Resolviendo la supuesta contradicción:
Contradicción 1: El hombre espiritual hace juicios sobre todas las cosas … I Corintios 2:15
Contradicción 2: No juzguéis, para que no seáis juzgados. Mateo 7:1
EL BLOG DEL APOLOGISTA CRISTIANO/ INGº. MARIO OLCESE SANGUINETI (LIMA/PERÚ)
"Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar DEFENSA con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1 Pedro 3:15)
1 Corintios 6:2: “Ustedes saben que los santos gobernarán el mundo, verdad?” (Versión Estándar Internacional)
Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
El plan de Dios para los que reciben a Jesús
En este pasaje de 1 Corintios 6:2, el vocablo frecuentemente usado para κρινοῦσιν (krinousin) es “juzgarán” y no “gobernarán”. Sin embargo, esta palabra “juzgarán” no sólo implica un acto de juzgar propiamente dicho, como cuando Salomón juzgaba los asuntos internos de la nación, sino que además implica ejercer la gobernación, en este caso, en el reino de David, que es el reino de Dios (1 Cró. 28:5). Salomón era juez y rey, y ejercía justicia y domino soberano sobre su pueblo. Es por eso que la Versión Estándar Internacional vierte correctamente el pasaje de 1 Corintios 6:2 como “gobernarán”.
En el apócrifo de Sabiduría se lee:
“Ellos regirán las naciones, y tendrán dominio sobre el pueblo, y Su Señor reinará para siempre” (Sabiduría 3:8).
Esto concuerda perfectamente con Daniel 7:27, donde se lee:
“Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán”.
Así que los santos que juzgarán el mundo, también lo regirán, pues Daniel es claro cuando dice que estos santos recibirán el reino, y el dominio y la majestad. Es decir, no sólo Jesús será Su Majestad en el reino, sino también sus colaboradores ungidos que recibirán la Majestad, el reino y el dominio para regir igualmente el mundo en su reino.
Cristo repartirá ciudades enteras para ser regidas por sus santos siervos
En la famosa parábola de las diez minas, Jesús se enfoca en el tema de su retorno para recompensar a sus siervos por la labor realizada durante su ausencia. El nos dice en esta parábola, que al volver, él les tomará cuentas a sus siervos sobre la forma cómo ellos habían negociado sus minas que se les había confiado para multiplicar. Aquellos que recibieron 10 minas y devolvieron 10 minas más, fueron retribuidos con el domino sobre 10 ciudades. Aquellos que habían recibido 5 minas y reprodujeron 5 minas más, recibieron como recompensa la autoridad sobre cinco ciudades. Y por supuesto aquellos que no produjeron nada, no recibieron nada, y además de eso fueron castigados por su desidia o indolencia (Lucas 19:11-27).
Aquí, en esta parábola, no hay nada que nos insinúe un premio o retribución diferente de aquel que Jesús llama “autoridad sobre naciones”. Aquí no vemos al Señor entregándoles a algunos siervos la entrada al reino como meros súbditos que no regirán absolutamente nada y a otros siervos que son elevados como autoridades que reciben poder y majestad de reyes. O se obtiene autoridad, o simplemente se termina como los siervos inútiles e incompetentes que no merecen recibir nada sino el despido de la casa.
En Apocalipsis 2:26 Juan escribe lo siguiente: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré AUTORIDAD sobre las naciones”. Aquí no se dice que algunos de los que venzan tendrán autoridad sobre las naciones, sino a todo aquel que venciere. ¿Pero que hay que vencer? La respuesta la da Pablo de manera muy simple: “No seas vencido de lo malo, sino VENCE con el bien el mal” (Romanos 12:21). Así que aquellos que vencen el mal con el bien, y guardan las obras que Jesús obró, tendrán autoridad sobre las naciones. Estos son los que la Biblia llama “santos”. Y Juan dice: ¿Quién es el que VENCE al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:5). Así que vencer al mundo para Juan es vencer el mal para Pablo. En buena cuenta, los creyentes, para poder ganar autoridad en el reino de Dios, deben vencer el mal que hay en el mundo, pues sabemos todo el mundo yace bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19, 2 Cor. 4:4).
¿Y quiénes son los santos que gobernarán en el reino?
Habíamos visto al comienzo de este estudio que los santos recibirán el reino y gobernarán el mundo entero. Ahora bien, es importante tomar nota que la Biblia no dice que sólo una parte de los santos reinarán con Cristo sino TODOS los santos.
