EL QUE EN INTEGRIDAD CAMINA SERÁ SALVO (PROV. 28:18)

 

¿Qué tan integro somos? ¿Nos hemos dado cuenta que nos falta todavía cultivar la integridad? ¿Qué estamos haciendo al respecto? ¿Cómo realmente nos comportamos? son algunas interrogantes que nos invita a reflexionar, cómo hemos actuado y que tan integro hemos sido en nuestras relaciones.

El diccionario The American Heritage Dictionary define a la integridad como una firme adhesión a un estricto código moral o ético; el estado de mantenerse incólume; solidez o la cualidad o condición de ser íntegro o no dividido; totalidad. Procede de la palabra integer, que significa entero o completo.

Lo contrario al hombre integro, es el hombre ambiguo, al cual la Biblia le define como “el hombre de doble ánimo”, quien es inconstante en todos sus caminos. Por el contrario, alguien integro es aquel que es totalmente consistente en las convicciones que expresa. Integridad significa congruencia entre pensamiento, emociones y voluntad. Describe a alguien sin hipocresía ni doblez.

El libro de Proverbios tiene muchos versículos que hablan de la integridad. Proverbios 10:9 dice que: «El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado». Una persona de integridad tendrá una buena reputación y no tendrá temor de ser expuesta o descubierta. La integridad brinda un camino seguro a través de la vida. Proverbios 11:3 dice: «La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos». Proverbios es un libro de sabiduría. El hombre o la mujer sabios vivirán una vida de integridad, que es parte de la sabiduría. Quienes siguen la corrupción o la mentira serán destruidos por las decisiones y acciones de su vida.

Nos recuerda el ministerioprobe.org. que es una de la característica de una persona de integridad es la confiabilidad. Una persona de integridad es irreprochable. Permanece fiel a principios, sin importar las consecuencias. Una persona de integridad se da cuenta de que hay absolutos morales aun en un mundo de valores relativos. En la novela de Tom Clancy, Clear and Present Danger, Jack Ryan es prácticamente el único personaje noble del libro. Cuando comienza a descubrir el complot clandestino del gobierno, se ve confrontado por el antagonista, que se burla de los principios de Ryan. Dice: «Eres un niño explorador, Jack. ¿No te das cuenta? Es todo gris. Es todo gris». Me pregunto cuántas personas de integridad escuchan una afirmación similar en salas de conferencia corporativas o en los salones del gobierno.

Es todo gris. No hay valores absolutamente correctos o incorrectos. Todo es relativo. Una persona de integridad sabe que no todo es gris. Hay principios a los que vale la pena mantenerse fiel y promover. Hay valores que deben regir nuestra vida. Tenemos una responsabilidad de seguir la ley de Dios antes que a la multitud.

Se cuenta, que había una historia en un periódico años atrás sobre un hombre de Long Beach que fue a comprar un pollo para él y la mujer que lo acompañaba a una tienda de KFC (Kentucky Fried Chicken). Ella esperó en el coche mientras él fue a recoger el pollo. Sin darse cuenta, el gerente de la tienda entregó al hombre la caja en la que había puesto las ganancias del día, en vez de la caja con el pollo. Es que iba a hacer un depósito y lo había camuflado poniendo el dinero en una caja de pollo frito.

El hombre tomó su caja, volvió al coche, y los dos se fueron. Cuando llegaron al parque y abrieron la caja, encontraron que tenían una caja llena de dinero. Ahora bien, este era un momento muy vulnerable para una persona común. Sin embargo, al darse cuenta del error, volvió al coche y se dirigió al lugar y devolvió el dinero al gerente.

Bueno, ¡el gerente estaba alborozado! Estaba tan complacido que dijo al joven: «Quédate por aquí. Quiero llamar al periódico para que te saquen la foto. Eres el tipo más honesto del pueblo». «Oh no, ¡no haga eso!», dijo el sujeto. «¿Por qué no?, preguntó el gerente. «Bueno», dijo, «sabe, estoy casado, y la mujer con la que estoy no es mi esposa». Aparentemente, no había considerado las consecuencias de sus acciones. Aun cuando estaba haciendo algo correcto, resultó que también estaba haciendo algo incorrecto. Una persona de integridad es integrada y auténtica. No hay ninguna duplicidad de actitudes y acciones.

Se agrega, que la integridad parece precisamente integrar a una noble familia de virtuosos atributos o fortalezas del carácter: honradez, templanza, autenticidad, valor, justicia, responsabilidad, lealtad, autodisciplina, compromiso, perseverancia, altruismo… Goleman, en Working with emotional intelligence, sostiene que las personas íntegras:

• Actúan ética e intachablemente.
• Son honradas y sinceras, de modo que se ganan la confianza de su entorno.
• Admiten sus errores o desaciertos.
No dudan en señalar las acciones poco éticas de los demás.
• Adoptan posturas fundamentadas en sus principios, aunque resulten impopulares.
• Cumplen su palabra.
• Se caracterizan también por la responsabilidad y la profesionalidad.

Arnoldo Arano, por último. nos proporciona, que consideremos, que actuar con integridad requiere autenticidad de carácter, sinceridad en nuestras acciones y opiniones y compromiso con unos valores, elementos éstos que dan forma a nuestro carácter y determinan los recursos y las estrategias con las cuales dirigimos a otros. Al respecto comenta S. Covey: «Cuando trato de usar estrategias de influencia y tácticas para conseguir que otros hagan lo que yo quiero, que trabajen mejor, que se sientan más motivados, que yo les agrade y se gusten entre ellos, nunca podré tener éxito a largo plazo si mi carácter es fundamentalmente imperfecto, y está marcado por la duplicidad y la falta de sinceridad. Mi duplicidad alimentará la duplicidad-desconfianza, y todo lo que yo haga (incluso aplicando buenas técnicas de «relaciones humanas”) se percibirá como manipulador».

Los líderes íntegros se caracterizan por una gran persistencia en el logro de sus metas. Por una tenacidad y consistencia en su forma de enfocar y vivir la vida. Los líderes íntegros son fieles a sí mismos. No asumen estereotipos. Son auténticos. Viven por convicciones y valores. No se transan ni sacrifican sus creencias, en un altar, por conveniencia.

Ing. Carlos Mora Vanegas

El Dr. Mora es Ingeniero – Administrador, Profesor Titular en el Área de estudios de Postgrado de la Universidad de Carabobo (Venezuela)

www.yeshuahamashiaj.org

www.elevangeliodelreino.org

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