LOS JUDÍOS NO MALINTERPRETARON LA ENSEÑANZA DEL REINO DE JESÚS

Evangelistas y evangelios incompletos

Los evangelistas de hoy nos sorprenden mucho cuando evangelizan al mundo con un anuncio que no es completamente el evangelio original que debe ser proclamado para salvación. Y es que en realidad los “moribundos” espirituales están recibiendo de los “evangelistas” la mitad de la dosis curativa—¡más no la totalidad!

Sí, la gran mayoría de predicadores se han olvidado, o pero aún, ignoran por completo, que el remedio o dosis completa de salvación es Cristo mismo y su reino de justicia, el anuncio o buenas nuevas que él vino a proclamar por encargo de Su Padre y que nosotros debemos igualmente aceptarlo y “recetarlo” a otros (Mt. 24:14). Pareciera que simplemente las biblias de estos predicadores no contienen el verso 43 de Lucas 4, o que éste no dice lo que verdaderamente dice, sino algo muy distinto. ¿Pero por qué tanto descuido de este pasaje tan crucial de la Biblia? ¿Es que acaso es tan complicado entenderlo e interpretarlo? 

Si usted se toma el tiempo para escuchar a cualquier destacado evangelista radial y/o televisivo, usted notará inmediatamente que su prédica es Cristo y el llamado al arrepentimiento para obtener la salvación. Aparentemente está perfecto, pero no fue así cómo Jesús ordenó a los suyos predicar. Lo primero que hizo Jesús es mandar a sus apóstoles a predicar el reino de Dios por todos los pueblos y aldeas del país, y luego a llamar a la gente a la reconciliación con Dios para poder así participar de aquel reino esperado y conocido por ellos, el cual iban proclamando su cercanía. Es decir, Jesús vino a traer esperanza al mundo, esperanza de salvación a través de su mensaje del reino, el cual sería una especie de “carnada” para atraer a millones de «peces» a su gran red (iglesia). Esa carnada sabrosa que es el reino de Dios, no sólo atraería a judíos, sino también a gentiles, es decir, a toda clase de personas. Hoy, difícilmente un pescador puede usar una carnada para atraer todo tipo de peces, pero el evangelio del reino es una carnada muy sabrosa y seductora para atraer a potenciales peces de todos lados del mundo para el Señor Jesucristo. 

Desafortunadamente, la gran mayoría de evangelistas usan una «carnada» equivocada, y aunque estos pescadores atrapan muchos peces desprevenidos con sus «cebos» engañosos, estos no serán del agrado de Cristo porque resultaron ser bagres o pescados de poca calidad para el paladar. 

Dice en Mateo 13: 47 «Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; 48. y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera«.

Jesús no cambió la promesa del Reino a los Judíos 

Fíjense ustedes que Jesús inició su ministerio predicando el reino de Dios, y a éste anuncio él lo llamó muy claramente “El Reino de Dios” (Mr. 1:1,14,15). Ahora bien, Jesús no dio mayores explicaciones de lo que éste era a sus paisanos judíos, y la razón es muy simple, porque sus paisanos ya sabían perfectamente lo que Jesús quiso decir por «el Reino de Dios». Siendo esto así, ¿por qué los teólogos de hoy quieren darle un significado distinto del que tiene en realidad?  ¡Reflexione y no se deje engañar! Si Cristo hubiera aparecido en su tiempo para predicarles a sus paisanos un reino «espiritual» en el “corazón de los fieles”, o un reino que es sinónimo del “cuerpo místico de Cristo”, ¿lo hubieran entendido los judíos? ¡De seguro que no! Pero Jesús NO vino a cambiar lo que antes había prometido Dios a sus fieles de antaño, sino a confirmar todas las promesas hechas a los padres (Rom. 15:8). 

Así que si Jesús vino a confirmar las promesas hechas a los padres, Abraham, Isaac, Jacob, y David, no tenemos porqué nosotros cambiar lo que Cristo confirmó y no cambió en absoluto. Es por eso que es muy importante que nos mantengamos firmes en las promesas antiguas, y no pretendamos con sutiles argucias cambiar lo que se prometió, espiritualizando o alegorizando las promesas. 