Para el catolicismo romano, y los Testigos de Jehová, los santos son sólo una élite escogida o predestinada de entre todos los fieles para una misión especial. Sin embargo, la Biblia dice que todos los que son miembros de la iglesia son santos, personas que aún son imperfectas pero que están siendo perfeccionadas día a día por creyentes “maduros”, llamados pastores y ancianos (Efesios 4:11,12).
Pablo dice que quien no sigue la paz y la santidad no verá al Señor (Heb. 12:14), lo que equivale a no ver la vida (Juan 3:36). Estos santos son personas con el corazón limpio, y por eso verán a Dios (Mateo 5:8). Si alguno dice no ser un santo, entonces lo que está reconociendo es que no tiene un corazón limpio, porque seguramente aún sigue en sus andanzas pasadas. En resumen, los santos no son otros que aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Apo. 14:12). Pero si alguno dice que no ha alcanzado el “nivel” de santidad requerido por Dios, lo que está afirmando es que no ha llegado al punto de guardar todo los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Es simplemente un cristiano mediocre, uno que es tibio, digno de que Dios le vomite de su boca (Apo. 3:16).
Recuerden esto, si los santos son sólo algunos cristianos piadosos o devotos, personas notables seleccionadas para funcionar como mediadores o como autoridades en la jerarquía divina, entonces sólo estos notables podrán hoy y siempre leer o escuchar la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses, pues el apóstol manda “…que esta carta se lea a todos los SANTOS hermanos” (1 Tes. 5:27).
Estamos demostrando que todos los cristianos son santos aunque aún necesiten ser perfeccionados por los líderes. Eso lo leímos en la carta de Pablo a los Efesios 4:11,12, versículos clave que demuestran que un santo es un individuo que va creciendo hasta alcanzar la estatura de Cristo (Efesios 4:13).
También vimos que sólo los santos verán a Dios, y dijimos que ver a Dios equivale a ver la vida, y la salvación misma (ver Mateo 5:8; Juan 3:36; Judas 1:3). Así que si alguno que se llama cristiano dice no ser un santo de Dios, no podrá ver a Dios, y que es lo mismo que no ver la vida y la salvación.
Recordemos que la iglesia del Señor es santa, pues así lo dijo Pablo a los efesios con estas palabras: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese SANTA y sin mancha” (Efesios 5:26,27). ¿Pero es la iglesia sólo el clero católico o la clase “ungida” de los Testigos de Jehová, los llamados 144,000 o “manada pequeña”? ¡Pues claro que no! En Hechos 2:41 leemos: “Así que, los que recibieron su palabra fueron BAUTIZADOS; y se AÑADIERON aquel día como tres mil personas. ¿A dónde fueron añadidas estas 3,000 personas que fueron bautizadas por haber creído en la palabra del reino? Dice el verso 47: “Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor AÑADÍA cada día A LA IGLESIA los que habían de ser salvos. Y si estos individuos bautizados fueron añadidos a la iglesia santa, entonces estos creyentes venían a ser miembros santos del cuerpo santo (= iglesia santa) de Cristo.
Lo sorprendente del caso es que todos los católicos y testigos de Jehová practicantes han sido bautizados para supuestamente pertenecer a la congregación o iglesia santa que han elegido. ¿Cómo es que ahora ellos nos dicen que no todos los devotos cristianos son santos? ¿Cómo se puede ser un cristiano practicante y no un santo? ¿Cómo se puede ser miembro de una iglesia santa sin ser un santo? ¿Acaso la iglesia santa no es la misma santa membresía? Se supone que el cristiano que practica su fe es un hombre que vive en rectitud, y no en las corrupciones pasadas que lo convertían en un enemigo de Dios y de Cristo.
Finalmente, nótese que Hechos 2:37 se nos informa también que los que se bautizaban para ser miembros de la iglesia serían salvos. Esto quiere decir que sólo siendo parte del cuerpo de Cristo (la iglesia) se puede obtener la salvación que traerá Cristo en su segunda venida (Heb. 9:28, 1 Pedro 1:5). No hay otra forma.
Concluimos, entonces, que la iglesia santa está llamada a reinar con Cristo en su reino milenario de justicia sobre los sobrevivientes de todas las naciones que serán aún mortales (Zac. 14:16). Estos necesitarán ser regidos con “vara de hierro”, o con mano firme, pues aún no son personas mansas y humildes de corazón como para heredar el reino como inmortales, ya que requerirán ser probados aún para hacerse merecedores de la inmortalidad al final de los mil años.
¿ES CORRECTO: Juzgar De Acuerdo a La Biblia?
