enseñaron los seguidores originales del Maestro. El «evangelio de Cristo» original tenía poder para llevar a la salvación a aquellos que lo creían y se bautizaban por medio de la fe en Cristo. Ese mismo evangelio original, ausente por tanto tiempo, fue rescatado de entre la maraña de especulaciones humanas, y en el presente forma parte de lo que los UNITARIOS creen y enseñan.

RESUMEN DEL EVANGELIO ORIGINAL

Un breve repaso de las enseñanzas básicas del Antiguo y Nuevo Testamento, tal como se encuentran en los Salmos, y en las palabras de los profetas, del Señor Jesucristo, y de los apóstoles.

En el transcurso de los siglos ha habido muchos cambios en el pensamiento, creencia, costumbres y perspectivas de la Iglesia. No obstante, hay solo UN EVANGELIO, UN DIOS, UN SEÑOR JESUCRISTO, UNA ESPERANZA DE ISRAEL, Y UNA VERDADERA BIBLIA.

Le pedimos que abra la palabra de Dios y compare sus enseñanzas con las creencias populares. El resultado puede ser sorprendente para usted, pero le dará satisfacción y tranquilidad, y una paz que sobrepasa todo entendimiento. Después de todo, la vida sin Dios y su Hijo es estéril y sin sentido.

Esto es lo que enseña la Biblia:

