CUENTA REGRESIVA HACIA EL COLAPSO ECONÓMICO (EN INGLÉS–03-13-2011)

Cuenta atrás al Colapso Económico (03-13-2011)
   
¡La Actividad Solar puede predecir Terremotos! Tenemos que prepararnos individualmente y como una Nación. Nuestros científicos tienen que desarrollar reactores generadores rápidos que sean seguros de la actividad tectónica. Nosotros podemos eliminar los Residuos nucleares y construir soluciones de energía renovables para hacernos de energía independiente.

EL TERREMOTO DE JAPÓN EN CIFRAS

Con 9,0 grados en la escala Richter, el seísmo del pasado 11 de marzo en Japón es el más potente de la historia reciente del país, y el quinto más grande registrado desde que existen medidores.

600.000 personas han sido evacuadas desde el viernes en Japón, tras el terremoto, el tsunami que le siguió y la posterior amenaza nuclear, según cifras de la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas.

4 plantas nucleares han registrado problemas hasta ahora debido al terremoto: Fukushima-Daiichi, con tres reactores afectados y dos explosiones; su vecina, Fukushima-Daini; la de Obagawa, donde se registran elevados niveles de radiactividad;y la de Tokai, con problemas de refrigeración

Nivel 4. Es la clasificación del accidente internacional en la escala internacional de sucesos atómicos, que va de 0 a 7. El nivel 4 es «accidente con consecuencias de alcance local».

1.557,5 microsievert es la máxima radiación medida hasta ahora en los alrededores de la planta nuclear de Fukushima-Daiichi, dañada por el terremoto y el posterior tsunami, según la agencia Kyodo. La medición se realizó el domingo 13 de marzo.

15.000 millones de yenes serán inyectados a los mercados para estabilizar el sistema financiero tras la catástrofe.

CHINA: SEGUNDO SOL (NIBIRU)

Lucas 21:25: Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas.

Científicos no logran explicar un extraño fenómeno aparentemente documentado en China en donde se pudieron observar 2 soles de manera simultánea. ¿Acaso se trata de la explosión de Betelgeuse, de la presencia de Nibiryu, o del cometa ELEnin?

Autor: pijamasurf

Un extraño fenómeno celeste se registró en China recientemente. El sol pareció bifurcarse y generar dos cuerpos, dos soles, que fueron percibidos simultáneamente por cientos de testigos. El espectáculo fue documentado tanto en video como en fotografías y hasta ahora, a pesar de que algunos especialistas descartan que pudiera tratarse de una animación por computadora, tampoco han sido capaces de acuñar una explicación para tan singular suceso.

Curiosamente el fenómeno se registra semanas después de que se anunciara la probable explosión de la estrella Betelgeuse, evento que podría generar la ilusión de que dos soles coexistirían en el horizonte. El sitio Life’s Little Mysteries, gemelo de Space.com, cuestionó a Jim Kaeler, astrónomo de la Universidad de Illinois, sobre las imágenes captadas en China. «Dudo que se trate de un modelaje por computadora. Debe haber algún tipo de modulación atmosférica que produjo este verdaderamente espectacular fenómeno, el cual en un un sentido representa un mirage (fenómeno óptico o espejismo).

Otro especialista consultado también por Life’s Little Mysteries sobre la extravagancia del «doble sol» que se observó en China es el científico Grant Perry, experto en fenómenos atmosféricos de la Universidad del Wisconsin Cooperative Institute for Satellite and Meteorological Studies. «El que estamos viendo no es un fenómeno óptico común. Me pregunto a mi mismo si es producto del lente, pero si ese fuese el caso entonces las imágenes se moverían la una en relación a la otra junto con la cámara. pero esto no sucede» afirma. Y si se tuviera que forzar una explicación «tendrías que asumir que se trata de partículas de hielo o algo en la atmósfera alineado de tal manera que estas refractarían la luz del sol en un ángulo muy pequeño, pero solo en una dirección. Y ello requeriría características bastante peculiares» agregó.

Los llamados mirages se generan cuando partículas en la atmósfera refractan, o doblan, ondas de luz. Generalmente se manifiestan cerca del horizonte, en donde el aire es más pesado, y lo más común es que esten alineados verticalmente, ya sea por debajo o por encima, de la fuente de luz original (en el video el segundo sol aparece a un lado, lo cual genera aún más interrogantes). Un famoso astrónomo holandés, Marcel Minnaert, compiló una serie de imágenes donde se muestran, ya sea el sol o la luna, duplicados. Las imágenes fueron publicadas en el libro «Light and Color in the Outdoors» que se imprimió en 1993.

EL REINO DE ISRAEL ERA EL REINO DE DIOS

1 Crónicas 28:5  Y de todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), que ha escogido a mi hijo Salomón para sentarse en el trono del reino de Jehová sobre Israel.

 1 Crónicas 29:23  Y se sentó Salomón en el trono de Jehová como rey en lugar de David su padre, y fue prosperado, y todo Israel le obedecieron. 

El Reino de Israel y el Reino de Dios son términos sinónimos por esta razón.   Dios escogió a la tierra, Dios escogió el rey – el rey David, Los Judios eran el pueblo de Dios, las leyes eran las leyes de Dios.   Este reino, por tanto, era el Reino de Dios.   Cuando uno entiende esto, muchas partes de la escritura que pueden ser confusas, tienen sentido.   

1 Crónicas 36:15  Y el SEÑOR Dios de sus padres que les envió a sus mensajeros, levantándose temprano, y el envío, porque tuvo compasión de su pueblo, y en su lugar de residencia: 16   Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio. 

Sucedió que el pueblo de Dios, los Judios, en general, eran desobedientes, gente terca sin fe.   Aquí vemos la visión de Dios de su pueblo en cerca de 606 a. C., cuando hizo que Nabucodonosor derrocara su reino. 

Hechos 1:6  Entonces los que se habían juntado, le preguntaron, diciendo: Señor, ¿Vas a restaurar el reino a Israel en este tiempo? 7   Y él les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad. 

Esta pregunta de los discípulos de Cristo se produjo después de que él había resucitado de entre los muertos, y poco antes de ser llevado al cielo.

 Ellos entendieron que cuando Cristo restaurara el reino de Israel, Jesús sería el rey de este reino, y, además, que éste sería el Reino de Dios que Jesús, y ellos, habían estado predicando por cerca de tres y medio años.

 Jesús va a restaurar el reino a Israel, y este reino será el Reino de Dios.   Pero entonces no era el momento.   Cuando {el vuelva del cielo, entonces se establecerá este reino.   

PORTUGAL: NUEVAS MEDIDAS DE AJUSTE

Por si las medidas anteriormente tomadas no hubieran sido suficientes, Portugal con nuevas medidas de ajuste tratará de seguir reduciendo su déficit y frenar su nivel de deuda. Ya que se ha fijado como objetivo a cumplir el reducir el déficit en un 3,7 % para 2013.

Una de las primeras y nuevas medidas que se han conocido es la de penalizar las pensiones que superen los 1.500 euros a través de lo que define como un impuesto o contribución especial explican desde el Gobierno portugués que implicará un impacto como los ajustes salariales entre trabajadores públicos, en un 5% de media hasta un máximo del 10%.

Sin dudas que los ciudadanos portugueses no la tomaran nada bien dada las anteriores medidas y en visto que no se ha logrado todavía acercarse al objetivo impuesto.

Las nuevas medidas conforman la actualización anual del “Programa de Estabilidad y Crecimiento”, vale recordar que en 2010 se han implementado fuertes ajustes siempre con el objetivo de reducir el déficit público, en 2010 fue del 7,3% y la previsión para cuando finalice 2011 es que se ubique en el 4,6%.

Este nuevo paquete de medidas de recortes viene de la mano del pedido de parte de la Unión Europea como la de Ángela Merkel, en la que solicitan que Portugal impusiera nuevas medidas. Además de que a Portugal más allá de servirles para lograr reducir el déficit también lograría de resultar, poder congraciarse con los mercados y volver a la confianza de la UE, además de alejar los fantasmas de un posible rescate de Portugal.

El anuncio de las medidas se da en momentos en que se producía la cumbre extraordinaria de la eurozona en Bruselas, que tenía como uno de los temas centrales el manejo de la crisis de la deuda soberana en países como Portugal.

Con las nuevas medidas se pretende lograr ajustes y reducir un 2,4% el gasto público (1,6%) para 2012 y del (0,8%) para 2013, además de incrementar en un 1,3% el nivel de ingresos del Estado (0,9%) para 2012 y (0,4%) para 2013.

También se busca que entre los años 2012 y 2013 reducir los costes en medicamentos y subsistemas públicos de salud, además de medidas de ajuste en la red escolar junto a una reducción drástica en gasto dirigido hacia beneficios sociales de característica no contributiva.

Reducción de costes en empresas públicas, lo que implica revisar lo referido a indemnizaciones compensatorias, así como los planes de inversión junto a los costes operacionales.

Se reducirán las transferencias estatales a las regiones que es como actualmente se divide administrativamente Portugal.

Congelación del índice por medio del que se calculan los impuestos, las pensiones y prestaciones sociales, durante el año pasado estaba fijado en 419,22 euros.

Actualización de los impuestos sobre el consumo, ajustes sobre el IVA, además de una serie de limitaciones sobre las deducciones fiscales en declaraciones de la renta y así como lo ha hecho España reforzar la lucha contra la evasión de impuestos.

La banca portuguesa también sufrirá medidas de ajuste, ya que los bancos portugueses deberán de reducir las necesidades de financiación, y a la vez mejorar su liquidez, junto a medidas internas para elevar su capital y una reestructuración de los mismos. Dentro del Programa de Reformas Estructurales, implementar la flexibilidad al mercado laboral y sacar de la crisis a los trabajadores en paro.

Imagen: directferries

LA BIBLIA NOS PROMETE QUE HEREDAREMOS LA NUEVA TIERRA DE JUSTICIA— ¡NO EL CIELO!

LA BIBLIA NOS DICE CUÁL SERÁ NUESTRO DESTINO FINAL SI SOMOS DE CRISTO:

Génesis 13:15: Porque toda la TIERRA que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre.

Génesis 13:17: Levántate, ve por la TIERRA a lo largo De ella y a su ancho; porque a ti la daré.

Génesis 15:18: En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta TIERRA, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates;

 Génesis 26:4: Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas TIERRAs; y todas las naciones de la TIERRA serán benditas en tu simiente,

Génesis 28:4: y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la TIERRA en que moras, que Dios dio a Abraham.

Génesis 28:13: Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la TIERRA en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.

Génesis 28:14: Será tu descendencia como el polvo de la TIERRA, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la TIERRA serán benditas en ti y en tu simiente.

Génesis 35:12: La TIERRA que he dado a Abraham y a Isaac, la daré a ti, y a tu descendencia después de ti daré la TIERRA.

Génesis 48:4: y me dijo: He aquí yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de naciones; y daré esta TIERRA a tu descendencia después de ti por heredad perpetua.

Salmos 25:13: Gozará él de bienestar, Y su descendencia heredará la TIERRA.

Salmos 37:3: Confía en Jehová, y haz el bien; Y habitarás en la TIERRA, y te apacentarás de la verdad.

Salmos 37:9: Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la TIERRA.

Salmos 37:11: Pero los mansos heredarán la TIERRA, Y se recrearán con abundancia de paz.

Salmos 37:22: Porque los benditos de él heredarán la TIERRA; Y los malditos de él serán destruidos.

Salmos 37:29: Los justos heredarán la TIERRA, Y vivirán para siempre sobre ella.

Salmos 37:34: Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la TIERRA; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.

Salmos 41:2: Jehová lo guardará, y le dará vida; Será bienaventurado en la TIERRA, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.

Salmos 72:19: Bendito su nombre glorioso para siempre, Y toda la TIERRA sea llena de su gloria.

Salmos 104:5: El fundó la TIERRA sobre sus cimientos; No será jamás removida.

Salmos 112:2: Su descendencia será poderosa en la TIERRA; La generación de los rectos será bendita.

Proverbios 2:21: Porque los rectos habitarán la TIERRA, Y los perfectos permanecerán en ella.

Proverbios 10:30: El justo no será removido jamás;  Pero los impíos no habitarán la TIERRA.

 Proverbios 11:31: Ciertamente el justo será recompensado en la TIERRA;  ¡Cuánto más el impío y el pecador!

Isaías 11:9: No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la TIERRA será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.

Mateo 5:5: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la TIERRA por heredad.

Mateo 6:10: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la TIERRA.

2 Pedro 3:13: Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y TIERRA nueva, en los cuales mora la justicia.

Apocalipsis 5:10: y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la TIERRA.

