JESÚS ERA HERMOSO Y APUESTO, DICE LA WATCHTOWER: ¡PERO SI ISAIAS 53:2,3 DICE EXACTAMENTE LO OPUESTO!

En el último número de la revista La Atalaya del 15 de Febrero del 2014 que aparece en la Biblioteca en Línea de la Watchtower (ver http://www.jw.org) en formato PDF, Edición de estudio, que usted puede descargar, el esclavo dice algo que francamente es un craso error (por no decir mentira) de indoctos o novatos en las Escrituras. Afirman que como Cristo era perfecto, SIN DUDA era hermoso y apuesto, justamente todo lo CONTRARIO de lo que dice el profeta Isaías en el capítulo 53 de su libro.

Ahora me pregunto: ¿Se puede confiar en el llamado esclavo fiel y discreto cuando en lo más elemental se equivocan crasamente?¿Cómo es posible que supuestos guías espirituales, “ungidos”, y maestros puedan cometer semejante error que no tiene perdón de Dios? Si en lo más simple o elemental meten la pata 8 hombres, ¿qué podemos pensar de sus enseñanzas más profundas o complejas? ¡Es como para salir corriendo de esta secta sin pensarlo dos veces!.

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LOS CÁTAROS: EL PUEBLO «PERFECTO»

Guioteca
2012-02-24 09:35:00

Los cátaros habitaron el sur de Francia hasta que su estilo de vida fue perseguido por la Iglesia Católica.

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Para explicar el origen de los cátaros (puros – perfectos) o albigenses hay que comenzar por situarles. Sur de Francia, frontera con el reino de Aragón, zona denominada el Languedoc. Abundantes recursos naturales, un comercio bullente originado por judíos (instalan bancos) y artesanía de gran calidad, todo ello apetecido por los vecinos franceses de los siglos XI y XII.

Sus leyes, en esencia romanas, se habían modificado, haciendo desaparecer la servidumbre. Cualquier hombre podía convertirse en propietario de una tierra libre y acceder a la caballería pues se consideraban más sus méritos que su origen, conceptos muy revolucionarios para la época. Así también, el trato igualitario hacia las mujeres estaba siendo amablemente reconocido. Por otro lado se había fundado la Universidad de Montpellier en forma conjunta por cristianos, árabes y judíos.

CRECER EN VIDA PARA RECIBIR EL REINO VENIDERO

“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef 4:13)

Busquemos el crecimiento de vida, negando la vida del alma y ejercitando más el Espíritu. Si día tras día invocamos más el nombre del Señor, nuestra vida del alma tendrá cada vez menos espacio en nosotros. Nuestro temperamento explosivo y el orgullo que proviene de la vida del alma ya no tendrán mucha libertad para manifestarse. ¡Gracias al Señor! estamos buscando el crecimiento de vida, así que, el sentirnos mejores que los demás, que es una manifestación del ego y el orgullo, irá siendo eliminado de nosotros.

Cuando vivimos por el Espíritu, logramos discernir cuando la vida del alma, es decir, nuestro ser natural, está sobresaliendo. No sólo percibimos la parte mala del alma, sino también identificamos la parte buena cuando está siendo usada por el enemigo para que hagamos algo contrario a la voluntad de Dios (Mt 16:22-24). Tanto la parte mala como la parte buena no cooperan con el propósito de Dios.

Como un ejemplo de esto tenemos a Caín. Usando la parte buena de su alma, trabajó arduamente para traer las primicias del fruto de su labor a Dios. No obstante, Dios no se agradó de él ni de su ofrenda. Si usamos nuestros conceptos naturales, no podemos entender el porqué de esto. Pero, si estamos en el espíritu, entendemos que, para agradar a Dios, necesitamos ofrecerle algo según Su voluntad.

Dios desea que “todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef 4:13). Él anhela que crezcamos cada día más en Su vida divina para que en el mundo venidero, en la próxima era, seamos aquellos que reinarán con Cristo.

Pero ¿Cómo podremos reinar con Él si aún nos valoramos tanto a nosotros mismos: “Mi voluntad es mejor, mi manera es mejor, todo lo mío es mejor…”, y no estamos dispuestos a negar la vida del alma? Por otra parte, cuando nos negamos a nosotros mismos por causa del Señor, más de la vida de Dios puede ser manifestada por medio de nosotros. Practicando esto, tendremos más de la estatura de Cristo.

Necesitamos predicar el evangelio de la vida y mostrarles a los hijos de Dios la necesidad de crecer en la vida divina hoy, para que en la era venidera, recibamos el galardón de reinar con Cristo por mil años. En aquel día, lo que contará no serán los diplomas que tengamos, o cuánto dinero ganamos, sino cuanto de la medida de la estatura de la plenitud de Cristo alcanzamos (Lc 12:20). En el mundo venidero lo que contará será cuánto la vida de Dios ha crecido en nosotros, en el aspecto de la vida, y cuánto hemos participado activamente en la predicación del evangelio, es decir, en la obra del Señor. ¡Amén!

Punto Clave:

Crecer hasta llegar a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

Su punto clave es:
Pregunta:

¿Qué tipo de pensamientos o sentimientos manifiestan que estamos siendo dominados por la vida del alma?

EL REINO PERFECTO

Este es el capítulo 13 del libro «Tuyo es el Reino».

En este capítulo completaremos el plan de Dios para la tierra y el hombre. En las páginas anteriores hemos trazado el desarrollo gradual de su propósito desde los lejanos días de la creación del hombre y el huerto del Edén. Vimos cómo el pecado entró en el mundo, y las trágicas consecuencias de la transgresión humana. Pero también vimos aparecer el primer rayo de luz cuando a Eva se le prometió que tendría un hijo quien finalmente destruiría el pecado y la muerte.

Echamos un vistazo a las promesas de Dios que proclamaron a Abraham que uno de sus descendientes traería bendición a todos los pueblos del mundo. Luego consideramos la promesa hecha a David en el sentido de que uno de sus hijos sería rey como él mismo, pero sobre un reino mucho más glorioso que el de David. Posteriormente notamos que el tema de la venida de este gobernante fue ampliamente desarrollado por los profetas del Antiguo Testamento, y que cuando Jesús nació fue saludado como el largamente esperado Mesías. El futuro reino de Dios fue el enfoque de la predicación de Cristo, quien habiendo hecho posibles el perdón y la vida eterna para sus seguidores por medio del sacrificio de su vida, fue al cielo para esperar el tiempo de su regreso para establecer el reino.

Después de estudiar las señales establecidas por Dios para el retorno de Jesús, notamos que éstas indican que la tierra parece ahora lista para su regreso. Seguidamente examinamos los pasajes que explicaban cuál será la gran obra de Jesús al resucitar a sus seguidores muertos, juntar a los vivos y recompensar a los fieles con vida eterna. Vimos que con ayuda de éstos limpiará la tierra del malvado legado del gobierno humano. Finalmente retornamos a algunas de aquellas agradables visiones del mundo venidero en las que los profetas describen la bendición del futuro reino de Cristo, lo que consideramos en forma detallada en el capítulo 2.

Ahora llegamos al punto culminante, cuando los años de preparación dan paso a los siglos eternos de cumplimiento.

Al final de sus mil años de gobierno Jesús reinará sobre un mundo transformado. El reino de los hombres, que a su regreso se tambaleaba al borde de su propia destrucción, habrá dado paso al perfecto gobierno del reino de Dios.

Los males de la guerra, hambre, enfermedad, opresión e injusticia, que fueron la herencia del pecado, serán sólo un recuerdo lejano en la mente de las personas privilegiadas y felices, quienes bajo la sabia conducción de Cristo y de sus inmortales asistentes, se habrán vuelto a Dios en servicio amoroso y obediente. La profecía pronunciada en el momento del nacimiento de Jesús finalmente será una realidad, pues debido al hecho de haber dado «gloria a Dios en las alturas» habrá «en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.»

Pero por muy agradable y feliz que sea este tiempo, esta fase del reino de Dios no es la culminación del plan de Dios para la tierra. El pecado, aunque mucho menos prominente, todavía existirá. La muerte, aunque será un suceso relativamente raro, todavía existirá. Así, aun durante el milenio la tierra todavía no habrá alcanzado una condición que posibilite la morada del puro y santo Creador entre los hombres en perfecto compañerismo. El cumplimiento de este propósito original tiene que esperar un acontecimiento posterior: la completa remoción del pecado y la muerte de la faz de nuestro planeta.

En el libro de Apocalipsis aprendemos que durante el milenio el poder del pecado estará restringido. Como vimos en el capítulo 9 del presente estudio, la Biblia usa una serpiente como símbolo del pecado, porque en Edén la serpiente fue el instrumento para introducir el pecado en el mundo. Manteniendo esta simbología, Apocalipsis afirma que la serpiente será atada con una cadena durante los mil años del gobierno de Cristo, simbolizando así el hecho de que en este período el poder del pecado será reducido aunque no completamente destruido (Apocalipsis 20:2).

