MOMENTOS DE LA CREACIÓN— ¿FE: CRISTO O EL HOMBRE?

Jeremías 23:4

“Pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, no se amedrentarán ni serán menoscabadas, dice Jehová”.

¿Cuan seguros están los evolucionistas sobre la evolución? Por supuesto que ningún creyente en la evolución va a salir por televisión nacional para decir que no está seguro de la evolución.  Sin embargo, dentro de la comunidad científica, aquellos que realmente conocen los hechos no siempre suenan tan convencidos de sus argumentos.

Faith Christ or Man

El gran filósofo de la ciencia, el Dr. Karl Popper, escribió que el darwinismo ni siquiera es una teoría científica porque no puede ser probada.  Inclusive el prestigioso Museo Británico de Historia Natural ofreció esta confesión en una de sus exhibiciones.  Esa confesión, por cierto, creó un escándalo entre los evolucionistas norteamericanos.  El Dr. Colin Patterson, principal de paleontología del Museo Británico, fue el responsable de la exhibición.  Él escribió en su libro Evolución que la evolución es simplemente un sistema metafísico utilizado para organizar evidencia científica.  No es una conclusión de ciencia del todo.

Inclusive los evolucionistas Stephen J. Gould y Niles Eldredge reconocieron que el registro fósil muestra que las criaturas aparecieron de pronto y totalmente formados – sin ningún ancestro.  Sin embargo, ellos afirman que estos fueron saltos de suerte de la evolución.

Nuestra conclusión debe ser que incluso los expertos, en momentos de honestidad – cuando saben que no serán citados por la prensa – admiten que la evolución es más que una fe.  Nosotros los creacionistas reportaremos lo que la prensa no lo hace.  La evolución es verdaderamente una fe.  Nosotros también tenemos una fe.  ¡Pero nuestra fe ha sido revelada por Dios en Su Santa Palabra!

Oración:
Te pido, amado Señor, que más personas se den cuenta que la evolución no es un hecho científico, sino una fe, y una fe falsa. Especialmente Te pido que protejas a Tu pueblo de ser engañados por esta mentira. Amén.

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MOMENTOS DE LA CREACIÓN: EL PRINCIPIO DE LA FE

Hebreos 11:3

“Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.

El cristianismo no es la única religión del mundo que empieza con los orígenes.  Aunque Génesis empieza la Biblia con las palabras “En el principio…”, el Manifesto Humanista I también empieza su afirmación de fe con la versión humanista del origen.

The Beginning of Faith

El Manifesto Humanista I fue adoptado en 1933.  Los párrafos introductorios del documento explican que los firmantes sienten que el cristianismo es anticuado.  Ellos escriben que ha llegado el momento en su opinión de establecer una nueva religión.  Al cerrar su introducción de su afirmación de fe para su nueva religión, escriben, “Establecer tal religión es una necesidad principal del presente… Por lo tanto afirmamos lo siguiente:”

Quince afirmaciones siguen, las primeras cinco – plenamente un tercio – tratan sobre el origen.  Génesis empieza con un Creador que crea todas las cosas.  Las afirmaciones humanistas empiezan diciendo, “Los religiosos humanistas estiman el universo como auto-existente y no creado”.  Las siguientes cuatro afirmaciones afirman la fe en un proceso evolucionista que por último produjo los seres humanos.

Aprendemos del Manifesto Humanista I que el Humanismo Secular es, por sus propias afirmaciones, no sólo otra religión.  Sino que activamente busca estar en competencia con el cristianismo.  Pero la lección más importante que podemos sacar de esto es que la religión debe empezar con el origen para explicar lo que son los seres humanos.  Esto significa que el punto de vista correcto sobre el origen es esencial para el cristianismo.  ¡Si hemos de permanecer cristianos, el relato de Dios de nuestro principio en Génesis debe ser tomado con seriedad!

Oración:

Amado Señor, construye mi fe y entendimiento a través de Tu Palabra y de allí permite que mis ojos en desarrollo de fe vean Tu obra en el mundo aún más claramente que ahora – ¡para que yo pueda mostrar a otros! Amén.

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LA SIMIENTE DE ABRAHAM: ¿LOS UNGIDOS DE LA WATCHTOWER O TODOS LOS DE LA FE DE ABRAHAM?

SIGUIENDO LOS PASOS DE LA FE: UN ESTUDIO SOBRE EL PADRE ABRAHAM

TRADUCIDO

El relato de Abraham de la Biblia comienza en Génesis capítulo 12. Sin embargo, antes de entrar en ese texto, necesitamos orientarnos. Dios dispersa a la gente de la Torre de Babel (capítulo 11). A medida que estos clanes y tribus son repartidas, llevan con ellos el paganismo que encuentra sus raíces en su proyecto de construcción ya famosa. Oh, hay algunas excepciones (Job, Melquisedec por nombrar algunos), pero por lo general las naciones están perdiendo de vista al único Dios verdadero.

Cinco generaciones pasan, la esperanza de vida se acortan, y la oscuridad espiritual está en todas partes.Pero a ver, que es una de las cosas maravillosas acerca de Dios. Tú y yo (y todos nuestros parientes cercanos y lejanos) es voluble, poco fiable, y propenso a olvidar a Aquel que nos dio la vida. Pero Dios nunca rompe una promesa, y su línea nunca fallará. Y así la promesa hecha en Génesis 3:15 se hace eco a través de los siglos como Dios trabaja lentamente en la historia humana para llevar a cabo su plan de redención.

Y a medida que se levanta el telón en Génesis 12 , que el plan de redención se acerca en un solo hombre. Pero algo no está bien. No encontramos algunos oasis de la verdad redentora, algunos bastión de culto Yahweh. En su lugar vamos a Ur de los caldeos, en una tierra pagana llena de gente pagana. Y la luz de Dios brilla sobre un hombre en particular.

¿Qué quiere Dios? ¿Cuál es el requisito? Obediencia fiel al abandono de todos los demás.

Dios llama a las personas a dejar todo y recibir su bendición (1-3).

Dios le da a Abram una orden muy clara. «Ir.» Pero ese comando se carga de significado, no por el lugar donde Dios está llamando a Abram, sino por lo que Dios está llamando a Abram a dejar atrás. «Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré.» Deja todo lo que sabes, todo lo que es querido, todo lo que es valioso para usted, cuente como nada. Abandonar la lealtad a la familia, los amigos, los sistemas religiosos y la cultura, e ir a un lugar que yo (eventualmente) revelar a usted.

Me sorprende que la llamada de Dios en la vida de una persona puede ser tan simple, y sin embargo, ser lo que todo lo abarca, al mismo tiempo.¿Por qué no dijo Dios a Abram a dónde va? Puede haber cualquier número de razones, pero una que es de vital importancia para nosotros es que Dios quiere que el foco de Abram en Él y no en el futuro. Piense en la cantidad de fe que se requiere para salir a esta llamada! Y sin embargo, hay una gran paralelo a la llamada que Dios pone en la vida de cada hombre, mujer y niño que profesa la fe en Cristo.

Mateo 10: 37-38 dice: «El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no toma su cruz y me siga no es digno de mí. «La vida cristiana es tan similar. Cristo no establece el futuro inmediato. Él no promete una vida fácil o la comodidad. Deja un futuro vago, y nos mira y hace una pregunta muy simple: «¿Va a confiar en mí» Sin una copia de seguridad, no hay planes de dudas, no hay promesas, garantías, u hojas de ruta. Sólo la promesa del Creador del universo que él nunca nos dejará ni nos abandonará, y que Su plan para nuestra vida está perfectamente diseñado para poner en conformidad a la imagen de Su Hijo.

Esa es la fe. Esa es la fe que quiero, me encantan, yo anhelo. Y así clamo a Dios «ayuda mi incredulidad!» No puedo generar la fe-respuesta de Abram desde dentro de mí mismo, que debe ser concedida desde arriba, porque dentro de mí me parece nada más que debilidad y fragilidad. Y, sin embargo existe una mano segura, un brazo sustentador, un agarre que nunca me deje ir-y la fe me coloca de lleno en el interior de la misma.

Es que la fe que nos mueve en la esfera de la bendición de Dios.

Después de su mandamiento, Dios enumera tres cosas que él va a hacer. En primer lugar, Él hará que Abram en una gran nación. Esto es muy bueno, excepto por el hecho de que Abram y su esposa tienen hijos y desde una perspectiva humana no puede tener hijos. En segundo lugar, Dios promete bendecir a Abram. ¿Cómo se ve como cuando el Hacedor de todas las cosas decide colocar su bendición en un ser humano? Ya veremos a medida que avanzamos. En tercer lugar, Dios va a hacer que el nombre de Abram grande. ¡Qué pensamiento! La misma cosa que la humanidad intentó ganar para sí mismo en la Torre de Babel se le dará al hombre que abandona todo lo demás (incluido él mismo), y pone su confianza completamente en Dios.

Primer mandamiento de Dios a Abram es en realidad seguido por un segundo, «que será una bendición.» La mayoría de las traducciones tanto oscuro de la fuerza de esto, pero el discurso de Dios a Abram se puede dividir en dos comandos con tres cosas que Dios va a hacer como resultado de cada uno:

  1. Vaya …

    • y yo te haré una nación

    • Te bendeciré

    • Haré famoso tu nombre

  2. Sea una bendición

    • y Bendeciré a los que te bendigan

    • maldeciré a los que te deshonran

    • bendecir a todas las familias de la tierra a través de ti

La fe, la bendición, y el Nuevo Testamento cristiano

Todos ellos consiguen concretarse en la vida de Abram, sino que vamos a dejar aquí por un segundo y pensar en las ramificaciones para los cristianos del Nuevo Testamento.  Dios nos llama a abandonar todo nosotros por el bien de su nombre. Esto requiere fe total en su carácter y promesas. Es en ese punto de la obediencia que podemos esperar experimentar las bendiciones de Dios. Para aquellos que caminan con Cristo, la obediencia que la fe produce es vital para experimentar la bendición completa de Dios.

Esas bendiciones son diferentes de lo que eran las promesas y diferente contexto Abraham-diferente, pero el mismo Dios. Por lo tanto, un desafío simple: hacer que usted posee una fe en Cristo que exige absolutamente el dejar ir todo lo demás? Esto incluye el trabajo, la familia, el deporte, las relaciones, y cualquier otra cosa que pondría en peligro de convertirse en un ídolo del corazón. Esto no significa que descuidamos estas cosas, sino más bien que nunca tomar el lugar de Dios en nuestras vidas. Y entonces, ¿su fe producir la obediencia a la palabra del Señor?

Oh, muchas personas afirman que el nombre de Cristo. Pero, ¿usted camina en una comunión con Él que produce la obediencia a su palabra, y le permite experimentar su bendición en su vida? Ahí es donde Abram se fue, y es donde quiero vivir en una base diaria.

LA JUSTIFICACIÓN DE ABRAHAM Y DE LOS CREYENTES EN GENERAL (ROMANOS 4)

 Por Apologista

LA DOCTRINA DE LA JUSTIFICACIÓN (Wikipedia)

Del latín justificatio, en griego dikaiosis δικαιοσις)1 es un punto central dentro de la teología del cristianismo. Las diferentes versiones de tal doctrina, según el papel que se le de a la fe y a las obras, a la voluntad del hombre y a la de Dios, al libre albedrío y a la predestinación; son algunas de las principales causas doctrinales de la separación entre protestantes y católicos, y entre las distintas ramas del protestantismo (luteranos y calvinistas, y dentro de estos entre arminianos y gomaristas, etc.) La consecución de un cierto grado de acercamiento entre la Iglesia católica y la Federación Luterana Mundial permitió la firma de una Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación el 31 de octubre de 1999; lo que fue considerado un importante avance en el ecumenismo.2

Justificar, como término jurídico, significa absolver (declarar justo) y proporcionar sentencia favorable en un juicio. Su extensión como término teológico, implica que el hombre, reo del juicio final, comparece ante Dios, el Juez justo, acusado de sus pecados; puede obtener la condenación o la salvación, ambas eternas.

¿CÓMO SON JUSTIFICADOS ABRAHAM Y TODOS LOS FIELES?

La justificación viene primordialmente por la fe, no por las obras. Uno puede hacer todas las buenas obras del mundo, pero si no se cree en Jesucristo y no lo recibe como su Señor y Salvador, está perdido.

Texto de prueba:

Romanos 4:1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 4:2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4:4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 4:5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 4:6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, 4:7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. 4:8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. 4:9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 4:10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 4:11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 4:12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado. 4:13 Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. 4:14 Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. 4:15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. 4:16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros. 4:17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen. 4:18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia. 4:19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. 4:20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 4:21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido; 4:22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia. 4:23 Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, 4:24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 4:25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

LA FE ES PRIMERO Y LUEGO VIENEN LAS OBRAS QUE RESPALDAN ESA FE

Texto de prueba:

Romanos 2:20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 2:21 ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 2:22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 2:23 Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

EL GALARDÓN DE LOS JUSTIFICADOS, EMPEZANDO CON ABRAHAM

Los “llamados por Dios”, o los conocidos de antemano por Dios son justificados por la fe, y terminan siendo glorificados. Este llamado comienza con Abraham, el padre de la fe y se extiende hasta nuestros días, con los que conforman la iglesia de Dios.

Texto de prueba:

Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

LA GLORIFICACIÓN—¿QUÉ SIGNIFICA?

Ser glorificados significa que seremos los herederos de Dios y los coherederos con Cristo cuando se establezca el reino en la tierra.

Texto de prueba:

Romanos 8:17: Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos GLORIFICADOS.

¿HEREDEROS DE QUÉ?

Los creyentes están llamados para ser herederos del mundo y las naciones, y esto cuando venga el tiempo para el reinado de Cristo (Mateo 25:31,34)

Texto de Prueba:

Salmos 2:8:  Pídeme, y te daré por HERENCIA LAS NACIONES,Y como posesión tuya los confines de la tierra.

 Romanos 4:13: Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería HEREDERO DEL MUNDO, sino por la justicia de la fe.

Santiago 2:5: Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido A LOS QUE LE AMAN?

¿QUIÉNES, ADEMÁS DE ABRAHAM, Y SU SIMIENTE CRISTO, SERÁN HEREDEROS DE DIOS Y COHEREDEROS CON CRISTO?

Sin duda alguna Abraham y Cristo heredarán las naciones, y los confines de la tierra serán de ellos según lo declarado en Génesis 13:15 y el Salmos 2:8. Así pues, todos los coherederos de Cristo (Abraham y los que son de Cristo) recibirán lo mismo—¡autoridad sobre las naciones en el reino de Dios!

Texto de Prueba:

Gálatas 3:29: Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y HEREDEROS SEGÚN LA PROMESA.

¿QUIÉNES SON DE CRISTO?

Los que son de Cristo son los que han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Texto de prueba:

Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

¿FUE MOISÉS UNO DE LOS QUE “SON DE CRISTO” QUE CRUCIFICÓ SUS PASIONES Y PECADOS?

Sí, Moisés rechazó gozar de los deleites temporales del pecado, pues tenía puesta la mirada en el galardón y en los sufrimientos que vendrían al Mesías y fue bautizado en agua y bebió del agua de la roca que simbolizaba a Cristo.

Texto de Prueba:

  1. 11:24Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón,11:25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, 11:26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

1 Corintios 10:1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 10:2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 10:3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.

Hay riquezas en el vituperio de Cristo. «Teniendo (Moisés) por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón» (Heb. 11:26). La fe de Moisés no le permitió vacilar, escogiendo el oprobio de sufrir con su pueblo, en lugar del goce temporal del pecado. Su fe hizo que sus miradas se fijaran en la remuneración o el galardón. Su fe hizo entender a Moisés que los sufrimientos a que estaba expuesto el pueblo de Dios en Egipto eran el tipo de los de Cristo. Además, él y los hebreos bebieron la misma bebida espiritual de la roca que simbolizaba a Cristo.

Otros fieles como Moisés que tuvieron sus ojos puestos en Cristo y en el galardón celestial los encontraremos en Hebreos 11.

¿ES ARROGANCIA AFIRMAR QUE UNO YA ES SALVO O DEBE DEJARLO TODO EN LAS MANOS DE DIOS?

Un examen serio de los siguientes pasajes de la Biblia:

1 Corintios 15:2: por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, SOIS SALVOS, si no creísteis en vano.

1 Juan 2:28: Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él AVERGONZADOS.

1 Juan 3:19 Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; 3:20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. 3:21 Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; 3:22 y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. 3:23 Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado. 3:24 Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.

Efesios 3:11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 3:12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;

1 Juan 4:12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. 4:13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. 4:14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. 4:15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. 4:16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 4:17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

2 Timoteo 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

CUANDO LA FE EN DIOS SE CONVIERTE EN UN DELITO

Un estudiante potencial está demandando a la universidad de comunidad del condado de Baltimore en Rosedale, Maryland, acusando a la escuela de negar su solicitud para su programa de terapia de radiación, en parte, a causa de su cristianismo.

Brandon Jenkins afirma que un funcionario de la universidad declaró explícitamente en un correo electrónico que su expresión de fe durante el proceso de la entrevista fue uno de los factores que llevaron a la decisión de no admitir para el semestre de otoño de 2013.

Durante la entrevista, Jenkins afirma que el panel le preguntó: «¿Qué es lo más importante para usted?» Él respondió: «Mi Dios».

Por lo visto es un delito ahora creer en Dios en algunos centros de estudio de los Estados Hundidos de Amiérdica. Por eso está ese país como está, en una grave crisis moral y económica de la cual difícilmente se recuperará.

MOMENTOS DE LA CREACIÓN: LOS ANTIGUOS METEORÓLOGOS PREDIJERON EL NIÑO

Génesis 1:14

«Dijo luego Dios: «Haya lumbreras en el firmamento de los cielos para separar el día de la noche, que sirvan de señales para las estaciones, los días y los años…»

El fenómeno de El Niño ha estado periódicamente cambiando el patrón climático del Norte y Sur América por miles de años.  El Niño en los Andes resulta en un retraso de cuatro a seis semanas en la lluvia necesitada para los cultivos de papas sobre la que dependian los antiguos campesinos.  Ellos incluso sabían antes de tiempo cuando esperar sembrar sus papas para tener mejores resultados.

Ancient Meteorologists

Entre Junio 13 y 24 de cada año estos campesinos buscarían en el cielo del amanecer señales invisibles de El Niño.  Las aguas cálidas del El Niño causan que se acumule más humedad en la atmósfera.  Algo de esta humedad de forma cirrosa invisible arriba en la atmósfera.  Aunque invisibles, estas nubes causarían que algunas de las estrellas más opacas desaparezcan.  Así que el campesino andino miraba hacia el horizonte noreste para encontrar las Pléyades.  Si todas las siete estrellas, incluyendo la más opaca de ellas, brillaban claramente mañana tras mañana, el campesino andino sabía que no se estaba formando El Niño.  Sin embargo, si consistentemente veían que las estrellas se iban opacando, sabían que debían retrasar la siembra durante cuatro a seis semanas porque las lluvias llegarían tarde.

¿Dónde aprendieron los campesinos andinos las señales y consecuencias de El Niño para sus cultivos? La Biblia enseña que el sol, la luna y las estrellas también sirven para darnos señales acerca de las estaciones.  Parecería que Dios originalmente dio a Adán la habilidad de leer estas señales, conocimiento que Adán habría pasado a sus futuras generaciones.

Oración:
Te alabo, Señor, ya que toda la creación muestra Tu obra. Amén.
Notas:
Science Frontiers, 3 4/00, p. 1 «Archeometeorology.» Photo: The 1997 El Nino seen by TOPEX/Poseidon. Courtesy of NASA.

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ACTOR DE LA PELÍCULA «DIOS NO HA MUERTO» SE QUEDA SIN EMPLEO EN HOLLYWOOD POR CAUSA DE SU FE

Kevin Sorbo, el actor que protagoniza la película «Dios no esta muerto«, dice que está en la lista negra de Hollywood por simplemente tener una visión conservadoraen la política y en los temas sociales, algo que le ha costado en última instanciatrabajos de actuación.

