BOYD BUSHMAN—SU ÚLTIMA ENTREVISTA: UN DOCUMENTAL SOBRE EL ÁREA 51 Y LOS OVNIS EN TUCSON, ARIZONA

 

Area 51 ovnis

Poco antes de que Boyd Bushman falleciera el 7 de agosto de 2014, él permitió la grabación de este video para hablar con franqueza de sus experiencias personales con el Área 51 , ​​los ovnis, extraterrestres y las ideas anti-gravedad. Boyd era un científico mayor jubilado por Lockheed Martin. Su carrera abarcó más de cuarenta años, fue galardonado con muchas patentes, y se incluye el trabajo con los contratistas de defensa Hughes Aircraft, General Dynamics, Texas Instruments, y Lockheed Martin.

Su opinión?

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL REY DAVID (TEMA TRATADO: EL REINO DE DIOS)

Entrevistador:

Muchas gracias rey David por aceptarme esta entrevista exclusiva y privada desde este remoto lugar de la tierra. Sé que tú fuiste el segundo rey que tuvo Israel, después que Saúl, el primer rey, desobedeciera a Dios. Además, tengo entendido que Dios hizo contigo un pacto muy especial que traería bendiciones futuras a toda la humanidad. Por esta razón es que yo he querido hacerte una serie de preguntas para que me expliques, en detalle, sobre ese pacto divino que recayó en tu persona.

Rey David:

Con mucho gusto mi amigo. Yo estoy presto a responder a todas tus inquietudes al respecto, pues creo que los creyentes tienen todo el derecho de saber qué me prometió Dios, y cómo influye e influirá esa promesa en ellos. Muchos han olvidado que Jesucristo descendió de mi, y yo de Abraham. Esto quiere decir que Jesucristo es un descendiente mío y del fiel Abraham (Mateo 1:1). Adelante, pues, con tus preguntas.

Pregunta # 1:

Entrevistador:

Dime, rey David: Sé que Saúl, tu antecesor, fue el primer rey que tuvo el pueblo de Israel después de haber sido gobernado por los llamados “jueces de Israel”. ¿Por qué fueron reemplazados los jueces de Israel por los reyes judíos allá por el año 1095 a.de J.C?

Rey David:

Resulta que mi pueblo vio como las demás naciones eran gobernadas por reyes que ejercían el dominio sobre el pueblo y tenían poder, gloria, súbditos, trono, palacio, etc; y ellos le pidieron a Dios que les diera un rey visible a quien pudieran presentar sus quejas y pedir solución a sus necesidades. También querían que un rey les diera confianza y liderazgo en las guerras con los vecinos(1 Samuel 8:5). No obstante, a Dios no le agradó la petición, pero a insistencia del pueblo, Dios accedió, pero no sin antes advertirles sobre las inconveniencias que acarrea tener un rey sobre ellos (1 Samuel 8:11-17).

Pregunta # 2:

Entrevistador:

Sin duda, rey David, que la monarquía israelita no comenzó sin contratiempos. El primer rey Saúl fue desobediente a Dios y finalmente fue desechado. ¿Cuál fue la razón de su rechazo?

Rey David:

La razón por la cual Dios rechazó a mi antecesor Saúl es porque él desobedeció la orden de matar y destruir a todos los amalecitas, hombres, mujeres, niños, y ancianos, así como a todos los animales. Saúl no mató al rey amalecita Agag, y perdonó la vida de lo mejor de las ovejas, del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros, y de todo lo bueno, y no los quiso destruir (1 Samuel 15:3-11).

Pregunta # 3:

Entrevistador:

Pero rey David, Saúl se habrá defendido justificando de algún modo su mal proceder. ¿Ocurrió eso?¿Se justificó Saúl?

Rey David:

Por cierto que Saúl se quiso justificar hipócritamente ante Dios diciendo que el pueblo (no él) había reservado los mejores animales para ofrecerlos en sacrificio para Jehová (1 Samuel 15:21).

Pregunta # 4:

Entrevistador:

¿Cuál fue la respuesta que dio Dios a Saúl a través de Samuel, su siervo?

Rey David:

Samuel dijo: “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de carneros (sacrificios)” (1 Samuel 15:22). De modo que Dios se arrepintió de haber ungido a Saúl como rey de Israel ( 1 Samuel 15:35).

Pregunta # 5:

Entrevistador:

Dime, rey David, ¿cómo fue que tú llegaste a ser el segundo rey de Israel, no siendo tú un hijo de Saúl?

Rey David:

Quiero decirte que cuando murió Saúl, yo fui ungido rey sobre Judá, y tuve mi centro de operaciones en la ciudad de Hebrón. Pero Isboset, el hijo sobreviviente de Saúl, fue nombrado rey sobre la mayor parte de Israel por Abner hijo de Ner, general del ejército de Saúl. Este hijo de Saúl fue rey sobre Galaad, sobre Gesuri, sobre Jezreel, sobre Efraín, sobre Benjamín, y sobre todo Israel, excepto Judá, cuyo rey era yo. De modo que hubo en Israel dos reyes simultáneamente, aunque yo era el ungido del Señor. Con el paso de los años, Isboset fue perdiendo fuerza y poder, y yo fui creciendo hasta que una vez asesinado Isboset por dos de sus oficiales, yo fui por tercera vez ungido rey sobre todo Israel (2 Samuel 2:8-10; 5:3).

Pregunta # 6:

Entrevistador:

Rey David: ¿Cuántos años reinaste en Hebrón?

Rey David: 

Yo reiné en Hebrón siete años y seis meses (2 Samuel 2:11).

Pregunta # 7:

Entrevistador:

Dime, rey David: ¿Qué edad tenías cuando empezaste a ser el rey absoluto de todo el pueblo de Israel? Y además dime: ¿Dónde y cuánto tiempo reinaste sobre tu pueblo?

Rey David: 

Yo tenía 30 años cuando empecé a reinar, de los cuales 7 años y 6 meses fue en Hebrón, sobre Judá, y 33 años en Jerusalén, sobre Israel y Judá (2 Samuel 5:4,5).

Pregunta # 8:

Entrevistador:

Dime, rey David, sabemos que Dios te hizo a ti un pacto solemne: ¿Me puedes decir cuál fue esa promesa o pacto?

Rey David:

Dios me dijo claramente así: “Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré a él padre, y él me será a mi hijo…y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable eternamente” ( 2 Samuel 7:12-16).

Pregunta # 9:

Entrevistador:

Rey David: ¿Qué más te dijo Dios?

Rey David:

Me dijo lo siguiente: “No faltará a David varón que se siente en el trono de la casa de Israel” (Jeremías 33:17).

Pregunta # 10:

Entrevistador:

Dime, rey David: ¿Acaso no cumplió esa profecía tu hijo Salomón, al edificar un templo o casa a Dios en Jerusalén?

Rey David:

Así es. Salomón cumplió con edificar a Dios una “casa-templo”. No obstante, esta profecía se extiende más allá de él, pues Dios habló que su reino sería eterno, o sea, más allá de Salomón. Ahora toma nota de la relación ‘padre-hijo’ del pacto en mención. ¿No nos hace pensar esto en Dios y Su Hijo unigénito, el Mesías Jesús? (Hebreos 1:5-13). Es claro que Jesús continuará mi reino, mi trono, mi casa, en la misma capital de Israel  en su segunda venida, pues así lo anunció el ángel Gabriel a María (Lucas 1:31-33).

Pregunta # 11:

Entrevistador:

Dime, rey David: ¿Cómo sabemos que tu reino era el reino de Dios?

Rey David:

No recuerdas cuando dije que Dios escogió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová Dios? (1 Crónicas 28:5). E igualmente dice 1 Crónicas 29:23 que mi hijo Salomón se sentó en el trono de Jehová Dios como rey en lugar de mi, su padre. Entonces mi reino y mi trono eran de Dios (=el reino de Dios).

Pregunta # 12:

Entrevistador:

Dime, rey David: ¿Cómo podemos saber que Dios cumplirá su promesa contigo?

Rey David:

Dios mismo lo dijo: “Si pudiereis invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de tal manera que no haya día ni noche a su tiempo, podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono…” (Jeremías 33:20,21). En otras palabras, si Dios no cumpliera conmigo, tampoco habría día y noche.

También Dios dijo de mi: “Mas no quitaré de él mi misericordia, ni falsearé mi verdad. No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios. Una vez he jurado por mi santidad, y no mentiré a David. Su descendencia será para siempre, y su trono como el sol delante de mi. Como la luna será firme para siempre, y como testigo fiel en el cielo” (Salmo 89:33-37).

Pregunta # 13:

Entrevistador: 

Dime, rey David: ¿Dónde estarán los tronos de tu casa?

Rey David: 

Ya lo dije en mi Salmo 122:3-5: Jerusalén…y allá subieron las tribus de Jah…porque allá están las sillas del juicio, los tronos de la casa de David.

Pregunta # 14:

Entrevistador:

Rey David, el profeta Jeremías habló de ti ¿Me puedes decir qué dijo él de ti en particular?

Rey David:

El dijo también de mi lo siguiente: “En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:15). Es decir, Jeremías profetizó la venida de un descendiente mío que traerá juicio y justicia en la tierra. Obviamente se refiere al Mesías.

Pregunta # 15:

Entrevistador: 

Es claro, rey David, que un hijo tuyo tomará tu trono, y será recto y justo. También lo llamarán con títulos extraordinarios. ¿Qué nos puedes decir al respecto?

Rey David:

Así es, pues también el profeta Isaías habló de mi descendiente, cuando dijo por mandato de Dios: “…y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre” (Isaías 9:6,7).

Pregunta # 16:

Entrevistador:

Rey David, algunos creen que el reino tuyo estará en el cielo. ¿Es eso posible?

Rey David:

Muchas personas no creen en las palabras y pactos literales que hizo Dios para conmigo. En principio, mi reino nunca estuvo localizado en el cielo, como ya lo expliqué antes, sino en la tierra prometida. Por otro lado, el profeta Jeremías anunció que “Jerusalén será llamado trono de Jehová”(Jeremías 3:17). Y el mismo Señor Jesucristo afirmó que “Jerusalén es la ciudad del gran rey” (Mateo 5:33-35).

Pregunta # 17:

Entrevistador: 

Rey David, es claro que el Mesías y heredero de tu trono reinará entre los hombres. ¿Tienes alguna promesa clara en ese sentido?

Rey David:

Ya me lo dijo Dios cuando me prometió lo siguiente: “Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Jehová” (2 Samuel 23:3). Y yo mismo dije de mi descendiente prometido:”…y pastorearás las naciones en la tierra” (Salmos 67:4). Observa que se profetiza que habrá un justo que gobernará entre los hombres, y no desde el cielo. Sí, Jesús será un gobernante, y tendrá un gobierno mundial.

Pregunta # 18:

Entrevistador:

Dime, rey David: ¿Cómo saber que el reino de tu hijo será mundial?

Rey David: 

Ya lo dije en mi Salmo 72:7,8, 11: “Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar. Y desde el río hasta los confines de la tierra. Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.” Esto también lo confirmó el profeta Daniel cuando dijo: “Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria, y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido” (Daniel 7:13,14).

Pregunta # 19:

Entrevistador: 

Rey David, algunos sostienen que el pacto que hizo Dios contigo no se cumplirá puesto que ya no existe una monarquía en Israel. ¿Me puedes explicar cómo podrá cumplirse la promesa de un descendiente tuyo en tu trono inexistente?

Rey David: 

Ya has leído en el libro del profeta Ezequiel, el cual profetizó que mi reino quedaría suspendido en el tiempo hasta que viniera aquel descendiente mío que lo restauraría como era antes. Pues bien, desde el año 586A.C se suspendió mi monarquía en Israel, cuando mi descendiente, el impío rey sedequías, fue destituido y desterrado a Babilonia por el rey Nabuconodosor.  Desde esa fecha hasta hoy no ha habido un rey de mi sangre en Israel, pero lo habrá en el futuro, pues así lo anunció Dios al profeta Ezequiel (Ezequiel 21:25-27).

Pregunta # 20:

Entrevistador: 

Dime, rey David: ¿Es la esperanza de tu pueblo, la futura restauración de tu reino en Israel?

Rey David:

Cuando Jesús el Cristo vino como mortal hace dos milenios, sus discípulos, que eran mis paisanos y descendientes, le preguntaron: “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Como puedes ver, los discípulos de Jesús esperaban que mi reino se restaurara en Israel.

Pregunta # 21:

Entrevistador:

 Rey David, otro grupo de “creyentes” sostiene que los discípulos estaban equivocados pensando en un reino como el tuyo. Afirman esos creyentes que el reino de Cristo es diferente, pues es uno localizado “en el corazón de los creyentes”, o que es “la iglesia que fundó Jesús”.¿Cuál es tu opinión?

Rey David:

Yo creo que los discípulos no estaban errados con su pregunta, pues Jesús había estado con ellos 40 días hablándoles claramente del reino de Dios (Hechos 1:3). Además, en el verso 7 de Hechos 1, el Señor no los reprende o corrige por semejante pregunta, pues era oportuna, sino que sólo se limita a decirles que a ellos no les toca saber los tiempos o las sazones que Dios puso en su sola potestad”.

Pregunta # 22:

Entrevistador:

Dime, rey David: ¿Estarás tú también en ese reino milenario de Jesucristo en Jerusalén?

Rey David: 

Bueno, eso ya lo dijo Jesús cuando vino hace dos milenios: “Cuando veáis…a todos los profetas en el reino de Dios…” (Lucas 13:28). Nota que Jesús dijo que todos los profetas también estarán en el reino de Dios. ¿Acaso te olvidas que yo fui también rey y profeta?. Ya lo dijo San Pedro acerca de mi con estas palabras: “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David… perosiendo profeta…” (Hechos 2:29,30). ¡Esto significa que yo estaré en el reino de Dios!

Pregunta # 23:

Entrevistador:

Entonces rey David: ¿Creías en que algún día resucitarías de la muerte para ver cumplida la promesa o pacto que Dios hizo contigo y tu descendencia?

Rey David:

Ya lo dije yo en mi Salmo 17:15: “En cuanto a mi, veré el rostro de Jehová en justicia; estaré satisfecho cuando despierte (resucite) a tu semejanza”. Sin duda San Juan habló de esto mismo cuando escribió: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando el se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es”( 1 Juan 3:2). ¿No se parecen mis palabras del Salmo 17:15 a las del apóstol Juan? Y Juan está hablando del retorno de Cristo, cuando glorifique a vivos y muertos en la fe. Por tanto, mi respuesta es que yo sí creí, y creo, en la resurrección (despertamiento) de los justos difuntos en la parusía (venida) de Cristo.

Pregunta # 24:

Entrevistador:

Hay quienes creen, rey David, que tu subiste al cielo cuando falleciste: ¿Es verdad eso?

Rey David:

Ya lo dijo San Pedro en su sermón apologético en Jerusalén: “Porque David no subió a los cielos…” (Hechos 2:34).

Pregunta # 25:

Entrevistador: 

Dime, rey David: ¿Cuál será la característica singular del reino de tu hijo, el Mesías?

Rey David:     

Bueno, el Mesías o Cristo regirá a todos los pueblos con vara de hierro, es decir, con fuerza, justicia, y rectitud. En mi Salmo 2 y versos 9 y 11 dije proféticamente: “Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás…honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira”.

Pregunta # 26:

Entrevistador:

Dime, rey David: Si Cristo estará reinando desde Israel a todo el mundo, es lógico que sus apóstoles y demás discípulos participen de ese reino tuyo restaurado. ¿Qué me puedes decir al respecto?

Rey David:     

Para contestar esa pregunta debo remontarme al Nuevo Testamento, pues allí encontramos más detalles sobre mi reino. Ya lo dijo Pablo al joven Timoteo: “Si sufrimos, también reinaremos con él” (2 Timoteo 2:12). Y a sus apóstoles Jesús les dijo: “De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mateo 19:28). Y como ya dije en mi salmo 122:3-5, los tronos de mi reino estarán en Jerusalén. ¡Lee el texto nuevamente!

Pregunta # 27:

Entrevistador: 

Tú, al  mencionar las palabras del Señor Jesús, dices que cuando Cristo se siente en su trono de gloria, los apóstoles y creyentes en general se sentarán en sus tronos de gloria. Pero: ¿Cuándo se sentará Cristo en su trono de gloria? Algunos dicen que ahora Cristo ya está sentado en su trono de gloria en el cielo. ¿Qué dices tú?

Rey David:   

Yo quiero hacerte recordar lo que Jesús, mi hijo, dijo al respecto en Mateo 25:31,34. Sus palabras son como siguen: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,entonces se sentará en su trono de gloria. Entonces dirá el rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. La respuesta es, pues, simple. Cristo aún no reina en mi reino con sus seguidores, pero lo hará cuando regrese a este mundo nuevamente. De modo que los que dicen que Jesucristo ya está reinando en mi reino, están afirmando necesariamente que él ya regresó visiblemente a la tierra. ¿puede alguien creer esto último?

Pregunta # 28:

Entrevistador:

Dime, rey David: ¿Qué tiempo durará el reino de Cristo?

Rey David:

Ya lo dijo muy claramente el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis 20:4: “…y vivieron y reinaron con Cristo mil años”. Es decir, el reino de mi descendiente Jesús no será derrocado o destruido por nadie, y es por esto que durará diez siglos. Diez siglos de prosperidad, paz, justicia, amor, fraternidad y concordia. Ah, y para reinar con Cristo mil años, uno tiene que haber recibido la inmortalidad.

Pregunta # 29:

Entrevistador:

Rey David, ¿Qué fue lo que dijeron la multitud cuando Jesús entraba en Jerusalén en un asno joven?

Rey David:

Básicamente dijeron: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene!¡Hosanna en las alturas!” (Marcos 11:9,10). Como puedes ver, mis paisanos esperaban que mi reino viniera a Israel, y lo veían cerca cuando Jesús, mi heredero, entraba  en Jerusalén.

Pregunta # 30:

Entrevistador:

Dime David: ¿Estuvieron tus seguidores equivocados con esa expectativa de un reino inminente?

Rey David:

No estaban errados, aunque se equivocaron en lo que respecta al tiempo de su restauración. Por eso Jesús habló la parábola de la Diez Minas, para explicarles que primero él tenía que ir al cielo para recibir ese poder y dominio del Padre(Lucas 19:11).

Pregunta # 31:

Entrevistador:

Dime, rey David, parece que los discípulos de Jesús aún pensaban en que el reino se establecería en su tiempo, lo cual era una idea errada. ¿Es posible saber cuándo vendrá el reino?

Rey David:

La respuesta ya la dio mi propio heredero Jesucristo, cuando dijo muy claramente: “Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” (Marcos 13:32, Hechos 1:3,6,7).

Entrevistador:

Bueno, rey David, muchísimas gracias por haberme brindado tu precioso tiempo para desarrollar esta importante entrevista desde este bello lugar. Espero el día en que nos volvamos a ver cara a cara en presencia de tu descendiente y heredero de tu trono, el Mesías Jesús.

Rey David:

Yo quiero exhortar a todos y cada uno de los creyentes a que perseveren en la fe, y que no dejen de aguardar la bendita esperanza de la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, evento éste que significará bendición y felicidad para todas las familias de la tierra (Tito 2:13). ¡Nos vemos en mi reino restaurado en la persona de mi hijo, el Mesías de Dios.

FIN DE LA ENTREVISTA

¿TIENE ISRAEL LA VOLUNTAD DE ATACAR A IRÁN? USTED DEBE LEER LA HISTORIA EN EL DOMINICAL DEL NEW YORK TIMES

 

Foto: Ehud Barak

En el dominical del New York Times, la revista publica una lectura del periodista israelí Ronen Bergman. Lleva por título, «¿Atacará Israel a Irán?» Fragmentos de la primera página:

  • A medida que la tarde del sábado se acerca del 13 de enero, Ehud Barak, se paseó por la amplia habitación en el piso de su casa, muy por encima de una calle en el norte de Tel Aviv, con sus paredes forradas con miles de libros sobre temas que van desde la filosofía y la poesía a la estrategia militar. Barak, el ministro de Defensa israelí, es el soldado más condecorado en la historia del país y uno de los políticos más experimentados y polémicos. Se ha desempeñado como jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas de Defensa de Israel, el ministro del Interior, ministro de Relaciones Exteriores y primer ministro. Ahora se enfrenta, junto con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otros 12 miembros del gabinete de seguridad interior de Israel, a la decisión más importante de su vida –  para lanzar un ataque preventivo contra Irán. Nos reunimos por la tarde, y nuestra conversación comenzó – el primero de varios durante la próxima semana – se prolongó durante dos horas y media, entrada la larga noche. «No se trata de un concepto abstracto», dijo Barak mientras contemplaba las luces de Tel Aviv, «sino de una preocupación genuina. Los iraníes, después de todo, una nación cuyos dirigentes se han fijado un objetivo estratégico de borrar a Israel del mapa «. ….

  • Netanyahu y Barak han subrayado en repetidas ocasiones, tanto que la decisión aún no se ha hecho y que el plazo para la toma de una no se ha establecido. A medida que hablaba, sin embargo, Barak estableció tres categorías de preguntas, que caracterizó como «la capacidad de Israel de actuar», «legitimidad internacional» y la «necesidad», todos los cuales requieren respuestas afirmativas antes de tomar una decisión al ataque:

  • 1.) ¿Tiene Israel la capacidad de causar graves daños a las instalaciones nucleares de Irán y provocar un retraso importante en el proyecto nuclear de Irán? Y pueden los militares y el pueblo israelí soportar el contraataque inevitable?

  • 2.) ¿Tiene Israel el apoyo abierto o tácito, en especial de Estados Unidos, para llevar a cabo un ataque?