EL REINO DE DIOS EN LA TIERRA

«Y él envíe a Jesucristo, que os ha sido anunciada antes, que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de TODAS las cosas que Dios ha hablado por boca de sus santos profetas desde el principio del mundo.» Hechos 03:20 -21

«Después de esto volveré y reconstruirá el tabernáculo de David que ha caído, voy a reconstruir sus ruinas, y lo establecido, de modo que el resto de los hombres busque al Señor, aun los gentiles que se llaman por mi nombre , dice el Señor que hace todas estas cosas. « Hechos 15:16-17

«Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que nunca jamás se corromperá: y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará y consumirá todos estos reinos, y se permanecerá para siempre. « Daniel 2:44

Jesús, José y los Apóstoles

Jesús oró: «Venga tu reino» (Mateo 6:10), y se dice que José de Arimatea, «que  también esperaba el reino de Dios» Lucas 23:51. En los Hechos de los Apóstoles se dice muchas veces que, «anunciaba el evangelio del Reino de Dios.» (Hechos 8:12, 19:08, 20:25, 28:23) Si el Reino de Dios es algo importante en nuestra fe, entonces seguramente éste exige nuestra atención si queremos ser verdaderos discípulos. Jesús dijo: «Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todas estas cosas os serán añadidas.» Mateo 6:33

El original Reino de Dios

En los tiempos del Antiguo Testamento, la nación de Israel fue el Reino de Dios en la tierra, y se consideraba como tal, cuando el rey era piadoso y el pueblo era obediente a la ley de Dios. Este es el reino que los discípulos de Jesús se refieren en el momento de su ascensión, cuando dijeron: «Señor, ¿a restaurar el reino a Israel» Hechos 1:6

Así que la venida del Reino de Dios en la tierra es una restauración del reino original de Israel que no es otra cosa en las Escrituras que «el trono de David» o el «Tabernáculo de David» (Hechos 15:16-17 Ver; Amos 9:11-12)

Lo que tiene que ver el sufrimiento con esto

El reino es representado como objeto de sufrimiento en su núcleo actual. (Ver Mateo 11: 12; 2 Tesalonicenses 1:5) Esto significa que  los herederos del futuro Reino, conocidos como «los santos del Altísimo» (Daniel 7:18,22,27), no tienen ninguna autoridad presente. Se podría comparar a los discípulos de Jesús como «gobernantes en espera» que sufren por sus creencias presentes ahora, pero van a heredar el «reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo» Mateo 25:34, cuando Jesús venga. A continuación, serán, «… los reyes y sacerdotes para nuestro Dios, y reinaremos SOBRE LA TIERRA.» Apocalipsis 5:10

Próximamente en la tierra

El Reino de Dios, con la ventaja añadida de «autoridad», se establecer{a cuando Jesús regrese, «Porque debe él reinar hasta que haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies» 1 Corintios 15:25 Hablando del Rey Jesús, el profeta Jeremías dijo: «He aquí, el que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David una rama de la justicia, un rey reinará y prosperar, juicio y justicia en la tierra;. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado ahora este es el nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra. « Jeremías 23:5-6

Los objetivos del Reino de Dios

El primer objetivo del Reino de Dios es restaurar la paz mundial. (Ver Isaías 2:4, 32:17-18; Zacarías 9:10) 

Los objetivos siguientes implican la restauración de las necesidades espirituales y adoración de la gente (ver Isaías 2:2-3; Zacarías 14:16-17, Hechos 15:16-17) y luego de una restauración física del mundo que está sufriendo actualmente en el área del medio ambiente como nunca antes.

(Véase Isaías 35, 41:18-20, 51:3; Ezequiel 36:34-35; Amos 9:13-14, Joel 3:18, Zacarías 14:8-10) Jerusalén es representada como la capital política y la mayoría de importante es el centro mundial del culto en el siglo venidero. «En ese momento Jerusalén se llamará el Trono del Señor, y todas las naciones acudirán a ella.» Jeremías 03:17

(Ver Isaías 02:03, 62:1-2, 6-7; Zacarías 8:20-22)

Toda la Escritura se cita es de la RV

LA ESPERANZA DEL REINO EN LA CONGREGACIÓN PRIMITIVA

Por Yosef Aharoni

Copyright 1992, 2004

Primera impresión 1992
Segunda impresión 2004

Todos los derechos reservados.

En los círculos teológicos se discuten actualmente tres interpretaciones en cuanto al lugar donde estarán los santos durante el reino milenario del Mesías. Analíce esto tomando en cuenta la importancia que tiene la antigüedad de una creencia. Considere que la información sufre cambios a través de las épocas. Por lo tanto mientras más antigua sea una información más cercana estará a la fuente original.

1a. La primera interpretación, y la más antigua, dice que todos los salvados estarán con el Mesías en la tierra reinando sobre las naciones durante el reino milenario del Mesías. Esta es la interpretación más antigua, ha sido el entendimiento histórico del judaísmo en todas las épocas, y es el entendimiento de la gran mayoría de iglesias cristianas evangélicas.

2a. La segunda interpretación, surgida en los círculos adventistas de Norteamérica para el 1886, dice que todos los santos estarán en el cielo durante el Milenio realizando un juicio sobre los impíos, que para ese tiempo estarán todos en sus tumbas.

3a. La tercera interpretación, y la más reciente, dice que de entre todos los discípulos del Mesías sólo 144,00 irán al cielo para reinar desde allá con él sobre los asuntos de la tierra durante el Milenio (o durante tres años y medio).

En este estudio vamos a demostrar que la enseñanza evidente de las Sagradas Escrituras es la posición número uno, confirmada también por la historia del desarrollo de las doctrinas en la cristiandad.

¿QUE ESPERABAN LOS DISCIPULOS DEL MESIAS?

Cuando el Mesías estuvo en la Tierra de Israel con sus discípulos les hizo unas declaraciones sobre el futuro que podrían interpretarse de varias maneras, como la de Juan 14:1‑3. Por lo tanto era importante que antes de partir se reuniera con ellos para enseñarles más claramente a los discípulos el correcto entendimiento de sus declaraciones mesiánicas.

Poco antes del Mesías subir al cielo para ser entronizado como Rey de reyes en el año 33 E. C. estuvo por espacio de cuarenta días con sus discípulos explicándoles «las cosas concernientes al reino de Yahwéh» (Hechos 1:3). Es seguro que el Mesías les indicó a sus discípulos dónde estarían ellos durante el Reino mesiánico. Sin embargo al final de aquella última reunión los discípulos todavía entendían que el Reino le sería restaurado a Israel en la tierra. Por eso preguntaron: «Maestro,¿es AHORA cuando le vas a restaurar el reino a Israel (Hechos 1:6).

Note que ellos no preguntaron dónde habría de ser el Reino, pues ellos ya sabía que sería en Israel. Si hubieran estado equivocados en cuanto a esa expectativa Yahshua los habría corregido. Anteriormente les había dicho: «Estas cosas se las he hablado en parábolas; pero viene la hora en que no hablaré más en parábolas, sino que les manifestaré claramente las cosas del Padre,» (Juan 16:25). Y ahora que los volvía a ver no los iba a dejar con una idea errónea.

Ese era el momento de aclarar las cosas. Sin embargo, solamente les dijo: «No les toca a ustedes saber los tiempos y las fechas que el Padre ha puesto bajo su propia autoridad. » (Hechos 1:7). Lo único que les vedó saber fue la fecha de su venida, porque solamente el Padre la sabe,

¿Considera usted razonable que el Mesías resucitado hubiera dejado a los discípulos con la idea de una restauración física del Reino a Israel si eso hubiera sido una idea errónea? Esa expectativa de los Once concuerda perfectamente con el mensaje de Pablo en 1Corintios 11.

Algunos años más tarde se convirtió a la fe mesiánica un fariseo de Tarso llamado Shaúl, quien narra una experiencia interesante en el primer capítulo de su carta a los gálatas. En Gálatas 1:16 y 17 dice él que después de su encuentro con el Maestro no consultó con ninguno de los apóstoles anteriores sino que se fue a Arabia, y después regresó a Damasco.

Después de tres años subió a Jerusalem. Más tarde se fue a las regiones de Siria y Cicilia, donde se quedó CATORCE AÑOS. Al final de los catorce años subió a Jerusalem y habló privadamente con los dirigentes de la Comunidad Mesiánica y, después de oírlos, dice: «…pero no me impartieron nada nuevo,» (Gal. 2:6).

Durante esos catorce años Shaúl (Pablo) recibió revelaciones del futuro de la Comunidad Mesiánica y del mundo, de las que habla en sus cartas. Por lo tanto recibió aún más instrucción sobre el Reino mesiánico que los demás apóstoles. Y en todas partes, aún en la cárcel, se pasaba “predicando el mensaje del Reino,» (Hechos 28:3 l).

Considere esto: ¿No abundaría Shaúl (Pablo) en explicaciones sobre el Reino en el cielo si este hubiera sido un entendimiento nuevo para los discípulos? Recuerde que los discípulos heredaron del judaísmo su expectativa del Reino en la tierra.

De manera que si alguien entendió bien dónde va a ser el Reino y dónde van a estar los santos durante ese reino, ese es Shaúl (Pablo). Y él impartió su enseñanza a las Comunidades Mesiánicas primitivas mediante cartas.

Por eso es sumamente importante que analicemos lo que se dice en las cartas del apóstol Shaúl sobre el reino y la esperanza para el futuro. Porque lo que él enseña en sus cartas era la esperanza de la Comunidad Mesiánica primitiva, por lo menos hasta finales del siglo primero. Después de eso la Comunidad se corrompió y entró toda clase de enseñanzas distintas que los apóstoles no conocieron.

EL TESTIMONIO DE LOS ESCRITOS APOSTOLICOS

Sobre la esperanza de la restauración

El autor del libro «Hechos de los Apóstoles» nos dice que el apóstol Pedro (Shimón Kefá) estaba una vez en el Templo de Jerusalem y se puso a predicar un mensaje sobre el Mesías. Entre otras cosas, dijo en esa ocasión unas palabras que demuestran claramente cuál era la esperanza apostólica antes de la conversión de Sahúl:

«Así que arrepiéntanse y conviértanse para que queden borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de la presencia de Yahwéh, y que él envíe a aquel Mesías que de antemano se les había designado a ustedes, es decir, a Yeshúa. ES NECESARIO QUE EL CIELO LO RETENGA HASTA LOS TIEMPOS DE LA RESTAURACION DE TODAS COSAS, de la cual habló Yahwéh por boca de sus santos profetas de la antigüedad. (Hechos 3:19‑21.)

Note cuidadosamente: Si «es necesario que el cielo lo retenga» es porque está en el cielo. No está aquí ahora, como han creído algunos, porque el cielo lo retiene. Y que el cielo aún lo retiene es obvio porque todavía no se ha realizado la restauración de todas las cosas. Cuando el cielo deje de retenerlo, entonces volverá a la tierra.

Y note que Pedro llama a ese tiempo posterior al regreso del Mesías «la restauración de todas las cosas.» No es antes ni después del Milenio que el Mesías va a restaurar todas las cosas, sino durante el periodo de su reino milenario. Así que la esperanza que Pedro predicaba no era la esperanza de salir volando de este planeta para ir a vivir a las regiones etéreas del cielo, sino la «restauración de todas las cosas» en esta tierra al regreso del Mesías. Y esa restauración de todas las cosas la proclamaron antes los profetas hebreos en pasajes como Isayah 2:1‑5; 66:22‑24; Jeremíah 3:18,2 1; Zakaryah 14; y Malakíah 4:1‑3.

Considere esto: ¿A qué se refería Pedro con «la restauración de todas las cosas?” ¿Por qué no concuerda esa esperanza con la idea de que saldremos volando de este mundo para ir al cielo?

Sobre la esperanza de la redención del cuerpo

El rabí Shaúl nos habla de «la gloria que se va a revelar en nosotros» y de que la humanidad «espera que la liberten de la esclavitud de la corrupción para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Yahwéh.» Y el llama a esa liberación «la redención de nuestro cuerpo;» (Romanos 8:18,21,23.) En 2 Corintios 5:1 llama a nuestro cuerpo mortal presente, “nuestra casa terrestre,» y llama al nuevo cuerpo inmortal que nos dará el Mesías «el edificio de Yahwéh, una casa eterna hecha en los cielos. » En el verso 2 dice algo sumamente interesante; dice que «seremos REVESTIDOS de nuestra morada que viene del cielo;‑ si es que nos encontramos vestidos en ese día y no desnudos.»

Es claro que en sus metáforas del verso 2 «vestido» significa estar vivo, mientras que «desnudo» significa estar muerto. Él deseaba estar vivo («vestido») cuando regresara el Mesías. No deseaba ser «despejado» (morir) 4  sino más bien ser revestido para que lo mortal en nosotros quede absorbido por la vida”.  (Verso 4.)

Y en ese ser «revestidos» Pablo enseña claramente que «los que quedemos vivos hasta la venida del Maestro no nos adelantaremos a los que murieron Pues cuando el propio Maestro baje del cielo… los que murieron en el Mesías resucitarán primero; luego nosotros, los que hayamos permanecido vivos, seremos arrebatados en las nubes JUNTAMENTE CON ELLOS para salir al encuentro del Maestro en el aire,» (1 Tesalonicenses 4:15‑17).

Pablo no visualiza a unos creyentes reinando en el cielo mientras otros quedan en la tierra. Tampoco visualiza que los resucitados serán arrebatados al cielo al momento de la venida mientras que los demás serán arrebatados tres años después, como dicen otros. Todos serán arrebatados JUNTAMENTE para salir al encuentro del Maestro que viene a reinar.

