REPLICANDO AL RESPONDÓN, DON PABLO SANTOMAURO, ACERCA DE LA SUPUESTA PERSONALIDAD DEL ESPÍRITU SANTO

Socorro, por favor: Necesito ayuda para contestar las 7 preguntas sobre el Espíritu Santo presentadas por apologista Sociniano, Mario Olcese.

PABLO SANTOMAURO SALE PARA RESPONDER A APOLOGISTA 

Respuesta de Santomauro

Estimado caballero:

El desafío proviene de la página del apologista sectario Mario Olcese. Reconocí el estilo por el uso de la palabra “Trinoterco” sobre el final. Este es un término peyorativo que Olcese usa para llamar a los creyentes en la doctrina de la Trinidad. Como exponente de la herejía sociniana, Olcese sostiene que el Espíritu Santo no es una persona sino una fuerza o poder operacional, y por ello lanza este reto como parte de su yihad intelectual contra la doctrina de la Trinidad, pensando ingenuamente que sus planteos son incontestables. Veamos ahora sus preguntas una por una:

1.- ¿Por qué no aparece el Espíritu Santo entronizado con el Hijo y el Padre en el cielo?

Aparentemente para Olcese, el hecho de que la Biblia no describa al Espíritu Santo en un trono en el cielo elimina la posibilidad de que éste sea Deidad (y consecuentemente una persona de la Trinidad).  Esta pregunta pueril no solamente evita considerar todo el peso de la evidencia bíblica por la Deidad y personalidad del Espíritu, sino que además no tiene efectividad porque es simplemente un argumento basado en el silencio.

Respuesta de Apologista:

Sin duda el Sr. Pablo Santomauro no ha podido responder esta primera tesis y sólo dice que es un argumento basado en el silencio. ¿Alguien entendió esta locución (“basado en el silencio”)? ¡Pero si proclama a gritos de que algo no anda bien con la ausencia del Espíritu Santo en el trono celestial! ¿Acaso no le parece extraño a Santomauro que el Espíritu Santo no aparezca entronizado en ningún momento en el cielo?¿Y no es extraño que nunca el Espíritu Santo aparezca en el cielo recibiendo la reverencia postrada de las  criaturas celestiales  como sí sucede con el Padre y Su Hijo? (Ej: ver Apo. 5:13) No, Don Pablo, ésta no es una pregunta pueril. Lo pueril es lo que usted responde, y que no tiene sustancia alguna y por tanto no convence a nadie, y menos, a sus propios correligionarios.

2.- ¿Por qué el Espíritu Santo no tiene un nombre propio?

Es cierto que la Escritura no registra un nombre propio para el Espíritu Santo. ¿Significa esto que éste no es una persona? Si el argumento fuera válido podríamos deducir que un bebé recién nacido no sería una persona hasta que los padres lo anotan en el Registro Cívico. Además, la Biblia no contiene los nombres propios de la mayoría de los demonios que menciona (cuya naturaleza espiritual es expresada por la palabra pneuma). Sin embargo, ni siquiera los antitrinitarios se animan a decir que estos demonios no tienen atributos de personalidad. Como vemos, el argumento detrás de la pregunta es inválido.

Respuesta de Apologista:

Es cierto que un niño no tiene nombre hasta que los padres van al registro civil para  inscribirlo como “fulano de tal”. Sin embargo, lo que no dice Pablito es que los padres ya le han asignado un nombre al hijo aún antes de nacer. Esa es una práctica común de los padres que esperan la llegada de un hijo al mundo. ¿o acaso no es así, señor Santomauro?¿No ocurrió esto mismo con la profecía del nombre “Jesús/Emanuel” del profeta Isaías (7:14)? Es extraño que el diablo principal, Satanás, tenga su nombre propio y no así el Espíritu Santo, quien supuestamente es el mismísimo Dios Todopoderoso. Y con relación a los demonios, ellos ciertamente son personas espirituales y ciertamente deben tener nombres propios, porque sabemos que algunos nombres de estos demonios aparecen en las Escrituras, como todos sabemos. Sin embargo, como son tantas las legiones de demonios, seguramente  se hubieran requerido muchímas más páginas en la Biblia para registrarlos a todos con sus respectivos nombres, funciones y rangos. En todo caso, aún queda pendiente una respuesta satisfactoria para este argumento.

3.- ¿Por qué al Espiritu Santo nunca se le llama DIOS de manera directa?

La treta aquí está en lo que el autor de la pregunta entiende por directa. Consideremos el pasaje de Hechos 5:3-4:

“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios”.

Yo pienso que aquí el Espíritu Santo es llamado Dios en forma bastante directa. Sólo un necio no lo ve.

Respuesta de Apologista:

Sin duda el Sr. Pablo Santomauro carece de argumentos sólidos para responder a mi tercera tesis. Noten con cuidado que Don Pablo simplemente se limita a decir que sólo un necio no ve que en Hechos 5:3-4 al Espíritu Santo se le llama Dios. Francamente yo no veo que al Espíritu Santo se le llame Dios de manera clara o directa en Hechos 5:3-4, como supone ciegamente Santomauro. En esos dos versículos de Hechos 5 sólo se puede inferir o colegir que el Espíritu Santo es Dios, pero definitivamente NO es un pasaje que nos diga de manera segura y contundente que el Espíritu Santo es Dios. El día que alguien me muestre un texto que diga “El Espíritu Santo es Dios”, yo creeré.

Yo suelo interpretar Hechos 5:3-4 citando las palabras de Jesús en Juan 13:20, que dicen:  “De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”  Aquí Jesús dice que quien recibe a su enviado, lo recibe a él; y aquel que lo recibe a él, recibe a Su Padre. Esto no significa que nosotros somos el Hijo, ni que Cristo es el Padre. Del mismo modo podemos decir de manera opuesta que quien no nos recibe a nosotros, no recibe a Jesús; y que quien no recibe a Jesús, no recibe al Padre que lo envió.  LO mismo sucede con Hechos 5:3-4. Mentir al Espíritu que proviene de Dios, es mentir a Dios el Padre, de quien el Espíritu pertenece y proviene. Este sencillo razonamiento no lo entienden los “Trinotercos” como el Sr. Pablo Santomauro debido a su obcecado fanatismo. El Sr. Pablo Santomauro simplemente sigue insistiendo en una doctrina que carece a todas luces de fundamento bíblico sólido.   

4.- ¿Por qué el Espíritu Santo está siempre en género neutro si es una persona?

Consideremos los siguientes pasajes:

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual [quien] procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”. (Juan 15:26)

“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré”. (Juan 16:7)

Los pronombres personales “quién” y “él” se usan en referencia al Espíritu. Esto es claro. Por otra parte, observando el segundo verso, Juan 16:7, vemos que no tiene sentido que Jesús diga que él se va y a cambio les enviará un fuerza operacional. No vemos allí la conveniencia de cambiar a un Jesús personal por algo impersonal.

¿Qué tan válido es el argumento escondido en la pregunta (el Espíritu siempre en género neutro)? Veamos los siguientes datos:

1.    Las palabras traducidas en la Biblia Reina-Valera como “criatura”, “niño” y “niña”, son del género neutro en el griego, exactamente igual que el Espíritu Santo es neutro.

2.    La palabra “espíritu” (pneuma) referente a ángeles es de género neutro.

3.    Para “demonios” también se usa pneuma (neutro).

4.    El nombre “espíritu” en Génesis 1:2 está en el  femenino: “y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.

5.    El pronombre masculino “el” (ekeinos) es aplicado al Espíritu Santo en todo el Nuevo Testamento a pesar de que “Espíritu” (pneuma) es neutro. Así vemos que Dios se asegura de que entendamos que el Espíritu Santo es una persona.

6.    La palabra “espíritu” está en el género neutro en referencia a Dios Padre (Jn. 4:24) y a Jesús (1 Co. 15:45). ¿Significa esto que el Padre y el Hijo no son personas?

De esta forma vemos que el argumento de Olcese se desinfla estrepitosamente. Este planteo es muy usado para confundir al cristiano ya que muy pocos de nosotros sabemos algo de griego.

Respuesta de Apologista:

Debo decir que ningún sustantivo masculino que se refiere a un sustantivo neutro hace a ese sustantivo neutro una persona. En Griego la palabra agua es neutro, pero el vocablo río es masculino. Así, el Espíritu es neutro, pero cuando es puesto en la forma de Consolador, o Ayudante, es gobernado por el pronombre masculino porque Consolador es un sustantivo masculino; pero esto no hace al Consolador una persona, como tampoco el ejemplo el agua del río, donde el agua que es neutro y el río masculino convierte al agua en una persona simplemente por este vocablo (agua) está asociado con otro (río) que es personal.

Lo cierto es que siendo el Espíritu NEUTRO, éste puede ser o no ser Personal. Uno debe decir su verdadera naturaleza viendo otros pasajes en la Escritura. Por ejemplo: El Espíritu Santo de Dios es contrastado con el espíritu del mundo en 1 Corintios 2:12. Este pasaje lee, así: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”. Obviamente “el espíritu del mundo” NO es una persona; por tanto, el Espíritu de Dios con el que es comparado, no es una persona tampoco. Este Espíritu de Dios es contrastado  con “el Espíritu de error” en 1 Juan 4:6, y otros espíritus que son neutros e impersonales. ¿Contrastaría Dios su espíritu, que es supuestamente personal, con espíritus que no son personas? No creo.

Creemos también que el Espíritu Santo no es una persona porque se lo menciona en común con otras cosas que no son personas. Se le pone en contraste con la carne (Gál. 5:17) la carne, aunque femenino en el Griego, no es persona individual. Es, por tanto, correcto y apropiado concluir que el Espíritu (neutro) con el cual es contrastado, de igual modo no es una persona. Sin duda hay mucho pan que rebanar sobre este asunto de la llamada “personalidad” del Espíritu Santo, y el señor Santomauro nos debe aún muchas explicaciones que aún no nos ha ofrecido.

5.- ¿Por qué Jesús nunca dijo que el Padre, él, y el Espíritu Santo son uno?

Olcese se refiere a Juan 10:30: “Yo y el Padre uno somos”. El contexto es suficiente para contestar la pregunta. Jesús viene argumentando con los judíos en torno a su naturaleza relacional con el Padre, no con el Espíritu Santo. Nombrarlo sería innecesario.

A pesar de mi experiencia con los sectarios, aun quedo perplejo ante este tipo de planteos. En ocasiones es bueno preguntarles a ellos cosas como “¿Por qué Jesucristo nunca dijo que el Espíritu Santo es una fuerza o poder operacional? O ¿por qué no existe un solo pasaje en toda la Escritura que niegue explícitamente que el Espíritu es una persona o es Deidad? Muchas de las preguntas de estos sectarios se pueden dar vuelta 180 grados para ponerlos en serios aprietos.

Respuesta de Apologista:

Lo cierto, Sr. Santomauro, es que nunca Jesús enseñó que El Padre, él, y el Espíritu Santo son UNO. Esto es sumamente curioso y muy sugerente. Obviar a la supuesta TERCERA PERSONA DE LA TRINIDAD de la UNIDAD DIVINA resulta extraño, por no decir, preocupante. Y cuando leemos el libro de Apocalipsis, e intentamos buscar al Dios Trino,  simplemente no lo podemos encontrar por ningún lado, y mucho menos, en el trono celestial. Este hecho no nos resultaría extraño si admitiéramos honestamente que la TRINIDAD es sencillamente una invención humana sin fundamento bíblico alguno.

Algo más. Es curioso que Jesús dijera: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17). Me pregunto, ¿qué pasó con el Espíritu Santo? ¿Acaso no trabajaba el en aquel entonces como la Tercera Persona de la Deidad Trina? Verdaderamente sí vemos al E.S en varias ocasiones funcionando entre los hombres, pero de allí que sea una Persona Divina, ese es otro asunto. Lo que me parece entender de Juan 5:17 es que Jesús NO percibe al Espíritu Santo como una Persona Celestial que debe ser incluida dentro de la labor divina en la tierra. Sólo Su Padre y él Son Personas divinas que trabajan unidos para la salud y la redención de los hombres. Y al decir yo que ambas Personas tienen una naturaleza divina, no estoy de ningún modo igualándolos, como tampoco igualo a cualquier padre carnal con su hijo, simplemente porque ambas personas son de naturaleza humana carnal. Siempre uno es cabeza del otro. Y como dicen los militares: “la antigüedad es clase”.

6.- ¿Por qué Jesús nunca dijo que quien lo ha visto a él ha visto al Padre y al Espíritu Santo?

Esta es una referencia a Juan 14:8-9: “Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”

La pregunta de Olcese pierde todo sentido cuando notamos que la solicitud de Felipe a Jesús no incluye al Espíritu Santo. La contestación de Jesús se enfoca específicamente en el pedido de Felipe de que le mostrara al Padre. Incluir al Espíritu Santo en la contestación implicaría un lapsus linguae.

Respuesta de Apologista:

Creo que hubiera sido interesante que Jesús incluyera al Espíritu Santo en esa unidad que existe entre él y su Padre, ya que en el verso 17 de Juan 14 él mismo dice que el Espíritu Santo  (El Consolador) ya estaba morando con Felipe y todos los cristianos. Lo cierto es que en repetidas ocasiones Jesús se presenta siempre unido con el Padre, pero no con el Espíritu Santo. Por ejemplo, cuando ruega por la unidad de los creyentes, él dice: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno (Juan 17:21,22). Realmente me parece curioso que Jesús no haya incluido al Espíritu Santo en la unidad existente entre él y Su Padre. Lo pudo haber hecho y dicho, si, en efecto, el E.S es la Tercera Persona de la Trinidad. Aquí Santomauro no alegará, como lo hace con Juan 14:8-9, de que la razón por la cual no se menciona al E.S es que éste no es el sujeto de la discusión. Jesús pudo muy bien incluir al E.S dentro de la unidad…¡Pero desaprovechó la oportunidad! ¿Curioso, no? 

La pregunta subsiste, sin embargo, ¿Por qué nunca se menciona al Espíritu Santo en la unidad del Hijo con el Padre?

7.- ¿Por qué el Espíritu Santo no está incluido en los saludos INTRODUCTORIOS apostólicos, especialmente en los de Pablo?

Este es otro argumento basado en el silencio, y además, el razonamiento que conduce a la pregunta es fallido. Muchas veces viene acompañado de otras preguntas como por ejemplo: ¿Por qué Jesucristo en Juan 17:3 no menciona al Espíritu Santo? Estas simplezas son fácilmente contestadas cuando presentamos otros versos como Juan 6:47: “El que cree en mí tiene vida eterna”. Estas son palabras de Jesús. Nótese que él no menciona al Padre. ¿Debemos suponer que el Padre no es Dios porque Jesús no lo incluye en la frase? ¡De ninguna manera! De la misma forma, no podemos suponer que el Espíritu no es co-sustancial con el Padre y el Hijo porque Pablo no lo menciona en los saludos de sus cartas.

Respuesta de Apologista:

En Juan 6:47 Jesús dice que él que cree en mí tiene vida eterna. Es verdad que acá no se menciona al Padre, pero todos sabemos que creer en el Hijo es creer en el Padre, que le envió (Juan 13:20). Así que acá no hay conflicto alguno con Juan 17:3.

Lo interesante es que en las salutaciones apostólicas, el E.S brilla por su ausencia y eso debería no sólo llamar la atención del “ortodoxo” Santomauro, sino también la de muchos otros “trinotercos”. Este definitivamente no es un argumento fundamentado en el silencio como dice Don Pablito, pues la reiterada omisión del E.S en las salutaciones de los apóstoles no es una cosa fortuita o casual, sino algo permanente y evidente.

EL QUE NO ES OMNIPOTENTE NO ES DIOS

Según Mateo, Dios es omnipotente: «… mas para Dios todo es posible. «(Mateo 19:26 RV). Dios no tiene limitaciones, pero Jesús, según el Evangelio de Marcos, tenía jurisdicción limitada:» dijo: (Jesús), el sentarse en mi mano derecha y en mi mano izquierda no es mío para dar. «(Marcos 10:40 RV). Jesús no podía hacerse poco visible:» El (Jesús) entró en una casa y no quería que nadie supiera que estaba allí. Sin embargo, no podía pasar desapercibido» (Marcos 7:24 NVI). Las expresiones «no quería”…“no podía” revelan que Jesús tenía poder limitado: quería hacerse poco visible, pero no podía. Él no era omnipotente. Marcos no habría escrito este versículo, si creía que Jesús era omnipotente. Lo mismo para el siguiente verso: «El (Jesús) no podía hacer allí ningún milagro, salvo poner sus manos sobre unos pocos enfermos y sanarlos» (Marcos 6:5 NVI). Jesús no siempre pudo hacer milagros porque dependió del poder y voluntad de Dios para realizarlas. Él realizó milagros, siempre que el poder de Dios estuviese «presente en él»: «Y el poder del Señor estaba presente con él (Jesús) para sanar a los enfermos.» (Lucas 5:17 NVI). La frase «el poder de Dios estaba presente con él» significa que Jesús sanó a la gente, aunque no su propio poder, sino por medio del poder de Dios, el Padre. En algunos casos como en el caso de Marcos 6:5, el poder de Dios estaba no disponible para que Jesús lo usara. En algunos casos, Jesús fue capaz de leer la mente de la gente: «Él (Jesús) sabía lo que estaban pensando y les dijo…» (Mateo 12:25 NVI). Mateo cree que «el poder del Señor» permitió a Jesús  leer la mente.

Pablo creyó que Dios le dio poder a Jesús. Él escribió que Dios hizo a Jesús: «… el poder de su fuerza,  el cual operó en Cristo, cuando Él (Dios) le levantó de los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales … Y él (Dios) puso todas las cosas en sujeción debajo de sus (Jesús) pies, y lo hizo cabeza sobre todas las cosas … » (Efesios 1:19-22 NVI). Dios sometió todas las cosas a Jesús y lo hizo la cabeza sobre todas las cosas. Dios es «el poder que» hará posible a Jesús: «transformar el cuerpo de nuestra humillación (nuestro cuerpo humilde) para que sea semejante al cuerpo de su gloria, por el poder que también le permite a él sujetar todas las cosas a sí mismo» (Filipenses 3:20-21 NVI). Jesús tiene capacidades limitadas. Pero el poder de Dios le permite hacer cosas imposibles.

Dios, siendo omnipotente, tiene plena voluntad. Sin embargo, según Mateo, Jesús estuvo limitado. En algún momento antes de su crucifixión, la voluntad de Jesús se volvió débil, y llegó a su punto de ruptura: «Y (Jesús) fue un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que esta Copa (de la crucifixión) pase de mí pero no sea como yo quiero, sino lo que Tú quieras» (Mateo 26:39 RV). La expresión «si» indica ambigüedad. «Si es posible,» indica que Jesús no sabía lo que era posible»… pero para Dios todo es posible” (Mateo 19:26 RV). Jesús no era Dios. Mateo 26:39 indica que la voluntad de Jesús estaba subordinada a la voluntad de Dios. La frase «no como yo quiero, sino como quieres tú» indica que hay dos voluntades: la voluntad de Dios y la voluntad de Jesús. La voluntad de Jesús difería de la voluntad de Dios. Este versículo, «… pero no sea como yo quiero, sino como quieras Tú» (Mateo 26:39 RV), anula el siguiente verso «(Jesús dijo:) Yo y el Padre somos uno (Gr. en)” en el sentido Trinitario (Juan 10:30 RV). (También se anula la creencia trinitaria de que Jesús y el Padre son parte de la Trinidad: una entidad eternamente inmutable, con una sola voluntad). Donde hay dos voluntades y una está subordinada a la otra, una es inferior. «… La voluntad de Dios… es agradable y perfecta» (Romanos 12:2). Dado que la voluntad de Dios es perfecta, y la voluntad de Jesús es inferior a la voluntad de Dios, entonces Jesús no es Dios. Dos testamentos indican dos mentes. Y Dios no puede ser de doble ánimo, porque la Biblia condena la doble mentalidad: «Yo (Dios) odio a los de doble ánimo…» (Salmo 119:113 NVI) «Un hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.» (Santiago 1:8 RV) Según Mateo, justo antes de su crucifixión, Jesús se convirtió en una persona de doble ánimo (inestable) como cualquier humano en algún momento de su vida: «… Padre mío, si es posible, que esta copa (crucifixión) pase de mí pero no sea como yo quiero, sino como Tú quieres» (Mateo 26:39 RV). Él pedía algo, y luego cambió de opinión: retiró su solicitud. Este versículo revela la naturaleza humana de Jesús. Dios no puede ser de doble ánimo.