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Delatar Errores, Decir Nombres,
Denunciar Falsas Doctrinas
Muchos hoy en día creen que es incorrecto delatar el error y decir nombres. Ahora estamos viendo ese error fatal siendo declarado por esos que profesan ser fundamentales bíblicos. Esos que creen fielmente en exponer o delatar el error de acuerdo a la Biblia, ahora están siendo ampliamente denunciados y acusados de ser descorteses y faltos de amor. En este escrito pretendemos presentar la enseñanza que la Biblia guarda en este tema de vital importancia.
I. Es Correcto Practicar El Juicio Bíblico
Uno de los versículos malamente usados de la Biblia es, «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mateo 7:1). Cada versículo de la Escritura debe ser leído en su contexto, si vamos a entender propiamente su significado. En los versículos 2-5 del mismo capítulo es evidente que el versículo 1 se refiere a juicio hipócrita. El hermano que tiene una viga en su propio ojo no debe juzgar a otro que tiene una paja en el suyo. La enseñanza es clara, usted no puede juzgar a otro de su pecado si usted es culpable del mismo pecado.
Esos que se aferran a «No juzguéis, para que no seáis juzgado,» al condenar a esos que delatan el error, deberían leer el capítulo entero. Jesús dijo, «Guardáos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas….» (v. 15). ¿Cómo podemos conocer a los falsos profetas si no los juzgamos de acuerdo a la Palabra de Dios? Si conocemos a los falsos profetas, ¿cómo podemos desprevenir a las ovejas de esos «lobos rapaces?» A través de toda la Biblia encontramos la enseñanza de que debemos identificarlos y delatarlos.
«Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos» (Mateo 7:16-17). ¿Dijo acaso el Señor que no podíamos juzgar el arbol (persona), por el fruto de su vida y su doctrina? Ciertamente no, porque no pudieramos saber sin juzgar. Todo juicio debe hacerse en las bases de la enseñanza bíblica, y no acuerdo a caprichos ni prejuicios.
«No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio» (Juan 7:24). Aquí el Señor nos manda que «juzguemos con justo juicio» el cual es unicamente basado en la Palabra de Dios. Si el juicio se realiza bajo alguna otra base, no siendo la Palabra de Dios, es una transgresión de Mateo 7:1. El diccionario dice que un juez es «uno que declara la ley». El cristiano fiel debe discernir o juzgar de acuerdo a las bases de la inspirada ley de Dios, la Biblia.
Un fornicario es descrito en 1 Corintios 5:1-13. Pablo «juzgó» (versículo 3) al hombre a pesar de que estaba ausente, y dijo a la iglesia de Corinto que deberían «juzgar» (versículo 12) a los que estaban dentro. La palabra griega para «juzgar» es la misma en Mateo 7:1. Pablo no faltó a «no juzguéis, para que no seáis juzgado» al juzgar al hombre, ni en instruir a la iglesia a juzgar tambien. Todo este juicio fue de acuerdo a la Palabra de Dios.
Una persona que es capaz de discernir entre el bien y mal, tiene por lo menos uno de los mayores signos de madurez espiritual. «Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal» (Hebreos 5:14). W.E. Vine, dice acerca del significado de «discernir», «una distinción, una clara diferenciación, discernimiento, juicio; se traduce ‘discernir’ en 1 Corintios 12:10 discernimiento de espíritus, juzgando por evidencias si es que son de Dios o son del maligno». Strong también está de acuerdo en que significa juzgar.
Esos que no desean o son incapaces de discernir o juzgar entre lo bueno y lo malo, están de esa forma revelando ya sea su desobediencia o su inmadurez.
II. Es Correcto Denunciar a Los Falsos Maestros
Los falsos maestros son libres para esparcir sus venenosas doctrinas hoy en día, debido a que hay una conspiración de silencio entre muchos creyentes de la Biblia. A estos lobos con vestidos de ovejas se les facilita saquear el rebaño, y así, destruir a muchos.
Juan el Bautista llamó a los fariseos y saduceos (los lideres religiosos de ese día) «generación de víboras» (Mateo 3:7). Hoy en día, podríamos ser acusados de ser faltos de amor, descorteses y anticristianos.
Jesús dijo a los fariseos religiosos: «¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca» (Mateo 12:34). Para muchos evangélicos y otros profesantes cristianos, este sería un lenguaje inaceptable en nuestros días, pero es el lenguaje bíblico y viene de la boca del Ungido de Dios.
Parado frente a frente con esos falsos maestros, Jesucristo, el Hijo de Dios, les llamó «hipócritas», «guias ciegos», «sepulcros blanqueados», «serpientes», y «generación de víboras» (Mateo 23:23-34). Sin embargo, se nos dice que debemos tener compañerismo con esos cuyas doctrinas son justo tan antibíblicas como las de esos fariseos. Algunos que dicen ser cristianos creyentes de la Biblia insisten en trabajar con católicos romanos y otras asociaciones hereticas. Y, nosotros no debemos señalarlos por su compromiso.
