¿ESTUVIERON EQUIVOCADOS LOS DEMONIOS AL IDENTIFICAR A JESÚS DE LA MANERA COMO LO HICIERON?

                             Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Sabemos que los demonios estuvieron en el cielo con la Deidad antes de su rebelión y que de allí fueron expulsados por su impío proceder. Siendo éste el caso,  porque así las Escrituras claramente lo afirman,  pregunto: ¿estuvieron estos espíritus caídos errados por lo que dijeron de Jesús en Lucas 4:34,41? Dicen los versículos, así:  «Diciendo (los demonios): Déjanos, ¿qué tenemos contigo Jesús Nazareno? ¿has venido a destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios….Y salían también demonios de muchos, dando voces, y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mas riñéndolos no les dejaba hablar; porque sabían que él era el Cristo«.

Es claro que los demonios no creyeron que Jesús es Dios, sino el santo de Dios, el Hijo de Dios, y el Cristo. Todos estos títulos que muy bien pueden perfectamente aplicarse a un ser humano distinguido. Por ejemplo, Adán era hijo de Dios (Lucas 3:38),  Salomón era un hijo de Dios (1 Crónicas 28:6), y los cristianos son hijos de Dios (Juan 1:12),  También los hombres pueden ser santos y de hecho son llamados para ser los santos de Dios (Salmos 30:4; 31:23), y también los creyentes son ungidos o Cristos para reinar con Cristo (2 Cor. 1:21). Así que los 3 títulos dados por los demonios a Cristo no implican que él es el Dios Todopoderoso y Eterno.

PAPITO NERD CONSULTA A SU HIJITO JAIMITO SOBRE OTRO ARGUMENTO DE LOS «TRINOTERCOS»

Jaimitooooo…¿podrías venir un momentico?sí, su majestad, ¿en qué os puedo servir?...¡caramba, pareces español!Si papi, es que leo tanto las obras del unitario español Miguel Servet, que ya se me pegó su acento…ah, bueno. Así pos sí…órale… ¿Sabes hijito, en Lucas 5:1 dice que las gentes se reunieron alrededor de Jesús para oír la palabra de Dios. Es decir, Jesús hablaba palabras de Dios. Luego me he percatado que esas palabras que Jesús hablaba eran suyas, pues él dijo: “El cielo y la tierra pasarán, mas MIS PALABRAS no pasarán (Marcos 13:31). ¿Debo concluir por esto que Cristo era Dios?…bueno, no creo, papi…¿Y por qué dices eso, hijo mío?…Pues si lees lo que Pablo dice en 1 Corintios 2:4, te darás cuenta que él también hablaba la palabra de Dios como si fuera su palabra…¡y por tanto eso no lo convierte a Pablo en “Dios! Mira lo que dice él: “Y ni MI PALABRA ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, mas con demostración del Espíritu y de poder”…Caray, muy interesante, Jaimito…sí, viejo, y también estamos nosotros llamados a hablar Palabras de Dios (1 Pedro 4:11)…y eso no nos hace tampoco a nosotros Dios mismo…Cierto Jimmy…bueno, te dejo porque tengo una reunión con mi colega, el Apologista Sociniano…Caray, ¡Qué bien, papi!…¡ese Apologista se pasa de vuelta…y dime papi, ¿irá también Don Pablito Santomauro a la reunión?…no hijito, pero muy pronto se unirá a nosotros…Sí, viejo, porque seguramente estará leyendo todas nuestras pláticas y probablemente ya estará  medio cabezón y muy cerca de convertirse en un adalid del verdadero unitarismo bíblico…Eso espero hijo, eso espero, para su bien…¡Yes, indeed…bye!…¡¡¡Chau, Pablitooooo!!!

 

EL GRAN «YO SOY»: EL PADRE, EL HIJO, O AMBOS?

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Uno de los argumentos de los «Trinotercos» es que Cristo es el gran Yo Soy de Exodo 3:13,14 (Comparar con Juan 8:58), aduciendo que el mismo Hijo de Dios preexistente le habló a Moisés a través de la zarza ardiente para decirle: “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob”. Pero si esta conclusión es cierta, yo me pregunto: ¿por qué Jesús no confirmó eso mismo cuando tuvo ocasión de hacerlo en el momento  que platicaba con los saduceos sobre la resurrección de los muertos en Marcos 12? Fíjense ustedes especialmente los versos 25 y 26, que dicen: “Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos. Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?”. Aquí Jesús hace referencia al «Yo Soy» que habló con Moisés y lo llama Dios, pero en tercera persona (“como le habló Dios”). Aquí yo hubiera esperado que Jesús dijera: “¿no habéis leído en el libro de Moisés como le hablé yo a Moisés en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, etc, o como le habló el Hijo de Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, etc?