Pero al final del milenio esta restricción sobre el pecado será removida, y un espíritu de rebelión surgirá en el mundo. Esta será la prueba final de lealtad para los habitantes mortales del reino de Dios. ¿Permanecerán fieles al Dios que los ha bendecido con su inagotable liberalidad durante los anteriores mil años, o escucharán los argumentos aparentemente razonables de quienes olvidando los horrores del antiguo reino de los hombres, piensan que pueden crear un mundo mejor por sus propios esfuerzos.

Parece que el liberado poder del pecado hará que los rebeldes tengan muchos seguidores, pues Apocalipsis describe cómo después de su liberación, la serpiente

«saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra… a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada» (Apocalipsis 20:8-9).

Inevitablemente esta insurrecci ón estará condenada a fallar. Las sencillas palabra de la Escritura describen la total aniquilación de los rebeldes:

«Y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió» (Apocalipsis 20:9).

Este mismo capítulo continúa describiendo la remoción total del pecado y la muerte. Al final del milenio aquellos que han vivido durante ese período serán juzgados en un tribunal similar al que mil años antes había determinado el destino eterno de los que habían vivido bajo el gobierno humano.

Tras la resurrección de algunos que pudieran haber muerto, los fieles recibirán vida eterna y serán reunidos con los que fueron hechos inmortales al comienzo del milenio. Entre tanto los infieles serán castigados con la muerte. De este modo, al final de estos eventos no quedará gente mortal en la tierra. El pecado y sus consecuencias habrán sido eliminados, y todos se deleitarán en la perfección de la naturaleza divina, experimentando la plenitud del poder y amor de su Creador (Apocalipsis 20:10-15).

Con la completa remoción del pecado, el magnífico esquema para la redención del hombre será finalmente completado, y no habrá nada que detenga el perfecto e ininterrumpido compañerismo entre Dios y el hombre. Así el reino de Dios entrará a su etapa final y permanente. En otro pasaje clave de su primera carta a los corintios, Pablo resume el proceso por el cual esta perfecta unidad habrá se logrará. En un amplio recorrido sobre la enseñanza bíblica, describe la entrada del pecado en el mundo, trayendo la muerte a todos aquellos que están «en Adán.» Señala el medio de redención en Cristo explicando que primero Jesús obtuvo vida eterna, y luego sus seguidores serán bendecidos del mismo modo a su regreso. Se refiere al reinado de Jesús en el reino de Dios, en cuyo tiempo dominará a todos los poderes y por último hasta la muerte misma. Luego Pablo explica que el único poder que no se sujetará a Jesús es Dios mismo. Finalmente, Jesús presentará el perfeccionado reino a Dios, para que habite en él por toda la eternidad. Aun el Hijo se sujetará al gobierno universal del Padre. El pasaje recompensará un estudio serio y cuidadoso, puesto que resume la totalidad del propósito de Dios en relación con su reino:

«Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos» (1 Corintios 15:22-28).

Las delicias del tiempo perfecto cuando Dios será «todo en todos» están más allá del alcance de nuestro presente entendimiento; tampoco podemos imaginar las habilidades, sentimientos y oportunidades que se abrirán para todos los que estén unidos eternamente al gran Creador del universo. Acorde con nuestro entendimiento limitado, la Escritura describe este tiempo como la ausencia de las enfermedades presentes, en vez de intentar describir un estado para el cual no tenemos experiencia a la que podamos referirnos, como tampoco palabras adecuadas para describirlo:

«Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y el morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Apocalipsis 21:3-4).

Para mí la referencia más impresionante sobre el estado perfecto de cosas después del milenio es la visión última del libro de Apocalipsis. Aquí en el último capítulo de la Biblia se nos presenta un contraste bello y sublime con los primeros capítulos de Génesis. Cientos de años separaron la escritura de estos dos pasajes, y miles de años separaron los sucesos que describen; pero escondidas en los símbolos de las últimas palabras de la Escritura están las circunstancias y sucesos del huerto de Edén una convincente indicación del control que el Autor de la Biblia ejerció sobre los escritores que fueron solamente sus portavoces.

En el huerto original el hombre y la mujer experimentaron compañerismo con su Creador. Había un río fluyendo por el medio y que traía agua dadora de vida, como también había un árbol de vida en el centro de este paraíso original. La placentera tarea de la pareja recién creada era la de cuidar esta fructífera parcela en servicio a su Dios, y ejercer dominio sobre la creación divina. Pero todo esto fue puesto fuera del alcance del hombre a causa de su transgresión. El y su mujer fueron echados del huerto, el árbol con su fruto dador de vida dejó de estar accesible, fueron desterrados de la presencia de Dios y la comunión con él fue rota. Salieron a una tierra que había sido maldita a causa de su pecado. Y así comenzó la larga historia humana de problemas, dolor y muerte.

Por contraste el último cuadro descrito en la Biblia es de un huerto simbólico en el cual todas estas perdidas delicias serán restauradas a los fieles de la humanidad. Será regado por un río de vida, habiendo además un árbol de vida con frutos y hojas curativas. La maldición será removida de la tierra, Dios morará en el huerto y sus redimidos verán su rostro. Estos también serán invitados a servirle y a ejercer dominio sobre la tierra, esta vez para siempre.

Aquí hay un pasaje en toda su deleitosa figuración, en el cual las palabras cursivas enfatizan la unidad de ideas entre Génesis y Apocalipsis, el principio y el fin de la revelación de Dios para el hombre. Todo lo perdido en la expulsión del hombre de Edén es restablecido en mucha mayor medida en el perfecto reino de Dios:

«Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos» (Apocalipsis 22:1-5).

Con este cuadro simbólico termina el hilo de oro de la revelación de Dios al hombre. Después de abrirse paso dentro y fuera de las páginas de toda la Biblia, nos ha conducido al fin a la visión del tiempo futuro de perfecta intimidad, gozo puro e inexpresable unidad que existirá eternamente entre el Todopoderoso Creador, su Hijo, y los que se habrán reconciliado con Dios por medio de su Hijo. Entonces la oración de Jesús por los creyentes recibirá su glorioso y completo cumplimiento:

«…para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros… La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí para que sean perfectos en unidad» (Juan 17:21-23).

Fue en anhelo por este estado de absoluta perfección que nuestro amado Salvador puso las siguientes palabras en los labios de cada uno de sus verdaderos seguidores: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. VENGA TU REINO, HAGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, ASI TAMBIEN EN LA TIERRA». (Mateo 6:9-10)

Espero que nuestro estudio bíblico conjunto en estas páginas haya abierto sus ojos a la verdadera enseñanza bíblica sobre el reino de Dios. Espero que le haya dado el deseo de estudiar la palabra de Dios como algunos de los antiguos quienes examinaban «cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.» Y también espero que haya despertado en su corazón el deseo de responder al amor de Dios revelado en su Hijo, por quien el reino ha sido hecho posible.

Porque cuando haya producido este efecto, usted podrá pronunciar las palabras finales del Padrenuestro no solamente con entendimiento, sino también con gozosa esperanza de vida eterna:

«PORQUE TUYO ES EL REINO, Y EL PODER, Y LA GLORIA, POR TODOS LOS SIGLOS. AMEN.»

Tuyo es el Reino

Si eres un lector atento de los evangelios, seguramente te has dado cuenta que Jesús habla constantemente del tema del Reino de Dios. Desde la creación del mundo, Dios ha venido preparando su reino eterno, y sin comprender el desarrollo de esta revelación a lo largo de las escrituras, dificilmente entenderás el mensaje de Jesús y los apóstoles, o el verdadero propósito de Dios con el mundo.

CRISTO: PERFECTO HOMBRE

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él (Col.1:15-16).

Cristo es la sabiduría completa de Dios hecha carne, la plenitud de Dios manifestada en su Humanidad intachable y perfecta, «por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud» (Col. 1:19).

Cristo no fue jamás un ser preexistente que tomó la forma de hombre para obtener dos naturalezas, una deífica y otra humana (hipóstasis), y por ende, dos personalidades, como los que padecen dos personalidades, múltiples y enfermizas, originadas por un severo disturbio mental.

«A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer (Jn.1:18).

El texto de arriba devela que Cristo no es Dios como el Padre (1 Co. 8:4-6), sino la «imagen» (eikön, gr.) del Dios invisible, es decir, Uno que refleja su santidad, su amor, su justicia y pureza. Cristo es la máxima reflexión del carácter santo de Dios. El hombre fue hecho «a imagen y semejanza de Dios», porque tiene atributos trasmitidos de la Deidad como son el amor, la bondad, y la justicia, a pesar de su naturaleza “defectuosa” y pecadora (Gn. 1:26; Ro. 7:24; 1 Jn. 1:8-10).

La Biblia declara que, a Dios nadie lo ha podido ver nunca; no existe persona conocida, antes y después, que lo haya visto literalmente en un momento dado (1J. 4:12). Esta importante y categórica declaración libra o exime a Cristo como tal, como parte de una Deidad mitificada, porque él fue visto por sus contemporáneos: por sus seguidores y enemigos, por sus propios discípulos.

