Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
Muchas iglesias hoy van pregonando a voz en cuello que los cristianos fieles de ninguna manera pasarán por la gran tribulación predicha por nuestro Señor Jesucristo en Mateo 24. Estos “creyentes” suponen que el Señor los preservará de la ira venidera a través de un traslado en secreto al reino de los cielos, algunos años antes de que el anticristo inicie su funesto gobierno en la tierra por 42 meses.
Sin embargo, los más de los estudiantes bíblicos no se han detenido a pensar que nuestro Señor jamás prometió a los suyos sacarlos de la tierra en ese periodo terrible de gran tribulación, llamado también “la angustia de Jacob”. Recordemos que en su predicción sobre el juicio a Jerusalén acaecido en el 70 DC, Jesús advirtió a los suyos para que huyeran a los montes una vez que vieran la abominación desoladora en el lugar santo (Mateo 24:16). Él nunca les prometió que los sacaría de la tierra para llevárselos a los cielos a fin de salvarlos o protegerlos de la terrible tribulación que se avecinaba sobre los Judíos. Y si eso fue verdad para los fieles judíos cristianos del primer siglo, ¿por qué no lo tendría que ser para los judíos y cristianos fieles de los días finales?
Pero remontémonos a los tiempos de Noé, ¿Acaso Dios trasladó al fiel Noé junto con su familia al cielo para evitar la destrucción repentina que vendría sobre los impíos? Pues no, sino que le mandó construir un arca para él y su familia, y para una pareja de cada especie animal existente. Y en cuanto a Lot y su familia, ¿acaso Dios a través de sus ángeles le advirtió a Lot que se preparara para ir al cielo cuando le anunciaba la inminente destrucción de Sodoma y Gomorra? ¡Pues, tampoco! Ellos simplemente huyeron hacia otro lugar en la tierra misma.
Pero Jesús advirtió que sus seguidores estarían en la tierra para la gran tribulación. El fue claro cuando dijo que él vendría después de la gran tribulación de aquellos días (Mateo 24:29-31). Esto supone que ellos permanecerán en la tierra soportando la tribulación, puesto que de ninguna manera serían removidos de la tierra para escapar de la prueba. Dice Salomón: “El justo no será removido jamás; Pero los impíos no habitarán la tierra” (Proverbios 10:30).
Es necesario soportar las tribulaciones antes de entrar en el Reino.
Pablo escribió: “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hechos 14:22). Estas palabras de Santiago suenan tajantes. El dice que ES NECESARIO que a través de las tribulaciones entremos en el reino de Dios. Pues bien, si es cierto que se nos ha prometido escapar de la gran tribulación venidera, ¿estaría Santiago equivocado con su idea de que es una necesidad ineludible soportar las tribulaciones antes de entrar al reino?
En las epístolas Paulinas, encontramos continuamente a una iglesia que vive en continuas tribulaciones y pruebas. He aquí algunos pasajes:
Hechos 20:23: salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
Romanos 2:9: TRIBULACIÓN y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,
Romanos 5:3: Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la TRIBULACIÓN produce paciencia;
Romanos 8:35: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿TRIBULACIÓN, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Romanos 12:12: gozosos en la esperanza; sufridos en la TRIBULACIÓN; constantes en la oración;
2 Corintios 1:4: el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier TRIBULACIÓN, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
2 Corintios 1:8: Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra TRIBULACIÓN que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.
2 Corintios 2:4: Porque por la mucha TRIBULACIÓN y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas, no para que fueseis contristados, sino para que supieseis cuán grande es el amor que os tengo.
2 Corintios 4:17: Porque esta leve TRIBULACIÓN momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;
2 Corintios 6:4: antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias;
2 Corintios 7:4: Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.
1 Tesalonicenses 1:6: Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran TRIBULACIÓN, con gozo del Espíritu Santo,
1 Tesalonicenses 3:3: a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos.
1 Tesalonicenses 3:4: Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis.
2 Tesalonicenses 1:4: tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis.
2 Tesalonicenses 1:6: Porque es justo delante de Dios pagar con TRIBULACIÓN a los que os atribulan,
Hebreos 10:33: por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros de los que estaban en una situación semejante.
Santiago 1:27: La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Apocalipsis 1:9: Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la TRIBULACIÓN, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
Y cuando examinamos las cartas dirigidas a los ángeles de las iglesias, casi todas ellas tienen como común denominador la tribulación que padecen. He aquí algunos pasajes:
Apocalipsis 1:9: Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la TRIBULACIÓN, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
Apocalipsis 2:9: Yo conozco tus obras, y tu TRIBULACIÓN, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás.
Apocalipsis 2:10: No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis TRIBULACIÓN por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Apocalipsis 7:14: Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran TRIBULACIÓN, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
En vista de todas estas evidencias bíblicas, ¿por qué tendría la iglesia del tiempo del fin ser la excepción para no tener que afrontar la tribulación venidera? Si usted dice que no padecerá la tribulación nefasta que se avecina, porque se le ha dicho que será arrebatado al cielo antes, entonces usted no merecerá entrar en el reino… Recuerde que Pablo dice que ES NECESARIO padecer las tribulaciones antes de entrar en el Reino… ¡piense seriamente en esto!
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