  • 3.) Tiene todas las demás posibilidades de contención de la amenaza nuclear de Irán han agotado, con lo que Israel, hasta el punto de último recurso? Si es así, ¿es ésta la última oportunidad para un ataque?

  • Por primera vez desde que la amenaza nuclear iraní surgió a mediados de la década de 1990, por lo menos algunos de los líderes más influyentes de Israel creen que la respuesta a todas estas preguntas es sí.

ENTREVISTA A DANIEL ESTULIN SOBRE LA REUNIÓN BILDERBERG 2011

El hombre tras los libros DanielStulin1

Entrevista exclusiva a Daniel Estulin, el autor y el periodista investigador que el año pasado junto con el político italiano Mario Borghezio reveló sus conclusiones sobre los Bilderberg que van al Parlamento Europeo.

El Grupo Bilderberg es uno de los clubes más sigilosos y exclusivos que atrae a la gente del mundo más poderosa. Sus reuniones son por invitación sólo y ocurren bajo una apretada seguridad, lejos de los ojos curiosos del público y la prensa.

Ellos quieren el control de todo ahora. Quiero decir, ellos ya controlan el dinero de la reserva mundial, el US$ a través de Reserva Federal. Por lo tanto, si los EE.UU entra en una depresión, el mundo entero será afectado. Pero ahora ellos quieren el control de la vida personal de cada individuo por un gobierno mundial que decidirá cuánta agua usted usará, sus impuestos de carbón, alimento del OGM, ninguna soberanía nacional, vigilancia etc. Asi que definitivamente éste es un gobierno mundial que quiere hacer todas las reglas.

¿QUIEREN SABER POR QUÉ LOS AMERICANOS ESTÁN EN AFGANISTÁN? ENTREVISTA CON JESSE VENTURA (PARTE 1—EN INGLÉS)

Jesse Ventura habla sobre el mundo, y en su nuevo libro «63 documentos el Gobierno no quiere que usted  lea», Jesse Ventura dice que HAARP probablemente causó el terremoto en Japón.
El entrevistador intentó destruirlo y ridiculizarlo llamándolo un teórico de la conspiración , pero Jesse se defendió muy bien.
Jesse Ventura dice que Dick Cheney sabía lo del 911, el pasado secreto de Barack Obama de la CIA

PRIMERA PARTE DE LA ENTREVISTA QUE ME HICIERA «LAVASORI» HACE POCO

Esta es la primera parte de la entrevista que concedo a cualquiera interesado en dialogar conmigo en público, y que creo será de suma utilidad para demostrar que vuestro servidor no es el Lic. Lavasori, quien es un cristiano dedicado a exponer, con documentos fidedignos, las falacias de la Sociedad Watchtower Bible & Tract de los Testigos de Jehová.  

 

¿DICE LA BIBLIA ALGO ACERCA DEL FIN DEL MUNDO EN EL 2012?

Publicamos este artículo sabiendo que el Dr. Hitchcock es un premilenialista (yo-apologista- soy un post tribulacionista convicto y confeso), y como tal, el Dr. Hitchcock es un ferviente expositor del rapto secreto de la iglesia, doctrina que no comparto en absoluto. Sin embargo, vale la pena considerar algunas cosas interesantes que dice en la siguiente entrevista que se le hizo por razón de su reciente libro: 

 

Por Nathan Jones

 

Dr. Mark Hitchcock, autor de 2010

El Dr. David Reagan y yo tuvimos recientemente el placer de entrevistar al Dr. Mark Hitchcock en el programa Christ in Prophecy (Cristo en la Profecía). Mark es un importante experto en profecía bíblica, un autor prolífico que ha escrito más de 20 libros acerca de los tiempos del fin, Pastor Principal de Faith Bible Church, ubicada en Oklahoma, y miembro adjunto de la Facultad del Seminario Teológico de Dallas. Es también un orador muy solicitado en conferencias de profecía bíblica por toda la nación.

El Dr. Hitchcock fue invitado a responder preguntas basadas en un libro que acaba de publicar acerca de la extensa especulación y aun histeria acerca de que el mundo llegará a su fin el 21 de diciembre del 2012. El libro se titula: 2012: The Bible and the End of The World (2012: La Biblia y el Fin del Mundo).

La Biblia acerca del 2012

Dr. Hitchcock: La Biblia no tiene nada qué decir acerca del 2012, y creo que eso es muy importante, o acerca de cualquier fecha específica de los tiempos del fin. De hecho, cuando las personas establecen fechas como ésta, no están leyendo la Biblia. En el libro de Revelación no hay fechas establecidas en él.

Jesús dijo que no debemos establecer fechas. Incluso dijo en Mateo 24:35-36: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre”. Claramente, Jesús durante Su encarnación ni siquiera sabía.

La Historia está plagada con establecedores de fecha y ellos siempre han estado equivocados. Cuando alguien establece una fecha para la Segunda Venida de Cristo o para el fin del mundo, usted puede estar seguro de que ése no es el día en el que va a suceder.

Recuerde que justo antes de que Jesús se fuera al Cielo, Sus discípulos le preguntaron en Hechos 1:6-7: “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?”. Él les respondió, “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad”. Así que, no sólo no debemos enfocarnos en el 2012, la Biblia en realidad prohíbe establecer fechas para la Segunda Venida de Cristo y para el fin del mundo.

Sabemos que el 2012 no puede ser el momento de la Segunda Venida, porque si lo fuese, la Tribulación tendría que haber empezado en el 2005 y el Rapto ya habría ocurrido. Ahora, el Rapto podría ocurrir en el 2012, porque puede ocurrir en cualquier año y en cualquier momento, pero el 2012 no puede ser el momento de la Segunda Venida ni del fin del mundo. El mundo no va a acabar hasta el final del Reinado Milenial de Cristo.

Aun cuando Jesucristo regrese a esta Tierra, el mundo no llegará a su fin. Va a ser renovado antes de entrar al Reino Mesiánico, el cual es el Reinado Milenial de Cristo. Va a haber una tremenda renovación de la Tierra. Va a ser un paraíso recuperado. Y, de Nuevo, cuando lleguemos al final de esos 1,000 años, Apocalipsis 21:1 dice, “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más”. Creo que Dios va a deshacerlo todo y va a volver a unirlo de nuevo. Así pues, técnicamente, si alguien dice, “¿Cuándo va a acabar el mundo?”, podemos responder, “Al menos dentro de 1,007 años a partir de ahora”.

En efecto, la Tierra nunca acabará; durará para siempre jamás. Va a haber un Cielo nuevo y una Tierra nueva que Dios va a hacer, una gloriosa, una que ha sido devuelta a su perfección original. La población va a morar, dice la Biblia, en rectitud y en perfección. ¡Apenas puedo esperar para que ese día llegue!

 

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El 23 de Marzo de 1930 el diario matutino The Herald de Syracusa le hizo una entrevista exclusiva al juez Rutherford (segundo presidente de la Watchtower de los Testigos de Jehová) para que explicara al público en general por qué aún mantenía su idea fija de que los antiguos patriarcas de la pre cristiandad resucitarían de todas maneras en cualquier momento y que él los hospedaría en su mansión de Beth Sarim (en Californa), cuando en realidad su pronóstico para ese suceso extraordinario señalado para 1925 ya le había fallado.

ANTHONY BUZZARD – UNA ENTREVISTA EN ATLANTA

Dan J. Gill entrevista a Anthony Buzzard en su casa cerca de Atlanta. En el transcurso de esta entrevista, una variedad de interesantes temas de las Escrituras son consideradas. En su propia y única manera, el Profesor Buzzard aborda una serie de temas interesantes, incluyendo el significado de la palabra hebrea «echad», la consideración de temas de la «pre-existencia», y una variedad de otros asuntos. No se pierda esta oportunidad única para disfrutar de una tarde con Anthony Buzzard y escuchar su interacción con la Reforma del siglo 21. (En Inglés solamente).

 

http://www.21stcr.org/multimedia/anthony_buzzard_atlanta_interview/anthony_buzzard_atlanta_interview.html

AHMADINEYAD ENTREVISTADO POR PERIODISTA ESTADOUNIDENSE (VIDEO)

Una acalorada entrevista, fue la que ofreció el presidente iraní Ahmadineyad, cuando un periodista estadounidense lo enfrento, y le hizo varias preguntas serias, en referencia a las armas nucleares y algunos puntos sobre el terrorismo. En la entrevista realizada (tras la Cumbre Nuclear), se puede ver la tensión del presidente iraní, en donde se ve confiado ante cualquier amenaza de guerra en contra de su gobierno.

En el video, el presidente Ahmadineyad, asegura que “el régimen Sionista esta acabado”. Debemos de tomar en cuenta que cuando el presidente de Irán Ahmadineyad se refiere a Sionismo, se esta refiriendo a la patria de Israel, la cual fue apoyada por este movimiento Sionista, para que un día los judíos fueran repatriados en su propia tierra. Este movimiento fue el responsable de que Israel se consolidara una nación en 1948.

Aquí el video

Subtitulado y traducido por: Ademuz-e-Xperience Youtube 1978mahdi

Esta es otra de las razones, por las cuales creemos que la guerra de Gog y Magog descrita en el libro de Ezequiel, podría estar perfilándose contra Israel.

Analice el siguiente estudio, y vea quienes son los países que acaparan los titulares mundiales en este momento. Cuando se esta hablando de una guerra próxima, vemos que los países mas sobresalientes son, Irán, Rusia, China, Siria e Israel (por mencionar algunos de los mas sobresalientes).

Gog y Magog

Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Mat. 24:6

Ezequiel 38:18-23

JESUCRISTO CONCEDE UNA ENTREVISTA PRIVADA A APOLOGISTA

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

“Esta es una entrevista imaginaria, pero que trata un tema bíblico central y real que pocos conocen”.

TEMA TRATADO: EL REINO DE YAHWÉH

1 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿me podrías decir para qué te envió El Todopoderoso al mundo?

Yahshúa el Mesías: Yo dije claramente que era necesario que anunciara la Buena Noticia (Gr. Evangelion) del Reino de YAHWÉH; porque para esto fui enviado por mi Padre al mundo (Lucas 4:43). Esta verdad es ignorada hoy por millones de llamados cristianos, quienes sólo tienen ideas vagas acerca de la razón de mi venida al mundo hace dos milenios. La mayoría de ellos creen que yo vine a salvarlos, pero en realidad no saben qué significa esa palabra exactamente.
 
2 Entrevistador: Maestro Yahshúa, ¿Estás diciendo que el reino de YAHWÉH es la Buena Noticia?

Yahshúa: Claramente dije hace dos milenios que fui enviado a predicar la Buena Noticia del Reino de YAHWÉH (Lucas 4:43). Además, ¿no has leído el libro del Anunciador de Reino Marcos? Él escribió sobre mi ministerio, como sigue: “Principio de la Buena Noticia de Yahshúa el Mesías, Hijo de YAHWÉH…después que Juan fue encarcelado, Yahshúa vino a Galilea predicando la Buena Noticia del Reino de YAHWÉH” (Marcos 1:1,14). Es obvio que el Reino de YAHWÉH es mi Buena Noticia para el mundo. Esto quiere decir que yo fui enviado al mundo para predicar buenas noticias a todos los hombres de buena voluntad, y esas buenas noticias tienen que ver con mi reino mesiánico en la tierra en un futuro próximo. Además, las Buenas Noticias comprenden mi obra redentora en el madero y mi gloriosa resurrección, como claramente lo expresó mi Emisario Shául en su carta a la comunidad de Corinto. Pero lo primero de mis buenas noticias, fue mi anuncio sobre el Reino o gobierno venidero de YAHWÉH en la tierra.
 
3 Entrevistador: Maestro Yahshúa, hay iglesias que predican evangelios como el llamado “evangelio social.” ¿Qué nos puedes decir con respecto a estos evangelios, supuestamente bíblicos?

Yahshúa: Ya lo dijo muy claramente mi Emisario Shául, en su carta a los Gálatas. Sus palabras son como siguen: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia del Mesías, para seguir una Buena Noticia (evangelio) diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio del Mesías. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otra Buena Noticia diferente de la que os hemos anunciado, sea maldición” (Gálatas 1:6-9). Claramente te digo que los otros evangelios son falsos

4 Entrevistador: Maestro Yahshúa, ¿Qué es eso que tú llamas “Reino”?

Yahshúa: Yo dije en una ocasión: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino” (Lucas 21:10). Ahora bien: ¿Qué entiendes por reino en este caso? ¿Acaso no es una forma de gobierno llamada monarquía? Sí, un reino es una forma de gobierno o monarquía.
 
5 Entrevistador: ¿Qué decías sobre el Reino de YAHWÉH básicamente?

Yahshúa: Yo dije en Marcos 1:15: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de YAHWÉH se ha acercado; arrepentíos, y creed en la Buena Noticia (Besorá) ”. Nota que dije que el Reino de YAHWÉH se había acercado por medio de mi ministerio entre mi pueblo. Además observa que creer en la Buena Noticia es creer en la cercanía del Reino de YAHWÉH.
 
6 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿para quiénes es el Reino de YAHWÉH?

Yahshúa: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos…Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mateo 5:3). “Y os digo que vendrán muchos del oriente, y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos” (Mateo 8:11). Como ven, mi reino es para la gente que ama la verdad y la justicia sin importar su raza o nacionalidad.
 
7 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿qué les mandaste a predicar a tus discípulos?

Yahshúa: Los envié a predicar el Reino de YAHWÉH, y a sanar a los enfermos (Lucas 9:2).
 
8 Entrevistador: Maestro Yahshúa, un día un hombre vino a ti y te dijo que quería seguirte a todas partes, pero antes quería enterrar a su difunto padre: ¿Qué fue lo que le respondiste tú?

Yahshúa: Le dije: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé, y anuncia el Reino de YAHWÉH” (Lucas 9:60). Claramente di a entender que es más urgente e importante anunciar el Reino de YAHWÉH que cualquier otra cosa que tengamos que hacer. Así de radical es la responsabilidad que tienen para con mi evangelio aquellos que son verdaderamente mis seguidores.
 
9 Entrevistador: Maestro Yahshúa, un día cuando estabas predicando tu evangelio, se te acercó un escriba, a quien le dijiste: “No estás lejos del Reino de YAHWÉH”. Pregunto: ¿Qué hizo o dijo el escriba para que tú le dijeras que estaba cerca para entrar en tu reino?

Yahshúa: Pues, el escriba me dio una respuesta sabia. Él reconoció que el primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel; YAHWÉH nuestro Poderoso, YAHWÉH uno es. Y amarás a YAHWÉH tu Poderoso con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Luego admitió que el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:28-34). Como ves, el escriba tenía en su corazón los mandamientos de mi Padre.
 
10 Entrevistador: Maestro Yahshúa, en esencia: ¿qué deben buscar y pedir tus seguidores?

Yahshúa: “Mas buscad primeramente el Reino de YAHWÉH y su justicia…” (Mateo 6:33), y pedid: “Venga tu reino” (Mateo 6:10). Lamentablemente pocos de mis seguidores de este siglo están buscando mi reino primeramente. Sólo haz una encuesta entre los que dicen ser mis seguidores, y verás que la gran mayoría de ellos no esperan el Reino de YAHWÉH. Pregúnta a cualquiera que dice creer en mí, y te sorprenderás de su respuesta. Millones incluso no saben qué es eso que llamé: El Reino de YAHWÉH.
 
11 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿qué deberán predicar también tus seguidores en este siglo XXI?

Yahshúa: “Y será predicado esta Buena Noticia del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Sí, mis seguidores deberán proclamar a todo el mundo mis buenas noticias de mi futuro Reino o gobierno en la tierra. Ellos deberán promover mi gobernación mundial y ganar adeptos para mi causa.
 
12 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿qué debemos hacer para entrar en tu reino?

Yahshúa: “No todo el que me dice: Maestro, Maestro, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). Como puedes ver, para entrar en mi reino uno debe ser puro como un niño, y hacer la voluntad de mi padre así como yo lo estoy haciendo siempre.
 
13 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿quiénes no son aptos para tu reino?

Yahshúa: “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el Reino de YAHWÉH” (Lucas 9:62). Es decir, aquellos que aún aman el mundo y las cosas que en él hay, no son aptos para mi reino. Mis partidarios deben desligarse de los intereses temporales y abocarse a los intereses eternos. No pueden amar a este mundo pecador y al venidero de justicia al mismo tiempo. No pueden servir a dos Amos.
 
14 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿Cuándo entrarán en tu reino tus seguidores leales?

Yahshúa: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él…entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:31,34). Mi respuesta es clara, mis seguidores entrarán en mi reino cuando yo regrese a este mundo desde los cielos en gloria. Aquí estoy hablando de mi segunda venida personal y visible a la tierra.
 
15 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿Por qué regresaste al cielo si tu reino será en la tierra?

Yahshúa: Soy el hombre noble que se fue a un país lejano (el cielo) para recibir un reino y volver (Lucas 19:12). Yo fui al cielo para ser coronado como rey, y más adelante regresar como tal para tomar mi trono en Jerusalém.
 
16 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿Por qué hablaste la ‘parábola de la diez minas’ de Luc 19:11-27?

Yahshúa: Porque mis seguidores pensaban que mi reino se manifestaría inmediatamente, cuando yo estaba entrando en Jerusalém (Lucas 19:11). Yo quería enseñarles a mis discípulos que mi reinado demoraría en establecerse, y que ellos debían de cumplir antes mi tarea de captación de adherentes leales a mi causa. Ellos primero debían de dar frutos sembrando mi mensaje o Buena Noticia de mi próximo gobierno mundial y ganar adeptos. Ellos debían de preparar primero a mis nuevos líderes mundiales por medio de convertirlos de sus transgresiones a la Torá (pecados) a la santidad. Yo deseo que mis partidarios sean hombres de honor, y de absoluta confianza para que puedan gobernar conmigo la nueva sociedad mundial que yo inauguraré en mi segunda venida personal con mis ángeles.
 
17 Entrevistador: Pero Maestro Yahshúa: ¿Qué les hizo pensar a tus seguidores que el Reino vendría pronto cuando entrabas en Jerusalém?

Yahshúa: Es que Jerusalém es la ciudad del gran rey, la sede de mi trono (Mateo 5:33-35). No olvides que mi ancestro, el Rey David, reinó allí por 33 años, y también todos los que le sucedieron hasta Sedequías, el último rey davídico que fue depuesto por Nabucodonosor en 586 AC.

18 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿tus apóstoles también se sentarán en tronos en tu reino?

Yahshúa: Mis apóstoles se sentarán en sus tronos Juzgando (gobernando) a las doce tribus de Israel (Lucas 22:30). Es decir, ellos y yo seremos los supremos gobernantes del estado de Israel, el cual ahora está convulsionado por la tenencia de la tierra con los árabes. Yo traeré por fin la paz a Jerusalém y mi pueblo poseerán toda la tierra prometida a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, los padres de los Hebreos.
 
19 Entrevistador: Maestro Yahshúa: Los creyentes en general, ¿qué recibirán o ganarán?

Yahshúa: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi padre en su trono” (Apoc. 3:21). Recordemos que los de la fe—mis seguidores—son también hijos de Abraham, y por tanto, se constituyen en herederos de la tierra prometida (Ver Génesis 13:15;15:18; Gálatas 3:6-9,16,25,29). Mis seguidores, que son parte del verdadero Israel de YAHWÉH, poseerán la tierra de Israel, teniéndome a mí como el Rey mundial del reino davídico restaurado en Jerusalém.
 
20 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿para qué nos sentaremos nosotros en el trono del Reino de YAHWÉH?

Yahshúa: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones” (Apoc. 2:26). Observa que dije que mis discípulos tendrán autoridad sobre las naciones de la tierra. Es decir, el mundo entero estará regido por mi y mi congregación. Entonces habrá un solo gobernante que decida el destino de los hombres, y yo tendré la tarea de restaurar todas las cosas como eran al comienzo de la creación (Ver Hechos 3:19-21).
 
21 Entrevistador: Maestro Yahshúa: ¿significa esto entonces que reinaremos en la tierra y no en el cielo?

Yahshúa: Ciertamente. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Recuerda que mi oración modelo dice: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Recordemos que YAHWÉH puso al hombre en la tierra para que la cuidara y la sembrara. YAHWÉH no lo puso en el cielo para tocar un arpa y volar como un angelito con alas hermosas por una eternidad; ni menos, que éste descendiera a la tierra desde otra dimensión. El hombre fue creado en la tierra para que la hiciera su habitat para siempre, y viviera feliz y en paz con YAHWÉH y sus congéneres. El adversario quiso destruir este propósito divino incitando a Adám y java a la rebelión y la desobediencia. Felizmente El Mesías destruyó los planes de satán, y el hombre tiene nuevamente la oportunidad de gozar del mundo tal como YAHWÉH se lo propuso en un comienzo, y vivir para siempre disfrutando de las buenas dádivas de esta hermosa tierra.

22 Entrevistador: Pero Maestro Yahshúa: ¿Acaso no has prometido el cielo para tus seguidores fieles?

Yahshúa: Yo dije claramente: “A donde yo voy, vosotros no podéis ir” (Juan 13:33). Yo dije: “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Además hay otra razón adicional: Y es que YAHWÉH ha creado la tierra exclusivamente para los hombres (Salmos 115:16). Definitivamente no hay ningún texto sagrado que diga que los creyentes vivirán para siempre en el cielo u en algún otro lugar extramundano.
 