El apóstol Pedro escribe su testimonio al respecto en 2 P. 1:16:

«Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad».

Y en otra parte, en 1 de Jn. 1:1-3, el apóstol amado dice además:

«Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó ); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo».

Las pruebas que Juan presenta con relación a Cristo como Hombre y no como Dios demuestran que pudo ser visto, oído y palpado. La humanidad de Cristo fue confirmada por el hecho que Juan lo pudo ver y tocar, incluso, «se había recostado sobre su pecho» (Jn. 21:20). Dios dijo a Moisés: «…No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá» (Ex. 33:20), por lo tanto, ¿es debido seguir pensando qué Cristo es Dios?

Como primogénito (prötotokos, gr.) de toda creación (päsës ktiseös, gr.), Jesús es el Hijo del Dios verdadero por excelencia «porque él le ha hecho Señor y Cristo» (Hech. 2:36). Por este razón Jesucristo tiene preeminencia o privilegio sobre los seres creados, celestiales y terrenales, ya que el Padre «le ha dado un nombre que es sobre todo nombre, exaltándolo a lo sumo» (Fil. 2:9). Jesús mismo declaró que «toda potestad le fue dada en el cielo y en la tierra» (Mt.28:18). Cristo es «el primogénito de toda creación», porque tiene preeminencia como digno mandatario sobre una tierra restituida, la cual regirá como el legítimo Rey del trono davídico, según la promesa divina decretada en el Antiguo Testamento y reiterada en el Nuevo (Sal. 2; Lc. 1:32). No existe en Cristo conexo alguno con la actual y vieja creación que está caída, la maldecida por Dios a causa del pecado del primer hombre (Gn. 3:17), y que gime por experimentar su glorioso cambio (Ro. 8: 18-23).

Se tendrá en cuenta que Cristo no fue un ser creado, sino engendrado. Para la creación del hombre terreno que pertenece a la humanidad natural y fallida se requiere de dos células muy diferentes entre sí, una femenina y la otra masculina. Estas células ya unidas darán la formación de una célula especial y única que se desarrollará más tarde en un individuo humano con sus bien definidas y sabidas características imperfectas. En Cristo no fue de ese modo. Podríamos decir que una parte de Dios fue puesta en el óvulo femenino de María por medio del poder del Espíritu Santo dando el engendramiento de Cristo. El principio de la existencia de Cristo está en su engendramiento porque «el santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios» (el ángel no dice: «nacerá el que es Hijo de Dios», como si existiese siempre. Lc.1:35). Aún antes del nacimiento de Cristo, Isaías tampoco lo insinúa como un ser existente o eterno, sino como una persona que sería después:«…y se llamará su nombre Admirable, Consejero, «Dios Fuerte» (como poderoso representante de Dios en la tierra, como fue constituido Moisés ante faraón, véase Ex. 1:7), «Padre Eterno» (como futura Cabeza del mundo renovado milenario), Príncipe de Paz» (Is. 9:6).

La preexistencia de Cristo se fundamentó en el gnosticismo que se desarrolló con plenitud en el siglo II a. C. y sigue hoy arraigada con sus gruesas, antañosas y retorcidas raíces en las iglesias de estandarte cristiano- protestante. Los gnósticos concebían a Cristo como un ser emitido del Dios supremo, como un “aeón”, como un espectro. Cristo, como «el principio de la creación de Dios» (hei archèi teîs ktíseôs toû tehoû, gr.) no es la primera criatura creada como Arrio y sus seguidores creían, ni como ahora creen los Mormones y los Testigos de Jehová, indiscutiblemente, los nuevos arrianos. Cristo como este «principio», es el heredero del mundo escatológico, la Cabeza de la Iglesia y que guiará en su segunda venida, el Rey Mesiánico victorioso que se sentará en el trono de David su Padre y cuya gloria será mayor que la de los gobernantes y príncipes de la tierra, que la del mismo rey Salomón. «Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él» (1 Col. 1:16).

Realmente, significa, que estas cosas fueron creadas «en» Jesús, «por medio» de él y «para él». (A. Buzzard comenta que las preposiciones de Col. 1:16, requieren ser traducidas con exactitud, por tan divulgado malentendido). No significa que Cristo haya sido el autor de la creación presente y antigua. Significa, que, Cristo, como el Hijo de Dios nacido, es el heredero cósmico destinado en un principio por Dios. Cristo es la razón suficiente para que la creación exista y cuya causa u origen es el único Dios: el Padre. Cristo es el jefe del nuevo orden universal (hablo en prolepsis).

Después de que Cristo descienda en gloria, en su Parusía, tomará el mando de este orden ya regenerado antes. Cristo fue revelado en el mundo como el Mesías de Dios, como «el primogénito de los muertos» (Ap. 1:5) y que a través de su resurrección «hemos sido hechos partícipes de la naturaleza divina», para «reinar juntamente con él» en el tiempo que se manifieste ante los hombres, cuando sea visto en gloria (2 P. 1:4; Ap. 1:7; 20:4, 6), como «el soberano de los reyes de la tierra» (Ap. 1:5), «porque el es Rey de reyes, y Señor de señores» (Ap. 19:16).

Amén.

¡POR FIN MUY PRONTO HABRÁ UN SOLO GOBIERNO MUNDIAL PERFECTO EN LA TIERRA!

Por Ing° Mario A Olcese (APOLOGISTA)

Un prominente político dijo una vez que la única solución para los problemas de este mundo caótico vendría de un solo gobierno mundial. Estas palabras parecieran haber sido inspiradas por la Biblia, la cual profetiza un futuro gobierno mundial en la tierra en la persona del Mesías escogido de Dios.En el Salmo 72:7,8,11 encontramos estas solemnes palabras proféticas: «Florecerá en sus días (del gobernante divino) justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra. Todos los reyes (gobernantes) se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.»

Estas son buenas noticias de verdad, porque por fin los presidentes y reyes del mundo reconocerán la soberanía de un extraordinario gobernante divino venido desde los cielos de Dios. Será un ser inmortal, poderoso, glorioso, sabio, justo, bondadoso, pacífico, recto, e iluminado por Dios mismo. El profeta Isaías estaba hablando de un hombre especial cuando profetizó: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite…» (Isaías 9:6,7).

El profeta Daniel, otro de los profetas de la Biblia, dice: «Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; y su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.» (Daniel 7:13,14). Aquí se predice que el reino o gobierno del «hijo del hombre» será indestructible, es decir; no será depuesto o tomado por ningún otro imperio. Será un gobierno feliz, estable, sólido, próspero, justo, pacífico, y con autoridad divina. Esta utopía de un mundo justo y pacífico se hará por fin realidad en un futuro cercano. ¡Estas son increíbles noticias ciertamente!

También el profeta Daniel nos da detalles interesantes del gobierno que se establecerá en la tierra, y que desplazará a todos los gobiernos humanos imperfectos. «Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.» (Daniel 2:44). Es obvio que este futuro gobernante no tendrá oposición ni amenazas de las naciones porque sencillamente él las habrá desmenuzado y consumido con su poder.

 El Deseado de Todas las Naciones

Al futuro rey de los pueblos se le llama: «El Deseado de Todas las naciones» (Hageo 2:7). Sí, el Mesías vendrá como el gobernante que todas las naciones han anhelado tener. «Y haré temblar a todas las naciones, dice Jehová, y vendrá el Deseado de todas las naciones…dijo Jehová.» Además dice de él la Biblia: «El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel. Habrá un justo que gobierne entre (no «sobre») los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz de la mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra.» (2 Samuel 23:3,4). Según las últimas palabras del rey David, este gobernante mundial respetará a Dios y guardará su ley con justicia.

Las naciones comprenderán que el Deseado de todas las naciones es el Mesías escogido de Dios, venido de arriba, de los cielos. Ahora bien, el Diablo también quiere desviar la atención de los hombres hacia «salvadores estelares» que viajan en naves velocísimas por todo el universo. El enemigo, Satanás, ha engañado a las gentes haciéndoles creer que efectivamente seremos enseñados por los «hermanos mayores», pero no por el «hijo de Dios». No obstante, el verdadero guía, maestro, y gobernante, vendrá del trono de Dios en dirección a la tierra en compañía de sus ángeles.

Este «Deseado de los pueblos» será un descendiente del famoso rey David. El profeta Isaías profetizó sobre este magnífico e ideal Soberano de este modo: «Saldrá una vara del trono de Isaí (padre de David), y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor a Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra… Y Será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura…Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón (bandera o estandarte) a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.» (Ver Isaías 11:1-5,10). Vemos que el Gobernante ideal será sabio, inteligente, consejero, poderoso, conocedor, temeroso de Dios, justo y equitativo. Y todo esto porque en él reposará el Espíritu de Dios.