Sinceramente cuando leo estos versos, y en particular el 26, me sabe muy extraño que Jesús hablara de un Dios en tercera persona, cuando supuestamente fue él mismo, en su preexistencia, quien habló tras la zarza ardiente. Aquí claramente Jesús hace un claro deslinde entre el único Dios que habló con Moisés y él. Pero esto no es para extrañarse, puesto que Pablo después revelaría que el Dios que habló en el AT  por su ángel o sus profetas, ahora en esta “dispensación de la gracia” lo que hecho a través del Hijo (Hebreos 1:1,2). Con esto Pablo descarta la idea de que Cristo en su supuesta preexistencia habló con Moisés en la zarza ardiente.

Algunos alegan, sin embargo, que la frase peculiar “Yo soy” (Ego Eimi) de Jesús es una clara alusión a Yahweh, quien es el gran «Yo Soy» del AT. ESto, sin embargo, haría dos personas que se llaman «Yahweh», y eso se descarta totalmente leyendo el Salmo 110:1. Pero Jesús no es el único que usó la locución “ego eimi” («yo soy»). En Juan 9:1-9 tenemos la historia del ciego de nacimiento. La historia es como sigue: “Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: El es; y otros: A él se parece. El decía: YO SOY (“Ego Eimi”). ¿Dirá alguno entonces que el ciego de nacimiento es también Dios, o el Yahweh del AT? No lo creo!

Todo apunta al hecho de que Jesús no es el Gran Yo soy del Exodo 3:13,14, aunque ambos usen esa misma locución “Yo Soy” pero en distintas circunstancias.

CAMINANDO HACIA LA LIBERACIÓN DEL PECADO

www.CristianosUnidos.com

Por: Gustavo Mata Flores

Fue hermoso cuando recibiste a Jesucristo como Señor y Salvador de tu vida, es una sensación preciosa aquella de saber que todos tus pecados fueron perdonados, y la tremenda carga que había en tu conciencia desapareció a sabiendas que la pusiste en las manos de Dios acogiéndote a la promesa de Jesús quien dijo “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

En el momento mismo de tu conversión a Cristo, fuiste renovado “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17), y esto es algo sumamente hermoso al saberte totalmente nuevo delante de Dios. Y lo que experimentaste inmediatamente después fue una felicidad que anhelabas compartir con todas las personas, cualquier detalle era una buena excusa para presentar a Cristo y hablar de tu nueva fe, vivías intensamente el primer amor, ¿lo recuerdas?, hubo quien te tildó de loco, fanático, aleluya, y en el mejor o peor de los casos, sencillamente te ignoraron, ¿lo recuerdas?.

En esos días evitabas a toda costa caer en pecado y te esforzabas por rendirle a Dios culto racional “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” (Romanos 12:1). Y así caminaste por días, meses o incluso años, pero………

Satanás conoce mejor que tu mismo tu debilidad, así, llegaron las tentaciones, que al principio resististe con vehemencia asegurando “En Cristo soy más que vencedor”, sin embargo la tentación iba y venía, cada vez más fuerte hasta que un día, caíste en pecado. En aquella primera ocasión, el dolor fue terrible y profundo, doblaste rodilla, pediste perdón a Dios y alcanzaste misericordia, te sentías muy mal, ¿lo recuerdas? Pasados los días la tentación volvió y caíste de nuevo, una vez más te dolió, y pediste perdón a Dios, en esta ocasión el acusador susurró a tu conciencia: “hipócrita, estas jugando al cristianito, tú no eres salvo, eres un pecador perdido, Dios te va a fulminar, no te olvides que Dios no puede ser burlado (Gálatas 6:7), tu te estás burlando de Dios”, entonces te sobrecogió un temor muy especial y clamaste a Dios nuevamente, alcanzando la paz que solo Dios en su misericordia puede dar, y tomaste la decisión de no pecar otra vez, se lo prometiste a Dios y firmaste un pacto espiritual con el Señor. Así te mantuviste por un tiempo hasta que una vez más, volviste a caer. Está vez te sentiste mal pero un tanto desilusionado pues “Dios no te ayudó, Él sabe de tu debilidad y te dejó caer”, así que comienzas a pensar que quizá no es tan malo lo que te sucede, que a lo mejor es parte de tu preparación en la vida, estas confuso, pides ayuda y perdón a Dios, aunque te sientes hipócrita y falso. Pasan los días, no ves ningún tipo de castigo de Dios, es más, el Señor te sigue bendiciendo, y vuelves a caer una y otra vez, así tu conciencia se cauteriza, te llegas a preguntar ¿soy salvo?, ¿acepté a Cristo?, ¿por qué no me castiga Dios?. No obstante la dureza de tu corazón, cada vez que pecas, te sientes mal. Pese a que disfrutas tu pecado, la sensación inmediata es dolor en tu corazón y te preguntas a que se debe, si tú ya estás apartado del amor de Dios, pues la Biblia dice que eres como la puerca lavada que se revuelca de nueva cuenta en el cieno o como el perro que vuelve a su vómito que se menciona en 2 Pedro 2:22.

