¿DEBEMOS JUZGAR A LOS DEMÁS?—RESOLVIENDO UNA SUPUESTA CONTRADICCIÓN BÍBLICA

imagenResolviendo la supuesta contradicción:

Contradicción 1: El hombre espiritual hace juicios sobre todas las cosas … I Corintios 2:15

Contradicción 2: No  juzguéis, para que no seáis juzgados. Mateo 7:1

 

No estoy exactamente seguro de por qué estos dos versículos se presentan como contradicciones. No es una cuestión de un verso diciendo que juzguemos, mientras que otro versículo nos está diciendo que no. Cuando leemos el contexto de Corintios , vemos el concepto de «juzgar a los demás» ni siquiera es el centro de la discusión, el capítulo se refiere a la sabiduría (buen «juicio»)! Que sería como si un padre le dijera a su hijo , «¡Utiliza el sentido común ahora!» Por otro lado, el versículo de Mateo se nos dice que veamos nuestros propios defectos primero cuando corrijamos o juzguemos a los demás y que trabajemos nuestros propios defectos antes de proceder a emitir un juicio sobre los demás. El punto es que puede darse el caso de que nosotros estemos juzgando a otros sobre algún defecto o pecado del cual nosotros mismos estamos en falta y aún con mayor culpa. 

¿DEBEN LOS CRISTIANOS «JUZGAR» A OTROS?— PUEDES ESTAR SEGURO QUE SÍ

Marsha West 90x115por Marsha Westimagen

Uno de los mayores problemas de la Iglesia es que algunos cristianos son demasiado confiados. Jesús advirtió: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.» ( Mt. 7:15 ). Demasiadas son las ovejas que no tienen en cuenta las palabras de nuestro Señor. Incluso cuando los creyentes son advertidos sobre ciertos falsos maestros, obvian la advertencia y siguen ciegamente a estos lobos.

Usted probablemente ha escuchado esto muchas veces: «La Biblia dice no juzgar.» Lo que la Biblia realmente dice es que no estamos para juzgar el corazón de una persona o motivos. «Pero el que es espiritual juzga todas las cosas», dice Pablo, «pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor, que le instruirá? Pero nosotros tenemos la mente de Cristo «( 1Cor 2,15-16 ). Cuando usted tiene la mente de Cristo tiene el discernimiento espiritual. Los cristianos (que están caminando con Cristo) tienen la autoridad para juzgar las palabras de las personas y las acciones. ¿Cómo sabes si alguien es un falso maestro? Ir a las Escrituras! En 2 Timoteo 3:16-17 , Pablo dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. «

Sin duda, algunos cristianos siguen quejándose de que «juzgar» no es bíblica y citan Mat. 7:1-3: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido de nuevo. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, pero no consideras la viga que está en tu propio ojo? «Es lo que ellos no pueden entender que el Espíritu de Dios mora en los cristianos regenerados. Por lo tanto, nosotros tenemos la mente de Cristo! En cuanto a los no creyentes, la Biblia enseña claramente que el hombre natural [regenerado] «no percibe las cosas del Espíritu de Dios, porque le son locura a él y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente» ( 1 Co 2, 14 ). Esta es la razón por la que la persona no regenerada no puede  comprender las cosas de Dios. Sorprendentemente, un número creciente de auto-proclamados cristianos piensan que las cosas de Dios son locura.

Hoy en día muchos cristianos asisten a iglesias donde los pastores enseñan abiertamente la herejía. Simplemente asumen que se les enseña la verdad . Desafortunadamente esto no es siempre el caso. Por supuesto, hay una cantidad de ministros que predican el verdadero evangelio de Jesucristo. Sin embargo, hay un creciente número de falsos maestros que pueden encantar a un esquimal en la compra de una sombrilla de playa.

La buena noticia es que los creyentes que leen y estudian la Biblia no son fáciles de engañar por los apóstatas. Pero incluso creyentes maduros pueden tener la lana de matadero sobre sus ojos, si dejan de ser de Berea. Es por esta razón que Juan escribió esta advertencia: «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo» ( 1 Juan 4:1 .)

Los cristianos que tienen la suerte de tener una Biblia deben obtener un conocimiento profundo de lo que Dios dice en Su Palabra. «Tu palabra es una lámpara a mis pies, y lumbrera a mi camino» ( Salmo 119:105 ). Aquellos que verdaderamente desean una visión cristiana del mundo van a mirar a la Biblia para la sabiduría y guía.

LOS SANTOS GOBERNARÁN AL MUNDO

1 Corintios 6:2: “Ustedes saben que los santos gobernarán el mundo, verdad?” (Versión Estándar Internacional)

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

El plan de Dios para los que reciben a Jesús

En este pasaje de 1 Corintios 6:2, el vocablo frecuentemente usado para κρινοῦσιν (krinousin) es “juzgarán” y no “gobernarán”. Sin embargo,  esta palabra “juzgarán” no sólo implica un acto de juzgar propiamente dicho, como cuando Salomón juzgaba los asuntos internos de la nación, sino que además implica ejercer la gobernación, en este caso, en el reino de David, que es el reino de Dios (1 Cró. 28:5). Salomón era juez y rey, y ejercía justicia y domino soberano sobre su pueblo. Es por eso que la Versión Estándar Internacional vierte correctamente el pasaje de 1 Corintios 6:2 como “gobernarán”.

En el apócrifo de Sabiduría se lee:

“Ellos regirán las naciones, y tendrán dominio sobre el pueblo, y Su Señor reinará para siempre” (Sabiduría 3:8).

Esto concuerda perfectamente con Daniel 7:27, donde se lee:

“Y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán”.

Así que los santos que juzgarán el mundo, también lo regirán, pues Daniel es claro cuando dice que estos santos recibirán el reino, y el dominio y la majestad. Es decir, no sólo Jesús será Su Majestad en el reino, sino también sus colaboradores ungidos que recibirán la Majestad, el reino y el dominio para regir igualmente el mundo en su reino.

Cristo repartirá ciudades enteras para ser regidas por sus santos siervos

En la famosa parábola de las diez minas, Jesús se enfoca en el tema de su retorno para recompensar a sus siervos por la labor realizada durante su ausencia. El nos dice en esta parábola, que al volver, él les tomará cuentas a sus siervos sobre la forma cómo ellos habían negociado sus minas que se les había confiado para multiplicar. Aquellos que recibieron 10 minas y devolvieron 10 minas más, fueron retribuidos con el domino sobre 10 ciudades. Aquellos que habían recibido 5 minas y reprodujeron 5 minas más, recibieron como recompensa la autoridad sobre cinco ciudades. Y por supuesto aquellos que no produjeron nada, no recibieron nada, y además de eso fueron castigados por su desidia o indolencia (Lucas 19:11-27).

Aquí, en esta parábola, no hay nada que nos insinúe un premio o retribución diferente de aquel que Jesús llama “autoridad sobre naciones”. Aquí no vemos al Señor entregándoles a algunos siervos la entrada al reino como meros súbditos que no regirán absolutamente nada y a otros siervos que son elevados como autoridades que reciben poder y majestad de reyes. O se obtiene autoridad, o simplemente se termina como los siervos inútiles e incompetentes que no merecen recibir nada sino el despido de la casa.

En Apocalipsis 2:26 Juan escribe lo siguiente: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré AUTORIDAD sobre las naciones”. Aquí no se dice que algunos de los que venzan tendrán autoridad sobre las naciones, sino a todo aquel que venciere.  ¿Pero que hay que vencer? La respuesta la da Pablo de manera muy simple: “No seas vencido de lo malo, sino VENCE con el bien el mal” (Romanos 12:21). Así que aquellos que vencen el mal con el bien, y guardan las obras que Jesús obró, tendrán autoridad sobre las naciones. Estos son los que la Biblia llama “santos”. Y Juan dice: ¿Quién es el que VENCE al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:5). Así que vencer al mundo para Juan es vencer el mal para Pablo. En buena cuenta, los creyentes, para poder ganar autoridad en el reino de Dios, deben vencer el mal que hay en el mundo, pues sabemos todo el mundo yace bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19, 2 Cor. 4:4).

¿Y quiénes son los santos que gobernarán en el reino?

Habíamos visto al comienzo de este estudio que los santos recibirán el reino y gobernarán el mundo entero. Ahora bien, es importante tomar nota que la Biblia no dice que sólo una parte de los santos reinarán  con Cristo sino TODOS los santos.

Para el catolicismo romano, y los Testigos de Jehová, los santos son sólo una élite escogida o predestinada de entre todos los fieles para una misión especial. Sin embargo, la Biblia dice que todos los que son miembros de la iglesia son santos, personas que aún son imperfectas pero que están siendo perfeccionadas día a día por creyentes “maduros”,  llamados pastores y ancianos (Efesios 4:11,12).