Considere: ¿Cuándo será la reunión de los fieles con el Maestro? Note que todos se reunirán con él a la misma vez. Si un número de ellos se reunieron con él en el 1914, como enseñan algunos, mientras que hay ahora mismo otros que no se han reunido con él, ¿no es esto una contradicción?

En el pasaje de 1 Corintios 51:35‑55 Pablo discute lo relativo a la naturaleza de la «morada» o «casa» hecha en el cielo y que se nos va a dar cuando venga el Mesías: el cuerpo inmortal. La pregunta de Pablo es: «¿Con qué clase de CUERPO saldrán?» (Verso 35.) Por medio de comparaciones establece que hay dos clases de cuerpos: «…hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres, » (verso 40). Al cuerpo incorruptible de la resurrección (verso 42) lo llama cuerpo espiritual» en el verso 45. Porque «así como hemos llevado la imagen del [hombre] terrenal [Adam], llevaremos también la imagen del [Hombre] celestial [Yeshúa].»

¿Y cómo es ese cuerpo espiritual? Igual al que tenía Yeshúa después de resucitar de entre los muertos, porque, como dice Pablo, «él transformará nuestro vil cuerpo para que sea semejante a su cuerpo glorioso, (Filipenses 3:2 1). Miryam la magdalena lo tocó, por lo que él tuvo que decirle: «No me sigas tocando, que todavía no he subido donde el Padre;» (Juan 2017).

Considere esto: ¿Cómo sabemos que el cuerpo de los que resuciten para el Reino será un cuerpo de carne y hueso, aunque inmortal?¿No iban a ser Adam y Eva inmortales si no hubieran pecado, aunque eran de carne y hueso?

Algunos enseñan que Yeshúa resucitó como un espíritu, que ya no tiene un cuerpo físico como antes. Los discípulos tocaron a Yeshúa cuando se les apareció en Jerusalem. Cuando le vieron «pensaban que estaban viendo un espíritu». (Lucas 24:3 8.) Pero Yeshúa, que nunca mintió ni engañó a nadie, les dijo: «Miren mis manos y mis pies, que soy yo mismo; pálpenme y vean, porque un espíritu no tiene CARNE Y HUESOS como ustedes ven que yo tengo.» (Versos 39 y 40). Y hasta comió delante de ellos. (verso 43).

Los que conocen los modismos hebreos saben que la expresión «carne y huesos» se usa para denotar un cuerpo material, mientras que «carne y sangre» es una expresión distinta, un hebraísmo que significa «persona mortal.» El cuerpo del resucitado Yeshúa no es mortal (carne y sangre) pero sí es un cuerpo material (carne y hueso). Esto es evidente en la Escritura.

Si la esperanza de los apóstoles hubiera sido ir al cielo sus escritos estarían llenos de alusiones a esa entrada al cielo y a una vida en las regiones celestiales. Pero lo que encontramos es una abundancia de alusiones al regreso del Maestro a la tierra, y a la vida eterna con él. En la carta a Tito (2:13) Pablo habla de que estaban «aguardando la feliz esperanza: la manifestación del Mesías Yeshúa, gloria del gran Poderoso y Salvador nuestro,» (Nueva Biblia Española). Y en Tito 3:7 habla de la «esperanza de una vida eterna.» Ni rastros de la idea de que irían al cielo. Al contrario, cuando Pedro habla de la vida eterna, representada por una corona, habla de ella como algo que baja a la tierra.

Note esto: «…una esperanza viva… para obtener una herencia incorruptible… herencia que está guardada en los cielos para ustedes… la salvación que está lista para revelarse en el tiempo final. (1 Pedro 1: 3‑5.) «Por lo tanto… tengan su esperanza puesta completamente en el favor QUE SE LES TRAERÁ en el tiempo cuando se revele Yeshúa el Mesías”; (Verso 13.)  Es claro en este pasaje que la salvación, la vida inmortal, no tendremos que ir a buscarla al cielo sino que se nos traerá acá a la tierra. El Maestro mismo dijo: «Miren que vengo pronto y traigo conmigo el galardón para recompensar a cada uno según sea su obra,» (Revelación 22:12).

Considere esto: ‑¿Qué indica el hecho de que en los escritos apostólicos haya una notable ausencia de referencias a una esperanza de ir a vivir al cielo.

Pedro también habla de que se nos dará «amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Soberano y del Salvador Yeshúa el Mesías,» (2 Pedro 1: 1 l Nueva Biblia Española). ¿Se menciona en otra parte ese mismo reino con palabras semejantes, y se nos dice en qué consiste ese reino? Sí, en Revelación 11: 15 se dice que al tocar la séptima trompeta, la última, «se oyeron grandes voces en el cielo que decían: ‘EL REINO DEL MUNDO ha venido a ser EL REINO DE NUESTRO SOBERANO Y DE SU MESIAS.»

¿Se da cuenta? «El reino del mundo pasa de manos de Satán a manos de Yahwéh y del Mesías Yeshúa. No se trata de un reino en el cielo sino «el reino del mundo. » Lo mismo que había dicho el profeta Daniel, que “el reinado y el dominio y la grandeza que pertenece a todos los reinos debajo del cielo se les dará al pueblo de los santos del Altísimo;» (Daniel 7:27). “Debajo del cielo” significa obviamente sobre la tierra.

Considere esto: ¿Dónde se encuentra actualmente el reino que va a pasar a ser el reino de Yahwéh y de su Mesías? ¿No se refiere a los gobiernos actuales que dominan sobre las naciones de la tierra?

LA RECOMPENSA

Yeshúa dijo que cuando venga traerá consigo la recompensa de cada uno. Algunos han creído que esa recompensa es ira morar al cielo. Pero ¿qué dice la Escritura? El Sabio Salomón enseñó que el justo será recompensado EN LA TIERRA pero que los malvados serán eliminados de ella (Proverbios 10:3 0 y 11: 3 1)

De manera que cualquiera que sea la recompensa será otorgada aquí en la tierra. En Hebreos 11:26,40 se nos aclara cuál es la recompensa. En el verso 26 dice que Moisés «tenía su vista puesta en LA recompensa. » Y en el verso 40, hablando de todos los santos que murieron en el pasado, dice: «Pues Yahwéh había preparado algo mejor para nosotros y no quiso PERFECCIONARLOS aparte de nosotros.»

De manera de LA RECOMPENSA consiste en SER PREFECCIONADOS. ¿Se da cuenta? Si Yahwéh no quiso perfeccionar a Moisés ni a Enoc antes de nosotros, ¿por qué habría de perfeccionar a Pedro o a Juan o a cualquier otro antes de nosotros?

Considere esto: ¿Han recibido algunos ya la recompensa prometida?¿Cuál es esa recompensa?

LA HERENCIA

No hay que confundir la recompensa con la herencia. La recompensa claramente es la inmortalidad, la perfección. Esa recompensa la recibiremos instantáneamente en el momento de la resurrección de los muertos en el Mesías y la transformación de los que queden vivos para su venida. La herencia, sin embargo, es otra cosa. Veamos qué tiene que decir la Escritura sobre la herencia de los salvados:

A. Yahwéh creó esta tierra para ser la morada eterna de su creación humana. No creó al hombre como los ángeles para habitar en el cielo. «Los cielos pertenecen a Yahwéh, pero la tierra la entregó al hombre.» (Salmo 115:16). «Él hizo… a todas las naciones de los hombres, para que habitaran sobre toda la faz de LA TIERRA; y les ha fijado… los límites de su habitación.» (Hechos 17:26).

B. La promesa de la tierra restaurada a una perfección edénica no es para unos pocos de los justos sino para todos los justos. «Y tu pueblo, todos ellos justos, poseerán LA TIERRA para siempre.» (Isayah 60:2 1.

C. Al contrario de lo que creen algunos, los que serán quitados de la tierra no son los justos sino los impíos. «El justo nunca será removido; el malvado no habitará LA TIERRA.» (Proverbios 10:30)

D. La Escritura enseña claramente que los salvados serán reyes y sacerdotes para ejercer su reinado en la tierra. «Y los has hecho un reino de sacerdotes para nuestro Poderoso; Y REINARAN SOBRE LA TIERRA.» Ese reinado sobre la tierra no puede referirse a un tiempo después del Milenio porque según Revelación 20:4‑6 se especifica claramente que el reinado de los santos con el Mesías se limita a 1,000 años. Entonces, según nos dice Pablo: «Después viene el fin, cuando él ENTREGARA EL REINO AL PODEROSO Y PADRE SUYO, después de haber destruido todo dominio, y toda autoridad y poder. Porque el Mesías tiene que reinar hasta que ponga a sus enemigos bajo sus pies… entonces el mismo Hijo se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas; para que Yahwéh sea el único en todo,» (l Corintios 15:24‑25,28). Ese será el reino eterno del Padre Soberano.

Considere esto: ¿Cuál es la herencia prometida a los Hijos del Altísimo? ¿Qué dominios va a destruir el Mesías durante su reino si ese reino va a ser en el cielo? ¿Cómo muestra Pablo que el dominio del Mesías como soberano tiene un límite de tiempo?

¿CIUDADANIA EN EL CIELO?

Pablo dijo: «Nosotros en cambio, tenemos nuestra ciudadanía en los cielos.» (Filipenses 3:20). Y algunos concluyen que eso significa que los salvados, o algunos de ellos, irán a vivir al cielo. Sin embargo no prestan atención a la última parte del verso: «… de donde también esperamos al Salvador, el Maestro Yeshúa el Mesías.» La pregunta lógica es: ¿Por qué Pablo no dijo: » a donde también iremos a reunirnos con el Salvador»? Es evidente que Pablo nunca tuvo en mente esa idea moderna de ir al cielo. Lo que estaba en su pensamiento obviamente era la idea de que el Salvador vendría otra vez a la tierra a entregarnos esa ciudadanía divina que se nos reserva actualmente en el cielo.

Entonces, ¿qué significa tener la ciudadanía en los cielos? Las Escrituras se explican por sí mismas. En Lucas 10:20 el Maestro Yeshúa dijo: «No se alegren por esto, porque los espíritus se someten a ustedes, sino regocíjense porque sus nombres están escritos en el cielo.» Y Pablo dijo: «Ustedes se han acercado al Monte Sión, a la ciudad del Poderoso vivo, la Jerusalem celestial,… y a la asamblea de los primeros conversos inscritos en los cielos…»

El punto es este: cuando uno se convierte al Mesías, su nombre se registra en los cielos, en la Jerusalem celestial. Y al tener su nombre registrado en el cielo uno se hace ciudadano del cielo. Nadie puede negar eso; somos ciudadanos del cielo. Pero eso no significa que vamos a ir a vivir al cielo. De hecho, la Escritura dice todo lo contrario, dice que nuestra morada celestial bajará a esta tierra para ser nuestra morada eterna.

Considere esto: ¿Qué significa tener una ciudadanía en el cielo?¿No tenemos esa ciudadanía ahora mismo aunque estamos en la tierra?

Abraham esperaba «la ciudad de verdaderos fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Yahwéh,» (Hebreos 11: 10). Pero Abraham no subió al cielo a recibir esa herencia, porque él esperaba lo que describió Juan: «La santa ciudad, la Nueva Jerusalem, QUE BAJABA DEL CIELO, procedente de Yahwéh.» Ahora bien, los que dicen que esa ciudad representa a los 144,000 que tendrán su morada eterna en el cielo, ¿cómo explican la bajada de la ciudad a la tierra? Según la descripción de Juan la ciudad bajará para quedarse aquí. Según la interpretación de los que ubican a los 144,000 en el cielo,¿cuándo bajarán los 144,000 del ciclo para quedarse aquí? (Si es que alguna vez van allá).

Considere esto: Algunos dicen que la ciudad que Juan vio en el cielo es el grupo de 144,000 que va reinar supuestamente en el cielo con el Mesías. Pero Juan dice que vio la ciudad que bajaba a la tierra. ¿No es eso una contradicción?

YESHUA EL PRECURSOR

Algunos han elaborado la teoría de que, como Yeshúa es nuestro «Precursor», y un precursor es uno que se adelanta a entrar a un lugar donde otros entrarán después, entonces nosotros entraremos al cielo después de él. Es cierto que Pablo dice que Yeshúa entró al cielo como nuestro precursor. Pero ¡es que nosotros ya entramos al cielo tras Yeshúa! Considere esto: La «poderosa fuerza [de  Yahwéh] obró en el Mesías cuando lo levantó de entre los muertos, y LO SENTO A SU DIESTRA EN LAS REGIONES CELESTIALES,» ‑Efesios 1:20. (Note la frase en letras mayúsculas.) De la misma manera «nos dio vida juntamente con el Mesías… y nos levantó juntamente con él, Y NOS HIZO SENTAR CON EL EN LAS REGIONES CELESTIALES, MEDIANTE EL MESIAS YESHUA» (24‑6).

Considere esto: ¿Qué significa «precursor?” ¿Entramos ya con Yeshúa a la presencia del Padre en el Lugar Santísimo, o no estamos todavía en la presencia del Padre?