La creencia cristiana común es: Dios es infinito, nunca disminuye, es eternamente perfecto, es decir, nunca cambia. Por lo tanto, Dios no se “convierte” en cualquier cosa, porque «convertirse» significa cambio. La idea de que Dios se hizo hombre (es decir, Si Dios tomó la naturaleza de un Dios/hombre, Él  entonces añadió otra naturaleza a su naturaleza original) lo que significa que Dios cambió su naturaleza. Justino Mártir, el padre y teólogo destacado de la iglesia cristiana del siglo 2 º (150 DC), escribió: «Pero ¿a qué llamas Dios?» Dijo él. «Aquel que siempre mantiene la misma naturaleza, y la misma forma, y es la causa de todas las otras cosas – Eso, en efecto, es Dios.» así le contesté. «Justino Mártir, Diálogo con Trifón, cap. 56. Dios no cambia su naturaleza o combina su naturaleza con la naturaleza humana. La naturaleza de Dios es perfecta e infinita. La naturaleza del hombre es imperfecta y limitada. Cuando se mezcla la perfección con la imperfección se hace menos, se convierte en imperfecta. La naturaleza de Dios no se mezcla con la naturaleza humana. Dios no se encarna en un hombre. Millones y millones de musulmanes, Judíos, Testigos de Jehová (arrianos), socinianos, etc, entienden este concepto, por esta razón (y por más razones) no creen que Jesús es Dios.

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EL QUE NO SABE TODAS LAS COSAS NO PUEDE SER DIOS

     Según el autor de 1 Juan, «… Dios conoce todas las cosas…» (1 Juan 3:20 RV). El que conoce todas las cosas, no hace preguntas para obtener información. Jesús pregunta para obtener información: «Él dijo, ‘¿Dónde lo pusisteis (a Lázaro)? Ellos le dijeron: « Señor, ven y ve» (Juan 11:34 NVI). Jesús no sabía donde pusieron el cuerpo sin vida de Lázaro. También hizo las siguientes preguntas: «¿Crees que soy capaz de hacer esto?» (Mateo 9:28 NVI). «¿Habéis entendido todo esto?» (Mateo 13:51 NVI). ¿Qué es lo que quieres?» (Mateo 20:21 NVI). El hizo preguntas porque sencillamente no sabía:» Y (Jesús) les preguntó: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete» (Mateo 15:34 RV). En un caso, cuando dos discípulos le siguieron, Jesús quiso saber lo que querían:  “… Cuando Jesús se volvió y vio que le seguían, les dijo, ‘ ¿Qué están buscando?» (Juan 1:38 NVI). En el siguiente versículo Jesús admitió que él no sabía «El día y la hora». Él dijo, «Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, (Jesús), sino el Padre.» (Marcos 13:32 RV). Sólo el Padre sabe «el día y la hora «, porque sólo el Padre es Dios. En el siguiente ejemplo, Jesús no sabía si el ciego «vio algo»: «… cuando (Jesús) había escupido en los ojos, y puso su mano sobre él, le preguntó si veía algo» (Marcos 8:23 RV). En otro ejemplo, Jesús no sabía sobre lo que los maestros de la Ley discutían: «…los maestros de la ley estaban discutiendo. Tan pronto como toda la gente vio a Jesús, ellos… corrieron a saludarlo. Jesús les preguntó: «¿Qué están discutiendo con ellos?» (Marcos 9:14-16 NVI). He aquí otro ejemplo donde Jesús hizo una pregunta para obtener información:» Jesús le preguntó al padre del muchacho, «¿Cuánto tiempo a que (el niño) ha estado así?  «Desde la infancia, respondió ( el padre)» (Marcos 9:21 NVI). Según la Biblia, sólo Dios sabe todas las cosas.

    ¿Pretendió Jesús no saber todo? ¿Vivió treinta y tantos años con su familia, sus parientes, sus discípulos, y compañeros Judíos, haciendo preguntas cuyas respuestas fingió no saber? Si Jesús hubiese conocido las respuestas a sus preguntas y fingió no saber, habría dado una falsa impresión de sinceridad. En otras palabras, habría sido un impostor. Jesús, ciertamente no pudo haber sido Dios, pues Dios «sabe todas las cosas,» y él no supo la respuesta a la pregunta siguiente: «(dijo Jesús en la cruz) ¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? «(Marcos 15:34 RV). Él hizo preguntas, simplemente porque no sabía todas las cosas. «

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¿PERO ES QUE ACASO LA BIBLIA NO DICE QUE CRISTO ES DIOS?

Estimado «Trinoterco», si usted checa su diccionario, encontrará que el término «Dios» (con letra «D») es un nombre que hace referencia al «Ser Supremo, el Todopoderoso, Omnisciente, Creador del universo», y que el término «dios» (con letra pequeña «d») es un sustantivo que se refiere a «uno de los muchos seres sobrenaturales masculinos». Hoy en día somos capaces de hacer esta distinción, porque nuestra forma de escribir lo permite. Pero los escritores del Nuevo Testamento no fueron capaces de hacer tal distinción porque su forma de escribir no lo permite. Todas las letras de la lengua en que se escribió (el griego koiné) fueron las mismas: La mayúscula. Ahora tenían una forma bastante cruda a su disposición para que denotar «Dios» de «un dios», y que fue mediante el artículo definido «ὁ». Por ejemplo, ὁ θεός en la mayoría de los casos significa «Dios», y θεός en la mayoría de los casos significa «un dios». Pero esto no siempre es cierto. Por ejemplo, en el caso siguiente ὁ θεὸς en lugar de «Dios», significa «Satanás»: «…el dios (Gr. Ὁ θεὸς) de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos» (2 Corintios 4:4 NVI ). El calificativo «de» (en la expresión «el dios de») califica el artículo definido «el» antes del sustantivo «dios».

    Tenga en cuenta que el Nuevo Testamento no fue escrito en griego ático, que fue  el griego correcto, con la gramática correcta. Éste fue escrito en griego koiné, una lengua que era de uso común por los extranjeros (no griegos). Los extranjeros no conocen las reglas gramaticales, y por lo tanto, no eran consistentes con el uso del artículo definido «ὁ», y por lo tanto, a veces es difícil determinar sus creencias por la presencia del artículo «ὁ». Además, a diferencia de los escritores del Antiguo Testamento que utilizaron el nombre de «Yahweh» (Jehová) para identificar al Ser Supremo, los escritores del Nuevo Testamento no utilizan un nombre. Ellos utilizaron los términos genéricos «Señor», «Padre», «Todopoderoso», y «Dios», para referirse a Dios. Como regla general, los escritores del Nuevo Testamento utilizaron el término «Señor» como el nombre de su Dios, porque su Biblia, la Septuaginta, dice que el nombre de Dios es «Señor» («Κυριος»). Aquí está el versículo: «κύριος συντρίβων πολέμους, Κύριος ὄνομα αὐτῷ (el Señor destruye las guerras. Jehová es su nombre) «(Éxodo 15:3 Septuaginta)

         En algunos casos, algunos escritores del Nuevo Testamento utilizaron el término «Dios» para referirse a Jesús. Dado que los escritores no eran gramaticalmente adeptos y puesto que no tenían posibilidad de elegir entre mayúsculas y minúsculas, surge la pregunta: ¿creyeron ellos que Jesús es «Dios», o «un dios»? Con el fin de responder a esta pregunta hay que entender lo que el término «Dios» significaba en la antigüedad, y especialmente durante los tiempos de Pablo. Este es un gran tema, pero, en pocas palabras, aquí están algunos ejemplos, que aclaran el significado de este término.

         En los tiempos antiguos, el término «Dios» significaba «espíritu» o «ángel». Clemente de Alejandría escribió, «el discípulo de Aristóteles, el célebre Teofrasto de Ereso (nacido 371 – 286 a. C.), sospecha … que Dios es espíritu. «(Clemente de Alejandría, Exhortación a los griegos, cap. V, párr. 58.) Clemente también escribió,» “Porque los estoicos dicen que Dios es espíritu, por naturaleza» (Clemente de Alejandría, Stromata, 5,14.) El autor del Evangelio de Juan escribió: «Dios es espíritu (Gr. πνεῦμα ὁ θεός)» (Juan 4:24 NVI). Los ángeles fueron llamados «dioses» o «espíritus», porque tienen la misma naturaleza de Dios:» ¿No son todos los ángeles espíritus…?» (Hebreos 1:14) El mismo Satanás fue llamado «un dios», porque Satanás era un ángel caído. Pablo utilizó el término «Dios» para referirse a Satanás: «… el dios (Gr. Ὁ θεὸς) de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos» (2 Corintios 4:4 NVI).

     Éstos son algunos ejemplos del Antiguo Testamento donde los ángeles son llamados «dioses». Salmo 82 dice: «Dios preside en la gran asamblea; el da juicio entre los dioses (Heb. elohim)» (Salmos 82:1 NIV). Los «dioses» que se mencionan en este versículo son los ángeles de Dios. En el siguiente versículo Dios dice, «le dije: Vosotros sois dioses y todos vosotros sois hijos del Altísimo» (Salmos 82:6 NVI). En otras palabras, Dios dice: «Yo dije, ustedes son los ángeles…»

 Para entender mejor el significado de la palabra «Dios» comparar las dos versiones de los Salmos 8:5 por dos importantes traducciones de la Biblia (la New American Standard Version y la versión King James):

 Dioses

«Sin embargo, tú lo has hecho (hombre) un poco inferior a Dios (Heb. Elohim = dioses) … «(Salmo 8:5 NASB)

 Ángeles

 «Porque  lo has hecho (al hombre) un poco menor que los ángeles…» (Salmo 8:5 KJV)  

(La traducción correcta de la traducción de NASB debería haber sido «dioses», no «Dios.» Precaución: no está en juego su fe en la redacción de una traducción.)

 Aquí hay dos versiones de otro verso de dos traducciones diferentes de reconocido prestigio (ambas versiones son válidas):

Dioses

«… el Altísimo … fija los límites de los pueblos según el número de los dioses. «(Deuteronomio 32:8 NRSB)

 Ángeles

«… El Altísimo … fija los límites de los pueblos según el número de los ángeles. «(Deuteronomio 32:8 Septuaginta)

«Porque tú, oh Señor, eres excelso sobre toda la tierra, tú eres muy exaltado sobre todos los dioses.» (Salmos 97:9 NRSB). En otras palabras, «está por encima de todos los espíritus» o «está por encima de todos los ángeles. «

    Según 1 Pedro, después de que Jesús murió, se convirtió en un espíritu visible y palpable, fue un persona real que podía comer: DE él Pedro dice, «Él fue condenado a muerte en la carne, pero vivificado en espíritu …» (1 Pedro 3:18 NVI), Pablo escribió: «… el último Adán) (Jesús se convirtió en un espíritu que da vida. «(1 Corintios 15:45 NVI) De acuerdo con estos y otros versículos del Nuevo Testamento, Jesús se levantó como un cuerpo espiritual visible (divino, glorioso, inmortal), y los espíritus eran llamados «dioses».

ECUMENISMO EXTRAÑO: PERRO, GATO, Y PERICOTE UNIDOS BAJO UN MISMO TECHO

El ecumenismo está llegando a todas la denominaciones, y ya se están uniendo todas las religiones en nombre del «amor». Los protestantes, en aras de la «unidad cristiana», se levantan como un solo «cuerpo» y se unen a la ramera.

En estos momentos, falsos ministros están tratando de unir perro, pericote y gato y formar una sola iglesia, sin percatarse de que haciéndolo así están volviéndose a su vómito, al fango, o la ciénaga, como puercos inmundos.

Vean el siguiente video:

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ NO SON NADA FELICES—¡SEPA USTED LAS RAZONES AHORA MISMO!

El Dr. Jerry Bergman, un psicólogo y ex superintendente de la sociedad Watchtower, dice que la tasa de enfermedad mental es significativamente mayor entre los testigos de Jehová, que entre las personas de otras religiones.

La triste verdad es que las exigencias de la Sociedad Watchtower han impelido a muchos Testigos de Jehová a vivir como individuos frustrados, infelices y deprimidos, al punto de llegar, en algunos casos, a quitarse su misma vida.

EL MISTERIOSO PASAJE DE MATEO 27:52-53

Fuente:

http://www.labiblianodiceesto.blogspot.com/

Inmersos en la consideración de un estudio acerca del libro de Revelación, nos topamos con la explicación de un texto bíblico que nos llenó de sorpresa y que dicho sea de paso, por mucho tiempo, ha pasado desapercibido para nosotros. Dicho estudio, está en la siguiente dirección: “biblicas.blogspot.es” y el texto en cuestión es Mateo 27:52-53, que dice así: “Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron; 53 y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.” Honestamente afirmamos, que aunque entendemos lo que nos dice, no tenemos ni idea de con que se relaciona, ni que pinta ahí. La interpretación del autor de ese artículo, es la siguiente: “Entiendo que estos 24 ancianos pueden llegar a ser las “primicias” del pueblo hebreo, sacerdotes del Señor, que ofrecían sacrificios en el Santuario. Justamente el numero 24, es símbolo de este sistema sacerdotal que estaba representado por 4 ordenes de 24 ancianos cada una, 1.Cro.24. Jehová era la heredad de estos sacerdotes Num.1:47-53; 18:20,23; Deut.10:9; etc. ¿Cuándo fueron llevados ante el Trono?; debemos concluir que cuando resucito Jesús. De esa resurrección tenemos registro en el evangelio de Mat. 27:50-53; en Efes. 4:8; en el griego y buenas traducciones. Que no son parte de la iglesia es claro porque no se identifican con el cántico de los que reinaremos con Cristo Apoc.5:9,10; en griego o en cualquier traducción correcta y actualizada como por ejemplo: Reina – Valera – Actualizada, Biblia De Las Américas, Nueva Versión Internacional, Biblia de Jerusalén, Dios Llega Al Hombre, etc. No sabemos si la estadía es provisoria o para siempre. Si es esto último, se encontraron con un premio que jamás se imaginaron recibir, ya que en aquellas palabras del Señor “YO SOY TU PARTE Y TU HEREDAD” no entendían que significaría estar delante del mismo Trono de Jehová, reinando, por lo que vemos, sobre todo el universo junto al Creador, y todas las huestes angelicales, que es lo que nos sugiere la visión.” Buscando un poco más de información, vimos que otros estudiosos, lo relacionaban como una representación (unas primicias) de los ungidos que en un futuro, gobernarán con Cristo en el Reino Milenario. Y por supuesto que seguramente habrá más interpretaciones, acerca de ello. Sin embargo nosotros, desde este blog y conscientes de que ello comporta algún riesgo, nos decantamos por la duda de si el contenido de dicho pasaje, se ajusta al contenido del manuscrito original o no y sinceramente, creemos que no, a menos que alguien nos muestre lo contrario, claro.Debemos de tener en cuenta, que cuando leemos la Biblia, no estamos haciendo tal cosa. Lo que estamos haciendo, es leer el resultado de copias, de otras copias, de más copias, que a su vez, han sido traducidas de unos idiomas a otros y todo ello, por un espacio de más o menos 2.000 años. Luego un simple e involuntario error en un signo ortográfico, de un copista de la Edad Media (por poner un ejemplo), podría llegar a derivar, en que un texto que leemos hoy, no tenga nada que ver con su versión original. Añadámosle a eso y a través de los siglos, las distintas conveniencias de algunos de sus traductores u organizaciones religiosas que avalaban dichas traducciones (que también es el caso) y verán de lo razonable de nuestra objeción. Pero claro, quizás el sincero y voluntarioso estudiante de la Biblia, sobre todo el principiante en tales lides (como todos hemos sido, en nuestros inicios), podría objetar lo siguiente: “¿Pero no nos dice Jehová, en Revelación 22:18-19, que nadie puede quitar o añadir algo a su Palabra.” Pues no, querido amigo, ahí no nos dice esto. Leámoslo: “Yo advierto a todo el que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están escritas en este libro; 19 y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la santa ciudad, de los cuales se ha escrito en este libro.” Luego de lo que aquí se nos habla, es de las consecuencias que comporta el llevar a cabo esa felonía, o sea, el voluntariamente alterar el sentido de un pasaje en un sentido u otro, para beneficio propio. El mero hecho de que la Escritura contemple esa circunstancia, ya es indicativo de la posibilidad de llevar a cabo tal acción y que como en algunas traducciones se observa, algo de eso hay. Eso sí, con su final, justa y merecida retribución. Súmenle a ello, la incidencia del error humano y se darán cuenta, el porqué muchos recomendamos constantemente, tener muy en cuenta el contexto general de las Escrituras para llegar a un correcto entendimiento de cualquier texto y que no es otra cosa, que el comparar lo que nos dice un pasaje determinado, con lo que de ese tema, se nos habla en distintas partes de la Biblia. Además, que ese contexto general es lo único que no puede ser alterado, ya que para ello, se tendría que cambiar el texto bíblico de arriba a abajo y eso es imposible. Por lo tanto, si se ajustan, tanto el pasaje como nuestro entendimiento que de él tenemos, a lo contrastado con el resto de las Escrituras, es correcto el pasaje, así como nuestro entendimiento de él y si por lo contrario no es así, algo pasa, porque la Palabra de Dios no se contradice. 

Y eso es lo que nos ocurre con el pasaje que estamos considerando de Mateo 27:52-53, que no cuadra con el resto del contenido bíblico, porque veamos: Un hecho de tal magnitud y que algunos estudiosos califican de “histórico”, tendría que haber dejado una huella indeleble entre sus contemporáneos y por supuesto en el registro bíblico, como así lo hicieron, por ejemplo, las resurrecciones realizadas por Jesús (la hija de Jairo, el hijo de la viuda de Naín y la de Lázaro), por Pedro resucitando a Tabita (o Dorcas) o la de Pablo, sobre un joven llamado Eutico y por supuesto, la del mismísimo Jesús. Sin embargo, sorprendentemente, no hay ni rastro, repetimos, ni rastro de este acontecimiento en ninguna otra parte de las Escrituras, ni ninguna mención de ello registrada por algún historiador o cronista de la época, como por ejemplo, Flavio Josefo. Pero lo más sorprendente del silencio sobre dicho acontecimiento, lo encontramos en la encendida defensa que Pablo realizó de la resurrección, según 1 Cor. 15 y que si bien hace referencia a la de Cristo, de ninguna manera menciona nada acerca de otra multitudinaria resurrección y de cuya veracidad podrían testificar, muchas personas de Jerusalén: “…. y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.” (verso 53). Y tengamos en cuenta que de haber ocurrido algo semejante, Pablo de ninguna manera habría desaprovechado la oportunidad de citar de ello y así dar más peso a sus argumentos. Sin embargo, silencio total y absoluto sobre dicha cuestión. Cierto es, que alguien podría afirmar que dicha resurrección nada tenía que ver con las siguientes, en el sentido de que fueran para vida eterna o para juicio y que esas personas, al igual que Lázaro y los demás citados, volvieron a morir. Luego entonces ¿qué finalidad tenía tal resurrección? ¿para qué se llevó a cabo? Pero es que aunque aceptáramos ese argumento, queda el hecho de que algo tan espectacular e insólito como una resurrección masiva y tal como ya hemos referido, sería algo digno de mención, tanto en el registro bíblico como en las crónicas de la época. Sin embargo y lo repetimos, nada de nada se nos habla de ello en ningún sitio. Además del hecho, de que dicho pasaje no parece apuntar en esa dirección.

Por lo que hay otra circunstancia, que como mínimo contraría el contexto bíblico. Consideremos de nuevo el pasaje de Mateo 27, pero partiendo del versículo 50 hasta el 53: “Pero Jesús clamó otra vez a gran voz y entregó el espíritu. 51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, y las rocas se partieron. 52 Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron; 53 y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.” De esta lectura se desprende que, de haberse producido dicha resurrección, fue en el mismo instante de la muerte de Jesús, luego y a bote pronto, nos encontramos que ni la resurrección de Rev. 20:4-6, que acontece en la segunda venida de Jesucristo y que aún no se ha producido, sería la primera resurrección, ni Jesucristo podría ser considerado las primicias, según el orden establecido por Pablo: “Pero cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.” (1 Cor. 15:23). Luego, de nuevo nos muestra Pablo aquí, que no tenía ni la más mínima idea de semejante acontecimiento y con lo cual, podemos observar el desajuste entre ambos pasajes, Rev. 20:4-6 y 1Cor. 15:23, con Mateo 27:52-53. Pero hay otro dato, por demás curioso e inexplicable. Veamos: Si bien estos santos resucitan en el mismo momento de morir Jesús, no salen de los sepulcros, ni aparecen públicamente, hasta tres días después de ser resucitados. ¿Tendría eso algún tipo de lógica? Evidentemente no, luego vemos que todo lo que rodea a este pasaje, como que es un poco forzado, extraño, misterioso, en definitiva, incoherente e innecesario dentro del contexto bíblico. Por eso nosotros nos decantamos por pensar, que dicho texto ha sido deformado en el transcurso del tiempo, hasta quedar en ese sinsentido. Todo ello sea dicho, con todas las cautelas del mundo.La Traducción del Nuevo Mundo de los TJ, vierte así este pasaje: “Y las tumbas conmemorativas se abrieron y muchos cuerpos de los santos que se habían dormido fueron levantados 53 (y algunas personas, saliendo de entre las tumbas conmemorativas después que él fue levantado, entraron en la ciudad santa), y se hicieron visibles a mucha gente.”, dando a entender que los que se hicieron visibles a mucha gente, fueron los que vieron los cadáveres fuera de sus tumbas y lo fueron a contar a sus convecinos en Jerusalén. Todo ello (creémos), en un intento de hacer más razonable y entendible Mateo 27:52-53, pero que no pasa de ser una mera hipótesis, ya que como antes hemos comentado, no existe posibilidad alguna de contrastar dichas palabras o idea en ningún otro lugar de las Escrituras, al menos, hasta donde nosotros sabemos. Por lo tanto, vemos que queda abierto el campo de la especulación y en el que nosotros no hemos pretendido más que aportar nuestro pequeño granito de arena. Porque eso es lo que pretende ser nuestra opinión, una pequeña aportación por demás, susceptible de ser enmendada, acerca de ese misterioso pasaje. Y si alguién, pudiera aportar un poco de luz acerca de este enigmático asunto, le estaríamos agradecidísimos.MABEL

¿CREYERON LOS ESCRITORES DEL NUEVO TESTAMENTO QUE CRISTO ES DIOS?