«Yo no soy una persona que le gustan las fiestas. Busco a quienes creo sinceramente que son buenas personas. Así que solo eso, es suficiente para que me pongan en la lista negra de Hollywood«, dijo Sorbo a The Epoch Times.

«La gente de Hollywood piden tolerancia, exigen por libertad de expresión, pero si no estás de acuerdo en absoluto con lo que están diciendo, te agregan a la lista negra. Ellos tienen el poder de hacer eso».

Kevin Sorbo está consternado por lo que él llama la intolerancia de Hollywood a los que creen en Dios. «Hay un rechazo hacia los actores cristianos en Hollywood, y discriminación hacia la gente que cree en Dios». dijo Sorbo a Fox News. También dijo que recibe gran cantidad de ataques por ser cristiano.

Sorbo dijo que no entiende por qué sus creencias religiosas o políticas tienen algún efecto sobre su trabajo como actor, pues ha notado una disminución de ofertas de trabajo desde que dijo que era cristiano.

También se refirió a la gran industria del cine infantil. «Es difícil encontrar un buen modelo a seguir para los niños de hoy», dijo Sorbo. «Incluso en el Disney Channel hay cosas allí que no es apto para los niños«.

«Yo no quiero ver a niños de 11 años de edad hablar temas de adultos y no creo que eso es ser mojigato. No puedo protegerlos de los medios de comunicación, pero quiero que mis hijos disfruten siendo niños y Hollywood por cualquier razón sólo quiere cambiar los valores morales de los niños de la mayoría de las familias».

Mejor conocido por su papel en la serie de televisión pasada «Hercules: The Legendary Journeys,» Sorbo actúa como un profesor ateo en la película «Dios no esta muerto» que desafía a sus estudiantes para demostrar la existencia de Dios.

«No soy un ateo, así que actuar como un ateo fue divertido. Somos actores y es interesante desempeñar diferentes funciones y partes… La película tiene un gran mensaje. Me encanta hacer películas basadas en la fe, pero yo quiero que ellas prediquen a los que no conocen a Jesús. Películas como esta son para aquellos indecisos, por así decirlo», dijo Sorbo.

AcontecerCristiano.Net

«NO ESTÁ BIEN TRATAR DE ENTERARNOS DE LOS ARGUMENTOS DE LOS APÓSTATAS», Y MENOS AÚN, PROCURAR REFUTARLOS, DICE LA WATCHTOWER

En el texto diario de hoy Sábado 1 de Marzo del 2014, esto dice la Watchtower en su revista La Atalaya del 15 de Mayo del 2012:

«Una forma de imitar a Jehová es adoptar sus puntos de vista. Jehová odia el pecado, y lo mismo debe decirse de nosotros. Por tanto, en lugar de ver cuánto podemos acercarnos a un pecado sin cometerlo, tenemos que poner tierra de por medio. Por ejemplo, un pecado del que debemos alejarnos al máximo es la apostasía, pues nos haría indignos de glorificar a Dios (Deut. 13:6-9). Así pues, evitemos por completo a los apóstatas y a quienes, afirmando ser cristianos, deshonran a Dios, aunque sean miembros de nuestra familia (1 Cor. 5:11). No ganamos nada intentando refutar las afirmaciones de los apóstatas o de quienes critican a la organización de Jehová. De hecho, ni siquiera estaría bien tratar de enterarnos de sus argumentos —sea que aparezcan en publicaciones escritas, en Internet o en cualquier otro medio—, pues eso pondría en peligro nuestra espiritualidad» (Is. 5:20; Mat. 7:6). w12 15/5 4:12, 13.

¿Pero realmente son los llamados «apóstatas» de la WT los que minan la fe de los Testigos de Jehová? ¿No será, más bien, la misma organización WT con sus continuos «cambios de entendimiento» y fechas apocalípticas fallidas las que desaniman a los miembros de esta secta ostracista y dogmática?¿No es acaso su política de encubrimiento de pedófilos dentro de la organización la que hacen dudar a sus miembros de la santidad y la transparencia de esta organización?¿No es acaso su participación en la ONU, o sus ocultas inversiones en negocios del mundo las que hacen tropezar a sus miembros? ¿No es, entonces, la élite misma la que, con sus acciones contradictorias, motivan que muchos duden de esta organización?

SANADORES DE FE SON SENTENCIADOS A PRISIÓN—OTRO CLARO EJEMPLO DEL FANATISMO RELIGIOSO


ReligionNewsBlog.com • Viernes 21 de febrero 2014


Una pareja de la sanación por fe que son miembros de una iglesia abusadora que rehuye a los médicos y a la medicina han sido condenados de 3 ½ a siete años en prisión en la muerte de su hijo de 8 meses de edad, que murió de neumonía que se pudo tratar.

En el tratamiento de su hijo, Brandon, con la oración en lugar de la atención médica adecuada, Herbert y Catherine Schaible desafiaron una orden judicial para que obtengan atención médica para sus hijos después de que su hijo de 2 años de edad, Kent, muriera en el 2009.

En su audiencia de sentencia el juez Benjamin Lerner dijo a la pareja: «Tú has matado a dos de sus hijos. … No es Dios. No es su iglesia. No devoción religiosa. Usted «.

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Sin embargo, la iglesia de la Schaible tenía mucho que ver con las dos muertes.

Los Schaibles son miembros de la tercera generación de laiglesia del primer siglo Evangelio en el noreste de Filadelfia.

Esta iglesia enseña que la salvación de una persona depende de la confianza en Dios para sanar sin ayuda médica o la medicina.

Eso significa que la iglesia independiente es teológicamente una secta del cristianismo , ya que sus enseñanzas respecto a la fe en relación a la curación, la medicina y la asistencia médica profesional violan la doctrina cristiana básica en relación con la salvación.

También llevan a abuso espiritual. Un ejemplo: durante el juicio de la Schaible en la muerte de 2 años de edad, Kent, el pastor de la iglesia, Nelson Clark, culpó de la muerte del muchacho en una «falta espiritual» en la vida de los padres.

Los ex miembros de la iglesia, que se refieren como un culto, dicen que la muerte los rodeaba .

Seis de los niños restantes del Schaible están en hogares de guarda, mientras que un séptimo ahora vive por su cuenta.

 ¿PUEDE DIOS TENER FE?

 

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

La fe de Jesús

.Dice Apocalipsis 14:12: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y LA FE DE JESÚS”.

Una de las preguntas que se suscita en la mente de cualquier persona pensante es si Dios puede tener fe. Y es que según la doctrina de la Trinidad, el Dios Trino está compuesto por  Tres Personas distintas: El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, y la Biblia nos dice, además, que Jesús, la supuestamente segunda Persona de la Trinidad, tenía fe—¡La fe de Jesús!

¿Qué es fe?

El apóstol Pablo nos dice de la fe, lo siguiente: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1). Es decir, la fe es la certeza de que vendrá u ocurrirá lo que se espera (p.e las promesas de Dios), y la convicción de lo que no se ve (p.e: la existencia de Dios y la de sus ángeles, la realidad de los demonios o ángeles caídos).

Dios no puede tener fe

Teniendo en cuenta de que la fe es tener la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve, sería imposible que Dios pueda tener fe, ya que para Él no puede existir cosa alguna que haya prometido que no se cumpla, ni nada invisible que Él no pueda ver. Definitivamente Dios no puede tener fe. Sin embargo, aquí tenemos al supuesto “Dios Hijo encarnado” que es el paradigma de la fe. ¿Cómo se puede explicar esto? ¿No dicen los Trinitarios que Jesús era Dios-hombre?¿No dicen que Jesús sabía todo? Si Jesús, en su supuesta preexistencia, estaba con Dios el Padre, ¿cómo podía tener fe en la existencia de Dios, y en sus promesas, si él mismo lo había visto personalmente en el cielo, y además, dar las promesas a los fieles humanos como Testigo de Su Padre?  Definitivamente aquí hay algo que no encaja en la supuesta “Deidad” del Hijo.

MOMENTOS DE LA CREACIÓN: ¿CUÁN IMPORTANTES SON LOS PADRES?

Lucas 1:17
«E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”.

Cuán importantes son los padres para sus hijos.  Ante todo, el rol del padre fue dado a nosotros por Dios.  Pero en las últimas décadas, algunos han intentado redefinir o rediseñar la familia de una forma que hace que los padres sean de poca importancia y aún  innecesarios.  Numerosos estudios han demostrado lo que pasa cuando hacemos esto.

Entre 1960 y 1990 el porcentaje de niños viviendo aparte de sus padres se duplicó en un 36 por ciento.  Los estudios muestran que es mucho peor que un niño pierda a su padre a través del divorcio que a través de la muerte.  La falta del padre ha demostrado ser un factor contribuyente a la temprana actividad sexual.  Los suicidios de adolescentes, que han incrementado en familias sin padres y se han triplicado desde 1960.  Los exámenes escolares de valoración han caído 75 puntos desde 1960; esta caída está ligada a la falta de padres en el hogar.  Los chicos adolescentes criados sin un padre tienen una probabilidad más grande de meterse en líos con la ley.  De acuerdo a varios estudios, los niños sin sus padres tienen una mayor probabilidad de sufrir abuso infantil.  Un estudio de 26 años encontró que el factor más importante de la niñez para desarrollar empatía es el involucramiento del padre en la familia.

Aún otro estudio ha encontrado que el 90 por ciento de los niños que van a la iglesia con mamá y papá permanecerán activos en la iglesia a lo largo de su adolescencia.  Si ningún padre asiste con ellos, sólo el 40 por ciento permanecerán fieles.  Si sólo papá va con ellos, el 80 por ciento permanecerán fieles.  Debemos admitir que no podemos mejorar el diseño de Dios para la familia.

Oración:
Padre, gracias por los padres, y asimismo danos más padres fieles. Amén.
Notas:
David Popenoe, Life Without Father, Readers Digest, February 1997, p. 65, Lutheran Witness, June 1995 v. 147, p. 7

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LE GRITAN A BENNY HINN: «EL ESTAFADOR MÁS GRANDE DEL MUNDO»

Benny Hinn, el tele evangelista de la prosperidad, fue llamado «estafador más grande del mundo» por una persona no identificada, cuando Hinn y sus guardaespaldas caminaban por el aeropuerto internacional de Los Angeles la semana pasada.

El incidente, que tuvo lugar el viernes, fue grabado en vídeo por TMZ. El camarógrafo hace algunas preguntas a Hinn sobre un asunto de índole local, al finalizar se despideescoltado por sus guardaespaldas y justo pasa frente a una persona que le dice: «Estafador más grande del mundo, Benny Hinn» en ese instante el camarógrafo le pregunta al hombre si sabía quién era la persona escoltada por guardaespaldas y este le responde: «Benny Hinn, el mas grande estafador del mundo, él ha estafado a la gente religiosa por décadas«

El hombre añade sobre Hinn: «Él es el estafador más grande del mundo. Recibe cheques del seguro social de la gente, que han ahorrado toda su vida con la esperanza que se puedan curar el cáncer, entonces cuando mueren se quedan con el dinero«

Fuente: Christian Post

MUCHOS EVANGÉLICOS ESTÁN PERDIDOS EN EL ESPACIO O FUERA DE ÓRBITA EN CUESTIONES DOCTRINALES

¡Uno de varios millones de evangélicos perdidos en el espacio o fuera de órbita!

Evangélicos no conocen las doctrinas básicas de la iglesia, revela estudio

(NoticiaCristiana.com).

Un estudio realizado por LifeWay Research sobre “posiciones doctrinales”, muestra que mientras la mayoría de los evangélicos tienen una buena comprensión de las enseñanzas doctrinales de sus iglesias, muchos de ellos tienen dificultades para explicar su fe.

Cuestiones básicas como la salvación, la Biblia y la naturaleza de Dios puede confundir a los fieles.

Cuando se le preguntó: “Cuando te mueras, ¿irás al cielo porque confesaste tus pecados y aceptaste a Jesucristo como tu Salvador?”. El 19% dijo que no está seguro. Alrededor del 26% de los encuestados (todos miembros bautizados en sus iglesias) creen que “si una persona está buscando sinceramente a Dios, pueden obtener la vida eterna a través de las religiones no cristianas”.

El pastor bautista Ed Stetzer, presidente de LifeWay, cree que hoy en día la gente está acostumbrada a tener todo tipo de opinión anunciado por los medios de comunicación. “La verdad bíblica es radical porque enseña que la vida eterna es una relación con Dios por medio de Jesucristo”, recuerda.

Dentro de las respuestas dadas sobre la creencia en la vida después de la muerte son:

 “Cuando te mueras, ¿irás al cielo porque él hizo todo lo posible para que fueras una buena persona y vivieras una buena vida?” – 7 por ciento de los creyentes dijo que sí.

 “Usted no sabe a dónde irá después de su muerte” – 5 por ciento estuvo de acuerdo con eso.
 “Cuando te mueras, irás al cielo, porque Dios es amor y todo el mundo estará en el cielo con Él” – 4 por ciento lo cree.

 “Cuando te mueras, irás al cielo porque usted lee la Biblia, se involucró en la iglesia y trató de vivir como Dios quiere que vivas” – 2 por ciento respondió positivamente.

 “No hay vida después de la muerte” – 1 por ciento dijo que sí.

La encuesta también puso en duda la unicidad del Dios en la Biblia. Sin embargo, el 12% de los encuestados no sabía si había diferencias entre él y los dioses descritos por otras religiones. Cuando se le preguntó sobre el pecado, el 13% de los evangélicos no pudo decir si se necesita castigar a los pecadores.

“Si las iglesias hicieran una evaluación de lo que sus miembros piensan sobre estas verdades bíblicas, muchos se sorprenderían al descubrir cómo son ignoradas o cuestionadas las doctrinas básicas”, dijo Stetzer. “Cada iglesia tiene una combinación diferente del número de discípulos maduros y bebés espirituales que todavía necesitan entender el mensaje básico del Evangelio”.

LifeWay ha hecho este tipo de investigación porque considera que el discipulado es un proceso que debe ayudar a cada persona a crecer en su camino espiritual. Aun así, la mayoría de las iglesias han dejado de lado la Escuela Bíblica llamada “cultos de doctrinas”, prefiriendo centrarse en “cultos familiares” o acontecimientos.

Esta encuesta entrevistó a 2.930 adultos miembros de iglesias evangélicas que asisten a servicios religiosos al menos una vez al mes. El margen de error es de más o menos 1.8 por ciento.

Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com de BP News

LA WATCHTOWER DICE QUE SÓLO LOS DÉBILES EN LA FE ACEPTAN IDEAS ABSURDAS

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Comentando el Texto diario del día de hoy Domingo 31 de Marzo del 2013, esto es lo que dice la Watchtower:

Texto a comentar:

Allí vimos a los nefilim (Núm. 13:33).

“Josué y Caleb habían formado parte de un grupo de doce hombres que había estado espiando la Tierra Prometida. Los otros diez dieron un informe muy negativo y desalentador. Hasta aseguraron que habían visto gigantes que descendían de los nefilim, o sea, de los hijos que habían tenido los ángeles rebeldes con las mujeres (Gén. 6:4). ¡Qué disparate! Aquellos seres híbridos habían muerto siglos antes en el Diluvio. Este ejemplo ilustra que, cuando las personas están débiles en la fe, pueden aceptar las ideas más absurdas…” (La Atalaya del 15 de Julio del 2011).

He aquí algunas ideas o creencias absurdas de los Testigos de Jehová:

-Que los justos de hoy resucitarán durante el milenio
-Que el Nuevo Pacto es solo con ungidos
-Que hay “pecados imperdonables” que te llevan directo al gehena
-Sólo los justos reinarán con Cristo
-Que la grande muchedumbre será probada dos veces
-Que los ungidos vuelan al cielo inmediatamente después de morir.
-Que la primera resurrección ya está sucediendo hoy.
-Que Jesús es intermediario entre los ungidos y Dios solamente.
-Que los únicos santos son los ungidos.
-Que podemos pedir constantemente el Espíritu Santo.
-Que la manada pequeña recibe inmortalidad y las otras ovejas la vida eterna.
-Que no es necesaria la iglesia para ganar la vida eterna.
-La ONU destruirá la religión falsa.
-Sólo los ungidos nacen de nuevo

Esto quiere decir que hay 7 millones de Testigos de Jehová que son débiles en la fe porque han aceptado todas estas ideas absurdas del “esclabobo”.

Pero además nos preguntamos, lo siguiente: ¿No está, acaso, dicho esclavo en la misma condición de debilidad en la fe toda vez que comunica ideas absurdas y sin base bíblica como éstas?

EXAMINAOS A VOSOTROS MISMOS SI ESTÁIS EN LA FE

El examen … 2 Corintios 13:5

2 Corintios 13:5, «Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; pruébense ustedes mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en vosotros, a menos, por supuesto, que no pase el examen? «Auto-examen de su diario caminar con Dios es muy importante en la vida cristiana.

Los creyentes en Dios juegan un papel importante en el avance de la proclamación de salvación de Dios en ya través de Jesucristo. Sin un correcto auto-control y examen de nuestra vida podemos realmente detener el movimiento del Evangelio. Pablo dice a los de la fe a «compórtense de una manera digna del evangelio de Cristo» (Fil. 1:27).

Con el fin de andar rectamente debe haber una constante reflexión sobre nuestras actitudes, pensamientos y comportamientos. Todos los días afirmamos nuestra lealtad, ya sea a Satanás, o a Dios. Escuchemos a Pablo que dice, «No presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios, como los que han sido traídos de la muerte a la vida, y ofrecer la partes de su cuerpo a Dios como instrumentos de justicia «(Romanos 6:13). Pablo anima a los creyentes a caminar en completa santidad porque Dios nos ha rescatado de las garras de la muerte, el pecado.

El examen de uno mismo es lo más importante para que esto suceda. No seas ciego a tus defectos. Reconoce tus defectos y permitir que las alas de sanación de Dios te curen. Él traerá la completa restauración y reconciliación a tu vida. El gran estudioso Emil Brunner dijo una vez: «Cristo es verdaderamente el tema de este texto también (2 Corintios 13:5). This self-examination is concerned with faith, of course with faith in the grace of God which alone saves us and its object is to discover whether we have truly understood this preaching and made this message the fundamental inspiration of our lives.

”Este auto-examen tiene que ver con la fe, por supuesto, con fe en la gracia de Dios que es lo único que nos salva y su objeto es descubrir si verdaderamente hemos entendido esta predicación, y si hemos hecho de este mensaje la inspiración fundamental de nuestras vidas «.
OBR

MOMENTOS DE LA CREACIÓN: PREMIO NÓBEL DICE QUE EL HOMBRE ES CREACIÓN DIVINA

Sir John Eccles

Escuche

Romanos 1:20

“Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas. Por lo tanto, no tienen excusa”.

Cuando tenía 17 años, el estudiante de medicina John Eccles empezó a hacer preguntas acerca de la naturaleza del hombre, ¿Qué se piensa y cuál es el significado de la vida?   Luego de Cincuenta años,  después de haberse convertido en uno de los expertos más grandes del mundo en el cerebro humano, había recibido el Premio Nóbel  y se había convertido en Sir John Eccles. En ese momento se sentía lo suficientemente libre para hablar explícitamente sobre sus estudios.

Sir John dejó perfectamente claro que la definición puramente materialista y evolucionista del hombre simplemente no está respaldada por la ciencia.  Él señaló que su investigación ha ayudado a describir en gran detalle lo que sucede en el cerebro, los nervios y los músculos cuando usted decide mover su dedo.  También dice, que no hay ningún evento material que describa como empieza esta secuencia compleja de acciones.  El hombre, concluye, es más que tejido.  El hombre tiene una mente que no es materia.  Él piensa que los científicos que dicen que el hombre puede ser completamente explicado por medio de principios materialistas están propagando una forma moderna de superstición.  Y añade, “Sus creencias están desgastadas, y no nos llevan a ningún lado.  El materialismo nos da una vida sin esperanza, vacía y sin valores”.