Sabes en tu corazón que no es bueno lo que haces, que no te edifica y lo que es más, no te deja ser feliz, pues no hay paz en tu corazón, quieres dejar ese pecado pero no puedes, no tienes fuerza, ya no clamas a Dios pues asumes que Dios ya no te quiere por hipócrita, y a tu mente vienen las palabras de Jesús “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46). Te sabes perdido, y sin esperanza, aun así tu corazón anhela refrigerio, quieres que Dios te perdone y quieres liberarte de ese pecado que aunque te gusta, a la vez te atormenta. Hoy entiendes a los adictos a algún tipo de droga, a quienes juzgabas con dureza diciendo que todo lo que necesitaban era fuerza de voluntad, tú te sientes peor que ellos. Clamas al cielo en lo más profundo de tu corazón, ¿qué puedo hacer para liberarme de este pecado?, y pareciera no haber respuesta. Tus “hermanos” en Cristo, te rechazan, para ellos estás perdido, eres un mal testimonio y un mal ejemplo, y si alguno acierta a dirigirte algunas palabras te dice “arrepiéntete porque te vas a ir al infierno”, así que…..

¿Cómo liberarte del pecado que te ata?

Lo primero que debes entender en lo más profundo de tu corazón es que Cristo te ama, a tal grado que murió por tus pecados, es decir que Jesús ya pagó el precio de todo el mal que has hecho, y que sus brazos están extendidos para ti, Dios te ama y te perdona.

Lo segundo que debes comprender es que si te sientes triste, o mal por ese pecado, se debe a que el Espíritu Santo está redarguyendo tu corazón, no es tu conciencia, es Dios mismo, lo que te demuestra que Dios no te ha abandonado, “pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas” (1 Juan 3:20). Debido a que Cristo pagó con sangre por tu alma, y te sigue amando y se conduele por ti.

No importa la opinión de los “hermanos” que te dicen que Dios no quiere nada contigo, lo que importa es lo que enseñan las Escrituras y es que el amor de Dios es tan grande que no lo podemos entender, Dios no tiene actitudes de hombre, mientras tu no puedes perdonar a quien te hace daño, Dios si te perdona todo, y el precio de tu pecado lo estás sufriendo ya al no tener paz ni felicidad en tu vida.

Una vez que en tu mente y corazón comprendas esto, debes hacer lo que Dios te indica para ser liberado de ese pecado o de los pecados que te atan.

A.- CONFIESA TU PECADO

“Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano.  Selah. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmo 32:3-5)

Es necesario que le confieses a Dios ese o esos pecados, uno por uno, con nombre y detalles, no omitas nada, dile cuanto te gusta, dile cuanto te duele, confiesa tu debilidad y tu impotencia. Derrama tu corazón delante de Dios.

B.- PIDE PERDÓN Y RESTAURACIÓN A DIOS

Dile a Dios cuanto lo sientes, y pídele perdón, no hagas pacto alguno, no prometas nada, solo pide perdón y ayuda Divina para salir adelante. “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:14-16) Pide a Dios que en ese mismo momento restaure tu vida. No te preocupes como será la salida o la solución, sólo pide a Dios y Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. (Salmo 37:5)

C.- DEJA QUE LA LUCHA Y LA VICTORIA SEAN DE CRISTO

Esta parte es quizá, la más difícil de comprender, pues generalmente uno trata por sus propias fuerzas de vencer al mal, lo cual es prácticamente imposible. Confías en tu conocimiento Bíblico, en tus oraciones, en ti mismo, cuando lo único que debes hace es permitir a Dios luchar y vencer por ti. “Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Corintios 15:56-57), “No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros” (Deuteronomio 3:22)

D.- RETOMA TUS PRINCIPIOS CRISTIANOS

De manera conciente, apártate del mal, “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” (1 Corintios 10:12-13), pide a Dios dirección cada día, mantén firme tu comunión con Dios orando en todo tiempo, cuando venga la tentación, clama a Dios “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” (Jeremías 33:3). Aliméntate de la Palabra de Dios cada día y busca una Iglesia donde congregarte para adorar a Dios.