Cerca del comienzo de Su ministerio: «Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado» (Juan 2:13-16). Nuestro Salvador se presenta hoy en día como alguien manso, humilde y amoroso aún con los falsos maestros, lo cual es completamente falso. Cuando trató con los falsos maestros y profetas, sus palabras fueron ásperas y sus acciones claras.
Cerca del final de su ministerio público, Cristo encontró la necesidad de limpiar el templo una vez más. La denuncia de las falsas doctrinas es un trabajo interminable. Al mismo tiempo Él dijo: «Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones» (Marcos 11: 17). ¿Hay alguna diferencia hoy? Los ladrones entran a la casa de Dios y roban al pueblo de Dios, su Biblia y ponen su perversa traducción en su lugar. Al tiempo este grupo de ladrones roban a la gente su doctrina de separación y de santificación. Luego se hace dificil distinguir la diferencia entre la gente de Dios y el mundo. Con toda honestidad, ¿No deberíamos delatar a esos ladrones (falsos maestros)?
En nuestros días, estos falsos maestros han entrado a las iglesias con sus libros, música, literatura, películas, psicología y seminarios, y han cambiado la casa de Dios en una cueva de ladrones. Es tiempo de que los hombres de Dios se levanten y expongan esos errores para que todos los conozcan.
La Biblia Nos Exhorta a Exponer El Error
Debemos PROBARLES. «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo» (1 Juan 4:1). Toda doctrina y maestros deben de ser probados de acuerdo a la Palabra de Dios. «¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido» (Isaías 8:20). Cada mensaje, mensajero y método debe ser juzgado de acuerdo a la Palabra de Dios. La iglesia de Efeso fue aprobada porque habían «probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos» (Apocalipsis 2:2). La iglesia de Pérgamo fué reprendida porque toleraba a los que tenían «la doctrina de Balaam» y «la doctrina de los Nicolaítas, la que yo aborrezco» (Apocalipsis 2:14-15). No es correcto tolerar falsos maestros, pero deben ser probados con la Palabra de Dios, y denunciados. Por su puesto, los que quieren desobedecer la Palabra de Dios, buscarán por todos los medios de evitar esta enseñanza.
Debemos MARCARLOS y APARTARNOS de ellos. «Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos» (Romanos 16:17). Esos cuya conducta y enseñanza contradicen la Palabra de Dios deben de ser señalados y evitados. Esto requiere discernimiento y juicio en la luz de la Biblia. Los ecuménicos, nuevos evangélicos y otros fundamentalistas comprometidos resistirán cualquier esfuerzo por obedecer esta Escritura. Solamente de acuerdo a la Palabra de Dios deben ser marcados y evitados.
Debemos REPRENDERLES. «Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe» (Tito 1:13). Esto fue escrito a Tito, porque había algunos yendo de casa en casa trastornando con sus falsas doctrinas (Tito 1:10-16). Oral Roberts, Robert Schuller, Jimmy Swaggart, Pat Robertson, y otros están trastornando casas enteras con sus falsas doctrinas hoy en día. ¿Debemos sentarnos silenciosos, mientras lo hacen, sin reprender y amonestar a la gente de su enseñanza? No, el fiel siervo del Señor debe ser «retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen» (Tito 1:9).
Debemos de NO TENER COMPAÑERISMO con ellos. «Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas» (Efesios 5:11). Reprender significa «censurar, condenar, encontrar faltas, reprender, y refutar». ¿Cómo podemos obedecer esta Escritura sino hasta que les probamos de acuerdo a la Palabra de Dios?
Debemos de ALEJARNOS de ellos. «Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros» (2 Tesalonicenses 3:6). Debemos de alejarnos de esos cuya doctrina y conducta no se conforma a la Palabra de Dios. El contexto claramente muestra que la obediencia a la sana doctrina es lo que Pablo tiene en mente, por lo que dice: «Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano» (2 Tesalonicenses 3:14-15). Pablo amonestó a Timoteo para «que se alejara» de esos que «no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad» (1 Timoteo 6:3-5).
Debemos EVITARLOS. Refiriéndose a estos últimos días, dice que algunos vendrán y «que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita» (2 Timoteo 3:5). Como podríamos alejarnos de ellos si no los identificamos, y esto requiere que su mensaje sea comparado a la Palabra de Dios. Este es el trabajo del verdadero predicador: «Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina» (2 Timoteo 4:2). Este es usualmente un inpopular e ingrata taréa pero es el deber de el hombre llamado de Dios.