Hoy en día la cuestión fundamental que divide a los cristianos y los Judios es la afirmación cristiana de que Dios es tres personas (a Trinidad). Esta división no existía en el siglo primero. Judíos y los cristianos helenistas creen en el mismo Dios. Ambos creían que el Espíritu Santo no era más que el poder de Dios, no una persona. Los Judíos del Antiguo Testamento creían que el Espíritu Santo era el poder de Dios. El Espíritu Santo entró en Sansón y le dio fuerza: «El Espíritu del Señor vino sobre él poderosamente) (Sansón…» (Jueces 14:6 RVA) Además, el Espíritu Santo entró al rey David y le llevó a profetizar.

Éstos son algunos de los hechos que hay que saber sobre la doctrina de la Trinidad:

1. Moisés no creyó que Dios es tres personas, porque no se enseña esto en el AT.

2. Los profetas judíos no creían que Dios es tres personas, porque no se enseña esto en el AT.

3. Jesús enseñó lo que Moisés y los profetas enseñaron. Él no fue acusado de predicar que Dios es tres personas o de predicar que él era un dios.

4. Pablo fue perseguido por los Judíos en muchas ocasiones. Él no fue acusado ni apedreado por los Judíos por predicar que Dios es tres personas.

5. Ninguno de los escritores del Nuevo Testamento escribió que Dios es tres personas y los versos que mencionan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (1 Juan 5:7-8), en la versión King James (Rey Jaime) fue insertado en el texto del Nuevo Testamento por editores manuscritos latinos. El New Revised Standard Version  (La Nueva Versión Estándar Revisada) dice: «Hay tres que dan testimonio: el Espíritu y el agua y la sangre, y estos tres están de acuerdo.» (1 Juan 5:7-8 NVI)

6. No hay registro histórico o bíblico donde un Judío del siglo I acusara a un cristiano de predicar que Dios es tres personas.

¿Cómo surgió la división sobre la identidad de Dios entre los Judíos y los cristianos? Hay muchos hechos históricos y bíblicos a considerar, pero aquí hay sólo unos pocos para empezar (esta es una discusión abreviada; un análisis completo se presenta en el libro):

El Dios invisible frente a la de Jesús visible

    Jesús vivió varias décadas en Israel, y miles de israelitas lo vieron. El autor de los Hechos escribió: «Dios… concedió que (Jesús) se hiciese visible …» (Hechos 10:40 RVA) Este es un hecho bíblico, Jesús se hizo visible. Compare este hecho bíblico de las siguientes afirmaciones del Nuevo Testamento: «Nadie ha visto a Dios en ningún momento» (Juan 1:18, NVI). «Nadie ha visto jamás a Dios.» (1 Juan 4:12 NVI) «… (Dios)… que habita en luz inaccesible, a quien nadie ha visto ni puede ver» (1 Timoteo 6:16 NVI). Los escritores del Nuevo Testamento creían que Jesús se hizo visible, mientras que Dios (el Padre) es eternamente invisible.

    El Padre de la Iglesia cristiana, Tertuliano, escribió, «Nosotros (los cristianos) de la misma manera decimos que el Padre de Cristo es invisible, porque sabemos que fue el Hijo que fue visto (se hizo visible) en la antigüedad—en el Antiguo Testamento–  (En cualquier momento en que alguna aparición era concedida a los hombres en el nombre de Dios) como la imagen del Padre mismo. «Tertuliano, los cinco libros Contra Marción, libro 5, cha. 19. Tertuliano creía que las apariciones de Dios en el Antiguo Testamento, fueron las apariciones de Jesús, que representaba a Dios.

    Dado que los escritores del Nuevo Testamento creyeron que Dios es eternamente invisible y que Jesús se hizo visible, esto es un indicio de que no creían que Jesús es Dios.

    ¿Pero qué sobre el Espíritu Santo? Es el Dios Espíritu Santo? Los cristianos creen que Dios es una trinidad, que consiste en tres personas iguales (el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo). ¿Creyeron los escritores del Nuevo Testamento que el Espíritu Santo es Dios? Esto es lo que Mateo escribió acerca del Espíritu Santo: «Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y  (Jesús) vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él» (Mateo 3:16). Jesús tenía ojos humanos y con los ojos vio al Espíritu Santo. El Espíritu Santo era visible a los ojos humanos y parecía como una paloma: «En cuanto salió del agua, vio los cielos abiertos, y el Espíritu como una paloma que descendía sobre Él» (Marcos 1:10 NVI). Juan Bautista también vio al Espíritu Santo: «Entonces Juan dio este testimonio: «He visto al Espíritu que descendía del cielo como una paloma y permanecer en él. «(Juan 1:32 NVI) De acuerdo con Marcos y Juan, el Espíritu Santo se hizo visible, mientras que Dios es invisible.

Vamos a aclarar las cosas de salida:

Dios es invisible: «Ningún hombre ha visto a Dios en ningún momento.» (Juan 1:18 RV)

El Padre es invisible: «No es que nadie haya visto al Padre, sino aquel que es de Dios» (Juan 6:46 NVI)

El Hijo se presentó visiblemente también en su resurrección:  «(Hechos 10:40 RVA)

El Espíritu Santo se hizo visible: «… He visto al Espíritu que descendía del cielo como una paloma… » (Juan 1:32 NVI)

He aquí la fórmula: Puesto que sólo Dios es invisible y sólo el Padre es invisible, entonces sólo el Padre es Dios. Esto es lo que los escritores del Nuevo Testamento creyeron.

   La gente aprende en la escuela que 1 +1 +1 = 3. Sin embargo, en la iglesia se les dice que 1 +1 +1 = 1. ¿Cómo pueden tres seres (personas) distintos ser una? Algunos cristianos admiten que la Trinidad no tiene sentido. MR DeHaan, un apologista cristiano de renombre, escribió: «La Trinidad, es decir, tres personas en una, es un misterio que se revela en la Biblia, pero no puede ser entendido por la mente humana. Puesto que el hombre es finito, y Dios infinito, esta es una de las cosas que deben ser aceptadas por la fe, a pesar de que no se puede razonar cabalmente. La Trinidad no se puede explicar, pero debe ser creído…» (DeHaan, MR, quinientas ocho respuestas a las preguntas de la Biblia, p. 168.)

        San Agustín dice que hay que creer antes de que se pueda entender: «… creer y entender, porque el Profeta dice:» a menos que creáis, vosotros no entenderéis» ¿no comprenden? Sed anchados. Escuchen al Apóstol: «Sed, anchados, no os unáis en yugo con los infieles.» Aquellos que no van a creer esto antes de que lo comprendan son infieles. Y debido a que han determinado ser incrédulos, ellos permanecerán en su ignorancia. Permitid que crean, para que puedan entender. «(San Aurelio Agustín, Sermones sobre lecciones Selectas del Nuevo Testamento, Sermón XC. [CXL Ben.].) A los creyentes se les dicen que se sometan a la resolución de sus líderes espirituales, sin cuestionar ninguna doctrina, que sus dirigentes mismos no entienden y no pueden explicar. Y esta doctrina fue establecida por el derramamiento de la sangre de aquellos que la cuestionaron y se negaron a aceptarlo. Los cristianos justifican el concepto de la Trinidad, diciendo que los seres humanos son finitos y sujetos, tanto a pecar y a errar. Y por esta razón, la mente finita del hombre no puede comprender el concepto de la Trinidad. La realidad es que cuando uno cree en cosas que no entiende, él cree en la superstición.

    Pablo escribió a los Colosenses «El (Jesús) es la imagen del Dios invisible…» (Colosenses 1:15 NVI). La expresión «en la imagen de Dios» expresa semejanza no igualdad. El hombre, también, es «en la imagen de Dios»: «Dios creó al hombre a Su propia imagen, a imagen de Dios lo creó» (Génesis 1:27 NVI). El hombre se parece a Dios. El hombre no es Dios. La semejanza no confiere igualdad.

Consideremos también esto: los Judíos de la diáspora se refieren a Dios como «el Padre». Los Judíos creían que Dios es una persona. Creían que sólo el Padre es Dios. Si Pablo predicó que Jesús es Dios, él habría sido prohibido de predicar en las sinagogas de la diáspora.»… Él (Pablo) comenzó a anunciar a Jesús en las sinagogas, diciendo: ‘Él es el Hijo de Dios… Pero Saulo (Pablo) crecía en fuerza y confundiendo a los Judíos que vivían en Damasco, demostrando que Jesús es el Cristo» (Hechos 9:20, 22 RVA). Pablo demostró que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, no Dios. Los términos «Hijo de Dios», «El Mesías» y «Cristo» son sinónimos, que fueron de uso común en Israel en aquellos días. Los Judíos utilizan los términos «Hijo de Dios» y «Cristo» para referirse a su Mesías esperado, a quien ellos esperaban que fuese un simple hombre. Los Judíos celebraron esta creencia (el Mesías sería un simple hombre) antes de los tiempos de Jesús, y todavía lo hacen. Apolos, el compañero de Pablo, demostró firmeza, en el debate público con los Judios, diciendo que Jesús era el Cristo, el que habían estado esperando: «Porque él enérgicamente refutó a los Judíos en el debate público, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo» (Hechos 18:24 RVA). Pablo y Apolos trataron de convencer a los Judíos de la diáspora que Jesús era el Mesías, el hombre, que habían estado esperando. Si hubieran tratado de demostrarles a ellos que Jesús es Dios, los Judíos no habrían debatido con ellos. Ellos los habrían apedreado.

    Los Judios de la diáspora no estaban debatiendo con los primeros cristianos helenísticos si Jesús es Dios o no. Este no fue un problema. Debatieron sólo si Jesús era el Cristo, el hombre que habían estado esperando. El Padre del Segundo siglo de la Iglesia, Justino Mártir, escribió: «Y esto el Judios que poseían los libros de los profetas no entendían, por lo que no reconocieron a Cristo, incluso cuando vino, pero aún nos odian quienes decimos que Él ha venido, y que demuestren que, como se predijo, fue crucificado por ellos. «Justin Mártir, Primera Apología, Cap. XXXVI.  La expresión de Justino: «pero aún nos odian quienes decimos que Él ha venido», sugiere que los cristianos y Judíos del siglo II (por lo menos, los que Justino Mártir conocía) discute si el Mesías había llegado. Justino Mártir no hace mención de que ellos discutieron si el Mesías era hombre o Dios.

    La creencia cristiana de que el Mesías debía sufrir y morir, contradecía totalmente las expectativas judías. La Judíos de la diáspora rechazaron a Jesús como su Mesías esperado, porque había sido colgado (crucificado). Pablo y Apolos defendieron a Jesús como el Mesías judío en contra de la objeción de que «… aquel que es colgado es maldito de Dios» (Deuteronomio 21:23 NVI). Los Judíos no podían aceptar un Mesías que había sido «maldito de Dios.» Pablo reconoció que Jesús era maldito: «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición …» (Gálatas 3:13 NVI). Puesto que Pablo creía que Jesús «se convirtió en una maldición» él no creyó que Jesús era Dios, porque es imposible para Dios convertirse en una maldición (Dios es eternamente perfecto, no disminuido, sin nunca cambiar, eso significa que nunca se convierte en otra cosa, como un hombre – la perfección no permite la variación-y el hombre varía de Dios).

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ÚLTIMOS DATOS DEL DESEMPLEO EN ESPAÑA

Publicado por Nicolas Rombiola – 30/01/10 a las 06:01:25 am

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) y los datos recavados por su Encuesta de Población Activa (EPA), se determinó que el paro subió en 1.118.600 personas durante 2009, respecto a 2008. Esto significa un 34,87% más, alcanzando a una masa total de desempleados de 4.326.500 personas y la tasa de paro en 18,83%.

Con este año, se suman tres ejercicios consecutivos donde hay aumento de desempleados. 117.000 en 2007, 1.280.300 en 2008 y 1.118.600 en este año que finalizó. Si bien el número de nuevos desocupados se redujo, la tasa de paro continúa en alza y se espera que lo haga durante 2010 también.

Asimismo, como si esto fuera poco, a los 4,3 millones de desempleados se llegó luego de un aumento de 203.200 parados durante el último trimestre, un 4,9% que el trimestre anterior.

Otro de los grandes problemas españoles es la destrucción de puestos de trabajo. En el último trimestre el número de empleos se redujo en 224.200 personas dejando a un total de sólo 18.645.900 ocupados.

Asimismo, esta baja en los puestos de trabajo afectó mayoritariamente a los españoles. En concreto, siete de cada diez empleos perdidos estaban ocupados por españoles. Por otra parte, el desempleo ha afectado más a los hombres que a las mujeres; en una ratio de aproximadamente el doble de hombres parados por cada mujer sin empleo.

En cuanto a sectores se habla, los servicios fueron los más afectados perdiendo 449.900 empleos (-3,2%), acompañado de la construcción (-378.100), la industria (-361.700) y la agricultura (-21.200).

Por último, el estudio del INE abarcó la estadística de paro segmentando por comunidades autónomas. El paro ha aumentado en todas ellas de la siguiente manera:

  • Valencia: 194.400 parados más

  • Cataluña: 187.300 parados más

  • Andalucía: 183.700 parados más

  • Madrid: 153.200 parados más

  • La Rioja: 6.100 parados más

  • Navarra: 7.100 parados más

TASA DE PARO EN DICIEMBRE (2009) EN LA EUROZONA

La oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat, ha dado a conocer los últimos datos sobre el empleo en Europa. De ello se desprende que, la tasa de paro de la eurozona alcanzó el 10% en diciembre. Esto representa un aumento de una décima comparándolo con el mes anterior. Asimismo, España sigue siendo lo peor de la zona con un 19,5% de parados.

La Unión Europea (UE), en su conjunto, alcanzó un paro de 9,6%. Éste es el nivel más alto desde el 2000 cuando se inició con esta estadística.

De esta manera, se calcula que en toda la Unión Europea existen 23 millones de parados, de los cuales 15,7 millones pertenecen a la eurozona. En concreto, el número de personas sin empleo en toda la UE se calcula que aumentó en diciembre en 163.000 personas y en 87.000 en la eurozona. Si comparamos contra el año anterior los parados aumentaron en 4,6 millones de personas en la UE y en 2,7 millones en la zona euro.

Asimismo, si hablamos de la ocupación de los menores, Eurostat muestra que la tasa de paro de personas de hasta 25 años se situó en el 21% en la zona euro y en el 21,4% en la UE. Por su parte, España llegó a un desastroso 44,5% de jóvenes parados. En cuanto a género, los hombres españoles se encuentran con un paro del 19,6% y las mujeres un 19,4%.

Cabe mencionar que, España únicamente es superado por Letonia, que registró un paro de 22,8%; pero no por ello hay que alegrarse: el país ibérico muestra una tasa de paro de casi el doble de la media de sus colegas de la zona euro.

Fuente:

www.finanzzas.com

 

EL AUTOR DEL LIBRO DEL EVANGELIO DE MARCOS NO CREYÓ QUE CRISTO ES DIOS

    Marcos creía que Jesús tenía un poder limitado. Él escribió: «(Jesús dijo): Pero el sentarse a mi derecha y a mi izquierda no es mío darlo.» (Marcos 10:40 KJV) El (Jesús) entró en una casa y no quería que nadie supiera que él estaba allí. Sin embargo, no podía pasar desapercibido. «(Marcos 7:24 NRSV). Las expresiones «no quería… “no podía» revelan que Jesús tuvo un poder limitado. Jesús no tenía el poder de hacerse invisible. Él no era omnipotente. Marcos no habría escrito este verso si creía que Jesús era omnipotente. Lo mismo se aplica a la instancia siguiente: «El (Jesús) no podía hacer allí ningún milagro, salvo poner sus manos sobre unos pocos enfermos y sanarlos» (Marcos 6:5 NVI). Jesús fue limitado debido a que «no pudo» hacer milagros siempre que él quería. Él no era omnipotente. Sólo Dios es omnipotente. Según Mateo, Dios no tiene limitaciones [1]: «…, pero para Dios todo es posible» (Mateo 19:26 RV). También Marcos creía que Jesús tenía un conocimiento limitado. Él escribió: «(Jesús dijo) Pero de aquel día y aquella hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.» (Marcos 13:32 RV) Jesús no sabía el día de su regreso. Sólo Dios es omnisciente (tiene conocimiento ilimitado). Por lo tanto, Marcos creía que Jesús no es Dios.

[1] El escritor de 1 Clemente señaló una limitación de Dios: «para nada es imposible para Dios salvo la mentira» (1 Clemente 27:2). Dios no puede mentir. Por lo tanto, él aparentemente no es omnipotente. Pues bien, Dios no puede mentir… pero Él puede engañar: Dios dijo, «Y si es engañado el profeta, cuando (el profeta) ha dicho una cosa, yo Jehová soy el que ha engañado a ese profeta» (Ezequiel 14:9 RV). Vaya figura.

 

 

¿ES JESÚS DIOS? UNA BREVÍSIMA RESPUESTA

Respuesta corta:

   Juan escribió: «Dios es espíritu (GR. πνεῦμα ὁ θεός).» (Juan 4:24 NVI) Lucas escribió lo que dijo Jesús,»…un espíritu no tiene carne y huesos…» (Lucas 24:39 NVI). Dios es espíritu, y por lo tanto, no tiene carne y huesos. El Jesús histórico tenía carne y huesos, por lo tanto, no podía ser Dios. Según la doctrina cristiana “ortodoxa”, Jesús subió al cielo con su carne y huesos (con el cuerpo que los romanos crucificaron). Una vez más, ya que Jesús fue hecho de carne y huesos, no puede calificarse de Dios. Además, Dios no puede ser contenido en un cuerpo humano, porque es omnipresente. Pablo escribió: «… la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.» La carne y la sangre de Jesús eran perecederos (1 Corintios 15:50 NVI), porque, como dice el verso siguiente, fue hecho hombre en «todos los sentidos»: «Por esta razón, Jesús tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todos los sentidos…» (Hebreos 2:17 NVI). La omnipresencia es una cualidad inherente de Dios que no se puede despojar. Dios no se somete a ningún tipo de transformación. Dios no se convierte en hombre. Si Dios cambia va a dejar de ser perfecto, porque la perfección no permite la variación. Por último, puesto que Jesús estaba presente a nivel local, él no era Dios. Lqqd.

COSAS EN LAS CUALES DEBEMOS SER CONSTANTES O PERSEVERANTES

Textos bíblicos presentados por Constancio Fidelio Persevero

 

Llamados a ser firmes y constantes:

1 Cor. 15:58: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano”.

Mateo 24:13: Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo

Efesios 6:14: Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia.

Cosas en las que debemos estar firmes:

1.- En el templo y la comunión entre hermanos:

Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón Hechos 2:46

2.- En el bien hacer:

A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna. Romanos 2:7

3.- En la oración:

Perseverad en oración, velando en ella con hacimiento de gracias Colosenses 4:2

4.- En la ley de la libertad:

Mas el que hubiere mirado atentamente en la perfecta ley, que es la de la libertad, y perseverado en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este tal será bienaventurado en su hecho. Santiago 1:25

5.- En la persona de Cristo y su evangelio

Y ahora, hijitos, perseverad en él; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida. 1 Juan 2:28

Filipenses 4:1: ASI que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

6.- En la Gracia:

Por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Romanos 5:2

7.- En la fe:

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. 1 Corintios 16:13

Colosenses 1:23: Si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído; el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.

1 Pedro 5:9: Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo.

8.- En la libertad de Cristo:

ESTAD, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no volváis otra vez a ser presos en el yugo de servidumbre. Gálatas 5:1

9.- En nuestra defensa contra el ataque del diablo

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Efesios 6:11

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. Efesios 6:13.