Pablo dice que quien no sigue la paz y la santidad no verá al  Señor (Heb. 12:14), lo que equivale a no ver la vida (Juan 3:36). Estos santos son personas con el corazón limpio, y por eso verán a Dios (Mateo 5:8). Si alguno dice no ser un santo, entonces lo que está reconociendo es que no tiene un corazón limpio, porque seguramente aún sigue  en sus andanzas pasadas. En resumen, los santos no son otros que aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Apo. 14:12). Pero si alguno dice que no ha alcanzado el “nivel” de santidad requerido por Dios, lo que está afirmando es que no ha llegado al punto de guardar todo los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Es simplemente un cristiano mediocre, uno que es tibio, digno de que Dios le vomite de su boca (Apo. 3:16).

Recuerden esto, si los santos son sólo algunos cristianos piadosos o devotos, personas notables seleccionadas para funcionar como mediadores o como autoridades en la jerarquía divina, entonces sólo estos notables podrán hoy y siempre leer o escuchar la primera carta de Pablo a los Tesalonicenses, pues el apóstol manda …que esta carta se lea a todos los SANTOS hermanos” (1 Tes. 5:27).

Estamos demostrando que todos los cristianos son santos aunque aún necesiten ser perfeccionados por los líderes. Eso lo leímos en la carta de Pablo a los Efesios 4:11,12, versículos clave que demuestran que un santo es un individuo que va creciendo hasta alcanzar la estatura de Cristo (Efesios 4:13).

También vimos que sólo los santos verán a Dios, y dijimos que ver a Dios equivale a ver la vida, y la salvación misma (ver Mateo 5:8; Juan 3:36; Judas 1:3). Así que si alguno que se llama cristiano dice no ser un santo de Dios, no podrá ver a Dios, y que es lo mismo que no ver la vida y la salvación.

Recordemos que la iglesia del Señor es santa, pues así lo dijo Pablo a los efesios con estas palabras: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese SANTA y sin mancha” (Efesios 5:26,27). ¿Pero es la iglesia sólo el clero católico o la clase “ungida” de los Testigos de Jehová, los llamados 144,000 o “manada pequeña”? ¡Pues claro que no! En Hechos 2:41 leemos: “Así que, los que recibieron su palabra fueron BAUTIZADOS; y se AÑADIERON aquel día como tres mil personas. ¿A dónde fueron añadidas estas 3,000 personas que fueron bautizadas por haber creído en la palabra del reino? Dice el verso 47: “Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor AÑADÍA cada día A LA IGLESIA los que habían de ser salvos. Y si estos individuos bautizados fueron añadidos a la iglesia santa, entonces estos creyentes venían a ser miembros santos del cuerpo santo (= iglesia santa) de  Cristo.

Lo sorprendente del caso es que todos los católicos y testigos de Jehová practicantes han sido bautizados para supuestamente pertenecer a la congregación o iglesia santa que han elegido.  ¿Cómo es que ahora ellos nos dicen que no todos los devotos cristianos son santos? ¿Cómo se puede ser un cristiano practicante y no un santo? ¿Cómo se puede ser miembro de una iglesia santa sin ser un santo? ¿Acaso la iglesia santa no es la misma santa membresía? Se supone que el cristiano que practica su fe es un hombre que vive en rectitud, y no en las corrupciones pasadas que lo convertían en un enemigo de Dios y de Cristo.

Finalmente, nótese que Hechos 2:37 se nos informa también que los que se bautizaban para ser miembros de la iglesia serían salvos. Esto quiere decir que sólo siendo parte del cuerpo de Cristo (la iglesia) se puede obtener la salvación que traerá Cristo en su segunda venida (Heb. 9:28, 1 Pedro 1:5). No hay otra forma.

Concluimos, entonces, que la iglesia santa está llamada a reinar con Cristo en su reino milenario de justicia sobre los sobrevivientes de todas las naciones que serán aún mortales (Zac. 14:16). Estos necesitarán ser regidos con “vara de hierro”, o con mano firme, pues aún no son personas mansas y humildes de corazón como para heredar el reino como inmortales, ya que requerirán ser probados aún para hacerse merecedores de la inmortalidad al final de los mil años.

¿ES CORRECTO JUZGAR SEGÚN LA BIBLIA?

¿ES CORRECTO: Juzgar De Acuerdo a La Biblia?

Fuente : Interbiblia
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¿ES CORRECTO: Juzgar De Acuerdo a La Biblia?
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Delatar Errores,decir nombres, denunciar falsa doctrinasMuchos hoy en día creen que es incorrecto delatar el error y decir nombres.  Los liberales siempre han parecido creer esto, pero en tiempos recientes ha sido expuesto ampliamente por evangélicos y carismáticos.  Ahora estamos viendo ese error fatal siendo declarado por esos que profesan ser fundamentales bíblicos.  Esos que creen fielmente en exponer o delatar el error de acuerdo a la Biblia, ahora están siendo ampliamente denunciados y acusados de ser descorteses y faltos de amor. En este escrito pretendemos presentar la enseñanza que la Biblia guarda en este tema de vital importancia..
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I.  Es Correcto Practicar El Juicio Bíblico
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Uno de los versículos malamente usados de la Biblia es, “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mateo 7:1).  Cada versículo de la Escritura debe ser leído en su contexto, si vamos a entender propiamente su significado.  En los versículos 2-5 del mismo capítulo es evidente que el versículo 1 se refiere a juicio hipócrita.  El hermano que tiene una viga en su propio ojo no debe juzgar a otro que tiene una paja en el suyo.   La enseñanza es clara, usted no puede juzgar a otro de su pecado si usted es culpable del mismo pecado.
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Esos que se aferran a “No juzguéis, para que no seáis juzgado,” al condenar a esos que delatan el error, deberían leer el capítulo entero.  Jesús dijo, “Guardáos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas….” (v. 15).  ¿Cómo podemos conocer a los falsos profetas si no los juzgamos de acuerdo a la Palabra de Dios?  Si conocemos a los falsos profetas, ¿cómo podemos desprevenir a las ovejas de esos “lobos rapaces?”  A través de toda la Biblia encontramos la enseñanza de que debemos identificarlos y delatarlos.
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“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? .
Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos” (Mateo 7:16-17).  ¿Dijo acaso el Señor que no podíamos juzgar el arbol (persona), por el fruto de su vida y su doctrina?  Ciertamente no, porque no pudieramos saber sin juzgar.  Todo juicio debe hacerse en las bases de la enseñanza bíblica, y no acuerdo a caprichos ni prejuicios.
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“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio” (Juan 7:24). 
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Aquí el Señor nos manda que “juzguemos con justo juicio” el cual es unicamente basado en la Palabra de Dios.  Si el juicio se realiza bajo alguna otra base, no siendo la Palabra de Dios, es una transgresión de Mateo 7:1.  El diccionario dice que un juez es “uno que declara la ley”.  El cristiano fiel debe discernir o juzgar de acuerdo a las bases de la inspirada ley de Dios, la Biblia.Un fornicario es descrito en 1 Corintios 5:1-13.  Pablo “juzgó” (versículo 3) al hombre a pesar de que estaba ausente, y dijo a la iglesia de Corinto que deberían “juzgar” (versículo 12) a los que estaban dentro.  La palabra griega para “juzgar” es la misma en Mateo 7:1.  Pablo no faltó a “no juzguéis, para que no seáis juzgado” al juzgar al hombre, ni en instruir a la iglesia a juzgar tambien.  Todo este juicio fue de acuerdo a la Palabra de Dios.Una persona que es capaz de discernir entre el bien y mal, tiene por lo menos uno de los mayores signos de madurez espiritual.  “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal” (Hebreos 5:14).  W.E. Vine, dice acerca del significado de “discernir”, “una distinción, una clara diferenciación, discernimiento, juicio; se traduce ‘discernir’ en 1 Corintios 12:10 discernimiento de espíritus, juzgando por evidencias si es que son de Dios o son del maligno”.  Strong también está de acuerdo en que significa juzgar.
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Esos que no desean o son incapaces de discernir o juzgar entre lo bueno y lo malo, están de esa forma revelando ya sea su desobediencia o su inmadurez.

