CONTROL MENTAL: LO QUE TODOS LOS OTROS HIPNOTIZADORES NO QUIEREN QUE USTED SEPA SOBRE LA HIPNOSIS

51C5hC8sbBL Dolores Cannon en 2012: 3 Movie Magic Words

La mayoría de los hipnotizadores le dirán que «usted no puede hacer algo en la hipnosis que está en contra de su voluntad.» La mayoría de ellos realmente lo creen. Pero algunos de los hipnotizadores más experimentados dicen eso simplemente para poner a la gente a gusto. Saben que, en las manos correctas, muy poca gente puede resistirse a un hipnotizador experto. Los hipnotizadores expertos saben lo que se necesita para resistirse a las sugerencias y no es lo que mucha gente piensa…

Precio de lista: $ 22.95

Buy from Amazon luz Dolores Cannon en 2012: 3 Movie Magic Words

SECTARISMO RELIGIOSO Y CONTROL MENTAL

------

Agradezco muy profundamente al autor de este artículo, un buen amigo y hermano en la fe.

Por Ingº Leonardo Altamar L (Colombia) 

 

Cuántas veces estando en la congregación has escuchado frases como éstas:

¡Dile al que está a tu lado…. (Palabra o frase propuesta por el orador)!

¡Repite conmigo…. (Palabra o frase propuesta por el orador)!

O han dado una frase incompleta, para que en coro, todos los oyentes la completen (ejemplo):

¡Esta es una iglesia de ben …. (Los oyentes responden: “dición”)

O el ampliamente mecanizado y abusado “Amén”,  como respuesta todo lo que diga el orador.

Esta amena forma de dar “participación” a un auditorio, de mantenerlo alerta y enfocado en la temática que se está tratando, se ha constituido en una difundida herramienta de “oratoria”, que aparentemente no reviste ningún perjuicio.

Éstos, y otros métodos similares, componen un proceso pedagógico definido que busca, por medio de  técnicas de repetición, modificar aspectos de la conducta y/o afianzar conceptos teóricos, y es (o al menos era) de uso común en la educación temprana. A muchos podría parecerles una actitud paranoica sospechar de “inocentes repeticiones”, más aún si lo que se repite es algo benigno en su forma, de modo que resulta conveniente definir lo que estamos tratando.

Una cosa es la oración de grupo, que está bíblicamente avalada (Hch 1.14; 2.46; 4.24), y otra cosa es obedecer recurrentemente la voz de un orador que induce a su auditorio a expresar ya sea mediante el habla, acciones,  o combinaciones simultáneas o alternadas de ellas, declaraciones previamente elaboradas, ajenas a actos volitivos de los oyentes. Esto último, toda vez que constituye un proceso de implantación de reflejos condicionados en el receptor del estímulo, busca sin más rodeos, manipulación  o control subconsciente.

Otros podrían pensar, ¿qué tiene de malo el método si el objetivo es bueno (enseñar la Palabra de Dios)? Aquí debemos distinguir la controversia de si el fin justifica los medios. Por un lado debemos analizar que si el medio es, como hemos visto, la manipulación, ¿resulta ético emplearla a fin de impartir la educación cristiana? Por otro lado, si lo que se imparte es 100% bueno, ¿porqué no brindarlo 100%  a través de la plena consciencia y el entendimiento? 

No dejan de causarme inquietud todas éstas “modas cristianas” supuestamente inocuas, en la misma medida que me resulta difícil imaginar al Señor  Jesucristo sentado en una barca a la orilla del mar diciendo a los discípulos:

¡Dile al que está a tu lado: no solo de pan vivirá el hombre! , o, ¡Repitan conmigo: Padre nuestro….!

