TRADUCCIÓN AUTOMÁTICA, CON ALGUNOS ERRORCILLOS TOLERABLES
FOTO: ORAL ROBERTS
Por John MacArthur
¿Ha notado que no importa cuántas veces los tele-evangelistas carismáticos hace declaraciones extravagantes falsas profecías, nunca les falta a los seguidores, y no dejar de declarar que el Señor ha hablado directamente con ellos?
Benny Hinn, por ejemplo, hizo una serie de declaraciones proféticas celebró en diciembre de 1989, ninguno de los cuales se hizo realidad. Él con confianza dijo a su congregación en el Centro Cristiano de Orlando que Dios le había revelado Fidel Castro iba a morir en algún momento de la década de 1990, la comunidad homosexual en Estados Unidos sería destruido por el fuego antes de 1995, y un gran terremoto podría causar estragos en la costa este antes de el año 2000. Se había equivocado en todos los sentidos, por supuesto.
Eso no impidió que Hinn, que simplemente siguió haciendo audaces falsas profecías nuevo. Al comienzo del nuevo milenio, le anunció a su audiencia de la televisión que una profetisa le había informado de Jesús pronto aparecer físicamente en algunas de las reuniones de sanidad de Hinn. Hinn dijo que estaba convencido de que la profecía era auténtica, y en su 02 de abril 2000, de difusión, que se amplifica con una profecía de su propia: «Ahora oír esto, estoy profetizando esto! Jesucristo, el Hijo de Dios, se trata de a aparecer físicamente en algunas iglesias, y algunas reuniones, y muchos de su pueblo, por una razón: para decirte que está a punto de mostrar hasta despertar Jesús viene santos «!
Hinn no son más extrañas profecías, pero casi tan memorable como afirma el famoso Oral Roberts comenzó a hacer hace unas tres décadas. En 1977, Roberts dijo que él tuvo una visión de un Jesús de 900 pies de altura, que le encargó la construcción de la Ciudad de la Fe, un hospital de 60 pisos en el sur de Tulsa. Roberts dijo que Dios le dijo que iba a utilizar el centro para unir la tecnología médica con la curación de la fe, que habría de revolucionar el cuidado de la salud y permitir a los médicos a encontrar una cura para el cáncer.
El edificio, terminado en la década de 1980, era un elefante blanco colosal desde el principio. Cuando la Ciudad de la Fe abrió sus puertas, todos menos dos pisos de la estructura masiva eran completamente vacío.
En enero de 1987, el proyecto tenía que cargar con una deuda inmanejable, y Roberts anunció que el Señor había dicho a menos que Roberts crió a ocho millones de dólares para pagar la deuda el 1 de marzo, que iba a morir. Al parecer, no están dispuestos a probar la profecía de amenaza de muerte, los donantes debidamente Roberts dio los fondos necesarios en el tiempo (con la ayuda de US $ 1,3 millones donados a última hora por un perro de la Florida-track propietario).
Pero dentro de dos años, Roberts se vio obligado a cerrar el centro médico de todos modos y vender el edificio a fin de eliminar la deuda sigue siendo de montaje. Más del 80 por ciento de que el edificio nunca había sido ocupada. La cura para el cáncer prometido nunca se materializó, tampoco.
Una lista de profecías similares carismático no podría llenar varios volúmenes. Y, sin embargo, sorprendentemente, los «profetas» que hacen tales afirmaciones fantásticas ahora parecen tener más influencia que nunca, incluso entre los evangélicos general. Y la idea de que Dios habla directamente de rutina a su pueblo ha encontrado una mayor aceptación hoy en día que en cualquier momento en la historia de la iglesia.
El movimiento carismático empezó apenas hace cien años, y su influencia en el movimiento evangélico no puede ser exagerada. Su principal legado ha sido un interés sin precedentes en la revelación extrabíblica. Millones influenciado por la doctrina carismática están convencidos de que Dios les habla directamente todo el tiempo. De hecho, muchos parecen creer que la revelación directa es el principal medio por el cual Dios se comunica con su pueblo. «El Señor me dijo …» se ha convertido en un cliché favorito de los evangélicos impulsadas por la experiencia.