¿Quién este descendiente de David que inaugurará un gobierno mundial ideal? La Biblia lo revela en muchos pasajes de las Escrituras. En Mateo 1:1 se lee que Jesucristo es Hijo de Abraham e hijo de David. ¡Así comienza Mateo su Evangelio! Y esto no es gratuito, pues por algo el evangelista lo recalca como de primera importancia. También Pedro lo dice en su gran discurso ante los judíos del primer concilio en Jerusalén. Léalo usted mismo en Hechos 2:29,30.Un Gobierno sin Ejército

«Y el juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.» (Miqueas 4:3). Además, el profeta Zacarías profetiza sobre aquella edad gloriosa, así: «Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra» (Zacarías 9:10).

Notemos que las armas de guerra se convertirán en implementos agrícolas. Además, los tanques de guerra («carros y caballos»), y los misiles («arcos de guerra») serán destruidos Notemos que habrá un desarme mundial. ¿No es lógico concluir que el gobierno de Cristo no requerirá de armas bélicas, al no haber amenazas ni conflictos de naciones? Es mucho el dinero que se gasta en armas bélicas. Miles de millones de dólares gastan al año las naciones para armarse, cuando en realidad todo ese dinero podría usarse en la salud, educación, alimentación, vivienda, etc. En los Estados Unidos, casi todas las familias tienen un arma en su casa. Los crímenes y asesinatos son cosa de todos los días en ese país, y en muchos otros. Las pandillas juveniles, los terroristas, los guerrilleros, los matones, etc, usan armas para matar. Pero en el gobierno de Cristo habrá seguridad total, pues no habrá armas para matar o asaltar.Ni Explotadores ni Explotados

En relación a la súper gobernación mundial venidera, la Biblia revela el fin de las clases sociales, y el fin de la pobreza y de las injusticias. Dice el profeta Isaías, así: «Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente…» (ver Proverbios 14:31). Y en Santiago leemos: «…vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán…» (5:1-6).

Sin duda, los más pobres serán los más beneficiados en el super gobierno de Cristo. Dice la Biblia: «Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán del santo de Israel.» (Isaías 29:19). «Hermanos míos, amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?» (Santiago 2:5). «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico al reino de los cielos» (Mateo 19:23). Es claro que los ricos explotadores y carentes de amor serán excluidos del reino o gobierno de Cristo, salvo que se arrepientan a tiempo (2 Tesalonicenses 1:5-12). Es interesante oír lo que dijo María de Dios: «Hizo proezas con su brazo: Esparció a los soberbios…quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.» (Lucas 1:51-53).Los Defectos Físicos Desaparecerán

Cuánto sufrimiento hay en el mundo hoy. Hay millones de personas que sufren de graves males sin que la ciencia médica puede hacer algo al respecto. Hay personas que han perdido un brazo, una pierna, la vista, el habla, el movimiento corporal; otros están enfermos física y espiritualmente; y otros están sufriendo por la pérdida de un hijo(a), esposo(a), amigo(a), hermano(a), y así por el estilo. Este es un valle de lágrimas, sin duda. Pero el profeta bíblico Isaías predice una época en la cual las enfermedades, las taras, y los defectos desaparecerán para siempre. «Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un siervo, y cantará la lengua del mudo.» (Isaías 35:5,6).

Las Tierras Áridas y los Desiertos desaparecerán

Muchos lugares del mundo son grandes desiertos que siguen aumentando por la falta de agua o por el exceso de la tala de árboles. Este problema aumenta el hambre y la pobreza en el mundo en gran parte por culpa del mismo hombre irresponsable. Pero este problema será revertido por el gobierno de Cristo. Dice el profeta Isaías nuevamente: «En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de agua, y manantiales de agua en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente.» (Isaías 41:18,19). «El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de agua; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.» (Isaías 35:7). Esto significará más agua y más cosechas para alimentar a toda la humanidad hambrienta de los países más pobres y olvidados. «No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá.» (Isaías 49:10). «Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno» (Apocalipsis 7:16).

Niños y Bestias Salvajes Convivirán Juntos

¿Qué niño tendría como mascota suelta a un león? ¡Ninguno! Claro que muchos pueden tener un felino enjaulado, pero no deja de ser peligroso. En la nueva gobernación del Mesías Jesús, el mundo experimentará la paz total, incluso con las bestias más peligrosas de los bosques y selvas. Dice el profeta Isaías: «Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán…» (Isaías 11:6-9).

Los cazadores matan a los animales para comercializar sus pieles, cabezas, colmillos, cuernos, y su carne, sin prestar atención a las leyes que rigen su caza. Muchas veces las bestias se vuelvan más feroces por la crueldad humana. El rey Salomón dijo: «El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.» (Proverbios 12:10). En el nuevo gobierno mundial, los justos cuidarán de las bestias con el mismo amor que se siente por cualquier otra criatura de Dios.

Los Delincuentes Desaparecerán

Hoy la sociedad humana está plagada de delincuentes de toda índole. Las gentes temen salir a las calles solitarias, y aun, a las concurridas. En los países donde impera el terrorismo, la gente teme sufrir por algún atentado, y hasta morir sin culpa alguna. Pero los asaltos, la drogadicción, las violaciones, etc, están a la orden del día. Pero en el gobierno de Dios, la tierra será limpiada de todos los malvados. Dios dice: «No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí… porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos.» (Salmo 37:9,10,22). En el Nuevo Orden Mundial, el mal será finalmente extirpado, y no quedará impío alguno que haga de las suyas. De este Soberano que traerá la ley y el orden, dice el profeta Jeremías: «He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.» (Jeremías 23:5). El profeta Isaías también profetizó: «He aquí que para justicia reinará un rey…» (Isaías 32:1). Este justo hará justicia en la tierra, y no tolerará el malo dentro de su gobernación mundial (Ver Isaías 60:18)-

El Ateísmo y las Falsas Filosofías Desaparecerán

Dice el profeta Isaías: «…porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas…» (Isaías 2:3). Sólo habrá un filosofía de vida—¡la de Dios!

Sólo el Dios de la Biblia será Exaltado

Jehová es y será el único Dios vivo en toda la tierra. El rey David dijo: «Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra» (Salmo 83:18). También dice: «Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria; por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto.» (Salmo 102:15,16). Dios dice: «Y santificaré mi grande nombre, profanado sobre las naciones;… y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.» (Ezequiel 36:23).

La Humanidad Será Longeva

¡Cuánto deseamos todos vivir más y mejores años!. Muchos han buscado el «elixir de la eterna juventud» y no la han encontrado. Hoy la gente practica deportes para estar en forma, hacen dietas, consumen vitaminas sintéticas, minerales, y tónicos naturistas para estar más sanos. Otros buscan vivir en el campo y con los animales para evitar la contaminación ambiental, y para alimentarse sólo de frutas y verduras. De este modo la gente busca vivir más y con una mejor calidad de vida. En Isaías 65:20 leemos: «No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito».

¡Notemos que dice que un niño morirá de cien años! Esto significa que el adulto podrá vivir cientos de años para luego morir. Sin duda, al eliminar el stress, la contaminación, la desnutrición, los vicios, etc, de la tierra, la vida se prolongará increíblemente.

Por cierto que la mortalidad infantil habrá bajo a cero. Hoy la mortalidad infantil en los países pobres es alarmante, y esto, producto de la misma pobreza e ignorancia. Al eliminar la pobreza y la ignorancia, los hombres vivirán muchísimo mejor en todo sentido.

Las Familias tendrán su Casa Propia

La casa propia ha sido el sueño de millones de familias en la tierra. Sí, una casa no es un lujo, sino una imperiosa necesidad de los esposos y de cualquier persona que aspira a su independencia. No obstante, no todos pueden acceder a ella por carecer de suficientes recursos económicos. Muchas familias tienen que conformarse en vivir en tugurios, o en casas alquiladas, en el mejor de los casos. Pero en la nueva administración del super gobernante Jesucristo, todas las familias podrán edificar sus casas en terrenos propios. El profeta Isaías lo predice con estas palabras: «Edificarán casas, y morarán en ellas…no edificarán para que otro habite…y mis escogidos disfrutarán de las obras de sus manos.» (Isaías 65:21,22).

El Gobierno Mundial de Jesucristo Durará Mil Años

El poseso Adolfo Hitler quiso inaugurar su reino («Reich») de mil años y sólo duró 12 años. ¡Una burda imitación del reino milenario de Cristo!. Hitler quiso ser «el Mesías» o salvador del mundo, con sus ideas racistas de la superioridad de la raza Aria. Sin duda el Diablo es el gran imitador de Jesucristo. Pero la Biblia afirma que el «reich» o reino de Cristo sí va a durar mil años ininterrumpidos, cuando someta a todos sus enemigos y los tenga bajo sus pies. Dice en Apocalipsis 20:4 «…Y reinaron con Cristo MIL AÑOS.» Y es que el reino de mil años de Cristo es el reino de alguien Mayor y Único, el Dios del Universo. Ese reino estará basado en la equidad, y en el amor. Claro que será un gobierno con autoridad divina, por tanto, aplastaría cualquier rebelión si la hubiera (Zacarías 14:18,19).

“SED, PUES, VOSOTROS PERFECTOS” (GR. “TELEIOS”) (MATEO 5:48)

¿QUÉ ES SER «PERFECTO» EN LA BIBLIA? ¿PODEMOS SER REALMENTE PERFECTOS HOY?