Sir John concluyó, “Cada uno de nosotros es un ser único, consciente, una creación divina…y es el único punto de vista consistente con toda la evidencia”.  ¡Por lo menos a este último punto decimos un vigoroso, Amén!

Oración:

Amado Padre celestial, te pido que proveas de un cristiano que de testimonio al lado de cada persona que ha sido llevado a una vida vacía por el materialismo de nuestra era para que puedan ser guiada a una vida plena en Tu Hijo, Jesucristo. En Su Nombre. Amén.

Notas:

Jennifer Boeth, “A Scientific God,” Dallas Times Herald, Thursday, February 3, 1983, pp.1 & 8.

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OTRA ESPANTOSA BURRADA DEL «ESCLAVO» DE LA WATCHTOWER QUE NO TIENE PERDÓN

Comentando la Watchtower el texto diario correspondiente al día de hoy Miércoles 28 de Noviembre del 2012, esto es lo que comienza diciendo el llamado “esclavo” sobre Sofonías 2:3, en la revista La Atalaya del 15 de febrero del 2011: “Mientras esperamos el gran día de Jehová, debemos seguir buscando la justicia de Dios…”

Noten que el “esclavo” anima a sus feligreses a SEGUIR BUSCANDO LA JUSTICIA DE DIOS. ¿Pero es eso lo que dice Sofonías 2:3? Lo que este texto dice es que busquemos justicia, no que sigamos buscando la justicia de Dios, lo cual es muy diferente.

La justicia de Dios es explicada claramente por Pablo en Romanos 1:17 y Romanos 3:21-28 y es sencillamente lo que se ha venido a llamar “la justificación por la fe”. Es decir, que hoy podemos ser justificados (hechos justos) por la fe en Cristo y en su evangelio para el perdón de nuestros pecados pasados. Es recibir LA JUSTICIA DE DIOS huy mismo si creemos (por la fe) en Cristo y en su evangelio salvador del reino junto con su obra vicaria en la cruz para limpiarnos de nuestros delitos y pecados. Una vez que ya hemos sido justificados por la fe, ya no necesitaremos más buscar la justicia de Dios, pues ya estamos reconciliados con él y ya somos sus hijos adoptivos, destinados para la gloria (Rom. 8:14-19, Gál.3:26).

Es, pues, una barbaridad teológica sostener, como lo hacen los Testigos de Jehová, que aún debemos estar buscando la justicia de Dios, o lo que es lo mismo decir, la justificación por la fe, ya que esto no tiene ningún sentido para todos los que ya hemos nacido de nuevo por la fe.

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LA FE DE JESÚS ES LA MISMA FE DE ABRAHAM

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

 La única fe que justifica y que pocos han comprendido…¡hasta ahora!

1.- Abraham fue justificado por su fe

Rom 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.

2.-Abraham creyó en el evangelio que recibió de antemano

Gálatas 3:8: Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la BUENA NUEVA a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones (de la tierra). Y además se le prometió que él y su descendencia poseerían la tierra (Gén. 12:1, 13:15; 15:18). Sin embargo, él y su prole no la heredaron, sino que la vieron de lejos hasta el día de hoy. Sin embargo, Abraham estaba seguro de que algún día él lo poseería junto con su simiente (Heb. 11:13).

3.-La promesa fue hecha también a la simiente de Abraham, que es Cristo

Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.

4.- Los que son de Cristo son también la simiente de Abraham

Gálatas 3:19: Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente simiente de Abraham sois, y herederos según la promesa.

5.- Los cristianos tienen la misma fe de Abraham

Romanos 4:16: Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es DE LA FE DE ABRAHAM, el cual es padre de todos nosotros.

6.-Jesús tenía fe

Apocalipsis 14:12: Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

7.-Los que son de Cristo también tienen la fe de Jesús

Romanos 3:26: con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la FE DE JESÚS.

8.- Los cristianos son justificados por la fe de Jesucristo

Gálatas 2:16: sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la FE DE JESUCRISTO, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

9.-Los cristianos son justificados por la fe de Abraham

Romanos 4:16: Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la FE DE ABRAHAM, el cual es padre de todos nosotros.

10.-Es evidente que la Fe de Abraham y la Fe de Jesús son equivalentes, pues sólo hay una sola fe que justifica y salva

Efesios 4:5: «un Señor, UNA FE, un bautismo»

10.- Abraham y la simiente (Cristo y su iglesia) recibieron la promesa de que algún día heredarían el mundo.

Génesis 13:14, 15 Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.

Romanos 4:13: Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería HEREDERO DEL MUNDO, sino por la justicia de la fe.

Salmos 37:9: Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos HEREDARÁN LA TIERRA.

Salmos 37:11: Pero los mansos HEREDARÁN LA TIERRA, Y se recrearán con abundancia de paz.

Salmos 37:22: Porque los benditos de él HEREDARÁN LA TIERRA;Y los malditos de él serán destruidos.

Salmos 37:29: Los justos HEREDARÁN LA TIERRA, Y vivirán para siempre sobre ella.

Isaías 60:21: Y tu pueblo, todos ellos serán justos, para siempre HEREDARÁN LATIERRA; renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme.

Apocalipsis 11:15: El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos DEL MUNDO han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.

Meditación:

Nótese que los santos del Señor guardan los mandamientos de Dios, pero también guardan, mantienen, conservan o abrigan la misma fe de Jesús. Esto es importante, pues somos justificados por compartir la misma fe de Jesús, la cual fue también la fe de Abraham cuando recibió y creyó en la promesa de bendición de Yahweh para él y su simiente. ¿Pero están esperando los cristianos de hoy permanecer en la tierra y no ser removidos al cielo para así poder poseer la tierra prometida junto con Abraham y su simiente principal (Jesucristo)? ¿Están verdaderamente esperando los cristianos de hoy que los reinos de este mundo pasen a ser de Cristo y de sus santos cuando él regrese en persona por segunda vez y restaure el reino de Dios en la tierra?

Lamentablemente, aún hoy cristianos que creen que sólo Cristo y su iglesia serán los herederos del mundo y no así Abraham, y los otros héroes de la fe del AT a quienes primero se les prometió heredar el mundo del futuro junto con la simiente. Para estos cristianos, Abraham, el padre de la fe, sólo será un súbdito o siervo de la tierra prometida y del reino, mientras que su simiente (la que tiene su misma fe) será la que rija el reino como reyes y sacerdotes  con Cristo a la cabeza. ¿Descabellada idea, no les parece?

FE EN JESÚS QUE DISIPA LA INQUIETUD

 

Por Israel Gonzáles 

Jehová Dios quiere que usted ponga fe en él, no en posesiones materiales. “Sin fe es imposible serle de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente.” (Hebreos 11:6.) Jesús dijo: “Hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee”. (Lucas 12:15.) El tener muchísimo dinero en el banco no hará que los pulmones enfermos sigan funcionando ni que un corazón cansado siga latiendo. “Por esto les digo —sigue diciendo Jesús en su Sermón del Monte—: Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. ¿No significa más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa?” (Mateo 6:25.)

Jesús era un maestro en las ilustraciones verbales. Pensaba en ellas en todo lo que veía. Vio a una mujer que ponía una lámpara encendida sobre el candelero, y convirtió eso en una ilustración. Vio a un pastor que separaba las ovejas de las cabras, e hizo de aquello una ilustración. Vio a niños que jugaban en la plaza del mercado, y pensó en otra ilustración. Hizo lo mismo en el Sermón del Monte. Mientras hablaba de la inquietud por las necesidades físicas, vio ilustraciones en las aves que volaban de un lugar a otro y en los lirios que cubrían las laderas. ¿Siembran y siegan las aves? No. ¿Hilan y tejen los lirios? No. Dios los hizo; él los cuida. Usted, sin embargo, vale más que las aves y los lirios. (Mateo 6:26, 28-30.) Él dio a su Hijo por usted, no por ellos. (Juan 3:16.)

Aquí Jesús no decía a sus seguidores que no tenían que trabajar para alimentarse y vestirse. (Véanse Eclesiastés 2:24; Efesios 4:28; 2 Tesalonicenses 3:10-12.) En aquella mañana primaveral, las aves estaban ocupadas escarbando por alimento, buscando su pareja, construyendo nidos, protegiendo los huevos, alimentando su cría. Trabajaban, pero sin preocuparse. Las flores también estaban ocupadas echando sus raíces en el terreno en busca de agua y minerales, y desplegando sus hojas en busca de la luz del Sol. Tenían que madurar, florecer y echar sus semillas antes de morir. Trabajaban, pero sin preocuparse. Dios provee para las aves y los lirios. “¿No los vestirá a ustedes con mucha más razón, hombres de poca fe?” (Mateo 6:30.)

Por eso, tenga fe. No se inquiete. La inquietud no cambiará nada. “¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse —preguntó Jesús—, puede añadir un codo a la duración de su vida?” (Mateo 6:27.) Pero ¿por qué relaciona Jesús una medida física de distancia —un codo— con una medida de tiempo en la duración de la vida? Quizás porque la Biblia con frecuencia asemeja la duración de la vida humana a un viaje, al usar expresiones como “el camino de los pecadores”, “la senda de los justos”, un ‘camino ancho que conduce a la destrucción’ y un ‘camino estrecho que conduce a la vida’. (Salmo 1:1; Proverbios 4:18; Mateo 7:13, 14.) El inquietarnos por las necesidades diarias no puede alargar nuestra vida ni siquiera una fracción, o, digamos, “un codo”. Pero hay una manera de prolongar la vida por incontables millones de kilómetros, por decirlo así. No por estar inquietos y decir: “¿Qué hemos de comer?” ni “¿Qué hemos de beber?” ni “¿Qué hemos de ponernos?”, sino por tener fe y hacer lo que Jesús nos manda: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios, y todas estas otras cosas les serán añadidas”. (Mateo 6:31-33.)

En la oración de apertura de su Sermón del Monte, Jesús dijo que el Reino de los cielos pertenece a los que tienen conciencia de su necesidad espiritual. En la cuarta oración dijo que los que tienen hambre y sed de justicia serán saciados. Aquí Jesús coloca tanto el Reino como la justicia de Jehová en primer lugar. Estos son el tema del Sermón del Monte. Son la respuesta a las necesidades de toda la humanidad. Pero ¿cómo podemos alcanzar el Reino de Dios y la justicia de Dios? ¿Cómo seguimos buscándolos? No como lo hacían los escribas y fariseos. Ellos buscaban el Reino y la justicia mediante la Ley de Moisés, la cual, según ellos, incluía las tradiciones orales, pues creían que Dios había dado a Moisés tanto la Ley escrita como las tradiciones orales en el monte Sinaí.

Su tradición respecto a esto decía: “De Sinaí Moisés recibió la Ley [nota al pie de la página: “La ‘Ley Oral’”], y la encomendó a Josué, y Josué a los ancianos, y los ancianos a los Profetas; y los Profetas la encomendaron a los hombres de la Gran Sinagoga”. Con el tiempo la ley oral de ellos fue ensalzada hasta por encima de la Ley escrita: “[Si] la persona viola las palabras de la Ley [escrita], no es culpable”, pero si “añade a las palabras [de las tradiciones orales] de los escribas, sí es culpable” (Misná). Sus tradiciones orales no se originaron en Sinaí. De hecho, comenzaron a acumularse rápidamente unos dos siglos antes de Cristo. Estas tradiciones añadieron y quitaron pensamientos a la Ley escrita de Moisés, y así la invalidaron. (Compárese con Deuteronomio 4:2; 12:32.)

La justicia de Dios no viene mediante la Ley, sino aparte de esta: “Por obras de ley ninguna carne será declarada justa ante él, porque por ley es el conocimiento exacto del pecado. Mas ahora, aparte de ley, la justicia de Dios ha sido puesta de manifiesto, según dan testimonio de ella la Ley y los Profetas; sí, la justicia de Dios mediante la fe en Jesucristo”. (Romanos 3:20-22.) Así que la justicia de Dios viene mediante la fe en Cristo Jesús… ‘la Ley y los Profetas dieron abundante testimonio de esto’. Las profecías mesiánicas se cumplieron en Jesús. Él también cumplió la Ley; esta fue removida por ser clavada al madero de tormento de él. (Lucas 24:25-27, 44-46; Colosenses 2:13, 14; Hebreos 10:1.)

Por lo tanto, el apóstol Pablo escribió lo siguiente sobre el fracaso de los judíos en su búsqueda de la justicia: “Porque les doy testimonio de que tienen celo por Dios; mas no conforme a conocimiento exacto; pues, a causa de no conocer la justicia de Dios, pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la justicia de Dios. Porque Cristo es el fin de la Ley, para que todo el que ejerza fe tenga justicia”. (Romanos 10:2-4.) Pablo también escribió lo siguiente acerca de Cristo Jesús: “Al que no conoció pecado, él lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios por medio de él”. (2 Corintios 5:21.)

Para los judíos un Mesías que moría era débil y un nadie. Tal Mesías era necedad para los filósofos griegos, que se burlaban de aquella idea. Sin embargo, es como Pablo proclamó: “Tanto los judíos piden señales como los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo fijado en el madero; para los judíos causa de tropiezo, pero para las naciones necedad; no obstante, para los que son los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Porque una cosa necia de Dios es más sabia que los hombres, y una cosa débil de Dios es más fuerte que los hombres”. (1 Corintios 1:22-25.) Cristo Jesús es una manifestación del poder y la sabiduría de Dios y es el medio que Dios utiliza para traer justicia y vida eterna a la humanidad obediente. “No hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos.” (Hechos 4:12.) Ninguna Organización religiosa puede hacer esto, solo Jesús es el Camino y la verdad y la vida.

Un abrazo a todos.

LOS CIENTÍFICOS DICEN: «¡POR SUPUESTO, LA FE Y LA CIENCIA SE MEZCLAN!»

Slide ImageTRADUCCIÓN AUTOMÁTICA, CON ALGUNOS ERRORCILLOS TOLERABLES

A lo largo de la historia, la ciencia y la religión se han retratado como un conflicto perpetuo, pero un nuevo estudio realizado por la Universidad de Rice sugiere que sólo una minoría de científicos de las universidades de investigación más importantes perciben como un problema. Ellos dicen que no creen que la religión y la ciencia requieren límites bien definidos.

«Cuando se trata de preguntas sobre el significado de la vida, las maneras de entender la realidad, los orígenes de la Tierra y la religión cómo se desarrolló la vida en ello, muchos han visto y la ciencia como un conflicto irreconciliable», dijo Rice socióloga Elaine Howard Ecklund. Pero la mayoría de los científicos entrevistados por Ecklund y sus colegas vista tanto de la religión y la ciencia como «vías válidas de conocimiento» que pueden aportar una comprensión más amplia de importantes

Ecklund resume sus hallazgos en «Los científicos negociar límites entre religión y ciencia», que aparece en una edición reciente de la Revista para el Estudio Científico de la Religión. Sus co-autores son sociólogos Jerry Parque de la Universidad de Baylor y Katherine Sorrell, un estudiante graduado en la Universidad de Notre Dame. Ecklund es el autor de ciencia versus religión: ¿Qué piensa realmente científicos. publicado por Oxford University Press el año pasado. El estudio fue apoyado por una beca de la Fundación John Templeton con fondos adicionales de la Universidad de Rice.

Ecklund, Park y Sorrell entrevistó a 275 científicos seleccionados al azar de una encuesta a 2.198 profesores titulares y tenencia de la pista en las ciencias naturales y sociales de 21 universidades de élite de Estados Unidos de la investigación. Sólo el 15 por ciento dijo que ver la religión y la ciencia como «siempre en conflicto.» Otro 15 por ciento dicen que los dos son «nunca en conflicto», y el 70 por ciento cree que «la religión y la ciencia son sólo algunas veces en conflicto.» Cerca de la mitad de los encuestados de la población expresa alguna forma de identidad religiosa, mientras que la otra mitad no lo hizo.

«Gran parte del público cree que a medida que la ciencia se hace más prominente, el aumento de la secularización y la disminución de religión», dijo Ecklund. «Hallazgos como éstos entre los científicos de élite, que muchas personas creen que tienen más probabilidades de ser laico en sus creencias, en definitiva poner en cuestión las ideas sobre la relación entre la secularización y la ciencia.»

Muchos de los encuestados citaron las cuestiones en el ámbito público, como la enseñanza del creacionismo contra la evolución, o las controversias en torno a la investigación con células madre – como razones para creer que hay conflicto. El estudio mostró que cuando los científicos dicen que la religión y la ciencia están en conflicto, por lo general tienen un tipo particular de la religión en la mente o ciertas personas o instituciones religiosas específicas.

«El tipo de investigación limitada disponible en la religión y la ciencia parece preguntar si están en conflicto o no, cuando en realidad debería pedir a las condiciones en las que están en conflicto», dijo Ecklund. «Nuestra investigación ha encontrado que incluso dentro de la misma persona, no puede ser diferentes puntos de vista. Es muy importante disipar el mito de que la gente cree que la religión y la ciencia o bien hacer o no entren en conflicto. »

Un biólogo, un ateo no parte de ninguna tradición religiosa, admitió que ella hace un esfuerzo sincero de presentar la ciencia de tal manera que «estudiantes de religión no tiene que comprometer a sí mismos.» Aunque no está reconsiderando sus puntos de vista personales sobre la religión, busca con recursos para mantener a sus estudiantes religiosos comprometidos con la ciencia.

Otros hallazgos incluyeron: Sesenta y ocho por ciento de los científicos encuestados consideran a sí mismos espiritual hasta cierto punto. Los científicos que se ven como espiritual o religioso son menos propensos a ver la religión y la ciencia en el conflicto.

En general, en algunas circunstancias, incluso el más religioso de los científicos se han descrito en términos muy positivos por parte de sus pares no-religiosos. «Esto sugiere que la integración de la religión y la ciencia no es tan desagradable para todos los científicos», dijo Ecklund. «Creo que sería útil para que el público vea lo que los científicos están diciendo en realidad acerca de estos temas, en lugar de creer que los estereotipos».

Fuente:

http://www.beliefnet.com

¿AUMENTARÁ LA FE EN LOS ÚLTIMOS DÍAS CON UNA IGLESIA PODEROSA E INFLUYENTE?

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Las Escrituras nos muestran que en los días finales el mundo vivirá en una oscuridad espiritual como nunca antes se ha visto. La gente vivirá impíamente, pues serán amadores de sí mismos, de los placeres insanos, avaros, infieles, incrédulos, desobedientes a sus padres, y sin afecto natural. Y Esto lo dice muy claramente el apóstol Pablo en 2 Timoteo 3:1-4, así: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos impíos, sin afecto natural…aborrecedores de lo bueno… amadores de los deleites…”.

Y el apóstol Pedro dice algo parecido cuando escribe: “Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores…y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento…?” (2 Pedro 3:3).

Es un hecho de que en los últimos días la maldad en la tierra se habrá multiplicado, y esto hará que el amor de muchos se enfríe. Así lo expresa nuestro Señor cuando dijo: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).

Por otro lado, Jesús estaba consciente de que en los días finales no hallaría fe en la tierra, cuando dijo: “…¿Pero cuando el Hijo del hombre venga, hallará fe en la tierra? (Lucas 18:8). Y es que él sabía que los días finales serían como en los días de Noé, cuando dijo: ““Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre…y NO ENTENDIERON HASTA QUE VINO EL DILUVIO” (Mat. 24:37-39).

Por otro lado, la iglesia del fin, la de Laodicea, se encontraría relajada, viviendo a sus anchas por lo que había logrado materialmente, pero se vería tibia en su fe. Vean lo que dice Apocalipsis 2:17: “Al ángel de la iglesia de la Laodicea, la del tiempo del fin, se dice lo siguiente: “Porque tú dices: Yo soy rico y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres  un desventurado, ciego y desnudo” (Apo. 2:17).

También Pablo anuncia que en los últimos días la iglesia afrontaría la apostasía, y eventualmente algunos escogidos oirían las mentiras de los falsos guías espirituales: “Nadie os engañe en ninguna manera porque no vendrá sin que antes venga la apostasía…” (1 Tes. 2:3). ”Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aún a los escogidos” (Mateo 24:24).