De manera que nosotros ¡ya estamos delante del Padre en los cielos! Eso no es algo futuro, es una realidad presente. En ningún lugar dice que Yeshúa es el camino para ir a un lugar que se llama «cielo.» Pero sí dice que él es el camino al Padre (Juan 14:4‑6). Y ya estamos con el Padre, delante de su presencia. «Ya ustedes no son extranjeros ni peregrinos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Yahwéh.» (Efesios 2:19). No tenemos que esperar ir al cielo en un futuro para estar delante del trono del Padre; ya nos hemos «acercado confiadamente al trono de la gracia,» (Hebreos 4:16.)

Es cierto que Yeshúa entró como precursor al Santuario, pero entró allí «por» nosotros (Heb. 9:24), es decir, «en lugar de nosotros.» Y nosotros hemos entrado ya al Lugar Santísimo tras él. (Heb. 10: 19.) Cuando el sumo sacerdote hebreo entraba al lugar santísimo una vez al año, eso se contaba como si todo el pueblo hubiera entrado. Por eso, si el sumo sacerdote llegaba a ser destruido por la presencia de Yahwéh, todo el pueblo moría también. Así Yeshúa entró al Lugar Santísimo celestial en lugar de nosotros, y eso se cuenta como si todos hubiéramos entrado literalmente con él, tal como sucedía con el pueblo de Israel en el antiguo Templo de Jerusalem.

En cuanto a que el cielo sea la morada de Yahwéh donde nos reuniremos al fin con él, no es exacto decir que Yahwéh vive en el cielo, como si se tratara de un lugar limitado en el espacio exterior. Yeshúa mismo dijo que «el cielo es el trono de Yahwéh,» y «la tierra es el apoyo de sus pies,» (Mat. 5:34). De manera que esta tierra es parte de la morada de Yahwéh, es «donde apoya sus pies,» el primer cielo. Estamos a sus pies. El centro de su gobierno parece estar en el tercer cielo. Pero su presencia llena todos los cielos, y en cualquiera de ellos estamos en su presencia.

Considere esto: ¿En cuál de los tres cielos vivimos nosotros? ¿Es este cielo parte de la morada de Yahweh? Si es así entonces ya estamos en el cielo con él. Lo que falta es que sean restauradas todas las cosas mediante la obra del Reino milenario del Mesías sobre la tierra.

RESUMEN

Hechos 3:19‑21 ‑ Los primeros creyentes esperaban la restauración de la tierra.

Rom. 8:18‑23 ‑ Esperaban la redención del cuerpo, no que se eliminara.

1 Cor. 15:51‑53 ‑ Esperaban el cambio de un cuerpo mortal a un cuerpo inmortal.

1 Tes. 4:14‑17 ‑ Esperaban la resurrección del cuerpo y la reunión con Yeshúa.

Tito 2:13 ‑ La bendita esperanza no era ir al ciclo sino la aparición de Yeshúa.

Tito 3:7 ‑ La esperanza de los creyentes es tener vida eterna.

1 Ped. 1: 3,4,13; 5:4 ‑ La corona de la vida se nos traerá a la tierra.

2Ped. 1: 10, 11 ‑ La meta es la entrada a Su reino no al cielo etéreo.

Heb. 11:26,40 ‑ La recompensa es ser hechos perfectos, no un viaje espacial.

Rev. 22:12 ‑ La recompensa bajará a la tierra con Yeshúa cuando él venga.

Sal. 115:16: Prov. 10:30; Prov. 10:30; Prov. 10:30; Prov. 10:30 ‑La herencia prometida en las Sagradas Escrituras a todos los santos de todas las épocas en todo los lugares es la tierra como morada eterna y perfecta. (La idea de que la tierra es mala se origina en la filosofía platónica pagana.)

Fil. 3:20; Prov. 10:30; Prov. 10:30 – Tener la ciudadanía en los cielos significa tener nuestros nombres registrados en los libros del cielo, no que el cielo sea nuestra morada.

Heb, 11: 10 ‑ Abraham buscaba y esperaba una ciudad real.

Rev. 21:2, 9‑10 ‑ Esa ciudad bajará  cielo en el Milenio.

Mat. 5:3 4 ‑ Yahwéh vive en todo el cielo, no en una sola ciudad.

Juan 14:4‑6 ‑ Yeshúa es el camino al Padre, no al ciclo.

Efe. 1:20 ‑ En él ya fuimos al Padre y estamos sentados con él en las regiones celestiales.

Efe. 2:5,6 ‑ Ahora mismo estamos delante de la presencia del Padre.

Efe. 2:19 ‑ Ya no somos extranjeros sino ciudadanos, ahora mismo.

Heb. 4:16 ‑ Ahora estamos ante el trono del Padre en el Santuario.

Heb. 10: 19,20 ‑ Yeshúa entró como precursor «por nosotros «.

Heb. 10:22 ‑ Nosotros entramos con él ya, como entraba Israel en el Santuario.

EL REINO DE DIOS NO ES LA IGLESIA DE CRISTO

¡He Aquí las 12 Evidencias Contundentes 

Por: Mario A Olcese (Apologista)

 

Pregunta #1:

¿No dijo Jesús que su reino vendría en pocos días cuando dice: “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder?” (Marcos 9:1).

Respuesta:

Este pasaje de Marcos 9:1 tiene su paralelo en Mateo 16:28. El apóstol Mateo registra estas palabras de Jesús así: “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre venido en su reino.” Aquí Mateo asocia la venida del reino con LA VENIDA de Jesús, la cual era aún la “bendita esperanza” para Pablo (Tito 2.13).

Algunos suponen que el reino se inauguró en Pentecostés (33 E.C), al bajar el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego sobre los creyentes. No obstante, esta hipótesis es errada, puesto que en Pentecostés MUCHOS (no ‘algunos’) fueron testigos de la venida del Espíritu Santo (no del Jesús glorioso). Recuérdese que Jesús dijo que sólo ALGUNOS de los suyos verían el reino venido con poder. Sólo algunos privilegiados. En Pentecostés, en cambio, TODOS los discípulos estaban reunidos en el aposento alto (Hechos 1:12,13; 2:1-4). Es clarísimo que Marcos 9:1 y Mateo 16:28 NADA tienen que ver con Pentecostés del año 33 E.C.

Lo cierto es que esta promesa se cumplió seis días después cuando “Jesús tomó a Pedro, Jacob y Juan, y los llevó aparte a un monte alto, y se TRANSFIGURÓ DELANTE DE ELLOS; y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.” (Mateo 17:1-3).

Nótese que aquellos “algunos” fueron Pedro, Jacobo y Juan, quienes vieron la “venida del reino y la gloria del Rey” (2 Pedro 1:16). No obstante, esta fue una visión de una gloria aún mayor que vendrá con Cristo en su segunda venida a la tierra. Para ese entonces Jesús dirá a sus escogidos: “Venid, benditos de mi Padre: Heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mateo 25:31,34).

En Lucas 19:11-27 Jesús pronuncia la Parábola de las Diez Minas, la cual es muy interesante e informativa. Pero: ¿Por qué Jesús pronunció esta parábola a sus discípulos? La respuesta es sorprendente, y la descubrimos en el versículo 11: “por cuanto estaba (Jesús) cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino se manifestaría INMEDIATAMENTE.” ¡Aquí está la razón! Los seguidores de Jesús pensaron erradamente que el glorioso reino de Dios se establecería inmediatamente. Entonces Jesús pasa a decirles que antes que se establezca su reino, él tiene que ir al cielo a recibir un reino y volver (verso 12). Pero Cristo aún no ha vuelto, por tanto el reino no ha sido establecido aún. Además, Jesús dice que ese esperado reino se hará realidad para él y su iglesia sólo en su parusía o segunda venida al mundo (Mateo 25:31,34). Por eso Pablo irónicamente se burla de aquellos cristianos que creían que estaban reinando sin Cristo, diciendo: “Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y OJALÁ reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!” (1 Corintios 4:8). ¡Y esto fue escrito por Pablo varias décadas después de Pentecostés!

Pregunta #2:

¿No es la profecía de Daniel 2:44 una prueba definitiva de que el reino de Dios se estableció durante el apogeo del imperio romano?

Respuesta:

El pasaje de Daniel 2:44 dice: “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.” Ahora bien, notemos que Daniel señala que “en los días de estos reyes” el reino sería establecido en la tierra. Sí, el reino se establecería cuando DIEZ REYES CORONADOS Y EN SU PODER APARECIERAN EN LA HISTORIA de Roma. No obstante, cuando cierto grupo de cristianos llamados “amilenialistas” nos dice que ello ocurrió en el año 33 E.C, no saben cómo explicar quiénes eran esos 10 reyes en pleno poder y mando en Roma. Simplemente han dicho que eran 10 césares romanos. Pero Roma no tuvo 10 césares romanos sino ¡VEINTE! Esto es muy significativo. Además, nunca hubo 10 emperadores o césares romanos gobernando SIMULTÁNEAMENTE. Nótese nuevamente que dice “en los días de estos reyes”. La profecía es clara. El reino de Dios se establecería cuando aparecieran diez reyes o gobernantes en pleno poder en Europa. No obstante, cuando se produjo el Pentecostés del año 33 E.C, el gobernante o césar romano de turno era TIBERIO. Sus antecesores ya estaban muertos, y sus sucesores estaban todavía  jóvenes o no habían aún nacido. Es claro que sólo hubo un césar romano cuando bajó el Espíritu Santo en Pentecostés—¡No 10!

Daniel 7:7,8 nos revela, además, que de entre los “diez cuernos” (=diez dedos de Daniel 2:44) salió un undécimo cuerno, delante del cual son arrancados tres cuernos.. ¿Diremos que el césar romano #11 vio cómo derrocaban—-simultáneamente—a otros TRES césares romanos?¿Tenemos acaso alguna información histórica de que esto efectivamente ocurrió durante el apogeo o decadencia del imperio romano?¿Dónde está el documento? Que sepamos, Roma nunca tuvo 3 césares reinando juntos y que fueran derrocados por otro césar usurpador.

Ahora bien, supongamos por un instante que el reino se estableció en el primer siglo, durante el apogeo de Roma. ¿Destruyó ese “reino” (= “iglesia de Cristo”) a 10 reinos y reyes existentes y los consumió? Recordemos que Daniel 2:44 dice que ese “reino celestial” destruye y consume a 10 reinos existentes (representados por los diez dedos de los pies de la imagen colosal que soñó Nabuconodosor). Que sepamos, ningún reino del primer siglo destruyó a otros 10 reinos y sus reyes, y menos, la iglesia de Cristo naciente. Los césares romanos murieron asesinados o de muerte natural, pero ninguno de ellos por acción de la iglesia militante, o  por la intervención de algún nuevo imperio. El imperio romano cayó por su propia decadencia moral y social, unos 400 años después de que se estableciera la iglesia del Señor. Sólo cuando ya no quede ‘rastro alguno’ de estos reinos, la profecía se habrá cumplido (Leer Daniel 2:35). Pero todavía existe Roma y sus ruinas antiguas, así como muchas otras. Que sepamos, no hay registro alguno de la desaparición SIMULTÁNEA de 10 reinos y reyes en el primer siglo, ni en el segundo, ni en el tercero, ni hoy.

Finalmente, si por “reino” ha de entenderse “La Iglesia Cristiana”, entonces los otros 10 reinos destruidos ha de entenderse como “10 iglesias destruidas”. Pero, ¿destruyó la iglesia de Cristo naciente a otras 10 iglesias existentes en el primer siglo? ¡Jamás! Al contrario, la iglesia naciente fue fuertemente perseguida y diezmada por Roma hasta el siglo IV. Recién con el emperador Constantino (Siglo IV) la iglesia pudo respirar aires de libertad y paz.

Pregunta #3:

¿No dijo Jesús en Lucas 17:20,21 que su reino “está entre vosotros”? ¿No prueban estas palabras suyas que el reino estuvo presente en el primer siglo?

Respuesta:

Lucas 17:20,21 dice así: “El reino no vendrá con advertencia, ni dirán helo aquí, o helo allí, porque he aquí que el reino está entere vosotros.” Si lo que Jesús dijo era que el reino estaba ya establecido en la tierra durante su ministerio, entonces éste no llegó el 33 E.C sino ANTES. Recordemos que Jesús aún estaba cumpliendo su misión redentora entre los suyos, y ni siquiera había mencionado la futura llegada del Espíritu Santo en Pentecostés. ¿Creerán los “amilenialistas que el reino vino ANTES del Pentecostés del año 33 E.C?

Ahora bien, en Lucas 21:25,31 Jesús afirma que ANTES de la venida del reino habría “señales” en el sol, la luna y las estrellas (Lucas 21:25). Luego Jesús dice: “Cuando veáis que suceden estas cosas (las señales), sabed QUE ESTÁ CERCA EL REINO DE DIOS” (verso 31). Me pregunto: ¿Se contradice nuestro Señor? En el capítulo 17 de Lucas dice que el reino vendrá sin advertencia (sin “señales”) pero en el capítulo 21 dice lo contrario. Sin duda Lucas 17:20,21 no debe ser tomado a la ligera.

