EL PRECURSOR DEL GOBIERNO MUNDIAL ÚNICO

Fijaron el ejemplo perfecto de cómo podría ser un gobierno mundial.

Estas personas representan un gobierno mundial único. Establecen un ejemplo para ser usado por el Anticristo, el último y definitivo.

El Consejo de Gobierno de Federalista Mundial ‘ (WFM) elige el Comité Ejecutivo (CE) para vigilar y supervisar las actividades del movimiento. La CE generalmente se reúne cuatro veces al año para aprobar presupuestos, supervisar programas y supervisar las actividades.

Esta es su declaración de fe, o las razones y motivos para formar su Gobierno:

Tememos que la ONU «esfuerzos hacia la paz, como los de la Liga de Naciones, no pueden ser exitosos, si el mundo no está dispuesto a tomar este paso al Gobierno de Federalista Mundial ‘

Bente Nielsen: FN Forbundet, Dinamarca

Don Kraus: Citizens for Global Solutions, Estados Unidos

Edward Chobanian: los Estados Unidos

James Christie: Mundo federalista movimiento – Canadá.

Keith Best: Gran Bretaña

Lucio Levi: Unión de federalistas europeos, Italia

Lucy ley Webster: Citizens for Global Solutions, Estados Unidos

Takahiro Katsumi, Movimiento Federalista Mundial de Japón

Tony Fleming, los ciudadanos de los Estados Unidos de soluciones globales

W el. James Arputharaj: federalistas del sur de Asia

Sri Lanka William Pace: Director Ejecutivo Estados Unidos de Secretariado Internacional (Ex-Officio)

Fuente: WFM.igp.org

Mi comentario:

Mirar un buen pueblo reuniendo alrededor de este sofá rojo. Lo que han hecho podría parecer una broma. Pero no es.

Allí deberá subir 10 reinos con 10 gobernantes malvados y perversas. Levantará uno de los líderes, a la altura de ser el rey mundial, adorado como «Dios». Este gobernante del mundo, se marca como el «precio de la paz».

Estas personas son humanistas. Tienen en común que no pagar ningún respeto por Jesús. Han eliminado el Evangelio y Dios del plan de la Biblia de la salvación.

Cuando un hombre halaga Jesús llamándolo «bueno», Jesús le reprendió. No hay nada bueno dentro de un hombre.

Marcar 10:18
«¿Por qué me llamas bueno?» Jesús respondió. «Nadie es bueno-excepto Dios.

El Anticristo final y último necesita una plataforma para su Gobierno. Allí la gente parece tener el plan perfecto. No podemos sólo esperando que los líderes mundiales despertar y ponerlas en sí mismo en el papel de ser las personas que serán plomo al matadero final del infierno cuando el Mesías Jesús devuelve.

1 John 2:18-19
Advertencia contra anticristos

Queridos hijos, esta es la última hora; y como han oído que el Anticristo viene, aun ahora muchos anticristos han llegado. Esto es cómo sabemos que es la última hora. Salieron de nosotros, pero no pertenecen realmente a nosotros. Por si habían pertenecido a nosotros, habría permanecido con nosotros; pero su marcha demostró que ninguno de ellos pertenecía a nosotros.

Todos los reinos hechas por el hombre se queman en el día del juicio final. Sólo el Reino de Dios prevalecerá. Amén.

EL APÓSTOL PABLO RECONOCE QUE JESUCRISTO ES UNO DE LOS LLAMADOS DIOSES EN EL CIELO

Algunos de nuestros detractores nos acusan de que nosotros enseñamos la herejía arriana o sociniana de que Cristo no es Dios, dada nuestra posición monoteísta unitaria. Sin embargo, lo que nosotros decimos en verdad es que Cristo es Dios, pero no es el único Dios verdadero. ¿Nos contradecimos? De ninguna manera!  Lo que creemos es que existen algunos “llamados” dioses en el cielo y en la tierra, pero que no son eternos, ni Todopoderosos. El Apóstol Pablo dice esto a los corintios:  «Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores),  para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él» (1 Cor. 8:4-6).

La primera reflexión que nos hacemos es sobre la locución “algunos que se llamen dioses”. Me pregunto: ¿Quién o quiénes llaman «dioses» a algunos que están en el cielo y en la tierra? Pues sabemos que Yahweh llama «dioses» (elohim) a sus ángeles, y también a Moisés y a los jueces de Israel (Exodo 7:1; Juan 10:34). Igualmente Pablo llama a Satanás el “Dios de este mundo” (2 Corintios 4:4), y los paganos mismos llamaban «dioses» a sus ídolos hechos de barro, madera o de metales.

Ahora bien, cuando Pablo dice que “aunque haya algunos que se llamen dioses en el cielo”, ¿incluía también esa palabra “algunos” a nuestro Señor Jesucristo, el cual que ya estaba para entonces glorificado y exaltado hasta lo sumo en el cielo, y a la diestra del Padre? ¿Es Jesús para Pablo uno de los “llamados” dioses que están en el cielo, pero no el único Dios verdadero? Esta pregunta sólo la puede responder él mismo, cuando en los versos citados de 1 Corintios 8:4-6 él concluye diciendo: “para nosotros (los apóstoles y cristianos en general), sólo hay UN Dios, el Padre, y un Señor, Jesucristo”. Es decir, Pablo admite que Jesús es uno de los que son llamados Dioses, porque evidentemente es el Hijo del único Dios verdadero, y porque recibió de Su Padre una posición exaltada y de autoridad suprema por su victoria en la cruz (Fil. 2:5-9). Sin embargo, Pablo no deja de recalcar que el Padre es el UNICO DIOS VERDADERO, porque el Padre es el único que subsiste por sí mismo desde la eternidad, y es el único Dios Todopoderoso que nadie ha visto ni puede ver.

La idea es simple: Dios es único y es Padre (“Dios y Padre”, o “Dios Padre”), pero hay otros que son llamados “eloah” (Dios) que tienen poder conferido por el Padre, pero no todo Su Poder. Los ángeles, como dijimos, son dioses o “elohim”  porque son los mensajeros y agentes de Dios que realizan tareas específicas en el nombre del único Dios verdadero. Podemos poner un ejemplo terreno: El edecán de la presidencia de una república puede fungir de Presidente en un evento importante cuando el verdadero Presidente no puede asistir. Este edecán de la presidencia es acogido dignamente y recibe todos los honores de un Presidente sin serlo realmente, porque tiene los poderes conferidos de su Presidente para representarlo. Sin embargo, nadie en su sano juicio diría que el edecán del presidente es el mismo Presidente de la nación, ¿o sí?

Igual ocurre con los ángeles y el unigénito Hijo de Dios, quienes reciben sus poderes y autoridad directamente del Padre, fungiendo como si fueran el único Dios, el Padre. Por eso Jesús dijo: “Quien me ha visto a mi ha visto al Padre”, pero no porque él fuera el Padre realmente como sostienen los modalistas, sino porque hacía la voluntad y las obras del Padre (Juan 6:46; 14:9).

Pero alguno podrá decir que si el Hijo no es el Dios verdadero, entonces El Padre tampoco es Señor, porque Pablo afirma que sólo hay un Señor, Jesucristo. Para esto nosotros contestamos que lo que Jesús quiso decir es que   sólo hay un Señor MESÍAS o CRISTO, EL REY MESIÁNICO (Hechos 2:36). Un ejemplo de lo que decimos está en  2 Samuel 14:18: “Entonces David respondió y dijo a la mujer: Yo te ruego que no me encubras nada de lo que yo te preguntare. Y la mujer dijo: Hable MI SEÑOR EL REY”.  En este sentido el Padre no es el mismo Mesías o el “Señor el rey” ungido que regirá las naciones en el milenio.

ANÁLISIS DE LA PALABRA «EJAD»

Por José Álvarez

La teoría trinitaria que dice que Yahwéh es una “Deidad compuesta” se basa en una doble premisa: 1) que el término hebreo elohim es un plural numérico, y 2) que la palabra hebrea ejad no significa «uno» sino una unidad compuesta. Se reclama que ejad no significa «uno como entidad singular sino como entidad plural compuesta,» mientras que yajid significa «uno» con el sentido de una entidad singular.

            Cuando uno compara este argumento con la manera en que se usan las dos palabras en las Escrituras Hebreas se hace evidente que eso es una falacia. No está apoyado por las Escrituras, sino solamente por un deseo honesto de defender el dogma romano de la Trinidad. Coteje los siguientes pasajes por usted mismo y vea si ejad no significa una entidad, única, singular, simple.

Usos de ejád en las Escrituras:

1. Como uno entre varios otros:

Gén.  2: 11 ‑ el nombre del uno era Pishón. (Heb.)

Gén. 2:21 ‑ una de las costillas del hombre. (NIV)

Gén. 3:22 ‑ llegar a ser como uno de nosotros.

Cant. 4:9 ‑ con una mirada de tus ojos.

2. Como artículo indefinido:

Éxo. 29:1 ‑ toma un toro joven.

Éxo. 29:3 – pon los en una canasta.

1 Rey. 22:8 ‑ Hay aún un hombre.

3. De algo único en su propia clase:

Gén. 27:3 8 ‑ ¿Tienes una sola bendición, padre mío?

Gén. 42:11 ‑ Somos hijos de un mismo hombre.

Sal. 27:4 ‑ Una cosa he pedido a Yahwéh.

Sal. 53:3 ‑ …quien haga el bien, ni aún uno.

Ecl. 2:14 ‑ la misma suerte les tocó.

Ecl. 3:19 ‑ todos tienen un mismo aliento.

Cant. 6:9 ‑ Mi perfecta es única la única hija.

4. De un hombre solo (solitario):

Ecl. 4:8 ‑ Había un hombre solo.

Ecl. 4:11 ¿Cómo puede un hombre calentarse solo?

            Mal. 2:10 ‑ ¿No tenemos todos un mismo Padre… un mismo Elohim?

5. De uno en contraste con muchos:

Isa. 51:12 ‑ Abraham… era sólo uno.

6. Como el adverbio «solo»:

            Jos. 22:20 ‑ no fue el único que murió [Lit.: no sólo él murió].

            Ecl. 4:10 ‑ Pobre del solo. [Heb. Pobre del que es él solo]

            1 Crón. 29:1 ‑ Sólo a Salomón ha escogido.

7. Como un numeral consecutivo:

            Jos. 12:9‑14 ‑ el rey de Yerikó uno… uno… uno. Etc.

Usos de yajid:

1. Como alguien único en su clase: (sinónimo de ejad en No. 3)

            Gen 22:2 ‑ Toma a tu hijo, tu único hijo.

Jer. 6:26 ‑ Llora como un hijo único.

            Zac. 12:10 ‑ Como se llora por un hijo único.

Prov. 4:3 ‑ un único hijo de mi madre.

2. Como adjetivo:

            Sal. 25:16 ‑ Estoy solo y afligido.

            Sal. 68:4 ‑ Elohim pone al solo en familias.

3. Como adverbio: (sinónimo de ejad en No.6)

            Job 34:29 ‑ está… sobre un hombre solamente. (H)

Sal. 86: 10 ‑ Tú solo eres Elohim.

4. Como un verbo: (unirse)

            Gen. 49:6 ‑ que no me una a la asamblea.

            Isa 14:20 ‑ No te unirás a ellos en sepultura.

Con esta evidencia interna de las Escrituras, es perfectamente sano concluir que cuando Deuteronomio 6:4 dice «Yahwéh nuestro Poderoso en Un Yahwéh,» significa exactamente que Yahwéh es Uno, Único, Singular, Solo, Absoluto, Simple, no compuesto. A esto podemos agregar que la pluralidad del título común elohim no es una pluralidad numérica, como demuestra el gramático hebreo Gesenio, y como hemos demostrado en nuestro folleto sobre la palabra Elohim.

            Ante el argumento de algunos teólogos de que en aquellos tiempos el plural de majestad no estaba en uso, preguntamos: ¿En qué sentido los cananeos llamaban a Baal su «elohim»? En qué sentido llamaban «elohim» a la deidad femenina Astarté? Consideraban ellos a Baal una deidad Tres‑en‑uno? Y también a Astarté como otra deidad femenina Tres‑en‑uno? Toda la evidencia está en contra de eso. Baal era considerado como una deidad sencilla, «el Señor del cielo»; y, sin embargo, se lo llama «elohim» en las Escrituras. Esto muestra claramente que el escritor usó esta palabra como un adjetivo intensivo, o como un plural de majestad. En cada caso el significado es «el Poderoso”.

            El dogma romano‑babilónico de la Trinidad, en el cual varias personas componen una «deidad uni-plural» es simplemente anti-bíblico. No importa cuántas personas estén incluidas en esa deidad, sean dos o tres; no hay diferencia. El hecho que hace falsa esa teoría no es el número de personas envueltas, sino la idea de que hay más de una persona incluidas en la Deidad. Pablo dijo claramente: «Para nosotros no hay más que un solo Poderoso, el Padre,» (1 Cor. 8:6).

            Sin ánimo de ofender, el «Dios compuesto» del dogma trinitario (o aun del credo “diunitario” es simplemente una deidad imaginaria, una imitación del verdadero Todopoderoso. Ese no es el Poderoso que adoró Yahoshúa como su Poderoso (Jn.  20:17). Ese no es el Poderoso Uno y único adorado por la comunidad apostólica primitiva (1 Cor. 8:5,6). El único Poderoso verdadero es el Padre de Yahoshúa; una sola persona: EL PADRE. No negamos que el  Mesías sea divino, pero esto es diferente del­ dogma trinitario y lo explicamos en capitulo aparte.

            Ahora, veamos lo que dice un Comentario Judío Ortodoxo sobre la palabra ejad.

            «Él es Uno porque no hay otro Elohim que él; pero también es Uno porque es completamente distinto a todo lo demás que existe. Él es por lo tanto no solamente Uno, sino el Solo y Único Elohim… Por lo tanto, a él solamente es correcto orar, y no a ningún otro ser fuera de él. La creencia de que Elohim se compone de varias personalidades, tal como la creencia cristiana en la Trinidad, se aparta de la pura concepción de la Unidad de Elohim. Israel ha rechazado a través de las edades todo lo que opaque u oscurezca la concepción del monoteísmo puro; antes que admitir cualquier debilitamiento de éste, los judíos han estado preparados a vagar, a sufrir, a morir…El Shemá excluye la Trinidad del credo cristiano como una violación de la Unidad de Elohim. » (Edición Soncino de la Torah, páginas 770 y 92l).

¿PUDO JESÚS SER MÁS CLARO Y SIMPLE EN CUANTO A QUIÉN ES DIOS?

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

¿Están ustedes siguiendo la enseñanza fundamental de Jesús?

Si en algo nuestro Señor no pudo ser de ningún modo intrincado fue cuando dio a conocer al único Dios verdadero. Sus palabras sobre la persona de Dios son tan simples que hasta un niño de 2 añitos puede entenderlas. Sería ilógico que Jesús diese a conocer a un Dios que nadie pudiese entender. Pero los Trinitarios, Binitarios y los modalistas han complicado la sencilla declaración de nuestro Señor en Juan 17:3, cuando dice: “Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien tú has enviado”. Si en estas declaraciones alguno de ustedes cree encontrar a un Dios Trino o Binitario, entonces yo debo estar loco cuando interpreto que aquí Jesús está enseñando que Su Padre es el ÚNICO Dios verdadero. ¿Pero estoy loco realmente? Hasta ahora creo que no, pero si termino en un manicomio, entonces quién sabe. De lo que sí estoy seguro es que si tratara de profundizar en el dogma Trinitario, quien sabe terminaría en un hospicio para dementes por lo confuso que es. Si para alguno el vocablo ÚNICO significa DOS o TRES PERSONAS entonces esa persona debe estar con una camisa de fuerza.

¿Pero es posible que en este importante pasaje Jesús esté diciendo que él y Su Padre son el Dios verdadero? ¿Y qué hay del Espíritu Santo? ¡No aparece para nada! Lo cierto es que para mí este pasaje es crucial y no debe ser ignorado. El Señor Jesucristo está diciendo que el único Dios verdadero es el que le envió a él al mundo. ¿Pero acaso alguien creerá que Jesús se mandó a sí mismo al mundo? Yo no. Si usted lo cree, allá usted, pero eso no es lo que el Señor dijo.

Pablo coincide con Jesús: ¿coincide también usted con ellos?

En 1 Corintios 8:4-6 Pablo es claro cuando nos dice: Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. 5 Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), 6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

Aquí Pablo es tan claro como nuestro Señor Jesucristo, y lo es para que no quede dudas sobre quién en verdad es el único Dios. El está diciendo que existen otros dioses, los llamados dioses, y en ese grupo celestial sobresale Jesús. El es uno de los llamados dioses, pero sólo UNO es el Dios verdadero, el que subsiste por sí mismo, el que es ETERNO, y la fuente de vida: El Padre. Si esta simple verdad no la quieren aceptar los Trinitarios, binitarios y modalistas, allá ellos. Pero esta verdad simple la puede entender hasta un retrasado mental. Y perdonen la crudeza.

Si usted no les cree a Jesús y a Pablo, entonces usted no puede ser ni cristiano ni apostólico. ¡Así de simple es la cosa!

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EL PADRE: SOLAMENTE EL DIOS VERDADERO

Por el Dr Javier Rivas Martínez (MD).

«No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad». Aristóteles ( AC 384-322 AC) Filósofo griego.

Decir que Cristo es “Dios verdadero”, es violentar terminantemente el significado de los textos que aclaran esta consideración que le pertence solamente al Padre, pudiéndose ver en Jn.17:3, y en su equivalente o paralelo 1 Jn. 5:20:

Jn. 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

1 Jn. 5:20 «Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna».

Para asimiliar el contenido de 1 de Jn. 5:20, en el modo que el autor de la epístola se refiere al Padre como el [verdadero Dios], habremos de leer primeramente el texto Jn. 17:5 con sentido común pertinente, y no en alocada ni pusilánime “ojeada”. Ya es hora de escrutar bien la Biblia, que no es historieta cómica vulgar. Cristo hace aquí una ineludible y notable separación, una enérgica distinción, entre él, que es el [enviado de Dios], y el Padre, que es el [único Dios verdadero].

Cuando este concepto repose en buen arraigo en nuestra bien intencionada razón, libre de prejuicios y de tradicionalismos doctrinales injustificables, no tendremos ninguna dificultad para comprender que 1 Jn.5:20 hace alusión al Padre como el [único Dios verdadero], pero nunca al Mesías Hombre, Jesucristo, que es el [Hijo de Dios], pero [nunca Dios].

Es de suma importancia dejar claro que en 1 Jn. 5:20 el pronombre demostrativo [Este] no se halla enlazado forzosamente al sustantivo de más proximidad, para el caso, el que vemos como [Jesucristo]. Para demostrarlo, tomaremos como ejemplo 1 de Jn.2:22. El pronombre demostrativo [Este] no insinúa al que es [Jesús el Cristo]. Si la regla no es modificable, ortodoxamente elástica, cosa que es improbable, cabría asegurar, por ende, que [Jesús el Cristo] es [Anticristo]:

1 Jn. 2:22 «¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el [Cristo?] Este es [anticristo], el que niega al Padre y al Hijo». (Enfatizado con corechetes. Espero además que se haya entendido con facilidad).

Creer que el Mesías Jesucristo en 1 Jn.5:20 es el «verdadero Dios», es hacerlo mentiroso, es contradecir la razón de haber dicho que Dios, su Padre, es el «único Dios verdadero» (Otra vez Jn.17:5). Esto no es factible, porque Cristo mismo hace un gran diferencia, que no pasa desapercibida en lo menor, entre su Padre, que es el [único Dios verdadero] y [él], quien ha sido [enviado] por el [exclusivo y verdadero Dios].

El pronombre demostrativo [Este] en 1 Jn. 5:20 está más bien relacionado con la locución precitada [al que es verdadero], y que sin lugar a dudas es aplicada al Padre y no a Jesucristo. Miramos que Cristo se ha referido a su Padre como el «único Dios» en Jn.17:5. Calificar a Cristo como “Dios verdadero”, es negar lo que Cristo aseguró de su Padre: Que es el «único Dios verdadero». Así de simple.

Podrá ver el amable lector otros ejemplos en las Santas Escrituras donde el pronombre demostrativo no se encuentra afiliado con el sustantivo que le antecede inmediatamente. Los textos al respecto son los siguientes (Búsquelos y léalos en su Biblia, por favor querido visitante):

Jn.1:40-41.
Jn.4:46-47.
Mt.27:57-58.
Hech.7:18-19.
Hech.7:35-36.

Cristo es «verdadero», como el creyente que es genuino, en el aspecto de haber sido «enviado» por el Padre para emprender y culminar los santos propósitos ya determinados en las Sagradas Escrituras. Los fariseos no creyeron que Cristo era el «verdadero» Hijo de Dios. Esto provocó a que lo tacharan sin pensarlo con cordura, por su falta de sobria capacidad para expecular sobre su digna persona, como un falso mesías. Cristo dio testimonio de ser el «verdadero» enviado de Dios, el Redentor del mundo, profetizado en la antigüedad, con sus palabras de amor y salvación. Su predicación irrefutable y su auto proclamación como el Mesías del Padre fue respaldada siempre por las Escrituras, dando veracidad en sus portentos y milagros de sanidad, en las misericordiosas liberaciones demoníacas que realizó en los hombres poseídos, de ser Hijo de Dios, de esta manera, el «verdadero». Su nacimiento virginal es constatado en el Nuevo Testamento, por lo que es consolidado efectivamente más como el [verdadero Hijo del Divino], el impecable Hombre que entregó su vida para muerte con el fin de dar vida a los que «estaban muertos en delitos y pecados» (Ef.2:1-10)

Texto para reflexión:

Ap. 3:7 «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el [Verdadero], el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre . . . »

Amén.

Que Dios les bendiga siempre.

UN SOLO EVANGELIO CON DIFERENTES NOMBRES

Por Ingº Mario Olcese (Apologista)

Como ustedes saben muy bien, yo me la he pasado predicando y anunciando en este blog desde su misma fundación, el único y singular evangelio predicado por el Señor Jesucristo que es el reino de Dios, y todo lo relacionado con su ministerio, especialmente sobre su muerte, sepultura, resurrección al tercer día ante muchos testigos.  Todo esto compone, sin duda alguna, el evangelio completo de salvación (ver Marcos 1:1,14,15; Hechos 28:23,30,31; 1 Corintios 15:1-9). Sin embargo, cuando abrimos el Nuevo Testamento nos encontramos con que el evangelio tiene muchos nombres que han confundido a los cristianos, haciéndoles creer que pueden haber varios evangelios que debemos creer para ser salvos. ¿Pero puede ser esto posible cuando Pablo tajantemente afirma de que sólo hay un evangelio en la Biblia y no más. El escribió a los Gálatas, lo siguiente:

“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gál. 1:6-9).

Así que sólo hay un evangelio en la Biblia y no dos o más. Por tanto, cualquiera que sea el nombre que se le dé al único evangelio salvador, significará siempre lo mismo:

El evangelio original es el Reino de Dios

Jesús comenzó predicando y anunciando el evangelio que él claramente llamó “El reino de Dios”. Esto dice el evangelio de Marcos sobre el comienzo del ministerio de Jesús: “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios…. Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mr. 1:1,14,15).

El evangelista Lucas registra por su parte lo que Jesús dijo de su misión central en la tierra: “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado” (Lc. 4:43).

Y Mateo registra en su evangelio lo que Jesús dijo que sería predicado como el evangelio hasta el fin del siglo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Así que Jesús vino a predicar el evangelio del reino de Dios, el prístino evangelio que muchos parecen hoy haber olvidado.

Los otros “evangelios” revelados en el llamado Nuevo Testamento

Tenemos otros nombres para el evangelio pero que en esencia significan lo mismo, pues giran alrededor del reino de Dios y la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. Estos Son:

1.- Evangelio de la gracia:

Hechos 20:24: ”Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS”.

Comentario:

Aquí Pablo nos habla ahora de un evangelio que él llama “de la gracia”? Entonces nos preguntamos: ¿Puede ser éste un evangelio distinto siendo que a los Gálatas él mismo les dijo que sólo hay un evangelio divino verdadero? ¡De ninguna manera! Si observamos atentamente el siguiente verso, el 25, veremos que Pablo dice: “Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro”. Para Pablo, entonces, predicar el reino de Dios era predicar la gracia de Dios, pues el reino de Dios es el don de Dios para los fieles, el regalo, el don de Dios obtenido sin precio para aquellos que ejercen fe en él y en su mensaje (Rom. 3:24, Isa. 55:1).

2.- El Evangelio de la paz

 

El otro nombre del “evangelio del reino” es el “evangelio de la paz”. Dice Pedro: “Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando EL EVANGELIO DE LA PAZ por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos (Hechos 10:36).

Comentario:

Sabemos que el evangelio del reino es el evangelio que reconcilia al hombre con Dios, trayéndoles la paz y la salvación. La muerte de Cristo en la cruz, su sepultura y resurrección al tercer día hizo posible esta paz entre los pecadores y Dios. Dice Pablo en  colosenses 1:20: “Y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la PAZ mediante la sangre de su cruz”. Este obra extraordinaria de Jesús hizo posible que los conversos recibieran la promesa participar de su reino glorioso futuro que traería, por fin, la tan anhelada paz y justicia para la tierra.

3.- El evangelio de la gloria

El otro nombre del “evangelio del reino” es el “evangelio de la gloria de Cristo”. Dice Pablo: “En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios (2 Corintios 4:4).

Comentario

Todos sabemos que el reino de Dios tiene que ver con la gloria, pues entrar a la gloria de Cristo es entrar al reino de Cristo. El reino y la gloria son intercambiables en las Escrituras. Así tenemos el siguiente ejemplo:

Es interesante comparar Mat. 20:20-21 con Mar. 10:35-37, donde descubriremos claramente lo que era para los discípulos la gloria. Estos versículos de Mateo y Marcos han sido pasados por alto por muchos estudiantes de la Biblia, y sin embargo, son claves para entender lo que es la gloria prometida por Cristo. Desgraciadamente muchos creen que la gloria es estar en el cielo como angelitos blancos y alados tocando un arpa o una lira dorada por toda una eternidad.

 Comparemos  en seguida ambos pasajes:

Mat. 20:20,21: “Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. Ella le dijo: Ordena que en tu REINO se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”.

Mar. 10: 35-37: “Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro querríamos que nos hagas lo que te pidiéramos. El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? Ellos le dijeron: Concédenos que en tu GLORIA nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”.

Si comparamos ambas citas que se refieren al mismo asunto, pero bajo distintas perspectivas, veremos que Mateo dice que los hijos de Zebedeo (Jacobo y Juan) le solicitaron a Jesús una posición de privilegio en su REINO. En cambio, Marcos escribe que lo que Jacobo y Juan le pidieron a Jesús fue por un lugar de privilegio en Su GLORIA. ¿Por qué esta diferencia entre ambos evangelistas? Pues la única explicación posible es que no había ninguna diferencia, dado que era obvio para los primeros cristianos que la Gloria era un sinónimo del Reino y viceversa. Con esto queda una vez más demostrado que el evangelio de la gloria de Cristo (2 Cor. 4:4) es lo mismo que “el evangelio del Reino de Cristo” (Mat. 24:14).

4.- El Evangelio de vuestra salvación

El evangelio del reino también es llamado “el evangelio de salvación”, pues entrar al reino es igual que entrar a la salvación. Esto queda claramente demostrado leyendo el diálogo del joven rico con Jesús: “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?  Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? (Mateo 19:16-25).

También la salvación y el reino están estrechamente conectados en el siguiente versículo del libro de apocalipsis, que dice: “Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche” (Apo. 12:10)

5.- El evangelio de las inescrutables riquezas  de Cristo

El evangelio del Reino  se relaciona con las “inescrutables riquezas de Cristo”. Dice Pablo; “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo” (Efesios 3:8). Esto se relaciona con el verso 6, que dice: “Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio”. En Efesios 1:18, leemos: Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las RIQUEZAS de la gloria de su herencia en los santos. Nótese que Pablo habla de las “riquezas de la gloria de su herencia”, lo que nos recuerda su reino, si reemplazamos reino por gloria (“riquezas de su reino”). Recordemos que el reino es también nuestra herencia (Santiago 2:5; Mat. 25:34)

SÓLO EL PADRE ES DIOS

Sean Finnegan

Jesús sabía que esta era su última vez con los discípulos antes de que lo tuvieran en custodia. Él oró justo antes de hacer su camino a través del valle del Cedrón, el Jardín de Getsemaní. Los discípulos escucharon con seriedad, y probablemente seguían en estado de shock, porque Jesús había lavado los pies. Mientras oraba no miraba hacia abajo, en vez  de eso él miró hacia arriba, al Padre. En el comienzo de su oración, hizo una declaración extraordinaria sobre la vida eterna. Él dijo, «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.» (Juan 17:3). Según este versículo, hay dos personas que deben ser conocidas: el único Dios verdadero, y a Jesucristo. Jesús consideraba al Padre como el único Dios y él se consideró distinto del único Dios. Esta simple verdad es elevada al más alto nivel cuando es precedida de la declaración: «Esta es la vida eterna…». Es decir, la vida eterna depende de nuestra comprensión de Dios y de Su Hijo.

Además, el apóstol Pablo fue inspirado por Dios para escribir en el mismo sentido en su primera carta a Timoteo.

I Timoteo 2:3-6 NVI – Esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien se dio a sí mismo como rescate por todos, el testimonio dado en el momento adecuado.

Hay dos deseos de Dios vinculados estrechamente: 1) Que todos se salven, y 2) Que todos puedan llegar a conocer la verdad. En el versículo cuatro «la verdad» no se refiere a todo lo que ocurre en general, sino una verdad muy específica. Los próximos dos versículos explican «la verdad» que Dios desea que todos los hombres conozcan. El primer ingrediente es que hay un solo Dios. El segundo ingrediente es que el hombre Cristo Jesús es el único mediador entre Dios y la humanidad. El tercer ingrediente es que Jesús se dio a sí mismo en rescate por todos en el momento adecuado. No hay confusión entre Jesús y Dios, pues son totalmente distintos en naturaleza y en función. De acuerdo con el saludo de la presente carta (I Timoteo 1:2), Dios es el Padre, y Jesucristo es nuestro Señor. Sólo unos pocos versos antes, a donde estamos ahora, se dice que el único Dios es inmortal. (En la palabra «inmortal», el prefijo, “in”, significa no, y mortal significa que puede morir, de modo que inmortal significa que no puede morir.) Sin embargo, el tercer ingrediente de «la verdad» es que Jesús se entregó a sí mismo como rescate por todos. A fin de que a Jesús pueda morir, él debía ser mortal. Por lo tanto, podemos concluir que el único Dios (el Padre) es completamente distinto de un hombre miortal (Jesucristo). Es importante reconocer esta distinción, ya que es entender que Cristo se dio a sí mismo como rescate por todos.

Un tercer texto que ofrece una claridad sobre este tema se puede encontrar en I Corintios. El contexto se refiere a la idolatría y el comer los alimentos que son sacrificados a los ídolos. Pablo reconoce que hay muchos que se llaman dioses.

I Corintios 8:6 NVI – Sin embargo, para nosotros no hay sino un solo Dios, el Padre, de quien son todas las cosas y nosotros somos para él, y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

Este texto no deja margen de maniobra para las definiciones complicadas de Dios. Él es el Padre que creó todas las cosas. Él es la fuente de la cual todo, incluyendo a Jesús, se originó. Él es el único Dios, y somos capaces de llegar a Él a través de un solo Señor, Jesucristo. El Padre hizo todo, y experimentamos todas las cosas a través de Cristo.

Hay muchos otros lugares en el Nuevo Testamento que hablan de Dios como el Padre. Considere los siguientes versículos: Juan 1:18, 4:23 y 24; 6:27, 8:41 y 42, 54 y 20:17, Romanos 1:7, 15:6; I Corintios 1:3, 8:6 ; 15:24; II Corintios 1:2 y 3; 11:31; Gálatas 1:1,3 y 4; Efesios 1:2 y 3, 17; 4:6; 5:20, 6:23, Filipenses 1: 2, 2:11, 4:20, Colosenses 1:2 y 3; 3:17; I Tesalonicenses 1:1, 3, 3:13, II Tesalonicenses 1:1 y 2; 2:16; I Timoteo 1:2 , II Timoteo 1:2, Tito 1:4, Filemón 3, Santiago 3:9, I Pedro 1:2 y 3; II Pedro 1:17, II Juan 1:3, Judas 1:1, Apocalipsis 1:5 y 6.

El peso abrumador de la Escritura nos enseña que sólo el Padre es Dios. Él es el Creador impresionante de todo lo que existe. Él es el ser más poderoso en el universo. Él no tiene igual, ya que incluso lo confesó a Jesús (Juan 10:29; 14:18). Él es llamado el «un solo Dios y Padre de todos que está sobre todos y por todos y en todos» (Efesios 4:6 NVI). Alrededor de dos mil años atrás, trajo a la existencia de su Hijo perfecto que salvaría a la humanidad de la destrucción. Jesús, el único perfectamente obediente, siguió el plan de Dios a la perfección. Como resultado de ello hoy en día tenemos acceso al Padre por medio de él.

 

Para obtener más información sobre este tema, visite el sitio de recursos de Sean aquí o en nuestro sitio principal http://www.HigherGroundOnline.org

JESÚS Y EL DIOS ÚNICO EN JUAN 5:44

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

En Juan 5:44, Jesús dice: ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del DIOS ÚNICO? Aquí Jesús dice que la gloria viene del Dios único. ¿Se estaba refiriendo él al Dios Trino? Si es así, debemos creer que la gloria viene del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo? ¿Pero se puede realmente probar que la gloria viene de la Trinidad? Veamos de quién proviene la gloria, según las Escrituras:

Jesús recibe la gloria del Padre por sus méritos:

Hebreos 2:9: Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de GLORIA y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

Juan 17:24: Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi GLORIA que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

1 Pedro 1:21: y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado GLORIA, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.

2 Pedro 1:17: Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y GLORIA, le fue enviada desde la magnífica GLORIA una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.

Apocalipsis 5:12: que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la GLORIA y la alabanza.

Los Cristianos reciben la gloria de Dios a través del mediador, Jesucristo:

Juan 17:22: La GLORIA que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.  

Este texto demuestra que el Hijo de Dios no siempre tuvo gloria y que él es el agente que Dios escogió para que sus adoradores reciban también la misma gloria que Su Hijo recibió.

Jesús refleja la gloria de Su Padre, el único Dios verdadero:

2 Corintios 4:6: Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la GLORIA de Dios en la faz de Jesucristo.

Cristo volverá en la gloria de Su Padre

Mateo 16:27: Porque el Hijo del Hombre vendrá en la GLORIA de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

Marcos 8:38: Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la GLORIA de su Padre con los santos ángeles.

Observación adicional:

No hay texto alguno que diga que el Espíritu Santo otorga la gloria a alguno.

Conclusión:

Si bien es cierto que Cristo otorga a sus seguidores la gloria; no obstante, esa gloria  NO es la gloria del Hijo, sino siempre la del Padre (la fuente). Es decir, es la gloria del Padre que reciben todos los Hijos de Dios, tanto Su Unigénito Hijo, como nosotros, Sus hijos adoptivos. Este Dios único para Jesús no es otro que el Padre. El apóstol Pedro es muy claro en este respecto cuando escribió:

1 Pedro 5:10: Mas el Dios (Padre) de toda gracia, que nos llamó a su GLORIA (la del Padre) eterna EN Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

Así que tenemos toda la razón del mundo para creer que en Juan 5:44 Jesús se refirió sólo al Padre como el Dios único que otorga su gloria a sus hijos. Nadie más!

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DIOS ES UNO: LOS VERSOS BÍBLICOS QUE LOS «TRINOTERCOS» NO QUIEREN VER

Sólo hay un Dios: EL PADRE. Sólo adoramos al PADRE. No existe otro Dios por naturaleza que el Padre, Yahweh, el Dios de Israel. Otros pueden ser “llamados” dioses, pero sólo el Padre Yahweh es verdaderamente Dios y el Padre es UNO SOLO. Quien no adore al UNICO DIOS del cristianismo (según enseñó el propio Jesús) obviamente NO ES CRISTIANO. (EL PADRE ES EL UNICO DIOS VERDADERO DE LOS CRISTIANOS: Juan 17:3, 1 cor 8: 6, 1 tim 2: 5, DIOS ES UNO SOLO: Deut: 6: 4, Marcos 12: 28 – 34, Gal 3: 20, Santiago 4: 12, Isaias 45: 14)

27 TEXTOS BIBLICOS QUE ENSEÑAN CLARAMENTE QUE HAY UN DIOS 

No hay solamente uno o dos pasajes ambiguos que enseñan que hay un solo Dios, sino muchos pasajes que claramente declaran esta verdad cardinal de la Biblia. Cada uno de los siguientes 27 pasajes bíblicos enseñan explícitamente que hay uno, y solo un Dios.

(1) Deuteronomio 4:35, 39 — A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.

(2) Deuteronomio 6:4 — Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

(3) Deuteronomio 32:39 — Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano.

(4) 2 Samuel 7:22 — Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni Hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oido con nuestros oidos.

(5) 1 Reyes 8:60 — A fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro.

(6) 2 Reyes 5:15,16 — Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y le dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo. (16) Mas él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso.

(7) 2 Reyes 19:15 — Y oró Ezequías delante de Jehová diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.

(8) Nehemías 9;6 — Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.

(9) Salmos 18:31 — Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?

(10) Salmos 86:10 — Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios.

(11) Isaías 37:16,20 — Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra. (20) Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú eres Jehová.

(12) Isaías 43:10-11 — Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. (11) Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.

(13) Isaías 44:6,8 — Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mi no hay Dios. (8) No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oir desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

(14) Isaías 45:21 — Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.

(15) Isaías 46:9 — Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí. 

(16) Oseas 13:4 — Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.

(17) Joel 2:27 — Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

(18) Zacarías 14:9 — Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.

(19) Marcos 12:29-34 — Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, en más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.

(20) Juan 17:3 — Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

(21) Romanos 3:30 — Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.

(22) 1 Corintios 8:4-6 — Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

(23) Gálatas 3:20 — Y el mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno.

(24) Efesios 4:6 — Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

(25) 1 Timoteo 1:17 — Por tanto, al Rey do los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

(26) 1 Timoteo 2:5 — Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.

(27) Santiago 2:19 — Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

LA BIBLIA ENSEÑA DE LA EXISTENCIA DE UN DIOS QUE ES EL PADRE DE LOS REDIMIDOS

Un Dios

Dios es uno. Sólo hay una persona que es Dios. Antes de que el universo llegara a existir, el auto-existente Dios viviente y personal estaba solo. Este infinito y perfecto es único. Él no tiene idénticos. Él es único en su clase. En su naturaleza,  personalidad y atributos Dios es indiviso e indivisible.

La unidad de Dios incluye dos ideas principales: la unidad de Dios y la unidad del carácter de Dios. La unicidad de Dios se refiere al hecho de que sólo hay una persona en el universo que es la fuente suprema y soberano de todas las cosas. La unidad del carácter de Dios se refiere a la verdad  de que su naturaleza no está dividida.

El cristianismo se basa en el monoteísmo. El Dios del Antiguo Testamento es el Padre de nuestro Señor Jesucristo. El cristianismo en el Imperio Romano estaba en constante conflicto con el paganismo. La unidad de Dios, naturalmente, se convirtió en una doctrina fundamental de la Iglesia apostólica. Dondequiera que iba, los primeros misioneros de la Iglesia proclamaba la verdad de la unicidad de Dios. Sus conversos «se volvieron de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero» (1 Tes. 1:9).

Al escribirles a la iglesia en la ciudad idólatra de Corinto, Pablo les dicea: «Sabemos que un ídolo no es nada en el mundo, y que no hay otro Dios sino uno solo. En efecto, aunque hay algunos que son llamados dioses, sea en el cielo o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, no hay sino un solo Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en él, y un solo Señor Jesucristo, por quien son todas las cosas, y nosotros por él «(1 Cor. 8:4-6).

«Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, que se entregó a sí mismo en rescate por todos, que fue declarado a su debido tiempo» (1 Tim. 2:5, 6).

Hay un solo Dios, una sola raza humana, y un solo mediador entre los dos. El único Dios es una unidad que es la única fuente de todo lo creado. Su carácter es la santidad, el amor y la verdad. La raza humana ha descendido de sus antepasados comunes, Adán y Eva. La raza humana tenía un origen común y constituye una unidad. Toda la raza humana está en pecado y en necesidad de la salvación. El único mediador es Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios.

Principales Verdades Bíblicas

El hecho de que sólo hay un Dios es una enseñanza excepcional en la Biblia. Fue el mensaje básico de los profetas y apóstoles. Es el fundamento de la verdad del Evangelio.1. Un Dios.

La Biblia dice claramente que hay un solo Dios. Escritores de la Biblia muestran que Dios es un individuo único, un ser único. Dios es uno, hay una persona que es Dios.
 
Efesios 4:6 Un Dios y Padre de todos los
1 Timoteo 2:5 Hay un solo Dios
Dios 1 Corintios 8:4 Ninguna, sino uno
1 Corintios 8:6 No hay sino un solo Dios, el Padre
Santiago 2:19 Hay un solo Dios
Gálatas 3:20 Dios es uno
Mateo 19:17 Nadie es bueno sino uno, es decir, Dios,
Marcos 10:18 Nadie es bueno sino uno, es decir, Dios,
Marcos 12:29 El Señor nuestro Dios es un Dios único
Deuteronomio 6:4 El Señor nuestro Dios es un Dios único

2. El único Dios.

 La Biblia enseña la simple unidad de Dios, no sólo por declarar que Él es uno, sino también por la afirmación de que Él es el único Dios. La palabra «sólo» se entiende solo, por uno mismo, además, de ser solitario.

Juan 17:3 Tú, el único Dios verdadero
I Timoteo 1:17 El único y sabio Dios
I Timoteo 6:15 El bienaventurado y solo
Judas 4 Negando, el único Señor Dios,
Dios Judas 25 al único y sabio
2 Reyes 19:15 Tú solo
2 Reyes 19:19 Tú sólo
Nehemías 9:6 Tú eres el único Señor
Salmo 83:18 Tu solo eres Altísimo (Yahweh)
Salmo 86:9, 10 Tú eres solo Dios
Isaías 44:24 extiendes los cielos solo

3. No hay otro.

Todos, se excluyen otros. No hay nadie más. Dios está solo, fuera de Él nada existe.  
 
Mark: 12:32 No hay otro pero
1 Corintios 8:4 No hay otro Dios sino un
Deuteronomio 4:35 No hay nadie más a su lado
Deuteronomio 4:39 No hay nadie más
Deuteronomio 32:39 No hay más dios conmigo
1 Samuel 2:2 No hay nadie a mi lado
1 Reyes 8:60 no hay más
Isaías 43:10 Antes de mí no hay Dios, ni después de
Isaías 43:11 A mi lado no hay quien salve
Isaías 44:6 fuera de mí no hay Dios
Isaías 44:8, no conozco alguno
Isaías 45:5 No hay otro Dios fuera de mí
Isaías 45:6 No hay nadie a mi lado
Isaías 45:14 No hay nadie más
Isaías 45:18 No hay nadie más
Isaías 45:21 No hay ningún Dios fuera de mí
Isaías 45:22 Yo soy Dios, no hay más
Isaías 46:9 Yo soy Dios, no hay más
Jeremías 10:10 El Señor es el Dios verdadero
Joel 2:27 a nadie más

TÚ CREES QUE DIOS ES UNO…¡BIEN HACES! (SANTIAGO 2:19)

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Santiago escribió:

«Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan» (Santiago 2:19).

¿Cree usted, amigo visitante, que Dios es UNO? Si es así, bien hace; si no es así, mal hace…mal hace en ser un Trinitario o un binitario, uno  que cree en 3 o 2 Dioses distintos, pero que de alguna manera milagrosa se convierten en un solo Dios verdadero.

En el pasaje de arriba Santiago dice que si usted cree que Dios es UNO, cosa que hasta los demonios creen y tiemblan, hace bien—¡no mal! De modo que si usted es UNITARIO, hace bien, pero si no lo es…está mal…y ya sabe lo que le podría pasar en el día de las cuentas.

¿Pero pensará alguno que Santiago tenía en mente a un Dios Uniplural cuando dijo eso? Si es así, ¿qué sentido tendría que él dijera que Dios es UNO si es que en verdad hay más de un Dios? Por ejemplo, cuando Juan el Bautista habló de Jesús, dijo: “Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene UNO más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego” (Lucas 3:16). Le pregunto esto: ¿Estaba pensando Juan el Bautista en una persona uniplural cuando dijo UNO, y de quien él no era digno de desatar las correas de sus «TRES pares de sandalias»? Por supuesto que no!!! Para Juan, ese UNO era el Mesías, el Hijo de Dios…no Dios el Hijo, la supuesta Segunda Persona de la llamada “Santísima Trinidad”.

Los demonios saben quién es Jesús mejor que los Trinitarios

Pero como dice Santiago, los demonios también creen en un solo Dios y tiemblan; pero los Trinitarios se ríen de los unitarios, y en vez de temblar como los demonios, creyendo en un Dios único, se burlan de los unitarios, anatemizando y condenando a sus defensores. Recordemos que Jesús se enfrentó a los demonios como en el caso del endemoniado de Gadara, y en ningún momento los espíritus inmundos se dirigieron a Jesús como si fuera él el mismísimo Dios Altísimo en la carne, sino más bien como lo que él era verdaderamente, el Hijo del Dios Altísimo (Mr. 5:7, Lucas 8:28).

En los siguientes versos leeremos sobre la importancia de creer en el único Dios en una conversión que tuvo un escriba con Jesús. Dicen así los versos: “Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle” (Marcos 12:28-34).

Analizando este diálogo, vemos que el escriba había juzgado correctamente cuando aceptó la verdad declarada por Cristo de que El Señor nuestro Dios, el Señor UNO es…y amarlo con todo el corazón, con todo el alma, y con toda la mente. Ante esta sabia respuesta del escriba, Jesús le dijo: ¡No estás lejos del reino de Dios! Ahora le pregunto, amigo Trinitario, ¿está seguro de que está cerca del reino de Dios creyendo en un Dios Trino (Uniplural?). Medite en esto porque su salvación está en juego!!! Pero le voy a dar una pista adicional, una revelación de quién es el único Dios verdadero, según Jesús mismo. Lea Juan 17:3: «Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti (Padre), EL ÚNICO DIOS VERDADERO, y a Jesucristo, a quien tu has enviado». ¿Pudo haber sido más claro nuestro Señor al identificar al único Dios verdadero? No lo creo! ES EL PADRE…y punto. 

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SE APROXIMA UN SOLO GOBIERNO MUNDIAL: LAS ÚLTIMAS HORAS DEL MUNDO

skychem_deesRealmente la crisis económica mundial introducirá al esperado único gobierno mundial del Anticristo profetizado en las santas Escrituras, La Biblia. Esto significará un tiempo de angustia para Jacob, y la inminente gran tribulación para el mundo y la iglesia de Jesucristo, la cual será probada antes de poder heredar el glorioso reino venidero de justicia y paz eternas (Hechos 14:22). Ver siguiente vídeo:

¿ACASO EL VOCABLO “UNO” APLICADO A DIOS PODRÍA SIGNIFICAR UNA UNIDAD COMPUESTA?

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

 

Estimados amigos, he aquí una lista de versículos dónde Jesús usa el término uno, y díganme ustedes si cabe la posibilidad de que él se esté refiriendo a una unidad compuesta:

1.- “Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabí; porque UNO es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos (Mateo 23:8).

2.- Y vuestro padre no llaméis á nadie en la tierra; porque UNO es vuestro Padre, el cual está en los cielos (Mateo 23:9).

3.- Ni seáis llamados maestros; porque UNO es vuestro Maestro, el Cristo” (Mat. 23:10).

4.- Y comiendo ellos, dijo: De cierto os digo, que UNO de vosotros me ha de entregar (Mat. 26:21)

5.- Y como se sentaron á la mesa y comiesen, dice Jesús: De cierto os digo que UNO de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar (Mr. 14:18).

6.- Dos estarán en el campo; el UNO será tomado, y el otro dejado (Lc. 17:36).

7.- Dos hombres subieron al templo á orar: el UNO Fariseo, el otro publicano (Lc 18:10).

8.- Porque en esto es el dicho verdadero: Que UNO es el que siembra, y otro es el que siega (Juan 4:37).

9.- Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y UNO de vosotros es diablo? (Juan 6:70).

10.- Como hubo dicho Jesús esto, fue conmovido en el espíritu, y protestó, y dijo: De cierto, de cierto os digo, que UNO de vosotros me ha de entregar (Juan 13:21).

Pues bien, no es necesario ser un genio o “nerd” para saber que los 10 textos citados arriba no dan cabida para una unidad compuesta. Ahora veamos en la siguiente declaración de Jesús:

 “Y Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor UNO es. …Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que UNO es Dios, y no hay otro fuera de él” (Marcos 12:29,32).

Aquí viene mi pregunta crucial: ¿Por qué los Trinitarios nos quieren convencer de que en estos versículos finales donde Jesús también usa el vocablo “UNO”, él se está refiriendo a una unidad compuesta de 3 personas y no a una unidad simple?

Jesús, sabiendo que en el futuro vendrían maestros que confundirían a los fieles con una UNA Deidad compuesta, deja bien aclarado sobre quién es en verdad el UNICO Dios. En Juan 17:3 él nos dice lo siguiente: “Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti (Padre), ÚNICO Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado”. Si este pasaje no es suficiente para aclarar el punto, no sé que otro recurso de pueda usar para reafirmar la verdad simple y contundente de las Escrituras.

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EL ÚNICO Y VERDADERO DIOS

 

Chica mostrando su dedo indice

¡Uno es único!

 

Por el Unitario, Dr. Javier Rivas Martínez (MD)

Nuestros escritos están hechos a la manera que la persona neófita y hambrienta de Dios pueda comprenderlos sin complicaciones ni brumosas trabas. Muchos temas bíblicos encontrados en páginas de la Internet son confusos y rebuscados, y la angustia y la desilusión de los anhelantes al aprendizaje bíblico no se hacen esperar. Al tener en cuenta esto, nos hemos esforzados enormemente para que los escritos puedan ser «digeridos» con facilidad para el crecimiento espiritual de los interesados.

 

Damos inicio a nuestro estudio:

 

La Biblia interlineal de Westcott-Hort, de 1881, considerada como una de las más fiables y fidedignas con lo que respecta a la interpretación del texto original, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, nos muestra el original de Jn. 17:3 del siguiente modo:

 

«Houtos de eimi aiOinos zOE hina ginOskO su ho «monos» alEthinos theos kai os apostellO iEsous christros».

 

Su exacta traducción es:

 

«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el «único» Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado» (Jn. 17:3. RVr-1960).

 

La palabra griega «monos», que encontramos en el original, se traduce en el castellano como «uno solo», «único», «solitario», «solamente». La palabra «monos» corresponde en la traducción de Jn.16:3 a «único». Así se precisa y se establece por medio de esta palabra que fuera de Dios «no hay otro», «ni parecido a él», porque él es el «verdadero». La palabra «verdadero» en el griego original es «alethinos», y es antecedida por la palabra «monos» o «único» en el original y en su traducción castellana («único Dios verdadero», gr: «monos alEthinos theos») como podemos observar en los textos al principio. La palabra «verdadero», no concilia ni compite con «semejanzas», o «imitaciones», su contenido muestra, categóricamente, genuinidad.

 

En el Antiguo Testamento se revela la uni personalidad de Dios. El judaísmo siempre se ha presentado como una religión monoteísta, no existe nada que dé cabida a una creencia «Trinitaria», que sería, por lo tanto, politeísta.

 

«A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de él» (Dt.4:35).

 

«Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro» (Dt.4:39).

 

«Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí» (Dt.43:10).

 

«Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios» (Dt.43:12).

 

«Y a Jesucristo, a quien has enviado» («kai os apostellO iEsous christros»). Lejos de decir el Mesías de Israel que es Dios, o «un» consustancial e igual al Padre dentro de una «Tri-unidad divina», hace un clara separación y distinción entre el «Dios verdadero y único» y el enviado por él, como agente de su santa voluntad, con el propósito de redimir al mundo del pecado (Jn. 3:16; 1 Jn. 4:14): el Señor Jesucristo.  En la epístola de Judas, también encontramos esta notable y distintiva separación entre «Uno», que es «Dios único» y soberano, y «Otro», que es Cristo, y que «no lo es». Esta es la evidencia:

 

«Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo» (Jud.4).

 

En toda la Biblia, no hay nada que muestre a Cristo como «dios», en el sentido de la Deidad, ni lo identifican las Escrituras como parte de una supuesta «Trinidad».

 

El dogma «trinitario» nació en el seno dislocado del catolicismo romano y fue introducido con astucia e influencia devastadora en los círculos cristianos denominados como evangélicos y protestantes.

 

Los auspiciadores de los concilios católicos, como el de Nicea, el de Constantinopla, y el de Calcedonia, así como los que formalizaron los famosos «credos» que germinaron además, como monstruosos hijos en el profano vientre de la apóstata iglesia romanista, apelaron, en realidad, a sus convicciones sincréticas y extrañas para fundar en «santo oficio» una doctrina antibíblica y politeísta de «tres dioses en uno» (¿?).

 

El catolicismo rechazó, con abierta y herética presunción, la enseñanza bíblica judeo-cristiana que habla del «Dios único y verdadero». Arrastrados por el paganismo y el error religioso, no le fue difícil conciliar y «armar» una doctrina que coloca al Hijo del Hombre igual que al Padre, «pasando por alto» cuando Cristo dijo: «El Padre mayor es que yo» (Jn.14:28). Estos herejes se «olvidaron» de considerar por un análisis espiritual cabal que Dios es la cabeza de Cristo, y por lo tanto, ante esta elemental situación, no puede ser igual al Padre (1Co.11:3). No «apercibieron» que Cristo está sujeto siempre a Dios, y si está sujeto, a su soberana voluntad, se deduce con pueril facilidad que no puede ser igual al Padre también (1 Co.15:28). «Olvidaron» injustificadamente que Cristo declaró sin rodeo alguno que él tenía su Dios, y si es de esa manera, ¿cómo puede Cristo ser Dios? ¡Eso es inconcebible!

 

Cristo tiene su Dios, el Padre, y esta es la prueba, en labios del Señor Jesucristo:

 

«Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios » (Jn.20:17).

 

«Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo» (Ap. 6:12).

 

El apóstol Pablo, también confirma lo anterior sin problema alguno:
«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. . . » (Ef.1:3).

 

Uno de los atributos no trasmitidos de Dios, es su Omnisciencia. Los católicos y no un mínimo de protestantes y evangélicos justifican que Cristo en su condición humana, al ser encarnado (La llamada «kenosis», que es una doctrina antibíblica por completo) perdió este atributo que fue recuperado en su glorificación. Pero, ¿no es cierto que Cristo, ya en su transformación, morando en «el Tercer Cielo», lugar donde ascendió, Dios le reveló las cosas que habrían de suceder pronto? Entonces, sabiéndose que esto es una realidad, ¿en qué lugar queda la «Omnisciencia» del Hijo adjudicada por los grupos religiosos errados, si todavía, como vemos, Cristo ha recibido revelación del Padre en la misma gloria celestial? ¿Es lícito, con tantas pruebas tangibles, seguir sosteniendo con tanta necedad e ignorancia que Cristo es Dios e igual al Padre? Concluimos, que exclusivamente el Padre de Cristo, es el «único y verdadero Dios».

 

La no Omnisciencia de Cristo, a pesar de su glorificación corporal, queda clara en el siguiente texto:

 

«La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan…» (Ap.1:1).

La Biblia jamás enseña que Cristo sea una «Segunda Persona de una Deidad Trinitaria», ni tampoco «Consustancial al Padre». Pablo expone y detalla que sólo hay un Dios, el Padre, pero no hace ni la menor mención que Cristo lo sea.

 

«…para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él» (1 Co.8:6).

 

Cristo fue el «Agente» usado por Dios (el «Medio») para llevar a cabo la redención de los hombres pecadores en la cruz del Calvario, la cual tiene efecto únicamente para los que han creído en él (Jn.1:12; 1 Jn. 3:23; 4:14; 5:1, 11, 13).

 

Fue por la voluntad del Padre, de acuerdo a Divino Plan, que Cristo padeció desnudo en lo alto del madero para este noble fin, porque «Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo al padecimiento (Is. 53:10).

 

Para concluir, los dejo con el verdadero «Credo» que todos, judíos y gentiles cristianos, debemos guardar para siempre en nuestros corazones, sin permitir aquellos extraños que han despulido la uni personalidad de Dios:

 

«Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es» (Dt.6:4).

 

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan con agrado.

 

Más sobre el unitarismo en:

 

www.unitario.bloghostal.com

 

 

 

 

 

EL ÚNICO DIOS VERDADERO EN LA BIBLIA

 La Creación de Adán antes de la restauración de la Capilla Sixtina de 1980

Por el Dr. Javier Rivas Martínez.

 

«Abraham vuestro padre se gozo de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozo» (Jn.8:55).

 

Demos inicio a nuestro corto pero sustancial estudio bíblico:

« Dios dijo a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros» (Ex.3:14).

 «YO SOY EL QUE SOY» es una traducción literalmente fiel del texto hebreo antiguo. Manifiesta  a Dios como un Ser real, auto existente,  sin causa o  principio que lo haya creado, infinito, perfecto, sin comienzo ni fin,  por quien todas las cosas son,  principio creador existente de la sustancia que compone el  universo visible e invisible, de la Eternidad en la que habita y de los seres espirituales que en ella hay. En cambio, el Señor Jesucristo usa la expresión Yo soy  (que es el verbo ser conjugado en primera persona del singular en el presente activo: ego eimi, en griego) para mostrar los adjetivos afines con seguridad a su  única naturaleza, que es la humana, y con su carácter mesiánico relacionado con la consumación de la salvación que se traduce en la herencia del  Reino Venidero Terrenal para los creyentes fieles al Dios Padre y que han creído en el nombre de su Hijo Jesucristo (1 P.1:4-5, 9; 2 P.2:11; 3:15; Ap.20:4, 6. Ver también mi escrito anterior: ¿Es Cristo Dios?).

Textos bíblicos que se relacionan  con la naturaleza puramente humana de Cristo, con respecto a su Yo soy:

1.     Yo soy, el que habla contigo (Jn.4:26).

2.   Yo soy; no temáis (Jn.6:20).

3.   Yo soy el que doy testimonio de mi mismo… (Jn.8:18).

4.   Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis (Jn.8:24).

5.    Cuando hayas levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis  que yo soy… (Jn.8:28).

6.   Antes que Abraham fuese, yo soy (Jn.8:58).

7.    …para que cuando suceda, creáis que yo soy (Jn.13:19).

8.   Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra (Jn.18:6).

9.   Os he dicho que yo soy… (Jn.18:8).

 

Textos bíblicos que relacionan el Yo soy de Cristo con su carácter mesiánico:

1.     Yo soy el pan de vida (Jn.6:35, 41, 48, 51).

2.   Yo soy la luz del mundo (Jn.8:12).

3.   Yo soy la puerta de las ovejas (Jn.10:7, 9).

4.   Yo soy el buen pastor (Jn.10:4, 14).

5.    Yo soy la resurrección y la vida (Jn.14:6).

6.   Yo soy la vid verdadera (Jn.15:1, 5).

 

El problema de Jn.8:58. 

«…Antes que Abraham fuese, yo soy».

Realmente, este texto no tiene que ver para nada con una supuesta preencarnación de Cristo que lo haría obligadamente eterno como  Dios. El texto indica que antes del nacimiento de Abraham, Jesús  había sido ya profetizado dándose  a conocer como el Mesías de Dios que traería salvación con su muerte  y vendría con sus ángeles de poder a juzgar y reinar en la tierra. La primera profecía mesiánica que habla de Cristo como la simiente de la mujer y del la derrota absoluta del diablo por él con sus muerte y resurrección (herido en el talón),  mucho antes de que Abraham apareciera en la escena bíblica histórica, se encuentra en el libro del Génesis,  y el mismo Dios glorioso  se encarga directamente de darla a la Serpiente Antigua, que es el diablo y Satanás (Ap.20:2):

«Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te reirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón» (Gén.3:15).

Enoc fue un hombre que vivió antes que el patriarca  Abraham naciera en la Ur de los caldeos (Gén.11:28), lugar de donde salió con dirección a la tierra de Canaán por mandato divino (Gén.11:31). Enoc,  hijo de Jared (Gén.5:18), profetizó la segunda venida de Cristo en gloria con sus ángeles de poder y su juicio contra  los  impíos antes de  que Abraham diese su primer respiro humano y fuese tomado  en cuenta dentro de obra del Santísimo Dios:

«De éstos también profetizo Enoc, séptimo de Adán, diciendo: he aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él» (Jud.14-15).

Habrá de hacerse una observación necesaria de los textos de anteriores, que demuestra su  inspiración divina:

«La mayoría de los eruditos sostiene que Judas dos veces cita libros pseudoepigráficos: Asunción de Moisés (en v.9) y Apocalipsis de 1 de Enoc (en v.14). Si bien  es cierto que ambos versículos contienen información que no se encuentra en ninguna otra parte de la Biblia, hay una tradición verbal que autentica la información que proporciona Judas. Más todavía, cabría que la fuente  de información para los autores de dichos libros, para esas alusiones, haya sido la Epístola de Judas, dado que la prueba para fijar la fecha temprana de aquellos libros no es definitiva. . . En este caso, concluimos que Enoc (o sea el  personaje mencionado en Gén. 5:18, 24; comp. Heb. 11:5) había profetizado la venida del Señor con decenas de millares de sus santos con el fin de juzgar». (Biblia de Estudio, SXXI, RV 1909).

¿Dudas? Creo que no habrá quedado alguna en tan sencillo y llano escrito. Tan diáfano y límpido es, cómo el diamante más puro que se ha tallado con gran delicadeza.

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan siempre, con la buena intención de aprender de sus humildes servidores que les preocupa con demasía su salud espiritual. 

Tengan en cuenta que solamente hay un Dios verdadero, y Jesucristo, el Hijo de Dios, el testigo fiel (Ap.1:5), vino al mundo a darlo a conocer:

«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,  quien has enviado» (Jn.17:3).

www.yeshuahamashiaj.org

EL ÚNICO DIOS VERDADERO EN LA BIBLIA

 La Creación de Adán antes de la restauración de la Capilla Sixtina de 1980

Por el Dr. Javier Rivas Martínez.

 

«Abraham vuestro padre se gozo de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozo» (Jn.8:55).

 

Demos inicio a nuestro corto pero sustancial estudio bíblico:

« Dios dijo a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros» (Ex.3:14).

 «YO SOY EL QUE SOY» es una traducción literalmente fiel del texto hebreo antiguo. Manifiesta  a Dios como un Ser real, auto existente,  sin causa o  principio que lo haya creado, infinito, perfecto, sin comienzo ni fin,  por quien todas las cosas son,  principio creador existente de la sustancia que compone el  universo visible e invisible, de la Eternidad en la que habita y de los seres espirituales que en ella hay. En cambio, el Señor Jesucristo usa la expresión Yo soy  (que es el verbo ser conjugado en primera persona del singular en el presente activo: ego eimi, en griego) para mostrar los adjetivos afines con seguridad a su  única naturaleza, que es la humana, y con su carácter mesiánico relacionado con la consumación de la salvación que se traduce en la herencia del  Reino Venidero Terrenal para los creyentes fieles al Dios Padre y que han creído en el nombre de su Hijo Jesucristo (1 P.1:4-5, 9; 2 P.2:11; 3:15; Ap.20:4, 6. Ver también mi escrito anterior: ¿Es Cristo Dios?).

Textos bíblicos que se relacionan  con la naturaleza puramente humana de Cristo, con respecto a su Yo soy:

1.     Yo soy, el que habla contigo (Jn.4:26).

2.   Yo soy; no temáis (Jn.6:20).

3.   Yo soy el que doy testimonio de mi mismo… (Jn.8:18).

4.   Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis (Jn.8:24).

5.    Cuando hayas levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis  que yo soy… (Jn.8:28).

6.   Antes que Abraham fuese, yo soy (Jn.8:58).

7.    …para que cuando suceda, creáis que yo soy (Jn.13:19).

8.   Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra (Jn.18:6).

9.   Os he dicho que yo soy… (Jn.18:8).

 

Textos bíblicos que relacionan el Yo soy de Cristo con su carácter mesiánico:

1.     Yo soy el pan de vida (Jn.6:35, 41, 48, 51).

2.   Yo soy la luz del mundo (Jn.8:12).

3.   Yo soy la puerta de las ovejas (Jn.10:7, 9).

4.   Yo soy el buen pastor (Jn.10:4, 14).

5.    Yo soy la resurrección y la vida (Jn.14:6).

6.   Yo soy la vid verdadera (Jn.15:1, 5).

 

El problema de Jn.8:58. 

«…Antes que Abraham fuese, yo soy».

Realmente, este texto no tiene que ver para nada con una supuesta preencarnación de Cristo que lo haría obligadamente eterno como  Dios. El texto indica que antes del nacimiento de Abraham, Jesús  había sido ya profetizado dándose  a conocer como el Mesías de Dios que traería salvación con su muerte  y vendría con sus ángeles de poder a juzgar y reinar en la tierra. La primera profecía mesiánica que habla de Cristo como la simiente de la mujer y del la derrota absoluta del diablo por él con sus muerte y resurrección (herido en el talón),  mucho antes de que Abraham apareciera en la escena bíblica histórica, se encuentra en el libro del Génesis,  y el mismo Dios glorioso  se encarga directamente de darla a la Serpiente Antigua, que es el diablo y Satanás (Ap.20:2):

«Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te reirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón» (Gén.3:15).

Enoc fue un hombre que vivió antes que el patriarca  Abraham naciera en la Ur de los caldeos (Gén.11:28), lugar de donde salió con dirección a la tierra de Canaán por mandato divino (Gén.11:31). Enoc,  hijo de Jared (Gén.5:18), profetizó la segunda venida de Cristo en gloria con sus ángeles de poder y su juicio contra  los  impíos antes de  que Abraham diese su primer respiro humano y fuese tomado  en cuenta dentro de obra del Santísimo Dios:

«De éstos también profetizo Enoc, séptimo de Adán, diciendo: he aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él» (Jud.14-15).

Habrá de hacerse una observación necesaria de los textos de anteriores, que demuestra su  inspiración divina:

«La mayoría de los eruditos sostiene que Judas dos veces cita libros pseudoepigráficos: Asunción de Moisés (en v.9) y Apocalipsis de 1 de Enoc (en v.14). Si bien  es cierto que ambos versículos contienen información que no se encuentra en ninguna otra parte de la Biblia, hay una tradición verbal que autentica la información que proporciona Judas. Más todavía, cabría que la fuente  de información para los autores de dichos libros, para esas alusiones, haya sido la Epístola de Judas, dado que la prueba para fijar la fecha temprana de aquellos libros no es definitiva. . . En este caso, concluimos que Enoc (o sea el  personaje mencionado en Gén. 5:18, 24; comp. Heb. 11:5) había profetizado la venida del Señor con decenas de millares de sus santos con el fin de juzgar». (Biblia de Estudio, SXXI, RV 1909).

¿Dudas? Creo que no habrá quedado alguna en tan sencillo y llano escrito. Tan diáfano y límpido es, cómo el diamante más puro que se ha tallado con gran delicadeza.

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan siempre, con la buena intención de aprender de sus humildes servidores que les preocupa con demasía su salud espiritual. 

Tengan en cuenta que solamente hay un Dios verdadero, y Jesucristo, el Hijo de Dios, el testigo fiel (Ap.1:5), vino al mundo a darlo a conocer:

«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,  quien has enviado» (Jn.17:3).

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“Al Dios que se reveló y que vosotros adoráis, pero sin conocerle bien, es a quien yo os anuncio” (Apologista)

 

                                                            El Aerópago

 

Estimados detractores Trinitarios y Binitarios:

 

Les cuento que hallo muy interesante el encuentro que tuvo Pablo con los Griegos en el Areópago de Grecia para discutir con ellos sobre su «Dios desconocido». Si Pablo realmente fue un Trinitario, él tuvo una magnífica oportunidad para debatir filosóficamente con ellos sobre su supuesto Dios Trino utilizando el lenguaje o los términos técnicos Griegos empleados por los exponentes trinitarios tales como “ousia”, “hipóstasis”, “prósopon”, etc, para convertirlos del politeísmo al «Trinitarismo cristiano». Sin embargo, las Escrituras nos dicen que Pablo  no mencionó para nada a un Dios Trino, y menos aún, con el auxilio de elaboradas elucubraciones filosóficas de los griegos.

 

Veamos qué les dijo a ellos el apóstol de los gentiles sobre quién era Dios, el Dios vivo: “Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos;  porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.  El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,  ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;  para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.  Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.  Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.  Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.  Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez.  Y así Pablo salió de en medio de ellos.  Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos”. (Hechos 17:23-34).

 

Ahora bien, según este registro, ¿presentó Pablo a los Griegos a un Dios en tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo? Dijo él que Dios está compuesto por tres Personas-Dioses que hacen a su vez un solo Dios verdadero (¡todo un enigma!)? ¡Para nada! Y estoy seguro que ni pasó por su mente enseñar una doctrina que en vez de reverlarles al Dios verdadero, los hubiera confundido más, tal como ha venido confundiendo a los monoteístas Judíos, cristianos unitarios y musulmanes de todos los tiempos.

 

Ahora bien,  Pablo fue muy claro con los Corintios cuando les dijo con las palabras muy simples, quién era verdaderamente Dios: Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.  Pues aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él” (1 Cor. 8:4-6).

 

Pablo, obviamente, no se rompió la cabeza con elucubraciones filosóficas disputables e interminables. El fue simple al decir que sólo hay UN Dios, y ése único Dios él lo llamó ‘El Padre’. Ahora, si esta simple verdad los Trinitarios quieren complicarla con una doctrina misteriosa llamada «La Santísima Trinidad», allá ellos.   Pero definitivamente ellos tendrán que responder ante Dios en el día del juicio por semejante desvío.

 

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EL ÚNICO DIOS VERDADERO EN LA BIBLIA

 La Creación de Adán antes de la restauración de la Capilla Sixtina de 1980

Por el Dr. Javier Rivas Martínez.

 

«Abraham vuestro padre se gozo de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozo» (Jn.8:55).

 

Demos inicio a nuestro corto pero sustancial estudio bíblico:

« Dios dijo a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y añadió: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros» (Ex.3:14).

 «YO SOY EL QUE SOY» es una traducción literalmente fiel del texto hebreo antiguo. Manifiesta  a Dios como un Ser real, auto existente,  sin causa o  principio que lo haya creado, infinito, perfecto, sin comienzo ni fin,  por quien todas las cosas son,  principio creador existente de la sustancia que compone el  universo visible e invisible, de la Eternidad en la que habita y de los seres espirituales que en ella hay. En cambio, el Señor Jesucristo usa la expresión Yo soy  (que es el verbo ser conjugado en primera persona del singular en el presente activo: ego eimi, en griego) para mostrar los adjetivos afines con seguridad a su  única naturaleza, que es la humana, y con su carácter mesiánico relacionado con la consumación de la salvación que se traduce en la herencia del  Reino Venidero Terrenal para los creyentes fieles al Dios Padre y que han creído en el nombre de su Hijo Jesucristo (1 P.1:4-5, 9; 2 P.2:11; 3:15; Ap.20:4, 6. Ver también mi escrito anterior: ¿Es Cristo Dios?).

Textos bíblicos que se relacionan  con la naturaleza puramente humana de Cristo, con respecto a su Yo soy:

1.     Yo soy, el que habla contigo (Jn.4:26).

2.   Yo soy; no temáis (Jn.6:20).

3.   Yo soy el que doy testimonio de mi mismo… (Jn.8:18).

4.   Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis (Jn.8:24).

5.    Cuando hayas levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis  que yo soy… (Jn.8:28).

6.   Antes que Abraham fuese, yo soy (Jn.8:58).

7.    …para que cuando suceda, creáis que yo soy (Jn.13:19).

8.   Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra (Jn.18:6).

9.   Os he dicho que yo soy… (Jn.18:8).

 

Textos bíblicos que relacionan el Yo soy de Cristo con su carácter mesiánico:

1.     Yo soy el pan de vida (Jn.6:35, 41, 48, 51).

2.   Yo soy la luz del mundo (Jn.8:12).

3.   Yo soy la puerta de las ovejas (Jn.10:7, 9).

4.   Yo soy el buen pastor (Jn.10:4, 14).

5.    Yo soy la resurrección y la vida (Jn.14:6).

6.   Yo soy la vid verdadera (Jn.15:1, 5).

 

El problema de Jn.8:58. 

«…Antes que Abraham fuese, yo soy».

Realmente, este texto no tiene que ver para nada con una supuesta preencarnación de Cristo que lo haría obligadamente eterno como  Dios. El texto indica que antes del nacimiento de Abraham, Jesús  había sido ya profetizado dándose  a conocer como el Mesías de Dios que traería salvación con su muerte  y vendría con sus ángeles de poder a juzgar y reinar en la tierra. La primera profecía mesiánica que habla de Cristo como la simiente de la mujer y del la derrota absoluta del diablo por él con sus muerte y resurrección (herido en el talón),  mucho antes de que Abraham apareciera en la escena bíblica histórica, se encuentra en el libro del Génesis,  y el mismo Dios glorioso  se encarga directamente de darla a la Serpiente Antigua, que es el diablo y Satanás (Ap.20:2):

«Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y su descendencia; ésta te reirá en la cabeza, y tú la herirás en el talón» (Gén.3:15).

Enoc fue un hombre que vivió antes que el patriarca  Abraham naciera en la Ur de los caldeos (Gén.11:28), lugar de donde salió con dirección a la tierra de Canaán por mandato divino (Gén.11:31). Enoc,  hijo de Jared (Gén.5:18), profetizó la segunda venida de Cristo en gloria con sus ángeles de poder y su juicio contra  los  impíos antes de  que Abraham diese su primer respiro humano y fuese tomado  en cuenta dentro de obra del Santísimo Dios:

«De éstos también profetizo Enoc, séptimo de Adán, diciendo: he aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él» (Jud.14-15).

Habrá de hacerse una observación necesaria de los textos de anteriores, que demuestra su  inspiración divina:

«La mayoría de los eruditos sostiene que Judas dos veces cita libros pseudoepigráficos: Asunción de Moisés (en v.9) y Apocalipsis de 1 de Enoc (en v.14). Si bien  es cierto que ambos versículos contienen información que no se encuentra en ninguna otra parte de la Biblia, hay una tradición verbal que autentica la información que proporciona Judas. Más todavía, cabría que la fuente  de información para los autores de dichos libros, para esas alusiones, haya sido la Epístola de Judas, dado que la prueba para fijar la fecha temprana de aquellos libros no es definitiva. . . En este caso, concluimos que Enoc (o sea el  personaje mencionado en Gén. 5:18, 24; comp. Heb. 11:5) había profetizado la venida del Señor con decenas de millares de sus santos con el fin de juzgar». (Biblia de Estudio, SXXI, RV 1909).

¿Dudas? Creo que no habrá quedado alguna en tan sencillo y llano escrito. Tan diáfano y límpido es, cómo el diamante más puro que se ha tallado con gran delicadeza.

Dios les bendiga hermanos y amigos que nos visitan siempre, con la buena intención de aprender de sus humildes servidores que les preocupa con demasía su salud espiritual. 

Tengan en cuenta que solamente hay un Dios verdadero, y Jesucristo, el Hijo de Dios, el testigo fiel (Ap.1:5), vino al mundo a darlo a conocer:

«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,  quien has enviado» (Jn.17:3).

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