10.- En todo lo que Dios quiere

Colosenses 4:12: Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, siempre solícito por vosotros en oraciones, para que estéis firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere.

11.- En la doctrina recibida

2 Tesalonicenses 2:15: Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra.

Pregunta crucial:

¿Cómo se puede estar firme?

Respuesta puntual:

2 Corintios 1:24: No que nos enseñoreemos de vuestra fe, mas somos ayudadores de vuestro gozo: porque por la fe estáis firmes.

Filipenses 1:27: Solamente que converséis como es digno del evangelio de Cristo; para que, o sea que vaya á veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes combatiendo juntamente por la fe del evangelio.

Comentario final:

¿Pero cómo se puede lograr una verdadera firmeza en un mensaje o evangelio recibido si no se tiene un convencimiento seguro y sólido de éste? Lo cierto es que El evangelio que Cristo predicó es el reino de Dios. Algunos tienen «fe» en un evangelio trucado, engañoso, y antibíblico,  y como es lógico, esa fe no puede ser lo suficientemente sólida y sostenible como para mantenernos firmes y constantes en Cristo. Necesariamente debemos tener una fe correcta en un evangelio (o buenas nuevas) correcto para así sentirnos seguros y firmes de lo que hemos recibido como el mensaje de Dios para nuestra salvación.

Invitamos a los cristianos que reconsideren este asunto y retomen el prístino evangelio del reino que ha sido casi olvidado de la predicación eclesiástica contemporánea.

GOG Y MAGOG EN EZE. 38:2 Y EN AP0. 20:8

¿Hay diferencias?Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

En este estudio demostraremos bíblica, histórica y geográficamente que “el” «Gog y Magog» que se encuentra en Ez. 38:2 (para ser preciso, «Gog en tierra de Magog») no es el mismo que aparece en Ap. 20:8. La Biblia nos ofrece bastantes pruebas convincentes de que existen grandes diferencias entre “uno” y “otro”. Es por eso que debemos tener mucha cautela al revisar el entorno escritural de los textos estudiados para no caer en elucubraciones propias y que no son Dios.

Empezamos:

En un estudio previo de un servidor («Israel y los conflictos bélicos finales») dijimos que una gran confederación del Norte se alistará en la «Gran Tribulación Escatológica» con la maligna intención de devastar la nación de Israel y que no tiene ninguna relación con la fuerza multinacional del Anticristo Final. Esta confederación está reseñada en los siguientes textos; por favor léalos para que comprenda claramente el presente escrito (Ez. 38:1-39:25; Dn.11:40; Jl. 2:1-27; Is. 10:12; 30:31-38; 31:8-9).

Identificaremos primeramente a Gog y Magog de Ez. 38:2-3.

La Biblia Versión Revisada en Inglés, traducida al castellano dice:

«Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog, la tierra de Magog, el príncipe de Ros, Mesec y Tubal… » (Ez.38:2).

«El príncipe de Ros » es mencionado como Gog en Ez.38:3. Gog es el apelativo del jefe o cabeza de la confederación del Norte y su tierra es nombrada como Magog que está conformada en tres partes: Ros, Mesec y Tubal.

Hermanos, amigos y detractores, pongamos mucha atención aquí:

En Gn. 10:2 miramos que Magog es el segundo hijo de Jafet y este último uno de los hijos de Noé y que fueron “tres”. Gomer, Tuabl y Mesec fueron además hijos de Jafet. Por otro lado, Tograma fue nieto de Jafet y el tercer hijo de Gomer. Para los que “no saben”, la Tierra de Magog estaba localizada geográficamente en lo que hoy se conoce como Cáucaso y sus regiones contiguas. Tanto Ros, como Mesec y Tubal en la antigüedad fueron llamados como «escitas». Fueron nómadas de las regiones del Norte y del Mar Caspio. Ante esto, se ha considerado bajo una seria y profunda indagación que Ros es la nación de Rusia, y el príncipe Ros, por inferencia, el gobernante de esta nación. Dijimos que Magog fue el segundo hijo de Jafet. Hay indicios que la prole de Magog hábito los territorios del Cáucaso y Armenia del Norte. Es más, es interesante comentar que «Cáucaso» significa «Fuerte de Gog».

El historiador Josefeo escribió que Magog erigió los pueblos que fueron llamados como «magogitas» y «escitas» por los griegos. Estos «escitas» surgieron de sus antepasados que estaban instalados en un principio en Araxes, Armenia. Esto concuerda con el Antiguo Testamento que dispone a los descendientes más cercanos de Noé en Armenia. Se cree que los «escitas» o «magogitas» se desplazaron hacia las regiones del Norte en tiempos muy antiguos. Quienes se dedican a estudiar historia, han dividido a los «magogitas» en dos “razas” o pueblos distintos, a saber:

1. La jafética o europea.
2. La turania o asiática.

b). La raza jafética: comprendía en la antigüedad los «sármatas,» pero el día de hoy son conocidos como «eslavos» o «rusos». Los sámatras era una “argamasa” de escitas y medos que se desplazaron en grupos poco cuantiosos hacia las aéreas del Mar Negro y se propagaron partiendo del Báltico hacia los Montes Urales.

B). La raza turania: Comprendía a los «magogitas asiáticos» o «escitas». Se fincaron en la enorme meseta de Asia Central. Sus descendientes fueron los tártaros, los cosacos, los finlandeses, los calmulcos y los mongoles.

Gesenius, que elaboró «El Léxico Hebreo (tenido como “inmejorable”), refiere que Gog es sin lugar a dudas «los rusos». Dijo que Ros fue un nombre dado para las tribus que habitaron al Norte de los Montes Tauros, próximos al Volga. Esta es una poderosa señal que identifica históricamente a Ros con la nación Rusa. También reconoce a Tubal como «Tobolsk», primera provincia colonizada en la antigüedad y el nombre de la ciudad en que Pedro el Grande edificó la vieja fortificación conforme al modelo del “Kremlin” que se encuentra en Moscú. Moscú indica la Rusia europea, mientras que «Tobolks» a la Rusia asiática.

Por lo tanto, «Ros» corresponde a la Rusia de hogaño:

«Magog significa el país o pueblo, y Gog el rey de ese país; el nombre general de las naciones del Norte de Europa y Asia, o de los distritos del Norte del Cáucaso y de los Montes Tauros» (Diccionario Bíblico y Teológico).

En Ez. 38: 15 se narra que junto a Magog habrá «muchos pueblos contigo». Ez. 38:7 habla que Magog será la cabeza de estos «muchos pueblos» ya que se lee: «Sé tú su guarda» (su líder, dirigente principal, cabeza, comandante, jefe).

La primera nación confederada con el Rusia será «Persia» (Ez. 38:5). Ezequiel habla del antiguo imperio de «Persia» que en el día de hoy ocupa el país moderno de Irán.

La segunda nación confederada del Norte es mencionada como «Etiopía» y en la Biblia aparece nueves veces escrita y apunta a un cierto lugar de África. En once ocasiones se refiere a «la tierra de Cus» y que es una parte de «Arabia». «La Nueva Enciclopedia de Conocimientos Religiosos de Schaff-Herzog» indica que el nombre de «Cus» aparece seguidamente en el Vetero Testamento y que es traducido como «Etiopía», un área ubicada al Sur de Egipto. De acuerdo a los descubrimientos y a las inscripciones cuneiformes descifradas, «Etiopía» también representa dos lugares y pueblos: el primero compuesto por los habitantes hallados al Este de Babilonia Central, conocidos como «Kasshitas» o «Kosshitas». Éstos dominaron Babilonia en los siglos XVII y XII a de C., y una región y un pueblo de Arabia situada en el Norte. Ez. 38:15 dice que Cus es uno de los pueblos que vienen junto a Gog de las regiones del Norte. Con esto queda entendido que el Cus citado por Ezequiel, no es la «Etiopía de África», sino un lugar o país colindante con «Persia».

La tercera nación confederada es «Libia» o «Fut» y que por lo común se reconoce como «Libia de África», empero los eruditos piensan que probablemente «Fut» está situada al Sur o al Sureste de Cus, adyacente con «Persia», sin olvidar que estas naciones han sido incorporadas en los territorios del Norte (Diccionario de la Biblia, de J. D. Davis).

La cuarta nación coligada a las hordas del Norte es «Gomer», y se relaciona con la nación de «Alemania» en la actualidad. Los historiadores creen con mucha seguridad que los descendientes de «Gomer» viajaron hacia el Norte para fincarse en ciertas partes de lo que hoy se conoce como el país de «Alemania».

La quinta nación adherida con «Rusia» es «Togarma», y representa a «Turquía» o «Armenia». En ««Las Crónicas de Asiria», «Togarma» es nombrada como «Armenia». En los escritos armenios se le denomina «La Casa de Togarma». «Togarma» quizás este relacionada con los grupos humanos asentados en «Asia Central» y «Siberia». Lo cierto es que «Togarma y todas sus tropas» son los grupos tribales «siberianos» instaladas en las regiones del «Norte de Asia» y que se expandieron para limitar con el « Océano Pacífico».

Ezequiel profetiza la salida de una confederación del Norte cuya cabeza o jefe saldará de la tierra de «Magog», de «Rusia», como antes vimos ya. Entre los aunados con «Rusia» se encuentran «Irán» (Persia), varios países de «Arabia» (Fut o Etiopía), «Alemania Moderna» (Gomer), y algunos pueblos de «Asia» conocidos como «Togarma». Esta confederación enfrentará la nación de Israel en la «Gran Tribulación Final», un poco antes del desplome de los retorcidos sistemas del mundo.

«Rusia» hará un concordato, una coalición de naciones con «Persia», «Etiopía», «Libia», «Turquía» y «Alemania» (véase por favor Ez. 38: 2, 5, 6). Es claro ver en Ez. 38:13 que algunos gobiernos no estarán de acuerdo con esta invasión perpetrada contra Israel. Veamos:

«Sabá y Dedán, y los mercaderes de Tarsis y todos sus príncipes, te dirán: ¿Has venido a arrebatar despojos? ¿Has reunido tu multitud para tomar botín, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?» (Ez. 38:13).

La destrucción de la confederación del Norte no será por estrategia humana. Dios se encargará de esta belicosa coalición sobre los montes del pueblo judío (Ez. 39:2-4), a través de una naturaleza conmocionada por su terrible y gran poder:

«… que los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo y toda serpiente que se arrastra sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la faz de la tierra, temblarán ante mi presencia; y se desmoronarán los montes, y los vallados caerán, y todo muro caerá a tierra. Y en todos mis montes llamaré contra él la espada, dice Jehová el Señor; la espada de cada cual será contra su hermano. Y yo litigaré contra él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre» (Ez. 38:20-22).

«Durante siete meses los cuerpos serán soterrados por el Pueblo de Israel con el fin de limpiar la tierra» (Ez. 39:12), y «por siete años los habitantes de las ciudades consumirán con fuego lo que haya quedado de las armas de los enemigos» (Ez. 39:9-10).

Existen marcadas diferencias entre la invasión de «Gog y Magog» y «la contienda de Armagedón»:

1). En la invasión de Gog se mencionan aliados precisos, pero en la batalla de Armagedón están comprometidas «todas las naciones» (véase Jl. 3:2; Sof. 3:8; Zac. 12:3; 14:4; Ap. 16:14, 16).

2). Gog procede del «Norte» (Ez. 38:6, 15; 39:2), pero los milicias en el Armagedón provienen de «toda la tierra» (Ap. 16:14, 16).

3). «Gog» es la cabeza o líder de los pueblos asaltantes (Ez. 38:7), por otro lado el «Anticristo Final», «la Bestia», es el comandante supremo de los ejércitos terrenales en el conflicto de Armagedón (Ap. 19:19).

4). Por medio de una «naturaleza soliviantada», Dios destruye los ejércitos de la confederación del Norte, pero los grupos militares en el Armagedón son «devastados por el Señor Jesucristo en su venida personal» (Ap. 19:15).

Este evento es futuro y escatológico, mas no pasado. No hay nada registrado de manera semejante en lo que ha sido la historia de la nación israelita. Ningún detalle presentado hasta este momento podrá “acomodarse” jamás con cualquier acontecimiento suscitado con anterioridad y hasta la fecha en dicha nación.

Es muy importante conocer el contexto del libro de Ezequiel para no extraviarse del significado verdadero de un determinado texto que se estudia y que ofrece alguna dificultad para entenderse. El capítulo 37 de este libro comprende la restauración (progresiva) de la nación de Israel en el lugar o tierra que siempre le perteneció por voluntad divina. El capítulo 40 de Ezequiel es uno habla de la era milenaria. Es obvio que entre la restauración del Pueblo de Israel y la era milenaria ocurrirá la invasión de Gog y Magog, exactamente en la época de la «Gran Tribulación Escatológica» (orden cronológico). «Al cabo de años» (Ez. 38:8), «al cabo de los días» (Ez. 38:16), son locuciones que están relacionadas con los «postreros tiempos», con «los postreros años y días», cuando Dios tenga un trato directo con Israel, claro está, antes de que el Reino Teocrático de Cristo sea levantado en un mundo regenerado.

Muchos creen que la invasión de la confederación del Norte tendrá lugar al final de la «Gran Tribulación Escatológica», pero realmente no es así. Ezequiel en su libro nunca menciona ninguna batalla militar sino una destrucción de las hordas norteñas por una naturaleza convulsionada de parte de Dios. Aunque se habla de una «espada» en Ez. 38:21, no indica que sea «la espada que sale de la boca del Señor Jesucristo en su arribo visible y glorioso al mundo» (Ap. cap. 19), «después de la tribulación de aquellos días» (Mt. 24:29). Cristo «matará» a sus enemigos con «el espíritu de su boca», «con resplandor de su venida» (2 Ts.2:8), en su Parusía (Lc. 21:27); no se valdrá de la naturaleza para vencer a sus adversarios, ni de otra cosa. Él personalmente lo hará, y de manera rápida y efectiva. Por lo visto en Ezequiel, la invasión es efectuada por «el rey del Norte y sus aliados», mientras que en Zac. 14 y Ap. 19 «las naciones del mundo entero» son reunidas para el enfrentamiento del Armagedón. La destrucción de los ejércitos del Norte acontece «sobre los montes de Israel» (Ez. 39:24), mientras que la caída de los ejércitos de «todo el mundo» en el Armagedón sucede en «Jerusalén» (véase Zac. 12:2; 14:2), en el «Valle de Josafat» (Jl. 3:12), y en «Edom» (Is. 63:1).

Es menester mencionar que en la profecía del libro de Ezequiel, Israel se encontrará «morando en su tierra en paz y seguridad» (Ez. 38:11), pero en Ap. 12:14-17 Israel no habitará su tierra “en paz y seguridad”. Ap. 12:14-17 son textos bíblicos que están relacionados con la “segunda mitad” de la «Septuagésima Semana» del profeta Daniel (La Tribulación Postrera). Dicha “mitad” corresponde a un tiempo de «tres años y medio» (Ap. 12:6 dice: «mil doscientos sesenta días», y son «tres años y medio». Ap.12:14 dice: «por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo», que también equivale a «tres años y medio». Véase Dn. 7:25 quien menciona en su profecía estos «tres años y medio» escatológicos). No puede ser la época mesiánico-milenaria ya que Israel firmará un pacto con el Anticristo, un pacto con la «muerte,» un «convenio con el sepulcro» (Is. 28:18). El Anticristo «romperá el pacto» hecho con la nación de Israel al terminar la “primera mitad” de la «Septuagésima Semana» con el oscuro propósito de perseguirla (La Mujer: Israel) y aniquilarla de una vez por siempre (Véase Ap. cap. 12 por favor):

«Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador» (Dn. 9:27).

Pruebas mostradas de porqué «Gog y Magog» de Ez. 38 y de Ap. 20: 8 no son lo mismo:

Mucha atención en esto:

a). En Ezequiel «únicamente» la confederación del Norte está implicada en la invasión de Israel.

b). En Apocalipsis las naciones del «mundo entero» están reunidas para la invasión.

c). El contexto de los capítulos 37 y 40 del libro de Ezequiel indican que la invasión de los ejércitos del Norte será antes del la instalación del Reino de Cristo en la tierra (entre la restauración nacional de Israel y el Milenio Teocrático).

d). En Ezequiel los muertos serán enterrados durante un período de «siete meses»…

e). Pero en Ap. 20:9 los rebeldes son consumidos por el «Fuego de Dios», siendo innecesario sepultarlos.

f). En Ezequiel se observa que después de la invasión y asolamiento del rey del Norte y de sus huestes aliadas viene el gobierno terrenal de Cristo (Ez. caps. 40-48).

g). En el capítulo 21 de Apocalipsis, después de la destrucción de Gog y Magog («cuando los mil años se cumplan», véase Ap. 20:7), se narra que aparecerán «los Cielos Nuevos y la Tierra Nueva» (Ap. 21:1).

Un autor comenta con respecto a «Gog y Magog» (ton Gög kai Magög, gr.) en Ap. 20: 8:

“La expresión «los cuatro ángulos de la tierra» es una figura de dicción que destaca universalidad. El engaño satánico se extenderá por toda la tierra (véanse Ap. 7:1; Is. 11:2). El apóstol Juan llama a las naciones «Gog y Magog» (véase que Gog y Magog está en aposición con «las naciones». De modo que no se refiere a un punto geográfico, concreto (como en el caso de Gog y Magog de Ez. 38 que sí especifica su origen: Del Norte. Énfasis mío), sino a la totalidad de las naciones que son engañadas por Satanás y se juntan para la captura de Jerusalén».

Armando y Manolo (labiblianodiceesto.blogspot.com):

Que este estudio les aclare el entendimiento para que desistan de conciliar el infundado concepto de qué «Gog y Magog» de Ez. 38:2 es exactamente el mismo de Ap. 20:8. A propósito, los siguientes textos son lo bastante «oportunos» para esta ocasión:

«… entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo» (2 P. 1:20-21).

«Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición» (2 P. 3:15-16).

¡Mucho cuidado!

Dios les bendiga siempre.

«Biblia Reina Valera 1960».

«Biblia Versión Revisada en Inglés» (Traducida al Castellano).

«Things to Come», de J. Dwight Pentecost («Estudios de Escatología Bíblica»).

Bauman, Louis: «Russian Events in the Light of the Scripture» («Eventos Rusos a la Luz de las Escrituras»).

Gaebelein, Arno C., «The Prophet Ezekiel».

Gesenius («Hebrew and Chaldee Lexicon»).

«Biblical and Theological Dictinoray» («Diccionario Bíblico y Teológico»).

«New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge» («Nueva Enciclopedia de Conocimientos Religiosos de Schaff-Herzog»).

«Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento» (A.T. Robertson).

«Apocalipsis: La Consumación del Plan Eterno de Dios» (Evis. L. Carballosa).

«Diccionario de la Biblia» (J. D. Davis).

MMM: SIGUEN LOS PROBLEMAS INTERNOS EN EL MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL EN PERÚ

Foto: El discutido y máximo líder del MMM en Perú, Pastor Rodolfo Gonzáles

 

DENTRO DE LAS IGLESIAS DEL MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL EN EL PERU SE PREDICA LA DOCTRINA DEL ODIO CONTRA PASTORES, HERMANOS, Y PERSONAS QUE NO ESTÁN DE ACUERDO CON ELLOS. HACE 15 DÍAS EN UNAS DE LAS IGLESIAS DE COMAS (PERÚ), EL PASTOR LUIS MEZA BOCANEGRA (OFICIAL DE PERU) DESDE EL PÚLPITO COMENZÓ A MALDECIR Y ATACAR VIOLENTAMENTE AL EX-PASTOR DEL MOVIMIENTO MISIONERO MUNDIAL CARLOS RETIS. ÉL DESCARGABA UN MENSAJE LLENO DE ODIO Y DE AMARGURA, A TAL PUNTO QUE HASTA LO CONDENÓ. UN HERMANO SALIÓ DEL CULTO CON UN FUERTE DOLOR DE CABEZA DESPUÉS DE LO ACONTECIDO… ¡PERO NO FUE EL ÚNICO! EN SUS CASAS ALGUNAS HERMANAS LLORABAN CON SUS HIJOS, DICIENDO: EL PASTOR CARLOS RETIS NUNCA NOS ENSEÑÓ A ODIAR A NADIE COMO AHORA LO ESTAN HACIENDO CON ÉL.  DICHAS HERMANAS SUFRIERON MUCHO POR LA AMARGA EXPERIENCIA DE VER A UN PREDICADOR QUE LEJOS DE PREDICAR EL MENSAJE DE AMOR DE JESUCRISTO, DERROCHABA ODIO Y MALDAD, Y LO QUE ES PEOR, DESDE UN PULPITO. LO MISMO HACE EL PASTOR RODOLFO GONZALEZ CONTRA SU YERNO FERNANDO MORENO. 