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II.  Es Correcto Denunciar a Los Falsos Maestros
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Los falsos maestros son libres para esparcir sus venenosas doctrinas hoy en día, debido a que hay una conspiración de silencio entre muchos creyentes de la Biblia.  A estos lobos con vestidos de ovejas se les facilita saquear el rebaño, y así, destruir a muchos.
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Juan el Bautista llamó a los fariseos y saduceos (los lideres religiosos de ese día) “generación de víboras” (Mateo 3:7).  Hoy en día, podríamos ser acusados de ser faltos de amor, descorteses y anticristianos.Jesús dijo a los fariseos religiosos: “¡Generación de víboras!  ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?  Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34).  Para muchos evangélicos y otros profesantes cristianos, este sería un lenguaje inaceptable en nuestros días, pero es el lenguaje bíblico y viene de la boca del Ungido de Dios.Parado frente a frente con esos falsos maestros, Jesucristo, el Hijo de Dios, les llamó “hipócritas”, “guias ciegos”, “sepulcros blanqueados”, “serpientes”, y “generación de víboras” (Mateo 23:23-34).  Sin embargo, se nos dice que debemos tener compañerismo con esos cuyas doctrinas son justo tan antibíblicas como las de esos fariseos.  Algunos que dicen ser cristianos creyentes de la Biblia insisten en trabajar con católicos romanos y otras asociaciones hereticas.  Y, nosotros no debemos señalarlos por su compromiso.Cerca del comienzo de Su ministerio: “Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.  Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado” (Juan 2:13-16).  Nuestro Salvador se presenta hoy en día como alguien manso, humilde y amoroso aún con los falsos maestros, lo cual es completamente falso.  Cuando trató con los falsos maestros y profetas, sus palabras fueron ásperas y sus acciones claras.
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Cerca del final de su ministerio público, Cristo encontró la necesidad de limpiar el templo una vez más.  La denuncia de las falsas doctrinas es un trabajo interminable.  Al mismo tiempo Él dijo: “Y les enseñaba, diciendo:  ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones?  Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” (Marcos 11: 17).  ¿Hay alguna diferencia hoy?  Los ladrones entran a la casa de Dios y roban al pueblo de Dios, su Biblia y ponen su perversa traducción en su lugar.  Al tiempo este grupo de ladrones roban a la gente su doctrina de separación y de santificación.  Luego se hace dificil distinguir la diferencia entre la gente de Dios y el mundo.  Con toda honestidad, ¿No deberíamos delatar a esos ladrones (falsos maestros)?(Si le interesa
el artículo completo de David Cox Pueden dar click aquí mismo).En nuestros días, estos falsos maestros han entrado a las iglesias con sus libros, música, literatura, películas, psicología y seminarios, y han cambiado la casa de Dios en una cueva de ladrones.  Es tiempo de que los hombres de Dios se levanten y expongan esos errores para que todos los conozcan.
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La Biblia Nos Exhorta a Exponer El Error
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Debemos PROBARLES.  “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1).  Toda doctrina y maestros deben de ser probados de acuerdo a la Palabra de Dios.  “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20).  Cada mensaje, mensajero y método debe ser juzgado de acuerdo a la Palabra de Dios.  La iglesia de Efeso fue aprobada porque habían “probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos” (Apocalipsis 2:2).  La iglesia de Pérgamo fué reprendida porque toleraba a los que tenían “la doctrina de Balaam” y “la doctrina de los Nicolaítas, la que yo aborrezco” (Apocalipsis 2:14-15).  No es correcto tolerar falsos maestros, pero deben ser probados con la Palabra de Dios, y denunciados.  Por su puesto, los que quieren desobedecer la Palabra de Dios, buscarán por todos los medios de evitar esta enseñanza.
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Debemos MARCARLOS y APARTARNOS de ellos. 
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 “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos” (Romanos 16:17).  Esos cuya conducta y enseñanza contradicen la Palabra de Dios deben de ser señalados y evitados.  Esto requiere discernimiento y juicio en la luz de la Biblia.  Los ecuménicos, nuevos evangélicos y otros fundamentalistas comprometidos resistirán cualquier esfuerzo por obedecer esta Escritura.  Solamente de acuerdo a la Palabra de Dios deben ser marcados y evitados.
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Debemos REPRENDERLES.  .
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“Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe” (Tito 1:13).  Esto fue escrito a Tito, porque había algunos yendo de casa en casa trastornando con sus falsas doctrinas (Tito 1:10-16).  Oral Roberts, Robert Schuller, Jimmy Swaggart, Pat Robertson, y otros están trastornando casas enteras con sus falsas doctrinas hoy en día.  ¿Debemos sentarnos silenciosos, mientras lo hacen, sin reprender y amonestar a la gente de su enseñanza?  No, el fiel siervo del Señor debe ser “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen” (Tito 1:9).
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Debemos de NO TENER COMPAÑERISMO con ellos.  “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:11).  Reprender significa “censurar, condenar, encontrar faltas, reprender, y refutar”.  ¿Cómo podemos obedecer esta Escritura sino hasta que les probamos de acuerdo a la Palabra de Dios?
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Debemos de ALEJARNOS de ellos. 
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“Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros” (2 Tesalonicenses 3:6).  Debemos de alejarnos de esos cuya doctrina y conducta no se conforma a la Palabra de Dios.  El contexto claramente muestra que la obediencia a la sana doctrina es lo que Pablo tiene en mente, por lo que dice: “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence.  Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano” (2 Tesalonicenses 3:14-15).  Pablo amonestó a Timoteo para “que se alejara” de esos que “no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad” (1 Timoteo 6:3-5).
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Debemos EVITARLOS. 
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Refiriéndose a estos últimos días, dice que algunos vendrán y “que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3:5).  Como podríamos alejarnos de ellos si no los identificamos, y esto requiere que su mensaje sea comparado a la Palabra de Dios.  Este es el trabajo del verdadero predicador: “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Timoteo 4:2).  Este es usualmente un inpopular e ingrata taréa pero es el deber de el hombre llamado de Dios.
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NO debemos RECIBIRLOS en nuestras casas. 
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“Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 Juan 10-11).  No hay duda de que Juan está hablando de “cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo…” (versículo 9). Por radio, TV, música y literatura, los falsos profetas son traídos a los hogares de muchos cristianos hoy en día.  ¡Esto no debe ser así!
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Debemos RECHAZAR LOS HEREJES. .
“Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo” (Tito 3:10).  Debemos rechazar a esos que niegan la redención por la sangre de Cristo.  Hay muchos que niegan esta o alguna otra doctrina de la Palabra de Dios.  Si no responden a la exhortación, deben de ser desechados.Debemos tener cuidado de esos que predican otro evangelio.  Pablo advirtió acerca de esos que predicaban “a otro Jesús …otro espíritu …otro evangelio” (2 Corintios 11:4).  ¿Cómo podemos conocerlos si no juzgamos su Jesús, su espíritu y su evangelio por la Palabra de Dios?  Pablo llamó a dichos predicadores: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo” (2 Corintios 11:13).  Pablo explica en versículos 14-15 que estos predicadores son ministros de Satanás.  El hombre llamado de Dios debe ser tan fiel hoy en día en delatar a estos ministros de Satanás.
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Pablo advirtió a los Gálatas acerca de esos que quieren “pervertir el evangelio de Cristo”.  Dijo también: “Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gálatas 1:6-9).  Multitudes el día de hoy están predicando un evangelio pervertido.  Esos que predican salvación por bautismo, o por obras, están enseñando un evangelio pervertido.  Esos que predican que la salvación se puede perder, están predicando un evangelio pervertido.  Los carismáticos, católicos, muchos evangélicos, y muchos “fundamentalistas” están predicando un evangelio pervertido.  Y peor aún, se supone que debemos cooperar con éllos en evangelismo y trabajo cristiano, de acuerdo con muchos.  Si no exponemos y delatamos a estos falsos profetas, entonces estamos traicionando a Jesucristo y su evangelio.
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Debemos SEPARARNOS de ellos. 
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“Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré” (2 Corintios 6:17).  Esto lo aclara todo.  El pueblo de Dios, debe salir de entre la apostasía y error religioso.  ¿Cómo puede un creyente de la Biblia permanecer al Concilio Nacional o Concilio Mundial de Iglesias? ¿Cómo pueden pertenecer los supuestos evangélicos y fundamentalistas, a no ser por su rebelión a la Biblia?
III.  Es Correcto Mencionar Nombres
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Muchos erroneamente creén que es equivocado delatar el error y nombrar al maestro culpable; pero se equivocan de acuerdo a la Biblia.
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Pablo nombró a Pedro públicamente.  Pedro era culpable de prácticas no escriturales.  “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar…Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?” (Gálatas 2:11-14).  Si la pureza e integridad del evangelio está en peligro, no tenemos otra opción más que delatar el error y nombrar al culpable.
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Pablo nombró a Demas por amar el mundo.  “…Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica….” (2 Timoteo 4:10).  Esos que traicionan la causa de Cristo por una vida mundana y placeres deben de ser nombrados y delatados.
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Pablo nombró a Himeneo y Alejandro. Pablo dijo a Timoteo “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar” (1 Timoteo 1:18-20).  Los verdaderos sirvientes de Dios deben militar la buena milicia, y nombrar a esos quienes se han apartado de la fe que fué una vez dada a los santos.  Pablo no esta aquí discutiendo la fe de la salvación sino la fe como un sistema de doctrina.  Estos hombres habían naufragado en esto y Pablo los denunció y mencionó sus nombres.Pablo nombró a Himeneo y Fileto.  Dijo a Timoteo que “estudiara” para poder usar “bien” la “palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.” (2 Timoteo 2:15-18).  Las falsas doctrinas trastornan la fe de algunos, por lo cual esos que las proclaman deben de ser denunciados.
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Pablo nombró a Alejandro el calderero.  “Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras” (2Timoteo 4:14-15).  Es claro que esto no es un problema personal, sino un problema doctrinal.  Alejando había opuesto a la doctrina y palabras de Pablo.  Era un enemigo de la verdad.  Los ministros de Dios tienen el mismo problema cada día.  Predican la verdad, luego los miembros se van a la casa y escuchan esa fe disputada por el radio y predicadores de televisión.  A menudo estos falsos profetas estan mandando sus publicaciones a las casas de los miembros de iglesias fundamentales.  Luego el hombre de Dios se supone que debe tener su boca cerrada, de acuerdo a lo que muchos creen.  Sólo un cobarde puede guardar silencio mientras la verdad de la Biblia esta en ataque.
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Juan nombró a Diótrefes.  “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe” (3Juan 9).  Juan relató cómo este hombre parloteaba contra éllos con “palabras malignas” (v. 10).  Dice más adelante: “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno.  El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios” (v. 11).  No es incorrecto nombrar a esos cuya doctrina y prácticas son contrarias a la Palabra de Dios.De hecho, la completa Biblia abunda en ejemplos de falsos profetas siendo nombrados y denunciados.  En estos días sólo se habla de amor, usándolo como excusa para no delatar el error, -”no es realmente amor bíblico, sino es un sentimentalismo satánico.”Moisés nombró a Balaam.  Vea Números 22-25.  Pedro nombró “el camino de Balaam … el cual amó el premio de la maldad” (2 Pedro 2:15).  Balaam era un profeta que estaba en la obra por dinero, justo como muchos de los profetas de TV de nuestros días.  Ruegan por dinero y viven como reyes, mientras multitudes de gente inocente les manda su dinero.  Están siempre edificando colegios, hospitales, redes de televisión, y parques de diversion que tienen un resvaladero de agua para Jesús.  Luego se supone que debemos mantener nuestra boca cerrada acerca de estos charlatanes religiosos.  ¿Cómo podemos estar en silencio y permanecer en la verdad de Dios?Judas expuso “el error de Balaam” (Judas 11).  Juan mencionó “la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación” (Apocalipsis 2:14).  Esto llega precisamente al corazón del asunto, concerniente a la doctrina de la separación. Balaam nunca maldijo a Israel aún cuando quiería la recompensa que se le había ofrecido. Los hombres de Israel comenzaron a “fornicar con las hijas de Moab … invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses” (Números 25:1-2).  ¿Por qué hicieron esto?  Porque Balaam enseñó a Balac como romper la barrera de separación entre los moabitas y los israelitas.  Sabemos esto porque está rectamente establecido en Apocalipsis 2:14 y en Números 31:16.  Esto dió como resultado la muerte de 24,000 hombres bajo el juicio de Dios.
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Los falsos maestros estan rompiendo la barrera de separación entre la gente de Dios y la falsa religión. Hay muy poca predicación y enseñanza en la doctrina de separación.  Balaam rompió la barrera de separación al causar que los hombres de Israel cometieran fornicación con las mujeres de Moab.  Rompió la doctrina de separación eclesiástica causando a los hombres de Israel inclinárse a Baal.  Esto trajo maldición sobre Israel.  Hasta que regresemos a enseñar la verdad acerca de la separación personal y eclesiástica, podemos esperar detener la destrucción que estamos teniendo hoy.
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Tal parece que existe la creencia de que alguna gente es muy poderosa como para ser denunciada o nombrada.  Hombres en altos lugares, pastores de iglesias gigantes y esos con grandes audiencias en radio y televisión creen que estan sobre toda crítica.  Cualquier cosa que digan o hagan, no importa que tan contraria de la Biblia sea, se sopone que es correcta.  Nada debe estar arriba de la verdad.
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Natán identificó a David.  Había un hombre en un lugar muy alto que era un adultero secreto.  Seguramente este hombre, quién tenía el puesto de oficial más grande del reino, no podía ser reprendido por un simple e impopular profeta.  Natán fué a la presencia de David, reveló el pecado en forma de parábola, luego dijo al enfuercido David, “Tu eres aquel hombre…” (2 Samuel 12:7).
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Jehú hijo de Hanani nombró al rey Josafat.  En varias formas Josafat fué un buen rey, pero equivocadamente olvidó practicar la separación.  Causó que su hijo se casara con la hija del rey Acab.  Vea 2 Crónicas 18:1; 21:1-6.  Hizo una alianza con Acab y fue a la batalla contra Ramot de Galaad con él (2 Crónicas 18).  Jehú hijo de Hanani dijo al rey Josafat: “¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?” (2 Crónicas 19:2).  Aquí hay una preguna para los no separados: “¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?
”Sí, es correcto delatar el error y nombrar a esos que están en error.  Es correcto “contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Judas 3).  Fue una vez pronunciado y nunca ha sido llevado para revisión.  Debemos mejor cuidarnos de los “falsos maestros… que introducirán encubiertamente doctrinas destructoras” (2 Pedro 2:1).  Los mensajeros fieles advertirán a las ovejas acerca de estas herejías, y les identificarán por su nombre.  No es suficiente hacer alusión sutilmente hacia éllos, si no los corderos jóvenes no entenderán y como consecuencia serán destruidos por los lobos.
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El cliché: “No juzguéis para que no seáis juzgados”