Hugh J.Schonfield, en su libro “El Complot de Pascua” dice algunas verdades indiscutibles. En la pagina 147 de su libro comenta este pasaje de Lucas 17:20,21 así: “…dijo a los fariseos que el reino no vendrá permaneciendo ociosos, en espera de signos. El reino de Dios estaba justo a su lado, delante de sus narices, listo para aparecer sólo con que ellos quisieran cumplir las condiciones que lo inaugurarían. Estad vivos, insistía Jesús. El objetivo no se alcanzará mediante una adormilada asociación con él.”

Hans Conzelmann: En su libro “La Teología de San Lucas”, página 147 comenta este pasaje de Lucas 17:20,21 así: “La declaración principal no es que el reino está viniendo, sino que el reino está siendo predicado por Jesús y hecho manifiesto en su ministerio. La “venida” en si misma pertenece al futuro, y está separada por un largo intervalo de su manifestación.” (Pág. 180).

Finalmente podemos decir que Cristo, como Rey del reino de Dios, fue el más importante y esencial de sus partes componentes; y usando un lenguaje llamado SINECDOQUE (el acto de recibir, describe la figura por la que un vocablo recibe de otro algo, por estar asociado con él mediante alguna conexión, como cuando se toma la parte en lugar de todo y viceversa) él pudo muy bien decir que el reino, representado por él mismo, ya estaba verdaderamente entre los fariseos. No obstante, el reino escatológico aún no se establecería en la tierra durante su ministerio en Israel.

Pregunta #4:

¿No dijo Jesús que el reino había llegado cuando expulsaba a los demonios? (Lucas 11:20).

Respuesta:

En Lucas 11:20 Jesús dice: “Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.” Aquí nuevamente vemos un reino que “ha llegado” antes de Pentecostés. Es un reino que se manifiesta por el hecho de la expulsión de los demonios de los poseídos. Jesús asocia la “venida” del reino con la atadura de los demonios, y con su arrojamiento (Mateo 10:1; 1 Juan 3:8). Pues bien: ¿No es esto lo que exactamente va a hacer nuestro Señor con Satanás y sus demonios justo antes de inaugurar su reino milenario? (Leer Apocalipsis 20:1-3). Por eso, cuando Jesús y sus apóstoles ataban a los demonios, daban a saborear un poco—por así decirlo— la presencia benefactora del reino futuro en su ministerio terrestre. El reino de Cristo significará la liberación humana de las garras satánicas, y el inicio de una nueva existencia en Cristo.

Pregunta # 5:

¿Por qué dice usted que el reino está relacionado con el pueblo judío si éste rechazó a su Mesías?¿No dice Jesús que el reino le sería quitado a Israel y dado a los no judíos, según Mateo 21:43?

Respuesta:

En este texto NO se dice que el reino le sería quitado a Israel para siempre. En Romanos 11:11,12 el apóstol Pablo dice que la transgresión de los judíos trajo la riqueza a los gentiles. No obstante, el apóstol luego pasa a decir que la futura restauración del pueblo judío—y con  él su reino—se traducirá en mayores bendiciones para los no judíos (gentiles).

El apóstol pasa a decir también que “algunas ramas (no todas) fueron desgajadas del buen olivo” las cuales fueron reemplazadas por otras ramas injertadas de un olivo silvestre (Romanos 11:17). Luego Pablo dice que las “ramas silvestres” (gentiles) no deben enorgullecerse de haber sido injertadas dentro del buen olivo, pues no son las ramas (gentiles) las que sostienen al olivo (la nación judía), sino el olivo bueno y su raíz a las ramas injertadas  del olivo silvestre (v.18). Finalmente Pablo dice, en el verso 24, que Dios injertará nuevamente a las ramas naturales del “buen olivo” si se arrepienten. Ahora bien, hubo muchos judíos que permanecieron fieles a Dios, los cuales no fueron desgajados del buen olivo. Por ejemplo: Todos los apóstoles, sus discípulos hebreos en Jerusalén y de la diáspora, etc. Ellos no fueron cortados, pertenecían al pueblo original de Dios. Sólo los infieles fueron cortados para luego ser reemplazados por los gentiles convertidos. Estos gentiles convertidos se unen al pueblo elegido de Dios (“buen olivo”), y se nutren igualmente de su rica savia (las promesas hechas a los padres hebreos). Decir que Dios rechazó totalmente a su pueblo original, significa que las ramas injertadas no tienen la rica savia del buen olivo como fuente de sostenimiento, y esto entonces quiere decir: Desesperanza y la muerte.

Pablo les dice a los gentiles de Efeso lo siguiente: “Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne…estabais sin Cristo, alejados de la CIUDADANÍA DE ISRAEL y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos ( a la ciudadanía de Israel) por la sangre de Cristo.” (Efesios 2:11-13). Aquí Pablo aclara más el asunto. Los gentiles ahora están dentro de la ciudadanía de Israel, el antiguo pueblo Dios, por medio de Cristo. Ahora los gentiles, como los judíos elegidos, tienen la oportunidad de beneficiarse de los pactos de la promesa (“la rica savia del olivo”). Ahora los gentiles injertados a la nación de Israel (el pueblo de Dios) son conciudadanos de esa nación de Dios, y ya son miembros de la familia de Dios, y herederos de Sus promesas. Hay pues un solo Señor, una sola fe, una sola esperanza de nuestra vocación (Efesios 4:4). Decir que la esperanza de los fieles hebreos es distinta a la de los fieles de la Iglesia, es una tesis que no encuentra su apoyo en la Biblia. Pero también es un grave error decir que Dios rechazó para siempre a su pueblo al cual desde mucho antes conoció. Dice Pablo sobre este punto así: “Digo, pues: ¿Ha rechazado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. NO HA DESECHADO DIOS A SU PUEBLO, AL CUAL DESDE ANTES CONOCIÓ…” (Romanos 11:1,2). Así que aunque los amilenialistas digan que Dios rechazó al pueblo elegido Judío, Pablo dice que NO. Y aunque a algunos les duela, “la salvación viene de los Judíos” (Juan 4:22)—¡Y lo dijo el judío Jesús!

Si el reino del rey David dejó de existir para dar paso a un “reino espiritual y celestial”, ¿por qué los mismos discípulos de Jesús le preguntaron, momentos antes de su ascensión al Padre: “…Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” (Hechos 1:6). Insistir en un reino monárquico en Israel por parte de los discípulos hubiera sido una testarudez, si es que en verdad Cristo abolió para siempre esa esperanza mesiánica. Pero Jesús no los reprende diciéndoles algo así como: “Me sorprende que me pregunten eso si ya les enseñé que mi reino es espiritual y celestial”. Pero Jesús no les dice eso o algo similar. Lo que les dice es que  “no os toca  saber los tiempos y las sazones, que el padre puso en su sola potestad” (v.7). Lo que preguntaron los discípulos era correcto y válido, y no una tontería como algunos teólogos han sostenido. No creo que todos los discípulos de Jesús hayan sido malos alumnos como para entender mal lo enseñado por él acerca el reino, en esos 40 días que estuvo en privado con ellos, después de su resurrección (Hechos 1:3). Jesús mismo valida la pregunta contestando que sólo Dios sabe el tiempo cuándo será restaurado el reino davídico a los israelitas. La pregunta era correcta, pero el tiempo sólo lo sabe Dios.

Pero los hermanos amilenialistas se olvidan lo que el profeta Ezequiel dijo concerniente al reino monárquico en Israel. En primer término, el último rey que tuvo la dinastía de David fue SEDEQUÍAS, quien fuera derrocado por Nabuconodosor allá por el año 587 A.C. Desde esa fecha hasta hoy la dinastía y el reino de David quedaron suspendidos en el tiempo. Pero nótese que el profeta Ezequiel afirma que la corona y la tiara se le dará a un varón que tiene el derecho a tomarlos (21:25-27). En Hechos 2:29,30 el apóstol San Pedro revelará que Jesucristo es aquel varón que se sentará en el trono del reino de David. El evangelista Lucas dice que Jesucristo recibirá “el trono de David su padre, y reinará sobre la casa (nación) de Jacob (Israel)  para siempre” (Lucas 1:31-33). Los que dicen que el trono de David está el cielo, están mintiendo. Lo cierto es que ni David, ni ninguno de sus sucesores, estuvieron reinando en el cielo sobre el pueblo de Israel. La Biblia es clara cuando nos dice que David reinó 33 años en Jerusalén, y 7 en Hebrón (1 reyes 2:11).

Pregunta #6:

¿Puede usted demostrar que el reino de Dios se establecerá en Jerusalén, y que Cristo tendrá su trono en esa ciudad?

Respuesta:

En primer término, el reino de Dios era el reino de David. En 1 Crónicas 28:5 leemos: “Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón PAR QUE SE SIENTE EN EL TRONO DEL REINO DE JEHOVÁ (DIOS) SOBRE ISRAEL.” Aquí está la prueba de que “el trono de David” en Israel era EL REINO DE DIOS. Pero, ¿Dónde reinó David, Salomón, etc? ¡En Jerusalén! Eso lo vimos en la pregunta anterior.

Otro texto interesante que prueba que el “reino de David” era “el reino de Dios” está en 2 Crónicas 13:5,8 que dice: “¿No sabéis vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él, y a sus hijos, bajo pacto de sal? Y Ahora vosotros tratáis de resistir al REINO DE JEHOVÁ en mano de los hijos de David, porque sois muchos…

No es de extrañar lo que el ángel de Dios le dijo a María en relación al judío Jesús: “…y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará EL TRONO DE DAVID SU PADRE; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.” (Lucas 1:31-33). Nuevamente se nos dice que Cristo reinará en Israel, y cuya capital es Jerusalén.

En Mateo 5:34,35 Jesús dice algo muy interesante que pocos cristianos han advertido: “Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por JERUSALÉN PORQUE ES LA CIUDAD DEL GRAN REY.” ¿Quién era el “gran Rey”?¿Herodes? No, sino Jesús mismo. Sí, Jerusalén es la ciudad del gran rey Jesucristo, él la hará su capital en su reino milenario.

Los discípulos sabían perfectamente que el reino de Dios estaba estrechamente ligado con la ciudad de JERUSALÉN ( la sede del reino davídico). En Marcos 11 vemos la historia de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. ¿Qué pensaron inmediatamente los discípulos de esa entrada de Jesús en la ciudad de David? Los versos 10 y 11 nos dicen: “¡Bendito EL REINO de nuestro padre David que viene!¡Hosanna en las alturas! Y ENTRÓ JESÚS EN JERUSALÉN...” Es clarísimo que los primeros cristianos sí esperaban la reanudación o la restauración del reino de David en Jerusalén en la persona del Cristo, su descendiente según la carne. Más adelante los discípulos se verán precisados a preguntarle si ya era el tiempo de la tan esperada restauración (Hechos 1:6,7).

Si el reino es ahora la Iglesia de Cristo, entonces no habrá una futura restauración del reino de David en Israel. Pero esta creencia contradice una infinidad de pasajes que nos hablan de un reino futuro aún no establecido o restaurado. Notemos que el reino verdadero será restaurado. Eso quiere decir que ese reino existió, se suspendió y nuevamente se establecerá como era antes. ¿Pero existió la iglesia antes de Pentecostés, en los tiempos de David?¿Fue el reino de David la misma iglesia de Cristo, el cual fue derrocado por Nabuconodosor en el año 587 AC?¿Derrocó Nabuconodosor a la iglesia de Cristo en los tiempos de Sedequías?¿Restauró Cristo el reino de Dios en el 33 E.C? ¿Fue restaurada, o más bien, inaugurada, la iglesia en Pentecostés? La Biblia habla de que el reino será RESTAURADO como lo fue antes—¡No INAUGURADO! (Hechos 1:6; 3:19-21; Romanos 11:12). Esto es importante. Véase en el diccionario el significado de la palabra “restauración”. Esto es muy importante, pues también significa reposición en el trono de una dinastía caída, depuesta, o derrocada. Esto ocurrirá con la dinastía davídica aún derrocada. Cristo regresará en gloria para RESTAURAR EL REINO DERROCADO DE DAVID! (Mateo 25:31,34).

En Jeremías 3:17 se nos revela que Jerusalén será llamada: “Trono de Jehová”. En Zacarías  8:3 leemos: “Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sión, y moraré en medio de Jerusalén; y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.” En Zacarías 1:16 también leemos: “Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he vuelto a Jerusalén con misericordia; en ella será edificada mi casa…” El siguiente versículo, el 17, dice: “Clama aún, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aún rebosarán mis ciudades con la abundancia del bien, y aún consolará Jehová a Sión, Y ESCOGERÁ TODAVÍA A JERUSALÉN.” “…y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella.” (Joel 3:17).