Desafortunadamente, Agustín de Hipona no entendió esto y procedió con su lúcida mente a trocar el verdadero sentido del reino con una interpretación ingeniosa, pero completamente engañosa, de un “reino eclesiástico” presente en la tierra. Hoy, incluso, algunos grupos protestantes han caído bajo el embrujo de Agustín, y se contagiaron con este presente “reino eclesiástico” en la tierra (la iglesia). Pero estos predicadores no entienden que Cristo le prometió a sus seguidores DARLES UN REINO… ¡no una iglesia! (Lc. 13:32).

El Cielo por el Reino

Otro gran grupo de Cristianos sostiene que el reino de Dios, o también llamado “el reino de los cielos”, es el cielo mismo, donde supuestamente reinaremos con Cristo para siempre. Sin embargo, el hecho que el reino es DE LOS CIELOS, no significa que el reino es EN los cielos. ¿Comprende la diferencia? ¡Pero hay algunos que aún les cuesta entender esta simple verdad!  

En el NT vemos que un ángel DEL CIELO vino a la tierra para fortalecer a Jesús. Es decir, aquí tenemos un ejemplo de algo que es DEL CIELO pero que bajó a la tierra para cumplir una función encomendada (Lc 22:42,43). Asimismo, el reino de Dios es DE LOS CIELOS, pero se establecerá en la tierra para cumplir su función.  Nuevamente lo repito: el hecho de que este reino es DE LOS CIELOS no significa que será un reino EN los cielos,  sino, más bien, QUE ES DE DIOS, o que LE PERTENECE A ÉL! Nosotros, por ejemplo, ya no somos de este mundo, sino del cielo, o de Dios; SIN EMBARGO, PERMANECEREMOS EN ESTA TIERRA (ver 1 Juan 4:5,6; Mateo 5:5).

Los Apóstoles tampoco malinterpretaron el reino

En Hechos 1:3,6,7 los apóstoles le hacen a Jesús una última pregunta crucial antes de su partida al Padre, y que resume– a mi juicio— toda la esperanza apostólica. Sí, en esa última pregunta está concentrada toda la esperanza apostólica, la cual el cristianismo de hoy parece ignorarla por completo debido a sus profundos prejuicios contra los judíos.

Algunos teólogos destacados, pero infortunadamente ciegos debido a sus prejuicios, han querido convencernos de que los apóstoles no entendieron la naturaleza del reino después de tres años y medio de instrucción por parte de Jesús. ¿Pero podría alguno suponer que Jesús fracasó en su tarea de evangelización?¿Predicó Jesús un reino que dejó KO a sus seguidores más cercanos? ¡No lo creo ni por un segundo!

En esa siguiente diálogo que anotamos a continuación, ustedes podrán analizar la pregunta de los discípulos, y la respuesta del Maestro, y luego ustedes sacarán sus propias conclusiones, a ver si coinciden con las mías:

Hechos 1:6 “Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”.

Conclusiones:

1.- Los discípulos le preguntan a Jesús si el reino sería restaurado a Israel en sus tiempos.

2.- Jesús NO reprende a sus discípulos por la pregunta que ellos le formularon, y que algunos teólogos modernos injustamente han considerado como necia y errada, porque éstos han dado por sentado que el reino nada tiene  que ver con los judíos.

3.- Jesús implícitamente acepta como válida y oportuna la pregunta de sus seguidores, pero les responde que el tiempo para la tan anhelada restauración del reino a los judíos, y a Israel, sólo lo sabe Dios.

Dicho esto, les dejo a ustedes la tarea de sacar sus propias conclusiones, y decidan si en verdad los discípulos estaban errados pensando en una futura restauración del reino a Israel o no.

Dios los bendiga.

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JESUCRISTO: EL PORTADOR DEL ÚNICO MENSAJE SALVADOR—¿ESTÁ USTED SEGURO DE QUE LO CONOCE?

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista) 

El amor de Dios por el Mundo

Todos sabemos que de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios…Porque el que Dios envió, LAS PALABRAS DE DIOS HABLA; pues Dios no da el Espíritu por medida. El que CREE EN EL HIJO (es decir, en él como el Cristo y en su mensaje del reino) tiene vida eterna; pero el que REHUSA CREER en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. (Juan 3:16-18,34, 36).