NO debemos RECIBIRLOS en nuestras casas. «Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras» (2 Juan 10-11). No hay duda de que Juan está hablando de «cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo…» (versículo 9). Por radio, TV, música y literatura, los falsos profetas son traídos a los hogares de muchos cristianos hoy en día. ¡Esto no debe ser así!
Debemos RECHAZAR LOS HEREJES. «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo» (Tito 3:10). Debemos rechazar a esos que niegan la redención por la sangre de Cristo. Hay muchos que niegan esta o alguna otra doctrina de la Palabra de Dios. Si no responden a la exhortación, deben de ser desechados.
Debemos tener cuidado de esos que predican otro evangelio. Pablo advirtió acerca de esos que predicaban «a otro Jesús …otro espíritu …otro evangelio» (2 Corintios 11:4). ¿Cómo podemos conocerlos si no juzgamos su Jesús, su espíritu y su evangelio por la Palabra de Dios? Pablo llamó a dichos predicadores: «Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo» (2 Corintios 11:13). Pablo explica en versículos 14-15 que estos predicadores son ministros de Satanás. El hombre llamado de Dios debe ser tan fiel hoy en día en delatar a estos ministros de Satanás.
Pablo advirtió a los Gálatas acerca de esos que quieren «pervertir el evangelio de Cristo». Dijo también: «Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema» (Gálatas 1:6-9). Multitudes el día de hoy están predicando un evangelio pervertido. Esos que predican salvación por bautismo, o por obras, están enseñando un evangelio pervertido. Esos que predican que la salvación se puede perder, están predicando un evangelio pervertido. Los carismáticos, católicos, muchos evangélicos, y muchos «fundamentalistas» están predicando un evangelio pervertido. Y peor aún, se supone que debemos cooperar con éllos en evangelismo y trabajo cristiano, de acuerdo con muchos. Si no exponemos y delatamos a estos falsos profetas, entonces estamos traicionando a Jesucristo y su evangelio.
Debemos SEPARARNOS de ellos. «Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré» (2 Corintios 6:17). Esto lo aclara todo. El pueblo de Dios, debe salir de entre la apostasía y error religioso. ¿Cómo puede un creyente de la Biblia permanecer al Concilio Nacional o Concilio Mundial de Iglesias? ¿Cómo pueden pertenecer los supuestos evangélicos y fundamentalistas, a no ser por su rebelión a la Biblia?
III. Es Correcto Mencionar Nombres
Muchos erroneamente creén que es equivocado delatar el error y nombrar al maestro culpable; pero se equivocan de acuerdo a la Biblia.
Pablo nombró a Pedro públicamente. Pedro era culpable de prácticas no escriturales. «Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar…Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?» (Gálatas 2:11-14). Si la pureza e integridad del evangelio está en peligro, no tenemos otra opción más que delatar el error y nombrar al culpable.
Pablo nombró a Demas por amar el mundo. «…Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica….» (2 Timoteo 4:10). Esos que traicionan la causa de Cristo por una vida mundana y placeres deben de ser nombrados y delatados.
Pablo nombró a Himeneo y Alejandro. Pablo dijo a Timoteo «Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar» (1 Timoteo 1:18-20). Los verdaderos sirvientes de Dios deben militar la buena milicia, y nombrar a esos quienes se han apartado de la fe que fué una vez dada a los santos. Pablo no esta aquí discutiendo la fe de la salvación sino la fe como un sistema de doctrina. Estos hombres habían naufragado en esto y Pablo los denunció y mencionó sus nombres.
Pablo nombró a Himeneo y Fileto. Dijo a Timoteo que «estudiara» para poder usar «bien» la «palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.» (2 Timoteo 2:15-18). Las falsas doctrinas trastornan la fe de algunos, por lo cual esos que las proclaman deben de ser denunciados.
Pablo nombró a Alejandro el calderero. «Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras» (2Timoteo 4:14-15). Es claro que esto no es un problema personal, sino un problema doctrinal. Alejando había opuesto a la doctrina y palabras de Pablo. Era un enemigo de la verdad. Los ministros de Dios tienen el mismo problema cada día. Predican la verdad, luego los miembros se van a la casa y escuchan esa fe disputada por el radio y predicadores de televisión. A menudo estos falsos profetas estan mandando sus publicaciones a las casas de los miembros de iglesias fundamentales. Luego el hombre de Dios se supone que debe tener su boca cerrada, de acuerdo a lo que muchos creen. Sólo un cobarde puede guardar silencio mientras la verdad de la Biblia esta en ataque.