No todos los que creen que Dios les habla hacer declaraciones proféticas tan extravagante como las emitidas por los tele-evangelistas carismáticos, por supuesto. Sin embargo, ellos todavía creen que Dios les da extrabíblicos mensajes, ya sea a través de una voz audible, una visión, una voz en su cabeza, o simplemente una impresión interna. En la mayoría de los casos, sus «profecías» son relativamente trivial. Sin embargo, la diferencia entre ellos y las predicciones de Benny Hinn es una diferencia sólo de escala, no de sustancia.
La idea de que Dios está dando mensajes extrabíblicos a los cristianos de hoy ha recibido el apoyo de algunas fuentes sorprendentes. Wayne Grudem, autor popular y profesor de teología y estudios bíblicos en el Seminario de Phoenix cree que Dios da a los cristianos con regularidad mensajes proféticos, simplemente trayendo pensamientos a la mente espontánea. Tales impresiones debe ser reportado como una profecía, dice. [1]
Ideas similares han encontrado una aceptación radical, incluso entre los no cristianos carismáticos. Bautistas del Sur han devorado con avidez Mi Experiencia con Dios por Henry Blackaby y Claude Rey, lo que sugiere que la principal forma que el Espíritu Santo guía a los creyentes es, hablando con ellos directamente. De acuerdo con Blackaby, cuando Dios da a una persona un mensaje que pertenece a la iglesia, debe ser compartido con todo el cuerpo. [2] Como resultado, extrabíblicos «las palabras del Señor» son ahora comunes, incluso en algunos círculos del Sur Bautista.
¿Por qué los cristianos modernos que muchos desean la revelación de Dios a través de medios distintos de las Escrituras? Por supuesto que no, porque es una manera confiable para descubrir la verdad. Todas las partes admiten que las profecías modernas son a menudo completamente errónea. De hecho, la tasa de fracaso es increíblemente alta. En mi libro El caos carismático que citó a un líder «profeta» que estaba muy emocionado porque creía que las dos terceras partes de sus profecías son exactas. «Bueno, eso es mejor que lo que ha estado hasta ahora, ya sabes. Ese es el nivel más alto que nunca.» [3]
En otras palabras, la profecía moderna no es una forma mucho más fiable para discernir la verdad de un Magic Ocho-Ball o las cartas del Tarot. Y, yo añadiría, también es supersticioso. No hay ninguna garantía en las Escrituras por los cristianos para escuchar las nuevas revelaciones de Dios más allá de lo que Él ya nos ha dado en Su Palabra escrita. De hecho, la Escritura condena sin piedad a todos los que hablan ni una palabra falsa o presunción en el nombre del Señor ( Deut. 18:20-22 ). Sin embargo, estas advertencias son simplemente ignoradas en estos días por aquellos que dicen haber escuchado de nuevo de Dios.
Y no es sorprendente, siempre que haya una preocupación por la «fresca» la profecía, hay siempre un descuido correspondiente de las Escrituras. Después de todo, ¿por qué preocuparse por un antiguo libro, si el Dios vivo se comunica directamente con nosotros sobre una base diaria? Estas palabras nuevas de «revelación», naturalmente, parece más relevante y más urgente que las conocidas palabras de la Biblia. No es de extrañar que alejar a la gente de la Escritura?
Es precisamente por eso enamoramiento evangelismo moderno con la revelación extra bíblica es tan peligroso. Es un regreso a la superstición medieval y un alejamiento de nuestra convicción fundamental de que la Biblia es nuestra única y suprema, y la autoridad suficiente para toda la vida. En otras palabras, representa un abandono total del principio de sola Scriptura.
La absoluta suficiencia de la Escritura se resume bien en esta sección de la Confesión de Fe de Westminster:
El consejo de Dios, sobre todas las cosas necesarias para su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida, es en forma expresa establecidos en la Escritura, o por buena y necesaria consecuencia se puede deducir de la Escritura: a la que nada es en cualquier momento que añadir, ya sea por nuevas revelaciones del Espíritu, o las tradiciones de los hombres (1,6, énfasis añadido).
EL BLOG DEL APOLOGISTA CRISTIANO/ INGº. MARIO OLCESE SANGUINETI (LIMA/PERÚ) 