23 Entrevistador: ¿Qué fue, Maestro Yahshúa, lo último que te preguntaron tus discípulos con respecto a tu reino?

Yahshúa: Mis discípulos me preguntaron: “Maestro, restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Obviamente mis discípulos tenían un ardiente deseo de que mi Reino mundial se inaugurara inmediatamente, lo más pronto posible en la tierra. Y es que ellos sabían que mi reino traería, no sólo su liberación de los romanos, sino la vida eterna (Jaié Olám) al lado mío y de todos los fieles de antaño. También significaría la resurrección de todos los muertos, parientes y amigos que habían perdido, incluyendo a los profetas y otros siervos del Maestro que ellos veneraban.

24 Entrevistador: Por lo visto, Maestro Yahshúa, tus discípulos creyeron en un Reino que se le restauraría a Israel. Pero, ¿estaban ellos errados?¿Qué les respondiste tú?

Yahshúa: No estaban errados, y esa pregunta era justa y correcta. Yo sólo les respondí con claridad: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que YAHWÉH puso en su sola potestad” (Hechos 1:7). Es decir, yo les dije claramente a mis discípulos que sólo YAHWÉH sabe el tiempo exacto de la restauración del reino davídico en Israel.

25 Entrevistador: Entonces, Maestro Yahshúa: ¿volverás entonces a la tierra para restaurar el reino de David a Israel?

Yahshúa: Si!, pues ya lo dijo mi apóstol Pedro, cuando habló de mí: “Es necesario que el cielo me reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló YAHWÉH por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19-21). Nota que volveré cuando llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas. ¡Y esta restauración general incluye el reino davídico en Jerusalém suspendido en 586AC! Hoy la ciudad de Jerusalém está convulsionada con los conflictos entre los judíos y árabes. Pero cuando yo regrese a mi tierra, y tome posesión de mi trono en Jerusalém, las cosas cambiarán, y habrá por fin paz en mi país Israel. Yo reinaré en Jerusalém con mis hermanos es decir con mi congregación, y con ellos, a todas las naciones del mundo.

26 Entrevistador: Maestro Yahshúa, es obvio que si a Israel se le restaurará un reino, es porque antes existió en esa nación una monarquía, la cual desapareció por alguna causa, y finalmente volverá a existir en el futuro. ¿Nos puedes explicar este asunto con más precisión?¿Habrá nuevamente una monarquía en Israel como en los tiempos del rey David, Salomón, etc.?

Yahshúa: En primer lugar, debemos recordar que el reino de David, era el Reino de YAHWÉH. Acuérdate bien que en 1 Crónicas 28:5 se dice que Salomón se sentó en el trono del Reino de YAHWÉH. De modo que el Reino de YAHWÉH, era el reino de mi padre David. También recuerda que el último rey de Israel fue Sedequías. Aproximadamente allá por el año 586 antes de mi nacimiento como hombre, Nabucodonosor invadió el reino del Sur (Judá y Benjamín) y se llevó preso a mi pueblo y a su rey Sedequías, y desde esa fecha Israel dejó de tener un rey, una monarquía o un Reino de YAHWÉH. Ahora bien, recuerda lo dicho por el profeta Ezequiel, en el capítulo 21, y versos 25 al 27. Allí leerás que Ezequiel profetiza que la suspensión del reino de David, o también llamado ‘El Reino de YAHWÉH’, sería temporal, hasta que viniera aquel que tiene el derecho legal y a él se lo dará mi Padre, y lo coronará. Lee pues cuidadosamente al profeta Ezequiel.

27 Entrevistador: Maestro Yahshúa, tú dices que el profeta Ezequiel habló de un heredero del trono davídico a quien YAHWÉH le entregaría la corona de rey. ¿Nos puedes decir quién puede ser esa persona?

Yahshúa: Abre el libro de Mateo capítulo 1 y verso 1. ¿Qué dice allí? Yo te lo diré: “Libro de la genealogía de Yahshúa el Mesías, hijo de David, hijo de Abraham”. Es decir, yo soy el hijo de David, su descendiente, y por tanto, soy de linaje real. También lo dijo mi apóstol Pedro en su sermón apologético en Jerusalém, registrado en Hechos 2:29,30.

28 Entrevistador: ¿Me estás diciendo, Maestro Yahshúa, que tú eres esa persona que cumplirá la profecía de Ezequiel, y por tanto serás tú quien restaurará el reino de David suspendido en el tiempo?

Yahshúa: El que tiene oídos para oír, que oiga. Ya lo dijo bien mi apóstol Pedro, en su discurso en Jerusalém: “que YAHWÉH levantaría al Mesías para que se sentase en el trono de David” (Hechos 2:30). También profetizó sobre mí, el ángel Gabriel, cuando le dijo a María, mi madre: “Y será llamado, Hijo del Altísimo, y el Soberano YAHWÉH le dará el trono de David su padre” (Lucas 1:32). Obviamente estas profecías conciernen a mi reinado, y las cumpliré en mi segunda venida. Nota que el anuncio del ángel Gabriel decía que recibiré el trono de David, mi padre. ¿Qué entiendes por esto? Sobran las palabras, ¿no te parece? Desgraciadamente muchos de los que se dicen ser mis seguidores no han prestado atención integral al anuncio del ángel, y no se han puesto a meditar sobre el significado de esa parte del anuncio que habla sobre mi herencia del trono de David, mi padre”.

29 Entrevistador: Maestro Yahshúa, algunos cristianos hoy creen que tú estableciste un “reino espiritual” como rey de tu congregación. Es decir, que tú eres el rey, y tu reino es la congregación. ¿Es eso verdad?

Yahshúa: Yo dije claramente en Mateo 25:31: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria”. Nuevamente, el que tiene oídos para oír, que oiga. Fui claro al decir que cuando yo regrese a la tierra en gloria, entonces, y sólo entonces, me sentaré en mi trono de gloria. También fui claro al decir: “Mi reino no es de este mundo [o edad maligna]”(Juan 18:36). Por otro lado, yo les dije a mis discípulos que ellos recibirán el reino sólo en mi segunda venida, con estas palabras: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria… Entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. (Mateo 25:31,34). Además, yo les dije a mis discípulos claramente: “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino” (Lucas 12:32). Entonces, si a mi manada pequeña le daré el reino, ello quiere decir que el reino no es la misma manada pequeña de mis seguidores. El reino es un gobierno que mis seguidores (mi congregación) recibirán.

30 Entrevistador: Maestro Yahshúa, Pilatos te preguntó si tú eras rey. ¿Qué le respondiste?

Yahshúa: Yo le respondí: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37). Yo admití ser rey abiertamente.

31 Entrevistador: Maestro Yahshúa, tú dices que de los pobres en espíritu es el reino de los cielos. Pregunto: ¿No significa eso que les estabas ofreciendo a los pobres— el cielo— como recompensa?¿No es el reino de los cielos un sinónimo del cielo mismo?¿Por qué decías: “ reino de los cielos”?

Yahshúa: Yo dije claramente: “El reino de los cielos”, y no: “El Reino en los cielos”. El reino es de los cielos porque es de YAHWÉH quien está en los cielos. Mi reino no se establecerá en la tierra por la voluntad de los hombres, sino por la decisión exclusiva de mi Padre celestial— ¿Me comprendes ahora? Cuando dije que mi reino es de los cielos, yo quise decir que mi reino no es de inspiración humana sino divina. Es un reino que pertenece a YAHWÉH, y que será dirigido por Él a través de mi persona. Repito, yo dije: “Reino DE los cielos”, y no, “Reino EN los cielos”. ¿Ves la diferencia?

32 Entrevistador: Maestro Yahshúa, ¿No dijiste tú que nuestro “galardón es grande en los cielos”? (Mateo 5:12). ¿No le estabas ofreciendo el cielo a tus seguidores?

Yahshúa: ¿Acaso yo les dije a mis seguidores en Mateo 5:12 que irán al cielo para recibir su galardón? No. Lo que más bien dije después es: “He aquí que vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apoc. 22:12). Esto quiere decir que yo volveré a la tierra trayendo mi galardón del cielo, para recompensar a mis seguidores en la tierra. Por otro lado, no olvidemos lo que dijo Salomón sobre el destino de los justos: “El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra” (Proverbios 10:30). Es lógico suponer que si algún hombre es removido de la tierra, es porque no es justo. De modo que si decimos que los creyentes irán a vivir eternamente en el cielo, lejos de la tierra, lo que estamos afirmando es que los creyentes no son justos…¡Y eso es imposible! Ah, ¡y Salomón se escandalizaría!

33 Entrevistador: Maestro Yahshúa, regresemos al tema el reino: ¿Cuánto tiempo durará tu reino? ¿Seguiremos siendo aún mortales en tu reino en la tierra?

Yahshúa: Ya escribió Juan de mi y mi reino diciendo: “…y reinaron con El Mesías mil años” (Apoc. 20:4). La segunda pregunta ya la respondió mi Emisario Shául, cuando dijo con toda verdad: “carne y sangre no pueden heredar el Reino de YAHWÉH, ni la corrupción hereda la incorrupción…porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad” (1 Corintios 15:50,53). Mi respuesta, entonces, es que mis seguidores serán inmortales en mi reino. Imagínate que reinarán conmigo mil años, lo cual supone una longevidad increíble.

molceses@hotmail.com

www.yeshuahamashiaj.org

www.elevangeliodelreino.org

 

SEGUNDA ENTREVISTA PRIVADA CON EL SEÑOR JESUCRISTO EN VÍDEO (TEMA TRATADO: EL EVANGELIO DEL REINO DE DIOS (TRES PARTES DE 10 MINUTOS CADA UNA)

Primera Parte 

2da ENTREVISTA AL SEÑOR JESUCRISTO-1ra PARTE de 3

Añadido: hace 2 horas
Reproducciones: 5

09:57

 Segunda Parte 

2da ENTREVISTA AL SEÑOR JESUCRISTO-2da PARTE DE 3

Añadido: hace 2 horas
Reproducciones: 6

09:58

Tercera Parte

2da ENTREVISTA AL SEÑOR JESUCRISTO-3 PARTE Y FINAL

Añadido: hace 46 minutos
Reproducciones: 0

09:57

 

SEGUNDA ENTREVISTA PRIVADA CON EL SEÑOR JESUCRISTO

(TEMA: EL REINO Y LA SALVACIÓN)

 

Pronto en Vídeo

 

Medios de comunicación.

 

1).-Mario:

Señor Jesús, es para mí un gran honor poder tener esta nueva entrevista privada contigo para continuar dialogando sobre el Reino de Dios y lo que éste significa para el género humano.  En la primera entrevista que tuvimos los dos, concluimos que el evangelio es tu maravilloso reino en la tierra, así como tu muerte vicaria y resurrección gloriosa al tercer día. También dijiste que tú restaurarás nuevamente el reino davídico a los Israelitas. Mi pregunta es ésta: ¿Cómo restaurarás el reino a tus conciudadanos si tú mismo les dijiste que tu reino les sería quitado de ellos y dado a gentes que produzca frutos de él, según está registrado en Mat. 21:43?

Jesucristo:

En primer lugar, como ya lo dijo mi apóstol Pablo, algunas ramas del buen olivo (Israel) fueron desgajadas, ¡pero no todas! Estas ramas desgajadas fueron reemplazadas por injertos del olivo silvestre (los gentiles) (Rom. 11:17). Así que cuando yo dije lo que está registrado en Mateo 21:43, me refería a mis paisanos infieles e incrédulos, no a todo Israel. Si fueran a todos, mis apóstoles Judíos no tendrían ninguna opción para heredar el reino davídico y también quedarían fuera de los planes de mi Padre para la salvación. Por eso, con toda verdad Pablo escribió que Dios, Mi Padre, “No ha desechado a su pueblo, al cual desde antes conoció” (Rom. 11:1,2).

2).- Mario:

Señor Jesús, Tú comenzaste tu ministerio predicando el evangelio del Reino de Dios y llamando a la gente a creer en tu mensaje. Te pregunto: ¿Por qué es tan importante creer en tu mensaje del evangelio del reino?

Jesucristo:

Bueno, Mario, ¿has leído con cuidado el diálogo que tuve con el joven rico en Mateo 19:16-25? Pues muchos no se han detenido a pensar en el mensaje contenido en este singular diálogo dónde claramente le hablé al joven rico cómo ganar la vida eterna. El joven rico quería saber cómo ganar la VIDA ETERNA, y yo le dije que guardara los mandamientos y que dejara sus bienes a los pobres y luego  que viniera y me siguiera. Pero el joven se fue triste porque era muy rico y no estaba dispuesto a dejarlo todo por mí  y mi reino. Entonces yo dije: ¡Cuán difícil es que un rico entre en el REINO DE DIOS! A lo cual mis discípulos replicaron: ¿Quién pues podrá SER SALVO? ¿Entiendes ahora la importancia del reino? El reino es importante porque significará la salvación y la vida eterna para todos los que creen en MI Y MI EVANGELIO.

3).- Mario:

Bueno, Señor, lo que puedo observar de ese diálogo que tuviste con el joven rico es que resaltan tres expresiones cruciales: VIDA ETERNA, REINO DE DIOS, y SER SALVO. Entonces puedo deducir fácilmente que la salvación es la obtención de la vida eterna en el Reino de Dios. ¿Estoy en lo correcto, Señor?

Jesucristo: 

Estás en lo correcto. Entrar en el reino es entrar en la salvación con vida eterna. Mi apóstol Pablo fue claro cuando dijo que el evangelio (es decir, mi reino y mi muerte y resurrección al tercer día) es poder de Dios para salvación para todo aquel que cree, al Judío primeramente y también al Griego (Rom. 1:16).

Ahora toma nota que el reino y la salvación vienen juntos en el libro de Apocalipsis 12:10, donde claramente dice: “Entonces oí una voz en el cielo que decía: Ahora ha venido LA SALVACIÓN, el poder, y EL REINO de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo…”

4).- Mario:

¡Qué interesante, Señor! Además, podemos agregar que tu reino y tu autoridad o reinado vienen juntos como dice el pasaje que acabas de citar, aunque algunos erradamente piensan que tú estableciste tu reino en la tierra hace dos milenios, pero que aún no reinas entre las naciones. No obstante, lo cierto es que tú reinarás cuando inaugures tu reino davídico en la tierra, mientras tanto, todavía no. ¿Estoy en lo cierto?

Jesucristo:

Estás en lo cierto, pues yo dije claramente en Mateo 25:31, 34, lo siguiente: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, ENTONCES se sentará en su trono de gloria”. Observa que me sentaré en mi trono de gloria cuando vuelva a la tierra, no en el cielo. Y por supuesto, también mis seguidores tendrán sus tronos de gloria en Jerusalén como lo profetizó mi ancestro David en el Salmos 122:5: “Porque allá (Jerusalén según el contexto) están las sillas del juicio, los tronos de la casa de David”.

5).- Mario:

Señor Jesús, muchos creen que tu iglesia es el reino que prometiste en tu ministerio. ¿Están en lo cierto los que así piensan?

 

Jesucristo:

Ya lo dijo muy claramente San Pablo que: “Carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción” (1 Cor. 15:50). Siendo que mi iglesia está compuesta por hombres mortales (o corruptibles) de carne y sangre, es evidente que mi iglesia no puede ser el reino. Además, a mis discípulos les dije: “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre os ha placido daros el reino” (Lc 12:32). Si mi manada pequeña (mis apóstoles judíos) es parte de mi iglesia, y ésta recibe mi reino, es evidente que mi iglesia no es el reino. Y hay muchos otros pasajes que demuestran claramente que el reino no es mi iglesia, aunque ésta ciertamente es parte de mi reino.

6).- Mario:

Señor Jesús, ¿qué quisiste decir cuando dijiste “mi reino está entre vosotros”? (Luc. 17:20,21). ¿Acaso estabas diciendo que tu reino ya había llegado en el primer siglo y que estaba entre tus conciudadanos?

Jesucristo:

En realidad estas palabras no fueron dirigidas a mis discípulos sino a los fariseos hipócritas. Siendo este el caso, sería difícil creer que mi reino estuviera presente en medio de mis detractores incrédulos, ¿no te parece?  Lo que yo quise decirles a los fariseos no era que el reino estaba ya presente, sino que el reino estaba siendo manifestado en mi predicación y en mis obras de sanación y liberación.

7).- Mario:

Lo que tú dices, Señor, me recuerda la figura de dicción llamada Sinecdoque (por la cual un vocablo recibe de otro algo, por estar asociado con él mediante alguna conexión, como cuando se toma la parte en lugar del todo y viceversa). Es decir, que tu presencia era la presencia del mismo reino, pues tú eres la parte más importante y representativa del reino de Dios. Sin embargo, Señor Jesús, algunos creen que ya estamos en el reino porque Pablo dijo: “el cual (el Padre) nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Col. 1:13). ¿No es esta declaración una prueba de que ya estamos en el reino?

Jesucristo:

Toma nota que Pablo habla de hechos futuros como si fueran presentes, es decir, él habla de cosas que no son como si fuesen. Por ejemplo, en Efesios 2:6, 7, el mismísimo Pablo dice así: “y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo”. Si hemos de tomar al pie de la letra las declaraciones de Pablo en Colosenses 1:13, entonces también lo tendremos que hacer con Efesios 2:6,7 y entonces tendremos que concluir que mis discípulos ya están resucitados y sentados conmigo en la gloria en estos precisos instantes, y esto contradeciría otros pasajes de Pablo que hablan de la reunión y entronización de todos los creyentes vivos y los resucitados, juntos.

8).- Mario:

¿Debo concluir, entonces, que ya estamos resucitados contigo y sentados en tu reino por la fe únicamente?

Jesucristo:

Exactamente. Mis discípulos ya han recibido todo por la fe, aunque todo lo recibirán realmente cuando yo vuelva por segunda vez. Recuerda que también dije que a mis discípulos yo les había dado la gloria cuando dije: “La gloria que me diste yo les he dado” (Juan 17:22). Obviamente esa gloria será para el futuro, aunque yo ya se los di (por fe) hace dos mil años. En esto fue muy claro Pablo cuando escribió: “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados en gloria” (Col. 3:4).

9).- Mario:

Señor Jesús, ahora que hablas de la gloria, muchos piensan que se refiere al cielo mismo. Es decir que la gloria es vivir contigo eternamente en el cielo como espíritus. ¿Están errados los que así piensan?  

Jesucristo:

Claramente te digo que están errados por semejante convicción. Quiero que tú mismo descubras lo que es la gloria comparando dos pasajes de un mismo suceso, en este caso, sobre la petición que me hizo la madre de los hijos de Zebedeo cuando yo aún estaba cumpliendo mi ministerio entre mis paisanos. Quiero que leas conmigo lo que registró  Mateo en su evangelio (20:20,21). Dice así: “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos postrándose ante él y pidiéndole algo. El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en TU REINO se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”. Pero fíjate cómo lo registra el evangelista Marcos: Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Concédenos que en TU GLORIA nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda” (Marcos 10:35-37). ¿Qué conclusión puedes sacar de estos  dos testimonios, Mario?

10).- Mario:

Bueno, Señor, leo que Mateo registra que a ti  te pidieron un lugar de honor en tu REINO, mientras que Marcos registra te pidieron un lugar de honor en tu GLORIA. Esto me lleva a concluir que tu gloria va de la mano con el Reino o son sinónimos. Ahora recuerdo que nos mandaste a buscar el reino de Dios y su justicia  en Mateo 6:33 y Pablo dijo que los cristianos buscan la gloria en Romanos 2:7. Esto me convence aún más de que el reino y la gloria van de la mano o son sinónimos.

Jesucristo:

Has hablado rectamente, Mario. Además, nota que yo prediqué el evangelio del reino (Marcos 1:1,14,15) y Pablo habló del “evangelio de la gloria de Cristo” en 2 Cor. 4:4. Esto nuevamente confirma el hecho de que las locuciones ‘reino de Cristo’ y ‘gloria de Cristo’ significan lo mismo. También recuerda que Pedro dijo que era participante o copartícipe de la gloria que será revelada (ver 1 Pedro 5:1), en tanto que mi amado apóstol Juan dijo ser copartícipe en el reino (Apo. 1:9). Nuevamente podemos notar que reino y gloria son equivalentes.

11).- Mario:

Muy interesante, Señor Jesús, pero hay quienes dicen que tú viniste a predicar el evangelio del reino a tus paisanos, pero que Pablo predicó otro evangelio para los gentiles llamado “El evangelio de la gracia” ¿Es éste un evangelio distinto y sólo para los gentiles?

Jesucristo:

Ya lo dijo con toda razón mi apóstol Pablo a los Gálatas (1:6-9) de que sólo hay un evangelio para ser predicado a todos los hombres, y no dos o más.  El evangelio que Pablo predicó a los gentiles fue el mismo que yo prediqué. Sólo lee Hechos 20:25, que dice: “Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el evangelio del REINO DE DIOS, verá más mi rostro”. Y nota que en el versículo anterior, el 24, el mismo Pablo dice que dio testimonio de la GRACIA DE DIOS”. ¿Qué puedes concluir entonces, Mario?

12).- Mario:

Bueno, Señor Jesús,  salta claramente a la vista que Pablo predicó el reino de Dios, o lo que es lo mismo decir, el testimonio de la gracia de Dios. Entonces, con toda seguridad podemos afirmar que el Reino y la gracia van también de la mano. La gracia de Dios es la oferta de un reino extraordinario que traerá la salvación y vida eterna a los hombres. Además, recuerdo que Pablo dijo: “…con mayor razón los que reciben la abundancia de la GRACIA, y el don de la justicia, REINARÁN EN VIDA…” (Rom. 5:17). Así que la gracia y el reinado en el reino de Cristo van de la mano. Y también Pablo hace hincapié en que “la GRACIA de Dios se ha manifestado para SALVACIÓN a todos los hombres” (Tito 2:11). La salvación, que como vimos al comienzo, se relaciona siempre con el reino. Y finalmente Pedro dice: “Mas el Dios de toda GRACIA que nos llamó a su GLORIA eterna…” (1 Ped. 5:10). Esta gloria también se relaciona con tu reino, como vimos antes. Ahora permíteme preguntarte lo siguiente, ¿Cómo sabemos que tú realmente volverás a pisar la tierra?

Jesucristo:

Yo dije: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde YO ESTOY, vosotros también estéis” (Juan 14:2,3). Pues bien, ¿dónde estaba yo cuando prometí regresar? ¿Acaso estaba yo en el cielo? Pues claro que no! Yo estaba aún entre los míos en la tierra. Así que cuando yo les dije a mis seguidores “para que donde yo estoy, vosotros también estéis”, me estaba refiriendo a estar con mis discípulos en esta misma tierra, pero renovada, y más específicamente, en Jerusalén. Por otro lado, mi Padre le dijo a David: “Habrá un justo que gobierne entre (no, “sobre”) los hombres, que gobierne en el temor de Dios” (2 Sam. 23:3). Ciertamente ese justo soy yo, el que gobernará ENTRE los hombres Y EN LA TIERRA.

13).- Mario:

Efectivamente, así lo dijo Jeremías con estas palabras: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David un renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia EN LA TIERRA” (Jer. 23:5). Y recuerdo lo que escribió Pablo a los romanos de que tú serás el heredero del mundo (Rom. 4:13). Sin embargo, hay algunos que todavía persisten en enseñar que si somos buenos cristianos iremos al cielo a vivir contigo para siempre. ¿Qué les dirías, Señor Jesús, a estas personas que creen esto?

Jesucristo:

Yo simplemente les recordaría lo escrito por Salomón en Proverbios 10:30, y que dice: “El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra”. Si alguno dice que será removido de la tierra para no morar en ella, entonces tal persona es impía.  También mi ancestro Salomón escribió en Proverbios 2:21, así: “Los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella”. Si alguno de mis seguidores no habitará la tierra es sencillamente porque no fue ni recto ni perfecto. También dije: “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Y qué dije yo de mi mismo: “Soy manso y humilde corazón” (Mateo 11:29). Esto significa que heredaré la tierra y moraré entre los hombres.

14).- Mario:

Señor Jesús, la gente dice que tú dejaste señales o signos de tu segunda venida, ¿Qué nos puedes decir al respecto?

Jesucristo:

Si lees Mateo 24:3 encontrarás que los discípulos me preguntaron lo siguiente: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué SEÑAL habrá de tu venida, y del fin del siglo?”. Observa que mis discípulos no me pidieron que les diera señales de mi venida, sino sólo UNA SEÑAL (singular) de mi venida. Por supuesto que yo no me fui por las ramas para darles varias señales y así confundirlos. Ellos me pidieron una señal, y sola una.

15).- Mario:

Pero, Señor Jesús, tus les dijiste a tus discípulos que vendrían hambres, guerras, pestes, terremotos, herejías, anticristos, etc, como preludio de tu venida. ¿En qué quedamos entonces? ¿Les diste una señal o más bien varias señales?

Jesucristo:

No te confundas, Mario. Las supuestas “señales” de mi venida y del fin del mundo no anuncian mi llegada, sino más bien, que estoy cerca para llegar. Estos eventos catastróficos que van en aumento en la tierra, y que comenzaron en mi primera venida, indican que mi venida está cada vez más cerca y punto. Sin embargo, la señal de mi venida es otra cosa. Es la Señal que indicaría a mis seguidores que yo mismo soy (y no otro) el que está volviendo en persona a la tierra. Es la señal que les confirmaría que yo ya estoy apareciendo en persona delante de sus ojos, y no un falso Cristo.

16).- Mario:

Entonces, Señor Jesús, ¿les diste a tus discípulos la ÚNICA y SINGULAR señal que te solicitaron para tu aparición visible y personal para que no estuvieran engañados frente a la amenaza de falsos cristos?

Jesucristo:

Por supuesto que sí, pero pocos se han dado cuenta de esa señal única y verdadera de mi aparición visible y personal. Realmente me sorprendo por tanta ignorancia. ¡Hasta han llegado a decir que volveré en secreto, invisiblemente, o en un platillo volador! Yo jamás di semejantes señales. La verdadera y única SEÑAL que di la pueden todos descubrir si leen con cuidado Mateo 24:29, donde dije: “Entonces aparecerá LA SEÑAL (SINGULAR) del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”.

17).- Mario:

Entonces, Señor Jesús, ¿Es la singular señal tú mismo viniendo sobre las nubes del cielo, con poder, y gran gloria? Explícanos más sobre esto, por favor.

Jesucristo:

Exactamente! La Señal que me pidieron mis discípulos para mi venida es mi aparición PERSONAL como Hijo de Hombre, de arriba hacia abajo en dirección a la tierra y pasando por las nubes del cielo. Esta señal contrasta con las de los falsos mesías que aparecen “horizontalmente” de los desiertos y aposentos como predije en Mateo 24:26. Estos son todos cristos fraudulentos. Así que la señal de mi venida es mi regreso desde los cielos a la tierra pasando por las nubes del cielo, con poder y gran gloria, y las gentes en vez de recibirme con alegría, harán lamentación por mí.

18).- Mario:

Señor Jesús, ¿qué es lo primero que harás cuando regreses en persona a este mundo?    

Jesucristo:

¿No has leído lo que dice Apocalipsis 20:1-3? Allí dice: Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;  y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años”. Es decir, lo primero que haré es que mi ángel prenda a Satanás y lo ate por mil años y lo encierre para que no siga engañando a las naciones como lo está haciendo hoy en este mundo caótico y perverso. Si yo estuviera ya reinando como algunos suponen, el diablo estaría ya atado, y el mundo no sería engañado por él. Sin embargo, los hechos demuestran que el diablo está muy activo en este mundo como un león rugiente buscando a quien devorar. ¡¡¡Y sí que ha tenido mucho éxito!!!

19).- Mario:

Señor Jesús, ¿Y luego que harás una vez que se haya atado el diablo?

Jesucristo:

Yo dije: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.  Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:31-34). Es decir, al volver separaré de las naciones a mis ovejas de las cabras, y a mis ovejas les entregaré mi reino para que gobiernen conmigo.

20). Mario:

Señor Jesús, ¿pero qué pasará con las gentes de las naciones que hayan quedado vivas y que deseen rendirse a tu gobierno o reino milenario?

Jesucristo:

Ya lo dijo el profeta Zacarías, cuando escribió lo siguiente: “Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia” (Zacarías 14:16,17). Estas personas, a diferencia de mis ovejas, no gozarán aún de la inmortalidad. 

21).- Mario:

Hoy, como antaño, millones se ríen de tu evangelio del reino y no creen ni quieren que nadie los gobierne, y menos, tú. ¿Tendrás compasión de ellos si no cambian de opinión?

Jesucristo:

En mi parábola de las diez minas de Lucas 19:11-17 yo di una lección muy clara en el sentido de que mis seguidores fieles serán recompensados por sus obras o frutos recibiendo autoridad sobre naciones de la tierra. Sin embargo, para aquellos que no quisieron que yo fuera el rey de sus vidas por su impiedad, ingratitud y soberbia, serán decapitados delante de mí. Así lo dije claramente cuando declaré la parábola en cuestión (en el verso 27).  

22).- Mario:

Señor Jesús, quisiera ahora hacerte algunas preguntas adicionales de pasajes de la Escritura donde parece que se nos ofrece un destino celestial, y no un reino aquí en la tierra. He aquí el primer pasaje que te cito de la epístola de Pedro, dónde el apóstol dijo que esta tierra y sus obras serían destruidas por fuego (2 Ped. 3:10-13). Si esto será así, ¿no es lógico concluir que escaparemos al cielo para vivir allá contigo para siempre?

Jesucristo:

Jamás dije que el planeta tierra sería destruido por fuego a tal punto que desapareciera por completo. Por ejemplo, en Génesis 6:3 mi Padre le dijo a Noé: “He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y HE AQUÍ QUE YO LOS DESTRUIRÉ CON LA TIERRA”. Ahora bien, ¿realmente destruyó mi Padre la población ante diluviana y el planeta tierra? Por supuesto que no! La tierra jamás fue destruida a pesar de que mi Padre dijo que lo haría. Es claro que lo dicho por mi Padre ha de entenderse como la severidad y firmeza de su castigo, al erradicar de raíz el mal y a los malos, y también las malas obras de éstos.

23).- Mario:

Interesante tu respuesta, Señor Jesús. Pero hay una declaración de Pedro que confunde a muchos. El apóstol escribió en su primera epístola, capítulo 1 y verso 4, lo siguiente: “Tenemos reservada nosotros una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible EN LOS CIELOS”. ¿Quiere decir esto que iremos al cielo para recibir nuestra herencia que está reservada allá?

Jesucristo:

Yo no creo que Pedro haya dicho que iremos al cielo para recibir nuestra herencia. El simplemente está diciendo que está reservada allá. Es como cuando un patrón guarda el salario de sus obreros en una caja de seguridad. El dinero está reservado allí, pero eso no quiere decir que los obreros tengan que meterse en la caja de seguridad para recibir su pago. Simplemente el patrón retira el dinero de la caja fuerte y procede a pagarles a sus obreros en la oficina de pagos. Recuerda que Salomón escribió: “Ciertamente el justo será recompensado en la tierra…” (Proverbios 11:31).

24).- Mario:

Tienes toda la razón, Señor. ¿Y cómo se explicaría lo que dijo Pablo en el sentido de que nos hemos sentado contigo en los “lugares celestiales”? ¿Significa esto que moraremos en aposentos celestiales y que nos sentaremos en  tronos ubicados en el cielo?

Jesucristo:

Siendo que el reino es “de los cielos”, o también “de Dios”, sus lugares son también celestiales o de Dios. Esto, sin embargo, no quiere decir que el reino de los cielos no estará en la tierra. El reino celestial con sus “lugares celestiales” estarán en la tierra. Se puede decir que el Santísimo del santuario que estaba en la tierra era un “lugar celestial” porque era la morada de mi Padre celestial.

25).- Mario:

Efectivamente Señor, hay cosas o seres celestiales que pueden estar en la tierra. Así tenemos que hubo pastores que estaban en el campo, y a quienes se les aparece un ángel del Señor que les anuncia tu nacimiento, y con él, una multitud de “huestes celestiales” que en la tierra alaban al Señor (Lucas 2:8-13). Igualmente, cuando resucitemos y vivamos contigo en tu reino en la tierra, tendremos un “cuerpo celestial”. Y además, tú mismo eres el “pan celestial” que alimenta a los hombres. Ahora bien, sólo una pregunta más, Señor, sobre los textos difíciles. El Apóstol Pablo dijo que: “Nuestra ciudadanía está en los cielos” en Filipenses 3:20. ¿Significa esto que el cielo es nuestro país y nuestro lugar de residencia permanentes?

Jesucristo:

La ciudadanía implica necesariamente una ciudad. En las Escrituras aparece una ciudad o patria celestial, y Pablo escribió con acierto de que ésta está POR VENIR (Heb. 13:14). También Pablo escribió que Abraham esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios, mi Padre (Heb. 11:8-10). Así que, si bien esa ciudad está arriba y es nuestra patria, ésta BAJARÁ A LA TIERRA para que moremos en ella.

 

26).- Mario:

 

Señor Jesús, interesante tu explicación realmente. Sin embargo, necesito que me ayudes a entender  Hebreos 12:28 donde Pablo dice que “estamos recibiendo un reino inconmovible”. Estaba Pablo sosteniendo que tus seguidores del primer siglo ya habían recibido o heredado tu reino? ¿Se había restaurado tu reino en la tierra en algún momento del primer siglo?

 

Jesucristo:

 

Recuerda que Pablo también escribió textualmente en Colosenses 2:6 que los que andan conmigo “han RECIBIDO al Señor Jesucristo”. Ahora te pregunto, ¿es que yo desciendo personalmente cada vez que un individuo opta por seguirme? ¿En qué sentido se recibe el reino y en qué sentido se me recibe a mí? Recuerda que muy bien escribió Pablo en 1 Tesalonicenses 4:17 que mis seguidores me recibirían a mí en mi parusía, y no antes. También quiero recordarte que Pablo escribió a los creyentes de Tesalónica, lo siguiente: “RECIBISTEIS la Palabra de Dios que oísteis de nosotros… ¿Qué entiendes por “recibir la Palabra”, entonces?

 

27).- Mario:

 

Obviamente entiendo que “recibir” significa “creer” o aceptar” algo o a alguien, en este caso, el reino y la Palabra. Ahora entiendo lo que Pablo quiso decir a los corintios (en 1 Cor. 15:1), cuando les escribió lo siguiente: “el evangelio…el cual también RECIBISTEIS”. Obviamente RECIBIR es sinónimo de CREER, pues tú nos llamas a CREER en tu evangelio en Marcos 16:15,16. Pero necesito que me digas, Señor Jesús, qué quiso decir tu apóstol Juan cuando dijo que era “copartícipe del reino” en Apocalipsis 1:9? ¿Quiere decir eso que Juan estaba ya en el reino, participando de él?

 

Jesucristo:

 

Sin duda alguna nadie creería que Juan estuviese en mi reino estando exiliado en la isla de Patmos en las peores condiciones que un ser humano pueda soportar. Pues bien, el apóstol Pedro dijo algo semejante cuando escribió lo siguiente: “que también soy participante (o copartícipe) de la gloria (=reino) QUE SERÁ (en el futuro) REVELADA” (1 Pedro 5:1). ¿Cómo se explica, entonces, que Pedro estuviese co-participando del reino que aún no había sido revelado?

 

Bueno, es obvio que lo co-participaba por la fe y la esperanza como dice Pablo en Romanos 5:2. Bueno, muchas gracias, Señor Jesús, por haberme concedido esta entrevista tan necesaria para que la gente conozca el núcleo de tu mensaje salvador. Esperaré tu retorno con fidelidad para ser digno de heredar tu reino prometido.

 

Jesucristo:

 

Así lo espero, Mario.  Recuerda lo que dije: “Al que venciere le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con Mi Padre en su trono” (Apo. 2:26). Hasta mi regreso, y bendiciones espirituales para todos mis seguidores en la tierra.

 

www.yeshuahamashiaj.org

www.elevangeliodelreino.org

www.apologista.wordpress.com

 

 

 

 

INTERESANTE Y ALECCIONADORA ENTREVISTA PRIVADA CON EL SEÑOR JESUCRISTO SOBRE LA RAZÓN DE SU VENIDA AL MUNDO

 

TEMA: EL EVANGELIO DEL REINO

 

El mensaje del venidero Mesías que establecerá su reino milenario en la tierra es el tema que predomina en toda la Biblia. En el Nuevo Testamento el reino se convierte en el tema central y reiterado que aflora de los labios de Jesús y sus apóstoles, y es también el motivo de sus «parábolas (del reino)». Incluso después de resucitar de entre los muertos, Jesús se la pasó 40 días más con sus más cercanos discípulos para redondear el tema del reino.  Hemos decidido entrevistar a nuestro Señor en dos vídeos (parte 1 y 2) para que Él mismo nos ilustre mucho más sobre este crucial tema, el cual Él se esmeró mucho en anunciarlo por todas partes entre sus paisanos judíos durante su ministerio de 42 meses en la Tierra Santa.

 

v�deo
 
Una entrevista simulada al señor Jesucristo en Jerusalén para pregunarle
 por la razón de su venida hace 2000 años.
 

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL APÓSTOL SAN PABLO

              (Tema Tratado: El Reino de Dios)

                              

Pregunta # 1:

 

Entrevistador:

 

Muchísimas gracias San Pablo por aceptar esta entrevista exclusiva con tu persona, después de casi dos mil años de tu ausencia de entre nosotros, los creyentes. Bueno, mucho se ha dicho de tu misión y tu mensaje que difundiste por muchos pueblos y ciudades fuera de Israel. Incluso tú mismo fuiste un prolífico escritor de casi la mitad de los libros del Nuevo Testamento. Tengo entendido que de los 27 libros que componen el Nuevo Testamento, tú escribiste 14, es decir, la mitad, lo cual es impresionante. Pues bien, permíteme hacerte la primera pregunta:¿Para que te escogió el Señor Jesucristo básicamente?

 

San Pablo:

 

Tú sabes cómo ya hace muchísimo tiempo que Dios escogió que los no judíos oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen (Hechos 15:7). Además, ¿recuerdas lo que Dios le dijo a Ananías, sobre mí, cuando aún no estaba yo bautizado? Pues Dios le dijo a él: “ Vé, porque instrumento escogido me es éste ( yo, Pablo), para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15).

 

Pregunta # 2:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo: ¿Qué es eso que tú llamas, la palabra del evangelio?

 

San Pablo:

 

Si tú escudriñas el libro de los Hechos de los Apóstoles, y mis epístolas en el Nuevo Testamento, descubrirás qué es lo que yo doy a entender por la palabra del evangelio. Por ejemplo, en Hechos 19:8 se lee sobre mí lo siguiente: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del REINO de Dios”. Entonces, aquí puedes darte cuenta qué predicaba yo como la palabra del evangelio. La respuesta es: El reino de Dios.

 

Pregunta # 3:

 

Entrevistador:

 

Sé San Pablo que tú estuviste en una lugar llamado Mileto, una antigua ciudad situada en la costa occidental del Asia Menor, al sur de Éfeso. ¿Me podrías decir que predicaste en esa ciudad?

 

San Pablo:

 

En esa ciudad yo prediqué todo el consejo de Dios, es decir, el REINO de Dios (Hechos 20:25,27).

 

 

Pregunta #4:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, sé también que estuviste en buen tiempo en la famosa ciudad de Roma. Pues bien: ¿Qué estuviste haciendo allí por espacio de tres años?

 

San Pablo:

 

Permanecí tres años enteros en una casa alquilada, recibiendo a todos los que me visitaban, a los cuales les declaraba y les testificaba el REINO de Dios y el nombre de Jesucristo, desde la mañana hasta la tarde, tanto por la ley de Moisés como por los profetas, abiertamente y sin impedimento (Hechos 28:23,30,31). Como puedes ver, Jesús y su reino fueron mis dos temas principales, es decir: La palabra del evangelio.

 

Pregunta #5:

 

Entrevistador:

 

También tengo entendido, San Pablo, que estuviste en Derbe predicando el evangelio, y luego pasaste a Listra, Iconio, y a Antioquia. Dime: ¿Qué más hiciste en esas ciudades?

 

San Pablo:

 

Estuve confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el REINO de Dios (Hechos 14:22).

 

Pregunta #6:

 

Entrevistador:

 

Por lo que les dijiste a aquellos discípulos tuyos, es claro que el reino de Dios es la meta de tu iglesia verdadera. Dime: ¿Estoy en lo correcto?

 

San Pablo: Ya lo dije antes a los creyentes de Tesalónica, que Dios nos llamó a su REINO y gloria (1 Tesalonicenses 2:12). Y También a ellos les volví a decir, en mi segunda epístola a los Tesalonicenses: “para que seáis tenidos por dignos del REINO de Dios, por el cual asimismo padecéis” (2 Tesalonicenses 1:5). Ah, y quiero hacer memoria de lo dicho por mi colega, el apóstol Pedro, al respecto. Él también dijo sobre el reino, lo siguiente: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor…porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el REINO eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”(2 Pedro 1:5-11).

 

 

 

Pregunta #7:

 

 Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿Quiénes no podrán entrar o heredar el reino de Dios?

 

San Pablo:

 

¿No sabes que los injustos no heredarán el reino de Dios? No te equivoques; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios ( 1 Corintios 6:9).

 

Pregunta # 8:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿Cuál a sido la obra maestra de Dios, a favor de nosotros, los pecadores?

 

San Pablo:

 

Doy gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al REINO de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:12-14).

 

Pregunta # 9:

 

Entrevistador:

 

Tengo entendido, San Pablo, que Felipe, otro evangelista cristiano de tus tiempos, bautizaba a muchos creyentes convertidos por su predicación. ¿Me puedes decir qué les predicó Felipe a ellos?

 

San Pablo:

 

Cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del REINO de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres (Hechos 8:12).  

 

Pregunta # 10:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, ¿Me estás dando a entender que antes de bautizarse hay que creer en Cristo y en su reino?

 

San Pablo:

 

Ya lo dijo nuestro Señor: “El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16). Es pues necesario creer. Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17). Además, ¿no recuerdas que yo bauticé a Crispo, y a toda su familia, y a muchos corintios, cuando creyeron en el Señor?(Hechos 18:8). Definitivamente el bautismo es para los creyentes.

 

 

Pregunta # 11:

 

Entrevistador:

 

Dime San Pablo, ¿qué sacó a la luz el evangelio que predicaste?

 

San Pablo:

 

Pues es simple. Sacó a la luz la vida y la inmortalidad (2 Timoteo 1:10).

 

Pregunta # 12:

 

Entrevistador:

 

Quisiera preguntarte, San Pablo, ¿Cuándo recibiremos esa inmortalidad tan anhelada?

 

San Pablo:

 

Ya lo dije cuando hablé de la resurrección a los corintios. A ellos les dije muy claramente:” Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad”(1 corintios 15:22,23,53).

 

Pregunta # 13:

 

Entrevistador:

 

Una vez que los cristianos ganen su inmortalidad, en ocasión con el regreso de Cristo al mundo, te pregunto San Pablo: ¿Qué pasará con los inmortalizados?

 

San Pablo:

 

Ya lo explicó Jesucristo, mi Señor, hace dos milenios, cuando dijo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria…entonces dirá a los de su derecha: Venid benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo (Mateo 25:31,34).

 

También yo les escribí a los tesalonicenses al respecto, diciéndoles: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él…porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” ( 1 Tesalonicenses 4:14,16). Nota que en ningún momento dije que iremos al cielo con Jesucristo, sino sólo a las nubes para recibir al Señor que viene en el aire.

 

 

 

 

 

Pregunta #14:

 

Entrevistador:

 

Sabemos, San Pablo, que el padre de la fe fue el fiel Abraham. Pues bien: ¿Qué esperaba Abraham de Dios?¿El cielo? o ¿qué?

 

San Pablo:

 

Por fe Abraham…esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:8,10).

 

Pregunta # 15:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo: ¿Esperaba Abraham entrar al cielo para ingresar a la ciudad celestial?

 

San Pablo:

 

Dije claramente: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (Hebreos 13:14). Nota que dije: “la por venir”. Es claro que Abraham no creyó que iría al cielo.

 

Pregunta # 16:

 

Entrevistador:

 

Sin duda, San Pablo, que en tu época, y en la nuestra, muchos cristianos han sufrido, y sufren terribles pruebas por su fe. Dime: ¿Qué consejo les das a tales cristianos que soportan fielmente el mal de los otros?

 

San Pablo:

 

Ya lo dije claramente cuando le escribí al joven cristiano Timoteo: “Si somos muertos con él(Cristo), también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo” ( 2 Timoteo 2:11-13).

 

Pregunta # 17:

 

Entrevistador:

 

Sin duda, San Pablo, que estas personas; tanto cristianas, como impías, serán juzgadas por el Señor Jesucristo. Si este es el caso, dime: ¿Cuándo ocurrirá este juicio?

 

San Pablo:

 

También le escribí al joven Timoteo, diciéndole: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino” ( 2 Timoteo 4:1).

 

Pregunta # 18:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿de qué estabas siempre seguro tú?

 

San Pablo:

 

Ya se lo dije a Timoteo claramente: “El Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial…” (1Timoteo 4:18).

 

Pregunta # 19:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿qué quieres decir con la frase:“reino celestial”?¿Acaso quieres decir que el reino de Cristo será en el cielo?

 

San Pablo:

 

¿No recuerdas que el mismo Señor Jesús dijo ser “el pan celestial” o “el pan del cielo” en Juan 6:32)?Como verás, Cristo era de arriba, del cielo, pero estuvo con nosotros en la tierra. También recuerda que yo dije que los creyentes gozan del “don celestial” el cual está conformado por el Espíritu Santo, la Palabra de Dios, y los poderes del siglo venidero (Hebreos 6:4,5). Sí, ¡el Espíritu Santo es un “don celestial” que está en el mundo con los creyentes! De modo que cosas del cielo estarán en la tierra, incluyendo el reino celestial (= reino de Dios). Y decimos que el reino es celestial, porque es el reino del Eterno Dios que estará en la tierra.

 

Pregunta # 20:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, en Hebreos 12:28 tú dices: “que estamos recibiendo un reino inconmovible”. ¿Quieres decir que el reino ya es una realidad en la tierra, y que ya se estableció desde el primer siglo de la Era Cristiana?¿Realmente ya hemos “recibido” el reino ahora?

 

San Pablo:

 

Toma nota que en Colosenses 2:6 dije que los que andan en Cristo “han recibido al Señor Jesucristo”. ¿En qué sentido se recibe al Señor Jesucristo?¿Es que él baja del cielo cada vez que un creyente se decide por él? Además, a los tesalonicenses les dije: “Recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros”( 1 Tesalonicenses 2:13). ¿En qué sentido se recibe la palabra de Dios? Y a los corintios les dije: “el evangelio…el cual también recibisteis” (1 Corintios 15:1). Es claro que recibir, en estos casos, puede significar “creer”, “aceptar”,o “hacerlo de uno”. Entonces, recibir un reino es aceptar o creer en un reino por la fe.

 

Pregunta # 21:

 

Entrevistador:

 

Qué otra razón hay, San Pablo, por la que no podamos heredar el reino ahora?

 

 

San Pablo:

 

Ya lo expliqué eso claramente, cuando les dije a los corintios: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción (1 Corintios 15:50).

 

Pregunta # 22:

 

Entrevista:

 

Dime, San Pablo, ¿es cierto que Cristo reinará por mil años? Si este es el caso, ¿qué habrá logrado Jesús hacer durante ese periodo, y qué pasará después de ese milenio?

 

San Pablo:

 

Sí, ya lo dijo Juan, el apóstol amado, que el reino de Cristo durará mil años (Apocalipsis 20:4,5). Además, es preciso que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies (1 Corintios 15:25).

 

Pregunta # 23:

 

Entrevista:

 

Dime San Pablo, ¿cuál es el último enemigo que será destruido por Cristo?

 

San Pablo:

 

Y el postrer enemigo que será destruido será la muerte (1 Corintios 15:26).

 

Pregunta # 24:

 

Entrevista:

 

Dime Pablo, ¿fueron muchos los que creyeron en tu evangelio?

 

San Pablo:

 

En varios lugares que visité, muchos creyeron en mi evangelio. ¿Te acuerdas cuando visité con Bernabé la ciudad de Iconio? Leerás en Hechos 14:1, que en ese lugar una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos creyó en mi mensaje. También recuerdas cuando estuve en Antioquía un año entero con Bernabé, y mucha gente estuvo reunida en la iglesia de esa ciudad, a los cuales les enseñábamos la Palabra de Dios (Hechos 11:25,26).

 

Pregunta # 25:

 

Entrevistador:

 

Dime San Pablo,¿Qué piensas de aquellos hombres que predican el evangelio de Cristo como tú lo hiciste?

 

San Pablo:

 

Ya lo dije cuando cité el texto de Isaías 52:7, el cual dice: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas (= el evangelio)”(Romanos 10:15).

 

 

Pregunta # 26:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, muchos creen que los cristianos son unos locos que predican un evangelio enajenante, ¿Qué dices tú al respecto?

 

San Pablo:

 

El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente ( 1 Corintios 2:14). Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios (1 Corintios 1:18).

 

Pregunta # 27:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, se dice que la muerte, sepultura, y resurrección de Jesucristo es también el evangelio que predicaste. ¿Es cierto eso?

 

San Pablo:

 

Yo les dije claramente a los corintios lo siguiente:”Os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado…porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce, etc” (1 Corintios 15:1).

 

Pregunta # 28:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, pero tengo entendido que Jesús habló antes o primero del reino de Dios, al cual lo llamó: “El evangelio” según lo registra el evangelista Marcos (1:1,14,15).¿Qué opinas al respecto? y ¿cuál es el evangelio completo?

 

San Pablo:

 

Efectivamente, el evangelio completo es la persona de Cristo, su obra redentora, y su reino venidero. ¿Recuerdas lo que yo les predicaba a los creyentes de Roma? Lo registró San Lucas en su libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 28 y versos 23, 30,31. Allí Lucas registró mi evangelización, la cual consistía en la predicación del evangelio del reino de Dios, y todo lo relacionado con el nombre de Jesús. También hizo lo propio el evangelista San Felipe, según consta en los Hechos de los Apóstoles, capítulo 8 y verso 12.

 

Entrevistador:

 

Bueno, San Pablo, muchas gracias por haberme brindado tu valioso tiempo para responder a interrogantes que son vitales para todos los hombres hambrientos de Dios. Ahora comprendo que tú predicaste el reino de Dios, y también todo lo relacionado con Cristo y su obra redentora. También entiendo que la esperanza o meta de la vida cristiana es ingresar o heredar el reino de Dios, y para ello uno debe creer o aceptar el sacrificio de Cristo para el perdón de nuestros pecados. Cristo es el fin y el medio para alcanzar la salvación de Dios.

 

 

                                                           FIN DE LA ENTREVISTA

 

ENTREVISTA PRIVADA CON EL SEÑOR JESUCRISTO

                                Por Ing° Mario A Olcese

 

Esta es una entrevista ficticia realizada en algún lugar del más allá, pero que trata un tema bíblico central y real que pocos conocen”.

         

(TEMA TRATADO:  EL REINO DE DIOS)

 

Pregunta # 1:

Entrevistador:  Señor Jesús: ¿me podrías decir para qué te envió Dios al mundo?

Jesucristo:  Yo dije claramente que era necesario que yo anunciase el evangelio del reino de Dios; porque para esto fui enviado por mi Padre al mundo (Lucas 4:43). Esta verdad es ignorada hoy por millones de llamados cristianos, quienes sólo tienen ideas vagas acerca de la razón de mi venida al mundo hace dos milenios. La mayoría de ellos creen que yo vine a salvarlos, pero que en realidad no saben qué significa esa palabra exactamente.

 Pregunta # 2:

Entrevistador:  Señor Jesús, ¿Estás diciendo que el reino de Dios es tu evangelio?

Jesucristo:  Claramente dije hace dos milenios que fui enviado a predicar el evangelio del reino de Dios (Lucas 4:43). Además, ¿no has leído el libro del evangelista San Marcos? Él escribió sobre mi ministerio, como sigue: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios…después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios” (Marcos 1:1,14). Es obvio que el reino de Dios es mi evangelio para el mundo. Ah, y entiéndase por “evangelio” como ‘buenas noticias’ o ‘buenas nuevas’. Esto quiere decir que yo fui enviado al mundo para predicar buenas noticias a todos los hombres de buena voluntad, y esas buenas noticias tienen que ver con mi reino mesiánico en la tierra en un futuro próximo. Además, el evangelio comprende mi obra redentora en la cruz y mi gloriosa resurrección, como claramente lo expresó mi apóstol Pablo en su carta a los corintios. Pero lo primero de mi evangelio, o buenas noticias, fue mi anuncio sobre el reino o gobierno venidero de Dios en la tierra.

Pregunta # 3:

Entrevistador:  Señor Jesús, hay iglesias que predican otros evangelios supuestamente cristianos como el llamado “evangelio social” del catolicismo. ¿Qué nos puedes decir con respecto a estos evangelios, supuestamente bíblicos o cristianos?

Jesucristo:  Ya lo dijo muy claramente mi apóstol Pablo, en su carta a los Gálatas. Sus palabras son como siguen: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”(Gálatas 1:6-9). Claramente te digo que los otros evangelios son falsos. Ah, y ‘anatema’ significa: ¡ “maldito”!.

Pregunta # 4:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué es eso que tú llamas “reino”?

Jesucristo: Yo dije en una ocasión: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino (Lucas 21:10). Ahora bien: ¿Qué entiendes por reino en este caso? ¿Acaso no es una forma de gobierno llamada monarquía? Sí, un reino es una forma de gobierno o monarquía.

Pregunta # 5:

Entrevistador:   ¿Qué decías sobre el reino de Dios básicamente?

Jesucristo:  Yo dije: “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentios, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15). Nota que dije que el reino de Dios se había acercado por medio de mi ministerio entre mis paisanos. Además observa que creer en el evangelio es creer en la cercanía del reino de Dios.

Pregunta # 6:

Entrevistador:   Señor Jesús:  ¿para quiénes es el reino de Dios?

Jesucristo:    Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos…Bienaventurados los mansos, por ellos recibirán la tierra por heredad” (Mateo 5:3). “Y os digo que vendrán muchos del oriente, y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos” (Mateo 8:11). Como ven, mi reino es para la gente que ama la verdad y la justicia sin importar su raza o nacionalidad.

Pregunta # 7:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿qué les mandaste a predicar a tus discípulos?

Jesucristo:   Los envié a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos (Lucas 9:2).

Pregunta # 8:

Entrevistador: Señor Jesús, un día un hombre vino a ti y te dijo que quería seguirte a todas partes, pero antes quería enterrar a su difunto padre: ¿Qué fue lo que le respondiste tú?

Jesucristo:  Le dije: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé, y anuncia el reino de Dios (Lucas 9:60). Claramente di a entender que es más urgente e importante  anunciar el reino de Dios que cualquier otra cosa que tengamos que hacer. Así de radical es la responsabilidad que tienen para con mi evangelio aquellos que son verdaderamente mis seguidores.

Pregunta # 9:

Entrevistador:  Señor Jesús, un día cuando estabas predicando tu evangelio, se te acercó un escriba, a quien le dijiste: “No estás lejos del reino de Dios”. Pregunto: ¿Qué hizo o dijo el escriba para que tú le dijeras que estaba cerca para entrar en tu reino?

Jesucristo:  Pues, el escriba me dio una respuesta sabia. Él reconoció que el primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel; el Señor nuestro Dios uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Luego admitió que el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:28-34). Como ves, el escriba tenía en su corazón los mandamientos de mi Padre.

Pregunta # 10:

Entrevistador:   Señor Jesús, en esencia: ¿qué deben buscar y pedir tus seguidores?

Jesucristo: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia…”(Mateo 6:33), y pedid: Venga tu reino(Mateo 6:10). Lamentablemente pocos de mis seguidores de este siglo están buscando mi reino primeramente. Sólo haz una encuesta entre los que dicen ser mis seguidores, y verás que la gran mayoría de ellos no esperan el reino de Dios. Pregúntaselo a cualquiera que dice creer en mi, y te sorprenderás de su respuesta. Millones incluso no saben qué es eso que llamé: El Reino de Dios.

Pregunta # 11:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿qué deberán predicar también tus seguidores en este siglo XXI?

Jesucristo:  Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Sí, mis seguidores deberán proclamar a todo el mundo mi evangelio o buenas noticias de mi futuro reino o gobierno en la tierra. Ellos deberán promover mi gobernación mundial y ganar adeptos para mi causa.

Pregunta # 12:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿qué debemos hacer para entrar en tu reino?

Jesucristo:   No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). Como puedes ver, para entrar en mi reino uno debe ser puro como un niño, y hacer la voluntad de mi padre así como yo lo estoy haciendo siempre.

Pregunta # 13:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿quiénes no son aptos para tu reino?

 

Jesucristo:   Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62). Es decir, aquellos que aún aman el mundo y las cosas que en él hay, no son aptos para mi reino. Mis partidarios deben desligarse de los intereses temporales y abocarse a los intereses eternos. No pueden amar a este mundo pecador y al venidero de justicia al mismo tiempo. No pueden servir a dos señores.

Pregunta # 14:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Cuándo entrarán en tu reino tus seguidores leales?

Jesucristo:   “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él…entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:31,34). Mi respuesta es clara, mis seguidores entrarán en mi reino cuando yo regrese a este mundo desde los cielos en gloria. Aquí estoy hablando de mi segunda venida personal y visible a la tierra.

Pregunta # 15:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Por qué regresaste al cielo si tu reino será en la tierra?

Jesucristo:   Soy el hombre noble que se fue a un país lejano (el cielo) para recibir un reino y volver (Lucas 19:12). Yo fui al cielo para ser coronado como rey, y más adelante regresar como tal para tomar mi trono en Jerusalén.

Pregunta # 16:

 

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Por qué hablaste la ‘parábola de la diez minas’ de Lucas 19:11-27?

Jesucristo: Porque mis seguidores pensaban que mi reino se manifestaría inmediatamente, cuando yo estaba entrando en Jerusalén (Lucas 19:11). Yo quería enseñarles a mis discípulos que mi reinado demoraría en establecerse, y que ellos debían de cumplir antes mi tarea de captación de adherentes leales a mi causa. Ellos primero debían de dar frutos sembrando mi mensaje o evangelio de mi próximo gobierno mundial y ganar adeptos. Ellos debían de preparar primero a mis nuevos líderes mundiales por medio de convertirlos de sus pecados a la santidad. Yo deseo que mis partidarios sean hombres de honor, y de absoluta probidad para que puedan gobernar conmigo la nueva sociedad mundial que yo inauguraré en mi segunda venida personal con mis ángeles.

Pregunta # 17:

Entrevistador:  Pero Señor Jesús: ¿Qué les hizo pensar a tus seguidores que el reino vendría pronto cuando entrabas en Jerusalén?

Jesucristo: Es que Jerusalén es la ciudad del gran rey, la sede de mi trono (Mateo 5:33-35). No olvides que mi ancestro, el Rey David, reinó allí por 33 años, y también todos los que le sucedieron hasta Sedequías, el último rey davídico que fue depuesto por Nabuconodosor en 586 AC.

Pregunta # 18:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿tus apóstoles también se sentarán en tronos en tu reino?

Jesucristo:   Mis apóstoles se sentarán en sus tronos Juzgando (gobernando) a las doce tribus de Israel (Lucas 22:30). Es decir, ellos y yo seremos los supremos gobernantes del estado de Israel, el cual ahora está convulsionado por la tenencia de la tierra con los árabes. Yo traeré por fin la paz a Jerusalén y mis paisanos poseerán toda la tierra prometida a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, los padres de los Hebreos.

Pregunta # 19:

Entrevistador:  Señor Jesús: Los cristianos en general, ¿qué recibirán o ganarán?

Jesucristo:   Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi padre en su trono” (Apocalipsis 3:21). Recordemos que los de la fe—mis seguidores—son también hijos de Abraham, y por tanto, se constituyen en herederos de la tierra prometida (Ver Génesis 13:15;15:18; Gálatas 3:6-9,16,25,29). Mis seguidores, que son el verdadero Israel de Dios, poseerán la tierra de Israel, teniéndome a mi como el Rey mundial del reino davídico restaurado en Jerusalén.

Pregunta # 20:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿para qué nos sentaremos nosotros en el trono del reino de Dios?

Jesucristo:   “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones” (Apocalipsis 2:26). Observa que dije que mis discípulos tendrán autoridad sobre las naciones de la tierra. Es decir, el mundo entero estará regido por mi y mi iglesia. Entonces habrá un solo gobernante que decida el destino de los hombres, y yo tendré la tarea de restaurar todas las cosas como eran al comienzo de la creación (Ver Hechos 3:19-21).

Pregunta # 21: 

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿significa esto entonces que reinaremos en la tierra y no en el cielo?

Jesucristo: Ciertamente. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Recuerda que mi oración modelo dice: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Recordemos que Dios puso al hombre en la tierra para que la cuidara y la sembrara. Dios no lo puso en el cielo para tocar un arpa y volar como un angelito con alas hermosas por una eternidad; ni menos, que éste descendiera a la tierra desde otra dimensión. El hombre fue creado en la tierra para que la hiciera su habitat para siempre, y viviera feliz y en paz con Dios y sus congéneres. El diablo quiso destruir este propósito divino incitando a Adán y Eva a la rebelión y la desobediencia. Felizmente Cristo destruyó los planes del diablo, y el hombre tiene nuevamente la oportunidad de gozar del mundo tal como Dios se lo propuso en un comienzo, y vivir para siempre disfrutando de las buenas dádivas de esta hermosa tierra.

Pregunta # 22:

Entrevistador:   Pero Señor Jesús: ¿Acaso no has prometido el cielo para tus seguidores fieles?

Jesucristo:  Yo dije claramente: A donde yo voy, vosotros no podéis ir (Juan 13:33). Yo dije: Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Además hay otra razón adicional: Y es que Dios ha creado la tierra exclusivamente para los hombres (Salmos 115:16). Definitivamente no hay ningún texto bíblico que diga que los cristianos vivirán para siempre en el

Cielo o en algún otro  lugar extramundano.

Pregunta # 23:

Entrevistador:   ¿Qué fue, Señor Jesús, lo último que te preguntaron tus discípulos con respecto a tu reino?

Jesucristo:   Mis discípulos me preguntaron: Señor, restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Obviamente mis discípulos tenían un ardiente deseo de que mi reino mundial se inaugurara inmediatamente, lo más pronto posible en la tierra. Y es que ellos sabían que mi reino traería, no sólo su liberación de los romanos, sino la vida eterna al lado mío y de todos los fieles de antaño. También significaría la resurrección de todos los muertos, parientes y amigos que habían perdido, incluyendo a los profetas y otros siervos del Señor que ellos veneraban.

Pregunta # 24:

Entrevistador:   Por lo visto, Señor Jesús, tus discípulos creyeron en un reino que se le restauraría a Israel. Pero, ¿estaban ellos errados?¿Qué les respondiste tú?

Jesucristo:   No estaban errados, y esa pregunta era justa y correcta. Yo sólo les respondí con claridad: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que Dios puso en su sola potestad” (Hechos 1:7). Es decir, yo les dije claramente a mis discípulos que sólo Dios sabe el tiempo exacto de la restauración del reino davídico a los judíos.

Pregunta # 25:

Entrevistador:  Entonces, Señor Jesús: ¿volverás entonces a la tierra para restaurar el reino de David a Israel? 

Jesucristo:  Si!, pues ya lo dijo mi apóstol Pedro, cuando habló de mí: “Es necesario que el cielo me reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19-21). Nota que volveré cuando llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas. ¡Y esta restauración general incluye el reino davídico en Jerusalén suspendido en 586AC! Hoy la ciudad de Jerusalén está convulsionada con los conflictos entre los judíos y árabes. Pero cuando yo regrese a mi tierra, y tome posesión de mi trono en Jerusalén, las cosas cambiarán, y habrá por fin paz en mi país Israel. Yo reinaré en Jerusalén con mis hermanos judíos naturales y adoptivos (mi iglesia), y con ellos, a todas las naciones del mundo.

Pregunta # 26:

Entrevistador:   Señor Jesús, es obvio que si a Israel se le restaurará un reino, es porque antes existió en esa nación una monarquía, la cual desapareció por alguna causa, y finalmente volverá a existir en el futuro. ¿Nos puedes explicar este asunto con más precisión?¿Habrá nuevamente una monarquía en Israel como en los tiempos del rey David, Salomón, etc.?

Jesucristo:  En primer lugar, debemos recordar que el reino de David, era el reino de Dios. Acuérdate bien que en 1 Crónicas 28:5 se dice que Salomón se sentó en el trono del reino de Dios. De modo que el reino de Dios, era el reino de mi padre David. También recuerda que el último rey de Israel fue Sedequías. Aproximadamente allá por el año 586 antes de mi nacimiento como hombre, Nabuconodosor invadió el reino del Sur (Judá y Benjamín) y se llevó preso a mi pueblo y a su rey Sedequías, y desde esa fecha Israel dejó de tener un rey, una monarquía o un reino de Dios.

Ahora bien, recuerda lo dicho por el profeta Ezequiel, en el capítulo 21, y versos 25 al 27. Allí leerás que Ezequiel profetiza que la suspensión del reino de David, o también llamado ‘El Reino de Dios’, sería temporal, hasta que viniera aquel que tiene el derecho legal y a él se lo dará mi Padre, y lo coronará. Lee pues cuidadosamente al profeta Ezequiel.

Pregunta # 27:

Entrevistador:   Señor Jesús, tú dices que el profeta Ezequiel habló de un heredero del trono davídico a quien Dios le entregaría la corona de rey. ¿Nos puedes decir quién puede ser esa persona?

Jesucristo:   Abre el libro de Mateo capítulo 1 y verso 1. ¿Qué dice allí? Yo te lo diré: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. Es decir, yo soy el hijo de David, su descendiente, y por tanto, soy de linaje real. También lo dijo mi apóstol Pedro en su sermón apologético en Jerusalén, registrado en Hechos 2:29,30.

Pregunta # 28:

Entrevistador:   ¿Me estás diciendo, Señor Jesús, que tú eres esa persona que cumplirá la profecía de Ezequiel, y por tanto serás tú quien restaurará el reino de David suspendido en el tiempo?

Jesucristo:   El que tiene oídos para oír, que oiga. Ya lo dijo bien mi apóstol Pedro, en su sermón apologético en Jerusalén: que Dios levantaría al Cristo para que se sentase en el trono de David (Hechos 2:30). También profetizó sobre mi, el ángel Gabriel, cuando le dijo a María, mi madre: “Y será llamado, Hijo del Altísimo, y el señor Dios le dará el trono de David su padre (Lucas 1:32). Obviamente estas profecías conciernen a mi reinado, y las cumpliré en mi segunda venida. Nota que el anuncio del ángel Gabriel decía que recibiré el trono de David, mi padre. ¿Qué entiendes por esto? Sobran las palabras, ¿no te parece? Desgraciadamente muchos de los que se dicen ser mis seguidores no han prestado atención integral al anuncio del ángel, y no se han puesto a meditar sobre el significado de esa parte del anuncio que habla sobre mi herencia del trono de David, mi padre”.

Pregunta # 29:

Entrevistador:   Señor Jesús, algunos cristianos hoy creen que tú estableciste un “reino espiritual” como rey de tu iglesia. Es decir, que tú eres el rey, y tu reino es la iglesia. ¿Es eso verdad?

Jesucristo:   Yo dije claramente en Mateo 25:31: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Nuevamente, el que tiene oídos para oír, que oiga. Fui claro al decir que cuando yo regrese a la tierra en gloria, entonces, y sólo entonces, me sentaré en mi trono de gloria. También fui claro al decir: “Mi reino no es de este mundo o edad maligna”(Juan 18:36). Por otro lado, yo les dije a mis discípulos que ellos recibirán el reino sólo en mi segunda venida, con estas palabras: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria… Entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. (Mateo 25:31,34). Además, yo les dije a mis discípulos claramente: “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino (Lucas 12:32). Entonces, si a mi manada pequeña le daré el reino, ello quiere decir que el reino no es la misma manada pequeña de mis seguidores. El reino es un gobierno que mis seguidores (mi iglesia)recibirán.

Pregunta # 30:

Entrevistador:   Señor Jesús, Pilatos te preguntó si tú eras rey. ¿Qué le respondiste?

Jesucristo:  Yo le respondí: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37). Yo admití ser rey abiertamente.

Pregunta # 31:

Entrevistador:  Señor Jesús, tú dices que de los pobres en espíritu es el reino de los cielos. Pregunto: ¿No significa eso que les estabas ofreciendo a los pobres— el cielo— como recompensa?¿No es el reino de los cielos un sinónimo del cielo mismo?¿Por qué decías: “ reino de los cielos”?

Jesucristo:  Yo dije claramente: “El reino de los cielos”, y no: “El Reino en los cielos”. El reino es de los cielos porque es de Dios quien está en los cielos. Mi reino no se establecerá en la tierra  por la voluntad de los hombres, sino por la decisión exclusiva de mi Padre celestial— ¿Me comprendes ahora? Cuando dije que mi reino es de los cielos, yo quise decir que mi reino no es de inspiración humana sino divina. Es un reino que pertenece a Dios, y que será dirigido por Él a través de mi persona. Repito, yo dije: “Reino DE los cielos”, y no, “Reino EN los cielos”. ¿Ves la diferencia?

Pregunta # 32:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿No dijiste tú que nuestro “galardón es grande en los cielos”? (Mateo 5:12). ¿No le estabas ofreciendo el cielo a tus seguidores?

Jesucristo:   ¿Acaso yo les dije a mis seguidores en Mateo 5:12 que irán al cielo para recibir su galardón? No. Lo que más bien dije después es: “He aquí que vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12). Esto quiere decir que yo volveré a la tierra trayendo mi galardón del cielo, para recompensar a mis seguidores en la tierra. Por otro lado, no olvidemos lo que dijo Salomón sobre el destino de los justos: El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra (Proverbios 10:30). Es lógico suponer que si algún hombre es removido de la tierra, es porque no es justo. De modo que si decimos que los creyentes irán a vivir eternamente en el cielo, lejos de la tierra, lo que estamos afirmando es que los cristianos no son justos…¡Y eso es imposible! Ah, ¡y Salomón se escandalizaría!

Pregunta # 33:

Entrevistador:  Señor Jesús, regresemos al tema el reino: ¿Cuánto tiempo durará tu reino? ¿Seguiremos siendo aún mortales en tu reino en la tierra?

Jesucristo:  Ya escribió Juan de mi y mi reino diciendo: “…y reinaron con Cristo mil años (Apocalipsis 20:4). La segunda pregunta ya la respondió mi apóstol Pablo, cuando dijo con toda verdad: “carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción…porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad (1 Corintios 15:50,53). Mi respuesta, entonces, es que mis seguidores serán inmortales en mi reino. Imagínate que reinarán conmigo mil años, lo cual supone una longevidad increíble.

Pregunta # 34:

Entrevistador:  Señor Jesús, ¿tu gobierno será sólo para los israelitas?¿Qué hay de los otros pueblos?

Jesucristo:  En mi parábola de las “Diez Minas”, de Lucas 19:11-27, claramente expliqué que a mis fieles discípulos les daré autoridad sobre ciudades enteras del mundo (versos 17 y 19). Además, yo quiero recordarte lo dicho por el profeta David sobre mi futuro reino, cuando dijo: “Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra” (Salmo 72: 7,8). Como puede verse, mi reino tendrá un efecto beneficioso para el mundo entero. Y finalmente, Pablo dijo con verdad también que yo soy el heredero del mundo (Romanos 4:13). También Isaías habló de mi, y mi gobierno, con estas palabras: Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos (Isaías 2:4).

Pregunta # 35:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué diferenciará tu reino o gobierno de los demás gobiernos del mundo del pasado y del presente?

Jesucristo:  Primero, habrá justicia (Isaías 9:7). Como consecuencia de la justicia, habrá paz duradera (Isaías 9:6,7). También las armas de guerra serán convertidas en herramientas agrícolas (Isaías 2:4, Miqueas 4:3). No habrá explotación del hombre por el hombre, ni maldad alguna (Salmo 37:9,20,34). Los cojos, mancos, ciegos, paralíticos, etc, serán curados (Isaías 35:6). Habrá longevidad, y las fieras salvajes serán mansas (Isaías 11:6). En definitiva, mi reino estará inspirado por Dios. También dijo Isaías: “Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación (Isaías 33:6).

Pregunta # 36:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Con qué clase de gente  estará conformado tu reino?

Jesucristo:   Mi discípulo Santiago ya lo dijo muy claramente, al escribir: “¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha preparado a los que le aman?” (Santiago 2:5). Entonces mi reino no es para los ricos de este mundo malo, sino para los desposeídos mayormente, pero que son ricos en fe. Claro que habrá ricos materialmente en mi reino, pero serán la minoría.

Pregunta # 37:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué es lo que se debe hacer primero para ver y entrar en tu reino?

Jesucristo:   El que no naciere de nuevo— de agua y del espíritu— no puede ver ni entrar en mi reino” (Juan 3:3,5). Aquí yo hablo de un nuevo nacimiento espiritual llamado bautismo, previa fe en mi reino (Ver Hechos 8:12).

Pregunta # 38:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Puede alguno saber cuándo se establecerá tu reino en la tierra?

 

Jesucristo:  “En cuanto a aquel día y a aquella hora, nadie lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre” (Marcos 13:32). Yo vendré como ladrón en la noche, es decir, sin aviso y de sorpresa. Entonces, los que no estén apercibidos pagarán por su descuido y perderán todo.

Pregunta # 39:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿es fácil entrar en tu reino?

Jesucristo:   “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto es el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (Mateo 7:13,14). Y como dijo también mi apóstol Pablo:  “…Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hechos 14:22).

Pregunta # 40:

Entrevistador:  Señor Jesús, ¿Qué quisiste decir cuando dijiste: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo”? (Juan 14:3). Pregunto además: ¿Has prometido tomarnos— cuando vuelvas— para llevarnos a la casa de tu Padre en el cielo, según el verso dos?

 

Jesucristo:   Textualmente dije: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” Tome nota que dije: “para que donde yo estoy” (tiempo presente) vosotros también estéis”. Cuando dije eso, todavía yo no había subido al cielo, pues aún no había muerto, y menos aún, resucitado. De modo que cuando dije: “para que donde yo estoy, vosotros también estéis” en verdad quise decir: “para que en la tierra, donde estoy, vosotros también estéis”.

Pregunta # 41:

Entrevistador:  Señor Jesús, es obvio que tú estás hablando del lugar desde donde estás pronunciando la promesa, y ése es la tierra, y no el cielo—¿Estoy en lo correcto?

Jesucristo:  Correcto. Recordemos lo que dice Salmos 37:22 dice: “Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos”.

Pregunta # 42:

Entrevistador:   Señor Jesús. ¿Estarás tú mismo en la tierra en persona como el Rey de  reyes, o regirás desde los cielos?

Jesucristo:   ¿No has leído lo que Dios le dijo a mi padre David, muchos siglos antes que yo naciera? Pues está escrito: “El Dios de Israel ha dicho, me habló la roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios” (2 Samuel 23:3). Ciertamente ese justo soy yo, el Hijo de Dios, quien gobernará ENTRE (no “sobre”)los hombres. En el Salmo 67:4 leemos algo similar sobre mi reinado mundial: “Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones EN la tierra”.

Pregunta # 43:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué es lo primero que se hará inmediatamente antes de que tú rijas el mundo?

Jesucristo:  ¿No has leído en Apocalipsis 20:2, que primero se apresará al dragón (Satanás) por mil años, para que no engañe más a las naciones, a fin de dar paso a mi reino? Además, “no os maravilléis de esto; porque vendrá a hora cuando todos os que están en los sepulcros oirán mi voz, y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida…” (Juan 5:28,29) Definitivamente comenzaré mi reino también con mis santos seguidores resucitados y glorificados.

Pregunta # 44:

Entrevistador: Dime: ¿Quiénes te verán venir por segunda vez? y ¿Será secreta tu venida?

Jesucristo:  Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta en occidente, así también será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27). Y Juan escribió de mi retorno, así: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él” (Apocalipsis 1:7). ¿He contestado a tus dos preguntas?

Pregunta # 45:

Entrevistador:   ¡Por cierto que sí!  Pero tengo más preguntas aún, Señor Jesús. Si tu reino está bien explicado y revelado en los evangelios, ¿por qué millones de cristianos lo ignoran o no lo entienden como tú lo enseñaste?

Jesucristo:   ¿Recuerdas mi Parábola del Buen Sembrador de Lucas 8:4-12? En el verso 12 dije: “Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven”. Aquí hay, pues, un enemigo del evangelio y de los hombres, el diablo. Por otro lado, ¿Acaso no nos acordamos lo dicho por mi apóstol Pablo? El escribió: “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que nos les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). Nota que es el diablo el responsable de cegar el entendimiento de los incrédulos para que no crean en mi reino glorioso. Además, mi apóstol Pablo predijo que poco después de su muerte entraría la apostasía en la iglesia, con doctrinas de demonios. Esta profecía se cumplió, y ahora vemos que mi verdadero evangelio ha sido olvidado y sustituido por otros falsos evangelios. Eso lo puedes leer en Hechos 20:29.

Pregunta # 46:

Entrevistador:  ¿Qué les ocurrirá a aquellos que no han creído en ti y en tu promesa de un reino universal de paz y justicia bajo tu mando?

Jesucristo:  Yo les dije a mis discípulos lo siguiente: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado (Marcos 16:15,16).

Pregunta # 47:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿será fácil para los ricos entrar en tu reino?

Jesucristo:   ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!” (Lucas 18:24). Y es que los afanes, las riquezas, y los placeres de la vida les impiden a la mayoría de los ricos a rendirse a Cristo y vivir para él y su causa.

Pregunta # 48:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué te pidió el llamado “buen ladrón” que estuvo crucificado contigo en el Gólgata?

Jesucristo:   El llamado “buen ladrón” me pidió lo siguiente: “Señor, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42). Toma nota que él me dijo “vengas”, y no: “estés”.

Pregunta # 49:

Entrevistador: Señor Jesús, según tengo entendido, un día se te acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos. Pues bien, ¿me podrías decir que te pidió ella?

Jesucristo: Bueno, ella me dijo lo siguiente: “Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda” (Mateo 20:21). Ella definitivamente quería los mejores puestos de autoridad en mi reino para sus hijos. Pero ella, como toda buena madre, quería lo mejor para sus hijos. No obstante, ella no sabía lo que estaba pidiendo, pues no dependía de mi el darle lugares de honor para sus hijos, sino de mi Padre.

Pregunta # 50:

Entrevistador:   Señor Jesús, José de Arimatea, quien fuera el discípulo que pidió tu cuerpo para sepultarlo en una de sus tumbas, ¿qué esperaba él para el futuro como creyente tuyo?

Jesucristo:   El esperaba el Reino de Dios (Marcos 15:43).

Pregunta # 51:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Tu gobierno será suave, sin rigor, sin mano fuerte?

Jesucristo:  Ya está escrito de mí en el Salmo 2:9: “Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás”. También en Apocalipsis 12:5 donde se lee: “Y ella dio a luz un hijo varón que regirá con vara de hierro a todas las naciones…” Creo que los comentarios son innecesarios, pues es claro que regiré con mano firme al mundo entero.

Pregunta # 52:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Entonces qué les pasará a las naciones que se rehúsen a alabarte?

Jesucristo:  Ya está señalado en el libro del profeta Zacarías 14:17, donde se lee: “Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia”.

Pregunta # 53:

Entrevistador:   Señor Jesús, siendo que tu reino o gobierno en la tierra durará mil años o diez siglos. Te pregunto: ¿Qué sucederá después de ese tiempo?

Jesucristo:  Ya lo dijo mi apóstol Pablo, cuando habló y escribió sobre mi reino a los creyentes de Corinto. Él les dijo: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies” (1 Corintios 15:24,25). Resumiendo: Después de los mil años de mi reinado universal será mi Padre quien reine por la eternidad sobre todos sus hijos, y por cierto, yo estoy incluido dentro de ellos como el mayor de todos.

Pregunta # 54:

Entrevistador:  Señor Jesús, según el libro de Apocalipsis, se revela que justo al final de tu reino milenario, el diablo, que había sido atado al comienzo de tu reino, será desatado por un breve tiempo en la tierra. Te pregunto: ¿Cuál es el propósito de esta peligrosa liberación satánica?

Jesucristo: Ya lo dijo mi apóstol Juan, cuando escribió en su libro de Apocalipsis: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla” (20:7,8)

Pregunta # 55:

Entrevistador: Si este es el caso, Señor Jesús, dinos:  ¿De qué se trata esta batalla final, y contra quién o quiénes será?

Jesucristo: Esto lo respondió también mi siervo San Juan, cuando escribió en el libro de Apocalipsis 20:9: “Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió”. Es claro, entonces, que habrá una batalla final, o una sublevación de las naciones engañadas por el diablo contra mi autoridad y mi reino situado en Jerusalén.

Pregunta # 56:

Entrevistador: Finalmente Señor Jesús, ¿Qué pasará con el diablo y los combatientes engañados por él?

Jesucristo:  Esto también ya lo dijo mi siervo Juan. Los combatientes que fueron a combatir contra mi, “fueron consumidos por el  fuego que cayó del cielo. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre…” (Apocalipsis 20:9b,10).

Entrevistador:  Gracias Señor Jesús por haberme permitido interrogarte desde este lugar tan sublime y hermoso, nunca antes visto. Espero poder verte nuevamente con toda tu gloria y autoridad, cuando regreses a la tierra para estar con tu pueblo. “Ciertamente vengo en breve” (Apocalipsis 22:20). “Velad y orad para que no entréis en tentación” (Marcos 14:38). “Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10). Nuevamente les recuerdo a todos mis discípulos que: “el que creyere en éste, mi evangelio, y fuere bautizado, será salvo”(Marcos 16:15,16).

 

Más sobre el Reino en

www.elevangeliodelreino.org

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL APÓSTOL SAN PABLO

 

(Tema Tratado: El Reino de Dios)

 

¡Refutando la mentira de Tito Martínez de que Pablo nunca predicó el futuro reino de Dios en la tierra!

 

 

 Pregunta # 1:

 

Entrevistador:

 

Muchísimas gracias San Pablo por aceptar esta entrevista exclusiva después de casi dos mil años de tu ausencia. Bueno, mucho se ha dicho de tu misión y de tu mensaje que difundiste por muchos pueblos y ciudades fuera de Israel. Incluso tú mismo fuiste un prolífico escritor de casi la mitad de los libros del Nuevo Testamento. Tengo entendido que de los 27 libros que componen el Nuevo Testamento, tú escribiste 14, es decir, la mitad, lo cual es impresionante. Pues bien, permíteme hacerte la primera pregunta:

 

¿Para qué te escogió el Señor Jesucristo básicamente?

 

San Pablo:

 

Tú sabes cómo ya hace muchísimo tiempo Dios escogió que los no Judíos oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen (Hechos 15:7). Además, ¿recuerdas lo que Dios le dijo a Ananías sobre mí cuando aún no estaba yo bautizado? Pies Dios le dijo a él: “Vé, porque instrumento me es éste (yo, Pablo) para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos 9:15).

 

Pregunta # 2:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿Qué es eso que tú llamas ‘la palabra del evangelio’?

 

 

 

San Pablo:

 

Si tú escudriñas el libro de los Hechos de los Apóstoles, y mis epístolas en el Nuevo Testamento, descubrirás qué es lo que yo doy a entender por la palabra del evangelio. Por ejemplo, en Hechos 19:8 se lee sobre mí lo siguiente: “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del REINO de Dios”. Entonces aquí puedes darte cuenta lo que predicaba yo como la palabra del evangelio. La respuesta es: El reino de Dios.

 

Pregunta # 3:

 

Entrevistador:

 

Sé, San Pablo, que tú estuviste en una lugar llamado Mileto, una antigua ciudad situada en la costa occidental del Asia Menor, al sur de Éfeso. ¿Me podrías decir que predicaste en esa ciudad?

 

San Pablo:

 

En esa ciudad yo prediqué todo el consejo de Dios, es decir, el REINO de Dios (Hechos 20:25,27).

 

 

Pregunta #4:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, sé también que estuviste un buen tiempo en la famosa ciudad de Roma. Pues bien: ¿Qué estuviste haciendo allí por espacio de tres años?

 

San Pablo:

 

Permanecí tres años enteros en una casa alquilada, recibiendo a todos los que me visitaban, a los cuales les declaraba y les testificaba el REINO de Dios y el nombre de Jesucristo, desde la mañana hasta la tarde, tanto por la ley de Moisés como por los profetas, abiertamente y sin impedimento (Hechos 28:23,30,31). Como puedes ver, Jesús y su reino fueron mis dos temas principales, es decir: La palabra del evangelio.

 

Pregunta #5:

 

Entrevistador:

 

También tengo entendido, San Pablo, que estuviste en Derbe predicando el evangelio, y luego pasaste a Listra, Iconio, y a Antioquia. Dime: ¿Qué más hiciste en esas ciudades?

 

San Pablo:

 

Estuve confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el REINO de Dios (Hechos 14:22).

 

Pregunta #6:

 

Entrevistador:

 

Por lo que les dijiste a aquellos discípulos tuyos, es claro que el reino de Dios es la meta de tu iglesia verdadera. Dime: ¿Estoy en lo correcto?

 

San Pablo:

 

Ya lo dije antes a los creyentes de Tesalónica, que Dios nos llamó a su REINO y gloria (1 Tesalonicenses 2:12). Y También a ellos les volví a decir, en mi segunda epístola a los Tesalonicenses: “para que seáis tenidos por dignos del REINO de Dios, por el cual asimismo padecéis” (2 Tesalonicenses 1:5). Ah, y quiero hacer memoria de lo dicho por mi colega, el apóstol Pedro, al respecto. Él también dijo sobre el reino, lo siguiente: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor…porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el REINO eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”(2 Pedro 1:5-11).

 

Pregunta #7:

 

 Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿Quiénes no podrán entrar o heredar el reino de Dios?

 

San Pablo:

 

¿No sabes que los injustos no heredarán el reino de Dios? No te equivoques; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios ( 1 Corintios 6:9).

 

Pregunta # 8:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿Cuál a sido la obra maestra de Dios a favor de nosotros, los pecadores?

 

San Pablo:

 

Doy gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al REINO de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:12-14).

 

Pregunta # 9:

 

Entrevistador:

 

Tengo entendido, San Pablo, que Felipe, otro evangelista cristiano de tus tiempos, bautizaba a muchos creyentes convertidos por su predicación. ¿Me puedes decir qué les predicó Felipe a ellos?

 

San Pablo:

 

Cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del REINO de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres (Hechos 8:12).  

 

Pregunta # 10:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, ¿Me estás dando a entender que antes de bautizarse hay que creer en Cristo y en su reino?

 

San Pablo:

 

Ya lo dijo nuestro Señor: “El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16). Es, pues, necesario creer. Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios (Romanos 10:17). Además, ¿no recuerdas que yo bauticé a Crispo, y a toda su familia, y a muchos corintios, cuando creyeron en el Señor?(Hechos 18:8). Definitivamente el bautismo es para los creyentes.

 

Pregunta # 11:

 

Entrevistador:

 

Dime San Pablo, ¿qué sacó a la luz el evangelio que predicaste?

 

San Pablo:

 

Pues es simple. Sacó a la luz la vida y la inmortalidad (2 Timoteo 1:10).

 

Pregunta # 12:

 

Entrevistador:

 

Quisiera preguntarte, San Pablo, ¿Cuándo recibiremos esa inmortalidad tan anhelada?

 

San Pablo:

 

Ya lo dije cuando hablé de la resurrección a los corintios. A ellos les dije muy claramente:” Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad”(1 corintios 15:22,23,53).

 

Pregunta # 13:

 

Entrevistador:

 

Una vez que los cristianos ganen su inmortalidad en el regreso de Cristo al mundo, te pregunto San Pablo: ¿Qué pasará con los inmortalizados?

 

San Pablo:

 

Ya lo explicó Jesucristo, mi Señor, hace dos milenios, cuando dijo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria…entonces dirá a los de su derecha: Venid benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo (Mateo 25:31,34).

 

También yo les escribí a los tesalonicenses al respecto, diciéndoles: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él…porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” ( 1 Tesalonicenses 4:14,16). Nota que en ningún momento dije que iremos al cielo con Jesucristo, sino sólo a las nubes para recibir al Señor que viene en el aire.

 

Pregunta #14:

 

Entrevistador:

 

Sabemos, San Pablo, que el padre de la fe fue el fiel Abraham. Pues bien: ¿Qué esperaba Abraham de Dios?¿El cielo? ¿la tierra?… o ¿qué?

 

San Pablo:

 

Por fe Abraham…esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:8,10).

 

Pregunta # 15:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo: ¿Esperaba Abraham entrar al cielo para ingresar a la ciudad celestial?

 

San Pablo:

 

Dije claramente: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (Hebreos 13:14). Nota que dije: “la por venir”. Es claro que Abraham no creyó que iría al cielo.

 

Pregunta # 16:

 

Entrevistador:

 

Sin duda, San Pablo, que en tu época, y en la nuestra, muchos cristianos han sufrido y sufren terribles pruebas por su fe. Dime: ¿Qué consejo les das a tales cristianos que soportan fielmente el mal de los otros?

 

San Pablo:

 

Ya lo dije claramente cuando le escribí al joven cristiano Timoteo: “Si somos muertos con él (Cristo), también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará. Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo” (2 Timoteo 2:11-13).

 

Pregunta # 17:

 

Entrevistador:

 

Sin duda, San Pablo, que estas personas, tanto cristianas como impías, serán juzgadas por el Señor Jesucristo. Si este es el caso, dime: ¿Cuándo ocurrirá este juicio?

 

San Pablo:

 

También le escribí al joven Timoteo, diciéndole: “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino” ( 2 Timoteo 4:1).

 

Pregunta # 18:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿de qué estabas siempre seguro tú?

 

San Pablo:

 

Ya se lo dije a Timoteo claramente: “El Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial…” (1Timoteo 4:18).

 

Pregunta # 19:

 

Entrevistador:

 

Dime, San Pablo, ¿qué quieres decir con la frase:“reino celestial”?¿Acaso quieres decir que el reino de Cristo será en el cielo?

 

San Pablo:

 

¿No recuerdas que el mismo Señor Jesús dijo ser “el pan celestial” o “el pan del cielo” en Juan 6:32? Como verás, Cristo era de arriba, del cielo, pero estuvo con nosotros en la tierra. También recuerda que yo dije que los creyentes gozan del “don celestial” el cual está conformado por el Espíritu Santo, la Palabra de Dios, y los poderes del siglo venidero (Hebreos 6:4,5). Sí, ¡el Espíritu Santo es un “don celestial” que está en el mundo con los creyentes! De modo que cosas del cielo estarán en la tierra, incluyendo el reino celestial (= reino de Dios). Y decimos que el reino es celestial, porque es el reino del Eterno Dios que estará en la tierra.

 

Pregunta # 20:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, en Hebreos 12:28 tú dices: “que estamos recibiendo un reino inconmovible”. ¿Quieres decir que el reino ya es una realidad en la tierra, y que ya se estableció desde el primer siglo de la Era Cristiana?¿Realmente ya hemos “recibido” el reino ahora?

 

San Pablo:

 

Toma nota que en Colosenses 2:6 dije que los que andan en Cristo “han recibido al Señor Jesucristo”. ¿En qué sentido se recibe al Señor Jesucristo? ¿Es que él baja del cielo cada vez que un creyente se decide por él? Además, a los tesalonicenses les dije: “Recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros” (1 Tesalonicenses 2:13). ¿En qué sentido se recibe la palabra de Dios? Y a los corintios les dije: “el evangelio…el cual también recibisteis” (1 Corintios 15:1). Es claro que recibir en estos casos puede significar “creer”, “aceptar” o “hacerlo de uno”. Entonces, recibir un reino es aceptar o creer en un reino por la fe.

 

Pregunta # 21:

 

Entrevistador:

 

Qué otra razón hay, San Pablo, por la que no podamos heredar el reino ahora?

 

San Pablo:

 

Ya lo expliqué eso claramente, cuando les dije a los corintios: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción (1 Corintios 15:50).

 

Pregunta # 22:

 

Entrevista:

 

Dime, San Pablo, ¿es cierto que Cristo reinará por mil años? Si este es el caso, ¿qué habrá logrado Jesús hacer durante ese periodo, y qué pasará después de ese milenio?

 

San Pablo:

 

Sí, ya lo dijo Juan, el apóstol amado, que el reino de Cristo durará mil años (Apocalipsis 20:4,5). Además, es preciso que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies (1 Corintios 15:25).

 

Pregunta # 23:

 

Entrevista:

 

Dime San Pablo, ¿cuál es el último enemigo que será destruido por Cristo?

 

San Pablo:

 

Y el postrer enemigo que será destruido será la muerte (1 Corintios 15:26).

 

Pregunta # 24:

 

Entrevista:

 

Dime Pablo, ¿fueron muchos los que creyeron en tu evangelio?

 

San Pablo:

 

En varios lugares que visité, muchos creyeron en mi evangelio. ¿Te acuerdas cuando visité con Bernabé la ciudad de Iconio? Leerás en Hechos 14:1, que en ese lugar una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos, creyeron en mi mensaje. ¿También recuerdas cuando estuve en Antioquía un año entero con Bernabé, y mucha gente estuvo reunida en la iglesia de esa ciudad, a los cuales les enseñábamos la Palabra de Dios? (Hechos 11:25,26).

 

Pregunta # 25:

 

Entrevistador:

 

Dime San Pablo,¿Qué piensas de aquellos hombres que predican el evangelio de Cristo como tú lo hiciste?

 

San Pablo:

 

Ya lo dije cuando cité el texto de Isaías 52:7, el cual dice: “¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas (= el evangelio)”(Romanos 10:15).

 

Pregunta # 26:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, muchos creen que los cristianos son unos locos que predican un evangelio enajenante, ¿Qué dices tú al respecto?

 

San Pablo:

 

El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente ( 1 Corintios 2:14). Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios (1 Corintios 1:18).

 

Pregunta # 27:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, se dice que la muerte, sepultura, y resurrección de Jesucristo es también el evangelio que predicaste. ¿Es cierto eso?

 

San Pablo:

 

Yo les dije claramente a los corintios lo siguiente:”Os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado…porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce, etc” (1 Corintios 15:1). Pero observa que te dije que la muerte, sepultura y resurrección de Cristo es lo primero de mi evangelio—¡Pero no lo único!

 

Pregunta # 28:

 

Entrevistador:

 

San Pablo, pero tengo entendido que Jesús predicó antes o primero del reino de Dios al cual él llamó “El evangelio”, según lo registra el evangelista Marcos (1:1,14,15).¿Qué opinas al respecto? y ¿cuál es el evangelio completo?

 

San Pablo:

 

Efectivamente, el evangelio completo es la persona de Cristo: su obra redentora, su resurrección, su ascensión al Padre y su reino venidero. ¿Recuerdas lo que yo les predicaba a los creyentes de Roma? Lo registró San Lucas en su libro de los Hechos de los Apóstoles, capítulo 28, y versos 23, 30,31. Allí Lucas registró mi evangelización que consistía en la predicación del evangelio del reino de Dios, y todo lo relacionado con el nombre de Jesús. También hizo lo propio el evangelista Felipe, según consta en los Hechos de los Apóstoles, capítulo 8 y verso 12.

 

Entrevistador:

 

Pregunta 29:

 

San Pablo, muchos afirman que tú no predicaste un reino en la tierra de mil años a los gentiles. ¿Qué nos puedes decir?

 

San Pablo:

 

Efectivamente, yo nunca hablé del MILENIO en la tierra como tal porque el MILENIO no me fue revelado a mí sino al Apóstol Juan en Patmos. El escribió eso en Apocalipsis 20 para todas las iglesias. Sin embargo, yo hablé del reino de Dios como parte de mi evangelio salvador por todos lados donde estuve, como ya lo demostré antes. Yo enseñé que Jesús vino a confirmar las promesas hechas a los padres, y entre esas promesas estaba la futura restauración del reino de Dios o también llamado ‘el reino de David’. Yo no fui el escogido para revelar la DURACIÓN del reino, sino el apóstol Juan. Pero insisto en lo mismo, yo predicaba el reino de Dios por todos lados, aunque ignoraba la fecha de su duración en ese entonces. Ahora lo sé!  Así que el detalle de la duración del reino no cambia en nada la escencia de mi mensaje o evangelio del reino.

 

Bueno, San Pablo, muchas gracias por haberme brindado un poco de tu valioso tiempo para responder a interrogantes que son importantes para todos los hombres hambrientos de Dios. Ahora comprendo que tú predicaste el reino de Dios, y también todo lo relacionado con Cristo y su obra redentora. También entiendo que la esperanza o meta de la vida cristiana es ingresar o heredar el reino de Dios, y para ello uno debe creer o aceptar el sacrificio de Cristo para el perdón de nuestros pecados. Cristo es el fin y el medio para alcanzar la salvación de Dios.

 

www.elevangeliodelreino.org

www.yeshuahamashiaj.org (Inglés y Español)

www.esnips.com/web/BibleTeachings (Inglés y Español)

ENTREVISTA PRIVADA CON EL SEÑOR JESUCRISTO

                                                          Por Ing° Mario A Olcese

 

Esta es una entrevista ficticia realizada en algún lugar del más allá, pero que trata un tema bíblico central y real que pocos conocen”.

         

(TEMA TRATADO:  EL REINO DE DIOS)

 

Pregunta # 1:

Entrevistador:  Señor Jesús: ¿me podrías decir para qué te envió Dios al mundo?

Jesucristo:  Yo dije claramente que era necesario que yo anunciase el evangelio del reino de Dios; porque para esto fui enviado por mi Padre al mundo (Lucas 4:43). Esta verdad es ignorada hoy por millones de llamados cristianos, quienes sólo tienen ideas vagas acerca de la razón de mi venida al mundo hace dos milenios. La mayoría de ellos creen que yo vine a salvarlos, pero que en realidad no saben qué significa esa palabra exactamente.

 Pregunta # 2:

Entrevistador:  Señor Jesús, ¿Estás diciendo que el reino de Dios es tu evangelio?

Jesucristo:  Claramente dije hace dos milenios que fui enviado a predicar el evangelio del reino de Dios (Lucas 4:43). Además, ¿no has leído el libro del evangelista San Marcos? Él escribió sobre mi ministerio, lo que sigue: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios…después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios” (Marcos 1:1,14). Es obvio que el reino de Dios es mi evangelio para el mundo. Ah, y entiéndase por “evangelio” ‘las buenas noticias’ o ‘ las buenas nuevas’. Esto quiere decir que yo fui enviado al mundo para predicar buenas noticias a todos los hombres de buena voluntad, y esas buenas noticias tienen que ver con mi reino mesiánico en la tierra en un futuro próximo. Además, el evangelio comprende mi obra redentora en la cruz y mi gloriosa resurrección, como claramente lo expresó mi apóstol Pablo en su carta a los corintios. Pero lo primero de mi evangelio o buenas noticias fue mi anuncio sobre el reino o gobierno venidero de Dios en la tierra.

Pregunta # 3:

Entrevistador:  Señor Jesús, hay iglesias que predican otros evangelios supuestamente cristianos como el llamado “evangelio social” del catolicismo. ¿Qué nos puedes decir con respecto a estos evangelios supuestamente bíblicos o cristianos?

Jesucristo:  Ya lo dijo muy claramente mi apóstol Pablo, en su carta a los Gálatas: “Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema”(Gálatas 1:6-9). Claramente te digo que los otros evangelios son falsos. Ah, y ‘anatema’ significa ¡ “maldito”!

Pregunta # 4:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué es eso que tú llamas “reino”?

Jesucristo: Yo dije en una ocasión: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino (Lucas 21:10). Ahora bien: ¿Qué entiendes por reino en este caso? ¿Acaso no es una forma de gobierno llamada monarquía? Sí, un reino es una forma de gobierno o monarquía.

Pregunta # 5:

Entrevistador:   ¿Qué decías sobre el reino de Dios básicamente?

Jesucristo:  Yo dije: “El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentios, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15). Nota que dije que el reino de Dios se había acercado por medio de mi ministerio entre mis paisanos. Además, observa que creer en el evangelio es creer en la cercanía del reino de Dios.

Pregunta # 6:

Entrevistador:   Señor Jesús:  ¿para quiénes es el reino de Dios?

Jesucristo:    Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos…Bienaventurados los mansos, por ellos recibirán la tierra por heredad” (Mateo 5:3). “Y os digo que vendrán muchos del oriente, y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos” (Mateo 8:11). Como ves, mi reino es para la gente que ama la verdad y la justicia sin importar su raza o nacionalidad.

Pregunta # 7:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿qué les mandaste a predicar a tus discípulos?

Jesucristo:   Los envié a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos (Lucas 9:2).

Pregunta # 8:

Entrevistador: Señor Jesús, un día un hombre vino a ti y te dijo que quería seguirte a todas partes, pero antes quería enterrar a su difunto padre: ¿Qué fue lo que le respondiste tú?

Jesucristo:  Le dije: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé, y anuncia el reino de Dios (Lucas 9:60). Claramente di a entender que es más urgente e importante  anunciar el reino de Dios que cualquier otra cosa que tengamos que hacer. Así de radical es la responsabilidad que tienen para con mi evangelio aquellos que son verdaderamente mis seguidores.

Pregunta # 9:

Entrevistador:  Señor Jesús, un día cuando estabas predicando tu evangelio, se te acercó un escriba, a quien le dijiste: “No estás lejos del reino de Dios”. Pregunto: ¿Qué hizo o dijo el escriba para que tú le dijeras que estaba cerca para entrar en tu reino?

Jesucristo:  Pues, el escriba me dio una respuesta sabia. Él reconoció que el primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel; el Señor nuestro Dios uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Luego admitió que el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:28-34). Como ves, el escriba tenía en su corazón los mandamientos de mi Padre.

Pregunta # 10:

Entrevistador:   Señor Jesús, en esencia: ¿qué deben buscar y pedir tus seguidores?

Jesucristo: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia…”(Mateo 6:33), y pedid: Venga tu reino(Mateo 6:10). Lamentablemente pocos de mis seguidores de este siglo están buscando mi reino primeramente. Sólo haz una encuesta entre los que dicen ser mis seguidores, y verás que la gran mayoría de ellos no esperan el reino de Dios. Pregúntaselo a cualquiera que dice creer en mi, y te sorprenderás de su respuesta. Millones incluso no saben qué es eso que llamé ‘El Reino de Dios’.

Pregunta # 11:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿qué deberán predicar también tus seguidores en este siglo XXI?

Jesucristo:  Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Sí, mis seguidores deberán proclamar a todo el mundo mi evangelio o buenas noticias de mi futuro reino o gobierno en la tierra. Ellos deberán promover mi gobernación mundial y ganar adeptos para mi causa.

Pregunta # 12:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿qué debemos hacer para entrar en tu reino?

Jesucristo:   No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:3). Como puedes ver, para entrar en mi reino uno debe ser puro como un niño, y hacer la voluntad de mi padre así como yo lo estoy haciendo siempre.

Pregunta # 13:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿quiénes no son aptos para tu reino?

 

Jesucristo:   Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62). Es decir, aquellos que aún aman el mundo y las cosas que en él hay no son aptos para mi reino. Mis partidarios deben desligarse de los intereses temporales y abocarse a los intereses eternos. No pueden amar a este mundo pecador y al venidero de justicia al mismo tiempo. No pueden servir a dos señores.

Pregunta # 14:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Cuándo entrarán en tu reino tus seguidores leales?

Jesucristo:   “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él…entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:31,34). Mi respuesta es clara mis seguidores entrarán en mi reino cuando yo regrese a este mundo desde los cielos en gloria. Aquí estoy hablando de mi segunda venida personal y visible a la tierra.

Pregunta # 15:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Por qué regresaste al cielo si tu reino será en la tierra?

Jesucristo:   Soy el hombre noble que se fue a un país lejano (el cielo) para recibir un reino y volver (Lucas 19:12). Yo fui al cielo para ser coronado como rey, y más adelante regresar como tal para tomar mi trono en Jerusalén.

Pregunta # 16:

 

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Por qué hablaste la ‘parábola de la diez minas’ de Lucas 19:11-27?

Jesucristo: Porque mis seguidores pensaban que mi reino se manifestaría inmediatamente cuando yo estaba entrando en Jerusalén (Lucas 19:11). Yo quería enseñarles a mis discípulos que mi reinado demoraría en establecerse y que ellos debían de cumplir antes mi tarea de captación de adherentes leales a mi causa. Ellos primero debían de dar frutos sembrando mi mensaje o evangelio de mi próximo gobierno mundial y ganar adeptos. Ellos debían de preparar primero a mis nuevos líderes mundiales por medio de convertirlos de sus pecados a la santidad. Yo deseo que mis partidarios sean hombres de honor y de absoluta probidad para que puedan gobernar conmigo la nueva sociedad mundial que yo inauguraré en mi segunda venida personal con mis ángeles.

Pregunta # 17:

Entrevistador:  Pero Señor Jesús: ¿Qué les hizo pensar a tus seguidores que el reino vendría pronto cuando entrabas en Jerusalén?

Jesucristo: Es que Jerusalén es la ciudad del gran rey, la sede de mi trono (Mateo 5:33-35). No olvides que mi ancestro David reinó allí por 33 años y también todos los que le sucedieron hasta Sedequías, el último rey davídico que fue depuesto por Nabuconodosor en 586 AC.

Pregunta # 18:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿tus apóstoles también se sentarán en tronos en tu reino?

Jesucristo:   Mis apóstoles se sentarán en sus tronos Juzgando (gobernando) a las doce tribus de Israel (Lucas 22:30). Es decir, ellos y yo seremos los supremos gobernantes del estado de Israel, el cual ahora está convulsionado por la tenencia de la tierra con los árabes. Yo traeré por fin la paz a Jerusalén y mis paisanos poseerán toda la tierra prometida a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, los padres de los Hebreos.

Pregunta # 19:

Entrevistador:  Señor Jesús: Los cristianos en general, ¿qué recibirán o ganarán?

Jesucristo:   Al que venciere le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi padre en su trono” (Apocalipsis 3:21). Recordemos que los de la fe—mis seguidores—son también hijos de Abraham, y por tanto se constituyen en herederos de la tierra prometida (Ver Génesis 13:15;15:18; Gálatas 3:6-9,16,25,29). Mis seguidores, que son el verdadero Israel de Dios, poseerán la tierra de Israel teniéndome a mi como el Rey mundial del reino davídico restaurado en Jerusalén.

Pregunta # 20:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿para qué nos sentaremos nosotros en el trono del reino de Dios?

Jesucristo:   “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones” (Apocalipsis 2:26). Observa que dije que mis discípulos tendrán autoridad sobre las naciones de la tierra. Es decir, el mundo entero estará regido por mi y mi iglesia. Entonces habrá un solo gobernante que decida el destino de los hombres, y yo tendré la tarea de restaurar todas las cosas como eran al comienzo de la creación (Ver Hechos 3:19-21).

Pregunta # 21: 

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿significa esto entonces que reinaremos en la tierra y no en el cielo?

Jesucristo: Ciertamente. “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Recuerda que mi oración modelo dice: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Recordemos que Dios puso al hombre en la tierra para que la cuidara y la sembrara. Dios no lo puso en el cielo para tocar un arpa y volar como un angelito con alas hermosas por una eternidad; ni menos, que éste descendiera a la tierra desde otra dimensión. El hombre fue creado en la tierra para que la hiciera su habitat para siempre, y viviera feliz y en paz con Dios y sus congéneres. El diablo quiso destruir este propósito divino incitando a Adán y Eva a la rebelión y la desobediencia. Felizmente Cristo destruyó los planes del diablo, y el hombre tiene nuevamente la oportunidad de gozar del mundo tal como Dios se lo propuso en un comienzo, y vivir para siempre disfrutando de las buenas dádivas de esta hermosa tierra.

Pregunta # 22:

Entrevistador:   Pero Señor Jesús: ¿Acaso no has prometido el cielo para tus seguidores fieles?

Jesucristo:  Yo dije claramente: A donde yo voy, vosotros no podéis ir (Juan 13:33). Yo dije: Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5). Además, hay otra razón adicional: Y es que Dios ha creado la tierra exclusivamente para los hombres (Salmos 115:16). Definitivamente no hay ningún texto bíblico que diga que los cristianos vivirán para siempre en el

Cielo o en algún otro  lugar extramundano.

Pregunta # 23:

Entrevistador:   ¿Qué fue, Señor Jesús, lo último que te preguntaron tus discípulos con respecto a tu reino?

Jesucristo:   Mis discípulos me preguntaron: Señor, restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Obviamente mis discípulos tenían un ardiente deseo de que mi reino mundial se inaugurara inmediatamente, lo más pronto posible en la tierra. Y es que ellos sabían que mi reino traería no sólo su liberación de los romanos, sino la vida eterna al lado mío y de todos los fieles de antaño. También significaría la resurrección de todos los muertos, tanto parientes como amigos que habían perdido, incluyendo a los profetas y otros siervos del Señor que ellos veneraban.

Pregunta # 24:

Entrevistador:   Por lo visto, Señor Jesús, tus discípulos creyeron en un reino que se le restauraría a Israel. Pero, ¿estaban ellos errados?¿Qué les respondiste tú?

Jesucristo:   No estaban errados, y esa pregunta era justa y correcta. Yo sólo les respondí con claridad: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que Dios puso en su sola potestad” (Hechos 1:7). Es decir, yo les dije claramente a mis discípulos que sólo Dios sabe el tiempo exacto de la restauración del reino davídico a los judíos.

Pregunta # 25:

Entrevistador:  Entonces, Señor Jesús: ¿volverás entonces a la tierra para restaurar el reino de David a Israel? 

Jesucristo:  Si!, pues ya lo dijo mi apóstol Pedro cuando habló de mí: “Es necesario que el cielo me reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hechos 3:19-21). Nota que volveré cuando llegue el tiempo de la restauración de todas las cosas. ¡Y esta restauración general incluye el reino davídico en Jerusalén suspendido en 586AC! Hoy la ciudad de Jerusalén está convulsionada con los conflictos entre los judíos y árabes. Pero cuando yo regrese a mi tierra, y tome posesión de mi trono en Jerusalén, las cosas cambiarán y habrá por fin paz en mi país Israel. Yo reinaré en Jerusalén con mis hermanos judíos naturales y adoptivos (mi iglesia), y con ellos, a todas las naciones del mundo.

Pregunta # 26:

Entrevistador:   Señor Jesús, es obvio que si a Israel se le restaurará un reino, es porque antes existió en esa nación una monarquía, la cual desapareció por alguna causa, y finalmente volverá a existir en el futuro. ¿Nos puedes explicar este asunto con más precisión?¿Habrá nuevamente una monarquía en Israel como en los tiempos del rey David, Salomón, etc.?

Jesucristo:  En primer lugar, debemos recordar que el reino de David era el reino de Dios. Acuérdate bien que en 1 Crónicas 28:5 se dice que Salomón se sentó en el trono del reino de Dios. De modo que el reino de Dios era el reino de mi padre David. También recuerda que el último rey de Israel fue Sedequías. Aproximadamente allá por el año 586 antes de mi nacimiento como hombre, Nabuconodosor invadió el reino del Sur (Judá y Benjamín) y se llevó preso a mi pueblo y a su rey Sedequías, y desde esa fecha Israel dejó de tener un rey, una monarquía o un reino de Dios.

Ahora bien, recuerda lo dicho por el profeta Ezequiel en el capítulo 21 y versos 25 al 27. Allí leerás que Ezequiel profetiza que la suspensión del reino de David o también llamado ‘El Reino de Dios’ sería temporal, hasta que viniera aquel que tiene el derecho legal y a él se lo dará mi Padre… ¡y lo coronará! Lee pues cuidadosamente al profeta Ezequiel.

Pregunta # 27:

Entrevistador:   Señor Jesús, tú dices que el profeta Ezequiel habló de un heredero del trono davídico a quien Dios le entregaría la corona de rey. ¿Nos puedes decir quién puede ser esa persona?

Jesucristo:   Abre el libro de Mateo capítulo 1 y verso 1. ¿Qué dice allí? Yo te lo diré: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”. Es decir, yo soy el hijo de David, su descendiente, y por tanto soy de linaje real. También lo dijo mi apóstol Pedro en su sermón apologético en Jerusalén registrado en Hechos 2:29,30.

Pregunta # 28:

Entrevistador:   ¿Me estás diciendo, Señor Jesús, que tú eres esa persona que cumplirá la profecía de Ezequiel, y por tanto serás tú quien restaurará el reino de David suspendido en el tiempo?

Jesucristo:   El que tiene oídos para oír, que oiga. Ya lo dijo bien mi apóstol Pedro en su sermón apologético en Jerusalén: que Dios levantaría al Cristo para que se sentase en el trono de David (Hechos 2:30). También profetizó sobre mi el ángel Gabriel cuando le dijo a María, mi madre: “Y será llamado, Hijo del Altísimo, y el señor Dios le dará el trono de David su padre (Lucas 1:32). Obviamente estas profecías conciernen a mi reinado y las cumpliré en mi segunda venida. Nota que el anuncio del ángel Gabriel decía que recibiré el trono de David, mi padre. ¿Qué entiendes por esto? Sobran las palabras, ¿no te parece? Desgraciadamente muchos de los que se dicen ser mis seguidores no han prestado atención integral al anuncio del ángel, y no se han puesto a meditar sobre el significado de esa parte del anuncio que habla sobre mi herencia del trono de David, mi padre”.

Pregunta # 29:

Entrevistador:   Señor Jesús, algunos cristianos hoy creen que tú estableciste un “reino espiritual” como rey de tu iglesia. Es decir, que tú eres el rey y tu reino es la iglesia. ¿Es eso verdad?

Jesucristo:   Yo dije claramente en Mateo 25:31: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Nuevamente el que tiene oídos para oír, que oiga. Fui claro al decir que cuando yo regrese a la tierra en gloria, entonces, y sólo entonces, me sentaré en mi trono de gloria. También fui claro al decir: “Mi reino no es de este mundo o edad maligna”(Juan 18:36). Por otro lado, yo les dije a mis discípulos que ellos recibirán el reino sólo en mi segunda venida, con estas palabras: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria… Entonces dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. (Mateo 25:31,34). Además yo les dije a mis discípulos claramente: “No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino (Lucas 12:32). Entonces si a mi manada pequeña le daré el reino, ello quiere decir que el reino no es la misma manada pequeña de mis seguidores. El reino es un gobierno que mis seguidores (mi iglesia)recibirán.

Pregunta # 30:

Entrevistador:   Señor Jesús, Pilatos te preguntó si tú eras rey. ¿Qué le respondiste?

Jesucristo:  Yo le respondí: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37). Yo admití ser rey abiertamente.

Pregunta # 31:

Entrevistador:  Señor Jesús, tú dices que de los pobres en espíritu es el reino de los cielos. Pregunto: ¿No significa eso que les estabas ofreciendo a los pobres— el cielo— como recompensa?¿No es el reino de los cielos un sinónimo del cielo mismo?¿Por qué decías: “ reino de los cielos”?

Jesucristo:  Yo dije claramente: “El reino de los cielos” y no: “El Reino en los cielos”. El reino es de los cielos porque es de Dios quien está en los cielos. Mi reino no se establecerá en la tierra  por la voluntad de los hombres, sino por la decisión exclusiva de mi Padre celestial— ¿Me comprendes ahora? Cuando dije que mi reino es de los cielos, yo quise decir que mi reino no es de inspiración humana sino divina. Es un reino que pertenece a Dios, y que será dirigido por Él a través de mi persona. Repito, yo dije: “Reino DE los cielos” y no, “Reino EN los cielos”. ¿Ves la diferencia?

Pregunta # 32:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿No dijiste tú que nuestro “galardón es grande en los cielos”? (Mateo 5:12). ¿No le estabas ofreciendo el cielo a tus seguidores?

Jesucristo:   ¿Acaso yo les dije a mis seguidores en Mateo 5:12 que irán al cielo para recibir su galardón? No. Lo que más bien dije después es: “He aquí que vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:12). Esto quiere decir que yo volveré a la tierra trayendo mi galardón del cielo, para recompensar a mis seguidores en la tierra. Por otro lado, no olvidemos lo que dijo Salomón sobre el destino de los justos: El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra (Proverbios 10:30). Es lógico suponer que si algún hombre es removido de la tierra es porque no es justo. De modo que si decimos que los creyentes irán a vivir eternamente en el cielo, lejos de la tierra, lo que estamos afirmando es que los cristianos no son justos…¡Y eso es imposible! Ah, ¡y Salomón se escandalizaría!

Pregunta # 33:

Entrevistador:  Señor Jesús, regresemos al tema el reino: ¿Cuánto tiempo durará tu reino? ¿Seguiremos siendo aún mortales en tu reino en la tierra?

Jesucristo:  Ya escribió Juan de mi y mi reino diciendo: “…y reinaron con Cristo mil años (Apocalipsis 20:4). La segunda pregunta ya la respondió mi apóstol Pablo cuando dijo con toda verdad: “carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción…porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad (1 Corintios 15:50,53). Mi respuesta, entonces, es que mis seguidores serán inmortales en mi reino. Imagínate que reinarán conmigo mil años, lo cual supone una longevidad increíble.

Pregunta # 34:

Entrevistador:  Señor Jesús, ¿tu gobierno será sólo para los israelitas?¿Qué hay de los otros pueblos?

Jesucristo:  En mi parábola de las “Diez Minas”, de Lucas 19:11-27, claramente expliqué que a mis fieles discípulos les daré autoridad sobre ciudades enteras del mundo (versos 17 y 19). Además, yo quiero recordarte lo dicho por el profeta David sobre mi futuro reino, cuando dijo: “Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra” (Salmo 72: 7,8). Como puede verse, mi reino tendrá un efecto beneficioso para el mundo entero. Y finalmente, Pablo dijo con verdad también que yo soy el heredero del mundo (Romanos 4:13). También Isaías habló de mi y de mi gobierno, así: Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos (Isaías 2:4).

Pregunta # 35:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué diferenciará tu reino o gobierno de los demás gobiernos del mundo del pasado y del presente?

Jesucristo:  Primero, habrá justicia (Isaías 9:7). Como consecuencia de la justicia, habrá paz duradera (Isaías 9:6,7). También las armas de guerra serán convertidas en herramientas agrícolas (Isaías 2:4, Miqueas 4:3). No habrá explotación del hombre por el hombre, ni maldad alguna (Salmo 37:9,20,34). Los cojos, mancos, ciegos, paralíticos, etc, serán curados (Isaías 35:6). Habrá longevidad, y las fieras salvajes serán mansas (Isaías 11:6). En definitiva, mi reino estará inspirado por Dios. También dijo Isaías: “Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación (Isaías 33:6).

Pregunta # 36:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Con qué clase de gente  estará conformado tu reino?

Jesucristo:   Mi discípulo Santiago ya lo dijo muy claramente, al escribir: “¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha preparado a los que le aman?” (Santiago 2:5). Entonces mi reino no es para los ricos de este mundo malo, sino para los desposeídos mayormente, pero que son ricos en fe. Claro que habrá ricos materialmente en mi reino, pero serán la minoría.

Pregunta # 37:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué es lo que se debe hacer primero para ver y entrar en tu reino?

Jesucristo:   El que no naciere de nuevo— de agua y del espíritu— no puede ver ni entrar en mi reino” (Juan 3:3,5). Aquí yo hablo de un nuevo nacimiento espiritual llamado bautismo, previa fe en mi reino (Ver Hechos 8:12).

Pregunta # 38:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Puede alguno saber cuándo se establecerá tu reino en la tierra?

 

Jesucristo:  “En cuanto a aquel día y a aquella hora, nadie lo sabe, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre” (Marcos 13:32). Yo vendré como ladrón en la noche, es decir, sin aviso y de sorpresa. Entonces los que no estén apercibidos pagarán por su descuido y perderán todo.

Pregunta # 39:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿es fácil entrar en tu reino?

Jesucristo:   “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto es el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan (Mateo 7:13,14). Y como dijo también mi apóstol Pablo:  “…Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hechos 14:22).

Pregunta # 40:

Entrevistador:  Señor Jesús, ¿Qué quisiste decir cuando dijiste: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo”? (Juan 14:3). Pregunto además: ¿Has prometido tomarnos— cuando vuelvas— para llevarnos a la casa de tu Padre en el cielo, según el verso dos?

 

Jesucristo:   Textualmente dije: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.” Tome nota que dije: “para que donde yo estoy” (tiempo presente) vosotros también estéis”. Cuando dije eso, todavía yo no había subido al cielo, pues aún no había muerto, y menos aún, resucitado. De modo que cuando dije: “para que donde yo estoy, vosotros también estéis”, en verdad quise decir: “para que en la tierra donde estoy, vosotros también estéis”.

Pregunta # 41:

Entrevistador:  Señor Jesús, es obvio que tú estás hablando del lugar desde donde estás pronunciando la promesa, y ése es la tierra, y no el cielo—¿Estoy en lo correcto?

Jesucristo:  Correcto. Recordemos lo que dice Salmos 37:22 dice: “Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos”.

Pregunta # 42:

Entrevistador:   Señor Jesús. ¿Estarás tú mismo en la tierra en persona como el Rey de  reyes, o regirás desde los cielos?

Jesucristo:   ¿No has leído lo que Dios le dijo a mi padre David, muchos siglos antes que yo naciera? Pues está escrito: “El Dios de Israel ha dicho, me habló la roca de Israel: Habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Dios” (2 Samuel 23:3). Ciertamente ese justo soy yo, el Hijo de Dios, quien gobernará ENTRE (no “sobre”)los hombres. En el Salmo 67:4 leemos algo similar sobre mi reinado mundial: “Alégrense y gócense las naciones, porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones EN la tierra”.

Pregunta # 43:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué es lo primero que se hará inmediatamente antes de que tú rijas el mundo?

Jesucristo:  ¿No has leído en Apocalipsis 20:2 que primero se apresará al dragón (Satanás) por mil años para que no engañe más a las naciones a fin de dar paso a mi reino? Además, “no os maravilléis de esto; porque vendrá a hora cuando todos os que están en los sepulcros oirán mi voz, y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida…” (Juan 5:28,29) Definitivamente comenzaré mi reino también con mis santos seguidores resucitados y glorificados.

Pregunta # 44:

Entrevistador: Dime: ¿Quiénes te verán venir por segunda vez? y ¿Será secreta tu venida?

Jesucristo:  Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta en occidente, así también será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27). Y Juan escribió de mi retorno, así: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él” (Apocalipsis 1:7). ¿He contestado a tus dos preguntas?

Pregunta # 45:

Entrevistador:   ¡Por cierto que sí!  Pero tengo más preguntas aún, Señor Jesús. Si tu reino está bien explicado y revelado en los evangelios, ¿por qué millones de cristianos lo ignoran o no lo entienden como tú lo enseñaste?

Jesucristo:   ¿Recuerdas mi Parábola del Buen Sembrador de Lucas 8:4-12? En el verso 12 dije: “Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra para que no crean y se salven”. Aquí hay, pues, un enemigo del evangelio y de los hombres, el diablo. Por otro lado, ¿Acaso no nos acordamos lo dicho por mi apóstol Pablo? El escribió: “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que nos les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). Nota que es el diablo el responsable de cegar el entendimiento de los incrédulos para que no crean en mi reino glorioso. Además, mi apóstol Pablo predijo que poco después de su muerte entraría la apostasía en la iglesia infiltrando doctrinas de demonios. Esta profecía se cumplió, y ahora vemos que mi verdadero evangelio ha sido olvidado y sustituido por otros falsos evangelios. Eso lo puedes leer en Hechos 20:29.

Pregunta # 46:

Entrevistador:  ¿Qué les ocurrirá a aquellos que no han creído en ti y en tu promesa de un reino universal de paz y justicia bajo tu mando?

Jesucristo:  Yo les dije a mis discípulos lo siguiente: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere, será condenado (Marcos 16:15,16).

Pregunta # 47:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿será fácil para los ricos entrar en tu reino?

Jesucristo:   ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!” (Lucas 18:24). Y es que los afanes, las riquezas, y los placeres de la vida les impiden a la mayoría de los ricos a rendirse a Cristo y vivir para él y su causa.

Pregunta # 48:

Entrevistador:   Señor Jesús, ¿Qué te pidió el llamado “buen ladrón” que estuvo crucificado contigo en el Gólgata?

Jesucristo:   El llamado “buen ladrón” me pidió lo siguiente: “Señor, acuérdate de mi cuando vengas en tu reino” (Lucas 23:42). Toma nota que él me dijo “vengas”, y no: “estés”.

Pregunta # 49:

Entrevistador: Señor Jesús, según tengo entendido, un día se te acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos. Pues bien, ¿me podrías decir que te pidió ella?

Jesucristo: Bueno, ella me dijo lo siguiente: “Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda” (Mateo 20:21). Ella definitivamente quería los mejores puestos de autoridad en mi reino para sus hijos. Pero ella, como toda buena madre, quería lo mejor para sus hijos. No obstante, ella no sabía lo que estaba pidiendo, pues no dependía de mi el darle lugares de honor para sus hijos, sino de mi Padre.

Pregunta # 50:

Entrevistador:   Señor Jesús, José de Arimatea, quien fuera el discípulo que pidió tu cuerpo para sepultarlo en una de sus tumbas, ¿qué esperaba él para el futuro como creyente tuyo?

Jesucristo:   El esperaba el Reino de Dios (Marcos 15:43).

Pregunta # 51:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Tu gobierno será suave, sin rigor, sin mano fuerte?

Jesucristo:  Ya está escrito de mí en el Salmo 2:9: “Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás”. También en Apocalipsis 12:5 donde se lee: “Y ella dio a luz un hijo varón que regirá con vara de hierro a todas las naciones…” Creo que los comentarios son innecesarios, pues es claro que regiré con mano firme al mundo entero.

Pregunta # 52:

Entrevistador:   Señor Jesús: ¿Entonces qué les pasará a las naciones que se rehúsen a alabarte?

Jesucristo:  Ya está señalado en el libro del profeta Zacarías 14:17, donde se lee: “Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia”.

Pregunta # 53:

Entrevistador:   Señor Jesús, siendo que tu reino o gobierno en la tierra durará mil años o diez siglos. Te pregunto: ¿Qué sucederá después de ese tiempo?

Jesucristo:  Ya lo dijo mi apóstol Pablo cuando habló y escribió sobre mi reino a los creyentes de Corinto. Él les dijo: “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies” (1 Corintios 15:24,25). Resumiendo: Después de los mil años de mi reinado universal será mi Padre quien reine por la eternidad sobre todos sus hijos, y por cierto, yo estoy incluido dentro de ellos como el mayor de todos.

Pregunta # 54:

Entrevistador:  Señor Jesús, según el libro de Apocalipsis, se revela que justo al final de tu reino milenario, el diablo, que había sido atado al comienzo de tu reino, será desatado por un breve tiempo en la tierra. Te pregunto: ¿Cuál es el propósito de esta peligrosa liberación satánica?

Jesucristo: Ya lo dijo mi apóstol Juan, cuando escribió en su libro de Apocalipsis: “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla” (20:7,8)

Pregunta # 55:

Entrevistador: Si este es el caso, Señor Jesús, dinos:  ¿De qué se trata esta batalla final, y contra quién o quiénes será?

Jesucristo: Esto lo respondió también mi siervo San Juan, cuando escribió en el libro de Apocalipsis 20:9: “Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió”. Es claro, entonces, que habrá una batalla final o una sublevación de las naciones engañadas por el diablo contra mi autoridad y mi reino situado en Jerusalén.

Pregunta # 56:

Entrevistador: Finalmente Señor Jesús, ¿Qué pasará con el diablo y los combatientes engañados por él?

Jesucristo:  Esto también ya lo dijo mi siervo Juan. Los combatientes que fueron a combatir contra mi, “fueron consumidos por el  fuego que cayó del cielo. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre…” (Apocalipsis 20:9b,10).

Entrevistador:  Gracias Señor Jesús por haberme permitido interrogarte desde este lugar tan sublime y hermoso, nunca antes visto. Espero poder verte nuevamente con toda tu gloria y autoridad, cuando regreses a la tierra para estar con tu pueblo. “Ciertamente vengo en breve” (Apocalipsis 22:20). “Velad y orad para que no entréis en tentación” (Marcos 14:38). “Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10). Nuevamente les recuerdo a todos mis discípulos que: “el que creyere en éste, mi evangelio, y fuere bautizado, será salvo”(Marcos 16:15,16).

 

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