Cuando uno examina estos versículos inmediatamente concluimos que Dios amó tanto al mundo que mandó a Su propio Hijo unigénito, para que todo el que en él crea, no se pierda más tenga vida eterna. Esto quiere decir que creer en el nombre o en la persona del unigénito Hijo de Dios, quien habló las palabras de Su Padre (empezando con su mensaje del reino) da vida al mundo. Así que todo aquel que rehúsa creer en el Hijo, es decir, en su Persona como el Cristo de Dios, y en las Palabras que él trajo del Padre (como Su mensajero), será condenado.

Jesús revela el mensaje o las Palabras del Padre para Salvación

Jesús dice: “Al que oye MIS PALABRAS (¡que son de Su Padre!), y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo» (Juan 12:47). Estas palabras del Padre eran (…y son) un singular anuncio que Jesús proclamó al mundo como Su mensajero predilecto. Este vocablo “anuncio“ o “proclama” lo encontramos en el libro de Juan, que dice: “Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a NUESTRO ANUNCIO? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?» (Juan 12:37,38). En Hechos leemos también:Dios envió MENSAJE a los hijos de Israel, ANUNCIANDO el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos” (Hechos 10:36). Así que Jesús fue un mensajero del Padre, el Portador de Buenas Nuevas de gozo y salvación para el mundo, el único remedio salvador que es llamado: El evangelio de la paz o también “LA PALABRA”.

El Evangelio de la Paz es el mensaje del Reino de Dios

En Lucas 4:43 el propio Jesús definirá su mensaje de este modo: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el EVANGELIO DEL REINO DE DIOS, PORQUE PARA ESTO HE SIDO ENVIADO”. Es más que evidente que el anuncio o mensaje de Cristo es lo que se conoce como “la Palabra de Dios”. Y la palabra de Dios para el mundo es el reino de Dios, el evangelio salvador que debemos creer y proclamar.

El mismo Jesús, en la parábola del sembrador, llama al reino, “la palabra”. Dice así Jesús: “Cuando alguno oye LA PALABRA DEL REINO y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino” (Mateo 13:19).

En Marcos 1:1,14,15 vemos a Jesús cumpliendo su misión como mensajero o proclamador del mensaje o la palabra: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando EL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS, y diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; ARREPENTÍOS, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15).

Y en Lucas 8:1,2; 9:1,2 veremos que Jesús encomendó a sus propios seguidores a predicar este mismo mensaje salvador que es el reino de Dios, e incluso a muchos otros que no eran necesariamente sus apóstoles (Lc 9:60-62).

El apóstol Pablo imitó a Jesús anunciando el mismo mensaje

En el libro de los Hechos vemos a Pablo predicando el reino de Dios tanto a sus paisanos fuera de la tierra prometida como a los gentiles.

Hechos 14:22: confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el REINO DE DIOS.

Hechos 19:8: Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del REINO DE DIOS.

Hechos 20:25: Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el REINO DE DIOS, verá más mi rostro.

Hechos 28:23: Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el REINO DE DIOS desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.

Hechos 28:31: predicando el REINO DE DIOS y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

La necesidad de “renacer” para ver y entrar en el reino

El Señor Jesucristo le dijo a Nicodemo que era necesario que él “volviera a nacer” para entrar en el reino de Dios. Y este renacimiento tenía que ver con el bautismo para el perdón de los pecados y la recepción del Espíritu Santo (Juan 3:3,5). Pero nadie puede entender el significado del bautismo sin entender primero la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. El bautismo, sin duda, es morir con Cristo y resucitar para una nueva vida en el reino. Por eso es que es de suma importancia creer en la obra vicaria de Cristo y aceptarla por la fe. Esta también es la razón por la cual Pablo dice que lo primero del evangelio es creer que Cristo murió por nuestros pecados, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día ante muchos testigos, puesto que este maravilloso evento GARANTIZA nuestra propia futura glorificación en el reino venidero. Pablo estaba convencido de que si Cristo no hubiese triunfado sobre la muerte, VANA SERÍA NUESTRA FE EN EL MENSAJE SALVADOR (Leer todo 1 Corintios 15).