Discernimiento Espiritual

¿Es correcto juzgar las acciones y doctrinas de otros?  [David Cox]

POR TUS PALABRAS SERÁS JUZGADO

“Si el árbol es bueno, su fruto es bueno; si el árbol es malo, su fruto es malo, porque por el fruto se conoce el árbol.  ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca… Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12,33-37).

Así como un árbol se conoce por su fruto, así un cristiano se conoce por sus obras.  Jesús dice que de lo que abunda en el corazón habla la boca. Eso quiere decir que tú hablas según lo que abunde en tu corazón: si tu corazón está lleno de Dios, entonces hablarás constantemente de Dios; pero si tu corazón está lleno de inmoralidad, entonces hablarás constantemente de inmoralidad. Por ello debemos llenar nuestro corazón de Dios para hablar siempre de Dios.

Otra enseñanza que inferimos del texto anterior es que Dios nos pedirá cuentas de todas las palabras que hayamos dicho. Según Jesús por nuestro vocabulario seremos salvados o condenados al infierno.

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4,29-30).

En primer lugar dice la Palabra que ninguna palabra corrompida salga de nuestra boca, es decir, nada sucio, inmoral, ninguna maldición, etc.

En segundo lugar dice la Palabra que nuestra boca debe servir para edificar, dar gracia a los oyentes. Es decir, que cuando tú hables sea para que otros crezcan espiritualmente. Es triste ver a un cristiano hablar vulgaridades que en lugar de edificar manda a otros al infierno, y muchos lo hacen para no sentirse fuera de lugar o para impresionar.

En tercer lugar la Palabra dice que cuando tú hablas inmoralidades entristeces al Espíritu Santo. El Espíritu Santo que está en ti se entristece cuando no hablas de acuerdo a la Palabra.

La Palabra de Dios dice que los maldicientes no heredarán el Reino de Dios (I Co 6,10). Santiago nos dice que no debemos bendecir y maldecir con la misma lengua. Con la lengua bendecimos a Dios y maldecimos a los hombres. De ninguna manera (Santiago 3,9-12).

Hermanos propongámonos cortar con el vocabulario sucio e inmoral y comenzar a usar nuestra boca para engrandecer el Reino de nuestro Dios.

Por M.Sc. Esyin Calderón Valverde

SÓLO LOS HIPÓCRITAS DICEN NO JUZGAR A SUS SEMEJANTES

«No juzguéis, para que no seáis juzgados.» (Mateo 7:1)

En el Sermón del Monte, Jesus dijo, «No juzguéis, para que no seáis juzgados.» Por otra parte El también dijo, «No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.» (Juan 7:24) Por supuesto, esta aparente contradicción nos lleva justo al punto de cuando juzgar y cuando no; que juzgar y que no.

Permítame comenzar con algunas de las definiciones más antiguas de la palabra juzgar. Yendo al hebreo, juzgar significa en primer lugar, «dirigir o guiar» y después «juzgar». Esto quiere decir que un hombre no puede dirigir o guiar a menos que también juzgue. Así sucedió con Moisés quien dirigía o guiaba a través de juzgar, así también lo hicieron los jueces del Antiguo Testamento.

La palabra griega krino, juzgar, se relaciona con la raíz de la palabra en latín cerno, que significa separar, partir, cernir. Juzgar, entonces siempre involucra separar lo bueno de lo malo cuidadosamente, lo correcto de lo incorrecto.

Entonces nos resulta inevitable el hecho que debemos de tener jueces, y que hay un lugar para juzgar. Esto siempre ha sido parte de la regla de Dios bajo los pactos tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.

Por consiguiente, Pablo amonesta a los cristianos a no usar el sistema legal secular para arreglar sus diferencias, más bien hacer de la iglesia una corte legal diciendo: «¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequenas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Para avergonzaros lo digo. ¿Pues que, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos.» (1 Co, 6:1-3, 5)

Ahora consideremos, de manera más específica, como juzgar se aplica en la vida cristiana.

