Rui Ferreira
Diario El Mundo
2011-09-20 07:33:00
Las florestas de Miami, esos inmensos barrios residenciales adinerados, lugares de inmensos jardines con frondosos árboles que contrastan con la jungla de asfalto y cemento del resto de la ciudad, se encuentran amenazadas por un enemigo pequeño, silencioso pero mortal: el caracol africano gigante.
Es una especie muy común en África pero rara en Estados Unidos, aunque no constituye propiamente una novedad en Miami, donde apareció a fines de los años 60 y le costó a las autoridades casi diez años erradicarla. Ahora, está de regreso.
«Hasta ahora hemos atrapado alrededor de 1.000 caracoles y esto es apenas el inicio», dijo a un canal de televisión Denise Feiber, portavoz de la División de Florida de Plantas.
Empleados municipales han comenzado a escudriñar decenas de jardines de la zona de Coral Gables, en el área de las concurridas calles Coral Way y Bird Road, en busca de estos pequeños monstruos que segregan una bacteria mortal que provoca la meningitis y conduce a la muerte, especialmente de niños.
Misteriosa aparición
Las autoridades no saben cómo comenzó esta plaga. A finales de los años 60 lograron descubrir que algunos caracoles llegaron a Miami de la mano de un joven que viajó a África y los crió como animales domésticos, hasta que su abuela se cansó y los dejó sueltos en el jardín de su casa.