La vida debe ser hermosa, pues eres hijo de Dios, lo que te coloca en una posición de privilegio. Dios quiere que seas feliz y que vivas en completa paz. Sólo Dios en su poder y misericordia infinita puede ganar la batalla de pecado en tu vida, permite pues que Dios lo haga por ti, no desmayes ni te desanimes, Cristo te Ama y como al hijo prodigo te recibe en su seno.

No dejes esta reflexión en “una lectura más”, te animo a ponerla en práctica, de tu parte se requiere voluntad y disposición, Dios conoce tu corazón y sabe como liberarte, permítelo hoy mismo, no lo postergues mas.

Dios te conceda la sabiduría para hacer lo correcto.

CONSECUENCIAS DEL PECADO SEXUAL DE LA FORNICACIÓN Y EL ADULTERIO

Por DOMY

Fuente:

http://estatura.obolog.com

Uno de los pecados que más daño emocional, espiritual y fisico hace al hombre como a la mujer es la práctica de la  Fornicación y el adulterio. Donde sus efectos se ven posteriormente manifestados, afecta las emociones produciendo culpabilidad. Toda actividad sexual desordenado fuera del marco matrimonial es considerado pecado por Dios . El sexo es sano y puro  y santo exclusivamente dentro del matrimonio.

Quien quiera posteriormente vivir en paz emocional, fisico e espiritual y desarrollarse plenamente en todo, debera evitar estos pecados arbitrariamente. Sino veamos lo que le paso al Rey David, despúes que se acostó con la mujer se su soldado, bajo considerablente su potencial, ya no era lo de antes….la historia está en los libros de las crónicas de la Biblia. VIVIR MEJOR ES VIVIR BAJO PRINCIPIOS…

Aqui les comparto un adelanto sobre las Consecuencias del Pecado de la Fornicación y el Adulterio:

Consecuencias del Pecado Sexual del Adulterio y la Fornicación

 Introducción:

 «El que abre el portillo la serpiente lo morderá».

Si usted abre el portillo hay una serpiente que lo va a querer morder y eso duele, se sufre si la serpiente te muerde.

 En Eclesiastés Capítulo 10 versículo 8, la Biblia dice: «El que hiciere hoyo caerá en él; y al que aportillare vallado, le morderá la serpiente».

La primera puerta que yo debo tener cerrada en mi vida se llama la puerta del pecado sexual del adulterio y la fornicación.

Cuando Eclesiastés dice… «el que aportillare el portillo lo morderá la serpiente» se refiere a que el que quita la cerca o el que quita la protección…lo espera una serpiente para morderlo.

 Esto hay que entenderlo espiritualmente, porque la mordida de la serpiente se refiere a circunstancias terribles o penosas que se van a sufrir como enfermedades, crisis económicas, pleitos familiares, espíritus contrarios que van a complicar mi camino, significa que circunstancias espirituales adversas se van a activar en contra de mi vida. Así que no abra puertas!!! Más bien ciérrelas.

 Y si usted no es fornicario, no es adúltero, entonces este es un mensaje de prevención para su vida, porque siempre, Satanás va a pretender usar a alguien, para que usted caiga en adulterio o fornicación… Satanás es un mentiroso!!! Y el diablo siempre va a tratar de seducirte para que mires lo que no te pertenece, para que mires lo que no te corresponde.

 En el libro del Éxodo Capítulo 20 versículo 14 dice: «No cometerás adulterio». Debemos entender que el sexo no es malo, Dios lo creó y cuando el sexo se realiza dentro del matrimonio es una bendición porque produce vida, armonía y unidad dentro de la familia, entre el esposo y la esposa.

 Pero cuando el sexo se realiza fuera del vínculo matrimonial eso es una desgracia, hay sufrimiento en los hijos, hay sufrimiento en la familia.

La Biblia en I Corintios 10:12 dice: «Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga».

 Cuando usted llega capítulo 20 versículo 14 de Éxodo, se da cuenta que Dios escoge entre los diez mandamiento uno que es claro y Dios es concreto, porque dice «no cometerás adulterio»… hay un no por delante.