Todos Debemos Juzgar, para Distinguir el Bien del Mal

Menciono primero esto porque es el fundamento del juicio cristiano. Nosotros, por ejemplo, debemos juzgar que es trigo y que es cizana, que es luz y que es obscuridad, que ayudaria y que estorbaria, y con quien tener companerismo y a quien evitar. (2 Tesalonicenses 3:6)

Hacemos estos juicios a través de la Palabra de Dios, por el testimonio del Espiritu Santo, o por el don del discernimiento, el cual es un don especial para juzgar justo juicio. Este tipo de juicio universal está relacionado primordialmente en cómo debemos de reaccionar con la gente y las circunstancias.

Hay otro tipo de juicio que va mas allá de los intereses personales. Es el juzgar a otros para corrección. Tenemos que entender que no podemos corregir a nadie hasta que hayamos discernido lo que necesita ser corregido.

Tenemos el Derecho de Juzgar a Otros en una
Relación Maestro/Alumno – si somos el Maestro

La relación maestro/alumno más básica es aquella entre padre e hijo. El padre debera de juzgar la conducta del hijo, porque sin juzgar esa conducta, el padre no podra dirigir el hogar en forma exitosa. Verdaderamente, un padre deberá de aplicar la ley de Dios a sus hijos y, si es necesario, aun con la vara de la corrección. (Proverbios 22:15) Dios ha delegado su autoridad en los padres para imponer las leyes en el hogar.

Una vez más, recuerden, el guiar y el juzgar van juntos. Uno no puede guiar o dirigir sin juzgar, y uno no puede ser un juez justo a menos que este asignado para tal función.

Otra relación maestro/alumno es la del salón de clases, todo el camino desde la escuela primaria hasta el entrenamiento universitario. El maestro tiene la autoridad para juzgar. Y esto tambien es cierto en cualquier trabajo donde el patron no puede manejar el negocio en forma exitosa sin tener que tratar con las faltas y debilidades de sus empleados.

Finalmente existe la relacion pastor/miembros de la iglesia. Esta tambien es una relacion maestro/alumno. El pastor es el guia designado por Dios, y tiene la autoridad para «redarguir y corregir» para la perfeccion de los santos. (2 Timoteo 4:2, 3:16-17; Hebreos 13:7)

Tenemos el Derecho de Juzgar a Otros Cuando
Estamos en Una Relación Maestro/Maestro

Cuando hay un cambio para un estudiante de un maestro a otro, por ejemplo, es muy apropiado para el antiguo maestro comunicar al nuevo las debilidades y fortalezas del estudiante. Esto se hace en el sistema educativo, y se hace en el sistema laboral por medio de «referencias de carácter,» las cuales incluyen el desempeño en trabajos anteriores y resúmenes de las habilidades y debilidades de la persona. Y debiera de hacerse cuando un miembro cambia de un pastor a otro. En este caso, es sabio que el nuevo pastor o iglesia pida referencias al pastor anterior, antes de ubicar a los nuevos miembros en posiciones de liderazgo. Cuando esto no se hace, puede suceder que los pastores ubiquen a los nuevos miembros en posiciones para las cuales no están calificados. Las consecuencias podrían ser serias.

Además de estar en una relación maestro/alumno o en una relación maestro/maestro, solamente existe una posición más en la cual como cristianos podemos juzgar a otros cristianos, y es desde el punto vista de la perfección cristiana.

Podremos Juzgar y Corregir a
Otros Si Hemos Obtenido la Perfección Moral

Este es el mensaje de Jesús en el Sermón del Monte. (Mateo 7:1-5) De hecho este pasaje comienza con «No juzguéis…,» y termina diciendo que cuando hayamos limpiado nuestra casa, entonces podremos ayudar a nuestro hermano a limpiar la suya. Si juzgamos a otros cristianos, señalando sus pecados, debilidades y faltas, cuando todavía tenemos las nuestras, somos hipócritas. De cualquier forma, si juzgamos a nuestro prójimo cuando nos encontramos en un estado de perfección moral, creeríamos ser como «pequeños salvadores;» pero en palabras de Jesús se oiría así, «¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces veras bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.» (Mateo 7:5)

Observe, una vez más, la finalidad de un juicio justo y de este pasaje de juicio es la perfeccion moral. El juzgar a otros cristianos teniendo pecado y malas actitudes en nuestras propias vidas, nos ciega para poder hacer un juicio justo. Si juzgamos bajo esas circunstancias, no lo haremos mejor que un hombre ciego al operar cataratas del ojo de otra persona. Entre más sea quebrantado un creyente y entre más tiempo haya caminado con Dios, mas renuente estará para tratar con las faltas de otros, sabiendo que el también parecerá ante el tribunal de Cristo.

Ahora, veamos cómo juzgó Jesús

La Perfección Moral Saca la Paja del Ojo del Hermano con Amor, Compasión y Esperanza

Cuando la mujer adúltera fue sorprendida en el acto de adulterio, existía solamente una sentencia bíblica establecida en el Antiguo Testamento para su pecado: morir apedreada. Observe que el castigo fue dado a Moisés por Dios. Los fariseos trataban de que Jesús estuviera en desacuerdo con Dios, su Padre. Ellos pensaban que habían acorralado a Jesús. Pero Jesús no puede ser acorralado. El no vino a invalidar la ley sino a cumplirla.

Entonces, El dijo a los fariseos: ustedes la sorprendieron; ustedes apedréenla – si es que no existe ni una viga ni una paja en su propio ojo! Si así es, entonces háganlo. «El que de vosotros este sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella.» (Juan 8:7)

Jesús permitió y consintió el apedreamiento de esta mujer si los corazones de los fariseos fueran puros. Pero no lo eran, y por eso dejaron a un lado el juzgar, condenar y encontrar las faltas de esta mujer, al menos por ese momento. Claro, se encontraron a ellos mismos como hipócritas.

Ahora, si no somos verdaderamente santos, sin pecado, ¿entonces no deberíamos dejar caer nuestras piedras y alejarnos, permitiendo a aquellos sin pecado o quienes están en una posición de liderazgo lidear con el problema? Jesús, como el único sin pecado, fue dejado a solas con la mujer. Y, ¿qué fue lo que hizo? El, el único que tenía el derecho a juzgar, condenar, encontrar las faltas, y a criticar, actuó con compasión, amor y perdón; y en ese contexto, El quito la viga de su ojo al decirle, «…Vete, y no peques mas.» (Juan 8:11)

Resumiendo, todos nosotros somos llamados a juzgar entre el bien y el mal, lo santo y lo impio, para mantenernos irreprensibles. Algunos de nosotros somos puestos en una posición de juzgar en referencia a guiar o gobernar. Si estamos en esa posicion, debemos cuidadosamente (con discrecion) cumplir con nuestro llamado. Si no hemos sido llamados a una posición de gobernar por derecho divino, el juzgar a otros cristianos solo debería ser viniendo de un corazón puro, sin una paja en nuestro propio ojo, sin una piedra en nuestra mano, y con gran refreno y precaución.

Las primeras palabras del pasaje del juicio son: «No juzguéis,» pero para que no hagamos el «No juzgar» el Onceavo Mandamiento, Jesús termina este pasaje mencionando nuestra necesidad de ser perfectos para que podamos, con juicio justo, ayudar a otros hacia la perfección.

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¿ES CORRECTO JUZGAR DE ACUERDO A LA BIBLIA?

Un juez en un tribunal de Estados Unidos

Delatar Errores, Decir Nombres,

Denunciar Falsas Doctrinas

 

Muchos hoy en día creen que es incorrecto delatar el error y decir nombres. Ahora estamos viendo ese error fatal siendo declarado por esos que profesan ser fundamentales bíblicos.  Esos que creen fielmente en exponer o delatar el error de acuerdo a la Biblia, ahora están siendo ampliamente denunciados y acusados de ser descorteses y faltos de amor. En este escrito pretendemos presentar la enseñanza que la Biblia guarda en este tema de vital importancia.
 
I.  Es Correcto Practicar El Juicio Bíblico

Uno de los versículos malamente usados de la Biblia es, «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mateo 7:1).  Cada versículo de la Escritura debe ser leído en su contexto, si vamos a entender propiamente su significado.  En los versículos 2-5 del mismo capítulo es evidente que el versículo 1 se refiere a juicio hipócrita.  El hermano que tiene una viga en su propio ojo no debe juzgar a otro que tiene una paja en el suyo.   La enseñanza es clara, usted no puede juzgar a otro de su pecado si usted es culpable del mismo pecado.

Esos que se aferran a «No juzguéis, para que no seáis juzgado,» al condenar a esos que delatan el error, deberían leer el capítulo entero.  Jesús dijo, «Guardáos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas….» (v. 15).  ¿Cómo podemos conocer a los falsos profetas si no los juzgamos de acuerdo a la Palabra de Dios?  Si conocemos a los falsos profetas, ¿cómo podemos desprevenir a las ovejas de esos «lobos rapaces?»  A través de toda la Biblia encontramos la enseñanza de que debemos identificarlos y delatarlos.

«Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos» (Mateo 7:16-17).  ¿Dijo acaso el Señor que no podíamos juzgar el arbol (persona), por el fruto de su vida y su doctrina?  Ciertamente no, porque no pudieramos saber sin juzgar.  Todo juicio debe hacerse en las bases de la enseñanza bíblica, y no acuerdo a caprichos ni prejuicios.