Y en Lucas 21:24 Jesús dice de Jerusalén, lo siguiente: “…y Jerusalén será hollada por los gentiles, HASTA QUE LOS TIEMPOS DE LOS GENTILES SE CUMPLAN.” Pero muchos llamados cristianos no se han puesto ha meditar en estas palabras proféticas de Jesucristo. Aquí hay un hecho histórico innegable e indiscutible. Jerusalén ha sido pisoteada por las naciones e imperios gentiles (no judíos) durante milenios. Pero Jesucristo afirma que este “hollamiento”(pisoteo)—¡tendrá su fin! (“hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”). Entonces, cuando los no Judíos o gentiles dejen de pisotear Jerusalén, los Judíos tendrán el dominio y el control absolutos de Jerusalén con el Mesías y su iglesia a la cabeza ( Joel 3:17; Isaías 32:1; Lucas 1:31-33; Mateo 5:34,35). Ya en Junio de 1967 se dio un gran paso, cuando Jerusalén pasó a manos de los Judíos, aunque aún seguirá el pisoteo gentil hasta que Cristo regrese a reinar sobre sus enemigos en Jerusalén (Leer Zacarías 14:1-21).

Pregunta # 7:

¿Acaso no prometió Jesús a sus seguidores el cielo en Juan 14:1-3?

Respuesta:

Jesús jamás prometió a sus seguidores darles un lugar en el cielo como morada permanente. Tampoco ninguno de sus apóstoles creyó que iría al cielo para estar con Dios y Jesús. Fue el filósofo Griego Platón el que sentó las bases de un alma inmortal que parte de este mundo después de la muerte. Su filosofía fue mezclada con el pensamiento Hebreo y nació el gnosticismo. Esta secta gnóstica, muy en boga en los tiempos de Jesús, amenazó a la sana doctrina predicada por Jesús y sus apóstoles. Los apóstoles, y en especial Pablo y Juan, advirtieron a las iglesias cristianas en contra de esa secta. Pablo llamó a los gnósticos: “La falsamente llamada ciencia” (“gnosis”)(1 Timoteo 6:20). Los gnósticos decían que la materia era mala y pecaminosa, y que Cristo no era humano sino que tenía apariencia de hombre. Creían que existía un plano superior (el “Pleroma, especie de cielo gnóstico) donde vivían los AEONES (espíritus puros superiores, entre los cuales estaba Cristo antes de venir al mundo). Los gnósticos creían que ellos tenían el conocimiento verdadero para lograr partir a ese plano o dimensión de los espíritus con el alma inmortal. ¿No se parece esto mucho al pensamiento “cristiano” sobre una existencia en el cielo con Dios, Cristo, y sus ángeles después de esta vida, a través de nuestras “almas inmortales”? Es muy probable que muchísimos cristianos sean realmente cristianos gnósticos en este punto.

También Pablo advirtió, que después de su “partida”, entrarían en el rebaño del Señor falsos maestros que buscarían ganarse el rebaño con palabras pervertidas (Hechos 20:29,30). Y así fue. Con el correr del tiempo, la iglesia se corrompe con sus propios malos obispos que se levantan con sus herejías destructoras. En el siglo IV aparece el obispo “San Agustín de Hipona”, el Padre y Teólogo del catolicismo. Éste distorsiona radicalmente el verdadero significado del reino bíblico al decir, por vez primera, en su obra “La Ciudad de Dios”, que el reino era la iglesia católica Romana. Parece ser que los “amilenialistas católicos”, y “campbelitas amilenialistas” no han logrado sacudirse del todo de los errores de Agustín de Hipona.

Algunos dirán: “Bueno, ¿no dice Jesús que “los pobres en espíritu es el reino de los cielos”? (Mateo 5:3). Pero tomemos nota que el Señor NO dice que de los pobres en espíritu es el reino EN (sino “DE”) los cielos”. De modo que lo que Cristo ofreció a los pobres en espíritu era un reino que tiene su origen en Dios, y no en los hombres. Viene de Dios como un don o regalo para los hombres.

Pues bien, regresemos a Juan 14:1-3 de la pregunta. Veamos lo que verdaderamente dijo el Señor Jesucristo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy pues a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que DONDE YO ESTOY, vosotros también estéis.”

Muchos estudiantes de la Biblia no se han puesto a pensar en esta última frase “para que DONDE YO ESTOY (tiempo presente)”. En las más importantes versiones de la Biblia Inglesa se vierte este pasaje como “WHERE I AM” en tiempo siempre presente (“donde yo estoy”). Esta frase es sumamente importante y clave para entender los versos en cuestión. Jesús está ofreciendo un lugar a sus discípulos “en la casa de su Padre”. Luego nos dice que él nos tomará para que estemos con él en el lugar donde ÉL ESTÁ en el momento de pronunciar la promesa. Y, ¿dónde estaba Jesús cuando pronunció esa promesa? ¿En el cielo? ¿En Marte? No! Él estaba aún en LA TIERRA, y más exactamente, EN JERUSALÉN. Recuerde que Jesús todavía no había ascendido al cielo, y aún no había ni siquiera resucitado. Por tanto Jesús estaba ofreciéndoles a sus seguidores volver a la tierra para estar con ellos en el lugar donde proclamó su promesa, es decir: ¡En Jerusalén!

Muchos cristianos creen que Jesús nos “llevará al cielo” para darnos nuestro “lugar” en la casa del Padre. Pero Jesús nunca habló de llevarnos al cielo en Juan 14:1-3. Usted NO leerá, ni siquiera una vez, de que iremos al cielo para recibir nuestro “lugar” una vez que esté preparado por Jesús. Lo que Jesús dijo era que prepararía nuestro lugar en la casa de su Padre y que luego volvería para estar con nosotros. Lo que NO dijo era CUÁNDO Y DÓNDE recibiríamos nuestro lugar en la casa del Padre. Él sólo está ahora ocupado PREPARANDO nuestras moradas, pero NO nos dice cuándo entraremos en ellas. En Apocalipsis 21 se revela que la “ciudad santa” bajará del cielo después del milenio. La ciudad santa de Apocalipsis 21 es descrita por Ezequiel como un edificio (40:2), y como una casa en 2 Corintios 5:1,2. Esta ciudad o casa canta bajará del cielo, y “Dios estará con los hombres” (Apocalipsis 21:3). Sólo los salvos entrarán en ella para tomar sus lugares o moradas (Apocalipsis 21:27). También leer Hebreos 11:9,10 donde se nos dice claramente que Abraham (el padre de la fe) “esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” Y en Hebreos 13:14 Pablo dice: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos LA PORVENIR.”

Pregunta #8:

¿No dice Pedro, en 2 Pedro 3:10-13, que esta tierra será destruida por fuego? Si este es el caso: ¿No es lógico concluir que escaparemos al cielo?.

Respuesta:

Es cierto que Pedro habla de la “destrucción de la tierra por fuego”, de la misma manera que Dios dijo de la tierra de la época de Noé. En Génesis 6:13 leemos algo interesante: “Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré CON LA TIERRA.” Nótese que Dios iba a destruir a todo hombre y animal…¡y la tierra misma! Pero: ¿Llegó Dios a destruir a los hombres impíos de entonces junto con el planeta tierra? Por cierto que no. La tierra sigue siendo la misma desde su creación. En realidad es una forma superlativa de hablar de Dios indicando la severidad de su castigo.

En 2 Pedro 3:10-13 leemos: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán desechos, y LA TIERRA Y LAS OBRAS QUE EN ELLA HAY SERÁN QUEMADAS.” ¿No son semejantes Génesis 6:13 y 2 Pedro 3:10-13? Si la primera tierra PRE-diluviana no fue literalmente destruida, ¿porqué tendría que serla ésta? Es claro que lo dicho por Dios ha de entenderse como la severidad y firmeza de su castigo, la erradicación del mal, de los malos, y de sus obras (casas de juego y de citas, bares, fábricas de cigarrillos y de cerveza, fábricas de armas y bombas, etc). En el verso 13 se habla de “nuevos cielos y nueva tierra” Esta forma de dicción no es rara en la Biblia, pues también encontramos la expresión “nueva criatura” en 2 Corintios 5:17, aunque persistan aún los viejos defectos (miopía, cojera, cicatrices, etc). En Efesios 4:24 encontramos la expresión “nuevo hombre” (pero sólo en lo moral y espiritual). En Romanos 6:4 encontramos la frase “nueva vida” (pero siempre en el sentido moral y espiritual).

Y Para terminar diré que 2 Pedro 3:13 tiene relación con Isaías 65:17 que dice: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni vendrá más al pensamiento.” Pero lo interesante del caso es que Dios sigue diciendo en los siguientes versículos (18-25) que: “traigo a Jerusalén alegría…y me alegraré con Jerusalén.” Estas palabras indican que finalmente el planeta no será destruido, pues seguirá existiendo Jerusalén como una ciudad de gozo y alegría, en contraste con la actual Jerusalén agitada y convulsionada por los conflictos internos y externos.

Pregunta #9:

¿Acaso no dice la Biblia que Cristo vendrá para entregar su reino al Padre según 1 Corintios 15:24?

Respuesta:

Cristo entregará su reino al Padre, pero: ¿Cuándo? Esta es una pregunta importante. Lo que la Biblia sí dice verdaderamente es que Jesús, al volver a la tierra, dará su reino a sus discípulos (no ha Dios)(Mateo 25:31,34; Daniel 7:13-18). Sí, la iglesia, compuesta por judíos y gentiles fieles, recibirá el reino de Cristo al volver él al mundo otra vez. Esta es la verdad bíblica. No obstante, será después que Cristo haya reinado por mil años que él devolverá el reino al Padre; cuando haya puesto a sus enemigos por estrado de sus pies, incluyendo LA MUERTE misma (Salmo 110:1; 1 Corintios 15:25). Y, ¿Cuándo será vencida la muerte?¿En la segunda venida de Cristo? ¡No! Según la Biblia ella será destruida al finalizar el milenio de Cristo. La respuesta está en Apocalipsis 21:4. Esto significa que Cristo no va a devolver el reino al Padre inmediatamente después de volver a la tierra, sino después de los mil años de su reinado. Mientras tanto, Jesucristo estará reinando sobre sus enemigos (Salmo 110:1-5), siendo el último destruido: La muerte.

Otra de las pruebas bíblicas que señalan claramente que la muerte reinará hasta el final del milenio es que “los otros muertos no llegaron a vivir hasta que se cumplieron los mil años.” (Apocalipsis 20.5). Habrá muertos al final de los mil años del reinado de Cristo. La muerte imperará en la tierra hasta el final de esa fecha memorable que es llamada: “Milenio” (Apocalipsis 20:14). Después del milenio bajará “La Nueva Jerusalén” y acabará el imperio de la muerte (Apocalipsis 21:4; 20:14). También en este periodo el diablo será castigado definitivamente con la muerte. Y además, la muerte y el Hades serán arrojados al lago de fuego junto con el diablo y sus ángeles. Todo esto ocurre al final del milenio o del reino de Cristo. Los hermanos amilenialistas debieran reflexionar mejor sobre este pasaje antes de sacar conclusiones inexactas. Recordemos que “un texto sin el contexto es un pretexto”. Ir más allá de lo que está escrito es peligroso.

Pregunta # 10:

¿Qué otra prueba existe de que el reino de Dios NO es la Iglesia de Cristo?.

Respuesta

Lo más sencillo es sustituir la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ de los textos bíblicos más importantes. Si reino e iglesia son equivalentes, no tendrá porqué cambiar el sentido del texto bíblico que habla de él. Veamos algunos ejemplos:

Lucas 19:11:

Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano para recibir UNA IGLESIA y volver.

Comentario:

Notemos que al cambiar la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ en este pasaje, obtenemos un absurdo. ¿Recibió Cristo una iglesia en el cielo? o ¿Se instituyó la iglesia en el cielo?¿Hemos bajado del cielo como  “la iglesia de Cristo”?

Lucas 12:32:

“No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido DAROS la iglesia”.

Comentario:

Aquí hemos sustituido la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ y hemos obtenido algo absurdo. En primer lugar, Jesús se dirige a sus apóstoles—¡a los cuales se les DA EL REINO!. No dice  Jesús que al Padre le ha placido “HACEROS EL REINO”, sino “DAROS EL REINO”. El sentido es diferente. Si la iglesia es el reino, y ella está compuesta por los apóstoles y demás discípulos, ¿cómo podrían SER ellos “el reino de Cristo” y RECIBIR al mismo tiempo el reino? ¿Cómo podían los apóstoles recibir un reino y ser parte de él al mismo tiempo? Si la iglesia es verdaderamente el reino, entonces Jesús debió decirles a sus apóstoles que al Padre “le ha placido HACEROS el reino o iglesia”. Pero no fue así, sino que dijo: “Le ha placido DAROS EL REINO”!

Mateo 6:10:

“Venga tu iglesia, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”

Comentario:

Los que creen que la iglesia es el reino, tendrán que mutilar esta parte del “Padre Nuestro”; pues si el reino ya vino en el 33.d.C, ¿para qué seguir pidiéndolo? Pero lo cierto es que esta parte de la oración está tan vigente como el resto de las peticiones en el “Padre Nuestro”. Así, pedir por la venida del reino es tan importante como pedir perdón por nuestras ofensas, o por el pan diario.