Juan nombró a Diótrefes. «Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe» (3Juan 9). Juan relató cómo este hombre parloteaba contra éllos con «palabras malignas» (v. 10). Dice más adelante: «Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios» (v. 11). No es incorrecto nombrar a esos cuya doctrina y prácticas son contrarias a la Palabra de Dios.
De hecho, la completa Biblia abunda en ejemplos de falsos profetas siendo nombrados y denunciados. En estos días sólo se habla de amor, usándolo como excusa para no delatar el error, -«no es realmente amor bíblico, sino es un sentimentalismo satánico.»
Moisés nombró a Balaam. Vea Números 22-25. Pedro nombró «el camino de Balaam … el cual amó el premio de la maldad» (2 Pedro 2:15). Balaam era un profeta que estaba en la obra por dinero, justo como muchos de los profetas de TV de nuestros días. Ruegan por dinero y viven como reyes, mientras multitudes de gente inocente les manda su dinero. Están siempre edificando colegios, hospitales, redes de televisión, y parques de diversion que tienen un resvaladero de agua para Jesús. Luego se supone que debemos mantener nuestra boca cerrada acerca de estos charlatanes religiosos. ¿Cómo podemos estar en silencio y permanecer en la verdad de Dios?
Judas expuso «el error de Balaam» (Judas 11). Juan mencionó «la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación» (Apocalipsis 2:14). Esto llega precisamente al corazón del asunto, concerniente a la doctrina de la separación. Balaam nunca maldijo a Israel aún cuando quiería la recompensa que se le había ofrecido. Los hombres de Israel comenzaron a «fornicar con las hijas de Moab … invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses» (Números 25:1-2). ¿Por qué hicieron esto? Porque Balaam enseñó a Balac como romper la barrera de separación entre los moabitas y los israelitas.
Sabemos esto porque está rectamente establecido en Apocalipsis 2:14 y en Números 31:16. Esto dió como resultado la muerte de 24,000 hombres bajo el juicio de Dios.
Los falsos maestros estan rompiendo la barrera de separación entre la gente de Dios y la falsa religión. Hay muy poca predicación y enseñanza en la doctrina de separación. Balaam rompió la barrera de separación al causar que los hombres de Israel cometieran fornicación con las mujeres de Moab. Rompió la doctrina de separación eclesiástica causando a los hombres de Israel inclinárse a Baal. Esto trajo maldición sobre Israel. Hasta que regresemos a enseñar la verdad acerca de la separación personal y eclesiástica, podemos esperar detener la destrucción que estamos teniendo hoy.
Tal parece que existe la creencia de que alguna gente es muy poderosa como para ser denunciada o nombrada. Hombres en altos lugares, pastores de iglesias gigantes y esos con grandes audiencias en radio y televisión creen que estan sobre toda crítica. Cualquier cosa que digan o hagan, no importa que tan contraria de la Biblia sea, se sopone que es correcta. Nada debe estar arriba de la verdad.
Natán identificó a David. Había un hombre en un lugar muy alto que era un adultero secreto. Seguramente este hombre, quién tenía el puesto de oficial más grande del reino, no podía ser reprendido por un simple e impopular profeta. Natán fué a la presencia de David, reveló el pecado en forma de parábola, luego dijo al enfuercido David, «Tu eres aquel hombre…» (2 Samuel 12:7).
Jehú hijo de Hanani nombró al rey Josafat. En varias formas Josafat fué un buen rey, pero equivocadamente olvidó practicar la separación. Causó que su hijo se casara con la hija del rey Acab. Vea 2 Crónicas 18:1; 21:1-6. Hizo una alianza con Acab y fue a la batalla contra Ramot de Galaad con él (2 Crónicas 18). Jehú hijo de Hanani dijo al rey Josafat: «¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?» (2 Crónicas 19:2). Aquí hay una preguna para los no separados: «¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?»
Sí, es correcto delatar el error y nombrar a esos que están en error. Es correcto «contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Judas 3). Fue una vez pronunciado y nunca ha sido llevado para revisión. Debemos mejor cuidarnos de los «falsos maestros… que introducirán encubiertamente doctrinas destructoras» (2 Pedro 2:1). Los mensajeros fieles advertirán a las ovejas acerca de estas herejías, y les identificarán por su nombre. No es suficiente hacer alusión sutilmente hacia ellos, si no los corderos jóvenes no entenderán y como consecuencia serán destruidos por los lobos.
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¡Te voy a «cashetear»!…¡no te metas con mi «cashier»$$$$$… que te mando a la Luna!
Estimado hermano Ing°. Mario A. Olcese (Apologista):
Sus duros comentarios, en el amor de Cristo Jesús, me lleva a recordarle la palabra de Dios que dice que “No Juzguéis para no ser juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.