En pocas palabras Dios aborrece el adulterio y la fornicación. Porque si usted quiere agradar a Dios, usted tiene que reprender la tentación. Dios pide exclusividad. Porque Él te sacó de Egipto, te sacó de casa de servidumbre y Él quiere que le sirvas en santidad, Él quiere que usted le honre, Él quiere que usted le dé la Gloria y dar la Gloria es que usted lo honre en Santidad, es que usted viva para Él, es que su cuerpo sea templo del Espíritu Santo, es que usted le diga, Señor si la Biblia dice que yo no debo adulterar, yo no voy a adulterar, yo prefiero agradarte a ti, bendecirte a ti, amarte a ti y serte fiel en todo. Amén!

José el de la Biblia en Génesis, tuvo que lidiar con la esposa de Potifar, pues lo estaba tentando día a día. Pero José dijo: ¿haría tal pecado en presencia de Jehová? Y por eso se mantuvo y por eso, Dios lo honró para que llegara a ser segundo después del Faraón y Dios le dio riquezas, dinero, alegrías, posición, porque Dios miró un corazón fiel, Dios miró una persona que le amaba que se entregaba y que vivía para Él.

Hebreos capítulo 13 y versículo 14 dice: «honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios».

Si usted fue adúltero en el pasado y se arrepintió, ¡está bien!, Dios lo perdonó y Dios lo ama, pero tiene que estar verdaderamente arrepentido.

 El Apóstol Pablo en el libro de los Corintios, dice que no se junten con los fornicarios, no anden con los adúlteros, ni siquiera les abran las puertas de su casa, porque si usted empieza a andar con adúlteros termina siendo un adúltero, porque esos espíritus inmundos Satanás los transfiere a otras personas.

 Hay gente que ha perdido su casa, su honor, su familia, sus hijos, por andar en eso. Yo conozco ministerios que empezaron muy lindo, hombres de Dios, mujeres de Dios, que Dios los respaldaba, que Dios los bendecía con milagros, con hazañas, con poder, pero un día se descontrolaron, un día abrieron la puerta al adulterio, a la fornicación y la obra tan linda y el mover del Espíritu, Dios lo paralizó y Dios dijo no, donde yo no soy santificado, yo no puedo estar.

Por eso usted tiene que vivir en santidad y sin excusas… porque sí se puede!

Usted puede mejorar su vida con Dios, usted puede mejorar su espiritualidad, usted puede vivir mejor para Dios, usted puede avanzar, usted puede crecer, usted puede ver días de Gloria, usted puede ver días de poder. Amén.

Consecuencias de la Fornicación y el Adulterio:

 1. Se activa el Castigo.

 Proverbios 6: 27-29:

¿Tomará el hombre fuego en su ceno sin que sus vestidos ardan? ¿andará el hombre sobre brasas sin que sus pies se quemen?

Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; no quedará impune ninguno que la tocare.

 Esto significa que si comete adulterio y fornicación, usted no quedará sin castigo, siempre habrá alguna consecuencia. Si usted ya se arrepintió de sus pecados, la buena noticia es que Dios lo limpió, lo perdonó e inscribió su nombre en el libro de la vida, pero una cosa es perdón y otra es castigo, pues en el caso del adulterio y la fornicación, la Palabra dice, no quedará impune quien comete estos pecados y el castigo puede venir de muchas maneras: una crisis económica, una enfermedad, pleitos familiares, pues al abrir estas puertas se están activando todas esas consecuencias.

Así que si la tentación ha llegado a tocar la puerta de su vida, reprenda al diablo porque usted es templo del Espíritu Santo y usted es un Santo… Amén. Y usted vive y se santifica para Dios. Y yo declaro que el poder de Dios y la gracia de Dios está sobre ti.

 Cuide su matrimonio, cuide su noviazgo, para que luego no sea muy tarde y usted tenga que preguntarse, por qué quiero levantarme y no me levanto, por qué quiero prosperar y no prospero… porque el que camina sobre las llamas de fuego… sus pies se queman. No juegue con fuego, porque si juega con fuego se puede quemar.

 Entonces, lo primero que se activa es el castigo.

 2. Corrompe su Alma.

 Proverbios 6:32 

 «Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace».

 El adulterio y la fornicación activa corrupción del alma, heridas y vergüenza. Porque realmente, el que anda en adulterio está falto de entendimiento o como también se dice en algunas versiones de la Palabra, está embrutecido.