Por otro lado, si reemplazamos ‘reino’ por ‘iglesia’ tendríamos: “Venga tu iglesia, hágase tu voluntad…” Sí, “Venga tu iglesia”—¿De dónde?¿Cómo? Si los discípulos vendrían a ser la misma iglesia de Cristo: ¿Por qué tendrían que pedir por la venida de una iglesia? ¡No tiene mucho sentido que digamos!

Mateo 25:31,34:

Cuando el Hijo del Hombre venga…entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre HEREDAD LA IGLESIA preparada para vosotros desde la fundación del mundo.”

Comentario:

Aquí hemos reemplazado ‘reino’ por ‘iglesia’ y encontramos algo muy extraño. Es un asunto muy importante que no podemos pasar por alto, y es que hay una reino (iglesia para los amilenialistas) que se preparó desde la fundación del mundo, y que será heredado por la iglesia en la ‘parusía’ o Segunda Venida de Cristo. ¿UNA IGLESIA que hereda UNA IGLESIA?¿Cómo es posible esto? Por eso creemos que la iglesia y el reino son dos cosas muy diferentes.

Juan 3:3:

“Respondiendo Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo no puede ver la iglesia de Dios.”

Comentario:

En este pasaje también hemos sustituido ‘reino’ por ‘iglesia’ y hemos obtenido un absurdo total. ¿Cuál es ése? Si el reino es la iglesia, y ésta sólo puede ser vista por hombres “renacidos”: ¿Cómo es posible que cualquier hombre mundano o no convertido pueda ver, e incluso entrar, en la iglesia de Cristo? Muchos NO renacidos pueden ver con sus ojos, y entrar con sus pies a la iglesia de Cristo sin dificultad. Esto me lleva a la conclusión de que el reino e iglesia —¡NO son sinónimos!. Hay un reino futuro en el cual los impíos ni verán ni entrarán—¡Sólo los renacidos!

Hechos 14:22:

“…es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en la iglesia de Dios.”

Comentario:

Aquí en este pasaje hemos sustituido la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ y hemos obtenido algo interesante. Notemos que Pablo se dirige a creyentes de Listra, Iconio y Antioquia. A estos hermanos, de las iglesias de Cristo en esas ciudades, les exhorta a que permanezcan fieles a pesar de las tribulaciones, a fin de que puedan “ganar su entrada a la iglesia de Dios”. Esto es muy extraño, pues Pablo se dirige a iglesias cristianas ya constituidas. ¿Cómo entrarían las iglesias de Iconio, Listra y Antioquia a la iglesia misma?¡No lo entendemos! Aquí se vuelve a demostrar que el reino de Dios es diferente a la iglesia de Cristo.

1 Corintios 15:50:

Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar la iglesia de Dios, ni la corrupción hereda a incorrupción.”

Comentario:

Aquí, al reemplazar la palabra ‘reino’ por ‘iglesia’ nos hallamos con un serio problema. Y es que si a la iglesia no se  puede pertenecer en la carne y en la sangre, ¿por qué aún están en la carne y la sangre los miembros de la iglesia de Cristo? Obviamente algo no anda bien con la interpretación ‘amilenialista’ del reino.

Hechos 1:6:

“Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor restaurarás la iglesia a Israel en este tiempo?”

Comentario:

Aquí resulta una extrañeza al reemplazar ‘reino’ por ‘iglesia’, pues: ¿Acaso la iglesia tiene que ver con Israel? Cómo es eso que la iglesia será restaurada a Israel? Es obvio que reino e iglesia son dos cosas diferentes. El reino fue antes que la iglesia.

Los ‘amilenialistas’ se encuentran en serios apuros cuando tienen que responder a toda esta argumentación bíblica consistente. El amilenialismo deja sin horizontes y sin entendimiento sobre los sucesos mundiales de hoy. Prácticamente han anulado muchísimas profecías bíblicas del futuro (Leer Proverbios 29:18). Para ellos casi todas las profecías bíblicas ya se han cumplido. Han dejado de comprender los acontecimientos mundiales del presente y del futuro. Prácticamente están el medio del mar sin mapas y brújulas, y…¡están a la deriva!

Pregunta # 11:

¿Qué otra razón hay para creer que el Reino y la iglesia no son lo mismo?

Respuesta:

A la iglesia se ingresa por el bautismo (Hechos 2:38-42), en cambio, para heredar el reino de Dios, uno tiene que ser transformado físicamente, dejando la “carne y la sangre” (1 Corintios 15:5o).

Por otro lado, a La iglesia ingresan los “niños espirituales”, aquellos que deben ser perfeccionados por sus pastores ( 1 Pedro 2:2; Efesios 4:11-12). Pero al reino sólo ingresan los perfectos, o los “maduros espirituales” (2 Pedro 1:5-11—nótese la frase: “de esta manera—como se especifica en los veros 5 al 10—- os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno”. / verso 11).  Muchos de los que se hacen miembros de la iglesia de Cristo son niños espirituales que recién empiezan a crecer a la estatura de Cristo. Pero sólo los crecidos espirituales ingresan o heredan el reino. He allí la diferencia significativa. Entonces es claro que Reino e Iglesia son dos cosas muy distintas.

Y finalmente, el reino sólo lo podrán ver y entrar los que han “nacido de nuevo” (Juan 3:3,5). En cambio, uno puede ver la iglesia, e incluso entrar en la congregación, sin haber nacido de nuevo. Es indiscutible que curiosos inconversos pueden ver con sus ojos la iglesia del Señor, e incluso ingresar en ella para escuchar algún sermón, o simplemente para burlarse (ver / Hechos 2:1-13). Pero en el reino sólo ingresan los conversos maduros, aquellos que han perseverado en la fe y soportado las pruebas (Hechos 14:22).

Pregunta # 12:

¿Qué otro argumento podría usted esgrimir para probar que la iglesia de Cristo no es el reino de Dios, sino la dinastía davídica?.

Respuesta:

Creo que podemos citar la última pregunta que le hicieron los discípulos a Jesús en Hechos 1:3,6,7. Allí veremos que los seguidores de Cristo le preguntan: “¿Señor, restaurarás  el reino a Israel en este tiempo? (v.6). Aquí es notorio que los discípulos estaban esperando aún la RESTAURACIÓN del reino monárquico del rey David. Cualquier diccionario de la lengua española le dirá que “restauración” significa, entre otras cosas: “reposición de un rey o una dinastía en un trono” (Diccionario Básico de la Lengua Española, página 1246, 2001, Editorial Planeta-De Agostini, S.A). Sí, los seguidores de Jesús estaban esperando el momento en que un legítimo heredero de David tomara su trono en Israel .

Ahora bien, ¿estaban equivocados y confundidos los discípulos al formular semejante pregunta tocante a una restauración o restitución del reino Judío a los israelitas, con un rey coronado de la casta de David? La respuesta a esta pregunta es que NO estaban equivocados en absoluto. Y es que Jesús NO les contesta diciéndoles algo así como: “Están  ustedes errados al preguntarme eso, pues ya nunca más será restaurado el reino a mis paisanos”, ni tampoco les reprocha diciéndoles algo así como: “¡Me extraña esa pregunta necia, ya que yo ya les enseñé que el verdadero Israel es la Iglesia, la cual la componen ustedes mismos!”. Nada de esto les dijo Jesús a sus discípulos. Al contrario, lo que les pasa a decir es esto: “No os toca a vosotros saber los tiempos y las sazones, que el Señor puso en su sola potestad”  (v.7).  Esta respuesta de Jesús valida la pregunta de los discípulos como correcta y oportuna, pues Jesús pasa inmediatamente a decirles que sólo Dios sabe cuándo sería ese día de la restauración del reino a los israelitas . Obviamente este anhelo mesiánico sólo podrá cumplirse con el regreso del rey del reino en un futuro (Vea Marcos 13:32—compare cómo aquí Jesús tampoco sabe el día y la hora de su regreso. ¿ Acaso no se parece mucho a lo dicho por él en Hechos 1:7 en relación a su reino y la imposibilidad de saber cuándo será restaurado?).

Esta pregunta final formulada por los discípulos más cercanos de Jesús, pone en serios aprietos a los amilenialistas, y preteristas en general, pues no saben cómo explicarla en verdad y sin error. Ninguno de los estudios de los preteristas tratan o desarrollan estos versículos 6,7 de Hechos 1—¡los pasan por alto como si no existieran!

Pero quiero añadir algo antes. Y es que en Apocalipsis 20 2-3 el diablo y sus demonios son atados y lanzados al abismo para que no engañen más a las naciones y a los hombres. Si el reino no es un asunto escatológico y futurista, sino preterista, entonces: ¿Por qué se siente aún el accionar del diablo en el mundo? Para nadie es un misterio que el diablo es el tentador, el obstructor, el mentiroso, el homicida, etc. (Juan 8:44; Lucas 4:2). El mundo de hace seis mil años, como el mundo de hoy, son manejados por “el dios de este mundo”. Este enemigo de Dios, suele obscurecer el entendimiento de los hombres incrédulos (de los cuales son la mayoría de la humanidad) para que no les amanezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo (2 Corintios 4:4). Esto demuestra que el diablo aún está operando en la tierra, y el reino todavía no ha sido restaurado en Israel. Cuán pocos hoy escuchan el evangelio de Cristo! Y ¡Cuán difícil se nos hace abrir los oscuros y ciegos ojos de los incrédulos!.

Hoy las filosofías y doctrinas de demonios son las que prevalecen en el mundo y son aceptadas como verdades indiscutibles. El evangelio ha quedado—-desgraciadamente— como anticuado o arcaico, propio de  gente “ignorante y fanática”.  Esta es la obra maestra de Satanás (véase nuevamente 2 Corintios 4:4; Lucas 8:12). Sin duda el diablo aún está libre en la tierra, y el reino de Dios todavía ausente de la tierra. El diablo sigue operando en la mente de los incrédulos y que les dice: “No crean a ese predicador, su mensaje es una mentira, un engaño, una superstición”. El diablo le dijo a Eva que Dios era mentiroso cuando negó la posibilidad de la condenación de la muerte, y eso mismo lo sigue diciendo aún hoy el adversario con doctrinas como la reencarnación, la supervivencia del “yo”, etc. Si el diablo está ya atado con sus demonios, ¿por qué sigue siendo difícil convertir un pecador?. Aún los ángeles hacen fiesta por la conversión de un pecador! Es como un milagro de Dios que eso ocurra con tanta oposición satánica (Lucas 15:7).

Ahora bien, resulta extraño de que si el reino se inauguró en el 33 d.Cen Pentecostés— el apóstol Juan siga diciendo, en 1 Juan 5:19 (escrito entre los años 85-100 d.C),  que todo el mundo yace bajo el poder del maligno?¿No se supone que el maligno (el diablo) debiera estar ya “atado” para ese entonces con la inauguración de la iglesia (supuestamente el reino) en 33 d.C? Recordemos que Juan dice— en Apocalipsis— que primero debe ser neutralizado el diablo para que se proceda a inaugurar el reino milenario de Cristo (Apocalipsis 20:2,3). Aquí hay una mención clara de un maligno que tiene autoridad y somete a todo el mundo habitado—sin excepción!. Este maligno no se refería al Emperador Romano de turno, cuyo autoridad no fue mundial, como lo puede revelar cualquier documento histórico sobre el Imperio Romano entre los años 85-100 D.C.  Además, nótese la diferencia que hace Juan entre los que “somos de Dios”, y los que están “bajo el maligno”. En otras palabras, entre los que “son de Dios” y los que “son del diablo”. Por ejemplo, Juan dice que “son del diablo” aquellos que pecan—1 Juan 3:18). Es claro que Juan se refería al diablo—el ángel caído—y no a un hombre maligno.

¿EXISTEN CÓDIGOS SECRETOS EN LA BIBLIA?

  Por Ing° Mario A Olcese  

¿Códigos secretos Revelados en los días finales? 

En estas últimas décadas se ha venido pregonando que en la Biblia hay “códigos secretos” que podemos descubrir gracias al avance de la ciencia y la tecnología. Los estudiantes de la Biblia creen que justamente en los últimos tiempos—tal como lo profetizó Daniel—la ciencia, es decir, el conocimiento en general, incluyendo el bíblico sería aumentado. Creen que gracias a la invención de la computadora es posible  por fin descubrir cosas secretas en la Biblia: Datos, hechos históricos, y fechas de eventos importantes que acaecerán en el mundo en los últimos tiempos. Pero, ¿fue eso exactamente lo que Daniel quiso decirnos en Daniel 12:4? Notemos que Daniel dijo que sería aumentada la ciencia, ¿pero acaso hasta el punto de revelarnos lo que nos depara el futuro en la forma de códigos secretos? 