Ya en los tiempos de  Pablo mucha gente no estaba dispuesta a oír evangelio salvador, ¡cuánto más en los tiempos finales! Dice Pablo al respecto: “Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído en nuestro anuncio?” (Romanos 10:16).

Siendo lo expuesto una verdad revelada, ¿Cómo se explica que las sectas crezcan en número, y se hagan más fuertes, poderosas, y ricas en estos días finales?¿Por qué crecen los Testigos de Jehová, los mormones, los adventistas, los pentecostales, la Nueva Era, y cientos de grupos más? La respuesta, creo yo, la da el mismísimo apóstol Pablo en 1 Timoteo 4:3-4, quien dice muy claramente, lo que sigue: “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo la comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán la verdad el oído y se volverán a las fábulas. (1 Tim.4:3-4).

Observen ustedes, queridos amigos, que vendrían tiempos (los finales) en que la gente no aceptará la sana doctrina, el evangelio verdadero de Cristo, y que más bien tendrán comezón de oír todas las verdades prístinas de la Biblia, y se volverán a la fábulas de las sectas y cultos que hoy sobreabundan por todos lados. Algunos se están ahora yendo a la Nueva Era para escuchar todas sus fábulas diabólicas de los «hermaqnos mayores del espacio», o a los mormones, para oír sus fábulas ridículas de habitar otros mundos, o a los Testigos de Jehová, para comerse sus fábulas de un reino clasista que ha dividido el rebaño del Señor en dos clases (celestial y terrenal), y tragarse de buena su otra fábula de una venida invisible de Cristo en 1914. Es por eso que estos cultos crecen y crecen, mientras que el mensaje verdadero de Cristo es tomado por las gentes como algo soso y poco digerible, ajeno a sus intereses y anhelos presentes.

Hoy es más bonito escuchar, por ejemplo, el evangelio de la prosperidad, el cual propugna que Dios puede hacerte un magnate y poderoso en esta vida,  poniendo en práctica ciertas “fórmulas mágicas”, o vendiendo tu alma al diablo, sin tener que esperar en la otra vida y sus promesas de gloria.

Por todo lo expuesto arriba, sería absurdo que alguno sintiera orgullo o envidia por el crecimiento de alguna secta religiosa, ya que es justamente ese crecimiento la que la delata como una religión falsa y peligrosa, y más aún, si estos son en realidad los tiempos finales.

Estoy convencido de que así como en los tiempos de Noé la gente no quería escuchar lo que él tenía que decirles, igualmente ocurrirá con los pregoneros de justicia de los tiempos finales. Su trabajo no tendrá el fruto esperado, y pocos querrán salvarse, o probablemente nadie. La iglesia verdadera tendrá dificultades en su trabajo misionero, y más aún, en los tiempos de la gran tribulación. Pero finalmente entenderán cuando sea demasiado tarde y llegue el juicio de Dios sobre ellos por su incredulidad.

Felizmente habrá una grande muchedumbre de creyentes (miembros de la iglesia) que pasarán victoriosos la gran tribulación, los cuales no habrán negado su fe en el Señor en el periodo de prueba, y entonces serán premiados para que estén frente al trono y frente al Cordero.

CIENCIA Y CREENCIA DE LOS CIENTÍFICOS CON RESPECTO A LA FE EN DIOS

 

TRADUCCIÓN AUTOMÁTICA, CON ERRORCILLOS TOLERABLES

La semana pasada el sociólogo Elaine Howard Ecklund habló en el Instituto de Faraday sobre su trabajo en las creencias del científico . Entre 2005 y 2007 ella y su equipo llevó a cabo casi 1.700 encuestas y 275 entrevistas en profundidad con los científicos de alto nivel en 21 universidades de élite de Estados Unidos. El objetivo era conseguir una imagen más precisa y actualizada de cómo los científicos acercarse a la religión y la espiritualidad.Las estadísticas del estudio Ecklund son esclarecedores. Cuando se le preguntó si la ciencia y la fe estaban en conflicto, el quince por ciento de los científicos entrevistados dijo que no, el setenta por ciento pensó que eran a veces ya veces no lo eran, y sólo el quince por ciento pensó que eran siempre en conflicto. Ecklund ha escrito un relato más detallado de esta parte de la encuesta, hablando de cómo los científicos perciben que puede haber fronteras entre la ciencia y la fe y si se puede cruzar.El setenta por ciento de los científicos que reconocieron que la ciencia y la fe no tiene por qué estar en conflicto utilizaron tres estrategias principales. El primero fue para redefinir la religión para incluir una noción más amplia de la espiritualidad. El setenta por ciento de todos los científicos entrevistados consideraban a sí mismos espiritual. Muchas de estas personas vieron a la espiritualidad como fuente de información y claridad en sus esfuerzos científicos. (Sin duda, el setenta por ciento, que no creo que el conflicto es inevitable y el setenta por ciento de la espiritualidad que se superponen en cierta medida el valor.)El segundo tema común fue el reconocimiento de algunos de los pioneros de frontera de los que están comprometidos con la fe y la ciencia, y estamos seguros al hablar de ambos a la vez. Francis Collins,se mencionó con mayor frecuencia como un destacado científico y un cristiano que tiene claramente integrar su ciencia con su fe cristiana en una forma satisfactoria.

Hay algunas personas que tienen creencias religiosas muy profundas que simplemente no dejan que las cosas conflicto. Uno de los ejemplos hermosos que he oído hablar recientemente es este tío, Francis Collins . . . Él es el director del equipo de mapeo de genes en los NIH, y él es un muy grave cristiano nacido de nuevo y, obviamente, un firme creyente . . . y, obviamente, se las arregla para vivir muy bien con eso.

Científico de la cultura judía, Ecklund et al, 2011Pero, con mucho, la reacción más común entre los ‘parciales’ complementarians el setenta por ciento fue para fomentar el diálogo. Eran conscientes de que cada año, los jóvenes entraron en sus aulas aportando nuevas ideas, y que para ser buenos maestros que necesitaban para animar a sus estudiantes para pensar las cosas por sí mismos. Para mí, esto son los datos más interesantes del estudio Ecklund – que la mayoría de los científicos en los EE.UU. parecen estar abriendo la puerta a los debates sobre la ciencia y la fe en los contextos apropiados.

Un biólogo, un ateo no parte de ninguna tradición religiosa, nos dijo que estaba «bastante sorprendido de cómo muchos de nuestros estudiantes son muy religiosos. Yo siempre estoy realmente sorprendida, y yo soy la otra manera [no religiosa] «. También explicó que ella hizo un esfuerzo sincero para presentar la ciencia de tal manera que» estudiantes de religión no tiene que comprometer a sí mismos. «

Ecklund et al, 2011Es refrescante tener algunos datos en la mano, que refleja lo que siempre he experimentado en mis interacciones con sus colegas científicos. Los científicos son seres humanos comunes que están interesado en lo que está pasando alrededor de ellos. Reconocen que, para funcionar como personas completas que tenemos que pensar en cómo nuestros estudios académicos se relacionan con nuestras creencias más amplios. Voy a esperar con un poco de interés por los resultados del último estudio Ecklund en las creencias del científico en todo el mundo.

http://scienceandbelief.wordpress.com/2012/03/15/the-beliefs-of-scientists/

¿POR QUÉ NO SOY UN CATÓLICO ROMANO?

 

 

Propósito de Este Estudio:

                   Este artículo obedece a un espíritu de buena voluntad hacia nuestros amigos Católicos peruanos y extranjeros en todas partes. Sucede que muchos de mis amigos católicos me preguntan porqué dejé el catolicismo, si de niño fui bautizado en esa iglesia.

                   Pero antes de responder a esa pregunta, debo reconocer que la Iglesia Católica es por lejos la más grande organización religiosa de la Cristiandad. Su membresía sobrepasa los 600 millones de fieles, más del doble del número de miembros de todas las denominaciones Protestantes juntas. En todo el mundo existen casi 417,000 iglesias y alrededor de 157,000 escuelas, todas ellas Católicas. Tiene 32,000 hospitales, orfanatos, asilos y demás instituciones bajo su control y benefician a 16 millones de personas cada año.

                   A pesar de lo compleja de su organización mundial, la Iglesia Católica ofrece una uniformidad de fe y práctica que contrasta abiertamente con la de los otros muchos grupos competitivos y sus diversos credos. Además, reclama la vigencia de la sucesión apostólica, así como la infalibilidad de su máximo líder; algo que sólo pocas de las otras organizaciones religiosas se atreverían afirmar. Y finalmente, es aquella, la única Iglesia que puede mirar atrás en su pasado histórico, consciente de la influencia que ha ejercido sobre la civilización occidental, cuando en un tiempo ella decidió el destino de naciones y gobernantes.

                   Este es seguramente un historial impresionante. Desde el punto de vista estadístico e histórico el cuadro que hemos pintado corresponde ciertamente a la de una iglesia poderosa. Sin lugar a dudas, muchos católicos se deben sentir orgullosos por ello, así como perplejos ante el porqué alguien, a pesar de estos hechos, escogiese deliberadamente otra afiliación que no fuese la Católica. Aquellos demandarían unir esfuerzos con la iglesia Católica, a fin de juntos resistir exitosamente las asechanzas del ateísmo.

                   La razón por la cual un grupo escogiese permanecer separado de la “Madre Iglesia” se convierte así en un tema de palpitante interés, tanto para católicos, como para protestantes. Para desarrollar este tema, nos propondremos investigar algunos de los aspectos más importantes del catolicismo, tales como el de la naturaleza de la Iglesia primitiva, el rol de la Biblia, las influencias de las tradiciones, las características de la iglesia bíblica, así como el origen de las diversas prácticas de la Iglesia Católica.

                   Intentaremos que esta presentación sea lo más justa e imparcial posible, dando las referencias bíblicas e históricas del caso toda vez que esto sea posible. Confiamos en que este análisis servirá de guía a quienes han reflexionado sobre el tema, proveyéndoles del material necesario que les permita sacar sus propias conclusiones.  

Puntos de Convergencia con el Catolicismo:

                   Es sorprendente descubrir que existen muchas áreas en donde protestantes y católicos convergen o están de acuerdo. La primera y la más importante de todas tiene que ver con la creencia en un Dios que es un Espíritu Puro, Creador de todas las cosas, y que no tiene rival o competidor de igual a igual. Además, es un Dios Amoroso, Justo, Perfecto, Inmortal, Invisible, Todopoderoso, Omnipresente, y Omnisciente. Este Dios de los católicos es el mismo concebido por los protestantes, en su mayoría.

                   En segundo lugar podemos mencionar que comparten la creencia en la perfección original de la raza humana, representada en Adán y Eva, en el jardín del Edén. Según ello, Adán y Eva perdieron su felicidad, salud, y comunión con Dios por causa de su desobediencia a Su ley. Las funestas consecuencias fueron la enfermedad, la degradación, y alineación que se transmitieron de padres a hijos. Con ellos aparece “el pecado original”.

                   Como tercer punto, hay coincidencia en que Dios planeó la redención de la raza humana caída a través de un único y singular sacrificio en la persona del Hijo de Dios. Católicos y protestantes están de acuerdo que el único camino para reconciliarnos con Dios el Padre es creyendo en el sacrificio de Su Hijo, quien murió por todos los pecadores, y pagar el precio correspondiente por los pecados.

Puntos de Divergencia con el Catolicismo:

                   En relación a estas enseñanzas cristianas básicas hay total coincidencia. Pero avanzar más allá, a fin de profundizar en temas como el de la constitución de la iglesia, formas aceptables de adoración, creencias doctrinales específicas, o la naturaleza del mensaje del evangelio a ser dado al mundo, nos enfrentaría a muchas dificultades. Se levantarían barreras infranqueables debido a conceptos y creencias contrapuestas. La pregunta surge por sí sola. ¿Por qué deberían de existir diferencias si las dos tienen un origen común?

                   Se podría ofrecer una respuesta muy simple, al menos en cuanto a lo que a catolicismo y protestantismo se refiere. La razón por la cual hay armonía en los temas anteriormente expuestos es que éstos claramente están expuestos en la Biblia y son aceptados por la fe como hechos históricos. Se podría extender las áreas de común entendimiento si los católicos y protestantes, por igual, aceptaran que la Biblia es la única base sólida para la fe y conducta cristianas. Pero es justo aquí donde la línea divisoria aparece. Los católicos no creen que la Biblia sea la única guía religiosa. Ellos consideran a la tradición de la iglesia, es decir, a los escritos y enseñanzas de sus líderes a través de los siglos, como de igual valor junto a la Biblia; y es en este sentido que según ellos, hasta la supera en importancia.

                   Cuando los escritos de ciertas personalidades importantes dentro de una religión son consideradas de igual valor que la Biblia, se hace evidente que no todos aceptarán como válido este criterio. Donde sea que se acepte como única fuente de verdad a la Biblia, la tendencia que se dejará notar será hacia la uniformidad de creencias. Y es aquí donde descansan las mayores diferencias entre las Iglesias Católica y Protestante.

                   ¿Es la Biblia por sí sola una guía suficiente y segura para la salvación? Creemos que sí.

Quién Tiene la Autoridad— ¿La Iglesia o la Biblia?:

                   Los católicos sostienen que la tradición de la iglesia es más importante que la Biblia. Para ellos “La Tradición de la Iglesia” es el “sentir” o el “criterio” de la iglesia a través de los siglos, incluyendo los escritos de sus doctores, “padres”, teólogos, así como sus decretos conciliares, libros litúrgicos, y encíclicas papales. Creen además, que esta tradición en realidad no se opone a la Biblia, sino que más bien la complementa. 

                   A esta altura estudiaremos las razones que esgrimen los católicos para justificar el énfasis puesto en la tradición. Si bien la Iglesia Católica considera que la voz de la iglesia es la voz de Dios, al mismo tiempo y con igual énfasis, ella proclama que la ‘la tradición de la Iglesia’ está en completa armonía con las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, dado que todos aceptan la Biblia en su totalidad, podemos estar seguros que será de provecho el hacer un examen respecto a lo que las mismas Escrituras tienen que decirnos acerca de la tradición y su propósito o utilidad para los cristianos de hoy.

La Iglesia Precede al Nuevo Testamento:

                   Dando una mirada retrospectiva hacia el momento mismo en que se inició la Iglesia, sabremos que es históricamente cierto que Cristo la estableció mucho tiempo antes que comenzara a escribirse el Nuevo Testamento. Asimismo, es cierto que la tarea de enseñar dentro de la Iglesia como la de testificar el evangelio a los inconversos se estuvo llevando a cabo durante años antes que se completara el Nuevo Testamento. Estos hechos se han usado no sólo para restarle importancia a la Biblia, sino para magnificar la autoridad de la iglesia. Pasemos a ver si esas conclusiones tienen veracidad.

                   En primer lugar, los antiguos cristianos siempre tuvieron las Escrituras del Antiguo Testamento de las cuales beneficiarse. Éstas constituyen casi las tres cuartas partes de toda la Biblia. Aquellas estaban a libre disposición en las sinagogas y eran usadas con frecuencia en las discusiones de los judíos. De hecho, se nos dice que los más nobles de los judíos “escudriñaban diariamente las Escrituras” para determinar, por ellos mismos, si las enseñanzas cristianas podían justificarse (Hechos 17:11). Su razonamiento les decía que si el cristianismo venía realmente de Dios, sería factible hallar indicios en las Escrituras judaicas de que ello era así. Por cierto, los primeros cristianos ya habían llegado a la conclusión de que muchas de las profecías, oráculos, simbolismos, y otras enseñanzas inspiradas de los apóstoles, armonizaban perfectamente con aquellas de las Escrituras Sagradas Hebreas. Difícilmente se podría decir hoy que los antiguos cristianos fueron dejados sin Escrituras que los guiaran. 

                   Por supuesto que existen muchas enseñanzas del Nuevo Testamento que son exclusivas del cristianismo, las mismas que no pueden ser explícitamente verificadas en el Antiguo Testamento, aunque estén presentes allí en forma de tipos y dichos oscuros. Pero, los primeros cristianos no se hallaron “flotando en el aire”, por así decirlo, debido a la ausencia de esos escritos, pues Jesús y sus apóstoles estaban presentes con ellos ministrando en su beneficio. Los apóstoles fueron testigos oculares de eventos importantes que tuvieron lugar durante ese tiempo. En algunos casos tuvieron revelaciones especiales como una ayuda en su ministerio. Declaraciones hechas por el apóstol Pablo evidencia que él habló bajo la directa inspiración de Dios

                   En 1 Corintios 2:7,10 Pablo habló, diciendo: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció…pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu.” Otra vez dice: “Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es la verdad, palabra de Dios.”—-(1 Tesalonicenses 2:13). 

                   Adicionalmente, la iglesia del primer siglo se le dio el beneficio de los dones sobrenaturales, tales como sabiduría, operación de milagros, don de profetizar, etc., en compensación por haber carecido de instrucciones específicas provenientes del Nuevo Testamento (1 Corintios 12:4-11). A medida que los escritos de los apóstoles se hicieron disponibles, estos dones resultaron innecesarios y con el tiempo cesaron. Así se nos entreteje un cuadro acerca de la preocupación o interés de Dios por el crecimiento y bienestar espirituales de los seguidores del Maestro durante el primer siglo. Pero también se hace evidente la identidad de aquel que controló de forma admirable sus asuntos antes que el Nuevo Testamento estuviese disponible para todos. Ciertamente no hay indicio alguno que muestre que el testimonio escrito de la Palabra de Dios fuese considerado como algo de poco valor. 

Valor del Testimonio Escrito:      

                   Se sugiere que los apóstoles, en sus escritos, casi no distinguieron entre la ‘palabra hablada’, la misma que más tarde se convertiría en la tradición de la Iglesia, y la ‘palabra escrita’ la que se convertiría después en el Nuevo Testamento. Se nos dice que los apóstoles enfatizaban en la ‘palabra hablada’. De allí se argumenta que, si los apóstoles no enfatizaron el testimonio o ‘palabra escrita’, ¿por qué nosotros, hoy, tendríamos que hacerlo? 

                   Examinado las Escrituras relativas a este tema, encontramos algunos textos que parecieran sustentar lo argumentado por el catolicismo. Por ejemplo: “Así que hermanos estad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta.” ( 2 Tesalonicenses 2:15). “Retén la forma de las sanas palabras que de mi oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 1:13). “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles, que sean idóneos para enseñar también a otros.” (1 Timoteo 2:12).

                   Ante todo, en cada cita de arriba, Pablo se refiere a sus propias palabras como las de alguien que había sido escogido para ser un Apóstol de Cristo. Así que la advertencia de mantenerse firmes en las “sanas palabras” sólo aplica a las palabras de Pablo. No hay nada que indique que se pudiese aplicar también a las palabras de otro individuo. Más allá de esto, sin embargo, no habría autoridad para aplicar estos textos a las palabras de aquellos que habrían de venir después de los apóstoles. Para el tiempo que éstos habían fallecido, sus escritos llegaron a estar disponibles a todas las congregaciones cristianas, no siendo ya necesario que dependieran de la ‘palabra oral’ cuando ya vino a estar escrita. 

                   Además, en 1 Corintios 14:37 Pablo dice: “Si alguno se cree profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.” Ciertamente esto revela que Pablo tenía la convicción de que sus palabras eran inspiradas por Dios mismo, o que tenían un origen divino. Por eso él urgió a sus hermanos en la fe a que leyeran sus cartas en las iglesias (1 Tesalonicenses 5:27; Colosenses 4:16).

                   En ningún lugar se nos dice que Pablo se haya sentido ofendido que hermanos en la fe compararan sus palabras con las del Antiguo Testamento, como ocurrió con los Bereanos. Por el contrario, aquellos hermanos fueron considerados más nobles que los demás, porque usaban las Escrituras Hebreas (Antiguo Testamento) como el patrón ante el cual medir la palabra hablada, aunque viniese del gran apóstol Pablo (Hechos 17:10-11).

                   También el Antiguo Testamento aconseja: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto es porque no les ha amanecido.” (Isaías 8:20). Es decir, debemos confrontar las enseñanzas habladas, con aquellas escritas e inspiradas por Dios.