«No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio» (Juan 7:24).  Aquí el Señor nos manda que «juzguemos con justo juicio» el cual es unicamente basado en la Palabra de Dios.  Si el juicio se realiza bajo alguna otra base, no siendo la Palabra de Dios, es una transgresión de Mateo 7:1.  El diccionario dice que un juez es «uno que declara la ley».  El cristiano fiel debe discernir o juzgar de acuerdo a las bases de la inspirada ley de Dios, la Biblia.

Un fornicario es descrito en 1 Corintios 5:1-13.  Pablo «juzgó» (versículo 3) al hombre a pesar de que estaba ausente, y dijo a la iglesia de Corinto que deberían «juzgar» (versículo 12) a los que estaban dentro.  La palabra griega para «juzgar» es la misma en Mateo 7:1.  Pablo no faltó a «no juzguéis, para que no seáis juzgado» al juzgar al hombre, ni en instruir a la iglesia a juzgar tambien.  Todo este juicio fue de acuerdo a la Palabra de Dios.

Una persona que es capaz de discernir entre el bien y mal, tiene por lo menos uno de los mayores signos de madurez espiritual.  «Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal» (Hebreos 5:14).  W.E. Vine, dice acerca del significado de «discernir», «una distinción, una clara diferenciación, discernimiento, juicio; se traduce ‘discernir’ en 1 Corintios 12:10 discernimiento de espíritus, juzgando por evidencias si es que son de Dios o son del maligno».  Strong también está de acuerdo en que significa juzgar.

Esos que no desean o son incapaces de discernir o juzgar entre lo bueno y lo malo, están de esa forma revelando ya sea su desobediencia o su inmadurez.
 
II.  Es Correcto Denunciar a Los Falsos Maestros

Los falsos maestros son libres para esparcir sus venenosas doctrinas hoy en día, debido a que hay una conspiración de silencio entre muchos creyentes de la Biblia.  A estos lobos con vestidos de ovejas se les facilita saquear el rebaño, y así, destruir a muchos.

Juan el Bautista llamó a los fariseos y saduceos (los lideres religiosos de ese día) «generación de víboras» (Mateo 3:7).  Hoy en día, podríamos ser acusados de ser faltos de amor, descorteses y anticristianos.

Jesús dijo a los fariseos religiosos: «¡Generación de víboras!  ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?  Porque de la abundancia del corazón habla la boca» (Mateo 12:34).  Para muchos evangélicos y otros profesantes cristianos, este sería un lenguaje inaceptable en nuestros días, pero es el lenguaje bíblico y viene de la boca del Ungido de Dios.

Parado frente a frente con esos falsos maestros, Jesucristo, el Hijo de Dios, les llamó «hipócritas», «guias ciegos», «sepulcros blanqueados», «serpientes», y «generación de víboras» (Mateo 23:23-34).  Sin embargo, se nos dice que debemos tener compañerismo con esos cuyas doctrinas son justo tan antibíblicas como las de esos fariseos.  Algunos que dicen ser cristianos creyentes de la Biblia insisten en trabajar con católicos romanos y otras asociaciones hereticas.  Y, nosotros no debemos señalarlos por su compromiso.

Cerca del comienzo de Su ministerio: «Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.  Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado» (Juan 2:13-16).  Nuestro Salvador se presenta hoy en día como alguien manso, humilde y amoroso aún con los falsos maestros, lo cual es completamente falso.  Cuando trató con los falsos maestros y profetas, sus palabras fueron ásperas y sus acciones claras.

Cerca del final de su ministerio público, Cristo encontró la necesidad de limpiar el templo una vez más.  La denuncia de las falsas doctrinas es un trabajo interminable.  Al mismo tiempo Él dijo: «Y les enseñaba, diciendo:  ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones?  Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones» (Marcos 11: 17).  ¿Hay alguna diferencia hoy?  Los ladrones entran a la casa de Dios y roban al pueblo de Dios, su Biblia y ponen su perversa traducción en su lugar.  Al tiempo este grupo de ladrones roban a la gente su doctrina de separación y de santificación.  Luego se hace dificil distinguir la diferencia entre la gente de Dios y el mundo.  Con toda honestidad, ¿No deberíamos delatar a esos ladrones (falsos maestros)?

En nuestros días, estos falsos maestros han entrado a las iglesias con sus libros, música, literatura, películas, psicología y seminarios, y han cambiado la casa de Dios en una cueva de ladrones.  Es tiempo de que los hombres de Dios se levanten y expongan esos errores para que todos los conozcan.
 
La Biblia Nos Exhorta a Exponer El Error

Debemos PROBARLES.  «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo» (1 Juan 4:1).  Toda doctrina y maestros deben de ser probados de acuerdo a la Palabra de Dios.  «¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido» (Isaías 8:20).  Cada mensaje, mensajero y método debe ser juzgado de acuerdo a la Palabra de Dios.  La iglesia de Efeso fue aprobada porque habían «probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos» (Apocalipsis 2:2).  La iglesia de Pérgamo fué reprendida porque toleraba a los que tenían «la doctrina de Balaam» y «la doctrina de los Nicolaítas, la que yo aborrezco» (Apocalipsis 2:14-15).  No es correcto tolerar falsos maestros, pero deben ser probados con la Palabra de Dios, y denunciados.  Por su puesto, los que quieren desobedecer la Palabra de Dios, buscarán por todos los medios de evitar esta enseñanza.

Debemos MARCARLOS y APARTARNOS de ellos.  «Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos» (Romanos 16:17).  Esos cuya conducta y enseñanza contradicen la Palabra de Dios deben de ser señalados y evitados.  Esto requiere discernimiento y juicio en la luz de la Biblia.  Los ecuménicos, nuevos evangélicos y otros fundamentalistas comprometidos resistirán cualquier esfuerzo por obedecer esta Escritura.  Solamente de acuerdo a la Palabra de Dios deben ser marcados y evitados.

Debemos REPRENDERLES.  «Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe» (Tito 1:13).  Esto fue escrito a Tito, porque había algunos yendo de casa en casa trastornando con sus falsas doctrinas (Tito 1:10-16).  Oral Roberts, Robert Schuller, Jimmy Swaggart, Pat Robertson, y otros están trastornando casas enteras con sus falsas doctrinas hoy en día.  ¿Debemos sentarnos silenciosos, mientras lo hacen, sin reprender y amonestar a la gente de su enseñanza?  No, el fiel siervo del Señor debe ser «retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen» (Tito 1:9).

Debemos de NO TENER COMPAÑERISMO con ellos.  «Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas» (Efesios 5:11).  Reprender significa «censurar, condenar, encontrar faltas, reprender, y refutar».  ¿Cómo podemos obedecer esta Escritura sino hasta que les probamos de acuerdo a la Palabra de Dios?

Debemos de ALEJARNOS de ellos.  «Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros» (2 Tesalonicenses 3:6).  Debemos de alejarnos de esos cuya doctrina y conducta no se conforma a la Palabra de Dios.  El contexto claramente muestra que la obediencia a la sana doctrina es lo que Pablo tiene en mente, por lo que dice: «Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence.  Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano» (2 Tesalonicenses 3:14-15).  Pablo amonestó a Timoteo para «que se alejara» de esos que «no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad» (1 Timoteo 6:3-5).

Debemos EVITARLOS.  Refiriéndose a estos últimos días, dice que algunos vendrán y «que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita» (2 Timoteo 3:5).  Como podríamos alejarnos de ellos si no los identificamos, y esto requiere que su mensaje sea comparado a la Palabra de Dios.  Este es el trabajo del verdadero predicador: «Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina» (2 Timoteo 4:2).  Este es usualmente un inpopular e ingrata taréa pero es el deber de el hombre llamado de Dios.

NO debemos RECIBIRLOS en nuestras casas.  «Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras» (2 Juan 10-11).  No hay duda de que Juan está hablando de «cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo…» (versículo 9). Por radio, TV, música y literatura, los falsos profetas son traídos a los hogares de muchos cristianos hoy en día.  ¡Esto no debe ser así!

Debemos RECHAZAR LOS HEREJES. «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo» (Tito 3:10).  Debemos rechazar a esos que niegan la redención por la sangre de Cristo.  Hay muchos que niegan esta o alguna otra doctrina de la Palabra de Dios.  Si no responden a la exhortación, deben de ser desechados.

Debemos tener cuidado de esos que predican otro evangelio.  Pablo advirtió acerca de esos que predicaban «a otro Jesús …otro espíritu …otro evangelio» (2 Corintios 11:4).  ¿Cómo podemos conocerlos si no juzgamos su Jesús, su espíritu y su evangelio por la Palabra de Dios?  Pablo llamó a dichos predicadores: «Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo» (2 Corintios 11:13).  Pablo explica en versículos 14-15 que estos predicadores son ministros de Satanás.  El hombre llamado de Dios debe ser tan fiel hoy en día en delatar a estos ministros de Satanás.

