¿REALMENTE YA NO ESTÁ VIGENTE EL BAUTISMO EN AGUA Y YA NO ESTÁ DISPONIBLE EL ESPÍRITU SANTO?

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

2 Timoteo 4:2: que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; REDARGUYE, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.

Estuve leyendo lo que escribía recientemente en su blog mi querido detractor, el Sr. Armando López Golart, con relación al tema de la recepción del Espíritu Santo de Dios en los creyentes. Pues bien, López dice que el bautismo del Espíritu Santo se recibía sólo previo bautismo en agua y por la imposición de manos de los apóstoles y de nadie más. Sostiene Don Armando que una vez que murieron todos los apóstoles ya nadie más podía recibir dicho Espíritu Santo, y por tanto ya no se hacía necesario el bautismo en agua, requisito previo para recibir el Espíritu Santo.

Por otro lado, el Sr. Armando López dice que la comisión de hacer discípulos y bautizar a los conversos recayó sólo en los apóstoles y para ello él se apoya en Mateo 28:18-20, que dice: “Por tanto, id (dirigiéndose sólo a los apóstoles), y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Amén”.  Así pues, el Sr. López cree haber encontrado la prueba final de que la responsabilidad de bautizar a los conversos recayó únicamente en los apóstoles del primer siglo y en ninguno más. Pero este razonamiento resulta falaz y peligroso por donde se lo mire, pues si sólo los apóstoles estaban llamados a bautizar, entonces sólo ellos tenían la tarea de hacer discípulos y de enseñar a los novicios a que guarden todas las cosas reveladas y mandadas por el Señor. ¿Pero creerá alguno, en su sano juicio, que sólo los apóstoles recibieron toda esa tarea, tanto de predicar el evangelio, como la de bautizar a los nuevos discípulos? Lo dudo, ya que eso hubiera significado la desaparición de la iglesia en una sola generación por falta de apóstoles evangelizadores. Sin embargo, es claro que en Mateo 28:18-20 Jesús se dirigía a toda la comunidad de creyentes que estuvieron representados por los apóstoles, tal como ocurrió con el pacto de la Santa cena, cuando Jesús les dijo a sus apóstoles que su sangre sería vertida por ellos. Sin embargo, el hecho de que Jesús dijera que su sangre sería vertida por sus apóstoles, no excluía que muchos otros hombres también se beneficiarían con su sangre derramada. Así pues, en Mateo 26:28 Jesús afirma que su sangre sería derramada por muchos, y no tan sólo por sus apóstoles. Estas son sus palabras:Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos ES DERRAMADA para remisión de los pecados” (Marcos 14:24). Así que hay que tener mucho cuidado de no sacar conclusiones antojadizas de las declaraciones de Jesús y de sus apóstoles que pueden apartarse de la verdad.

Ahora bien, el Sr. Armando López argumenta que sólo los apóstoles podían conceder el Espíritu Santo y ninguno más fuera de ellos. Pero si esto es verdad, entonces Pablo nunca pudo haber recibido el Espíritu Santo tal como lo dice el libro de los Hechos, y menos aún, convertirse en un apóstol de Jesucristo, y futuro rey y sacerdote del reino mesiánico, ya que no fue alguno de los apóstoles que le impuso las manos a Pablo, sino un tal Ananías, un discípulo no muy conocido en aquel entonces (Ver Hechos 9:17). No obstante, nadie pondría en tela de juicio que Pablo fue un gran apóstol, y que estuvo lleno del Espíritu Santo. Por lo tanto nos resulta errónea la afirmación de Don armando cuando dice que sólo los apóstoles impusieron las manos a fin de que otros pudieran recibir el Espíritu Santo, tal como ha quedado demostrado en este caso de Ananías y Pablo. Sin embargo, parece que Don Armando López sólo tuvo un ligero lapsus de su memoria sin ninguna mala intención.