TRADUCCIONES DE «TELEIOS» Y «TELIOO»:

Veamos cómo seis traducciones del NT han traducido TELEIOS (un adjetivo) y TELIOO (un verbo).

1. La Versión American Standard-hombre perfecto, completo, edad, adulto.

2. La Versión King James—- perfecto

3. La versión Reina Valera—–perfecto, maduro

4. La Nueva Versión Estándar Americana—-completo

5. Versión Moderna Phillips en Inglés—-completo

6. La Nueva Biblia en Inglés—totalidad, adulto, todo el camino.

Varias traducciones sobre TELIOO-consagrar, terminar, cumplir, hacer perfecto.

DEFINICIONES:

Ahora vamos a ver lo que cuatro lexicógrafos griegos tienen que decir.

l. Thayer-«… traído a su final, acabado, nada falta; perfecto…, de los hombres, plena madurez, adulto, maduro …

«El verbo:»

1. Llevar a cabo completamente, llevar a su fin.

2. es decir, añadir lo que está aún deseado a fin de hacer una cosa completa.

3. Llevar a la meta propuesta…

2. Vincent- (I Cor. 2:6): “… aquellos que están plenamente crecidos… véase Ef. 4:13 cuando un hombre perfecto es contrastado con los niños… también I Cor. 14:20: donde la palabra hombres es lit. perfecto…» 

3. Barclay- «teleios” tiene un sentido físico, que describe un animal o una persona que está completamente desarrollado y que ha alcanzado la altura del desarrollo físico. También tiene un sentido mental. Describe una persona que ha progresado más allá de la instrucción elemental y ahora es un estudiante maduro. Este es el sentido que usa Pablo en I Cor. 2:6 … » 

4. Vine-«… Se utiliza 1. De las personas, (a) en primer lugar del desarrollo físico, pero también (b) de la bondad sin referencia a la madurez … una madurez espiritual o plenitud, Mateo. 19:21. 2. de las cosas, completo o perfecto, Rom. 12:2 y I Corintios, 13:10 … » 

NOTA: Nuestra palabra teleios no significa perfecto en el sentido de no estar equivocados o sin defecto.

Todos los cristianos estamos llamados a ser ahora PERFECTOS, es decir,  hijos de Dios maduros y no simplemente niños tomando leche toda la vida. El creyente no podrá heredar el reino si no es perfecto espiritualmente. Con esto no nos referimos a estar sin errores o defectillos, pues aún somos humanos y mortales. Pero sí debemos preocuparnos de ser maduros, a la estatura de Cristo. Cristo es el modelo perfecto de las virtudes morales y espirituales que debemos imitar. Le invitamos a leer el artículo sobre la salvación, en el siguiente link:

https://apologista.wordpress.com/2010/02/24/%c2%bfes-posible-realmente-saber-si-uno-es-salvo-%c2%a1pues-no%e2%80%a6-aun/

Otros pasajes que hablan de la perfección:

Número 32:11: No verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y Jacob, por cuanto no fueron PERFECTOS en pos de mí;

Proverbios 28:10: El que hace errar a los rectos por el mal camino,  El caerá en su misma fosa; Mas los PERFECTOS heredarán el bien.

Juan 17:23: Yo en ellos, y tú en mí, para que sean PERFECTOS en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

Colosenses 4:12: Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, PERFECTOS y completos en todo lo que Dios quiere.
 

Hebreos 12:23: a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos PERFECTOS

 Santiago 1:4: Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis PERFECTOS y cabales, sin que os falte cosa alguna.

CRISTO, EL HOMBRE PERFECTO

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Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

 

 El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él (Col.1:15-16). 

 

Cristo es la sabiduría completa de Dios hecha carne, la plenitud de Dios manifestada en su Humanidad intachable y perfecta, «por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud» (Col. 1:19). Cristo no fue jamás un ser preexistente que tomó la forma de hombre para obtener dos naturalezas, una  deífica y otra humana (hipóstasis), y por ende, dos personalidades, como los que padecen dos personalidades múltiples y enfermizas, originadas por un severo disturbio mental. 

 

«A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer (Jn.1:18)

 

El texto de arriba devela que Cristo no es Dios como el Padre (1 Co. 8:4-6), sino la «imagen» (eikön, gr.) del Dios invisible, es decir, Uno que refleja su santidad, su amor, su justicia y pureza. Cristo es la máxima reflexión del carácter santo de Dios. El hombre fue hecho «a imagen y semejanza de Dios», porque tienen atributos trasmitidos de la Deidad como son el amor, la bondad, y la justicia, a pesar de su naturaleza “defectuosa” y pecadora (Gn. 1:26; Ro. 7:24; 1 Jn. 1:8-10).

  

Por otra parte, a Dios nadie lo ha podido ver nunca; no existe persona conocida, antes y después, que lo haya visto literalmente en un momento dado (1J. 4:12). Esta importante y categórica declaración libra o exime a Cristo como tal, como parte de una Deidad mitificada, porque él fue visto por sus contemporáneos: por sus seguidores y enemigos, por sus propios discípulos. El apóstol Pedro escribe su testimonio al respecto en 2 P. 1:16:

 

«Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad».

 

 Y en otra parte, en 1 de Jn. 1:1-3, el apóstol amado dice además:

 

«Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos  visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó ); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo».

 

 Las pruebas que Juan presenta con relación a Cristo como Hombre y no como Dios demuestran que pudo ser visto, oído y palpado. La humanidad de Cristo fue confirmada por el hecho que Juan lo pudo ver y tocar, incluso, «se había recostado sobre su pecho» (Jn. 21:20). Dios dijo a Moisés: «…No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá» (Ex.  33:20), por lo tanto, ¿es debido seguir pensando qué Cristo es Dios?

 

Como primogénito (prötotokos, gr.) de toda creación (päsës ktiseös, gr.), Jesús es el Hijo del Dios verdadero por excelencia «porque él le ha hecho Señor y Cristo» (Hech. 2:36). Por este razón Jesucristo tiene preeminencia o privilegio sobre los seres creados, celestiales y terrenales, ya que el Padre «le ha dado un nombre que es sobre todo nombre, exaltándolo a lo sumo» (Fil. 2:9). Jesús mismo declaró que «toda potestad le fue dada en el cielo y en la tierra» (Mt.28:18). Cristo es «el primogénito de toda creación», de la «nueva», la que regirá en el futuro como el legítimo Rey del trono davídico, según la promesa divina estipulada en el Antiguo Testamento y reiterada en el Nuevo (Sal. 2; Lc. 1:32), no de la actual y vieja creación que está caída, la maldecida por Dios a causa del pecado del primer hombre (Gn. 3:17), y que gime por experimentar su glorioso cambio (Ro. 8: 18-23).

 

Se tendrá en cuenta, que Cristo no fue un ser creado, sino engendrado. Para la creación del hombre terreno que pertenece a la humanidad natural y fallida se requiere de dos células muy diferentes entre sí, una femenina y la otra masculina. Estas células ya unidas darán la formación de una célula especial y única que se desarrollará más tarde en un individuo humano con sus bien definidas y sabidas características imperfectas. En Cristo no fue de ese modo. Podríamos decir que una parte de Dios fue puesta en el óvulo femenino de María por medio del poder del Espíritu Santo dando el engendramiento de Cristo. El principio de la existencia de Cristo está en su engendramiento porque «el santo Ser que nacerá, será  llamado Hijo de Dios» (el ángel no dice: «nacerá el que es Hijo de Dios», como si existiese siempre. Lc.1:35). Aún antes del nacimiento de Cristo, Isaías tampoco lo insinúa como un ser existente o eterno, sino como una persona que sería después:

 

«…y se llamará su nombre Admirable, Consejero, «Dios Fuerte» (como poderoso representante de Dios en la tierra, como fue constituido Moisés ante faraón, véase Ex. 1:7), «Padre Eterno» (como Jefe o Cabeza de la nueva creación milenaria), Príncipe de Paz» (Is. 9:6).

 

La preexistencia de Cristo se fundamentó en el gnosticismo que se desarrolló con plenitud en el siglo II a. C. y sigue hoy arraigada con sus gruesas, antañosas y retorcidas raíces en las iglesias de estandarte cristiano- protestante. Los gnósticos concebían a Cristo como un ser emitido del Dios supremo, como un “aeón”, como un espectro. Cristo, como «el principio de la creación de Dios» (hei archèi teîs ktíseôs toû tehoû, gr.) no es la primera criatura creada como Arrio y sus seguidores creían, ni como ahora creen los Mormones y los Testigos de Jehová, indiscutiblemente, los nuevos arrianos. Cristo como este «principio», es el heredero del mundo escatológico, la Cabeza de la Iglesia la cual guiará en su segunda venida, el Rey Mesiánico victorioso que se sentará en el trono de David su Padre y cuya gloria será mayor que la de los gobernantes y príncipes de la tierra, que la del mismo rey Salomón.  