NO SABEMOS QUE SÉ PRETENDE CON ESTO, PUES ESOS MENSAJES NO EDIFICAN NADIE, Y MÁS BIEN DESTRUYEN VIDAS. QUÉ LEJOS ESTA DIOS DE ESOS LUGARES DONDE REINA EL ODIO Y LA AMARGURA. SE OLVIDAN QUE JESUCRISTO NOS ENSEÑÓ, DICIENDO: «AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, CON TODA TU ALMA Y TODA TU MENTE Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO»… Y AUN A NUESTROS ENEMIGOS DEBEMOS PERDONAR Y ORAR POR ELLOS.

Más información sobre el MMM en: 

Fuente: http://jehulaverdad.com/

¿ESTÁ EL REINO DE DIOS DENTRO DE TI?

Está el reino de Dios dentro («en el corazón») de cada cristiano? Jesús dijo que sí, ¿no?… Pues, ¡NO!

Leslie A Turvey

Jesús dijo a los fariseos,  «el reino de Dios no viene con la observación. , Ni dirán: Helo aquí, o, ello allí! porque he aquí, el reino de Dios está entre vosotros (Lucas 17:20-21).

La primera traducción de James Strong de la palabra Griega para ‘ENTRE’ [G1787] es dentro. Pero se deriva de la [G1722], que el Dr. Strong identifica primero como «una preposición primaria que denota posición (fijada) (en el lugar, tiempo o estado)…» Es esta traducción que muchas versiones modernas utilizan para describir las palabras de Jesús.

La versión Inglés Contemporáneo, declara: «el reino de Dios está aquí con ustedes». La versión Estándar Internacional y la Biblia en Inglés Básico ambas dicen: «… el reino de Dios está entre vosotros.» Varios otras afirman, «… el reino de Dios es en medio de vosotros (Darby, Litv, MKJV, RSV). «Y la popular NVI, aunque usa la preposición ENTRE, incluye una nota, diciendo: «o en medio«.

El cumplimiento de la profecía bíblica es a menudo doble, con un cumplimiento histórico y otro futuro. Vemos que la profecía histórica del reino de Dios, cuando Juan el Bautista gritaba: «¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos está cerca» (Mateo 3:2). «Esta fue una gran noticia para el pueblo judío que había estado atribulado por la ley Romana. Pero Juan no dijo que el reino está aquí, simplemente que estaba «a la mano».

Juan lo llamó ‘el reino de los cielos’, al darse cuenta que no era un reino creado por hombres, como Jesús dijo después: «Mi reino no es de este mundo» (Juan 18:36). También se dio cuenta de que el rey no sería un rey mortal, sino que sería enviado desde el cielo. Mientras que Juan predicó el reino de los cielos, el rey se encontraba aún clandestino, esperando ser revelado al público.

Cuando llegó el momento de su entrada en el escenario, Jesús fue capaz de afirmar: «… el reino de Dios está entre vosotros.»

¿Estaba Jesús en el interior de los fariseos que estaban hablando con él? Ellos sabían que él no lo estaba: él estaba parado allí con ellos. Estaba, como se muestra arriba, en medio de ellos. Era su manera de decir: «Yo soy el rey que han estado esperando.»

Pero Jesús se fue al cielo. El rey se había ido. ¿Y ahora qué?

Durante sus tres años y medio de su ministerio en la tierra, la comisión de Jesús fue predicar el reino de Dios (Lucas 4:43). ¿Por qué se necesita predicar acerca del reino si ya estaba entre la gente? Recordemos que la profecía de la Biblia a menudo tiene un cumplimiento histórico y un cumplimiento futuro. El mensaje de los evangelios es que el rey volverá, no como un bebé en un pesebre, sino con gran poder y gloria (Mateo 25:31-34). Él será el rey de todos los reyes de la tierra, y el señor de todos los señores de la tierra (Apocalipsis 19:11-16).

En ese momento el cumplimiento futuro del reino de Dios se llevará a cabo, y no sólo serán los Judios los que serán liberados de siglos de tiranía ejercidos por déspotas de Satanás sobre ellos. El mundo entero será libertado del control de Satanás.

Hasta ese momento, ¿qué debemos hacer? Jesús mandó a sus discípulos como a los cristianos de hoy, diciendo: «Vayan a todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).» El evangelio? ¿Qué evangelio? El evangelio – la buena noticia – de la venida del reino de Dios (Lucas 4:43, 22:18).

Comentario:

Podemos decir de un modo romántico que el reino de Dios «está en nuestros corazones», porque lo hemos recibido con mucho amor y con mucha esperanza. Pero decir que el reino es simplemente Cristo «reinando en nuestros corazones» eso sí es otra cosa muy diferente. El Reino de Dios es una monarquía verdadera, literal, con un rey, territorio, leyes, y muchos súbditos. Es un Reino mundial pero de origen celestial, por eso se le llama también «El Reino de los cielos».

www.apologista.blogdiario.com

www.elevangeliodelreino.org

www.yeshuahamashiaj.org

 

YORYE MITROT: UN CURIOSO PERSONAJE QUE SE HACE LLAMAR APÓSTOL Y QUE LLAMA A SUS INTERLOCUTORES A UNA GUERRA ESPIRITUAL

Tuve el gusto de conocer al dominicano Yorye Mitrot  a finales del 2008 y todo el 2009, y con él mantuve una fluida y sincera correspondencia para tratar temas bíblicos. Con toda franqueza debo decir que noté que Yorye Mitrot se identificaba plenamente con mis enseñanzas, a tal punto que quería fundar una revista para publicar mis artículos sobre el reino, el unitarismo, y otros temas más que compartíamos plenamente. Pero resulta ahora que Yorye Mitrot se ha convertido, para mi sorpresa, y de la noche a la mañana, en un predicador internacional que se hace llamar apóstol y un defensor del Trinitarismo. Incluso ha escrito un librito extenso sobre la Trinidad, defendiendo esa doctrina que hasta hace pocos meses refutaba con ardor.  Y es que me sorprende que Yorye, un creyente que defendía la posición unitaria, ahora se haya vuelto enemigo del Trinitarismo, y además, se haya olvidado del mensaje del reino de Dios por arte de magia. Normalmente esperaríamos que el cambio de una posición doctrina crucial a otra tome su tiempo, ya que se requiere de mucha reflexión y estudio antes de virar de criterio, y más aún, si se trata de la muy debatida doctrina de la Trinidad.  Ahora mi amigo Yorye se ha convertido en el Dr. Jekill del evangelismo Trinitario y un apologista del evangelio de la prosperidad. Seguramente se ha convencido de que no es comercial, ni rentable, ser Unitario y creyente en el reino de David, sino, más bien, continuar con la corriente doctrinal «ortodoxa” de los católicos y “evangelicatólicos”.

A continuación ustedes verán a mi amigo Yorye Mitrot, personaje que ahora me considera su enemigo, performando sus “encantos hipnóticos” de sanidad —los cuales muy pocas veces tienen resultados positivos—  tal como lo hacen Benny Hinn, Charly Cash Moon, Kenneth Copeland, y muchos otros vivarachos que aparecen en las tarimas de los circos (no “círculos”) evangélicos en diferentes partes del mundo.  

Es necesario seguir alertando a las personas sobre estos seudos ministros y ministerios que no salvan a nadie, porque sencillamente el evangelio que predican estos individuos ladinos no es el mismo que predicó Cristo, y más tarde, sus apóstoles.

Sinceramente espero que mi buen amigo, Yorye Mitrot, vuelva a ser el mismo Mr. Hyde que sostenía su fe unitaria, y presentaba el único y verdadero evangelio del reino de Dios. Rogaré al Señor para no se deje vencer por la avaricia de los hombres impíos.

Con el siguiente vídeo le haremos un poco de publicidad al ministerio (misterio?) de Yorye, aunque ciertamente esa no es mi intención, sino sólo la de presentarlo como el nuevo Charly Cash Moon de la República Dominicana.

LA PROMESA DE UN TRONO

Tdo. por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Una vez que el rey David conquistó Jerusalén, la estableció como la capital de Israel, y él había construido su propia casa, él vino a hacerse la pregunta, «¿Si estoy viviendo en una casa de cedro, ¿por qué el arca del pacto de Yahvé habita en una tienda de campaña?» David propuso a Natán, el profeta, construir una casa para Dios, un templo. En primer lugar, y sin consultar a su Dios, Natán autorizó la idea, diciendo: «Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.» Pero, esa noche vino la palabra de Dios a Natán explicando cómo Yahvé se sentía acerca de esta propuesta. En primer lugar, Dios dijo que David no construiría una casa para él. Él nunca se ha quejado habitar en una tienda de campaña ni ha pedido alguna tener una casa de cedro. Entonces, mientras Dios continuaba, algunas inmensas promesas fueron dichas sobre David y sus descendientes:

1 Crónicas 17.7-15

7 «Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel; y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado a todos tus enemigos de delante de ti, y te haré gran nombre, como el nombre de los grandes en la tierra. Asimismo he dispuesto lugar para mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en él y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,  y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré a todos tus enemigos. Te hago saber, además, que Jehová te edificará casa.  Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres, levantaré descendencia después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino. El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti; sino que lo confirmaré en mi casa y en mi reino eternamente, y su trono será firme para siempre. Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David. 

Ahora, pues, por lo que se le dice a mi siervo David:» Así ha dicho Jehová de los ejércitos, «Yo te tomé del prado, de detrás de las ovejas, para ser líder de mi pueblo Israel. 8 «He estado contigo en dondequiera que se han ido, y han cortado todos tus enemigos de delante de vosotros, y os haré un nombre como el nombre de los grandes que están en la tierra. 9 «Voy a nombrar a un lugar a mi pueblo Israel, y los plantaré, para que habite en su propio lugar y no moverse de nuevo, y los malos no será un desperdicio de ellos nunca más como antes, 10 desde el día que yo jueces de la orden de ser sobre mi pueblo Israel. Y voy a someter a todos sus enemigos. Por otra parte, te digo que el Señor va a construir una casa para usted. 11 «Cuando tus días sean cumplidos que usted debe ir a estar con tus padres, que creará uno de tu descendencia después de ti, que será de sus hijos, y voy a establecer su reino. 12 «Él edificará una casa para mí, y yo estableceré su trono para siempre. 13 «yo seré su padre y él será mi hijo, y no voy a tomar mi misericordia fuera de él, como la quité de aquel que fue antes que tú. 14 «Pero yo lo confirmaré en mi casa y en mi reino para siempre, y su trono será establecido para siempre ‘». «15 De acuerdo con todas estas palabras y de acuerdo a toda esta visión, así habló Natán a David.

Dios dice que en lugar que David le construya a Él una casa, Él va a construir una para David. Este es un juego de palabras porque la palabra «casa» también se puede aplicar a un edificio literal o una dinastía de familia. Dios aquí las promete a David establecer sus descendientes como una dinastía duradera ante él (a diferencia de Saúl, su predecesor, que no llegó a durar en el reino, incluso para una generación). Luego, cuando David finalmente muere, Dios establecerá el reino de uno de sus descendientes (de entre sus hijos). Este hijo va a construir una casa para Dios (es decir, el templo) y su trono será establecido para siempre. Él será el hijo de Dios, y Dios será su Padre. Él será instalado en la casa de Dios y en el reino de Dios para siempre.

A primera vista, esta profecía acerca del descendiente de David sin duda parece ser Salomón (el hijo de David, quien construyó el templo). Sin embargo, hay un hijo mayor a quien esta profecía también se aplica, al menos según el ángel Gabriel. Aproximadamente un milenio después de esta profecía Gabriel fue enviado a una virgen llamada María con las siguientes palabras:

Lucas 1,31-35

Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.  Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”. 

Tenga en cuenta los paralelismos entre estas dos secciones. Jesús será grande, y será el hijo de Dios. Él tendrá el trono de David, y él reinará sobre Jacob (Israel) para siempre, y su reino no tendrá fin. Gabriel está diciendo claramente que Jesús es el último en quien la profecía sería finalmente cumplida, la cual se había anunciado mucho tiempo antes a David por el profeta de Dios, Natán. Por supuesto, hay muchas otras referencias y pocos ecos de esta profecía entre estos dos (como en Isaías y Jeremías, y los Salmos), pero estos dos son los dos extremos de la promesa del trono de Dios. En Jesús, la dinastía de David encuentra su último rey, y este Mesías, el ungido, reinará para siempre!

Otra Escritura que recoge este tema se puede encontrar en el Salmo segundo. Este salmo mesiánico habla de los reyes de la tierra que conspiran juntos contra el Señor y su Mesías para separarlos. Dios se ríe, se burla de ellos, y luego pronuncia un oráculo acerca de su ungido.

Salmo 2,6

«Pero en cuanto a mí, yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.»

Dios dice que ha instalado a su rey en Jerusalén. Esto, por supuesto, podría ser una referencia a cualquier rey davídico (incluido el propio David), pero el salmo sigue cambiando a la voz del rey de Dios mismo que dice:

Salmo 2.7-9

Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; Como vasija de alfarero los desmenuzarás.»

El decreto de Yahvé es que este rey en Sión es su Hijo, el que ha engendrado. A este rey se le dice que pida a Dios y seguramente Él le dará las naciones hasta los confines de la tierra como su posesión. Este Mesías regirá con vara de hierro y los romperá como una olla de barro. Entonces, el salmo cambia de  oradores para el salmista que da una palabra de advertencia a los reyes de la tierra.

Salmo 2.10-12

Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes; Admitid amonestación, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían.

Los reyes harían mejor en repensar sus planes. Ellos deben adorar a Yahvé y hacer un homenaje a su Hijo. Si no lo hacen, seguramente morirán cuando se encienda la ira del Hijo. Aun así, los que toman el consejo del salmista serán bendecidos, porque el mismo que gobernará el mundo con una vara de hierro sirve de refugio a los que están dispuestos a refugiarse en él.

Ahora, de nuevo, como la profecía anterior, en 1 Crónicas 17, esta profecía parece un poco confusa y puede ser aplicable a David, Salomón, Ezequías, Josías, o incluso el Mesías final (especialmente una vez que nos damos cuenta de que los verbos de tiempo pasado pueden estar hablando de un acontecimiento futuro). Pero, de nuevo el Nuevo Testamento (NT) arroja luz sobre este oráculo de manera que se puede obtener claridad. El NT cita el Salmo 2,7 tres veces y lo aplica a Jesús cada vez (Hechos 13,33; Hb 1,5; 5,5). Además, el anuncio de Gabriel, antes citado, utiliza claramente el lenguaje «hijo de Dios» en referencia a la generación del niño en el vientre de María (Lc 1,35, también vea Mateo 1.18-20). Y por último, hay tres referencias en el Nuevo Testamento para el que gobernaría con una vara de hierro (Salmo 2,9) en Apocalipsis 2,27; 12,5; 19.15. Es, sin duda, que los primeros cristianos leyeron el Salmo 2, como el destino de Jesús, el que ellos creían que era el Mesías. De hecho, hay un texto del Nuevo Testamento que reúne dos de estas profecías (1 Crónicas 17 y el Salmo 2) y se aplica luego a Jesús:

Hebreos 1,5

Por cuál de los ángeles dijo Dios jamás: «Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado»? Y de nuevo, «Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo»?

El contexto de este verso es que el autor de Hebreos está demostrando que el hijo de Dios (Jesús) es superior a los ángeles porque los ángeles no se les dio estas promesas. La primera cita, «Tú eres mi hijo…», es el Salmo 2.7 y la segunda cita: «Voy a ser padre …», es de 1 Crónicas 17.13 (o 2 Sam 7,14 el pasaje paralelo). En Jesús de Nazaret, el Hijo verdadero de Dios, se reúnen dos de estas profecías del reino.

Sin embargo, todavía hay un importante conjunto de preguntas que necesitan ser hechas: «¿Cuándo realmente Jesús realmente regirá a las naciones con una vara de hierro? ¿Cuándo se sienta en el trono de David en Sión (Jerusalén)? ¿Cuándo se heredan los confines de la tierra como su posesión? ¿Cuándo se ha de establecer el reino de Dios para siempre? «La respuesta es que iba a hacer estas cosas- cumpliría su destino-en su venida. Cuando Jesús venga en gloria él cumplirá todas estas profecías y marcará el comienzo de la era mesiánica. En la famosa profecía de las ovejas y las cabras, podemos ver como será su venida. Por último, se sentará en su trono y juzgará al mundo con justicia!

Mateo 25.31-34, 41, 46

31 «Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. 32 «Todas las naciones serán reunidas delante de él, y él separará a los unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras; 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 «Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo … 41″ Entonces dirá también a los de su izquierda, «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que se ha preparado para el diablo y sus ángeles … 46» irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. «

HISTORIAS DE ULTRATUMBA: EL PASTOR CHARLES RUSSELL Y EL JUEZ JOSEPH F. RUTHERFORD CONVERSAN AMENAMENTE EN EL GEHENNA

El Pastor Charles Taze Russell se encuentra en el infierno con el juez Joseph F Rutherford después de sus muertes para hacer un recuento de sus vidas como presidentes de la Sociedad Watchtower y analizar los motivos que los llevaron al gehenna como castigo de Dios.

Fuente:

www.lavasori.wordpress.com

 

PALESTINOS: JERUSALÉN SERÁ NUESTRA

El líder palestino “moderado” Mahmoud Abbas reiteró el jueves que nunca harán la paz con Israel a menos que se garantice el control soberano sobre la mitad oriental de Jerusalén.

En una entrevista con una la estación de televisión rusa en idioma árabe, Abbas dijo que los palestinos no aceptarían el compromiso de establecer su capital en Abu Dis, un pueblo en las afueras del este de Jerusalén que ya está bajo control palestino.

Anteriores administraciones norteamericanas han tratado de convencer a los palestinos para establecer su capital en Abu Dis, que para todos los efectos, forma parte de la Gran Jerusalén, e incluso ayudaron a construir un edificio del parlamento allí.

Pero Abbas insistió en que todas las áreas de la ciudad santa, que hasta 1967 estaban bajo ocupación ilegal jordana deben regresar a la dominación árabe, incluidos los diversos barrios donde decenas de miles de Judios viven hoy en día y la Ciudad Vieja, que alberga el Monte del Templo.

Abbas fue firme en que él ni siquiera hablará con los israelíes hasta que una congelación plena y completa sobre la construcción judía en Jerusalén oriental se llevara a cabo.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sostiene que Jerusalén no será nunca más dividida, y la gran mayoría de los israelíes apoyan esa posición.

Fuente:

Israel Today

«NUEVOS CIELOS Y NUEVA TIERRA»: ¿QUÉ SIGNIFICA REALMENTE?

1).- la creencia popular sobre el Futuro de la Tierra

Una creencia popular cristiana es la destrucción de la tierra y de  los fieles que son tomados y que se les entrega una nueva morada eterna, cuando el Mesías retorna a la tierra. Este concepto de la destrucción de la tierra presenta contradicciones en la Biblia. Sería de esperar que no deba haber contradicciones en la palabra inspirada de Dios. Esta contradicción tiene su origen en la segunda epístola de Pedro, que establece lo siguiente.

«Los elementos (que) se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.» (2 Pedro 3:10)

Detalles del Antiguo Testamento sobre el destino de la Tierra

En contraste, muchas referencias aparecen en el Antiguo Testamento sobre los últimos días, cuando el Señor juzgará a las naciones desde Jerusalén (Isaías 2:2-4) y tras una gran guerra, el Señor morará en Sión y Judá ‘será habitada para siempre’» (Joel 3:17-20). Los que se quedan de las naciones que lucharon contra Israel «subirán de año en año para adorar a Yahvé» (Zacarías 14:16). Hay muchos otros pasajes que transmiten el mismo mensaje y se nos dice que la tierra permanece para siempre» (Eclesiastés 1:4). Isaías 66 y el libro de Apocalipsis mencionan un ‘cielo nuevo y una tierra nueva’. Al examinar esta cuestión, es esencial que examinemos las apariciones de la utilización de la frase un «cielo nuevo y una tierra nueva» en los registros bíblicos.

2) Nuevo Cielos y una Nueva Tierra como se utiliza en la Biblia

Lo primero que debe examinarse es el uso de la palabra «nuevo» en el Antiguo y Nuevo Testamento.

Isaías 66 se ocupa ampliamente de Jerusalén. Al seguir las palabras del profeta a través de este capítulo, se revela el destino de Israel. Fuera de la tribulación, la opresión y el conflicto, Jerusalén se levantará de nuevo. El profeta habla de la ira de Yahvé siendo derramada.

«Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego, y con sus carros como un torbellino, para descargar su ira con furor, y la reprensión con llama de fuego.» (Isa.66: 15)

Entonces, el Señor usará «fuego» y la «espada» para pelear con toda carne y habrá muchos muertos. Tenemos aquí un conflicto de gran envergadura contra las naciones, que son sometidas. No hay una completa aniquilación de la población, como el capítulo prosigue para demostrar que habrá culto establecido en Jerusalén.

«Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en utensilios limpios a la casa de Jehová” (Isaías 66:20)

Es aquí que el profeta se refiere a los nuevos cielos y la nueva tierra, en Isaías 66:22.

«Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago, permanecen delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. De una luna nueva a otra, y de sábado en sábado, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Jehová. «

«Nuevo»: como una nueva renovación y cambio

Nótese que aquí hay una referencia a toda «carne», lo que sugiere un estado mortal de la humanidad. Lunas Nuevas y Sábados indican una relación con el mundo como la conocemos. También tenemos referencias aquí a Jerusalén, la montaña, la casa y toda ‘carne’. Hay un juicio de fuego, pero no hay ninguna mención de la tierra siendo destruida.

La palabra «nuevo» en el Antiguo Testamento se utiliza en el sentido de reconstrucción o renovación. Su significado se obtiene de la concordancia. (Strong: las palabras provienen de 2319 y 2318)

La aparición de la palabra en el Apocalipsis en ‘nuevos cielos’ y una ‘ tierra nueva’ se relaciona con «frescura» (Strong 2537). Su uso en el Nuevo Testamento es más estrechamente relacionado con los ‘cambios’ y no una creación de algo diferente. Tenemos que examinar el uso de esta palabra en su contexto. Algunos ejemplos son los siguientes:

En Mateo 26:28 leemos que «esto es mi sangre del Nuevo Pacto.» Ha habido un cambio de la Ley de Moisés a la Ley del Mesías. Esto significó un cambio en el modo de culto, como el Ungido había cumplido con todos los aspectos del sacrificio de la ley.

En 2 Corintios 5:17, leemos: «Por lo tanto, si alguno está en Cristo (el Ungido) es una nueva criatura.» Esto de ninguna manera apoya la destrucción de la persona, sino un cambio en la actitud de la persona, la fidelidad y su forma de vida.

Efesios 4:24 transmite el mismo mensaje cuando se dice «vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en justicia y  verdadera santidad.» Una vez más, el hombre físicamente aparece el mismo, pero la transformación es de nuevo en su modo de vida.

Hebreos 9:15 se refiere a los cambios que fueron puestos en marcha por la crucifixión del Mesías. El antiguo pacto fue sustituido por un nuevo pacto, que se basa en los principios de la Antigua Alianza, que fue la Ley de Moisés, y que a su vez se basaba en el pacto de Abraham. La obra del Mesías no se puede entender que no sea a la luz de la Ley de Moisés. Es aquí donde vemos un cambio, que se basa en los principios divinos establecidos anteriormente. «Y por esta causa el es el mediador del Nuevo Testamento.

La frase ‘Cielos y Tierra’ usada en sentido figurado

El uso de ‘los cielos y la tierra’ en la Biblia a menudo es figurativo y se utiliza metafóricamente. 

En Isaías 1:2 leemos: «Oíd, cielos, y escucha tú, tierra». Isaías se dirige a los gobernantes (el cielo) y los gobernados (la tierra). Esto se ve en Isa.1: 10. Esta forma de dirección se utiliza a menudo cuando Yawheh está hablando y amonestando al pueblo de Israel. En este caso, como en otros lugares, las palabras están dirigidas a los gobernantes y el pueblo de Israel. El siguiente es otro ejemplo en donde la nación de Israel está siendo dirigida y se utiliza un lenguaje metafórico, con los gobernantes representados como el cielo y el pueblo como la tierra. 

«Escucha, oh cielos, y hablaré; y escucha tierra, las palabras de mi boca». (Deuteronomio 32:1) 

Simbólicamente, las estrellas y la luna se utilizan a menudo para representar a los gobernantes en la Biblia. Un interesante y, a menudo mal entendido caso se encuentra en Isaías 14:4. Isaías introduce el tema siendo abordado en los siguientes versículos. 

«Toma este proverbio contra el rey de Babilonia, y di, ¿Cómo ha cesado el opresor!»

El rey de Babilonia es la persona que está siendo amonestada. Su poder se ha roto y ha caído de su posición de fuerza y dominación. En el lenguaje figurativo se representa como una estrella caída.

«Descendió al Seol tu soberbia… ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitas a las naciones. «(Isaías 14: 11-12)

El rey de Babilonia, había oprimido a muchas naciones y había sido un gobernante fuerte y poderoso de su época. El término Lucifer es una palabra que significa ‘estrella de día’. Era un símbolo que denota su poder y autoridad. La palabra 1966 de la concordancia de Strong se relaciona con la palabra 1984 de Strong. Se traduce indistintamente como brillo o gloria, hacer un show, jactarse y de ahí ser tonto. Un ejemplo se da en Jeremías 9:23 con la palabra traducida como ‘gloria’.

«No se gloríe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se gloríe el valiente, ni el rico se gloríe en sus riquezas.»

El rey de Babilonia se había gloriado de su poder y como resultado fue cortado y cayó del poder. Este es un ejemplo de la utilización de los símbolos de las estrellas para representar a los hombres en el poder en el Antiguo Testamento. Esta simbología se utiliza ampliamente en la Biblia.

3) La Tierra Diseñada para durar

Las referencias de las Escrituras indican que la tierra ha sido diseñada para durar y no fue diseñada para destrucción. Considere cuidadosamente las siguientes referencias y el acuerdo entre los escritores.

Eclesiastés afirma que «La tierra permanece para siempre.» (Eclesiastés 1:4)

En Isaías 14:18 la intención del creador, es declarado como: «Él no la creó en vano, sino que la formó para ser habitada.»

Y Números 14:21 declara que, «Toda la tierra será llenada de su gloria.»

Yahweh tiene un propósito con esta tierra y con la humanidad y no parece haber ninguna evidencia en los registros escritos que sugiera que la tierra será destruida.

Cuando el salmista observó el mundo que le rodea, declaró, «El cielo y la tierra manifiestan la obra de sus manos». No nos sorprenden las maravillas de la creación? Para nuestros propios ojos las maravillas de la creación deben reflejar su perfección en las cosas naturales que nos rodean y las complejidades de la planta más pequeña o criatura. ¿Por qué tanta magnificencia será destruida? Se nos dice que el león y el cordero se echarán juntos y las tierras secas volverán a florecer y ser productivas. «El yermo se gozará y florecerá como la rosa, es un pasaje bien conocido que representa la regeneración de las tierras secas en esta esfera. (Isaías 35:1)

Considere también la inundación de los tiempos de Noé y la promesa en Génesis 8:21.

 “No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho».

¿Vamos a creer esta promesa? El arco iris se presenta como una señal de este compromiso antiguo, incluso para nosotros hoy. Mateo 24:37-39, nos advierte que nuestra civilización actual se enfrenta a una crisis similar a la de los días de Noé, y se nos ha dado la seguridad de que el Señor nunca más volvería a destruir a la humanidad por completo. Si la tierra iba a ser destruida, ¿cómo se sostendría esta promesa y la promesa de que la tierra se llenará de la gloria de Yahweh?

La tierra permanece para siempre. (Eclesiastés 1:4)

Predicción de Pedro Examinado

Pedro se refiere al diluvio en 2 Pedro. 3:6 y lo compara con el mundo como que perece o  es destruido.

«Por el cual el mundo que era entonces, siendo anegado en agua pereció.

 Sabemos que la tierra no pereció, se mantuvo. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra física. La tierra sigue siendo literal. Pedro también declara lo siguiente.

«los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos se fundirán, la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.» (2 Ped.3:10).

La palabra ‘quemadas’ viene del griego ‘quemar hasta el suelo. El N.V.I Traduce este versículo de la siguiente manera: «Los cielos pasarán con grande estruendo, los elementos serán destruidos por el fuego y la tierra y todo lo que en ella hay serán quemados.»

Esta traducción no sugiere que la tierra misma será quemada. En 2 Ped.2: 5, Pedro establece que ‘no perdonó al mundo antiguo’. Pedro está aquí refiriéndose a la época del diluvio. Fue la civilización que fue destruida, no la tierra. Los ‘elementos’ que Pedro habla se refieren a «los rudimentos y preceptos», como en Colosenses 2:20.

‘Pues si sois muertos con Cristo cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué como si vivieseis al mundo, os sometéis á ordenanzas «

Esto se refiere a la eliminación de las ordenanzas actuales y de la civilización y no prueba que Pedro cree que la tierra será destruida. La misma idea y la misma palabra se producen en Gálatas 4:3.

«Así también nosotros, cuando éramos niños, éramos siervos bajo los elementos del mundo.»

La palabra se utiliza de nuevo en el versículo 9, ‘¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir?

Estos ‘elementos’ particulares no son cosas físicas o cosas tangibles, sino que son los aspectos sociales e ideológicos, y las leyes del mundo civilizado.

2 Pedro 3:7 indica que ‘los cielos y la tierra están ahora … reservados para fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.»

Esta es una situación muy similar a la descrita en Isaías 66 de la que se hizo referencia anteriormente. La explicación más lógica para este verso es que los cielos y la tierra representan los gobernantes y el pueblo. Ellos son los que serán juzgados, no el cielo y la tierra física.

Los  cielos y la tierra representan a los gobernantes y a la gente que serán renovados

Pedro estaba familiarizado con las Escrituras del Antiguo Testamento y la simbología utilizada. Este versículo sigue directamente de donde se dice que ‘el mundo … pereció’ en el tiempo del diluvio. Sería una transición lógica para el siguiente verso y el juicio del último día que vendrá sobre la humanidad. Una vez más es el «Kosmos» o la sociedad como lo conocemos que se hace referencia, y, son las instituciones sociales del mundo que serán destruidas y cambiadas, pero la tierra permanecerá, como ocurrió en el tiempo de Noé.

Isaías está totalmente de acuerdo con Habacuc 2:14 y Números 14:21, cuando dice:

‘Ellos no dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Yahvé, como las aguas cubren el mar. (Isaías 11:9)».

 

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¿UN PODEROSO REY SIN REINO?

Me pregunto, estimados fans:

¿Cómo pudo Israel (no todos) haber perdido la venida de su Mesías? Jesús cumplió muchas profecías e hizo numerosos milagros por los cuales ellos mismos tenían que confesar que, «ningún hombre puede hacer estas cosas si no está Dios con él» (Juan 3:2). Su lamento será legendario (Lucas 13:28-29).

Si la nación judía de entonces rechazó a su Mesías y su mensaje, nosotros podríamos decir igualmente que hoy los evangélicos (no todos) han rechazado el mensaje central del Mesías. ¿Es esta una afirmación injusta y antojadiza?

En su libro, crecimiento de la Iglesia y el Evangelio Completo, el gurú de crecimiento de la iglesia, Peter Wagner, cita a George Eldon Ladd, como diciendo, «la investigación moderna es bastante unánime en la opinión de que el Reino de Dios fue el mensaje central de Jesús.» Wagner luego medita, «Si esto es cierto, y no conozco ninguna razón para discutirlo, no puedo dejar de preguntarme en voz alta por qué no he oído hablar más sobre éste en los treinta años que he sido un cristiano. Ciertamente, he leído sobre él lo suficiente en la Biblia. Mateo menciona 52 veces el reino, Marcos 19 veces, Lucas 44 veces y Juan 4. . . . Ahora me doy cuenta de que yo nunca he predicado un sermón sobre esto. «Hmmmm».

Sir Anthony Buzzard, BT., MA (Oxon), MA J; subraya lo siguiente: «Aunque ellos (los actuales evangelistas) siguen utilizando su nombre, no obstante ellos no reflejan su tema central – el Reino de Dios».

El teologo alemán del siglo XIX, Richard Rothe, dijo: «Nuestro propósito es mostrar que la llave perdida que abre el mensaje de Jesús, y en realidad toda la Biblia, es el Reino de Dios. La llave, sin embargo, será ineficaz si ésta está deformada. Para dar sentido a lo que enseñó Jesús, debemos entender el término ‘Reino de Dios’, tal como él lo entendía. Si separamos el Reino de Dios de su contexto judío bíblico y le adjuntamos un nuevo sentido, vamos a crear una versión distorsionada del cristianismo en su mismo núcleo».

Está bien presentar a a Jesús como Rey, pero él parece ser un rey sin un reino. Su Reino, se dice, está en «nuestros corazones». Si bien esto puede tener sentido como una metáfora, no es el reino descrito en la Biblia. La verdad es que Jesús reinará sobre Israel y el mundo…¡no en nosotros! Su trono estará en Jerusalén, «la ciudad del gran Rey» (Sal.48:2, Mt.5: 32). Tenemos esto reafirmado por Dios desde que Jesús nació. El ángel le dice a María, «El Señor Dios le dará el trono de David su padre…» (Lc 1:32).

Su dominio no se limita a las fronteras de la época del rey David. Proféticamente el mismo David escribe: «He puesto mi rey sobre Sion (Jerusalén), mi santo monte… Tú eres mi Hijo;… Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y los confines de la tierra como tú posesión! «(Sal.2: 6, 8).  

Este es el gran evento por el que se mueve toda la historia. ¿Qué tan cerca está «su manifestación y su reino» (2Tim.4: 8)? «El sumo sacerdote le dijo. . . Dinos si tú eres el Cristo (Mesías), el Hijo de Dios «.» Sí, es como tú dices, contestó Jesús». Pero yo os digo a todos ustedes: En el futuro, verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo «(Mateo 26:63-64). Para aquellos que están buscando» su venida y el reino «, este será sólo el comienzo de la gloria!

¿Cómo no pudo Israel haber creído en él? ¿Y tú?

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¿ES EL CIELO EL PREMIO DE LOS CRISTIANOS?

Jesús se fue al cielo después de su resurrección. Le seguiremos también los Cristianos cuando muramos?

Afortunadamente, es la decisión de Dios, no nuestra, si nosotros, nuestras mascotas, o cualquier otra cosa, va al cielo o no! Pero, ¿qué quería decir Jesús cuando dijo:

«Gozaos y alegraos; porque vuestra merced es grande en los cielos:…» (Mateo 5:12)

Después de su ministerio durante cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo a la vista de todos los que estaban allí observando. De hecho, se nos dice que el cielo debe recibirlo, hasta el momento de la restitución de todas las cosas (Hechos 3:21).

El hecho de que Jesús resucitó de los muertos y subió al cielo, es incuestionable en la creencia de la mayoría de los cristianos. Es también el entendimiento común de la mayoría de los cristianos profesos que también subirá al cielo después de terminar su vida aquí en la tierra. Esta enseña y creencia aceptada ha existido por siglos, incluso milenios. Pocos cuestionan su validez.

Pero, ¿Enseña la Biblia que la recompensa de los salvos es pasar la eternidad en el cielo?

Casi todo el mundo está familiarizado con la oración del Señor y puede recitarla de memoria. En la oración encontramos una interesante declaración que la mayoría no entiende su significado. Dice: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo» (Mt 6, 10). La mayoría no entienden lo que están pidiendo, cuando se ponen a decir la oración! Estamos pidiendo que el reino de Dios venga a esta tierra y que se haga su voluntad aquí, ya que se está haciendo ahora en el cielo.

Pedro aborda a una gran multitud en el día de Pentecostés, justo después de que el Espíritu Santo fue dado, y dijo: «Varones hermanos, quiero hablaros libremente del patriarca David, que está muerto y enterrado …. Porque David no subió a los cielos … » (Hechos 2:29,34). Las Escrituras nos dicen que David era un hombre conforme al corazón de Dios. Sin embargo, Pedro nos dice que él no había ascendido a los cielos, incluso después de que Cristo fue resucitado y había vuelto al cielo, «había pasado a los cielos».

Una herencia terrenal

¿Te has preguntado por qué Jesús dijo: «Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra» (Mt 5:5)? Los mansos heredarán la tierra, mientras que otros van a heredar el cielo? No, porque Dios no hace acepción de personas. En Romanos 4:13, donde el apóstol Pablo se está ocupando del tema de la salvación por la fe en lugar de las obras, escribió, «Porque no por la ley fué dada la promesa á Abraham ó á su simiente, que sería heredero del mundo (toda la tierra), sino por la justicia de la fe». ¿Te diste cuenta lo que Pablo dice aquí? Abraham y su descendencia han de ser los herederos del mundo!

Observa qué otra cosa dice el apóstol Pablo acerca de esta promesa. «A Abraham ya su descendencia fueron hechas las promesas. No dice: Y a las simientes, como de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, que es Cristo» (Gálatas 3:16). De esto debemos concluir que la promesa de ser heredero del mundo fue dada a Abraham y Cristo. ¿Dónde nos deja esto?

Pablo también responde a esa pregunta. «El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios: Y si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos con Cristo» (Romanos 8:16-17). A través del Espíritu de Dios, nosotros pasamos a ser hijos e hijas de Dios (Romanos 8:15). Después de ser adoptados en la familia de Dios, nos convertimos en los herederos de Dios y coherederos con Cristo. Pero Cristo es el heredero de la tierra y nosotros somos coherederos con él, entonces también vamos a heredar la tierra. Es por eso que Jesús dijo que los mansos heredarán la tierra.

El comentario de Jesús de que algún día los mansos heredarán la tierra no era una nueva doctrina. Se acaba de confirmar en Mateo 5:5 lo que las Escrituras del Antiguo Testamento ya habían dicho en el Salmo 37:11. De nuevo en el Salmo 37:22, se reitera que el mensaje, «Porque los benditos de él heredarán la tierra.»

Parece difícil para muchas personas aceptar que Dios estableciera su reino en esta tierra. La Tierra se está deteriorando a un ritmo alarmante. Los recursos naturales se están agotando rápidamente. La naturaleza humana tiene poco respeto por Dios o sus leyes. Por lo tanto, la aniquilación total por las guerras nucleares en una fecha futura, parece muy posible. Sin embargo, la Biblia nos dice que «La creación aguarda la manifestación de los hijos de Dios… porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de la corrupción» (Romanos 8:19, 21).

El libro de Apocalipsis revela que los reinos de este mundo se conviertan en los reinos de nuestro Señor y de su Cristo, y que él reinará por los siglos (Apocalipsis 11:15). Los que son de Cristo reinarán con él, porque está escrito que «… nos ha hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra» (Ap. 5: 10).

Entonces, ¿qué está «en el cielo»?

«una herencia incorruptible, y sin mácula, e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros… para ser revelada en el último tiempo …. en la revelación de Jesucristo» (1 Pedro 1:4-7 ).

«Y he aquí, yo vengo pronto, y mi galardón está conmigo …» (Apocalipsis 22:12).

Nuestra recompensa es la promesa de Dios para nosotros de la vida eterna con Jesús. Cuando Jesús dijo: «la recompensa está en el cielo» (Mateo 5:12), la promesa todavía estaba con Dios en el Cielo. Pero cuando Cristo regrese, serán levantados los muertos en Cristo (I Tes. 4:16) y, a continuación vamos a estar «siempre con el Señor», luego «donde es él estará también estaremos nosotros». ¿Y dónde estará él? «Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera como le habéis visto ir al cielo» (Hechos 1:2). Jesús subió en las nubes del cielo. Él volverá con las nubes del cielo. Y sus pies se posarán en ese día en el Monte de los Olivos, en las afueras de Jerusalén (Zac.14: 1). Es la promesa de Dios, nuestra recompensa, que vamos a estar allí! Así que nuestra recompensa está ahora con Dios en el cielo, pero Jesús lo traerá con él, y nos la dará en esta tierra!

Realidad utópica

El profeta Isaías (alrededor de 700 aC) profetizó de este tiempo futuro cuando escribió: «Y vendrá a pasar en los últimos días, que la montaña del [gobierno] de la casa del Señor será asentada en la cima de las montañas, [sobre los gobiernos de todo el mundo], y será exaltado sobre los collados, y todas las naciones fluirán en él. Y vendrán muchos pueblos y dirán: Venid, y subamos al monte del Señor, a la casa de la Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas porque de Sión saldrá la ley, y la palabra del Señor de Jerusalén «(Isaías 2:2-3).

Isaías, sigue escribiendo sobre este tiempo utópico, declarando: «No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento del Señor, como las aguas cubren el mar» (Isaías 11:9) . Este pasaje indica claramente que este tiempo de la utopía estará aquí en la tierra. Sin embargo, muchos erróneamente enseñan que será en el cielo.

Zacarías, otro profeta que profetizaron de la venida del reino de Dios, escribió: «Y Jehová será rey sobre toda la tierra: en aquel día habrá un solo Señor, y uno su nombre» (Zacarías 14:9).

La Biblia claramente enseña que el reino se establecerá sobre la tierra. Los relatos del Evangelio hablan de él como el «Reino de los cielos», y como el «Reino de Dios». La palabra «de» es una preposición que indica la «asociación» o propiedad, y no indica dónde estará. Los Evangelios no dicen “el Reino en los cielos, sino más bien, el «Reino de los cielos.»

Por ejemplo, si una persona de los Estados Unidos de América se encuentra de visita en Inglaterra y le dice a alguien que es un «ciudadano de los Estados Unidos», sabrían que la persona que está en Inglaterra todavía es de los EE.UU. Asimismo, el «Reino de Dios «o» Reino de los cielos» es de Dios y del cielo, aunque estará en la tierra.