 Si su alma está corrompida los pasos de su cuerpo físico irán a lugares corruptos. Y las personas que caen en este pecado padecerán mucha vergüenza y su afrenta, su deshonor, su deshonra nunca serán borrados. Porque podrán pasar muchos años pero siempre habrá un alguien que se lo pueda sacar en cara, es como una cicatriz que queda en usted. Yo quiero decirle… cuídese. Y también, tenga cuidado!… porque eso se pega.

 3. Activo la Crueldad sobre mi Vida.

 Proverbios 5:8-11

«Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa; para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel; no sea que extraños se sacien de tu fuerza, y tus trabajos estén en casa del extraño; y gimas al final, cuando se consuma tu carne y tu cuerpo»

 Cuando yo practico el adulterio y la fornicación activo la crueldad sobre mi vida, quiero levantar algo y siempre hay alguien que me sale con crueldad. Se ponen delante de mí personas que no me bendicen, que no me dejan levantarme, que no me ayudan, que más bien me quieren ver mal.

 4. Destrucción y muerte espiritual

 Proverbios 7:18

 «Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores. Porque el marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje. La bolsa de dinero llevó en su mano; el día señalado volverá a casa. Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, le obligó con la zalamería de sus labios. Al punto se marchó tras ella, como va el buey al degolladero, y como el necio a las prisiones para ser castigado, como el ave que se apresura a la red, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspase su corazón. Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca. No se aparte de tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos, y aún los más fuertes han sido muertos por ella. Camino al Seol es su casa, que conduce a las cámaras de la muerte».

 También se activan pleitos en la familia, como lo señala la Palabra en 2 Samuel 12:10. David activó enfermedades (versículo 15) en el niño que no tenía nada que ver en el asunto, lo que motivó que cayera en enfermedad y que luego muriera por causa del adulterio y la fornicación de David, su padre.

 Dios te está diciendo que el camino correcto es la santidad, es hacer lo bueno, por lo tanto, aléjese de la desgracia y de la ruina.

 Consejos:

  1. Déle mantenimiento a su matrimonio.

 Porque si no se deteriora y hay algunos y algunas que están esperando como lobos, para meterse con su esposo o esposa, con sus hijos o sus hijas.

 Salgan con su esposa o esposo por lo menos una vez a la semana, cuídense, díganse que se aman, que se quieren, que son importantes el uno para el otro. Seamos románticos, porque si usted no es romántico con su esposa, aparecerá un impío que sí va ser romántico con ella y se le va a ir arriba. ¿hace cuánto no le lleva flores a su esposa? ¿hace cuánto no le dice a su esposa que es importante…? No espere que alguien más se lo diga.

Y las mujeres deben procurar que el esposo encuentre en ellas a una mujer linda, arregladita siempre, no quiere alguien que ande con «mal modo» y malhumorada.

1 Corintios 7:5 dice: «no os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volver a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia».

 Si se niegan, Satanás los puede tentar, pero si lo hacen que sea únicamente para darle atención a las cosas espirituales.

2. Pacto de Santidad

 DANIEL 1:8  «y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, y con el vino que él bebía, pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse»

 ¿A cuáles lugares está usted asistiendo? No se trata de vida social, lo correcto siempre será correcto, no se permita asistir a lugares contaminados, porque fácilmente alguien le puede proponer cosas indecorosas. Usted tiene la capacidad de decir no! Sólo le hago una pregunta… si usted tiene que morir hoy, porque Dios lo llama… ¿usted es salvo?

3. Pacto con mis Ojos

 Job 31:1-4 «Hice pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, y qué heredad el Omnipotente desde las alturas? ¿No hay quebrantamiento para el impío, y extrañamiento para los que hacen iniquidad? ¿No ve Él mis caminos, y cuenta todos mis pasos?»

 Cuide lo que usted ve, no cometa pecado con su mirada. Usted nada tiene que estar mirando fuera de su casa, si dentro, está un esposo o una esposa que le espera todos los días para cuidarle, amarle y apoyarle. Si usted comete pecado, con sólo mirar o desear lo que no es suyo y que está en la calle, usted abre la puerta para que la serpiente del adulterio y la fornicación lo pueda picar y que eso le traiga todas las consecuencias de desgracia que ya he mencionado. Santifique sus ojos y guárdese para Dios.

Si es que ud no sabía sobre este tema, bien por ud, porque caminara con cuidado , en bien de ud y su familia. es más debe enseñarlo a sus hijos menores. para evitarse enredos en su vida, y crescan sanamente emocional espiritual y físico.

Dios les bendiga.

ALEJADOS DE DIOS

Por Oscar Naranjo (Rosario, Argentina)

Jueces 6:1-10

Introducción

El pueblo de Israel entra a la tierra prometida (fluye leche y miel) y ahí muere Josué quién no dejo un líder que estuviera al frente del pueblo, había problemas y divisiones entre las tribus de Israel, además de corrupción del culto al Dios que los había liberado de Egipto y la idolatría de los pueblos que los rodeaban se infiltro en ellos. Debido a lo anterior el Señor levanta jueces, este tiempo duro desde la muerte de Josué hasta el ministerio del profeta Samuel y la monarquía de Saúl. Los Jueces no eran precisamente juzgadores de Israel, más bien eran caudillos y guías que conducían al pueblo obedecer a Dios en conquistar y reconquistar sus promesas, destruyendo a las naciones que los oprimían. Durante este período de los jueces había momentos de volverse a Dios y de separarse; este capítulo 6 inicia diciendo que después de 40 años de paz y bendición de parte de Dios; el pueblo se desvía nuevamente, y las consecuencias de esto lo padecen por 7 años. Nuestra meditación de este día tiene como propósito describir la situación del pueblo de Israel cuando se aparta de la voluntad de Dios y busca en otras cosas la satisfacción y razón de vida y de cómo la iglesia de hoy con todo y los recursos que el Señor nos ha dado hoy, mayor que a los antiguos, nuevamente buscamos otras cosas apartándonos y sufrimos las consecuencias de estar apartados del Señor de Señores.

I. El pueblo se aparta de Dios (v.1) “ Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová…”

Este período del pueblo se Dios se inicia diciendo que posterior s 40 años de paz y tranquilidad en la nación israelita, nuevamente ellos, el pueblo hace lo malo ante los ojos del Señor. Aquí cabría hacer la siguiente pregunta ¿qué era lo malo a los ojos de Dios?. En el Sinaí el Señor había dado leyes, reglas, decretos, mandamientos y estatutos que reflejaban la voluntad de Dios para un pueblo que debía ser santo y apartado. Pero además esas leyes reflejan el carácter de Dios, y uno de esos aspectos es que el Dios de Israel es celoso y exclusivista, es decir nada ni nadie debe ocupar el primer lugar en los afectos del corazón de quien o quienes lo reciben como su protector y libertador, así mismo sus palabras deben ser tomadas como la última palabra en cualquier asunto de la vida. Bueno dicho lo anterior, el pueblo ante la falta de un compromiso y fidelidad ante un Dios con estas características se va en pos de otros dioses, los dioses de los madianitas, amorreos, heteos y demás naciones que les rodeaban, pues resultaba más fácil al poder verlos y practicar una vida basada en la satisfacción de los sentidos (oler, ver, sentir, etc.) y la satisfacción de saber que los logros personales (trabajo, familia, etc.) son más bien el resultado de brazo fuerte de nuestro esfuerzo, más que las dádivas de un Dios que no se ve y que en muchas ocasiones nos mete en hornos de prueba para moldearnos para ser útiles en sus manos. Los israelitas practicaban la idolatría, este es uno de los pecados más abominables a los ojos de Dios, pues en primer lugar por infidelidad por colocar en el trono del corazón a algo o alguien que no es Dios (personas, posesión, aptitud, etc.) y a la vez querer favores de Dios. En segundo lugar por colocar al grandioso y único Dios al nivel de cualquier escultura, obra de manos de hombre. En nuestros días Su pueblo cristiano también practica lo malo ante los ojos de Dios, pues si bien no practica la idolatría como los antiguos al darle honor y gloria a una imagen o persona, si pone en el trono de su corazón y prioridades a personas, trabajo, gustos, placeres, amargura, etc. Creando así como en otro tiempo un alejamiento del Señor de nuestras vidas, dejándonos a que nuestros enemigos nos consuman y humillen al pueblo escogido de Dios.

II. Las consecuencias de estar alejados de Dios (v.2-6) “… Madián los oprimía cada vez más…”

Las consecuencias de que el pueblo buscará a otros dioses y otros propósitos en su vida fue que se crea un abismo entre el ser humano y el Señor. El pueblo es entregado a sus enemigos por 7 años, los madianitas. Madián era un pueblo inculto e ignorante que en otro tiempo Israel lo había sometido; pero a causa de su alejamiento de creador, los madianitas se hicieron fuertes, numerosos y poderosos, más que Israel. Por consecuencia al ser más fuertes y sin el poder de lo alto, los israelitas eran oprimidos, es decir eran robados, maltratados, y sus sembradíos y ganadería eran destruidos y consumidos por madianitas, amalecitas e hijos del oriente y hasta sus camellos eran beneficiados del botín. Todo esto acarreaba sentimientos de impotencia, pero además de temor por la incertidumbre que causaban los enemigos, pues no sabían que ocurriría con ellos como nación, además de que no podían hacer nada ya que la pobreza asomaba diariamente. Pero el sentimiento que más prevalecía entre ellos era la desolación por sentirse desamparados y sin solución a sus problemas; aún cuando lo más seguro es que clamaban a los dioses extraños y no hallaban respuesta y ver que sus fuerzas de hombre no eran suficientes para obtener la tan anhelada libertad. El Señor cuando no lo tenemos en el centro de nuestra vida permite que nuestros enemigos (Diablo y sus huestes, así como la sociedad impía) a los suyos causándoles problemas y situaciones que oprimen sus vidas, trayendo sentimientos parecidos a los israelitas de impotencia ante tales circunstancias, temor ante el futuro y desolación al ver que en muchas ocasiones no hay nada que resuelva nuestros problemas y los que hay no alcanza a satisfacer totalmente nuestra necesidad. Y es entonces cuando el pueblo clama recordando al verdadero Dios.

III. El Señor habla a Su pueblo (v. 7-10) “… Jehová les envió un profeta, el cual les dijo…”

Pero el Señor no se complace del dolor de los suyos y en ocasiones el lo permite para acercarnos más a él. Dios permitió que Israel fuera oprimido por Madián para nuevamente acercarlos a Él. El Señor en primer lugar envía un profeta para reprender al pueblo haciéndole saber la causa que la causa de su sufrimiento es el estar alejados del Señor por haber hecho lo malo ante sus ojos. Pero la manera en que lo hace es recordándole las maravillosas obras que Dios había realizado a favor de esta nación.

  • a. La Libertad: Cuando los saco de Egipto
  • b. La Provisión amorosa: Cuando les dio una buena tierra, la de Canaan
  • c. La Protección: Cuando echo fuera a los pueblos que afligían a Israel

Estas cosas había hecho Dios a favor de Su pueblo. Dios es un Señor de pactos que cumple sus promesas y aunque Israel se había alejado de la protección del Señor; Pablo dice: “… si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo” (2ª Timoteo 2: 13) .

Desafío

Israel era Su pueblo y no podía dejarlo en esa situación. Siempre existe el recurso del arrepentimiento, del cual podemos hacer uso cuando nos hemos alejado de Dios; es el arrepentimiento el medio por el cual podemos acercarnos a Dios y Dios usa los problemas para acercar a Su pueblo a Su regazo y restaurar la comunión con Él.

TEXTO: (Jn. 14:15-21,26) 

¿PASTORES O LOBOS DE LA PROSPERIDAD?

Por Dr. Jason Navarro (Apologista Unitario dominicano)

Creo que como creyentes debemos analizar las cosas desde el punto de vista de la Biblia. El apóstol Pablo fue un crítico ferviente de las cosas malas que se practicaban en muchas de las iglesias del Nuevo Testamento, y por esto él nunca ofendió a Dios. Lamentablemente estamos viviendo en un tiempo donde la sal ha dejado de salar y la luz se esconde debajo de un almud para que no alumbre. Es terrible ver a estos supuestos pastores y líderes  convertirse en seres materialistas que sólo piensan en la prosperidad material cuando nuestro reino no es de este mundo. Es penoso ver a las iglesias ir detrás de estos voraces materialistas que no predican el futuro reino de DIOS, sino el reino de lo material, de cómo hacerme de un carro, de una casa, o de mucho dinero, como si esto fuera lo que Cristo predicó. Como dice Pablo en 2 corintios 11: 13-15: “porque estos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo; y no es maravilla, porque el mismo santas se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras».

Todos estos llamados ministros terminan muy ricos, y con mucha carnalidad, pues astutamente  explotan a las iglesias prometiendo prosperidad material para hoy, pero se olvidan que lo más importante es hacer tesoros en el  reino de los cielos, que muy pronto descenderá del cielo a la tierra, aleluya, y allí seremos  verdaderamente prósperos con Cristo.

Que sigan aquellos predicando riquezas y prosperidad materiales, pero los verdaderos creyentes seguiremos predicando a Cristo y su reino en el milenio. amén.