Lo sucedido con Ananías y Pablo me otorga la libertad de suponer que si Ananías, un mero discípulo del Señor (no apóstol), pudo imponer las manos para que Pablo recibiera el Espíritu Santo, entonces fácilmente pudieron haber otros “Ananías” que siguieron esta costumbre de la imposición de manos aun mucho tiempo después de los apóstoles originales para que los novicios pudieran recibir el Espíritu Santo.

Pero sigamos examinando algunas otras afirmaciones preocupantes del Sr. López que no puedo dejar de comentar por amor a mis correligionarios y a la verdad una vez dada a los santos. Pues bien, Don armando sigue diciéndonos que sólo los apóstoles estaban autorizados a reclutar (por imposición de manos) a los que serían los verdaderos “hijos de Dios”, es decir, aquellos que serían los “reyes y sacerdotes” del futuro reino mesiánico, pero que después de su desaparición, ya nadie más podía ser un hijo de Dios. Es por tanto evidentemente que para López, el llamado para ser un “hijo adoptivo de Dios” terminó en el siglo I con la muerte del último apóstol.

El Problema que generaría el sostener que sólo los apóstoles fueron los encomendados a reclutar a los que serían los hijos de Dios, o los reyes y sacerdotes del reino (la iglesia), es que harían innecesarias e inoperantes sus epístolas para los que, según López, son cristianos no ungidos (no hijos de Dios). Y es que los apóstoles, y en especial Pablo, escribieron sus epístolas para ser leídas por cristianos ungidos por el Espíritu Santo, miembros del cuerpo o iglesia de Cristo. Esto significaría que aquellos que no son ungidos por el Espíritu Santo no tendrían por qué leer, y menos aún, seguir las recomendaciones dadas por los apóstoles en sus cartas que fueron, repito, dirigidas a cristianos ungidos. Recordemos que Pablo formaba iglesias, todas las cuales estaban conformadas por personas que habían recibido el Espíritu Santo por su intermedio. A la iglesia de Efeso, por ejemplo, Pablo les dice esto: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el ESPÍRITU SANTO de la promesa” (Efesios 1:13). Esto significaría que si uno no es un hijo de Dios, y no es ungido por Espíritu Santo, no tendría por qué leer la carta a los Efesios, ya que Pablo dirige sus consejos e instrucciones para los que son ungidos por el Espíritu Santo, a la iglesia o cuerpo de Cristo. De igual modo podemos decir de la carta de Pablo a los Tesalonicenses, la cual fue dirigida a cristianos que por su intermedio habían recibido el Espíritu Santo. Recordemos, por un instante, lo que Pablo les escribió a la iglesia de Tesalónica: “Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo”. Así que nosotros, los que supuestamente no somos ungidos por el Espíritu Santo, no tendríamos por qué molestarnos en seguir las instrucciones dadas por Pablo a los Tesalonicenses, ¿no les parece?

Otro problema que presenta la tesis de don Armando, es decir, que sólo los apóstoles conferían el derecho de ser hijos de Dios por el bautismo del Espíritu Santo (vía imposición de sus manos), es que haría innecesario que el “común de los creyentes” post apostólicos tengan que recibir a Cristo, y creer en su nombre, salvo, claro, que admitan que si así lo hacen serán hechos hijos de Dios. Recordemos que en Juan 1:12 se dice que para ser un hijo de Dios es indispensable recibir a Cristo por medio de creer en su nombre.

Juan 1:12: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos HIJOS DE DIOS.

¿Nos damos cuenta de lo grave del asunto? Si ya nadie hoy puede ser un hijo de Dios, entonces ya nadie necesita recibir a Cristo y creer en su nombre, lo cual nos condenaría! Esto es muy serio! Pero si aún mantenemos la necesidad de recibir a Cristo y creer en su nombre, entonces la posibilidad de ser hechos hijos de Dios estaría aún abierta para todos hoy.