Sí, es cierto que después de ministrar por cuarenta días después de su resurrección, Jesús ascendió al cielo. Pero también debemos recordar que mientras los discípulos de Jesús lo vieron subir al cielo, dos hombres se pusieron junto a ellos vestidos de blanco, diciendo: «Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de igual manera como le habéis visto ir en el cielo «(Hechos 1:11).

De hecho Zacarías (14:14) afirma el Señor cuando vuelva se parará en aquel día en el Monte de los Olivos – un lugar físico real y ciertamente no en el cielo!

Jesús está preparando ahora para cada santo, un «lugar» – una posición de liderazgo – en su Reino que viene. La razón, dijo, es «… para que donde estoy yo estéis también vosotros» (Juan 14:1-3), es decir, aquí en la tierra! Como Juan también lo registró «reinaremos [con él] en la tierra» (Apocalipsis 5:10. 20:6).

Cuando Jesús vuelva – como él predijo claramente que lo haría – será para establecer el reino de Dios aquí en la tierra. Será un reino que no será destruido (Daniel 7:13-14). Si usted confía en ir al cielo – seguramente lo va a extrañar!

LA VERDAD BÍBLICA ACERCA DE…EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA

Para muchos que de repente sienten interés en la Biblia, les toma por sorpresa descubrir que hubo un reino de Dios en la tierra en el pasado y que ese reino estaba administrado por gobernantes mortales.

Cuando Moisés sacó a los hijos de Israel de Egipto, el Padre les prometió que si obedecían su voluntad, «Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra […], te confirmará Jehová por pueblo santo suyo» (Deuteronomio 28:1, 9). Que el Padre mantuvo su promesa, está bien corroborado por la Escritura y la historia, e Israel llegó a ser el reino de Dios, tal como lo muestran claramente los siguientes pasajes de la Escritura:

1 Crónicas 29:23 – «Y se sentó Salomón POR REY EN EL TRONO DE JEHOVÁ en lugar de David su padre».

2 Crónicas 9:8 – «Bendito sea Jehová tu Dios, el cual se ha agradado de ti [Salomón] PARA PONERTE SOBRE SU TRONO COMO REY PARA JEHOVÁ TU DIOS».

Ese reino llegó a su término en el año 588 a.C. por causa de su iniquidad, cuando Nabucodonosor, Rey de Babilonia, tomó cautivo a su último rey, mató a sus hijos delante de él y a él le sacó los ojos.

EL REINO SE HA DE REESTABLECER

Como ya ha habido un reino de Dios en la tierra, hombres de fe en nuestros días se han convencidos por ciertas palabras proféticas como las de Jeremías 3:17 – «En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: TRONO DE JEHOVÁ», que el Padre reestablecerá su reino en la tierra, tal como lo prometió a Daniel: «Y en los días de estos reyes [en los últimos días] el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido […]; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre» (Daniel 2:44).

El Señor Jesús fue muy preciso al confirmar la promesa que fue hecha al profeta Daniel, puesto que instruyó al apóstol Juan a escribir proféticamente: «Los reinos del MUNDO han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo» (Apocalipsis 11:15). Que los judíos de Israel, en los días de nuestro Señor Jesús sabían que el reino había de reestablecerse, no puede haber duda, porque los discípulos consultaron al Señor Jesús sobre ese punto, preguntando: «Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?» (Hechos 1:6).

¿UN REINO EN LA TIERRA O EN EL CIELO?

En ningún pasaje de la Biblia hay alguna promesa de que el reino de Dios se reestablecerá en el cielo. En cambio, el Señor Jesucristo es enfático al declarar que el reino estará en la tierra. En cierta ocasión instruyó al apóstol Juan para que escribiera en Apocalipsis 5:10 una descripción de los ‘redimidos’: «Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra». La palabra «nos» se refiere a la misma gente de la que habla el profeta Daniel en Daniel 7:27 donde él también habla de los redimidos: «Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos DEBAJO DE TODO EL CIELO, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán». No sólo eso, sino que Jesús tuvo cuidado de enseñar: «Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad» (Mateo 5:5). La Escritura no nos deja en duda de que el futuro reino estará en la tierra.

¿QUÉ CIUDAD SERÁ SU CAPITAL?

Las ciudades famosas del género humano han sido Babilonia, Roma, Londres, Nueva York, y Moscú, pero la Biblia no las menciona como las ciudades importantes del futuro. En cambio, la única ciudad significativa que se menciona como la fuente futura de todo el poder y fuerza gobernante es Jerusalén. El profeta miqueas escribió por inspiración divina: «Fortaleza de la hija de Sión, hasta ti vendrá […] el reino» (Miqueas 4:8). Y en el mismo capítulo Miqueas escribe acerca del futuro, diciendo: «En los postreros tiempos […] vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová […]; porque de Sión saldrá la ley, y de JERUSALÉN la palabra de Jehová» (Miqueas 4:1-2).

El profeta Ezequiel confirma las palabras de Miqueas porque él escribió según las instrucciones del Señor: «Hijo de hombre, este es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre» (Ezequiel 43:7). Cuando Ezequiel escribió estas palabras, él estaba hablando de la casa de oración para todas las naciones que se ha de construir en Jerusalén.

El profeta Isaías, escribiendo 700 años antes de los días del Señor Jesús, previó un tiempo cuando la iniquidad de Israel había llegado a su término y él escribe: «Cuando Jehová de los ejércitos reine en el monte de Sión y en Jerusalén» (Isaías 24:23). Con tan abrumadora evidencia ya presentada, no puede haber duda de que el venidero reino de Dios se reestablecerá en la tierra, y estará centrado en Israel, y el Señor Jesús, ya regresado, reinará desde la futura y nueva capital del mundo, Jerusalén. Jeremías escribe acerca de Jerusalén: «Todas las naciones vendrán a ella» (Jeremías 3:17), y el rey David escribió: «Al monte que deseó Dios para su morada. Ciertamente Jehová habitará en él para siempre» (Salmos 68:16), en tanto que el profeta Joel escribe: «Porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación» (Joel 2:32). El profeta Zacarías añade: «Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén» (Zacarías 8:22).

¿CUÁNDO SUCEDERÁ TODO ESTO?

Cuando los discípulos hicieron esta pregunta al Señor Jesús, esta fu su respuesta: «No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad» (Hechos 1:7). En otro pasaje el Señor Jesús nos asegura que ni siquiera él sabe la fecha y el tiempo del reestablecimiento del reino (Mateo 24:36), PERO el profeta Amós asegura a sus lectores que el Señor NO HARÍA NADA «sin que revele su secreto a sus siervos los profetas» (Amós 3:7).

Por lo tanto, se nos asegura que hay ciertas indicaciones en la Biblia acerca de los tiempos del cumplimiento de todas las promesas del Padre. Una cosa que tenemos que recordar es que NO puede haber ningún reino de Dios en la tierra hasta que el Señor Jesús regrese para establecerlo, y no es coincidencia que el rey David, el salmista, escribiera: «Por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto» (Salmos 102:16). Estamos viendo que esto sucede delante de nuestros propios ojos como el pueblo de Dios, los judíos, regresan a su tierra para reconstruir y replantar la tierra. El primer paso ya ha sido dado y pronto el Señor Jesús «con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo» (1 Tesalonicenses 4:16).

La ‘reconstitución de Sión’ ha necesitado el regreso de Israel desde los cuatro rincones del mundo, y en los últimos 100 años, más de cuatro millones de judíos han sido dirigidos a regresar a su antigua tierra, en preparación para el reestablecimiento del reino de Dios en la tierra.

Todo hombre y mujer está invitado a ser parte del futuro reino, el cual ‘desmenuzará y consumirá a todos los reinos’. La promesa de la Biblia es vida eterna en un mundo renovado. Qué necios seríamos de ignorarla cuando se ofrece gratuitamente.

 

MIGUEL SERVET – LA TRINIDAD O LA HOGUERA

En el incontenible río del tiempo, ha de haber, así lo imagino esta apacible tarde del verano de fines de los noventa, un lento flujo en las orillas y una rápida corriente en su centro. Esta última es la fragorosa sucesión de causas y efectos cotidianos, el pecado de la tarde es la sudorosa pesadilla de esa misma noche. El otro, de más lento retorno, más denso, es el que origina la historia. Es el que urde en puntadas de siglos la causa intrascendente de hoy con el efecto devastador que espantados hombres asumirán dentro de tres o cuatro generaciones. 

Así, cuando el año del Señor de 325 los obispos del Concilio de Nicea iniciaron la doctrina de la Trinidad, el credo niceno, estaban enviando secretamente en 1553 a Miguel de Servet a su hoguera. En esta trama transecular un Jean Cauvin, alias Calvino, habrá sido mero servidor, sino mínimo reflejo, de un relámpago iniciado doce siglos antes. 

Miguel de Servet, el hereje de Huesca, no quiso ser parte de ese flujo lento y cenagoso que atravesaba los siglos, y declaró su rebeldía a ese dios tricéfalo, tricorporeo o tríptico del que no hablaban los textos sagrados. Condenado por los católicos, fue arrestado, enjuiciado y ejecutado por los calvinistas. El castigo, la quema lenta. 

Indago por su vida, hechos y fechas en mi biblioteca, cuatro volúmenes lo detentan y lo eximen de un posible olvido. El hombre que a los veinte años publicó su DE TRINITATIS ERRORIBUS, para sacar a la luz el error de esta invención monstruosa, la cita es de Borges, merece ocho líneas en la PEARS’CYCLOPEDIA de 1930, doce en el DICCIONARIO ENCICLOPEDICO ILUSTRADO SOPENA de 1980, un pequeño párrafo de tres miserables líneas en PROVIDENCIA DE DIOS de Quevedo, escrito en 1700, y una página en el MANKIND’S SEARCH FOR GOOD de la Watchtower Bible and Tract Society of Pennsylvania, publicado en 1990. 

Su biografía según estos primitivos textos es simple en cifras, vio la primera luz del día en Villanueva de Sigena, Huesca, España en 1511, la Pears quiere que sea 1512, y vio la ultima luz, la de su hoguera, en Champel, Ginebra, Suiza, el año 1553.

Fue un humanista, geógrafo, astrónomo, filosofo, teólogo, abogado y medico, el latín y el griego no le eran ajenos, la historia de las ciencias le atribuye las primeras ideas sobre la circulación de la sangre, era un hombre de su época, el Renacimiento. Fue con su obra escrita, APOLOGETICA DISCEPTATIO PRO ASTROLOGIA, DIALOGORUM DE TRINITATE, CRISTIANISMI RESTITUTIO y la ya mencionada DE TRINITATIS ERRORIBUS que logró encontrar el camino a la hoguera. 

Sus hechos, como todas las realidades humanas son más simples, se opuso públicamente a la doctrina teológica de la Trinidad, argumentando “que no se halla en las Escrituras, y sólo parece perpetuar un error filosófico”, la declaró inentendible, imposible por la misma naturaleza de las cosas e incluso la consideró una blasfemia. La Santa Iglesia Católica lo apresó y sentenció a muerte. Logró escapar del abrazo de la Santa Madre Universal para más tarde, por instigación de Calvino, hijo extraviado de aquella, volver a ser arrestado y enviado final y fatalmente a su hoguera. 

Quevedo lo cita para advertencia de un posible lector dudoso de la Trinidad que Servet fue quemado vivo por igual pecado por el “abominable hereje” Calvino, (anagrama de Luciano, otro hereje), avisa así al lector incrédulo que sus ideas son condenadas hasta por los heresiarcas.

La PEARS’CYCLOPEDIA dedica nueve líneas a John Calvin, pero en ellas no cita a Michael Servetus, en las ocho líneas dedicadas a éste, Calvino esta citado dos veces. Extrañamente, la biografía de una víctima debe incluir específicamente a su victimario, la de un asesino; en cambio, no precisa la inclusión de su víctima más notable.

Acaso paradójicamente, el librito de la Watchtower, de la ortodoxa secta de los Testigos de Adonaì, (el respeto a la antigua tradición de los Solferim, copistas judíos de los textos sagrados, me impide escribir el verdadero NOMBRE) es el que dedica más espacio a Serveto, incluye un grabado de su rostro y otro del triste semblante de Juan Calvino. El lector, como es lógico, tenderá a ver más cerca a Calvino que a Serveto de tales editores.

El Concilio de Tolosa, en 1229, solucionó la controversia de la Trinidad, obviando argumentos teológicos y doctrinales que no venían al caso, proscribió sabiamente la posesión de libros bíblicos. Posteriormente el Concilio de Narbona prohibió que los legos poseyeran parte alguna de la Santa Biblia, completando así el convencimiento de la verdad.

Revisando mis libros en la búsqueda (sin éxito por lo demás) de la cita original de Borges sobre la Trinidad, di con la asombrosa frase que Miguel Servet dirigió a sus jueces después de escuchar la condena. Un lector inquisitivo la encontrara al final de la nota fechada en 1933, Arte de Injuriar, incluida en Historia de la Eternidad, publicado en 1953. Acuso entonces un quinto volumen, donde seis líneas corroboran el nombre y la hoguera.

Me pregunto si será este intrascendente manuscrito, que terminó de escribir por mero aburrimiento a cuatro siglos de la hoguera, otro reflejo, mínimo, difuso, ya apenas visible, de aquel relámpago encendido en Nicea. Tal vez cada causa queda titilando en el tiempo (como la luz de aquellas estrellas que aun vemos, a pesar de que el astro formidable que la originó es posible que ya no exista), para ir a cumplirse en un efecto cada cierto tiempo, cuando encuentren sobre la tierra las tinieblas apropiadas.

Fuente:

http://literaturasecreta.blogspot.com

HEBRAÍSMOS (MODISMOS JUDAICOS)

 (Expresiones peculiares de los judíos) 

Compendiado por Dr. Jason Navarro, R.D.

    Los hebraísmos se traducen literalmente al castellano, pero el estudiante serio examinará el significado de ellos para saber cómo se entendían en el lenguaje original.

I. El modismo de filiación, el uso de la palabra «hijo».

    En el Nuevo Testamento muchas personas se llaman «hijos» de alguien o de algo, no en el sentido ordinario de ser descen­dientes, sino para dar énfasis a ciertas características o cuali­dades de su vida y conducta. Ejemplos: Mar. 3:17, «hijos del trueno» (indica su carácter algo tempestuoso); Luc. 10:6, «hijo de paz» (una persona dispuesta a recibir el evangelio); Hech. 4:36, «hijo de consolación» (Bernabé, el exhortador);  Efes. 2:2, «hijos de desobediencia» (esa clase de gente), y en el siguiente versículo, «hijos de ira» (indicando el fin o destino de los tales; compárese «hijo de perdición», Juan 17:12); Mat. 5:45, «para que seáis hijos de vuestro Padre» (imitadores de El, amando tanto a los enemigos como a los amigos); Jn. 8:39, «si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais (serían imita­dores de el); 1 Tes.  5:5, «hijos de luz e hijos del día» (personas con entendimiento que andan en justicia).

II. El modismo de poner lo absoluto por lo relativo, o de hacer comparaciones por medio de negaciones. 

    A. Jn. 6:27, «Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece». Si esta prohibición fuera absoluta, tendríamos que suspender el trabajo que hace­mos para ganar el pan. Pero otros textos requieren tal trabajo (Efes. 4:28; 2 Tes. 3:10), y la Biblia no se contradice. Por lo tanto, reconocemos que Jesús empleó el modismo de poner lo absoluto por lo relativo para dar más énfasis a lo que dijo. Hace una comparación entre dos cosas, para dar énfasis a la cosa más importante, por medio de una negación absoluta de la cosa menos importante. Para entender este modismo, se puede su­plir las palabras, «no solamente» («Trabajad, no solamente por la comida que perece …»), pero debemos reconocer el énfasis del texto.

    B. En 1 Cor. 1:17 Pablo dice, «Pues no me envió Cristo a bau­tizar, sino a predicar el evangelio». Hace una comparación entre su predicación como embajador de Cristo y el acto físico de bautizar (estúdiense los versículos 14-16). Los apóstoles fueron enviados a bautizar; Mateo 28:19 lo dice claramente. Sin embargo, en 1 Cor. 1:17 Pablo habla de bautizar con sus propias manos, cosa que no fue siempre necesaria, puesto que cualquier discípulo puede hacerlo. Pablo mismo fue bautizado por un discípulo llamado Ananías (Hech. 9:17, 18). Pablo em­plea en 1 Cor. 1:17 el modismo de negación para dar énfasis a la predicación apostólica, y para disminuir la importancia de bauti­zar a los corintios con sus propias manos, debido a la carnalidad de éstos. Querían ser seguidores de hombres (1 Cor. 1:12; 3:4). Estúdiese el contexto de 1 Cor. 1:17 y será obvio que Pablo pone lo absoluto por lo relativo. Los que citan este versículo para probar que el bautismo no es necesario para la salvación tuercen las Escrituras. 

    C. Mar. 9:37, Jesús dice, «el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió». Desde luego, uno recibe a Jesús, pero no solamente recibe a Jesús, sino también recibe al Padre. 

    D. Luc. 14:12, 13 Cristo da la siguiente prohibición que en realidad no es una prohibición absoluta, sino la negación de una cosa para dar más importancia a otra cosa: «Cuando hagas co­mida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos … Más cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos…» ¿prohíbe Jesús que invitemos a los parientes y amigos a nuestras casas para una comida? Es un modismo que pone lo absoluto por lo relativo, para afirmar una cosa y dar más fuerza a la afirmación. Una comparación se hace; la negación de una cosa da más im­portancia a la otra. 

    E. 1 Ped. 3:3, 4, «Vuestro atavió no sea el externo de peina­dos ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios». Al­gunos enseñan que Pedro prohíbe el uso de la joyería, espe­cialmente artículos hechos de oro. (Véase también 1 Tim. 2:9, Pablo incluye perlas). Estos textos emplean la expresión «no … sino» para disminuir la importancia del atavió externo, para dar más importancia al adorno interno. Si alguno quiere insistir en que Pedro prohíbe el uso de oro, debe observar que Pedro dice literalmente, «de adornos de oro o de vestir». La palabra «lujosos» no está en el texto original. Compárese la Versión his­pano-americana, «o de vestir lujosamente»; la palabra «lujosamente» se escribe en letra cursiva para indicar que no está en el griego. La Biblia de las Américas dice, «vestidos lu­josos» pero la versión New American Standard Bible, que es la versión inglesa que corresponde a La Biblia de las Américas dice, «putting on of dresses» (vestir vestidos) y no dice «lujosos». Por lo tanto, si el texto debe entenderse como una prohibición absoluta del uso del oro como adorno, entonces queda prohibido también «el vestir». Sin lugar a dudas, todo lo ostentoso y lo lu­joso se condenan, y el atavío interno es el que corresponde a la mujer que profesa piedad, pero debemos «usar bien la palabra» y reconocer que a veces una prohibición que parece ser abso­luta no lo es, porque en algunos textos lo absoluto se pone por lo relativo. «Pedro no prohíbe que las mujeres lleven vestidos y adornos, sino la exhibición de suntuosidad por vía de contraste» (Imágenes verbales en el Nuevo Testamento, por A. T. Robert­son). 

III. Modismos de tiempo. 

    A. La palabra siempre fue usada por los hebreos en sentido limitado y no literal en todo caso. Ex. 12:24, «Guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre». Este texto habla de la pascua, que tuvo su origen en Egipto en la noche en que los israelitas huyeron. Era una fiesta solemne de Israel y duró hasta la muerte de Jesús. La ley de Moisés fue clavada a la cruz (Col. 2:14). Esto indica que las palabras «siempre» y «perpetuo» son sinónimos (compárese Ex. 12:14). Ecles. 1:4, «Generación va, y generación viene; mas la tierra siempre permanece». Los «testigos» citan este texto con fre­cuencia para «probar» que la tierra no será destruida (no ob­stante lo que afirma 2 Ped. 3:10), pero la persona sincera que quiere entender el uso correcto de la palabra «siempre» debe reconocer que la palabra indica todo el tiempo indicado o señalado por los designios de Dios. La prueba de esto se ob­serva en Ex. 12:14, 24, y en el hecho de que la ley acerca de la pascua no está en vigor ahora, ni siquiera para los judíos. 

    B. Una parte de un día se consideraba como un día. Esto se ve en 1 Reyes 12:5 y 12; Gén. 42:17, 18. Esto explica cómo Cristo había de quedar en la tumba por tres días y tres noches (Mat. 12:40; Mar. 8:31; Jn. 2:19), pero que resucitó al tercer día (Luc. 24:46; Hech, 10:40; 1 Cor. 15:4). Es interesante notar que los judíos usaron las dos expresiones en Mat. 27:63, 64. Los ene­migos de Jesús no argumentaron que Jesús no estuvo tres días y tres noches (setenta y dos horas) en el sepulcro, porque para ellos «tres días» o «tercer día» eran expresiones iguales. Al­gunos hermanos han tenido dificultades con este «problema». Algunos han afirmado que Cristo fue crucificado el jueves en lugar del viernes, para probar que estuvo los tres días y tres noches completos en el sepulcro. Esta confusión es el resultado de no reconocer y aceptar el uso de modismos hebreos de tiempo. 