Hermano, te animo, si en verdad está en tu espíritu servir a Dios, elaborar páginas que tengan lo que Pablo escribe en la palabra. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”. Filipenses 4:8-9 “…Porque cual es su pensamientos en su corazón tal es el.” Proverbios.23:7 “La lámpara del cuerpo es el ojo: así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz: pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas” Mateo.6:22 “Escudriñadlo todo, retened lo bueno” (I Tesalonisences.5:21).
Para ti, mi hermano, que lees estos anuncios, déjame decirte que siempre encontrarás información, así, no olvides de filtrar cada información de estos medios como internet, prensa, etc con la Palabra de Dios.
Un abrazo, Jesús me los Bendiga en todo.
Betty Robles
Respuesta de Apologista:
Hermana Betty, muchas gracias por sus consejos, pues sé que vienen de una dama sincera y amante de la palabra de Dios. En realidad no juzgo a nadie porque no dicto sentencia contra ninguno que obra impíamente. El único que sentencia es Dios, y no el hombre. Así que mientras me mantenga al margen de las sentencias, aunque ya nos imaginamos qué les espera a los predicadores sátrapas, no puedo ser tildado de juez o juzgador.
Mire usted hermanita, lo que está mal es “sacar la paja del ojo ajeno” teniendo uno una gran viga en el ojo. Lo primero que hay que hacer es sacar la viga de nuestro propio para poder sacar la paja del ojo ajeno. Es decir, no está mal sacar la paja del ojo ajeno mientras uno no tenga una viga en su propio ojo. Esta es la enseñanza de Jesús. Así pues, si yo critico y denuncio los vicios de los falsos predicadores que embaucan a las humildes ovejas con mensajes y doctrinas de demonios, esto no está mal siempre y cuando yo no esté haciendo lo mismo con mis propias ovejas. Yo siempre me siento alentado con el ángel de la iglesia de Éfeso, a quien se le dice: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos…Pero tienes (además) esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.” (Apo. 2:2) En contraposición, al ángel de la iglesia de Tiatira se le reprocha de que: “…toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos (Apo.2:20). Así que aquí tenemos dos situaciones diametralmente opuestas: mientras que el ángel de la iglesia de Éfeso no soportaba a los falsos apóstoles y profetas, el de Tiatira soportaba a la falsa profetisa Jezabel que estaba seduciendo a los siervos de Dios con doctrinas de demonios. Así que hay dos tipos de personas: Los Efesianos y los Tiatiranos. ¿de qué lado está usted?
Le Adjunto el estudio sobre “Juzgar o no Juzgar” para que usted pueda entender mejor el tema:
Apologista
¡Toma un martillo y juzga!
Amada Iglesia:
Es terriblemente abominable solo el hecho de contemplar la APOSTASÍA a la cual conduce el Neo-evangelismo de la falsa iglesia, superpuesta o infiltrada dentro de la verdadera Iglesia de Jesucristo, como cizaña que corrompe y profana el trigo, dando un falso testimonio de Cristo y confundiendo al mundo con su pervertida falsificación mundana.
Antes de leer el mensaje de hoy, le pedimos que vean y escuchen, el siguiente video que muestra a la falsa iglesia apóstata en acción, haciendo click en la siguiente dirección:
—-> http://www.youtube.com/watch?v=EwD14ppqzm4
La Iglesia y el Juzgamiento
Dice Pablo: “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos?»(1 Corintios 6 : 2)
Recuerdo que hace pocos años, como comenté en un mensaje anterior, la iglesia de Nueva York, donde se congregaba mi hermana de sangre y en Cristo, se dividió y se dispersó, por haberse descubierto el pecado de su pastor principal, quien desde hacía meses o años, mantenía una relación oculta de adulterio con la hermana secretaria de la Iglesia, donde ministraba en compañía de su esposa.
En aquella ocasión, un grupo de hermanos de esa iglesia, prefirieron permanecer fieles a ese pastor, en contra de la Palabra de Dios y del otro grupo mayoritario, hasta el extremo que el mencionado pastor sigue hasta hoy pastoreando a ese grupo de hermanos de la mancillada iglesia, fieles a él, después de haber estado unos meses en vacaciones de “disciplina” o “restauración” y pasado otro tiempo se divorció de su engañada esposa, para reemplazarla por su antigua oculta amante, como nueva esposa y pastora consorte, habiéndole cambiado el nombre a la iglesia.
