EL VERDADERO ORIGEN DE LA NAVIDAD

¿Conoce realmente las raíces de esta fiesta? ¿Distingue el origen de esta festividad? ¿Sabe el origen del árbol de Navidad?  

La Navidad, en pocas palabras, no puede ser celebrada por los cristianos. Los fieles aman la verdad de Cristo y no deben ser atraídos por una fiesta que no tiene un origen divino. 

La Navidad está llena de paganismo, fue disfrazada por la iglesia Católica Romana. Los falsos maestros promueven la Navidad y engañan la mente de las personas a través de la radio o televisión incitando a celebrarla. 

Origen de la Navidad

Esta palabra proviene del término Natividad, el cual tiene su origen en el latín “Nativitatem”, que significa Nacimiento. El mundo religioso la aplica al nacimiento de Jesucristo.

Esta fiesta en lengua inglesa se le llama “Christmas”, que quiere decir “Misa de Cristo” y es celebrada en la misma fecha.

Esta enseñanza no es bíblica porque no encontramos nada relacionado con la Navidad; ni Pedro, ni Pablo, ni Juan, ni alguno de los apóstoles nos hace mención de dicha fiesta, por lo cual se entiende que no la celebraron. En consecuencia, ni la iglesia primitiva guardó esta fiesta.

El 25 de diciembre (solsticio de invierno en el hemisferio norte) se festeja la Navidad en la mayoría de iglesias denominacionales, (y en la iglesia ortodoxa).

Las llamadas “posadas” empiezan el 16 de diciembre y conmemoran el viaje de María y José en su búsqueda de alojamiento antes del nacimiento de Jesús.

La historia nos dice que cuando el emperador Constantino aceptó la doctrina de Jesús se empezó a cristianizar muchas festividades paganas.

Algunas enciclopedias nos dicen que esta festividad era conocida no con el nombre de Navidad, sino como “Saturnalias”, celebrada por los romanos paganos del 17 al 24 de diciembre y el 25 de diciembre era el nacimiento del dios Sol.

La enciclopedia Quillet dice: “La navidad no figuraba entre las primeras fiestas antes del siglo V. El primer lugar donde se menciona una fecha del nacimiento de Jesucristo es en Egipto. San Clemente de Alejandría se asombró de que algunos teólogos egipcios hablan no solamente del año, sino también del día en que ocurrió el nacimiento de Jesús que suponían ser el 20 de mayo. Más tarde se creyó que Cristo había venido al mundo el 19 o 20 de Abril o 6 de Enero. La primera mención cierta del 25 de diciembre aparece en el calendario de Filocalus en el año 254”.

La enciclopedia Barsa dice: “esta celebración se generalizó en el siglo IV. Como no se conoce la fecha precisa del nacimiento de Jesús, la iglesia Católica adoptó finalmente el 25 de diciembre y cristianizó festividades paganas, que en diversos pueblos se celebraban como la fiesta del sol y los carnavales de Saturno”.

La enciclopedia de religión Católica: “se menciona que no hay fundamentalmente una razón que favorezca la fecha en cuestión, pues quien estableció esta fecha fue el papa Julio I en el siglo IV para quitar la enorme discrepancia que había en cuanto al tiempo del nacimiento del hijo de Dios, porque unos creían que había nacido en mayo, otros en abril y otros en enero”.

Origen del árbol de Navidad

Dicen algunas fuentes que antiguamente había un hombre llamado Nimrod, éste nació precisamente el 25 de diciembre, y se dice que él es el mismo que aparece en el libro de Génesis 10:8-10; dicho hombre se unió con su madre, llamada Semiramis, y de esa unión nació un hijo que se llamó Tammuz, (Ezequiel 8:14).

Cuando Nimrod murió su madre-esposa lo sepultó. Pero al paso del tiempo creció un árbol donde él había sido enterrado. Semiramis comenzó a enseñar que su “hijo-esposo” se había encarnado en ese árbol y cada día de su natalicio visitaba la tumba y llevaba regalos los cuales colgaba en las ramas.

Esa doctrina se propagó por todos los pueblos, siendo uno de ellos Babel y la tierra de Sinar, que luego se llamó Babilonia.

De esta forma vino a existir el “árbol” del natalicio de Nimrod. Lo que hoy se hace en diciembre es recordar indirectamente el nacimiento de este hombre malvado y pecador, Génesis 10:8-10.

La decoración del árbol se puede rastrear en los romanos que ponían máscaras del dios Baco en las ramas de los árboles para alcanzar protección.

También colgaban chuchearías en los árboles para celebrar el saturnal, el festival del dios de la cosecha. Las campanas, las frutas y otras decoraciones que se emplean en la actualidad han evolucionado a lo largo de los siglos demostrando que esta fiesta se funda en tradiciones de hombres y no en lo divino.

Se cuenta otra leyenda de tres árboles que estaban cerca del pesebre para honrar al recién nacido: el olivo, el dátil y el pino. El olivo dio su fruto, la palma dio dátiles, pero el pino no tenía nada que dar.

Unas estrellas bajaron de los cielos y se posaron sobres sus ramas para servir de ofrenda, es el supuesto origen del árbol decorado.

En las primeras fiestas de Navidad los romanos usaban árboles de pino para representar el calor del nuevo nacimiento del dios Sol en forma de fuego.

Se basaba en una vieja leyenda babilónica: durante una noche, un árbol verde se desarrolló de un tronco muerto. Significa que el dios Sol Nimrod (tronco seco) reencarnó en Tamuz (árbol verde) cuando su madre Semiramis lo parió esa noche.

Los romanos colgaban del árbol cerezas rojas que después fueron esferas, como símbolos del dios Sol. De los países Sajones se adoptó la costumbre de colgar regalos y golosinas. Costumbre que proviene de Alemania, donde el misionero inglés Bonifacio, sustituyó en el siglo VII los sacrificios que se hacían en la encina sagrada de Odin, por un pino adornado en homenaje al niño Jesús.

¡No! La Biblia no autoriza esto, el libro de Deuteronomio 16:21 dice: “no plantarás bosques, ni árbol ninguno cerca del altar del Señor tuyo”.

El propósito actual del árbol de Navidad no es otra cosa que “adoración” y no tiene ninguna relación con el nacimiento de Cristo.

Esta costumbre vino de la madre de Nimrod, Semiramis, y así pasó a otros países, como Egipto, Roma, Babilonia, donde se llamaba “Baal-Tamar”; de modo que a los hijos de Dios se les prohíbe poner este árbol.

Conclusión

Hermanos, hemos conocido la verdad en cuanto a la Navidad y sus fiestas paganas. No debemos andar por allí contentos y alegres diciendo a todos: “Feliz Navidad”.

Dios desea que usted se libre de las fiestas que celebran los paganos. Por favor, apártese de la Navidad y manténganse puro y limpio delante de Dios. La Navidad no existe, ni debe existir entre los cristiano. Disfrute a Cristo y no la Navidad, ponga su mirada en las cosas celestiales y no en las terrenales.

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