  1. HAY UN SOLO DIOS, que no tiene igual. Deuteronomio 6:4; 2 Samuel 7:22; 1 Reyes 8:23; 1 Crónicas 17:20; Salmos 86:10; Isaías 44:8; 45:5; 46:5; Marcos 12:29; Juan 17:3; 1 Corintios 8:6; Efesios 4:6; 1 Timoteo 1:17; 2:5.
  2. HAY UN SOLO SEÑOR JESUCRISTO, Salvador y Mediador, en quien está el ÚNICO CAMINO de salvación, que pronto regresará a esta tierra a reinar en ella. Isaías 53:6; Mateo 20:28; Lucas 2:11; Juan 17:3; Hechos 1:11; 4:12; 13:23; 1 Timoteo 2:5; 1 Juan 4:14.
  3. HAY UN SOLO ESPÍRITU SANTO, que es el poder e influencia de Dios, por el cual él efectúa sus obras. Génesis 1:2; Jueces 14:6; Mateo 1:18; Lucas 1:35; 12:12; Hechos 7:55; Romanos 15:19; Hebreos 2:4; 2 Pedro 1:21.
  4. HAY UN SOLO GRAN CONVENIO, que es la esperanza del mundo, sellado por la sangre de Jesús en el Calvario–el convenio hecho con Abraham. Génesis 12:3; 18:8; 26:3; 28:14; Miqueas 7:20; Lucas 1:72; Hechos 7:5; Hechos 3:25; 26:6; Romanos 15:8; Gálatas 3:8; Hebreos 6:13; 11:13.
  5. HAY UNA SOLA FUENTE DE INFORMACIÓN referente al plan y propósito de Dios para con esta tierra: LA PALABRA DE DIOS. Isaías 8:20; Lucas 16:31; Juan 5:39; Hechos 28:23; Romanos 15:4; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:21.
  6. HAY UN SOLO GRAN ENEMIGO DEL HOMBRE–el pecado, el cual entró en Edén, llamado el DIABLO, contra el cual los cristianos tienen una lucha que dura toda la vida. Génesis 3:15; 1 Reyes 8:46; Isaías 53:6; Mateo 15:18-20; 16:23; Hechos 10:38; Romanos 3:12; 5:12; 7:23; Hebreos 2:14; Santiago 1:14; 1 Pedro 5:8.
  7. NO HAY VERDAD MAYOR de que la muerte entró por el pecado, y que en la muerte no hay conciencia. Job 3:17-18; 14:2; Eclesiastés 9:5-6; Salmos 6:5; 17:15; 39:13; Salmos 115:17; 146:4; Isaías 38:18; Daniel 12:2; Romanos 5:12; 6:23; 1 Corintios 15:21.
  8. NO HAY UN HECHO MÁS SEGURO de que el infierno (o Hades) es el sepulcro, al cual vamos todos cuando morimos. Génesis 15:15; Salmos 6:5; 31:17; 89:48; 115:17; Eclesiastés 3:20; 6:6; Isaías 38:18; Mateo 11:23; Hechos 2:27-31; 1 Corintios 15:54-55.
  9. EXISTE LA VERDAD OBVIA de que la palabra «ALMA» (Hebreo: «Nephesh»; griego: «Psuche») significa básicamente VIDA, y TODA criatura que posee esa vida está destinada a morir. Job 7:15; Salmos 22:29; 33:19; 78:50; Ezequiel 18:4; Mateo 26:38; Santiago 5:20; Apocalipsis 16:3. El alma entra en el sepulcro (o infierno): Job 33:22; Salmos 89:48; Proverbios 23:14; Isaías 38:17; Hechos 2:31. Puede ser destruida: Levíticos 23:30; Números 15:31; Josué 10:28; Mateo 10:28; Hechos 3:23.
  10. NO HAY NADA MÁS MARAVILLOSO que la resurrección, la que ocurrirá cuando regrese Jesús. Daniel 12:2; Mateo 22:30; Lucas 14:14; Juan 5:29; 6:40; 11:24-26; Hechos 23:6; Romanos 6:5; 1 Corintios 15:12; 1 Tesalonicenses 4:16.
  11. EXISTE EL DIA DEL JUICIO para los responsables, los cuales deberán afrontarlo al regreso de Jesús. Salmos 98:9; Mateo 8:12; Juan 5:22-27; Juan 11:24; Hechos 17:31; Hechos 24:15; Romanos 14:10; 2 Corintios 5:10; 2 Timoteo 4:1; 1 Pedro 4:17; Apocalipsis 20:12.
  12. EXISTE EL GALARDÓN DE LA VIDA ETERNA, que se otorgará a los fieles, vivos o muertos, a la venida de Cristo. Isaías 40:10-11; Daniel 12:2; Mateo 8:11; 16:27; 24:31; Lucas 13:28; Juan 5:29; Isaías 40:10-11; Daniel 12:2; Mateo 8:11; 16:27; 24:31; Lucas 13:28; Juan 5:29; 6:40; 1 Corintios 15:23; 2 Corintios 5:10; 2 Timoteo 4:8; 1 Tesalonicenses 4:16; Apocalipsis 22:12.
  13. EXISTE LA MUERTE ETERNA para los infieles, con «llanto y crujir de dientes», cuando sean rechazados a la venida de Cristo. 1 Samuel 2:9; Ezequiel 18:4; Mateo 7:21-23; 8:12; 13:41; 25:46; Lucas 13:28; Juan 5:29; Hechos 24:15; 2 Corintios 5:10; 2 Tesalonicenses 1:8-9.
  14. EXISTE LA DIVINA SEGURIDAD de que los aceptados reinarán con Jesús en la tierra durante el Milenio (los 1000 años de paz en la tierra). Salmos 72; Daniel 2:44; 7:27; Zacarías 9:10; Lucas 1:30-33; Apocalipsis 5:10; 20:6.
  15. EXISTE LA GARANTÍA de que Jesús regresará VISIBLE Y CORPORALMENTE, y se sentará en un trono literal. EL TRONO DE DAVID, EN JERUSALÉN. 2 Samuel 7:12-16; Salmos 89:19-37; Isaías 9:6-7; 33:17; Ezequiel 21:26; Daniel 7:27; Sofonías 2:11; Zacarías 12:10; Mateo 16:28; 25:31-32; Marcos 13:26; 14:62; Lucas 13:35; Lucas 21:27; Hechos 1:11; Apocalipsis 1:7; 2:27. En el presente, el trono de David no está en existencia. Salmos 89:39-44; Ezequiel 21:26-27; Amós 9:11; Hechos 1:6; 15:15-16; 17:31; Romanos 15:12; Apocalipsis 11:15; 15:4.
  16. EXISTE LA RESOLUCIÓN DIVINA de que Jerusalén será la ciudad capital del mundo durante el reinado de Jesús. Salmos 48:2; Isaías 2:1-4; Isaías 24:23; 33:20; 60:14; Jeremías 3:17; Joel 3:16; Miqueas 4:2-8; Zacarías 1:17; 8:22; 14:16; Mateo 5:34-35; Lucas 19:42.
  17. EXISTE LA GRAN SEÑAL VISIBLE DE DIOS EN LOS ÚLTIMOS DÍAS de que la nación de Israel, que él esparció por todas las partes del mundo, se ha reintegrado parcialmente a su tierra, como fue prometido, y ahora ocupa todo Jerusalén en preparación para el regreso del Señor. Isaías 11:11-12; Jeremías 32:37; 31:10-28; Ezequiel 11:17; 36:24; 37:3-14; Mateo 23:39; Romanos 11:12, 15, 26.
  18. EXISTE EL MANDATO DE JESÚS Y LOS APÓSTOLES de que la creencia, el arrepentimiento, y el bautismo (por inmersión total) en Cristo, son esenciales para la salvación. Mateo 28:19; Marcos 16:16; Juan 3:23; Hechos 2:38; 10:47; 16:31-32; 22:16; Romanos 6:3-4; Gálatas 3:27-29; Colosenses 2:12; Efesios 4:5; 1 Pedro 3:21.
  19. EXISTE EL REQUERIMIENTO ESENCIAL de que DEBE observarse la santidad, una vida correcta, y el deseo de agradar a Dios en nuestra vida diaria. Zacarías 14:20; Romanos 6:19; 2 Corintios 7:1; Filipenses 4:8; Colosenses 3:8; 1 Tesalonicenses 3:13; 4:7; 1 Timoteo 2:15; Tito 2:12.
  20. EXISTE LA CERTEZA de que la salvación no puede ganarse excepto por medio de Jesucristo. Mateo 1:21; Hechos 4:12; Juan 11:25; 15:4.

LAS SENDAS ANTIGUAS SON LAS SENDAS CORRECTAS

«ASÍ DIJO JEHOVÁ: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cual sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma» (Jeremías 6:16).

 

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