«ANTES QUE ABRAHAM FUESE, YO SOY» (JUAN 8:58)

Los Trinitarios dicen que en Juan 8:58, Jesús estaba afirmando ser el Dios del Éxodo 3:14. Esta afirmación se basa en una especie de «teología de la traducción», que no se confirma en el idioma original. En la LXX (traducción griega de la Biblia hebrea), en Éxodo 3,14, el Señor declara «ego eimi o uan«. «Yo soy el que existe». La adición de «o ohn» ‘es necesaria para reflejar el hecho de que la palabra ehyeh aquí en el original hebreo  es opuesto a ‘ani hu’. En Juan 8:58 Jesús sólo dice «Ego Eimi» (Yo soy). Sobre esta base, no es realmente justo afirmar que el texto es una referencia inequívoca a Éxodo 3:14. Decir «yo soy» o «Yo soy él», no tiene por qué ser alusión a la divinidad. Un ejemplo bíblico de esto se encuentra en Juan 9:9, donde el hombre ciego de nacimiento dice «ego eimi». Yo soy. Ninguna persona con dos dedos de frente afirmaría que este hombre ciego era el Dios del Éxodo.

Así, «ego eimi» no es el nombre de Dios, ni un título exclusivamente divino. Pero todo esto plantea la cuestión siguiente: Si Jesús no pretendió ser Dios, ¿qué entendió su audiencia de sus palabras que les causó tanta alarma? La respuesta está en el diálogo previo a su declaración. En los versículos inmediatamente anteriores a Juan 8:45 vemos que esta no es la primera vez que Jesús ha dicho ‘ego eimi en este intercambio. Él ya ha dicho en V.24. (Esto pone en duda, además, la noción ampliamente afirmada de que “ego eimi («yo soy) fue entendida por los oyentes de Jesús como una reivindicación de la «divinidad». En lugar de aprovechar esto como el largamente esperado y muy buscado motivo para acusarlo, ellos responden, preguntando «¿quién eres?» (v.25). Obviamente Jesús no se ha identificado a sí mismo de manera suficiente por esta declaración para que ellos sepan quién es aquel «él» al que se refiere). De la lectura en V.25, se mueve el discurso a Abraham. «¿Cómo puedes pretender ofrecer la vida del siglo venidero?» le preguntan a Jesús, «incluso el propio Abraham está muerto, seguramente no estás afirmando ser mayor que él!» (V.51-53)´.

Luego, ellos entienden mal la declaración de Jesús en v.56 (Abraham se gozó ver mi día) porque en v.57 ellos acusan a Jesús por afirmar haber visto a Abraham! Él nunca dijo esto. Tampoco él dijo que Abraham lo había visto a él. Sólo que Abraham se había alegrado de ver su día.

Abraham, al haber creído el evangelio predicado por Dios (Gal 3,8), se regocijó en la esperanza del «día de Cristo» de la misma manera que lo hacemos nosotros.

Es en respuesta a este malentendido que Jesús hace su declaración de que «Antes que Abraham fuese, yo soy él». Obsérvese, sin embargo, que él no dijo «que era antes de Abraham» o «Antes que Abraham fuese, yo era».

El tiempo presente «yo soy», en referencia al pasado (antes de que Abraham fuese), simplemente no funciona como un frase independiente. Sólo tiene sentido si Jesús se refiere de nuevo a alguna declaración que ha hecho anteriormente sobre su situación actual con respecto a la del patriarca. Me permito sugerir que Jesús se está expandiendo en su declaración en el versículo 56 por explicar cómo, a pesar de no tener los 50 años de edad, Abraham todavía pudo haberse regocijado de ver su día.

Uniendo las dos cosas lo que tenemos es: «Antes que Abraham fuese, yo soy él… cuyo día Abraham se alegró de ver».

Se trata de una identificación clara por Jesús de sí mismo como la simiente prometida a Abraham por el Señor y por el cual todas las familias de la tierra serían bendecidas. La grandeza de Abraham se basa en su creencia en la promesa que Dios hizo con él acerca de su descendencia y el hecho de que, al hacerlo, se convirtió en el medio a través del cual Dios haría que su palabra se cumpliera.

Jesús es superior a Abraham porque él es la encarnación de propósito final de Dios y el tema de la promesa que Abraham se regocijó. Esta es la afirmación sorprendente por la cual los Judíos se sintieron tan ofendidos que trataron de apedrearlo.

2 comentarios sobre “«ANTES QUE ABRAHAM FUESE, YO SOY» (JUAN 8:58)

  1. Estimado Mario, la verdad que además de encontrar extremadamente molesto y agotador el leer su artículo EN MAYUSCULA SOSTENIDA, debo decirle que en vez de aclarar el asunto, lo oscurece…

    1. Bueno, respeto su opinión, amigo Elvio. A mi mismo me parece un tema complicado, aunque interesante. Simplemente no soy dogmático en éste y otros temas. Que Dios le siga bendiciendo en la búsqueda de Su verdad.

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