 

«Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él» (1 Col. 1:16).

 

Realmente, significa, que estas cosas fueron creadas «en» Jesús, «por medio» de él y «para él».  (A. Buzzard comenta que las preposiciones de Col. 1:16, requieren ser traducidas con exactitud, por  tan divulgado malentendido). No significa que Cristo haya sido el autor de la creación presente y antigua. Significa, que, Cristo, como el Hijo de Dios nacido,  es el heredero cósmico destinado en un principio por Dios. Cristo es la razón suficiente  para que la creación exista y cuya causa u origen es el único Dios: el Padre. Cristo es el jefe del nuevo orden universal (hablo en prolepsis). Después de que Cristo descienda en gloria, en su Parusía, tomará el mando de este orden ya regenerado antes. Cristo fue revelado en el mundo como el Mesías de Dios, como «el primogénito de los muertos» (Ap. 1:5) y que a través de su resurrección «hemos sido hechos partícipes de la naturaleza divina», para «reinar juntamente con él» en el tiempo que se manifieste ante los hombres, cuando sea visto en gloria (2 P. 1:4; Ap. 1:7; 20:4, 6), como «el soberano de los reyes de la tierra» (Ap. 1:5), «porque él es Rey de reyes, y Señor de señores» (Ap. 19:16).

 

Amén.

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¡POR FIN UN SOLO GOBIERNO MUNDIAL PERFECTO EN NUESTRA TIERRA!

¿Le Cuesta Creerlo?

 

Por Ing° Mario A Olcese

 

Un prominente político mundial dijo que la única solución para los problemas de este mundo caótico vendría de un solo gobierno mundial. Estas palabras parecieran haber sido inspiradas por la Biblia, la cual profetiza un futuro gobierno mundial en la tierra en la persona del Mesías escogido de Dios.

En el Salmo 72:7,8,11 encontramos estas solemnes palabras proféticas: «Florecerá en sus días (del gobernante divino) justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra. Todos los reyes (gobernantes) se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.»

Estas son buenas noticias de verdad, porque por fin los presidentes y reyes del mundo reconocerán la soberanía de un extraordinario gobernante divino venido desde los cielos de Dios. Será un ser inmortal, poderoso, glorioso, sabio, justo, bondadoso, pacífico, recto, e iluminado por Dios mismo. El profeta Isaías estaba hablando de un hombre especial cuando profetizó: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite…» (Isaías 9:6,7).

 

El profeta Daniel, otro de los profetas de la Biblia, dice: «Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; y su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.» (Daniel 7:13,14). Aquí se predice que el reino o gobierno del «hijo del hombre» será indestructible, es decir; no será depuesto o tomado por ningún otro imperio. Será un gobierno feliz, estable, sólido, próspero, justo, pacífico, y con autoridad divina. Esta utopía de un mundo justo y pacífico se hará por fin realidad en un futuro cercano. ¡Estas son increíbles noticias ciertamente!

 

También el profeta Daniel nos da detalles interesantes del gobierno que se establecerá en la tierra, y que desplazará a todos los gobiernos humanos imperfectos. «Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.» (Daniel 2:44). Es obvio que este futuro gobernante no tendrá oposición ni amenazas de las naciones porque sencillamente él las habrá desmenuzado y consumido con su poder.

 

El Deseado de Todas las Naciones

Al futuro rey de los pueblos se le llama: «El Deseado de Todas las naciones» (Hageo 2:7). Sí, el Mesías vendrá como el gobernante que todas las naciones han anhelado tener. «Y haré temblar a todas las naciones, dice Jehová, y vendrá el Deseado de todas las naciones…dijo Jehová.» Además dice de él la Biblia: «El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel. Habrá un justo que gobierne entre (no «sobre») los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz de la mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra.» (2 Samuel 23:3,4). Según las últimas palabras del rey David, este gobernante mundial respetará a Dios y guardará su ley con justicia.

Las naciones comprenderán que el Deseado de todas las naciones es el Mesías escogido de Dios, venido de arriba, de los cielos. Ahora bien, el Diablo también quiere desviar la atención de los hombres hacia «salvadores estelares» que viajan en naves velocísimas por todo el universo. El enemigo, Satanás, ha engañado a las gentes haciéndoles creer que efectivamente seremos enseñados por los «hermanos mayores», pero no por el «hijo de Dios». No obstante, el verdadero guía, maestro, y gobernante, vendrá del trono de Dios en dirección a la tierra en compañía de sus ángeles.

Este «Deseado de los pueblos» será un descendiente del famoso rey David. El profeta Isaías profetizó sobre este magnífico e ideal Soberano de este modo: «Saldrá una vara del trono de Isaí (padre de David), y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor a Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra… Y Será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura…Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón (bandera o estandarte) a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.» (Ver Isaías 11:1-5,10). Vemos que el Gobernante ideal será sabio, inteligente, consejero, poderoso, conocedor, temeroso de Dios, justo y equitativo. Y todo esto porque en él reposará el Espíritu de Dios.

¿Quién este descendiente de David que inaugurará un gobierno mundial ideal? La Biblia lo revela en muchos pasajes de las Escrituras. En Mateo 1:1 se lee que Jesucristo es Hijo de Abraham e hijo de David. ¡Así comienza Mateo su Evangelio! Y esto no es gratuito, pues por algo el evangelista lo recalca como de primera importancia. También Pedro lo dice en su gran discurso ante los judíos del primer concilio en Jerusalén. Léalo usted mismo en Hechos 2:29,30.

Un Gobierno sin Ejército

«Y el juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.» (Miqueas 4:3). Además, el profeta Zacarías profetiza sobre aquella edad gloriosa, así: «Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra» (Zacarías 9:10).

Notemos que las armas de guerra se convertirán en implementos agrícolas. Además, los tanques de guerra («carros y caballos»), y los misiles («arcos de guerra») serán destruidos Notemos que habrá un desarme mundial. ¿No es lógico concluir que el gobierno de Cristo no requerirá de armas bélicas, al no haber amenazas ni conflictos de naciones? Es mucho el dinero que se gasta en armas bélicas. Miles de millones de dólares gastan al año las naciones para armarse, cuando en realidad todo ese dinero podría usarse en la salud, educación, alimentación, vivienda, etc. En los Estados Unidos, casi todas las familias tienen un arma en su casa. Los crímenes y asesinatos son cosa de todos los días en ese país, y en muchos otros. Las pandillas juveniles, los terroristas, los guerrilleros, los matones, etc, usan armas para matar. Pero en el gobierno de Cristo habrá seguridad total, pues no habrá armas para matar o asaltar.

Ni Explotadores ni Explotados

En relación a la súper gobernación mundial venidera, la Biblia revela el fin de las clases sociales, y el fin de la pobreza y de las injusticias. Dice el profeta Isaías, así: «Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente…» (ver Proverbios 14:31). Y en Santiago leemos: «…vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán…» (5:1-6).

Sin duda, los más pobres serán los más beneficiados en el super gobierno de Cristo. Dice la Biblia: «Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán del santo de Israel.» (Isaías 29:19). «Hermanos míos, amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?» (Santiago 2:5). «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico al reino de los cielos» (Mateo 19:23). Es claro que los ricos explotadores y carentes de amor serán excluidos del reino o gobierno de Cristo, salvo que se arrepientan a tiempo (2 Tesalonicenses 1:5-12). Es interesante oír lo que dijo María de Dios: «Hizo proezas con su brazo: Esparció a los soberbios…quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.» (Lucas 1:51-53).

Los Defectos Físicos Desaparecerán

Cuánto sufrimiento hay en el mundo hoy. Hay millones de personas que sufren de graves males sin que la ciencia médica puede hacer algo al respecto. Hay personas que han perdido un brazo, una pierna, la vista, el habla, el movimiento corporal; otros están enfermos física y espiritualmente; y otros están sufriendo por la pérdida de un hijo(a), esposo(a), amigo(a), hermano(a), y así por el estilo. Este es un valle de lágrimas, sin duda. Pero el profeta bíblico Isaías predice una época en la cual las enfermedades, las taras, y los defectos desaparecerán para siempre. «Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un siervo, y cantará la lengua del mudo.» (Isaías 35:5,6).

Las Tierras Áridas y los Desiertos desaparecerán

Muchos lugares del mundo son grandes desiertos que siguen aumentando por la falta de agua o por el exceso de la tala de árboles. Este problema aumenta el hambre y la pobreza en el mundo en gran parte por culpa del mismo hombre irresponsable. Pero este problema será revertido por el gobierno de Cristo. Dice el profeta Isaías nuevamente: «En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de agua, y manantiales de agua en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente.» (Isaías 41:18,19). «El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de agua; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.» (Isaías 35:7). Esto significará más agua y más cosechas para alimentar a toda la humanidad hambrienta de los países más pobres y olvidados. «No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá.» (Isaías 49:10). «Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno» (Apocalipsis 7:16).