                   En Efesios 2:19,20 leemos: “Ustedes… son edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.” Dado que la escuela profética tuvo su comienzo con los escritos de los profetas del Antiguo Testamento, de la misma manera la escuela apostólica se inició con las palabras de los apóstoles, tal como están registradas en el Nuevo Testamento.

                   ¿Qué es lo que tiene que decir el apóstol Pedro sobre todo esto? En su Segunda Epístola lo hallamos muy preocupado por el futuro bienestar de los hermanos para después de su “partida”. Mientras él estuvo a su lado, pudo despertarlos con su amonestación, recordándoles las doctrinas importantes, confirmándoles la verdad (2 Pedro 1:12-14). Pero Pedro también quería que los hermanos se acordaran de sus palabras aun después de su muerte. Dice: “También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas.” (v.15). ¿ Cómo podría lograr él este objetivo?

                   ¿Estaba sugiriendo Pedro que los hermanos debían de recordar y memorizar sus emocionante sermones?¿Era su intención de que sus enseñanzas pasaran de boca en boca y de generación en generación? Esto sería peligroso, pues podría distorsionarse el verdadero evangelio, y la verdadera doctrina de Cristo con el correr el tiempo. Los hermanos podrían “añadir” pensamientos e ideas propias a las enseñanzas originales, adulterando así el mensaje apostólico radicalmente. Se necesitaría un CANON (una regla para medir la verdad original) para guiarse y así preservar la sana doctrina. Por eso, el método que Pedro sabiamente escogió usar está claramente descrito en 2 Pedro 3:1,2: “Amados esta es la segunda carta que os escribo y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento; para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles.” Así, por medio de la palabra escrita Pedro evitó que sus dichos fueran olvidados e intencionalmente distorsionados, pues lo que quería era que el mensaje fuese preservado en su pureza original. 

                   Jesucristo mismo se vio precisado en muchas ocasiones a citar las mismas Escrituras Hebreas (A.T) para confirmar lo que decía y enseñaba a sus discípulos y detractores por igual. Uno de esos casos lo encontramos cuando Jesús estaba en el desierto ayunando 40 días. El diablo se le presentó para tentarlo, ante el cual Jesús le dijo: “Escrito está”, y citó la cita del Antiguo Testamento (Mateo 4:4,7,10; Deuteronomio 8:3; 6:16; 6:13). Aquí Jesús no trató de defenderse usando su lógica o razonamiento personal, lo cual hubiera sido magistral; sino por el contrario, en por lo menos tres ocasiones seguidas prefirió repetir la misma frase, “Escrito Está”. Viniendo del mismo Hijo de Dios, destinado a regir el mundo, ¿Qué poderosa demostración de respeto y de prestar atención al testimonio escrito de su Padre fue esa! También en Marcos 12:24 se le encuentra a Jesús diciendo: “¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras y el poder de Dios?”. Y en Lucas 4:17-21 se le encuentra a Jesús en la sinagoga predicando y explicando la Escritura de Isaías capítulo 61 diciendo que ella se estaba cumpliendo en él. Y finalmente, en Lucas 24:27,44-46 Jesús es hallado razonando de las Escrituras y explicándoles su significado: “Y comenzando desde Moisés y siguiendo por todos los profetas, les declaraba lo que de él se decía en las Escrituras…era necesario que se cumpliese todo lo que estaba escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas, y los salmos…Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras, y les dijo: ‘Así está escrito.’

 

La Tradición Oral de La Iglesia:

                   En otra ocasión Jesús dijo: “La Escritura no puede ser quebrantada.” ( o “anulada”, Juan 10:35, WEYMOUTH). Sí, el testimonio de las Escrituras es siempre seguro y confiable, pues es inspirada por Dios y útil para enseñar, corregir, redargüir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea apto para toda buena obra (2 Timoteo 3:14-17). En cambio, los hombres se pueden equivocar. El mismo Pedro se estaba equivocando cuando insistía en que se debía guardar toda la ley de Dios, incluso la circuncisión de la carne (“Judaizar”), al ignorar u olvidar lo que Jesús había enseñado sobre la misma (Gálatas 2:11-16). Entonces vemos que aun Pedro, un apóstol, se estaba desviando, cuando él mismo pasó por alto lo enseñado por Jesús antes. 

                   Entonces, ¿los pensamientos o ideas de los líderes de la iglesia católica representan bien la palabra de Dios? Todo depende si dichos pensamientos o criterios corresponden o coinciden con los dicho por los apóstoles y Cristo. ¿Cómo lo podemos saber? ¡Por la Palabra escrita!

                   El mismo Jesús, durante su ministerio, nunca se apoyó en las escuelas rabínicas de su día, llenas de tradiciones y preceptos humanos. Evidentemente la razón por la cual no lo hizo era porque sabía perfectamente que aquellas no estaban en armonía con la Palabra escrita. A los fariseos y escribas, Jesús dijo: “Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón lejos está de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.” (Mateo 15:7-9). Por eso, los protestantes tienen sus grandes reservas con los llamados sínodos, concilios, “El Magisterio de la Iglesia”, “encíclicas papales”, “tradiciones de la iglesia”, etc. Si de éstos no salen doctrinas de acorde con la Biblia—¡Los protestantes las rechazan! Igual debieran hacer los mismos católicos, ¿no le parece, estimado lector? Entonces, así como las tradiciones judías habían divagado tan lejos de la verdad original de Dios, que Dios la describió en Jeremías 2:13, como “cisterna he hechura humana que no podía retener agua (La Verdad)”. Asimismo, la tradición católica se ha convertido igualmente en una cisterna que no puede retener la verdad de Dios.   

                                 Los apóstoles Pablo y Pedro advirtieron en contra de la desviación de la verdad al decir: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”(Colosenses 2:8). Pareciera que estas palabras fueran escritas directamente para los católicos, aunque fueron dichas primeramente para los judíos y sus tradiciones, y contra los llamados gnósticos de la época, entre otros grupos religiosos. “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.” (2 Pedro 1:19). Desgraciadamente los seminaristas católicos reciben mucha educación filosófica, y no mucha teológica, contradiciendo de esta manera lo advertido por los apóstoles.

 

La Iglesia del Primer Siglo

                  ¿Se ha preguntado usted si la iglesia del primer siglo fue Católica? Muchos han creído que la palabra “católica” aparece en la Biblia, pero no es cierto. Jamás aparece la frase “Iglesia Católica Romana” como tampoco “Iglesia Evangélica”, “Iglesia Mormona”, “Iglesia Adventista”, etc.

                  Pero dirijámonos a los albores de la historia de la iglesia, tomando nota de cómo era ésta, quiénes la componían, y qué es lo que ella creía. Tal investigación podría ser mejor llevada adelante si la hiciéramos al detalle, pero en atención a la brevedad nos atendremos a lo más sobresaliente.

                 Desde el comienzo se ve claramente que Jesucristo estableció sólo una iglesia y que fue ella que le dio la verdad espiritual necesaria para su salvación. Sin embargo, al mismo tiempo que la fe se fue extendiendo, en diversos pueblos y ciudades, se fueron organizando las primeras agrupaciones o congregaciones de seguidores de Jesús, cada una manteniendo su propia autonomía.

                Había sólo una organización dentro de los límites de cada pueblo. La iglesia que se reunía “en la casa” de fulano o sutano (Filemón 2) no era otra cosa que una reunión de personas con fines religiosos; el término ‘iglesia’ siendo usado en su sentido ordinario de ‘asamblea’. Ninguna de estas iglesias locales pretendió gobernar a las otras, confinando sus actividades a las de exhortar, aconsejar, y confortarse mutuamente.

                La base de la organización eclesiástica fue la fraternal igualdad de los creyentes…en vez de una orden sacerdotal existía un sacerdocio universal. Esto quiere decir que todos y cada uno de los creyentes eran sacerdotes que ofrecían alabanza, adoración, y sacrificio espiritual a Dios (1 Pedro 2:5,9).

                Cada congregación (iglesia) elegía a sus propios servidores, designándolos con los términos genéricos de ‘ancianos’ y ‘diáconos’ (1 Timoteo 3:1-13). En vista de que Jesucristo era considerado como la única ‘cabeza’ de la iglesia (Efesios 1:22,23) y todos sus miembros se consideraban hermanos entre sí (Mateo 23:8), no se tenía la más ligera idea de otorgarle a alguno de los ancianos un mayor respeto o autoridad sobre los demás. Por esta razón la indumentaria clerical fue totalmente desconocida en los siglos tempranos de la iglesia. Así, se desarrolló una extraña forma de gobierno dentro de la iglesia, con cada miembro compartiendo responsabilidades y privilegios de servicio con los demás.

                Los primeros cristianos creyeron en el inminente retorno de su Señor y el establecimiento del reino de Dios en la tierra (Mateo 6:10; Lucas 19:11-15). Ellos se prepararon para este evento culminante por medio de llevar vidas puras y virtuosas, tratando de hacer el bien (Gálatas 6:10). Fueron tan entusiastas y celosos en proclamar las buenas nuevas acerca del reino de Dios que las desazones y dificultades que encontraron a ese efecto fueron consideradas de poca importancia (Hechos 5:40-42).

                Viviendo en completa dedicación a Dios, trataron de alejarse de los placeres y entretenimientos mundanos, no siendo común el que se hicieran presentes en los espectáculos públicos y populares de su día, descartando la posibilidad de entrar en la política, y rehusando participar en el servicio militar.

                Las primeras doctrinas de la iglesia del primer siglo estuvieron centradas alrededor de la persona de su fundador. Jesús fue reconocido como el Mesías del Antiguo Testamento (Mateo 16:16; Hechos 3:18), y su muerte y sacrificio redentor, como la base para el perdón, reconciliación, justificación, y restauración divinos (Romanos 5:8-11; 21 Timoteo 2:3-6; Hechos 3:19-21).

                Los ritos básicos se limitaron al bautismo por inmersión (bajo agua), y a la “cena del Señor”. La oración era totalmente improvisada, no pre-fabricada, y no repetitiva. Los creyentes se llamaban cariñosamente como ‘hermanos’ y ‘ hermanas’. No había racismo, ni despotismo, ni prejuicios clasistas o educacionales. Todos eran uno en Cristo Jesús. El divorcio era condenado.

                Pero la fraternidad de los primeros cristianos implicaba también el compartir los bienes, hospedar al extranjero, brindar atención médica, y trabajar juntos en la propagación del evangelio. Todos los cristianos, sin excepción, predicaron la palabra de Dios que recibieron de otros hermanos. Su trabajo fue totalmente gratuito, y nunca esperaron que se les pagara por difundir el evangelio. “recibieron gratis, dieron gratis”.

                Es claro que la iglesia primitiva, la del primer siglo, consistía en un pequeño grupo de hombres de carácter puro, intachable, y carentes de aspiraciones políticas. Estos hombres no detentaban rango alguno y si algunos llegaron a ser famosos sólo lo fueron por su santidad de carácter, su fe, y su disposición a sufrir por ello. A la vista de la gente de esos días eran una desgracia, unos fanáticos, tratando de socavar el respeto por las instituciones y el orden social imperantes.

                Posiblemente para alguno de nuestros amigos esta descripción parezca algo simplista y grotesca. Después de todo, ¿Dónde estaban las impresionantes ceremonias, los credos, y los catecismos; los magníficos edificios religiosos y el rimbombante clero que para muchos habría de ser sinónimo de verdadero cristianismo? En contraste con esto último, el cristianismo del primer siglo parecía ser más bien crudo, opaco y primitivo.

                Sin embargo, estamos firmemente convencidos que los primeros cristianos basaron sus creencias y prácticas en las enseñanzas de Jesús y los apóstoles, y que no ha habido razón valedera para apartarse de ellas. Por el contrario, los cambios que se fueron introduciendo y que para el siglo cuarto formaban parte de las enseñanzas de la iglesia, fueron los verdaderos corruptores de la fe original, resultando perjudiciales a los intereses del cristianismo verdadero.                             

La Iglesia del Cuarto Siglo

                 Con este breve bosquejo del cristianismo de los primeros años de la Era Cristiana, echaremos un vistazo a algunos de los acontecimientos que tendrían lugar tiempo después y que nos llevarán hacia la iglesia del siglo IV. Durante ese periodo de cuatro siglos los cambios forjados en las simples enseñanzas y prácticas de los primeros cristianos resultaron ser profundos. Los mismos serían tan trascendentes y penetrantes que invadirían muchas áreas de la fe, algo que ha sido atestiguado por todos los historiadores, sin importar cuál haya sido su reacción frente al hecho mismo.

                 Bien temprano en la historia de la iglesia, aun antes que muriese el último de los apóstoles, varias facciones empezaron a seguir de pronto en su seno, cada una buscando modificar sutilmente las verdades originales. Esta aparición de opciones contrapuestas y a veces heréticas se debió en parte al concepto errado que se tenía de las enseñanzas del cristianismo con algunas de las bien conocidas filosofías paganas. Lentamente el cristianismo formal fue incorporando en su seno algunas de estas nuevas ideas y en ese proceso muchas áreas importantes de la fe original quedaron afectadas.

                 A medida que se abrían nuevas escuelas de teología aparecían también nuevas ideas orientadas a complicar la simplicidad de la doctrina cristiana y a formular lo que se ha venido a llamar “credos de fe”. Así se empezó por dar más importancia y valor a la lógica y razonamiento humanos, así como a la tradición oral en contraposición a las creencias de la iglesia apostólica. Mientras por un lado se consideraba a las Escrituras como la Autoridad final y concluyente, por el otro se pensaba que no todos estaban capacitados para discernir su verdadero significado y sentido intrínseco. Con el tiempo, la responsabilidad de interpretación fue dejada en manos de unos pocos individuos, quienes debido a ello harían llegar a ser considerados como más importantes que los demás. 

                 En la organización de la iglesia es donde algunos de los más típicos cambios se introdujeron. Recordemos que la iglesia del primer siglo estableció grupos o iglesias en diversas ciudades, cada una de ellas gobernada por su propio cuerpo de ancianos y diáconos, e independientes unas de las otras. Gradualmente se dio preferencia a un obispo y a otros llamados presbíteros. La jurisdicción del obispo lentamente se extendió hasta incluir a los pueblos vecinos y más tarde a todas las provincias.                            

                 Finalmente la iglesia adoptó tipo de gobierno parecido al del mundo político en el que vivía, convirtiéndose en una vasta organización autocrática. Fue denominada desde los cinco grandes centros de la época, Roma, Constantinopla, Antioquia, Jerusalén, y Alejandría. Los obispos de cada una de estas ciudades llegaron a ser altamente respetados. Considerados como patriarcas y con igual autoridad en la iglesia, cada uno de ellos retuvo el control de sus respectivas provincias.

                 El cristianismo se convirtió entonces en la religión del estado Romano. El Edicto de Tolerancia del emperador Constantino del año 313 d.C, puso punto final a la persecución de los cristianos y otorgó a todos plena libertad de profesar la religión de su preferencia. Sin embargo, tiempo después el emperador Teodosio hizo que la afiliación a la Iglesia Cristiana fuese obligatoria para todos. Esto atestó a la Iglesia de gente, lográndose su conversión a la fuerza, y en muchos casos, en contra de sus voluntades. No más conquistaría la iglesia por medios morales y espirituales, sino por la fuerza y respaldada por la autoridad del Estado. No debe sorprendernos pues que la soberbia, degradada y en muchos casos degenerada entrara en la iglesia. Tampoco nos debe sorprender que el desarrollo del carácter cristiano y el espíritu de Cristo se perdieran de vista. No llama a sorpresa que el espíritu de la iglesia (nominal) viniera a ser el espíritu del mundo. 

                 La adopción del cristianismo por parte del gobierno romano provocó alteraciones. La iglesia pasó a estar bajo el control del Estado. Se hizo necesario, por ejemplo, que la iglesia cambiase de actitud frente al servicio militar y los cargos políticos, permitiendo lo que antes vio con malos ojos. Asuntos doctrinales de la iglesia ahora se convirtieron en causa de preocupación para el Estado, el mismo que, por su propio beneficio, se interesaba en mantener su unidad. 

                 El acto de adoración cristiano, el mismo que en un principio era muy simple, se transformó en un suntuoso y elaborado ceremonial, comparable sólo con las prácticas paganas que paradójicamente creyó haber eliminado. Para simplificar la forzada conversión de las hordas de no cristianos en el imperio, la iglesia adoptó aquellas prácticas y celebraciones paganas que tenían un singular atractivo popular. Algunos historiadores ven en esto un inevitable proceso de amalgamiento que tuvo que soportar el cristianismo, especialmente con aquellas filosofías griegas y orientales que habían prevalecido por tanto tiempo. Fue ese un proceso que entrañó un compromiso muy serio de la pureza de la fe cristiana original. El resultado fue un estigma del cristianismo, uno contaminado con pensamientos y prácticas paganas; una desagradable mezcla de verdad y error.  

                 ¿Cómo se manifestó la influencia pagana dentro de la iglesia? Sus edificios se volvieron tan imponentes y magnificentes como los antiguos templos paganos. El énfasis fue puesto en la forma, el ritual y la ceremonia. Los festivales y las fiestas se hicieron frecuentes con el fin de captar el interés del común de la gente. Se instituyeron banquetes en honor a los muertos y su veneración fue estimulada. Reliquias de los mártires fueron preservadas y acariciadas como posesiones sagradas. Las imágenes de los santos fueron introducidas. Candelabros y flores se ofrecieron a estos así como comida. Se puso mucho énfasis en la veneración de María. Los servicios se hicieron más elaborados y coloridos. Estos tenían precios. Las esculturas y las pinturas fueron añadidas a fin de servir de ayudas para la devoción

                 Irónicamente, a medida que la pureza interna y la santidad de la fe original se fueron perdiendo, externamente las iglesias se mostraban más ricas y espléndidas. El clero fue honrado, respetado y dado rangos de distinción. El obispo se convirtió en un gran personaje que controlaba y nombraba a su clero. La iglesia se alió con el Estado. La política y el dogmatismo iban de la mano y los emperadores hicieron cumplir los decretos conciliares o eclesiásticos…la misión de la iglesia se perdió de vista en medio de esta degradante alianza con el Estado. El cristianismo se convirtió en un espectáculo, una rama del Estado, una vana filosofía, una superstición, una fórmula

                 Ciertamente, la Iglesia Católica dista muchísimo de ser la misma que fundó Cristo hace casi dos milenios. No hay punto de comparación. Prácticamente parecen dos cristianismos diferentes y hasta opuestos. ¿Alguien puede creer que la Iglesia Católica es Apostólica? Sí—¡El que desconoce la historia de la iglesia cristiana!

Sucesión Apostólica de los Papas:

                 Examinemos ahora con más detenimiento otro aspecto de la creencia católica que se dice emana de la iglesia cristiana del primer siglo. Nos referimos a la enseñanza de que línea sucesoria de los ‘Papas’ puede ser trazada históricamente hasta San Pedro mismo. Este es considerado como uno de los cuatro dogmas básicos de la fe católica, siendo prominentemente enarbolado en la vanguardia de las afirmaciones de esa iglesia. Por esta razón el tema es de suficiente trascendencia como para merecer una consideración aparte. Otra vez nos dirigiremos a los registros de la historia a fin de que ella nos informe sobre los hechos que necesitamos conocer. 

                 La lista oficial de ‘Papas’ mantenida por la Iglesia Católica se inicia con San Pedro y se extiende en una sucesión no interrumpida hasta el papa actual. Dejando de lado a Pedro por el momento, debe llamarnos la atención el hecho de que todos los nombres ofrecidos como Papas para los cinco primeros siglos corresponden en realidad a meros obispos de Roma

                 Inmediatamente surge la pregunta, ¿Calificaron en realidad estos primeros obispos de Roma para ostentar el título de ‘Papas’? Dicho en otras palabras, ¿Fueron ellos reconocidos, cada uno a su turno, como el “Papa Universal” gobernando sobre la entera Iglesia Cristiana? La resonante respuesta de la historia es “NO”. El proceso por el cual el obispo de Roma alcanzó la autoridad sobre la entera congregación fue muy lento a la vez que amargamente impugnado a medida que avanzaba en ese sentido. Y el mismísimo concepto de que el obispo Romano debiera ejercer esa autoridad suprema, nunca ha sido universalmente reconocido por la ‘Iglesia’. 