Pablo advirtió a los Gálatas acerca de esos que quieren «pervertir el evangelio de Cristo».  Dijo también: «Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema» (Gálatas 1:6-9).  Multitudes el día de hoy están predicando un evangelio pervertido.  Esos que predican salvación por bautismo, o por obras, están enseñando un evangelio pervertido.  Esos que predican que la salvación se puede perder, están predicando un evangelio pervertido.  Los carismáticos, católicos, muchos evangélicos, y muchos «fundamentalistas» están predicando un evangelio pervertido.  Y peor aún, se supone que debemos cooperar con éllos en evangelismo y trabajo cristiano, de acuerdo con muchos.  Si no exponemos y delatamos a estos falsos profetas, entonces estamos traicionando a Jesucristo y su evangelio.

Debemos SEPARARNOS de ellos.  «Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré» (2 Corintios 6:17).  Esto lo aclara todo.  El pueblo de Dios, debe salir de entre la apostasía y error religioso.  ¿Cómo puede un creyente de la Biblia permanecer al Concilio Nacional o Concilio Mundial de Iglesias? ¿Cómo pueden pertenecer los supuestos evangélicos y fundamentalistas, a no ser por su rebelión a la Biblia?
 
III.  Es Correcto Mencionar Nombres

Muchos erroneamente creén que es equivocado delatar el error y nombrar al maestro culpable; pero se equivocan de acuerdo a la Biblia.

Pablo nombró a Pedro públicamente.  Pedro era culpable de prácticas no escriturales.  «Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar…Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?» (Gálatas 2:11-14).  Si la pureza e integridad del evangelio está en peligro, no tenemos otra opción más que delatar el error y nombrar al culpable.

Pablo nombró a Demas por amar el mundo.  «…Porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica….» (2 Timoteo 4:10).  Esos que traicionan la causa de Cristo por una vida mundana y placeres deben de ser nombrados y delatados.

Pablo nombró a Himeneo y Alejandro. Pablo dijo a Timoteo «Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar» (1 Timoteo 1:18-20).  Los verdaderos sirvientes de Dios deben militar la buena milicia, y nombrar a esos quienes se han apartado de la fe que fué una vez dada a los santos.  Pablo no esta aquí discutiendo la fe de la salvación sino la fe como un sistema de doctrina.  Estos hombres habían naufragado en esto y Pablo los denunció y mencionó sus nombres.   

Pablo nombró a Himeneo y Fileto.  Dijo a Timoteo que «estudiara» para poder usar «bien» la «palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.» (2 Timoteo 2:15-18).  Las falsas doctrinas trastornan la fe de algunos, por lo cual esos que las proclaman deben de ser denunciados.

Pablo nombró a Alejandro el calderero.  «Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos. Guárdate tú también de él, pues en gran manera se ha opuesto a nuestras palabras» (2Timoteo 4:14-15).  Es claro que esto no es un problema personal, sino un problema doctrinal.  Alejando había opuesto a la doctrina y palabras de Pablo.  Era un enemigo de la verdad.  Los ministros de Dios tienen el mismo problema cada día.  Predican la verdad, luego los miembros se van a la casa y escuchan esa fe disputada por el radio y predicadores de televisión.  A menudo estos falsos profetas estan mandando sus publicaciones a las casas de los miembros de iglesias fundamentales.  Luego el hombre de Dios se supone que debe tener su boca cerrada, de acuerdo a lo que muchos creen.  Sólo un cobarde puede guardar silencio mientras la verdad de la Biblia esta en ataque.

Juan nombró a Diótrefes.  «Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe» (3Juan 9).  Juan relató cómo este hombre parloteaba contra éllos con «palabras malignas» (v. 10).  Dice más adelante: «Amado, no imites lo malo, sino lo bueno.  El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios» (v. 11).  No es incorrecto nombrar a esos cuya doctrina y prácticas son contrarias a la Palabra de Dios.

De hecho, la completa Biblia abunda en ejemplos de falsos profetas siendo nombrados y denunciados.  En estos días sólo se habla de amor, usándolo como excusa para no delatar el error, -«no es realmente amor bíblico, sino es un sentimentalismo satánico.»

Moisés nombró a Balaam.  Vea Números 22-25.  Pedro nombró «el camino de Balaam … el cual amó el premio de la maldad» (2 Pedro 2:15).  Balaam era un profeta que estaba en la obra por dinero, justo como muchos de los profetas de TV de nuestros días.  Ruegan por dinero y viven como reyes, mientras multitudes de gente inocente les manda su dinero.  Están siempre edificando colegios, hospitales, redes de televisión, y parques de diversion que tienen un resvaladero de agua para Jesús.  Luego se supone que debemos mantener nuestra boca cerrada acerca de estos charlatanes religiosos.  ¿Cómo podemos estar en silencio y permanecer en la verdad de Dios?

Judas expuso «el error de Balaam» (Judas 11).  Juan mencionó «la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación» (Apocalipsis 2:14).  Esto llega precisamente al corazón del asunto, concerniente a la doctrina de la separación. Balaam nunca maldijo a Israel aún cuando quiería la recompensa que se le había ofrecido. Los hombres de Israel comenzaron a «fornicar con las hijas de Moab … invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses» (Números 25:1-2).  ¿Por qué hicieron esto?  Porque Balaam enseñó a Balac como romper la barrera de separación entre los moabitas y los israelitas. 

 Sabemos esto porque está rectamente establecido en Apocalipsis 2:14 y en Números 31:16.  Esto dió como resultado la muerte de 24,000 hombres bajo el juicio de Dios.

Los falsos maestros estan rompiendo la barrera de separación entre la gente de Dios y la falsa religión. Hay muy poca predicación y enseñanza en la doctrina de separación.  Balaam rompió la barrera de separación al causar que los hombres de Israel cometieran fornicación con las mujeres de Moab.  Rompió la doctrina de separación eclesiástica causando a los hombres de Israel inclinárse a Baal.  Esto trajo maldición sobre Israel.  Hasta que regresemos a enseñar la verdad acerca de la separación personal y eclesiástica, podemos esperar detener la destrucción que estamos teniendo hoy.

Tal parece que existe la creencia de que alguna gente es muy poderosa como para ser denunciada o nombrada.  Hombres en altos lugares, pastores de iglesias gigantes y esos con grandes audiencias en radio y televisión creen que estan sobre toda crítica.  Cualquier cosa que digan o hagan, no importa que tan contraria de la Biblia sea, se sopone que es correcta.  Nada debe estar arriba de la verdad.

Natán identificó a David.  Había un hombre en un lugar muy alto que era un adultero secreto.  Seguramente este hombre, quién tenía el puesto de oficial más grande del reino, no podía ser reprendido por un simple e impopular profeta.  Natán fué a la presencia de David, reveló el pecado en forma de parábola, luego dijo al enfuercido David, «Tu eres aquel hombre…» (2 Samuel 12:7).

Jehú hijo de Hanani nombró al rey Josafat.  En varias formas Josafat fué un buen rey, pero equivocadamente olvidó practicar la separación.  Causó que su hijo se casara con la hija del rey Acab.  Vea 2 Crónicas 18:1; 21:1-6.  Hizo una alianza con Acab y fue a la batalla contra Ramot de Galaad con él (2 Crónicas 18).  Jehú hijo de Hanani dijo al rey Josafat: «¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?» (2 Crónicas 19:2).  Aquí hay una preguna para los no separados: «¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?»

Sí, es correcto delatar el error y nombrar a esos que están en error.  Es correcto «contender ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos» (Judas 3).  Fue una vez pronunciado y nunca ha sido llevado para revisión.  Debemos mejor cuidarnos de los «falsos maestros… que introducirán encubiertamente doctrinas destructoras» (2 Pedro 2:1).  Los mensajeros fieles advertirán a las ovejas acerca de estas herejías, y les identificarán por su nombre.  No es suficiente hacer alusión sutilmente hacia ellos, si no los corderos jóvenes no entenderán y como consecuencia serán destruidos por los lobos.

http://cchams07.blogspot.com/2008_05_01_archive.html

www.yeshuahamashiaj.org

www.elevangeliodelreino.org

 

 

 

APOLOGISTA: ¡NO SIGAS JUZGANDO A LA GENTE, POR DIOS!

http://thesituationist.wordpress.com/2007/06/

 ¡Te voy a «cashetear»!…¡no te metas con mi «cashier»$$$$$… que te mando a la Luna!

 

Estimado hermano Ing°. Mario A. Olcese (Apologista):

 Sus duros comentarios, en el amor de Cristo Jesús, me lleva a recordarle la palabra de Dios que dice que “No Juzguéis para no ser juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”.

Hermano, te animo, si en verdad está en tu espíritu servir a Dios, elaborar páginas que tengan lo que Pablo escribe en la palabra. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”. Filipenses 4:8-9 “…Porque cual es su pensamientos en su corazón tal es el.” Proverbios.23:7 “La lámpara del cuerpo es el ojo: así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz: pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas” Mateo.6:22 “Escudriñadlo todo, retened lo bueno” (I Tesalonisences.5:21).