Además, si sólo recibieron el Espíritu Santo aquellos que se les impuso las manos (por los apóstoles) ¿cómo pueden los creyentes de hoy mostrar los dones y frutos del Espíritu si supuestamente no tienen el ungimiento del Espíritu Santo? ¿No es acaso el fruto del Espíritu amor, gozo, paz, etc (Gál. 5:22). ¿Acaso los cristianos de hoy son todos unos amargados, sin amor, sin gozo, y sin paz en sus vidas porque supuestamente no pueden recibir el Espíritu santo de manos de los apóstoles, los cuales ya hace mucho tiempo fallecieron?

El otro problema que se suscita al afirmar que sólo los cristianos que fueron ungidos por la imposición de manos de los apóstoles son hijos de Dios es que obstaculiza la futura resurrección de los salvos. Así pues, si uno lee con cuidado lo que les dice Pablo a los romanos, veremos la importancia de que todos los creyentes, sin excepción alguna, tengan el ungimiento del Espíritu Santo.

Romanos 8:1 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús MORA EN VOSOTROS, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que MORA EN VOSOTROS.

Tomen nota que sólo podrán resucitar inmortales aquellos que tienen el Espíritu Santo morando en ellos. Si sólo un pequeño grupo de personas tiene ese Espíritu vivificante en ellos, entonces sólo ese pequeño grupo podrá resucitar de la tumba, el resto de los creyentes no. Simplemente permanecerán muertos para siempre. ¿Se dan cuenta lo trágico que es no tener el Espíritu Santo en uno?

Luego Don Armando López afirma que ya no es necesario el bautismo en agua, dado que éste sólo fue un prerrequisito para aquellos que recibirían el Espíritu Santo por la imposición de manos de los apóstoles. Sin embargo, tenemos el caso particular de los gentiles de Cesarea, el cual desbarata la tesis de López. Estos gentiles de Cesarea recibieron el Espíritu santo mientras oían el discurso de Pedro, sin ninguna previa imposición de manos apostólicas sobre ellos, y sin un previo bautismo en agua. Dice así el pasaje:

Romanos 10:44,47: “Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el ESPÍRITU SANTO cayó sobre todos los que oían el discurso. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?” Así que no siempre fue necesaria la imposición de manos y el bautismo en agua para recibir el Espíritu Santo. Es más, se puede tener el Espíritu Santo y aun así necesitar el bautismo en agua.

Finalmente, si en verdad ni el bautismo en agua, ni el bautismo en el Espíritu Santo están vigentes hoy, entonces ninguno hoy que se convierte a Cristo puede ser añadido a su iglesia, pues en Hechos 2:41,47 dice claramente: “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron (¿a dónde?) aquel día como tres mil personas. Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Entonces es clarísimo que si ya no es necesario el bautismo en agua para la salvación desde la muerte de los apóstoles, entonces la iglesia no debió crecer tanto como lo está haciendo hoy. Simplemente debió quedarse tan pequeña como lo estaba en el siglo I.

Cuando Jesús le dijo a Nicodemo que debía nacer de nuevo para ver y entrar en el reino, tanto por agua, como por Espíritu, se lo decía para todos los que querían ganar la vida eterna en el reino, y no tan sólo a una clase ungida como sostiene el Sr. López. El joven rico que tuvo un encuentro con Cristo quería ganar la vida eterna, y le preguntó al señor lo que debía hacer para conseguirla, pero Jesús viendo que éste amaba más sus posesiones materiales que la vida eterna, exclamó, ¡De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos! (Mt. 19:16-25). Por tanto el bautismo se hace necesario porque sin este renacimiento por agua y espíritu nadie puede ganar la vida eterna, o lo que es lo mismo decir, entrar en el reino. ¿Está buscando Don Armando la vida eterna? Si lo busca, entonces debe nacer de agua y del Espíritu para entrar en el reino. Recordemos que entrar en el reino equivales a entrar a la vida, y para eso se requiere nacer de agua y del Espíritu. ¿Nos damos cuenta entonces de lo peligroso que es afirmar que el bautismo en agua y el bautismo en el Espíritu no están vigentes hoy?

Continuará la paliza…

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