                 No hay indicio alguno que muestre que los obispos de Roma del primer siglo se hayan considerado a sí mismos como las Cabezas gobernantes de la iglesia. Sus cartas o epístolas mantienen un locuaz silencio al respecto. No fue sino hasta bien entrado el segundo siglo, que los primeros signos de la política de dominio de la iglesia de Roma se dejó notar.                 

                 Durante ese periodo, los obispos romanos intentaron ejercer indebida influencia sobre los demás obispos en relación a la observancia de la Semana Santa. Aniceto (154-168 d.C), por ejemplo, intentó imponerse en este asunto por sobre Policarpo, obispo de Esmirna, pero fue finalmente resistido. Víctor I (190-202 d.C) fue igualmente rechazado por Polícrates, obispo de Efeso, cuando aquél intentó dictar a las iglesias de Oriente. Víctor fue también reprendido por Ireneo, un compañero obispo de occidente, por tratar de extender su autoridad de esa manera. Así, en cada caso donde el obispo romano trató indebidamente de extender su influencia hacia otra provincia, se tuvo que enfrentar con la oposición del obispo vecino, quien claramente dejó sentada su propia e independiente autoridad. 

                 En el tercer siglo, Tertuliano de Cartago, uno de los más prominentes ‘padres’ de la iglesia temprana, consideró a Calixto I (218-223 d.C) un usurpador porque se hizo llamar “Obispo de obispos”; éste fue el primero en basar su pretensión en Mateo 16:18. La autoridad de Esteban I (253 d.C-257 d.C) fue disputada por Cipriano, obispo de Cartago, quien sostenía que cada obispo era supremo sólo en su propia diócesis.

                 Tan tarde como el cuarto siglo hallamos evidencia indisputable en el sentido que ningún supuesto Papa había sido reconocido hasta ese momento como ‘Cabeza’ de la Iglesia. Fue más bien Constantino, el convertido Emperador Romano, el que sí se consideró a sí mismo como aquella única ‘Cabeza’. Fue responsable de convocar el Primer Concilio Mundial de la iglesia en Nicea en 325 d.C., el mismo que presidió personalmente. Uno de los actos de ese Concilio fue otorgar a los obispos de Alejandría y Antioquia completa jurisdicción sobre sus respectivas provincias. Gradualmente, sin embargo, simultáneamente con la división del Imperio Romano, Constantinopla vino a ser reconocida como líder de la Iglesia de Oriente y Roma la correspondiente líder de Occidente. 

                 Situémonos en la mitad del quinto siglo y dirijamos nuestra atención a León I (440-461 d.C), considerado por algunos historiadores como el primer Papa. Ciertamente fue el primero en obtener reconocimiento del emperador Valentiniano II a su pretensión de ser el primero entre todos los obispos. No obstante, el Cuarto Concilio Mundial de la Iglesia, reunido en Calcedonia en 451 d.C., acordó reconocerle al Patriarca de Constantinopla igual autoridad que al Patriarca de Roma, negándose así a reconocer la pretendida señoría de León sobre la totalidad de la Iglesia.

                 Gregorio I (590-604 d.C) apareciendo al final del siglo sexto, es generalmente considerado por la mayoría de los eruditos como el primer Papa real de la historia. Su control de todas las iglesias de Italia, España, Galia, e Inglaterra fue indiscutido. Si bien no pretendió jurisdicción alguna sobre la Iglesia de oriente, su influencia se dejó sentir allí. 

                 Así, por medio de un breve bosquejo, nos hemos podido remontar a los comienzos del poder Papal tal como está inequívocamente registrado en las páginas de la historia. Hemos visto que, más de cuatrocientos años de la Era Cristiana mediaron antes que al obispo de Roma se le diera reconocimiento real alguno  como ‘Cabeza de la iglesia’. Esto coloca la aparición del primer Papa Católico por lo menos cuatrocientos años después de la fecha que las autoridades de aquella iglesia quisieran hacernos creer. Demuestra, otra vez, el porqué los protestantes no pueden estar de acuerdo con la afirmación de que la Iglesia del primer siglo fue Católica.  

La Adoración a la Virgen María (Mariolatría):

                 El elemento de la fe católica que claramente la aleja del protestantismo es el énfasis que aquella pone sobre la “veneración” de la virgen María. Los protestantes quedan generalmente perplejos al tratar de entender el porqué María se ha vuelto tan universalmente querida, ocupando un lugar especial en el corazón de los católicos. Estatuas e imágenes de ella en todas partes lo ponen en evidencia. En sus pensamientos y devociones los católicos le dan a María un lugar sublime. Dirigirse a ella por medio de largos rezos se ha vuelto algo tan natural como el dirigirse a Dios mismo. Amor, dedicación y servicio son dirigidos a ella en forma abundante y de todo corazón.

                 La explicación católica detrás de tal honor y “veneración” a María es bastante simple: “…porque ella es la Madre de Dios, y consecuentemente sobrepasa (a todos los ángeles y otros santos) en gracia y gloria y en su poder de intercesión…María es designada “Reina de los ángeles” y “Reina de todos los santos” porque los ángeles y los santos la miran a ella y honran como su reina.

                 En el rosario encontramos a los católicos repetir: “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén”. Una oración vespertina dice así: “Recurrimos a tu patronato, oh santa Madre de Dios. No desdeñes nuestras súplicas en tiempos de necesidad, pero líbranos de todo peligro, oh siempre gloriosa y bendita virgen.”

                 Los protestantes, por supuesto están familiarizados con esto y aceptan la narración bíblica respecto a María. Ellos creen que ella fue una doncella pura y recta, escogida por Dios para convertirse en la madre de Jesús. Como tal, creen que es digna de recibir honor y estima, así como de ser considerada “bendita”, según las Escrituras (Lucas 1:48). María tiene también un lugar en el corazón de los protestantes, pero sólo al grado que permiten las Escrituras. 

                 Debemos dar un vistazo más de cerca al título “Madre de Dios”. Esta expresión como tal no se halla en la Biblia, ni describe toda la verdad del asunto. Todos concordarán en que María fue la madre de Jesús. Pero Jesús es siempre denominado el “Hijo de Dios” y nunca es identificado como el Dios Todopoderoso o el Padre Celestial. No fue el Creador del universo “quien es desde la eternidad hasta a eternidad” a quien María dio a luz ( Salmo 90:2), sino al humano niño Jesús. Así se ve que el título “Madre de Dios”, expresa un serio error, pues El que existe y nunca tuvo comienzo ni fin es eterno, y no podría haber nacido de alguien que fuese producto de su misma creación.

                 La Inmaculada Concepción es un dogma que nada tiene que ver con la impecabilidad del bebé Jesús, como algunos protestantes han erróneamente inferido. Más bien se refiere al nacimiento de su madre, María. En su pronunciamiento, el Papa dijo que la bendita virgen María en el primer instante de su concepción y como un singular privilegio y gracia otorgada por Dios, en Vista de los méritos de Jesucristo, el salvador de la raza humana, fue preservada exenta del pecado original.” 

                 Autoridades católicas admiten fácilmente que no pueden hallar sustento en las Escrituras para este dogma: “Ninguna prueba categórica o rigurosa del dogma puede extraerse de la Escritura…” De lo que no se percatan es que la enseñanza de la Biblia claramente lo refuta y no provee base alguna para sostener dicha opinión. 

                 Tomando a la raza humana en su conjunto, encontramos que sólo Adán y Eva fueron perfectos, siendo creados como tales directamente por Dios. Debido a su desobediencia, aquella perfección duró muy poco. Pero no fueron ellos solos condenados, sino toda su progenie aún no nacida. Las Escrituras nos dicen: “Por la ofensa de un solo, juicio vino sobre todos los hombres…” (Romanos 5:18). Nótese que dice el versículo “todos los hombres”, y esto incluye a María, la madre de Jesús. También hay otro pasaje que dice: “Todos han pecado y están destituidos de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23). Y finalmente, “no hay un solo justo sobre la tierra que haga el bien y no peque.” (Eclesiastés 7:20). Como vemos, todos estos bíblicos demuestran que María no estaba exenta de pecado, aunque sea “venial”.

                 Sólo de Jesús se dijo: “No pecó, ni se halló engaño en su boca” (1 Pedro 2:22), mas esto mismo no se dice de María, su madre. Además, no hallamos indicio alguno que indique que ella fuese preservada sin mancha del pecado original. Al contrario, cuando leemos en Lucas la anunciación de María dada por el ángel de Dios, ella responde: “Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi SALVADOR” (Lucas 1:46,47). Aquí vemos que María se regocija en su Salvador. Pero, ¿Por qué tendría que necesitar María su Salvador, si fue exenta de pecado? Sólo los pecadores se regocijan en su Salvador (Mateo 1:21).

                 Otra creencia respecto a María y que los protestantes han tenido dificultad en aceptar es la referida a su perpetua virginidad. Aquí también parece existir suficiente evidencia de las Escrituras para refutar esta idea, no habiendo razón alguna para sostenerla. Mateo 1:24,25 lee: “Entonces José…hizo como el ángel del Señor le había ordenado; tomó a su mujer, pero no se unió a ella hasta que dio a luz a su primogénito.” Ciertamente aquí parece haber una clara implicación de que después que Jesús hubo nacido, María y José vivieron una vida matrimonial normal juntos. De hecho, con el devenir de los años, varios niños, tanto hombres como mujeres nacieron de María, como se enumera en Marcos 6:3: “¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago y de José y de Judá y Simón, y no están sus hermanas todas con nosotros?

                 Se ha argumentado que la palabra ‘hermano’ en la Biblia puede significar ‘primo’. Tal vez en algunos casos puede ser verdad, pero no en éste. La razón es ésta: Leemos en Lucas 8:19-21 lo siguiente: “Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la multitud. Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen”. Nótese que Jesús dice que aquellos que oyen la palabra de Dios se constituyen en sus hermanos —¡hermanos de Jesús! Pero si decimos que ‘hermano’ significa ‘primo’, entonces los que oyen la palabra de Dios y la hacen, se convierten en “primos de Jesús”—¡Qué absurdo! ¿No es más lógico que se conviertan como en sus hermanos espirituales, que implica una relación más íntima y estrecha? Además, Jesús aclaró el asunto cuando dijo: “…porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, Y TODOS VOSOTROS SOIS HERMANOS” (Mateo 23:8). Les estaría diciendo a TODOS sus oyentes que eran TODOS entre sí “PRIMOS”? ¡Vamos, creo que nadie lo creería!

                 Finalmente, ¿qué de malo tendría que José tuviese intimidad sexual con su esposa María?¿Acaso no fue Dios mismo quien instituyó la primera unión marital, y la bendijo? Es claro que las relaciones sexuales dentro del matrimonio no sólo son una bendición sino también algo santo. Los protestantes creen que José se casó con María y que no la “conoció (sexualmente hablando) HASTA QUE dio a luz a su primogénito Jesús”. (Leer Mateo 1:24,25). Este “hasta que” es muy significativo, pues significa que después del “hasta que” sí tuvo relaciones con su esposa. ¿Se imagina usted al saludable José no teniendo relaciones con su esposa legítima por toda una vida? ¡Por favor!.  El Catolicismo tiene al matrimonio como un “sacramento”, al cual defiende a capa y espada como algo santo e indisoluble. ¿Cómo entonces el catolicismo se va a oponer a una vida marital completa (incluyendo la sexual) en el caso de José y María, como si fuera un pecado o una degradación? Los protestantes no lo llegan a comprender aún.

                 Otra creencia católica sobre María que abiertamente contradice a la Biblia, bajo el punto e vista protestante, es aquella que dice que María “ascendió al cielo en cuerpo  alma”. No obstante, esta creencia católica no halla sustento o base en la Biblia sino sólo en los dogmas humanos de la Iglesia Católica. Puede decirse, con toda seguridad, que a través de la Biblia no hay la más mínima sugerencia de que María se le mostró preferencia por encima de los apóstoles u otros santos, en recibir su recompensa celestial antes que los demás. Más bien la Biblia nos dice que TODOS los fieles creyentes en Cristo tendrán que esperar juntos el tiempo de su “cambio” en la PRIMERA RESURRECCIÓN, al ocurrir la segunda venida de Cristo —en persona— al mundo (Leer 1 Tesalonicenses 4:15-17; 1 Corintios 15:51,52). Insistir, pues, que María fue llevada al cielo en cuerpo y alma, resulta ser algo totalmente ajeno a las Escrituras. Además, no fue sino unas cuantas décadas atrás, que el Papa de turno pronunció el dogma de la Asunción de María, el cual era totalmente desconocido por los católicos por un espacio de 13 siglos (siglo VI-siglo XIX).

                 Esto nos lleva a la consideración del rol de María como intercesora, una creencia que universalmente inspira a los católicos a llamarla por ayuda en sus tiempos de necesidad. Los católicos creen que en esta capacidad María tiene el poder de interceder con Jesús a favor de aquellos que ponen su confianza en ella. Los católicos creen que ella es nuestra Mediadora…entre los hombres y su Hijo. Ellos le oran, no para que ella bajo su autoridad o por algún recurso propio, pueda darnos gracias y bendiciones, pero para que ella pueda suplicar en nuestro favor ante su Divino Hijo, quien a su vez intercederá por nosotros ante Aquel que es la fuente de cada bien y don perfecto.                

                 A fin de que esta creencia en los poderes especiales de María amerite aceptación, deberíamos esperar algunas cosas de las Escrituras. Primero, sería muy conveniente si hubiese una enseñanza directa que sustentase este asunto explicando el papel de María como “intercesora” para nosotros. Segundo, sería de ayuda si aquella nos mostrase que las oraciones deben ser dirigidas a María y son apropiadas porque obedecen al deseo de Dios. Y tercero, deberíamos esperar una afirmación de que es mejor para los cristianos no dirigirse directamente a Jesús, sino más bien confiar el asunto primero a María y en su habilidad de interceder por nosotros.

                 Pero, ¿Qué es lo que hallamos en las Escrituras, la Biblia? Respecto a afirmaciones explícitas directas que confirmen el papel intercesor de María, no hallamos nada. Lo único que se usa para apoyar esta doctrina y que “aparentemente” tiene sustento bíblico, es una declaración que, como más adelante veremos, no tiene nada que ver con el asunto.

                 De otro lado, hay hechos específicos en la Biblia que son ineludibles. No sólo no dijo Jesús que los creyentes deberían de aproximarse por medio de María su madre u otro santo, sino declaró muy enfáticamente que todos deberían hacerlo directamente a él: “Vengan a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:28). Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6). “Al que a mi viene,… no le echo fuera.” (Juan 6:35,36).

                 Si bien el término intercesora no es usado ni una vez para describir a María, sí lo es para describir la obra de Jesús con sus seguidores, “¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:33,34). “Puede (Jesucristo) también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.” (Hebreos 7:25).

                 Otra vez en el asunto de ofrecer oraciones, no hay nada que no sugiera que ellas debieran ser dirigidas a María o a cualquier otro santo. Cuando los discípulos pidieron a Jesús que les enseñara a orar, él replicó, “vosotros pues oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos.” (Mateo 6:10). Sí, las oraciones deben ser dirigidas a Dios mismo, como se mostró en el ejemplo de Jesús cuando dijo: “Mas tú, cuando ores,…ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” (Mateo 6:6).         

                 Todos los creyentes en base a su fe en Dios y en su Hijo Jesucristo, tienen una relación muy personal frente al Padre. En cualquier momento y en cualquier circunstancia, tienen ellos este maravilloso privilegio de venir directamente al trono de  gracia celestial en busca del rostro del Padre. Pero siempre esto es hecho en la manera autorizada por Jesús; es decir, dirigiéndose en su nombre y por sus méritos. Sí, podemos venir directamente a Jesús por medio de responder a su benévola invitación, teniendo la plena seguridad de que seremos recibidos y bienvenidos. Por confiar en su obra de redención en nuestro favor por medio de Jesús, podemos dirigirnos al Padre Celestial y recibir la gracia que nos ayude en nuestros momentos de necesidad. (Hebreos 4:16).

                 No hay necesidad para que otra persona, no importa cuán merecedora y atractiva puede ser, intervenga en la comunión y compañerismo del creyente con Dios, aparte del Señor Jesucristo. Dejemos que las preciosas verdades de Jesús nos recuerden el legado libremente otorgado a todos sus discípulos: “Si permaneciereis en mí, y mis palabras permanecieren en vosotros, pedid todo o que queréis, y os será hecho…Para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” (Juan 15:7,16). 

                 Existe sólo un texto que los Católicos esgrimen para proveer alguna base para su creencia en los poderes de María. Se halla en Juan 2:1-11, el mismo que trata de cuando María llamó la atención de su hijo Jesús frente al hecho que no había suficiente vino en las bodas de Caná. Esto resultó en que nuestro Señor llevara a cabo su primer milagro, y por lo tanto, aquella ocasión es usada para ilustrar el rol de María como mediadora e intercesora. Pensamos que es un error citar este simple hecho, en el que Jesús accedió a un pedido de su madre y usarlo como base para elaborar una doctrina tan vital, respecto a la supuesta exaltada posición y papel distinguido de María en este respecto. Si este simple acto califica a ella para esta posición, ¿por qué no podrían otros que fueron también así favorecidos calificar para el mismo honor?. De repente el mismo Centurión Romano podría ser un Mediador también, dado que Cristo le respondió a su solicitud de curar a su sirviente enfermo (Mateo 8:1-13).

                 También la iglesia Católica sostiene que la veneración a María es una práctica tan antigua como la iglesia misma, y por el otro sus propios eruditos nos dicen todo lo contrario. Note esta clara afirmación de la Enciclopedia Católica: “No hallamos ningún vestigio claro del culto a la Santísima virgen María en los primeros siglos del cristianismo”. (“La Devoción a la Bendita Virgen María”, xv, 459-464).

                 A pesar de toda la evidencia en su contra, la noción de que la veneración a María era popular en el cristianismo temprano ha sido inculcada por la Iglesia para justificar su práctica. Pero, otra vez, las declaraciones honestas de sus propios eruditos ponen en claro que la “evidencia respecto a la popular práctica de los primeros siglos falta casi totalmente.” Si su origen no se conoce y las supuestas evidencias en su apoyo no son tales, ¿Cómo puede la iglesia Católica afirmar tan alegremente que aquella práctica estaba firmemente establecida en la iglesia del primer siglo

                 Los Católicos mismos han reflexionado mucho sobre esta inconsistencia, hallando sólo vagas especulaciones donde apoyarse: “No es imposible que la práctica de invocar a la madre de Cristo por ayuda se hubiese vuelto popular entre los fieles menos instruidos algún tiempo antes que apareciera una expresión clara de ella en los escritos de los Padres…En las pinturas de las catacumbas más particularmente empezamos a notar la excepcional posición que ella empezó a tener desde temprano en el pensamiento de los fieles. Algunos de estos frescos…se cree, datan de la primera mitad del segundo siglo. Otros tres…son de un tiempo después…Más sorprendente es la evidencia de ciertos escritos apócrifos, notoriamente el llamado Evangelio según Santiago.”