Para ti, mi hermano, que lees estos anuncios, déjame decirte que siempre encontrarás información, así, no olvides de filtrar cada información de estos medios como internet, prensa, etc con la Palabra de Dios.

 Un abrazo, Jesús me los Bendiga en todo.

Betty Robles

Respuesta de Apologista:

avatar de El blog de APOLOGISTAHermana Betty, muchas gracias por sus consejos, pues sé que vienen de una dama sincera y amante de la palabra de Dios. En realidad no juzgo a nadie porque no dicto sentencia contra ninguno que obra impíamente. El único que sentencia es Dios, y no el hombre. Así que mientras me mantenga al margen de las sentencias, aunque ya nos imaginamos qué les espera a los predicadores sátrapas, no puedo ser tildado de juez o juzgador.

http://www.oxfam.org.uk/generationwhy/music/festivals/festivals_blog_2006/

Mire usted hermanita, lo que está mal es “sacar la paja del ojo ajeno” teniendo uno una gran viga en el ojo. Lo primero que hay que hacer es sacar la viga de nuestro propio para poder sacar la paja del ojo ajeno. Es decir, no está mal sacar la paja del ojo ajeno mientras uno no tenga una viga en su propio ojo. Esta es la enseñanza de Jesús. Así pues, si yo critico y denuncio los vicios de los falsos predicadores que embaucan a las humildes ovejas con mensajes y doctrinas de demonios, esto no está mal siempre y cuando yo no esté haciendo lo mismo con mis propias ovejas. Yo siempre me siento alentado con el ángel de la iglesia de Éfeso, a quien se le dice: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos…Pero tienes (además) esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.” (Apo. 2:2) En contraposición, al ángel de la iglesia de Tiatira se le reprocha de que: “…toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos (Apo.2:20). Así que aquí tenemos dos situaciones diametralmente opuestas: mientras que el ángel de la iglesia de Éfeso no soportaba a los falsos apóstoles y profetas, el de Tiatira soportaba a la falsa profetisa Jezabel que estaba seduciendo a los siervos de Dios con doctrinas de demonios. Así que hay dos tipos de personas: Los Efesianos y los Tiatiranos. ¿de qué lado está usted?

Le Adjunto el estudio sobre “Juzgar o no Juzgar” para que usted pueda entender mejor el tema: 

¿SÓLO DIOS PUEDE JUZGAR?

 Martillosavatar de El blog de APOLOGISTA

Apologista

 

¡Toma un martillo y juzga!

Amada Iglesia:

Es terriblemente abominable solo el hecho de contemplar la APOSTASÍA a la cual conduce el Neo-evangelismo de la falsa iglesia, superpuesta o infiltrada dentro de la verdadera Iglesia de Jesucristo, como cizaña que corrompe y profana el trigo, dando un falso testimonio de Cristo y confundiendo al mundo con su pervertida falsificación mundana. 

Antes de leer el mensaje de hoy, le pedimos que vean y escuchen, el siguiente video que muestra a la falsa iglesia apóstata en acción, haciendo click en la siguiente dirección: 


—-> http://www.youtube.com/watch?v=EwD14ppqzm4
 
 

La Iglesia y el Juzgamiento

Dice Pablo: “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? Para avergonzaros lo digo.  ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos?»(1 Corintios 6 : 2)  

Recuerdo que hace pocos años, como comenté en un mensaje anterior, la iglesia de Nueva York, donde se congregaba mi hermana de sangre y en Cristo, se dividió y se dispersó, por haberse descubierto el pecado de su pastor principal, quien desde hacía meses o años, mantenía una relación oculta de adulterio con la hermana secretaria de la Iglesia, donde ministraba en compañía de su esposa. 

En aquella ocasión, un grupo de hermanos de esa iglesia, prefirieron permanecer fieles a ese pastor, en contra de la Palabra de Dios y del otro grupo mayoritario, hasta el extremo que el mencionado pastor sigue hasta hoy pastoreando a ese grupo de hermanos de la mancillada iglesia, fieles a él, después de haber estado unos meses en vacaciones de “disciplina” o “restauración” y pasado otro tiempo se divorció de su engañada esposa, para reemplazarla por su antigua oculta amante, como nueva esposa y pastora consorte, habiéndole cambiado el nombre a la iglesia.    

Parece un chisme o anécdota de periodismo amarillista, pero el asunto es que el grupo de hermanos que continúan con él, lo respaldaron cuando se descubrió el escándalo, diciendo que “SOLO DIOS QUE CONOCE LOS CORAZONES PUEDE JUZGARLO” y que “solo debían orar a Dios para que él interviniera y no los hermanos”.  

Así como ese caso, vemos dentro de la Iglesia uniones libres (fornicación), adulterios, divorcios, préstamos olvidados (robos), escándalos de diferentes clases, no solo de algunos hermanos, sino de pastores y ministros, sin que aparentemente se afecten los demás hermanos, los cuales prefieren mirar hacia otro lado, diciendo que “no podemos juzgar a los hermanos”.       

Esa es la frase de cajón que escuchamos con frecuencia, en algunas cartas que nos envían, cuando se denuncian las herejías y la apostasía o adulterio con el mundo en la Iglesia de hoy, como cuando escribimos estos mensajes contendiendo ardientemente por la fe que nos ha sido dada, según nos manda la Palabra de Dios en (Judas 1 : 3)  

Y esa es la excusa socorrida por los neo-evangelistas que predican un falsificado evangelio de alianza y semejanza con el mundo, como fueron las respuestas que diera el famoso pastor Joel Osteen al entrevistador Larry King en su programa de televisión norteamericano en vivo.  Este famoso pastor dijo que aún los ateos o quienes rechazan a Jesucristo en otras religiones, como el budismo, islamismo o judaísmo, pueden ser salvos, porque solo Dios puede juzgarlos ! 

“A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman(1 Timoteo 5 : 20) 

Decir que no podemos juzgar es una mentira del Diablo o una doctrina de demonios.   Pero por el contrario, nuestro Señor Jesucristo nos manda: 

“No juzguéis según las apariencias, sino JUZGAD con justo juicio”(Juan 7 : 24) 

La Palabra de Dios nos dice, en el texto que encabeza este mensaje, que nosotros los cristianos espirituales juzgaremos a los ángeles, cuánto más los asuntos de esta vida, a la luz de la Palabra de Dios. 

“En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie”

(1 Corintios 2 : 15) 

Pero, en realidad, no somos nosotros quienes juzgamos a los hermanos y al mundo, sino LA PALABRA DE DIOS, por eso podemos repetir lo que dijo nuestro Señor Jesucristo: 

“El que me rechaza, y no recibe mis Palabras, tiene quien le juzgue; LA PALABRA que he hablado, ella le juzgará en el día postrero”

(Juan 12 : 48) 

Sobre el asunto de reprender y perdonar, nuestro Señor Jesucristo dio una instrucción clara y precisa, para el caso de una ofensa personal: «Por tanto, si tu hermano peca contra tí, ve y REPRÉNDELE estando tú y él solos….De cierto os digo que todo lo que atéis en la Tierra, será atado en el Cielo; y todo lo que desatéis en la Tierra, será desatado en el Cielo” (Mateo 18 : 15-18) 

Pero,  

¿SI EL HERMANO O MINISTRO, PECA CONTRA TODA LA IGLESIA Y CONTRA LA PALABRA DE DIOS, PÚBLICAMENTE?  ¿SI PREDICA HEREJÍAS, SE EXHIBE ESCANDALOSAMENTE ANTE MILLONES Y ENGAÑA AL MUNDO CON UN EVANGELIO FALSIFICADO…..ACASO DEBEMOS REPRENDERLO OCULTAMENTE Y A SOLAS?     ¿O ACASO NO DEBEMOS POR IGUAL DENUNCIAR PÚBLICAMENTE LA APOSTASÍA INFILTRADA EN LA IGLESIA?  “DILO A LA IGLESIA” NOS MANDA NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO…..Y ESO HACEMOS ! 

Para terminar, y cambiando de tema, les compartimos lo siguiente: 

Llegó a mis manos un prometedor libro que recomendamos, “Más allá de la Seducción” de Dave Hunt, del que solo he leído su importante y acertada introducción hasta ahora.  Dice cosas que se identifican con nuestra labor  como las siguientes: 

“Muchos líderes eclesiales muy respetados y bien intencionados, están promoviendo enseñanzas y prácticas que están apartando a los cristianos de la fe bíblica. Hemos abrazado al mundo en lugar de denunciar su insensatez.  La insensatez mundana está abrazando a la Iglesia de hoy. El peligro más grande no es la persecución por parte del mundo y su cultura, sino su seducción. Se descarta la sana doctrina bíblica para echando mano de todo aquello que “funcione”. Lejos de arrepentirse, los que predican o promueven doctrinas cuestionables, han endurecido su actitud (han endurecido su cerviz, dice la Biblia)”

Dios les continúe bendiciendo.    

Vicente Mercado Santamaría.

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