Secretos que siempre pertenecerán a Dios 

Sin duda alguna Dios no tiene la intención de revelarnos todo lo que Él tiene planeado para el futuro. Hay muchas cosas secretas que permanecerán secretas en Dios. Dice Deuteronomio 29:29: “Las cosas secretas pertenecen á Jehová nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos por siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley (torah)”. Aquí vemos que a Moisés se le dijo que las cosas secretas de la Torah pertenecen a Yahweh, pero “las cosas ya reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre”. De modo que en la Torah está todo aquello que Dios quiso revelarlos. Algunos rabinos ultra conservadores y ortodoxos creen que aún permanecen cosas secretas que pueden ser reveladas por la Torah hoy con la ayuda de los avances tecnológicos. Pero esto no es lo que la Biblia dice. ¡Las cosas secretas que están escondidas en Dios no pueden ser descifradas por el hombre porque pertenecen a Yahweh! 

Dios revelaba “su secreto” a los Profetas 

Algunos maestros bíblicos tanto del judaísmo como del cristianismo creen que “Yahweh no hará nada sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amós 3:7). Sin embargo, acá tenemos dos puntos por aclarar. El profeta Amós está hablando de UN SECRETO en particular, y segundo, de “SUS PROFETAS”.  Hoy vemos que personas comunes y corrientes que son simples investigadores de la Biblia están descifrando supuestos “códigos secretos” en la Biblia (especialmente en la Torah) como si fueran verdades reveladas de Dios. Habría que preguntarse si aun hoy Dios sigue teniendo profetas y maestros dentro de su pueblo al estilo de Daniel y Ezequiel para anunciar eventos del futuro que han permanecido ocultos por milenios usando una computadora. 

Pablo dijo que sólo conocemos en parte

 El apóstol Pablo dijo “Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos” (1 Cor. 13:9). Esto quiere decir que aún quedan muchas cosas por conocer. Pero, ¿cuándo se conocerían? ¿Acaso con el avance de la ciencia y del conocimiento? No! El mismo apóstol da una respuesta contundente en el siguiente versículo (10) cuando escribió lo siguiente: “Mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará”. Es decir, este conocimiento parcial que tenemos ya revelado del plan de Dios para el presente y el futuro del mundo se volverá perfecto o completo sólo cuando el Mesías se haga presente en este mundo. 

Debemos seguir Escudriñando las Escrituras 

En Juan 5:39 Jesús mandó a los suyos a que investigaran o escudriñaran las Escrituras existentes (el AT) “porque ellas dan testimonio de mí”. Es decir, debemos escudriñar las Escrituras para saber quién es Jesús y cómo es él el cumplimiento de lo revelado por los profetas de antaño. Jesús no tenía en mente que investigáramos las Escrituras para descifrar códigos ocultos o secretos que nos puedan revelar eventos cruciales catastróficos que acaecerían en el mundo poco antes de su venida. Repito, su intención al decirnos que escudriñáramos las Escrituras inspiradas no era para que supiéramos de antemano cuándo sería asesinado un primer ministro, o la fecha y hora exactas de la destrucción de un par de edificios enormes de una ciudad importante, o el lugar y fecha de un terrible Tsunami que arrasaría cientos de miles de vidas humanas. El propósito básico del escudriñamiento de las Escrituras era confirmar lo que ya se había revelado a través de los profetas sobre Jesús. En Hechos 17:11 tenemos a los bereanos escudriñando las Escrituras “para ver si estas cosas eran así”. Es decir, los nobles bereanos investigaban las Escrituras con un espíritu de confirmación, para saber si lo enseñado por el apóstol del Señor era cierto o falso. Sólo unas pocas profecías, como la de las 70 semanas de Daniel 9, podrían ser escudriñadas para saber la fecha en que se cumpliría un evento crucial en el futuro. En este caso, la fecha exacta de la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén  y de su muerte en la cruz del calvario. ¡Esto fue algo claramente revelado por Dios para nosotros! ¡Y esto fue algo importante que Dios quiso que supiéramos de antemano para que creyésemos en su Hijo Unigénito! 

Tiempos y Sazones 

Una de las preguntas que le hicieron a Jesús sus discípulos era si en el tiempo en que estaban viviendo se restauraría el Reino de Dios, un evento muy importante y crucial que era anhelado por todo el pueblo Hebreo y la iglesia del Señor. Jesús pudo haber sabido que la fecha para el cumplimiento de ese evento crucial estaba escondido en forma de código en la Torah o en algún libro de los profetas y que en el futuro se podría conocer a través de los adelantos científicos predichos por Daniel. Pero no, Jesús no tuvo esa esperanza en mente. Al contrario, él les dijo a sus discípulos que “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad” (Hechos 1:6). Así que la fecha para ese gran y crucial evento anhelado por todos los fieles sería conocida sólo por el Padre, pero desconocida por los hombres y aun por Su propio Hijo hasta el día de su cumplimiento (Marcos 13:32). Hoy, los falsos profetas modernos nos dicen que la Biblia nos puede revelar la fecha del fin del mundo, o lo que es lo mismo decir, la fecha de la venida de Cristo para inaugurar el milenio. ¡Cuán falsa es toda esta pretensión! 

Eventos anunciados y revelados como antesala del fin del mundo 

Jesús reveló eventos claros y terribles que ocurrirían en la tierra hasta su venida en gloria cuando él estuvo con sus discípulos en el Monte de los Olivos. En ningún momento—y eso es significativo—Jesús da indicios de fechas para cada uno de los eventos predichos y que ocurrirían antes de su venida y del fin de la era. En realidad, al no haber ningún indicio de fechas precisas en Mateo 24, Lucas 21, y Marcos 13, los cristianos de todas las épocas siempre pensaron que su generación sería la última, dado que “siempre” hubo guerras, terremotos, pestes, hambres, etc, etc. desde que Jesús dejó la tierra hace dos milenios. Jesús no reveló fechas, ni siquiera en clave o códigos secretos, porque él quiso mantener a sus discípulos siempre alertas y pendientes de su parusía en gloria. El haber dado fechas hubiera desalentado la fe y la esperanza de sus discípulos, y máxime, si éstas apuntaban a miles de años por delante. Ellos siempre pensaron que Cristo estaba “a las puertas”. De hecho, hay muchísimos tiempos y sazones que permanecerán guardados en Dios y nunca podrán ser conocidos por expertos en informática. 

El Peligro de la Fechas 

El peligro de dar fechas es que si no se cumple lo que se supone está claramente profetizado, va a desanimar a los creyentes y entonces éstos pensarán que la Palabra de Dios es falsa, o en el mejor de los casos, poco confiable. La intención de Jesucristo es que velemos porque “no sabemos cuándo vendrá vuestro Señor” (Mat.24:42; 25:13; Mar. 13:33,35). Sencillamente es imposible saberlo. Nadie puede con seguridad decir que Cristo vendrá mañana, dentro de un año, diez años, cien años o mil años…pero sospechamos que está muy próxima su venida. ¡Ojalá sea cierto!  

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«TRASLADADOS EN EL REINO DE SU AMADO HIJO»: ¿CUÁNDO?

Por Ing° Mario A Olcese (Apologista) 

Los defensores del preterismo o del Amilenialismo sostienen que el Reino de Dios ya vino en el primer siglo, mientras se apoyan en las palabras de Pablo dirigidas a los Colosenses, donde él les dice—en tiempo pasado— que ya han sido trasladados en el Reino: «Nos ha librado (tiempo pasado) del poder de la oscuridad y nos ha trasladado (tiempo pasado) en el reino del Hijo de Su amor (1:13).»     

Los “Pretéritos” de Pablo 

Pero también es verdad que Pablo usa el tiempo pasado para otras de sus declaraciones importantes. Por ejemplo, veamos dos de ellas: “Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida (tiempo pasado) juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),  y juntamente con él nos resucitó (tiempo pasado), y asimismo nos hizo sentar (tiempo pasado) en los lugares celestiales con Cristo Jesús» (Efe. 2:5,6). En esta parte de su carta a los efesios, el apóstol Pablo les dice que ellos y él ya han sido resucitados para vida y que ya están sentados en lugares celestiales con Cristo Jesús. ¿Pero estaban Pablo y los fieles de Éfeso en la tierra y en el cielo al mismo tiempo?¿Estaban sentados con Cristo en los lugares celestiales, y sufriendo padecimientos en la tierra al mismo tiempo? Pues claro que no. ¡Sus palabras obviamente no pueden ser tomadas literalmente!    

Segundo caso dónde Pablo usa el Pretérito  

«Y a los que predestinó (tiempo pasado), a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó (tiempo pasado). « (Rom. 8:30).   Aquí Pablo les está diciendo a los creyentes de Roma que aquellos que fueron predestinados y justificados, también fueron (tiempo pasado) glorificados. No obstante, nosotros no podemos tomar sus palabras de una manera literal, porque en el verso 17 él dice claramente que nosotros debemos primero SUFRIR para ser después glorificados juntos con él: «Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos (tiempo futuro) glorificados«.  

Finalmente, Pablo ubica la glorificación de los fieles en el parusía de Cristo, pero de ninguna manera antes de ese evento. Él dice en Colosenses 3:4 como sigue: “Cuando Cristo que es nuestra vida aparezca, entonces  (y sólo entonces) vosotros también apareceréis con Él en gloria«. Aquí de nuevo vemos que nosotros no podemos tomar todas las elocuciones paulinas en tiempo pasado como si fueron realidades presentes. En Hebreos 6:12 Pablo dice que nosotros podemos heredar las promesas ahora por la fe, aunque él aclara a los creyentes de Roma que ellos deben perseverar primero, haciendo buenas obras para lograr esas promesas (Rom. 2:6,7).  ¿Cómo entonces debemos nosotros tomar las palabras de Pablo en Colosenses 1:13 y Efe. 2:5,6? La única manera cómo podemos explicar Colosenses 1:13 y Efe. 2:5,6 es diciendo que nosotros hemos sido resucitados, sentados en los lugares celestiales, y trasladados en el reino, por la fe, y en los propósitos y en la predestinación de Dios.   

Así que Pablo en Colosenses 1:13 no puede estar contradiciendo a Jesús cuando Él dijo en Mateo 25:31,34 que la herencia del Reino será durante el tiempo de su Parusía: «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria…entonces dirá el Rey a los que están en su diestra, Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.»   Y tampoco Pablo puede contradecirse cuando él dijo a los creyentes de Corinto que: “La carne y sangre no puede heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción». ¿Creyó acaso Pablo que los creyentes Colosenses ya habían sido resucitados y transformados como seres inmortales y no así los creyentes de Corintio? ¡No lo creo!  

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¡USTED DEBE ESTAR ESPIRITUALMENTE APTO PARA HEREDAR EL REINO DE DIOS!

«Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente» (2 Tim. 2:5) 
 

Por Ing° Mario A Olcese (Apologista)  Embajador Plenipotenciario del Reino de Dios  

Aptos para el Reino de Dios

En una ocasión nuestro Señor Jesús le dijo a un hombre: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:59-62). ¿Qué concluimos con este relato del ministerio de Jesucristo? ¡Que estamos llamados a seguir a Cristo! ¿Para qué? ¡PARA ANUNCIAR EL REINO DE DIOS! Sin embargo, el hombre que fue llamado por Jesús tenía una prioridad, y esa era el entierro de su padre que había recién muerto. Pero Jesús de manera tajante le dice que sean los mismos “muertos vivientes” que sepulten a su padre, y que él se disponga de inmediato a seguirle para la proclama del Reino de Dios sin mirar atrás. Y aunque esto parezca duro, el entierro de un padre o familiar no es para nada importante comparado con la urgencia de anunciar el reino de Dios. ¡Y es que el reino de Dios es el evangelio salvador, el anuncio o mensaje divino que salva si lo aceptamos por la fe (Marcos 16:15,16).

Aptos para participar de la herencia

Ahora bien, aquí viene lo interesante del tema en cuestión: Pablo usa el mismo vocablo “apto” usado por el Señor cuando el apóstol les dice a los creyentes de Colosas, lo siguiente: “Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Col. 1:12,13). Noten, mis hermanos, que aquí Pablo dice que Dios nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos. ¿Y cuál es esa herencia de los santos de la cual somos partícipes por nuestra aptitud o idoneidad? ¡Pues el Reino de Dios! Así se lo dio a entender Jesús al hombre que llamó para que le seguiera cuando le dijo que ninguno que mira atrás no es apto para el reino de Dios. Usted debe comparar con cuidado Lucas 9:59-62 y Colosenses 1:12,13 y luego sacar las conclusiones correctas y precisas. ¡Usted debe hacer un estudio inteligente y coherente de las Escrituras para entender al Señor!

Haciéndonos aptos para la herencia de los santos (el Reino)

¿Cómo nos hacemos aptos para la herencia de los santos que es el Reino de Dios?

El Apóstol Pedro responde claramente a esta pregunta, de este modo:

“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 Pedro 1:5-11). 

La Herencia heredada en la Parusía

El Señor Jesús prometió volver para justamente cumplir sus promesas y darle a los aptos o idóneos su merecida herencia o recompensa. Así está registrado en el evangelio de Mateo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo(Mateo 25:31-34). 

Así que ya saben que el Reino de Dios es la herencia de los santos, la cual será heredada por los idóneos o los aptos cuando el Señor regrese para inaugurar su teocracia en la tierra.

Vuestro Servidor,

Apologista

10,000 CRISTIANOS HUYEN POR CAUSA DE LA PERSECUCIