Los hermanos “picapiedra” conversan resignadamente en una cantera de un país latinoamerincaico…
Oye Pedro, este salón del reino que estamos construyendo con nuestra plata, y la de los hermanitos, terminará a nombre de la WT…¿no somos unos mensos, acaso?…Eso parece, Pablo, pero ganaremos el Nuevo Mundo a cambio…¡Sí, pero terminaremos súper pelados hoy y con miles de rocadólares por pagar al First rock bank!…¿verdad, No?
Esto dice la WT de lo que deben estar haciendo sus feligreses:
Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres, porque ustedes saben que es de Jehová de quien recibirán el debido galardón (Col. 3:23, 24).
¿Qué podemos hacer para demostrar que valoramos nuestro lugar en la congregación? Evaluar detenidamente nuestras circunstancias y ver si estamos haciendo todo lo posible por “glorific[ar] [nuestro] ministerio” y honrar a Jehová (Rom. 11:13). Hay quienes pueden ser precursores regulares. Otros hermanos participan en alguna faceta del servicio especial de tiempo completo y son misioneros, superintendentes viajantes o betelitas. Muchos colaboran en la construcción de Salones del Reino. Y aunque la gran mayoría de los cristianos no pueden servir a Jehová de estas maneras, se esfuerzan al máximo por satisfacer las necesidades espirituales de sus familias y por participar con celo en el ministerio todas las semanas. Podemos estar seguros de que si servimos a Dios de buena gana y sin reservas, siempre tendremos un lugar en su pueblo. w09 15/11 3:6
Comentario:
Sin duda que la WT aprovecha cualquier pasaje bíblico para promover su organización-empresa y así manipular la mente de sus feligreses para que dediquen todo su tiempo y esfuerzo a la organización “sin fines de lucro”, ya sea acudiendo a las reuniones semanales para recibir sutiles “lavados de cerebro”, o participando en la construcción de salones del reino (incluyendo aportes generosos de dinero de los bolsillos de los fieles), cuyos locales finalmente terminarán pasando a nombre de la sociedad, y/o saliendo al servicio de casa en casa para “colocar” sus publicaciones y así seguir enriqueciéndose a costa de estos hermanitos ingenuos a quienes se les promete una recompensará de vida y felicidad en el nuevo orden de cosas”. De hacerlo así, dice “el esclavo” mañoso, siempre tendremos un lugar en su pueblo. Es decir, si no eres un “esclavito” fiel de la secta, no podrás tener parte ni suerte en el “pueblo de Dios”, y terminarás condenado. Eso es lo que ellos quieren inculcar a sus fieles. Sin duda saben mucho estos sátrapas!
Vuestro adorado tormento,
Apologista
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