IV. Expresiones peculiares a los idiomas bíblicos. Es necesario estudiar con cuidado algunas expresiones que han sido tropezaderas para los no judíos. 

    A. Ex. 4:21, hablando de Faraón Dios dice, «yo endureceré su corazón»; esto no significa que Faraón era un títere manipu­lado arbitrariamente por Dios, sino que al rebelarse Faraón contra el mandamiento de Dios se endurecía su corazón (Ex. 8:15, 32; 9:34) y Dios se lo permitía.

    B. Mat. 6:13, «no nos metas en tentación» (no permitas que entremos en tentación; véase Mat. 26:46, «Velad y orad, para que no entréis en tentación»).

    C. Luc. 14:26, «y no aborrece a su padre, madre, y mujer, etc.» (amarlos menos que a mí; Mat. 10:37, «El que ama a padre o madre más que a mí …»).

    D. Gál. 5:4, «los que por la ley os justificáis» (no es posible justificarse por la ley, 2:16, sino que algunos intentaron ha­cerlo).

    E. 2 Tes. 2:11, «Dios les envía un poder engañoso» (Dios los deja solos, Rom. 1:28, no interviene, y permite que sean en­gañados ya que no aman la verdad sino solamente la mentira»).

    F. 2 Ped. 3:13, «esperamos .. cielos nuevos y tierra nueva». Este universo será destruido. La tierra que conocemos no será renovada sino quemada (ver. 10). La expresión «cielos nuevos y tierra nueva» se basa en lenguaje profético (Isa. 65:17) y Pedro la usa para hablar de la habitación eterna de Dios y su pueblo. Véase Apoc. 21.

VI. Costumbres.

    A. Mat. 1:18-25 (ya casados legalmente cuando desposados).

    B. Mat. 6:16-18 (el ayunar).

    C. Jn. 13:4, 5 (el lavamiento de pies como acto de hospitali­dad y humildad).

    D. Hech. 13:3 (el imponer manos).

    E. Rom. 16:16 (saludar con beso).

    F. 1 Cor. 11:1-16 (el velo en la mujer que oraba y profetizaba para indicar la suje­ción).

JAIMITO NERD «RESUCITA» Y VUELVE AL ATAQUE RESPONDIENDO OTRO ARGUMENTO DE LOS “TRINOTERCOS”

Jaimito, hijo mío, aquí tengo un texto de los “trinotercos” que demostraría que Cristo es Dios…¿Así, cuál es ese versículo, mi querido papi lindo?…ya, ya, Jaimito, que te pareces a la chilindrina…¡No viejo, lo que pasa es que te quiero muchiiiisimo!…ah, bueno, así pos sí. Pues bien, fijate lo que dice Hebreos 1:10: “Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos”…Pues bien, Jaimito, ¿no prueba este texto que Jesús es el Creador del mundo, y por tanto, el Yahweh del Antiguo Testamento?…Pues no creo, viejo, pues Si en este versículo se dice que Jesús fue el creador de la creación del Génesis, éste anularía más de 50 declaraciones en ambos Testamentos de que Dios el Padre, solo, no acompañado (Isaías 44:24) creó los cielos y la tierra originales. Incluso Hebreos dice que el Hijo está activo sólo en estos últimos días (1:1-2). Y Hebreos 4:4 dice que Dios, no Jesús, descansó en la creación. Jesús dijo que Dios hizo a los humanos varón y hembra (Marcos 10:6). Si Jesús estaba consciente y vivo en el Génesis no sería un ser humano verdadero y que no sería el descendiente de David y por lo tanto tampoco el Mesías prometido. Uno no puede existir antes de sí mismo….Bueno, ¿pero qué quiere decirnos Hebreos 1:10, entonces?…Fíjate, viejo, que Hebreos 1, se dedica a decir que el Hijo es superior a los ángeles (y más tarde que él es superior a Josué, Melquisedec y Moisés). Jesús, por tanto, no era un ángel, y por tanto nunca un arcángel…eso es verdad, Jaimito… Pues bien, ahora observa, papi, que del Hijo se dice que «sienta las bases de los cielos y la tierra» en el versículo 10.  Observa estos puntos: 1) El versículo 6, dice que ciertas cosas se puede decir «Cuando Dios otra vez introduce al Primogénito en la tierra habitada» (NASV) o «Nuevamente, cuando el habrá traído al Hijo a la tierra habitada. La referencia es a la segunda venida. Esto está confirmado por Hebreos 2:5 que dice que el escritor está discutiendo «la tierra habitada del futuro». 2) Isa. 51:16 habla (NASV) de un agente de Yahvé, cuyo trabajo será sentar las bases de los nuevos cielos y la tierra. 3) En Hebreos 1:10 el escritor cita el Salmo 102. Este salmo es claramente un salmo que prevé el futuro reino mesiánico. Se habla de «la generación, la sociedad del futuro» y espera con interés la restauración de Jerusalén después de la cautividad. En la versión de los LXX de este salmo, el texto es diferente de la Biblia hebrea. En los vv. 23-25 la LXX tiene lo siguiente: «Él [Dios] le respondió [al que ora]… Tú, señor, en el principio sentaste las bases de los cielos y la tierra». Sin duda, viejo, el escritor a los Hebreos, vio a un segundo señor que es dirigido por de Dios como señor. Ese señor segundo se toma como el Mesías y así se ajusta exactamente a la idea de que el Mesías debe ser el padre y fundador de los cielos y la tierra futuros. Los cielos y la tierra milenaria también pasarán (Apocalipsis 20:11) y dará paso a otro cosmos renovado. Así, pues, Jesús realmente es el padre del siglo venidero (Is 9), y él es el ejecutivo bajo Dios de la presente nueva creación en el que los cristianos están siendo preparados para el Reino venidero….muy interesante, Jaimito, creo que tu respuesta dejará mudos a los «Trinotercos» y especialmente al Señor Pablito Santomauro que últimamente no lo veo aparecer por estos lares…sí, viejo, creo que para agazapado cada vez que aparezco yo con mis fulminantes comentarios…por algo será, hijo mío, por algo será… sí, pues, viejo, por algo será…Bueno, ya nos vemos porque debo terminar mi quinto tomo titulado «De Trinitatis Erroribus»…caray, pareces Servetus, hijo mío…no tanto, papi, aunque admito que soy su fan número uno…ah, okey, me parece muy bien, Jimmy. Cuídate y adelante con tus estudios bíblicos…okey, bossssss!!!

 

DETRACTOR FURIBUNDO ME ACUSA DE SIMONÍA Y DE OTRAS BARBARIDADES

Estimado Mario Olcese

Definitivamente toda causa tiene un efecto. Usted, por lo visto, es una persona que se dedica sistemáticamente a acusar a los Testigos de Jehová principalmente y a otros, tomando la Biblia como referente de base para sus argumentos.

Es de suponer que es usted una persona con un historial de estudios académicos que le acreditan como maestro de la Palabra de Dios. Bien por usted.

Leyendo su obra YO FUI UN TESTIGO DE JEHOVÁ, POR ING° MARIO OLCESE, es de notar su OBSESIÓN por el tema de los 144.000. Usted evidentemente NO es uno de los 144.000 que Dios escogió para ser Hijo de Dios. Usted es un practicante de la simonía espiritual. Similar al Simón el Mago de Hechos 8:18-21 (Versión La Palabra de Dios):

¿Al ver que por la imposición de las manos de los Apóstoles se confería el Espíritu Santo, Simón les ofreció dinero, diciéndoles: «Les ruego que me den ese poder a mí también, para que aquel a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo». Pedro le contestó: «Maldito sea tu dinero y tú mismo, porque has creído que el don de Dios se compra con dinero. Tú no tendrás ninguna participación en ese poder, porque tu corazón no es recto a los ojos de Dios.¿

Este Simón quiso comprar lo que SÓLO Jehová otorga: un estado espiritual y favor de ser Hijo de Dios. Tal como Simón creyó que su dinero compraba espíritu santo, usted cree que puede comprar el favor de Dios y Su espíritu santo y una condición bendita de Hijo de Dios con sus estudios académicos, sus títulos, y su verborrea teñida con visos de verdad, pretendiendo manipular a las personas que sí buscan sinceramente la verdad de Dios revelada en la Biblia.

Su autopromoción como el enarbolador único de la bandera de la verdad de Dios asquea. Usted NO tiene una vida de fe, de vivir amando a Jehová Dios y confiando en Él. ¿Cree que sentarse a estudiar la Biblia y mil argumentos de teólogos y estudiosos equivocados le da a usted la autoridad de hablar en el nombre de Dios? ¿Qué tan distinto es usted de los Anthony Morris III, David H. Splane, Geoffrey Jackson, Gerrit Lösch, Guy H. Pierce, John E. Barr, Stephen Lett, Samuel F. Herd, Theodore Jaracz, Benedicto XVI, Cash Luna, Joel Osteen, Benny Hinn, Joyce Meyer, y otros que creen que leer de la Biblia y adicionar la Palabra de Dios con su doctrina personal les da derecho a que los demás sencillamente les crean sus palabras melosas.

En el marketing de Dios en este tiempo, los que no confían en Dios y tienen fe, caerán en las garras de los vendedores de verdades, como todos los mencionados. Lo cual lo incluye a usted.

No se preocupe. Dios tiene quien hable por Él.

Respuesta de Apologista a «Vengador Anónimo»

En realidad me da pena que «Vengador Anónimo» me acuse de tener una obsesión contra los Testigos de Jehová y otros movimientos «cristianos» modernos que están haciendo mucho daño a la causa de Cristo. No creo que nadie pueda decirme que soy un loco que paro replicando a las sectas sin base alguna, porque todos saben que los argumentos que presento contra estos grupos son verdaderos y muy poderosos. Creo que gracias a mis artículos, y a los estudios de muchos otros hermanos, la gente se está dado cuenta de los peligros que representan las sectas o cultos modernos que se extienden por todas partes como mala hierba o cáncer. No me mueve la envidia o el encono, como algunos creen, cuando miro y hago ver «la paja del ojo ajeno», sino un deseo sincero de avisar a los inadvertidos de los peligros de los falsos mensajes o evangelios que se están predicando en las tarimas y púlpitos de las iglesias y que no tienen poder para salvar a nadie. Sólo hay un evangelio salvador y ése es el reino y su rey.

No sé por qué «Vengador Anónimo» me acusa de haber incurrido en el pecado de Simonía, pues yo no trato de comprar los dones de Dios con dinero, favores, o lo que sea, como sí lo vemos entre muchos cristianos pentecostales con sus famosas «siembras», y miembros de cultos con sus acostumbrados diezmos, ofrendas y servicio voluntario a favor de su organización religiosa,  vendiendo la literatura que sale de sus imprentas como vendedores ambulantes creyendo que así ganarán su salvación. Para mí la salvación está en creer en Cristo y en su evangelio del reino y vivir en santidad. Por tanto, esta salvación nada tiene que ver con el dinero, pues no tiene valor monetario alguno. Simplemente no se puede obtener con el dinero. Tampoco pretendo ganar la salvación a través títulos, diplomas, o por predicar con una «verborrea» impresionante. Tampoco pretendo manipular a la gente con mis razonamientos, como usted dice, pues lo único que he venido haciendo es usar las Escrituras para sostener  lo que yo creo es «la verdad». Nadie me podrá decir que yo manipulo a las personas para obligarlas a creerme o a seguirme, pues todos saben que no busco ovejas (prosélitos) para mi rebaño para luego quitarles su lana (dinero). Al contrario, yo hago este trabajo por convicción, por fe y con sinceridad, sin buscar obtener beneficios materiales de ningún tipo. Algunas veces he tenido escasez de dinero y de trabajo, pero siempre he confiado en el Señor, sabiendo que él añadirá las cosas materiales que necesitamos—promesa que siempre ha cumplido—si buscamos primero el reino de Dios y su Justicia (Mateo 6:33). El evangelio es, pues, para mí, cosa seria, y no debe ser una excusa para obtener ganancia material o una posición privilegiada egoísta. 

Finalmente usted me dice que yo me creo el dueño de la verdad, lo cual es totalmente falso. Yo sólo sé que en parte conocemos y en parte profetizamos, y creo que la única verdad absoluta está en el Señor Jesucristo. Simplemente yo predico lo que creo y pienso que debe saberse, y son sólo los lectores quienes finalmente deciden si lo que yo digo tiene o no base bíblica. Jamás me presento como un ungido intocable, un hombre infalible, o un iluminado del tiempo del fin.  En mi sitio www.yeshuahamashiaj.org yo me presento como UN mensajero más del evangelio del reino de Dios, y no como EL mensajero del reino de Dios.  Simplemente creo que soy uno de tantos que cumplen el encargo del Señor de predicar el evangelio del reino (Mat 24:14).

Además, en mis blogs yo recibo constantemente comentarios duros e insolentes de detractores, y yo no los borro, sino que los dejo allí para que los demás los lean. Es decir, trato de ser lo más tolerante y pluralista posible. Recuerden que siempre invito a creyentes que quieran aportarnos con pensamientos o enseñanzas para mis blogs a que nos manden sus escritos para publicarlos. Sé que muchos hermanos me pueden ayudar a edificar y cimentar la fe de mis visitas con sus aportes intelectuales. Yo creo que todo buen cristiano tiene la guía del Espíritu Santo y puede muy bien aportarnos con sus conocimientos adquiridos después de tantos años de estudios de las Escrituras. Así que su acusación de que me creo dueño de la verdad es injusta y sin razón alguna. 

Dios es mi juez, y es el único que sabe lo que hay en mi corazón. Y sinceramente creo que he sido siempre trasparente con mis visitas, aunque a veces también  he sido algo ácido y un poco sarcástico con algunos de mis detractores furibundos,  pero sólo para hacer más amenas mis respuestas o réplicas a estos señores.

Así que usted está excusado de antemano sin haberme antes pedido disculpas.

Su «adorado tormento»,

Apologista

Fuente:

http://foros.ya.com/SForums/$M=readthread$TH=8237918$F=8228$ME=17304460

GOBERNANTES, GOBERNADORES Y GOBERNADOS

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD) 

« Si sufrimos, también reinaremos con él…» (2 Tim. 2:12). 

«Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados» (Ro. 8:17). 

La Palabra de Dios habla de que habrá un reino de Dios futuro  en el mundo. Hay mucha información en la Biblia con relación a esta literalidad. Este gobierno será en esencia una teocracia, una monarquía, pero no en la forma que la presenta  el profeta Samuel, es decir, de origen humano-terrenal, pero sí será una monarquía conforme a los propósitos más sublimes y espléndidos  del único y soberano Dios.  Tampoco será una república, como un autor comenta, debido a que los poderes legislativos, judiciales y ejecutivos no radicarán en este incomparable y generoso gobierno, sino en el que hizo todas las cosas, en el Dios y Rey del Universo y de los Cielos.  Esta súper  monarquía, no terrena en el panorama de la visión humana,  sino de índole  celestial, mas fincada en una tierra que habrá de ser restituida para su función, implantará por voluntad del Creador las bendiciones inigualables que sería imposible verlas en un gobierno bajo el mandato del hombre no convertido, cuya naturaleza es conocida como depravada, egoísta y miserable.  

En esta teocracia, la estirpe apta y redimida del Señor se someterá a Dios por medio del «hombre», y un «Hombre». En un principio Dios  fijó un gobierno teocrático en un mundo que era  tan puro y santo, aun no estropeado y devastado por las consecuencias del mortal pecado. Es sabido que el hombre por su rebeldía rechazó el «dominio» del pío Hacedor que le había permitido sobre la reciente tierra en general, pero que lo retomará  con Cristo, «el Postrer Adán». Después de la caída, el hombre fue un absoluto incompetente para sojuzgar la tierra bajo el régimen teocrático que Dios estableció, pero la Biblia asegura que él lo restaurará de nuevo en el  futuro.  El hombre tendrá que ser restaurado antes para hacer intromisión en la teocracia venidera, y si no es así, el fracaso estará asegurado con rotunda certeza y prontitud.  

Dios salvó a los pecadores por medio de Cristo, su Hijo Amado. La salvación  está cohesionada indefectiblemente  con el reino teocrático,  y para que éste se desempeñe apropiadamente tendrá que existir un contingente de dirigentes y mandatarios que estarán  afiliados en un acuerdo común con Cristo Jesús, el personal representante glorioso de Dios en la teocracia mundial venidera. Tanto Cristo como los súbditos que ingresen al reino teocrático, gobernarán juntos concordes y unánimes. Estos hombres santos vivirán sujetos a Cristo, según las leyes encomendadas por su Padre y Dios.    

No cabe duda que las Escrituras afirman que Cristo gobernará el reino teocrático y milenario, y no sólo el Nuevo Testamento lo confirma de modo tal,  también el Antiguo Testamento nos confiere pruebas de este acontecimiento importante y trascendental para la raza humana redimida (para esto, véase por favor: Is. 2:2-4; 9:3-7; 11:1-10; 16:5; 24:21-23; 42:1-7, 13; 49:1-7; 51:4-5; 60:12; Dn. 2:44; 7:15-28; Abd. 17-21; Mi. 4:1-8; 5:2-5, 15; Sof. 3:9-10, 18-19; Zac. 9:10-15; 14:16-17). 

La evidencia bíblica resuelve que  Cristo reinará, textualmente, en el trono de David su padre (Lc. 1:32), en  Jerusalén que es «Sion», en «el Monte Santo», según lo visto en el Sal. 2:6, ya que «le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran» (Dn. 7:14). Dios mostrará después del derrumbamiento del  los sistemas del mundo seglar (Dn. 244:-45) su soberanía excelente y perfecta a los individuos salvos del  mundo entero que con agrado y santidad le servirán en amorosa sumisión. 

La Biblia sostiene que habrá «un gobernante», «gobernadores» y «gobernados» en la era milenaria y teocrática de Cristo. En este incomparable y hermoso período  de gran paz y equidad, Cristo será «el soberano de los reyes de la tierra» (Ap. 1:5), «el Rey de reyes y Señor de Señores» (Ap. 19:16). Él reinará sobre sus súbditos que a la vez «reinarán» al lado del Mesías Hombre («…y reinarán con el mil años», véase en Ap. 20:6). 

El Señor Jesucristo reveló sin ambages ni vueltas teológicas a sus doce discípulos que «les daría autoridad sobre las doce tribus de Israel». Esto sugiere una autoridad gubernamental delegada por el Divino Padre. Echemos un vistazo al texto siguiente que es prueba de lo que argumentamos: 

«Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel» (Mt.19:28). 

Es un hecho bíblico que durante el reinado teocrático de Cristo gobernarán autoridades de menor rango para una organización justa  y dirección correcta. En la parábola de «Las Diez Minas,» en Lc. 19:12-28, se señala con bastante y positiva claridad que algunas personas «tendrán (“se les dará”) autoridad sobre Diez y Cinco ciudades en el reino».  Su compromiso y deber será con el líder de la tribu correspondiente, y éste,  con Cristo,  quien a su vez será responsable ante Dios como «Cabeza del Reino». Se tomará en cuenta, que esta clase de revelación no es exclusivamente Novo Testamentaria; el  Antiguo Testamento da fe también de la misma razón: 

  «Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también tú guardarás mis atrios, y entre estos que aquí están te daré plaza» (Zac. 3:7). 

Por lo tanto, inequívocamente, los creyentes en Cristo recibirán el reino para gobernar con «autoridad». No es complicado  dilucidarlo en los textos bíblicos que a continuación se presentan: 

«Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo le daré potestad (autoridad) sobre las gentes; y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantados como vaso de alfarero, como también yo he recibido de mi Padre…» (Ap. 2:26-27).

El Señor propone «dar» (dóso, gr.) al que «venciere» «autoridad» (exousían, gr) o «potestad»  «sobre las naciones». En el libro de las Revelaciones es bastante común apreciar que los verdaderos creyentes en Cristo serán partícipes directos en el gobierno del reino de Dios en la tierra. 

El próximo verso no deberá dejar ninguna  incertidumbre al respecto:   

«… y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén» (Ap. 1:6). 

El Señor ha constituido «entregar toda autoridad sobre las naciones al que venciere y guardare sus obras hasta el fin». El libro de Daniel indica que los santos recibirán en el reino, y es lógico, para reinar sobre él:    

«…hasta que vino el Anciano de días, y se hizo justicia a los santos del Altísimo; y llegó el tiempo, y los santos recibieron el reino» (Dn. 7:22). 

«…y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán» (Dn. 7:27).  

Dios les bendiga siempre.