LOS PERFECTOS DE DIOS

Por Apologista

1.- ¿Qué manda Dios?

Mateo 5:48: Sed, pues, vosotros PERFECTOS, como vuestro Padre que está en los cielos es PERFECTO.

2.- ¿Quiénes deben ser perfectos?

Colosenses 1:28: a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar PERFECTO en Cristo Jesús a todo hombre; 

3.- ¿Era el Apóstol Pablo perfecto?

Filipenses 3:15: Así que, todos los que somos PERFECTOS, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios

4.- ¿Cómo se puede perfeccionar a los hombres?

Efesios 4:11-13:  Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. 

2 Timoteo 3:16,17: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea PERFECTO, enteramente preparado para toda buena obra. 

 Hebreos 10:14: porque con una sola ofrenda hizo PERFECTOS para siempre a los santificados. 

5.- ¿Dónde están inscritos los perfectos?

Hebreos 12:23: a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos PERFECTOS. 

6.- ¿Dónde tienen tesoro los perfectos?

Mateo 19:21: Jesús le dijo: Si quieres ser PERFECTO, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.

7.- ¿Dónde habitarán los perfectos?

Proverbios 2:21: Porque los rectos habitarán la tierra, Y LOS PERFECTOS permanecerán en ella 

Conclusión:

Todos los hombres estamos llamados a ser perfectos para tener nuestros nombres inscritos en los cielos, y entonces recibiremos un tesoro celestial. La forma cómo podemos ser perfectos es a través de Cristo, siguiendo su ejemplo, a la vez que nos nutrimos de Las Escrituras y escuchamos las exhortaciones de nuestros maestros y pastores que llevan la delantera en la fe. Al hacerlo así, heredaremos el reino de los cielos que se restaurará en la tierra, y entonces seremos los reyes y sacerdotes con Cristo en la nueva era de justicia.