La razón por la que el Señor no recurrió a estas técnicas es porque a Él no le interesaba acudir a la manipulación sicológica para producir cambios en la conducta del hombre, sabiendo que ese trabajo (la renovación de la mente y el entendimiento) correspondía al Espíritu Santo y a cada discípulo mediante oración y estudio consistente de las Escrituras. El trabajo de Dios en la vida del creyente produce cambios profundos y perdurables, que redundan en la transformación del hombre a una nueva criatura, conforme al propósito divino. En síntesis, a Dios no le interesa condicionar, modificar o manipular las conductas del hombre, sino crear un hombre nuevo.

La pregunta es, ¿porqué lo que el Señor consideró bueno, eficaz y suficiente para educar a sus discípulos ha dejado de serlo para los lideres modernos?

Yo solo puedo hallar dos respuestas:

1. Por ignorancia

2. Por cambio de objetivos

El creyente común que se educa bajo las “nuevas técnicas pedagógicas”  y avanza con el tiempo hacia el liderazgo, solo puede permanecer en ellas en la medida en que se mantenga ignorante de las  Escrituras (ciegos guiando ciegos), pero resulta poco creíble que todos, los que impulsan estas técnicas sean o permanezcan indoctos, así que, ¿porqué lo continúan haciendo? Aquí la respuesta número dos cobra importancia.

Si los objetivos de los líderes modernos han dejado de identificarse con los objetivos de Quien es cabeza de la iglesia (Cristo), también sus estrategias han de ser diferentes. Si los objetivos ahora están relacionados con el crecimiento económico de las organizaciones religiosas y sus círculos de gobierno, no nos debe extrañar que se recurra a métodos seculares comprobados de manipulación. Si te incomodaste el primer día en la congregación cuando tuviste que darle un codazo al vecino de banca para repetir lo que el predicador te mandó a decirle, si te pereció infantil y hasta ridículo repetir o terminar las frases que te ordenaban (recuerda que no te lo piden, pues son imperativos), ¿qué te ha ocurrido que ahora lo haces mecánicamente y en ocasiones hasta lo disfrutas? Te dirán que ha sido el trabajo de Dios en tu vida, pero, ¿puedes estar seguro de eso? Si tenemos la Biblia como única fuente de autoridad doctrinal, ¿cómo creeremos que Dios trabaja con herramientas prestadas? ¿Cómo es que se han establecido técnicas provenientes de mentalismo para la enseñanza bíblica?

Estoy seguro que dentro del grueso número de líderes cristianos que emplean esas herramientas hipnóticas para adiestrar a sus discípulos, hay muchos que lo hacen solo porque ven a otros hacerlo, pasando por alto el modelo bíblico e ignorando el origen y resultado de esos comportamientos (Mt 15.14). Como también estoy seguro que hay muchos, que premeditadamente ejecutan estos y otros perversos métodos de control sobre sus ingenuos seguidores.

Hoy te hacen repetir frases y –amenes- como loro, mañana te pedirán que desocupes tus bolsillos si tienes fe en Dios y en los “pactos” (si no lo han hecho ya). Mandarán que “por fe”  te comprometas con cuotas de dinero que aún no has ganado y de esa manera obtener prosperidad y favor divino. ¿Te parece inconcebible que puedas acceder a ese nivel de manipulación? Prueba no repetir ni hacer lo que el orador te dicte durante sus charlas, verás qué actitud toman los que notan tu abstinencia. Esos tratamientos están perfectamente identificados como métodos de “persuasión coercitiva” y no son nuevos, ni son pocas sus víctimas.

Si éste es tu caso, solo te quiero proponer esta reflexión:

1. Examínate a fondo y responde con honestidad: ¿Sabe Jesús qué es lo mejor para ti, si o no?

2. Si tu respuesta a lo anterior es afirmativa, lee los evangelios y analiza cómo enseñaban Jesús y sus Apóstoles. Posteriormente compara la experiencia bíblica con tu experiencia personal, ora a Dios y toma una decisión. De ser necesario, busca apoyo en personas que hayan superado este tipo de experiencias.

Que Dios bendiga tu búsqueda de la verdad.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Jua 14:6)

 color