                 Detengámonos a reflexionar sobre todo esto por un momento. Aún de fuentes católicas, no hallamos ninguna razón que justifique esta creencia. Se ha llegado a afirmar que siempre existió dentro de la iglesia, aunque hoy es abiertamente admitido que nunca hubo evidencia que la apoye. Para los primeros doscientos años se ha tenido que recurrir a las varias obras de arte halladas en las catacumbas las que, supuestamente, representan la veneración a María por parte de los primeros cristianos. Que esta es una muy endeble forma de pretender probar cualquier doctrina es llamada a nuestra atención por “San Agustín” mismo: “Así el caer en el más completo error fue la debida recompensa de los hombres que buscaron a Cristo y sus apóstoles, no en las Sagradas Escrituras, sino en las paredes pintadas.” (Villa, Manuel Pérez, Yo Encontré el Camino Antiguo. Chicago: Moody Press, 1958, pág. 23)

                 No sólo los Padres de los primeros siglos fallan en dar su apoyo a la doctrina de la inmaculada concepción de María, sino lo más sorprendente de todo es que encontramos que aún algunos de los Papas hablaron en contra de ella: “El Papa Inocencio III declaró que Eva fue formada sin culpabilidad y traída al mundo sin pecado. Y el Papa León I añadió que entre los hombres sólo Cristo era inocente, porque sólo él fue concebido y dado a luz sin concupiscencia’, Gregorio el Grande dice la misma cosa”. (Villa, Manuel Pérez, Yo Encontré el Camino Antiguo. Chicago: Moody Press, 1958, pág. 42).

                 Una de las más tempranas referencias a un específico acto de veneración dirigido a la virgen María la encontramos en los escritos de San Epifanio (403 d.C). Este ‘Padre’ de la iglesia no sólo menciona la ofrenda de tortas en sacrificio a María, lo cual fue llevado a cabo por una oscura secta llamada Coliridianos, pero específicamente denuncia a los tales por hacerlo. Su consejo a estos cristianos fue: “Dejen que María sea tenida en honra. Dejen que el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo sean adorados, pero que nadie adore a María.” (“Devoción a la Bendita Virgen María “, xv, 459-464).

                 En realidad, no fue sino hasta el inicio de la Edad Media que se desarrolló una “autorizada aceptación de la devoción a María como parte integral de la vida de la iglesia. Es difícil precisar fechas para la introducción de diversas fiestas, pero…la celebración de la asunción, anunciación, natividad, y purificación de Nuestra Señora, puede ser rastreada a este período.

                 No fue sino hasta finales de la Edad Media que la veneración a María se convirtió en una práctica universal de la iglesia. “Fue característica de ese período, el cual para nuestro presente propósito puede ser considerado como empezando en el año 1,000 d.C, que el profundo sentimiento de amor y confianza en la Bendita Virgen, el mismo que hasta ahora se había expresado vagamente y de acuerdo a la urgencia de la piedad de los individuos, empezó a tomar cuerpo en una vasta variedad de prácticas devocionales. En todo caso, el homenaje dado a Nuestra Señora durante el final de la Edad Media llegó a ser universal.” (“Devoción a la Bendita Virgen María”, xv, 459-464).             

                 Durante muchos siglos y antes del advenimiento del cristianismo, las religiones paganas habían honrado no sólo a una variedad de dioses, sino también de diosas. Uno bien puede imaginarse el conflicto de ideologías que acompañó al ascenso del concepto monoteísta Judeo-Cristiano. Los escritores cristianos del primer siglo vigorosamente protestaron contra los errores de la adoración politeísta y especialmente, contra “la costumbre pagana de elevar a hombres al rango de dioses o semidioses.” (K.S. “Los Primeros Cinco Siglos, Una Historia de la Expansión del Cristianismo, N.Y.: Harper and BROS., 1937, p.319). Sin embargo,  al tiempo que la iglesia tardía del cuarto siglo comprometía gravemente su pureza doctrinal, como se ha detallado en una sección anterior en esta obra, María, los apóstoles, los mártires y ángeles, fueron sustituidos por los dioses y diosas paganos, en un esfuerzo por facilitar la conversión forzada de hordas de no creyentes.

                 “Frecuentemente las divinidades y héroes paganos, ligeramente transformados o disfrazados, persistieron bajo nombres cristianos o fueron desplazados por sustitutos del cristianismo. Con frecuencia ocurría que un lugar o templo pagano resultaba ser apropiado para fines cristianos. Por ejemplo, el culto a la virgen Diana bien pudo haber contribuido a la veneración de la virgen María y bien pudiese ser más que una mera coincidencia el hecho que una de las primeras Iglesias en honrar a María apareciese en Efeso, lugar del famoso templo a Diana, así como el que en esa misma ciudad en 431 d.C, se llevase a cabo un sínodo designando oficialmente a María como la madre de Dios”.

                 “Se dice que en algunos lugares de Italia, los antiguos Lares fueron reemplazados por las figuras de Cristo Jesús, la virgen y los santos. Presumiblemente bajo tales circunstancias, algunas de las funciones asignadas a los antiguos fueron transferidas a sus sucesores. Se dice que en Sicilia la virgen tomó posesión de todos los santuarios de Ceres y Venus y los ritos paganos asociados con ellos son reportados como habiéndose perpetuado en parte en honor a la Madre de Cristo. En Nápoles, lámparas ardientes frente a la imagen de la virgen se dice que reemplazaron a aquellas frente a los dioses de la familia. En Nápoles también, el popular culto a la Madonna es conjeturado como procedente de aquel dado a Vesta y a Ceres. Se conjetura que las figuras de Isis y Horus sugirieron la forma de la imagen de la virgen.” (K.S. Los Primeros Cinco Siglos, Una Historia de la Expansión del Cristianismo, N.Y.: Harper and BROS., 1937, pág. 325).

El Problema de las Imágenes en la Iglesia Católica:                  

                 Un aspecto del culto Católico que muchos protestantes consideran cercano a lo supersticioso y sacrílego es aquél relacionado con la veneración de imágenes. La posición oficial establecida por el Concilio de Trento en 1543 dice así: “El santo Sínodo manda que las imágenes de Cristo, la virgen Madre de Dios y otros santos sean retenidas y guardadas especialmente en iglesias, que el debido honor y reverencia deberán serles tributados, no porque se piense que alguna divinidad o poder resida en ellas, o que se les pueda pedir algo o que se confíe en imágenes…pero debido a que se sobreentiende que el culto va dirigido a los prototipos que estas representan, al besarlos, descubrirnos o arrodillarnos delante de la imágenes estamos en realidad adorando a Cristo y honrando a los santos cuyas semblanzas están representadas en ellas.” (“Veneración de Imágenes”, vii, Págs 664-672).

 

                 Aquí es donde los Católicos hallan dificultad en armonizar las enseñanzas de su iglesia con las claras afirmaciones de la Biblia. Compare el siguiente punto de vista católico con el Segundo Mandamiento de los bien conocidos Diez Mandamientos: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso.” (Éxodo 20:4,5).

                 Estos versículos son tan claros, y las instrucciones tan explícitas, que por muchos años la Iglesia Católica ha sido reacia en darlas a conocer. En los catecismos oficiales es práctica común agrupar los primeros dos mandamientos bajo el mismo encabezado general de primer mandamiento. El número total de mandamientos se mantiene igual por medio de dividir el Décimo Mandamiento en dos partes (Deharbe, Rev. Jos, S.J. Catecismo Abreviado de Doctrina Cristiana. N.Y. Fr. Pusted & Co., 1901, págs 22-29). Haciendo esto se logró restarle importancia al Segundo Mandamiento, e incluir sólo una parcial cita del mismo junto con el entero Primer Mandamiento. Así, muchos católicos que confían en su catecismo para entender a Biblia, son impedidos de conocer lo que Dios piensa sobre el hacer y honrar imágenes. Instamos a nuestros lectores a verificar esto por medio de comparar cuidadosamente el listado de los Diez Mandamientos tal como aparecen en el capítulo veinte de Éxodo, con aquel contenido en cualquier catecismo católico.

                 Cuando se confronta a las autoridades católicas con el íntegro del Segundo Mandamiento, tal como aparece en la Biblia, ellos ofrecen diferentes explicaciones. Dos de ellas son sugeridas al pie de la página correspondiente a este versículo en la versión Douay en inglés: La primera dice que este versículo sólo prohíbe imágenes que son hechas con el propósito de ser adoradas como  Dios, implicando que las imágenes que reciben un menor grado de adoración están permitidas. La otra explicación es que en el Antiguo Testamento las imágenes fueron expresamente autorizadas a permanecer en la casa de Dios, tal como se muestra en el arreglo del Tabernáculo Judío.

                 La primera ya fue contestada, pues como hemos visto, la Biblia sólo tolera un tipo de adoración—la verdadera adoración a Dios y a Cristo. Las siguientes son afirmaciones de otras autoridades católicas que nos ayudan a confirmar lo anterior: “El primer mandamiento parece prohibir en absoluto el hacer cualquier tipo de representación de hombres, animales o plantas…a la gente no sólo se le prohíbe adorar imágenes o rendirles servicio sagrado, sino inclusive, el hacer cualquier tipo de imagen o semejanza… a diferencia de naciones que la rodeaban, Israel debía adorar a un Dios invisible…cualquier intento por representar gráficamente a Dios de Israel era considerado como abominable idolatría. Excepto por las cabezas humanas de los querubines, no leemos nada respecto a estatuas de hombres, presentes en el culto del Antiguo Testamento. En este punto al menos, el judío pareció entender el mandato que le prohibía hacer tales imágenes”. (“Veneración de Imágenes”, VII, págs 664-672).                      

                 Al estudiar cuidadosamente el asunto nos enteramos que los israelitas, en términos generales, NUNCA VIERON ESTOS QUERUBINES. A pesar de vivir alrededor del tabernáculo, a ellos nunca se les permitió entrar en él. Una alta cerca de lino les impidió ver dentro del atrio que rodeaba al tabernáculo. De hecho, sólo el Sumo Sacerdote le era permitido entrar dentro del compartimiento conocido como el ‘santísimo’ a fin de llevar a cabo los ritos propios de su función sacerdotal. Tampoco fueron los querubines diseñados para ser adorados, sino más bien, para representar ciertos atributos del Dios Todopoderoso, cuya gloria llenaba el ‘santísimo’.Así, este nuevo intento por defender la adoración de imágenes sobre la base de la Escritura (La Biblia) ha resultado fútil.

                 Las autoridades católicas siempre se cuidan en señalar que cuando promueven la veneración de imágenes, lo hacen no porque piensen que algún poder sobrenatural esté presente en ellas, sino porque ayudan a recordar a las verdaderas personas que aquellas representan. Pero otra vez notemos cuán contrario es esto a las enseñanzas de la Biblia. Como ha sido verificado, el Segundo Mandamiento de la Ley de Dios prohibió el hacer y poseer cualquier tipo de imagen, sea de falsos dioses, hombres o aun de Dios mismo. Esto es resaltado en Deuteronomio 4:15-18 donde se dice que Dios adrede se refrenó en darse a mostrar en forma alguna a los israelitas, no dándoles algo que les permitiese hacer un ídolo de él.

                 “Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal…figura de pez.” (Deuteronomio 4:15-18). Así, Dios no sólo prohibió la veneración idolátrica de imágenes y falsos dioses, sino que igualmente expresó su disgusto de que se hiciera una imagen del Dios verdadero. ¡Como si fuese posible hacerlo!       

                 Observe cómo las palabras de Pablo revelan que la ira de Dios se enciende contra aquellos que insisten en hacer tales imágenes o representaciones del Dios verdadero. “Porque la ira de Dios se revela en el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido, profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles…ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos, Amén.” (Romanos 1:19,21-23,25).

                 El Segundo Mandamiento de la Ley de Dios, en su forma completa tal como se presenta en la Biblia, no deja lugar para excepciones o compromisos. Cuando se les confronta a los católicos con la rotundez de este mandamiento, el único camino que les queda para justificarse es simplemente el rechazarlo por completo aseverando que fue una ordenanza judía no obligatoria para los cristianos de hoy. Dicen: “La cláusula: ‘No te harás para ti mismo ninguna imagen sagrada’, etc.,…no corresponde a una ley natural, ni nadie puede probar qué de malo hay en sí mismo en hacer una imagen, por lo tanto es una ley positiva de origen divino pero de la Antigua Alianza y no aplica a los cristianos…fue una vez y para siempre revocado por la promulgación del evangelio.

                 No obstante, otra vez debemos definir este punto de vista como carente de apoyo en la Biblia. Jesús dijo: “No piensen que vine a destruir la Ley o los profetas: No vine a destruir sino a cumplir.” (Mateo 5:17). Pablo dijo: “De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.”(Romanos 7:12). Reconocemos que la Ley Judía consistió de dos partes básicas, la moral y la ceremonial. Es cierto que la realización de los rasgos ceremoniales ha sido dejada de lado y no es obligatoria para los cristianos hoy. Pero los aspectos morales, representados por los Diez Mandamientos, continúan para siempre. Ciertamente, lo que fue santo, justo y bueno desde el punto de vista de Dios en relación a lo que es beneficioso para sus criaturas, continúa siéndolo. Por lo tanto, no debemos de tratar de usar tal razonamiento en un empeño por justificar la negligencia en observar este sencillo mandato de Dios.

                 Es difícil comprender cómo las autoridades católicas de un lado pudieran tener un claro entendimiento del porqué Dios prohibió a los Israelitas el hacer imágenes, y por el otro lado no apreciar que el mismo razonamiento resulta ser aplicable a los cristianos de hoy. Por ejemplo, el siguiente es su comentario sobre Éxodo 20:3-5, parcialmente referido anteriormente: “No sólo se le dice a la gente que no debe adorar imágenes y servirlas; no deberían aún hacerse imagen o semejanza alguna y pareciera ser que de nada en absoluto. Uno puede entender el porqué se necesitó en ese entonces un mandato de tal tipo. Si hubieran hecho estatuas o figuras, ellos probablemente hubieran terminado por adorarlas.” (“Veneración de Imágenes”, VII, 664-672).

                 Sí, los hechos recurrentes de la historia judía confirman esta suposición. Cuando los israelitas probaron ser infieles a Dios, y se hicieron imágenes, casi inmediatamente cayeron en el error de adorarlas y rendirles servicio sagrado. Pero preguntamos, ¿no es esto precisamente lo que ha ocurrido en los círculos católicos? Tome nota de los extremos a los que se llegó en el pasado por estimular la veneración de imágenes.

                 Uno debe admitir que justo antes del estallido iconoclasta, las cosas fueron bastante lejos en el asunto de la adoración de imágenes. Aún entonces era inconcebible que alguien, con la posible excepción de algún campesino ignorante, pensara que una imagen pudiese oír oraciones y responderlas. Y sin embargo la forma como algunos trataron a sus imágenes sagradas habla más por sí sola que lo que nos dicen las palabras de los católicos cuando se refieren al culto de imágenes.

                 “En primer lugar, las imágenes se han multiplicado a un grado enorme en todas partes; las paredes de las iglesias estaban cubiertas por dentro desde el piso al techo con imágenes,…colgaban en algún lugar preferencial en cada habitación, en cada tienda; cubrían copas, vestimentas, muebles, anillos; dondequiera hubiese un espacio este se le llenaba con una figura de Cristo, Nuestra Señora, o algún santo…Las imágenes eran coronadas con guirnaldas, inciensadas, y besadas. Lámparas ardían delante de ellas, himnos fueron entonados en su honor. Personas enfermas buscaban tocarlas a fin de ser sanadas, eran puestas en medio de un incendio o de una inundación a fin de que por una suerte de magia éstos fuesen controlados. De allí es fácil inferir que las oraciones estaban más bien dirigidas a las imágenes que a las personas que ellas representaban.” (“Veneración de Imágenes, VII, págs. 664-672).

                 Así, la tendencia natural del hombre por adorar aquello que es producto de sus manos, en vez de a Dios, no es menos problema hoy entre los cristianos que en la época de los judíos. ¿No es cierto acaso que estos fragmentos tomados de la historia dramatizan lo necesario que es prestar atención a los Mandamientos de Dios?

                 Si la historia va a hacer de algún valor para nosotros, ciertamente deberíamos tomar nota de las experiencias del pueblo de Dios del pasado. Recordemos que fue por esta misma razón—la hechura y la adoración de imágenes—que Israel fue despojado del favor de Dios y luego esparcido por todo el mundo: “Cuando …hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová, para enojarlo…pronto pereceréis totalmente de la tierra…Y Jehová os esparcirá entre los pueblos y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová.” (Deuteronomio 4:25-27).

El Papado: Origen, Intrigas, Corrupción, y Asesinatos:

                Los protestantes creen que el Papado no es Cristiano. Sus títulos paganos: “Santo Padre” y “Padre de padres” fueron usados en el mitraísmo para su líder máximo, y que fue una rama de los misterios babilónicos que llegó a Roma, vía Persia. El otro título de “Sumo Pontífice” nos recuerda al título pagano de “Pontifex Maximus” que usaban los Césares de la Roma pagana. Tampoco los protestantes están de acuerdo con los católicos, cuando éstos llaman al Papa: “Santo Padre”. Y es que para los protestantes cristianos, sólo hay un Santo Padre, y Ese es el Dios Padre. Jesucristo fue claro al decir: “Y no llaméis PADRE vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro PADRE, el que está en los cielos.” (Mateo 23:9).

               En cuanto a la infalibilidad Papal, la historia católica de los Papas está saturada de evidencias que contradicen esa creencia. Un ejemplo fue la condena Papal contra Galileo Galilei y su expulsión de la iglesia por afirmar que la tierra no era el centro de todo el universo, y que esta giraba alrededor del sol.

               Pero la prueba de que el Papado era todo menos santo es su vergonzosa historia entre los siglos VIII-XIV. Veamos algunos ejemplos que fueron ocultados por la Iglesia Católica y sacados a la luz en este siglo: El Papa Sergio II (904-911 d.C) quien obtuvo la oficina papal por medio del asesinato, y quien fuera llamado “el Papa Monstruo”. El Papa Juan XII (931-935 d.C) fue muy corrupto y no tenía respeto por las mujeres solteras, casadas o viudas. Éste fue asesinado por un marido celoso. El Papa Bonifacio VII (984-985 d.C) fue un ladrón, asesino y sucio. Envenenó al Papa Juan XIV y más tarde él mismo fue envenenado. El Papa Benedicto VIII (1012-1024 d.C) tomó el oficio papal por un chantaje. El Papa Benedicto IX (1033-1045 d.C) fue elegido Papa a los doce años por medio de arreglos monetarios. Más tarde, aún siendo joven, cometió crímenes, homicidios, y adulterios en pleno día. El Papa Inocencio XII (1194-1216 d.C) fue homicida de un millón de “herejes” al crear la “santa inquisición”. Después, El Papa Bonifacio VIII (1294-1303 d.C) practicó la brujería, llamó mentiroso e hipócrita a Jesús, dijo ser ateo, y negó la vida futura. Fue homicida y pervertido sexual. Durante el reinado de este vil Papa, Dante visitó Roma y la describió como “el alcantarillado de la corrupción” y puso a Bonifacio VIII (junto con el Papa Nicolás III y Clemente V) en “las profundidades del infierno.” El Papa Juan XXII (1410-1415 d.C) fue acusado por 37 testigos—obispos y sacerdotes en su mayoría— de fornicación, adulterio, incesto, sodomía, hurto, y homicidio. Violó a 300 monjas. El Papa Sixto IV (1471-1484 d.C) tuvo dos hijos ilegítimos de su manceba Teresa a los cuales hizo cardenales. El Papa Inocencio VIII (1484-1492 d.C) tuvo 16 hijos de varias mujeres. El Papa Alejandro VI (1492-1521 d.C) ganó el papado con chantajes. Cuando era Cardenal y Obispo vivió en pecado con Vanezza de Catanei. Vivió en incesto con sus dos hermanas y con su propia hija. El 31 de Octubre de 1501 hizo una orgía sexual en el Vaticano. Sólo se preocupó por los intereses materiales para sus hijos y a ganar más territorios para su familia. El Papa Pablo III (1534-1549 d.C) siendo cardenal tuvo cuatro hijos, y en el día de su coronación celebró el bautismo de sus dos bisnietos. El Papa León X (1513-1521 d.C) fue Papa a los trece años y bendijo la muerte por fuego a los herejes. En esta época Lutero visitó Roma y se asqueó por todo lo que vio y oyó. ¿Se puede creer que los Papas eran infalibles “excátedra” siendo inmorales y muy alejados de Cristo y su palabra? Por eso los protestantes no creen en el catolicismo. Para mayor información sobre el escandaloso papado, lea el libro de E.R, Chamberlein, “Los Papas Malos.