Parece un chisme o anécdota de periodismo amarillista, pero el asunto es que el grupo de hermanos que continúan con él, lo respaldaron cuando se descubrió el escándalo, diciendo que “SOLO DIOS QUE CONOCE LOS CORAZONES PUEDE JUZGARLO” y que “solo debían orar a Dios para que él interviniera y no los hermanos”.
Así como ese caso, vemos dentro de la Iglesia uniones libres (fornicación), adulterios, divorcios, préstamos olvidados (robos), escándalos de diferentes clases, no solo de algunos hermanos, sino de pastores y ministros, sin que aparentemente se afecten los demás hermanos, los cuales prefieren mirar hacia otro lado, diciendo que “no podemos juzgar a los hermanos”.
Esa es la frase de cajón que escuchamos con frecuencia, en algunas cartas que nos envían, cuando se denuncian las herejías y la apostasía o adulterio con el mundo en la Iglesia de hoy, como cuando escribimos estos mensajes contendiendo ardientemente por la fe que nos ha sido dada, según nos manda la Palabra de Dios en (Judas 1 : 3)
Y esa es la excusa socorrida por los neo-evangelistas que predican un falsificado evangelio de alianza y semejanza con el mundo, como fueron las respuestas que diera el famoso pastor Joel Osteen al entrevistador Larry King en su programa de televisión norteamericano en vivo. Este famoso pastor dijo que aún los ateos o quienes rechazan a Jesucristo en otras religiones, como el budismo, islamismo o judaísmo, pueden ser salvos, porque solo Dios puede juzgarlos !
“A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman”(1 Timoteo 5 : 20)
Decir que no podemos juzgar es una mentira del Diablo o una doctrina de demonios. Pero por el contrario, nuestro Señor Jesucristo nos manda:
“No juzguéis según las apariencias, sino JUZGAD con justo juicio”(Juan 7 : 24)
La Palabra de Dios nos dice, en el texto que encabeza este mensaje, que nosotros los cristianos espirituales juzgaremos a los ángeles, cuánto más los asuntos de esta vida, a la luz de la Palabra de Dios.
“En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie”
(1 Corintios 2 : 15)
Pero, en realidad, no somos nosotros quienes juzgamos a los hermanos y al mundo, sino LA PALABRA DE DIOS, por eso podemos repetir lo que dijo nuestro Señor Jesucristo:
“El que me rechaza, y no recibe mis Palabras, tiene quien le juzgue; LA PALABRA que he hablado, ella le juzgará en el día postrero”
(Juan 12 : 48)
Sobre el asunto de reprender y perdonar, nuestro Señor Jesucristo dio una instrucción clara y precisa, para el caso de una ofensa personal: «Por tanto, si tu hermano peca contra tí, ve y REPRÉNDELE estando tú y él solos….De cierto os digo que todo lo que atéis en la Tierra, será atado en el Cielo; y todo lo que desatéis en la Tierra, será desatado en el Cielo” (Mateo 18 : 15-18)
Pero,
¿SI EL HERMANO O MINISTRO, PECA CONTRA TODA LA IGLESIA Y CONTRA LA PALABRA DE DIOS, PÚBLICAMENTE? ¿SI PREDICA HEREJÍAS, SE EXHIBE ESCANDALOSAMENTE ANTE MILLONES Y ENGAÑA AL MUNDO CON UN EVANGELIO FALSIFICADO…..ACASO DEBEMOS REPRENDERLO OCULTAMENTE Y A SOLAS? ¿O ACASO NO DEBEMOS POR IGUAL DENUNCIAR PÚBLICAMENTE LA APOSTASÍA INFILTRADA EN LA IGLESIA? “DILO A LA IGLESIA” NOS MANDA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…..Y ESO HACEMOS !
Para terminar, y cambiando de tema, les compartimos lo siguiente:
Llegó a mis manos un prometedor libro que recomendamos, “Más allá de la Seducción” de Dave Hunt, del que solo he leído su importante y acertada introducción hasta ahora. Dice cosas que se identifican con nuestra labor como las siguientes:
“Muchos líderes eclesiales muy respetados y bien intencionados, están promoviendo enseñanzas y prácticas que están apartando a los cristianos de la fe bíblica. Hemos abrazado al mundo en lugar de denunciar su insensatez. La insensatez mundana está abrazando a la Iglesia de hoy. El peligro más grande no es la persecución por parte del mundo y su cultura, sino su seducción. Se descarta la sana doctrina bíblica para echando mano de todo aquello que “funcione”. Lejos de arrepentirse, los que predican o promueven doctrinas cuestionables, han endurecido su actitud (han endurecido su cerviz, dice la Biblia)”
Dios les continúe bendiciendo.
Vicente Mercado Santamaría.
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