Así que no sólo basta creer en el reino de Dios…¡también es necesario creer que Cristo murió por nosotros, que fue sepultado, y que resucitó de la tumba al tercer día para darnos vida en su reino. Es por eso que el evangelista Felipe bautizaba sólo aquellos que habían creído en dos cosas fundamentales: el reino de Dios, y el nombre o en la persona de Jesucristo como el Cristo e Hijo de Dios, y por supuesto, en su muerte, sepultura y resurrección al tercer día (Ver Hechos 8:12).

El “QUÉ” y el “CÓMO” del evangelio completo

El evangelio completo de Cristo es el “Qué” y el “Cómo” de la salvación. El QUÉ es la meta del reino de Dios y el CÓMO  es  la fe en la muerte, sepultura y resurrección al tercer día de Cristo). Esto mismo imitaron Felipe y Pablo ante los gentiles (Hechos 8:12; 28:23,30,31). El “QUÉ” y el “CÖMO” constituyen su evangelio completo. Lo que quiero decir es que Jesús anunció una meta para el cristiano que él la llamó EL REINO DE DIOS,  y el medio por el cual podemos entrar en él es a través de la fe en su obra vicaria en la cruz y  en su resurrección gloriosa al tercer día. Estos dos puntos hacen el evangelio completo o el anuncio salvador del Padre que todos debemos creer.

Muchos evangelistas predican el “CÓMO” de la salvación, pero no el verdadero “QUÉ”. En otras palabras, ellos anuncian que Cristo murió por nuestros pecados, que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, pero cuando se trata de lo QUE obtendremos por esa fe, la cosa se torna obscura.  

 ¿Cuántos hoy se han bautizado habiendo creído en el  verdadero reino de Dios y en el nombre de Jesucristo? ¡Muy pocos! Definitivamente muchos se han bautizado habiendo creído efectivamente que Cristo murió por ellos, que fue sepultado y que resucitó al tercer día, pero cuando se trata del reino, ¿qué es lo que han creído del reino? Aquí empieza el problema, pues muchos cristianos ni siquiera saben qué es el reino de Dios, y los que afirman creerlo, lo creen mal, o de una manera que Cristo jamás lo hubiera enseñado. ¿Acaso una esperanza distinta no es un evangelio falso? ¡Claro que lo es! Y ya sabemos lo que dice Pablo de los evangelios espurios o trucados (Gál. 1:6-9).  El asunto es realmente serio, y no es para tomarlo a la ligera. Un evangelio falso no salva, pues sólo hay un anuncio salvador, y ningún otro más.

EL EVANGELIO ES PROCLAMAR LA VENIDA DEL REINO DE DIOS

Por Yanco Alexis

http://hamaljut.blogspot.com

El evangelio del Reino

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¿Sabe usted que significa la palabra evangelio?

Por si no lo sabe, la palabra evangelio significa buenas noticias, en otras palabras lo que Jesús vino a proclamar a sus hermanos judíos fueron buenas noticias, así también sus apóstoles predicaron al mundo entero buenas noticias, y nosotros, sus discípulos contemporáneos,  debemos proclamar las mismas buenas noticias  (mateo 16: 15), pero la pregunta es ¿de qué se tratan estas buenas noticias?

Como siempre acudiremos a la Biblia para que nos ayude a saber de que se tratan estas buenas noticias:

Mateo 4: 23: Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Marcos 1: 14 y 15: Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

(Podríamos sin temor a manipular la Biblia traducir este texto así: Jesús vino a la ciudad de galilea, predicando las buenas noticias del Reino de Dios, y diciendo el tiempo se ha cumplido, y el Reino de Dios se ha acercado, por tanto, arrepiéntanse y crean en estas buenas noticias)

Mateo 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. (Algunos dicen que la predicación del Reino ya termino y ahora anunciamos el evangelio de la  gracia, pero me parece este texto nos muestra que están equivocados, en realidad anunciamos ambas cosas, la gracia de Dios, por medio del sacrificio de Cristo, y el Reino de Dios, la formula es simple: la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado para que podamos entrar en  el Reino)

PASAJE PARALELO EN MARCOS 13: 10: Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. (Según Mateo este evangelio del cual habla marcos es el “del reino”)

Lucas 8: 1 y 2: Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él..