                En cuanto a la vestimenta papal, es otra videncia para los protestantes del  origen pagano del papado. En El Libro de la Civilización, Vol. IV, y página 745 dice: “Las vestiduras del clero eran testimonio de la Roma pagana.” Y en cuanto a la mitra papal, y usada algunas veces por los cardenales, no tiene su origen n el cristianismo, sino una vez más, en Egipto y Babilonia. Pocos católicos se han cuestionado la razón de ser de ese extraño sombrero papal. Pero fueron los faraones egipcios quienes usaron la mitra de dos puntas, y los babilonios. El “dios Dagón” y sus sacerdotes usaban la mitra de dos puntas (“la boca del pez”). La historia bíblica registra que los filisteos paganos adoraban al “dios pez” (1 Samuel 5:5-6). En tiempos de Babilonia, la mitra terminaba con la quijada de un pez, brevemente abierta, como a usa hoy el Papa en Roma. Sin duda, la mitra papal no tiene nada de cristiano sino de pagano. Y como dice Hislop en su libro “Las Dos Babilonias”: “La mitra de doble pico que usa el Papa cuando está sentado en el altar supremo de Roma recibiendo pleitesía de los cardenales, es idéntica a la usada por Dagón, el “dios pez” de los filisteos babilónicos.”  

                Por otro lado, el mismo título o rango católico llamado “cardenal” es antibíblico, o mejor dicho, no se encuentra en la Biblia (tampoco Arzobispo, Eminencia, etc). Sin embargo, la palabra “cardenal” se deriva del latín “cardo” o sea “visagra”. Los sacerdotes paganos eran devotos al “dios de la visagra”: Janos, el “dios de las puertas y visagras”. Janos era conocido como el portero que “abre y cierra” en el Asia Menor. Los cardenales se originan del sacerdocio pagano de Janos, de allí que Pedro ha sido confundido con el “dios de la visagra”, el “dios de las llaves” (Janos). Para mayor información de este acápite, solicite gratis el artículo “La Iglesia de Cristo”.

                También los protestantes difieren con el catolicismo cuando se trata del clero y los laicos. Pocos son los que saben que el término “clero” pertenece a todo humilde creyente, y no tan sólo a los obispos y curas. El apóstol Pedro instruye a los líderes a no tener “señorío sobre las heredades del Señor”. La palabra vertida aquí como “heredades”, en el Griego original es “Kleeron”, que significa nada menos que “clero”. Todos los hijos de Dios reciben el título de “herederos” o “clero del Señor”.

                La Iglesia Católica se parece a las Fuerzas Armadas, en donde sus militantes usan uniforme y rangos. Esto es peligroso, pues hace eludir muchas responsabilidades a los llamados laicos. El protestantismo rechaza la división católica de “religiosos” (clero) y los “no religiosos” (laicos). Para los protestantes, todo cristiano debe ser religioso y entregado a la causa de Cristo, si se desea ganar el reino de Dios. 

                Por otro lado, es lamentable que el catolicismo haya desviado de la verdad a sus feligreses, haciéndoles creer que sólo aquellos cristianos difuntos que son “canonizados” por el Papa, pueden ser llamados o considerados como “santos”. En cambio, el protestantismo afirma que en vida todo cristiano debe ser un santo para poder ver a Dios. Hay varios pasajes bíblicos que enseñan la santidad en vida, y no para después de la muerte: “Seguid la paz con todos, y la SANTIDAD, sin la cual NADIE verá a Dios.” (Hebreos 12:14). Estas palabras son contundentes y muy claras. Si uno quiere ver a Dios en la vida futura, uno debe ser un santo en la vida presente. Nótese que Pablo estaba dirigiéndose a creyentes vivos que aún no habían muerto. Ahora bien, como los santos católicos son una minoría comparada a la mayoría de católicos “no religiosos” y “no santos”, entonces sólo una minoría de santos católicos podrá ver a Dios. Los protestantes se preguntan: Si la gran mayoría de católicos no ha alcanzado su santidad, ¿A quién verán todos éstos en la vida futura? Obviamente no a Dios, puesto que, como vimos; sólo los santos verán a Dios (Hebreos 12:14).

                La evidencia bíblica que nos demuestra que en la iglesia primitiva del primer siglo hubo santos vivos, y en grandes cantidades, la encontramos en Filipenses 1:1; 4:21: “Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a TODOS LOS SANTOS en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos…Saludad a todos los SANTOS en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan”.

                En Efesios 4:11,12 San Pablo dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros pastores y maestros, a fin de PERFECCIONAR A LOS SANTOS para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”. Nótese que aquí se habla de santos que requerían ser perfeccionados por los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Es decir, se hace referencia al rebaño general o a la feligresía en su totalidad como los “santos perfectibles”. Por toda esta evidencia bíblica, los protestantes tienen razones más que suficientes para divergir de los católicos.

Otras Prácticas Católicas Antibíblicas:   

                El Rosario, un elemento muy usado en el catolicismo, no encuentra su origen en la Iglesia de los Primeros Siglos. El rosario fue un instrumento sagrado por los antiguos mexicanos y entre los Brahmanes hinduistas. Los adoradores de la diosa Vishnú dan a sus hijos rosarios de 108 canicas, y los budistas de la India y en el Tibet usan un rosario con 99 canicas, que son los 99 nombres de Alá el Tasbih. Además, los adoradores del demonio en el Tibet y la China usan rosarios para sus rituales. También era usado en Grecia asiática y en las estatuas de la diosa pagana Diana. Los protestantes creen que los cristianos de los primeros siglos jamás usaron rosarios, pues sus oraciones no eran repetitivas como lo son en el catolicismo. Los protestantes tienen en mente las palabras de Jesús registradas en Mateo 6:7,8 que dicen: “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”.

                La Misa es una práctica común del catolicismo y de la cual los protestantes no encuentran base en la Biblia. La costumbre de dar al sacerdote “limosnas” (precio prefijado) por una misa data de los siglos VII y VIII, y llegó a ser una costumbre popular y universal en el siglo XII. Sin embargo, aunque la misma no tienen apoyo en la Biblia, ésta, si la tuviera, no debería tener un precio (Ver Hechos 8:20). También se cobran por los matrimonios, por los bautismos, etc. Si Cristo estuviera presente, los protestantes creen que Cristo los arrojaría de su presencia como mercaderes fraudulentos de su palabra.                                 

                Las Procesiones es otra práctica común del catolicismo. Los protestantes se sienten perturbados al contemplar cómo el mundo católico viola el mandamiento expreso de Dios sobre el pecado de la idolatría. El salmista David habló de esta práctica pagana así: “Los ídolos de ellos son de plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos. (Salmo 115:4-8). ¿Acaso estas palabras de David no se aplican perfectamente a las procesiones? Además, ¿Qué son las procesiones, sino un pretexto más para emborracharse, y para hacer otras cosas más?.

                Otras prácticas supersticiosas del catolicismo que rechazan los protestantes son: “el agua bendita”, “La señal de la cruz”, “Las estampitas”, “Las Reliquias”, etc. Además, los protestantes rechazan la llamada “Confesión Auricular” (confesión al oído del cura), pues como Jesús dice en el evangelio de Mateo 6:6: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en el secreto te recompensará en público”. Aquí Jesús habla de la oración al Padre celestial, y no, al “padre” de la parroquia; la cual debe hacerse en el aposento del orante, y no en el confesionario del cura. Las fiestas paganas del catolicismo son: El día de todos los santos, el Halloween, la Navidad, las fiestas patronales, etc.

                 El Celibato Sacerdotal es otra práctica católica que no halla su apoyo en la Biblia. En los registros del Nuevo Testamento, veremos que los apóstoles eran casados, incluyendo el mismo San Pedro (Leer Mateo 8:14, donde se habla de la fiebre de la suegra de Pedro). Además, el apóstol Pablo recomienda que el Obispo deba ser casado, marido de una sola mujer, y con hijos obedientes (Leer 1 Timoteo 3:1-4). Lamentablemente la historia del catolicismo está repleta de escándalos sexuales entre monjas y monjes, y curas con sus feligreses. En Europa se han hallado monasterios donde enterraban los fetos de niños abortados en gran número. Aún hoy, muchos sacerdotes católicos rompen sus votos de castidad desertando, al no poder suprimir su deseos naturales de hombres normales. Muchos se han casado, y otros han caído en la fornicación, homosexualidad, perversiones, y el onanismo.

 

Conclusión:

                 Los protestantes tienen buenas razones por las cuales no se han unido con el catolicismo. No es que los protestantes sean unos fanáticos resentidos. Todo lo contrario, ellos aman a todos los hombres sin importar su credo religioso o político. Además, lo que los protestantes desean es volver al cristianismo original, puro y sin mácula de mentiras y de corrupción espiritual y moral.

                 Los protestantes reconocen que aun entre ellos mismos hay divergencias doctrinales y de organización eclesiástica. No obstante, cada uno de ellos cree poder encontrar sólo en la Biblia su apoyo teológico y moral. Es por eso que el protestantismo tiene un culto menos complicado y menos elaborado, de acuerdo a los dictados del Nuevo Testamento. Todos ellos han aceptado como la suprema autoridad a la Biblia, y a Cristo, como la única Cabeza de su Iglesia. Las interpretaciones de la Biblia podrán diferir, pero no en lo básico. Las ideas y los dogmas humanos han quedado descartados por completo en el protestantismo.

                  Los protestantes creen que los católicos—en general— debieran estudiar las Escrituras para confrontar sus creencias y sus dogmas a la luz de ellas. También creen que los católicos debieran tener una participación más activa y consciente en su fe de modo que puedan estar seguros en donde están caminando. Los protestantes creen que los católicos debieran cuestionar su fe, y no dar por sentado que todo lo dicho por sus padres es la verdad final. Cada uno debe estar convencido por sí mismo—previa investigación personal concienzuda— de si está o no en el camino correcto (Romanos 14:5). 

                  Los protestantes creen que los católicos deben ser consecuentes con su fe y vivir una vida consagrada al Señor. El compromiso de la renunciación al mundo y a los deseos pasajeros es para todos los bautizados, y no tan sólo para los llamados “religiosos”. Los protestantes creen que todos los bautizados son parte del cuerpo o iglesia de Cristo, y en ese sentido, todos están obligados a vivir una vida santa para no corromper al cuerpo del Señor. En este punto los protestantes sostienen que todos los fieles deben llevar una vida religiosa de pureza y santidad, sin la cual nadie verá a Dios.

 

LA IMPORTANCIA DE LA FE PARA LA CIENCIA

La ciencia avanza a causa de la imaginación de los científicos.

Los científicos creían en los átomos antes de ver una. Ellos creían en las galaxias antes que la primera sonda espacial abandonó la Tierra. Ellos creían que el hombre podía caminar sobre la Luna, antes de que el primer mono se pusiera en marcha en su lugar, o que los hombres podrían volar, aún antes de que el viaje inaugural de los hermanos Wright se efectuara. 

Sin la fe («la seguridad acerca de lo que no vemos»), la ciencia no avanza!

Albert Einstein es citado diciendo : «Creo en la intuición y la inspiración. La imaginación es más importante que el conocimiento. Porque el conocimiento es limitado, mientras que la imaginación abarca el mundo entero, estimulando el progreso, … Es, en rigor, un factor real en la investigación científica » .

La gente que dijo que el hombre algún día volaría, o profetizó que  viajaría al espacio, fueron consideras estúpidas, o soñadores, ilusos o dementes, por «los que no podía ver».

Hoy sabemos que estaban ciegos.

«Sólo sé esto: que yo era ciego y ahora veo!»  (El mendigo ciego a quien Jesús sanó, Juan 9)

* Referencia bíblica: Hebreos 11

VIDA A TRAVÉS DE LA OSCURIDAD DE LA DUDA Y EL ABANDONO

 

 

Cuando la Madre Teresa murió en agosto de 1997 fue aclamada por el mundo como una superestrella religiosa. Su reputación como una trabajadora incansable en favor de los pobres y oprimidos en Calcuta India era conocida en todo el mundo. Su vida incansable y desinteresada ayudó a ella en la vía rápida a la santidad en la Iglesia Católica Romana.

Luego, en 2007, sus cartas secretas a su confesor fueron publicados en un libro de memorias titulado Ven y sé mi luz . En ellas nos enteramos de que esta mujer que los hombres piensan que es un gran ejemplo de fe, fue torturado en realidad por la duda y el sentido de que Dios la había abandonado. Poca gente sabía lo que estaba pasando en su mente y corazón.

Más en el blog de ​​Historia de la Iglesia Agradecido por los muertos , Chris Armstrong ha publicado un artículo que se está trabajando en alrededor de la Madre Teresa. Es una lectura interesante. Aquí está una pequeña muestra.

Nada expresa mejor la intensidad de esta pérdida mejor que las propias palabras de la Madre Teresa: «Ahora, Padre, ya que 49 o 50 años este terrible sentimiento de pérdida, este incalculable la oscuridad, la soledad, el deseo continuo de Dios que me da que el dolor más profundo de mi Corazón-La oscuridad es tal que realmente no se ve-ni con mi mente ni con mi reason.-El lugar de Dios en mi alma es blank.-No hay Dios en Me.-Cuando el sufrimiento de la sed es tan grande -Acabo de largo y mucho tiempo para Dios, y entonces es que me siento-Él no quiere que yo-No es there.-cielo-las almas, ¿por qué estas son sólo palabras que no significan nada para mi Me. la vida misma parece tan contradictorio. Puedo ayudar a las almas a ir a dónde? ¿Por qué todo esto? ¿Dónde está el alma de mi ser? Dios no quiere que Me.-A veces-Acabo de oír mi corazón clamar: «Dios mío» y nada más comes.-La tortura y el dolor que no puedo explicar. «

Respuesta Neuner fue sabio y el punto-y lo liberó la Madre Teresa para continuar con su ministerio en la seguridad de que esta terrible experiencia de la oscuridad espiritual fue en sí mismo tanto una confirmación y un aumento de la vocación que Dios le había dado: «Mi respuesta a la confesión de estas páginas era simple: no había ningún indicio de falta grave de su parte lo que podría explicar la sequedad espiritual. Se trata simplemente de la noche oscura de la que todos los maestros de la vida espiritual sabe, aunque nunca lo he encontrado tan profundamente, y durante tantos años, como en ella. No hay remedio humano contra ella. Se puede tener sólo en la seguridad de la presencia oculta de Dios y de la unión con Jesús, que en su pasión tuvo que soportar la carga y la oscuridad del mundo de pecado por nuestra salvación. El signo seguro de la presencia oculta de Dios en esta oscuridad es la sed de Dios, el ansia por lo menos un rayo de su luz. No hay un tiempo para Dios puede ser que Dios está presente en su / corazón. Por lo tanto la única respuesta a este ensayo es la entrega total a Dios y la aceptación de la oscuridad en la unión con Jesús. «

Vida a través de la oscuridad de la duda y el abandono

EL ‘TESTIMONIO DE JESÚS’ EQUIVALE A LA ‘FE DE JESÚS’—¿PERO QUÉ ES «LA FE DE JESÚS»?

…La verdad que pocos han entendido…¡hasta hoy!

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

En Apocalipsis 12:17, leemos: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el TESTIMONIO de Jesucristo. Tome nota que aquí se habla de los que tienen el testimonio de Jesucristo.

Pero si comparamos el pasaje anterior con Apocalipsis 14:12, veremos que el testimonio de Jesucristo es la fe de Jesús. Dice el pasaje, así: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la FE DE JESÚS.

¿Cuál es el ‘Testimonio de Jesucristo’ o ‘La fe de Jesús’ que tienen los cristianos verdaderos?

Veamos Juan 18:37, donde leemos sobre la conversación que tuvieron Pilato y Jesús: “¿Luego,  eres tú rey?  Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey.  Yo para esto he nacido,  y para esto he venido al mundo,  para dar testimonio a la verdad.  Todo aquel que es de la verdad,  oye mi voz”.

Aquí Jesús conversa con el procurador Pilato, y le dice que él vino al mundo para dar Testimonio a la verdad, es decir, para proclamar que él es REY, y que tiene un reino. ¡Esta era la “fe de Jesús”!

Por eso en Lucas 4:43 Jesús dijo: “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido ENVIADO”. Nótese que Jesús afirma haber sido enviado al mundo para anunciar o dar testimonio a la verdad, es decir, acerca de las Buenas Nuevas de su reino.

En 1 Corintios 11:1 Pablo dice: “Sed IMITADORES de mí, así como yo de Cristo”. ¿Y qué cosa imitó Pablo de Cristo en sus viajes misioneros?

En Hechos 20:24,25 Pablo explica cuál era el testimonio que él daba y que sin duda era el mismo testimonio de Jesús, ya que él imitaba a su maestro en todo: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar TESTIMONIO del evangelio de la gracia de Dios. Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro”. En estos versículos Pablo recibe un ministerio de Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia, o que es lo mismo decir, el testimonio del evangelio del reino de Dios. ¿No es acaso este reino de Dios, el mismo testimonio que daba Jesús a sus paisanos? (Mr. 1:1,14,15). Evidentemente la “fe de Jesús” tenía que ver con su mesianismo, con su calidad de rey en el reino de Dios. ¡Y esa misma fe la tienen sus verdaderos discípulos!

Por eso también en Mateo 24:14 Jesús revela cuál es el testimonio que darán sus discípulos al mundo: “Y será predicado este EVANGELIO DEL REINO en todo el mundo, para TESTIMONIO a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. ¿Se dan cuenta ahora que el Testimonio de los discípulos es el mismo testimonio que dio Jesús? Este testimonio siempre gira alrededor del mensaje central de Cristo, el cual es el Reino de Dios. ¡Esta es la fe de Jesús y el testimonio de Jesús!

Justificados por la fe de Jesús

En Romanos 3:26, Pablo dice sobre la fe de Jesús, lo siguiente: “Con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la FE DE JESÚS”.

Los verdaderos cristianos son justificados porque tienen la misma fe de Jesús, o el mismo testimonio de Jesús que es su reino venidero de Justicia, y dan testimonio al mundo de ello como las Buenas Nuevas de salvación.

La fe de Jesús y la fe de Abraham

En Romanos 4:16 leemos de la fe de Abraham, y se espera que todos los que reciban las promesas tengan la fe de Abraham. Dice Pablo, así: “Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la FE DE ABRAHAM, el cual es padre de todos nosotros.

Ahora bien, la Biblia nos dice que tengamos ‘la fe de Jesús’ y ‘la fe de Abraham’. ¿Es que acaso hay dos tipos de fe, una de Abraham y otra de Jesús? ¡Pues no! Pablo dice que sólo hay UNA FE y no más (Efesios 4:5). La fe de Abraham, entonces, es la misma fe que tenía Jesús, de modo que tener la fe de Abraham equivale a tener la fe de Jesús y viceversa. ¿Y cuál era esa fe de ambos, el padre de la fe y su simiente? Creo que la respuesta está en Romanos 4:13: «Porque no por la ley fue dada a ABRAHAM o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe».  Es decir, por la fe, Abraham creyó en la promesa de Dios de que sería el heredero del mundo junto con su simiente, Jesucristo. Y esto es justamente lo que previó Juan, cuando escribió en Apocalipsis 11:15, lo siguiente: «El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: «Los reinos del MUNDO han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos». ¿Entienden ahora, hijos míos? Más fácil no lo puedo explicar!

Además, Pablo nos dice que Jesús, el hijo de Abraham, y el hijo de David (Mateo 1:1), vino a CONFIRMAR las promesas hechas a los padres (Abraham, Isaac, Jacob, y David). Por tanto, Jesús tenía fe que las mismas promesas hechas Abraham y a su simiente (es decir, él mismo) se cumplirían en el futuro (Romanos 15:8). Por eso él pudo decir con toda confianza:Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob Y A TODOS LOS PROFETAS en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos” (Lucas 13:28).

Pregunta:

¿Está usted seguro de que tiene la misma fe (o testimonio) de Jesús? ¡Piénselo con sumo cuidado porque de eso depende su salvación!

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