Niños y Bestias Salvajes Convivirán Juntos

¿Qué niño tendría como mascota suelta a un león? ¡Ninguno! Claro que muchos pueden tener un felino enjaulado, pero no deja de ser peligroso. En la nueva gobernación del Mesías Jesús, el mundo experimentará la paz total, incluso con las bestias más peligrosas de los bosques y selvas. Dice el profeta Isaías: «Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán…» (Isaías 11:6-9).

Los cazadores matan a los animales para comercializar sus pieles, cabezas, colmillos, cuernos, y su carne, sin prestar atención a las leyes que rigen su caza. Muchas veces las bestias se vuelvan más feroces por la crueldad humana. El rey Salomón dijo: «El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.» (Proverbios 12:10). En el nuevo gobierno mundial, los justos cuidarán de las bestias con el mismo amor que se siente por cualquier otra criatura de Dios.

Los Delincuentes Desaparecerán

Hoy la sociedad humana está plagada de delincuentes de toda índole. Las gentes temen salir a las calles solitarias, y aun, a las concurridas. En los países donde impera el terrorismo, la gente teme sufrir por algún atentado, y hasta morir sin culpa alguna. Pero los asaltos, la drogadicción, las violaciones, etc, están a la orden del día. Pero en el gobierno de Dios, la tierra será limpiada de todos los malvados. Dios dice: «No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí… porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos.» (Salmo 37:9,10,22). En el Nuevo Orden Mundial, el mal será finalmente extirpado, y no quedará impío alguno que haga de las suyas. De este Soberano que traerá la ley y el orden, dice el profeta Jeremías: «He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.» (Jeremías 23:5). El profeta Isaías también profetizó: «He aquí que para justicia reinará un rey…» (Isaías 32:1). Este justo hará justicia en la tierra, y no tolerará el malo dentro de su gobernación mundial (Ver Isaías 60:18)-

El Ateísmo y las Falsas Filosofías Desaparecerán

Dice el profeta Isaías: «…porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas…» (Isaías 2:3). Sólo habrá un filosofía de vida—¡la de Dios!

Sólo el Dios de la Biblia será Exaltado

Jehová es y será el único Dios vivo en toda la tierra. El rey David dijo: «Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra» (Salmo 83:18). También dice: «Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria; por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto.» (Salmo 102:15,16). Dios dice: «Y santificaré mi grande nombre, profanado sobre las naciones;… y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.» (Ezequiel 36:23).

La Humanidad Será Longeva

¡Cuánto deseamos todos vivir más y mejores años!. Muchos han buscado el «elixir de la eterna juventud» y no la han encontrado. Hoy la gente practica deportes para estar en forma, hacen dietas, consumen vitaminas sintéticas, minerales, y tónicos naturistas para estar más sanos. Otros buscan vivir en el campo y con los animales para evitar la contaminación ambiental, y para alimentarse sólo de frutas y verduras. De este modo la gente busca vivir más y con una mejor calidad de vida. En Isaías 65:20 leemos: «No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito».

¡Notemos que dice que un niño morirá de cien años! Esto significa que el adulto podrá vivir cientos de años para luego morir. Sin duda, al eliminar el stress, la contaminación, la desnutrición, los vicios, etc, de la tierra, la vida se prolongará increíblemente.

Por cierto que la mortalidad infantil habrá bajo a cero. Hoy la mortalidad infantil en los países pobres es alarmante, y esto, producto de la misma pobreza e ignorancia. Al eliminar la pobreza y la ignorancia, los hombres vivirán muchísimo mejor en todo sentido.

Las Familias tendrán su Casa Propia

La casa propia ha sido el sueño de millones de familias en la tierra. Sí, una casa no es un lujo, sino una imperiosa necesidad de los esposos y de cualquier persona que aspira a su independencia. No obstante, no todos pueden acceder a ella por carecer de suficientes recursos económicos. Muchas familias tienen que conformarse en vivir en tugurios, o en casas alquiladas, en el mejor de los casos. Pero en la nueva administración del super gobernante Jesucristo, todas las familias podrán edificar sus casas en terrenos propios. El profeta Isaías lo predice con estas palabras: «Edificarán casas, y morarán en ellas…no edificarán para que otro habite…y mis escogidos disfrutarán de las obras de sus manos.» (Isaías 65:21,22).

El Gobierno Mundial de Jesucristo Durará Mil Años

El poseso Adolfo Hitler quiso inaugurar su reino («Reich») de mil años y sólo duró 12 años. ¡Una burda imitación del reino milenario de Cristo!. Hitler quiso ser «el Mesías» o salvador del mundo, con sus ideas racistas de la superioridad de la raza Aria. Sin duda el Diablo es el gran imitador de Jesucristo. Pero la Biblia afirma que el «reich» o reino de Cristo sí va a durar mil años ininterrumpidos, cuando someta a todos sus enemigos y los tenga bajo sus pies. Dice en Apocalipsis 20:4 «…Y reinaron con Cristo MIL AÑOS.» Y es que el reino de mil años de Cristo es el reino de alguien Mayor y Único, el Dios del Universo. Ese reino estará basado en la equidad, y en el amor. Claro que será un gobierno con autoridad divina, por tanto, aplastaría cualquier rebelión si la hubiera (Zacarías 14:18,19).

 

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Más sobre este mundo maravilloso en:

www.elevangeliodelreino.org

www.yeshuahamashiaj.org (inglés y español

www.retornoalparaiso.blogspot.com

 

¡Por Fin Un Solo gobierno Mundial Perfecto En la Tierra!

¿Le Cuesta Creerlo?

 

Por Ing° Mario A Olcese

 

Un prominente político mundial dijo que la única solución para los problemas de este mundo caótico vendría de un solo gobierno mundial. Estas palabras parecieran haber sido inspiradas por la Biblia, la cual profetiza un futuro gobierno mundial en la tierra en la persona del Mesías escogido de Dios.

En el Salmo 72:7,8,11 encontramos estas solemnes palabras proféticas: «Florecerá en sus días (del gobernante divino) justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra. Todos los reyes (gobernantes) se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.»

 

Estas son buenas noticias de verdad, porque por fin los presidentes y reyes del mundo reconocerán la soberanía de un extraordinario gobernante divino venido desde los cielos de Dios. Será un ser inmortal, poderoso, glorioso, sabio, justo, bondadoso, pacífico, recto, e iluminado por Dios mismo. El profeta Isaías estaba hablando de un hombre especial cuando profetizó: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite…» (Isaías 9:6,7).

 

El profeta Daniel, otro de los profetas de la Biblia, dice: «Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; y su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.» (Daniel 7:13,14). Aquí se predice que el reino o gobierno del «hijo del hombre» será indestructible, es decir; no será depuesto o tomado por ningún otro imperio. Será un gobierno feliz, estable, sólido, próspero, justo, pacífico, y con autoridad divina. Esta utopía de un mundo justo y pacífico se hará por fin realidad en un futuro cercano. ¡Estas son increíbles noticias ciertamente!

 

También el profeta Daniel nos da detalles interesantes del gobierno que se establecerá en la tierra, y que desplazará a todos los gobiernos humanos imperfectos. «Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.» (Daniel 2:44). Es obvio que este futuro gobernante no tendrá oposición ni amenazas de las naciones porque sencillamente él las habrá desmenuzado y consumido con su poder.

 

El Deseado de Todas las Naciones

Al futuro rey de los pueblos se le llama: «El Deseado de Todas las naciones» (Hageo 2:7). Sí, el Mesías vendrá como el gobernante que todas las naciones han anhelado tener. «Y haré temblar a todas las naciones, dice Jehová, y vendrá el Deseado de todas las naciones…dijo Jehová.» Además dice de él la Biblia: «El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel. Habrá un justo que gobierne entre (no «sobre») los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz de la mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra.» (2 Samuel 23:3,4). Según las últimas palabras del rey David, este gobernante mundial respetará a Dios y guardará su ley con justicia.

Las naciones comprenderán que el Deseado de todas las naciones es el Mesías escogido de Dios, venido de arriba, de los cielos. Ahora bien, el Diablo también quiere desviar la atención de los hombres hacia «salvadores estelares» que viajan en naves velocísimas por todo el universo. El enemigo, Satanás, ha engañado a las gentes haciéndoles creer que efectivamente seremos enseñados por los «hermanos mayores», pero no por el «hijo de Dios». No obstante, el verdadero guía, maestro, y gobernante, vendrá del trono de Dios en dirección a la tierra en compañía de sus ángeles.

Este «Deseado de los pueblos» será un descendiente del famoso rey David. El profeta Isaías profetizó sobre este magnífico e ideal Soberano de este modo: «Saldrá una vara del trono de Isaí (padre de David), y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor a Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra… Y Será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura…Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón (bandera o estandarte) a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.» (Ver Isaías 11:1-5,10). Vemos que el Gobernante ideal será sabio, inteligente, consejero, poderoso, conocedor, temeroso de Dios, justo y equitativo. Y todo esto porque en él reposará el Espíritu de Dios.

¿Quién este descendiente de David que inaugurará un gobierno mundial ideal? La Biblia lo revela en muchos pasajes de las Escrituras. En Mateo 1:1 se lee que Jesucristo es Hijo de Abraham e hijo de David. ¡Así comienza Mateo su Evangelio! Y esto no es gratuito, pues por algo el evangelista lo recalca como de primera importancia. También Pedro lo dice en su gran discurso ante los judíos del primer concilio en Jerusalén. Léalo usted mismo en Hechos 2:29,30.

Un Gobierno sin Ejército

«Y el juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.» (Miqueas 4:3). Además, el profeta Zacarías profetiza sobre aquella edad gloriosa, así: «Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra» (Zacarías 9:10).

Notemos que las armas de guerra se convertirán en implementos agrícolas. Además, los tanques de guerra («carros y caballos»), y los misiles («arcos de guerra») serán destruidos Notemos que habrá un desarme mundial. ¿No es lógico concluir que el gobierno de Cristo no requerirá de armas bélicas, al no haber amenazas ni conflictos de naciones? Es mucho el dinero que se gasta en armas bélicas. Miles de millones de dólares gastan al año las naciones para armarse, cuando en realidad todo ese dinero podría usarse en la salud, educación, alimentación, vivienda, etc. En los Estados Unidos, casi todas las familias tienen un arma en su casa. Los crímenes y asesinatos son cosa de todos los días en ese país, y en muchos otros. Las pandillas juveniles, los terroristas, los guerrilleros, los matones, etc, usan armas para matar. Pero en el gobierno de Cristo habrá seguridad total, pues no habrá armas para matar o asaltar.

Ni Explotadores ni Explotados

En relación a la súper gobernación mundial venidera, la Biblia revela el fin de las clases sociales, y el fin de la pobreza y de las injusticias. Dice el profeta Isaías, así: «Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente…» (ver Proverbios 14:31). Y en Santiago leemos: «…vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán…» (5:1-6).

Sin duda, los más pobres serán los más beneficiados en el super gobierno de Cristo. Dice la Biblia: «Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán del santo de Israel.» (Isaías 29:19). «Hermanos míos, amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?» (Santiago 2:5). «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico al reino de los cielos» (Mateo 19:23). Es claro que los ricos explotadores y carentes de amor serán excluidos del reino o gobierno de Cristo, salvo que se arrepientan a tiempo (2 Tesalonicenses 1:5-12). Es interesante oír lo que dijo María de Dios: «Hizo proezas con su brazo: Esparció a los soberbios…quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.» (Lucas 1:51-53).

Los Defectos Físicos Desaparecerán

Cuánto sufrimiento hay en el mundo hoy. Hay millones de personas que sufren de graves males sin que la ciencia médica puede hacer algo al respecto. Hay personas que han perdido un brazo, una pierna, la vista, el habla, el movimiento corporal; otros están enfermos física y espiritualmente; y otros están sufriendo por la pérdida de un hijo(a), esposo(a), amigo(a), hermano(a), y así por el estilo. Este es un valle de lágrimas, sin duda. Pero el profeta bíblico Isaías predice una época en la cual las enfermedades, las taras, y los defectos desaparecerán para siempre. «Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un siervo, y cantará la lengua del mudo.» (Isaías 35:5,6).

Las Tierras Áridas y los Desiertos desaparecerán

Muchos lugares del mundo son grandes desiertos que siguen aumentando por la falta de agua o por el exceso de la tala de árboles. Este problema aumenta el hambre y la pobreza en el mundo en gran parte por culpa del mismo hombre irresponsable. Pero este problema será revertido por el gobierno de Cristo. Dice el profeta Isaías nuevamente: «En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de agua, y manantiales de agua en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente.» (Isaías 41:18,19). «El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de agua; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.» (Isaías 35:7). Esto significará más agua y más cosechas para alimentar a toda la humanidad hambrienta de los países más pobres y olvidados. «No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá.» (Isaías 49:10). «Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno» (Apocalipsis 7:16).

Niños y Bestias Salvajes Convivirán Juntos

¿Qué niño tendría como mascota suelta a un león? ¡Ninguno! Claro que muchos pueden tener un felino enjaulado, pero no deja de ser peligroso. En la nueva gobernación del Mesías Jesús, el mundo experimentará la paz total, incluso con las bestias más peligrosas de los bosques y selvas. Dice el profeta Isaías: «Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán…» (Isaías 11:6-9).

Los cazadores matan a los animales para comercializar sus pieles, cabezas, colmillos, cuernos, y su carne, sin prestar atención a las leyes que rigen su caza. Muchas veces las bestias se vuelvan más feroces por la crueldad humana. El rey Salomón dijo: «El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.» (Proverbios 12:10). En el nuevo gobierno mundial, los justos cuidarán de las bestias con el mismo amor que se siente por cualquier otra criatura de Dios.

Los Delincuentes Desaparecerán

Hoy la sociedad humana está plagada de delincuentes de toda índole. Las gentes temen salir a las calles solitarias, y aun, a las concurridas. En los países donde impera el terrorismo, la gente teme sufrir por algún atentado, y hasta morir sin culpa alguna. Pero los asaltos, la drogadicción, las violaciones, etc, están a la orden del día. Pero en el gobierno de Dios, la tierra será limpiada de todos los malvados. Dios dice: «No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí… porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos.» (Salmo 37:9,10,22). En el Nuevo Orden Mundial, el mal será finalmente extirpado, y no quedará impío alguno que haga de las suyas. De este Soberano que traerá la ley y el orden, dice el profeta Jeremías: «He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.» (Jeremías 23:5). El profeta Isaías también profetizó: «He aquí que para justicia reinará un rey…» (Isaías 32:1). Este justo hará justicia en la tierra, y no tolerará el malo dentro de su gobernación mundial (Ver Isaías 60:18)-

El Ateísmo y las Falsas Filosofías Desaparecerán

Dice el profeta Isaías: «…porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas…» (Isaías 2:3). Sólo habrá un filosofía de vida—¡la de Dios!

Sólo el Dios de la Biblia será Exaltado

Jehová es y será el único Dios vivo en toda la tierra. El rey David dijo: «Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra» (Salmo 83:18). También dice: «Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria; por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto.» (Salmo 102:15,16). Dios dice: «Y santificaré mi grande nombre, profanado sobre las naciones;… y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.» (Ezequiel 36:23).

La Humanidad Será Longeva

¡Cuánto deseamos todos vivir más y mejores años!. Muchos han buscado el «elixir de la eterna juventud» y no la han encontrado. Hoy la gente practica deportes para estar en forma, hacen dietas, consumen vitaminas sintéticas, minerales, y tónicos naturistas para estar más sanos. Otros buscan vivir en el campo y con los animales para evitar la contaminación ambiental, y para alimentarse sólo de frutas y verduras. De este modo la gente busca vivir más y con una mejor calidad de vida. En Isaías 65:20 leemos: «No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito».

¡Notemos que dice que un niño morirá de cien años! Esto significa que el adulto podrá vivir cientos de años para luego morir. Sin duda, al eliminar el stress, la contaminación, la desnutrición, los vicios, etc, de la tierra, la vida se prolongará increíblemente.

Por cierto que la mortalidad infantil habrá bajo a cero. Hoy la mortalidad infantil en los países pobres es alarmante, y esto, producto de la misma pobreza e ignorancia. Al eliminar la pobreza y la ignorancia, los hombres vivirán muchísimo mejor en todo sentido.

Las Familias tendrán su Casa Propia

La casa propia ha sido el sueño de millones de familias en la tierra. Sí, una casa no es un lujo, sino una imperiosa necesidad de los esposos y de cualquier persona que aspira a su independencia. No obstante, no todos pueden acceder a ella por carecer de suficientes recursos económicos. Muchas familias tienen que conformarse en vivir en tugurios, o en casas alquiladas, en el mejor de los casos. Pero en la nueva administración del super gobernante Jesucristo, todas las familias podrán edificar sus casas en terrenos propios. El profeta Isaías lo predice con estas palabras: «Edificarán casas, y morarán en ellas…no edificarán para que otro habite…y mis escogidos disfrutarán de las obras de sus manos.» (Isaías 65:21,22).

El Gobierno Mundial de Jesucristo Durará Mil Años

El poseso Adolfo Hitler quiso inaugurar su reino («Reich») de mil años y sólo duró 12 años. ¡Una burda imitación del reino milenario de Cristo!. Hitler quiso ser «el Mesías» o salvador del mundo, con sus ideas racistas de la superioridad de la raza Aria. Sin duda el Diablo es el gran imitador de Jesucristo. Pero la Biblia afirma que el «reich» o reino de Cristo sí va a durar mil años ininterrumpidos, cuando someta a todos sus enemigos y los tenga bajo sus pies. Dice en Apocalipsis 20:4 «…Y reinaron con Cristo MIL AÑOS.» Y es que el reino de mil años de Cristo es el reino de alguien Mayor y Único, el Dios del Universo. Ese reino estará basado en la equidad, y en el amor. Claro que será un gobierno con autoridad divina, por tanto, aplastaría cualquier rebelión si la hubiera (Zacarías 14:18,19).6 KJV at Art.com

 

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