Lucas 4: 43: Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado. (Jesús además de morir por nuestros pecados tenia otra misión, anunciar las buenas noticias del Reino de Dios)

Usted  observara, que estas buenas noticias son sobre el Reino del cual venimos hablando, este reino ha diferencia de los reinos que conocemos, es nada mas y nada menos que de Dios mismo, seguramente estos son una muy buenas noticias. ¿Verdad?

La parte que le corresponde a Jesús en el evangelio

Juntamente con la enseñanza del Reino, el evangelio también contiene otra enseñanza fundamental y es sobre nuestro Señor Jesús, veamos lo que Pablo nos dice en 1 Corintos 15: 1 al 8:

1 Corintios 15: 1 al 8: Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

3Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5y que apareció a Cefas, y después a los doce. 6Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. 7Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; 8y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.

Algunos piensan que este es el evangelio completo, es decir la muerte, sepultura y resurrección de Jesús por nuestros pecados, pero Pablo no dice que ese sea el todo del evangelio, sino que en el verso 3 se nos dice que eso es lo que primeramente enseño, en otras palabras, lo primero del evangelio, lo mas importante, es lo que sucedió con Jesús, pero esto no es todo el mensaje completo del evangelio, sino lo primero que se debe enseñar.

Esto es así ya que si Jesús no murió por nuestros pecados entonces: ¿como entraremos en su Reino? En Romanos 3: 23 y 24 leemos: por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios (GLORIA Y REINO EN ALGUNOS CASOS SON SINONIMOS, COMPARE MATEO 20:21 Y MARCOS 10:37) siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús..

Otro punto es que si Jesús no hubiera resucitado, entonces VANA ES NUESTRA PREDICACION Y VANA NUESTRA FE (1 Corintios 15:14: Y si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana es también nuestra fe.)

Lo que Pablo nos dice es simple: si Cristo nunca hubiese RESUCITADO  de entre los muertos, entonces toda nuestra predicación sería inútil. Su resurrección es nuestra garantía de que las otras promesas (el Reino de Dios y vida eterna) algún día se harán realidad. En conclusión, sin la muerte, sepultura y resurrección de Jesús no tiene sentido que anunciemos el Reino de Dios.

Por eso decimos que el Evangelio completo tiene dos buenas noticias: Jesús murió por nuestros pecados, fue sepultado y también resucito; esto nos hace aptos para otra gran noticia que es la del Reino de Dios, ambas noticias componen el “único evangelio” ya que según Gálatas 1: 6 Y 7 solo hay un evangelio.

También usted podrá encontrar en la Biblia varias formas de referirse al evangelio, como por ejemplo: “el evangelio de Cristo” (Romanos 15:19), “El evangelio de Dios” (1 Timoteo 1:11), “El evangelio de la Gracia”(Hechos 20: 24), etc… Esto no quiere decir que existan muchos evangelios, sino que son formas de referirse al mismo y único evangelio.

Conclusión

Nuestra misión no es solo proclamar a Jesús, sino también el reino de Dios. Aquellos que dicen que la proclamación del reino termino con Jesús o que fue solo para judíos, deberían nuevamente leer sus Biblias, y especialmente el libro los hechos, solo dejaremos algunas citas bíblicas para demostrar lo que venimos diciendo:

Hechos 8: 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

Hechos 19: 8: Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios.

Hechos 28: 23: Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.

Hechos 28: 28, 29 y 30: Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán. Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Como vera, Felipe, como buen discípulo, predicaba el nombre de Jesús y el Reino de Dios, Pablo por su parte hacia lo mismo, y su proclamación no era solo para judíos, sino que luego paso 2 años enteros anunciado el reino de Dios a los gentiles romanos. En síntesis Pablo y Felipe anunciaron a Jesús y su reino, pregunta:  ¿esta usted haciendo lo mismo?

Es hora de que comenzemos a predicar las buenas nuevas sobre Jesús y el Reino de Dios, sobre la vida de Jesús ya sabemos bastante, pero lamentablemente poco se sabe sobre el Reino de Dios, por eso debemos estudiar este tema, quizás usted tenga muchas preguntas: ¿Cómo será  este reino? ¿Dónde Será? ¿Quién será su Rey? ¿Cuanto durará? ¿Que haremos nosotros allí? , etc.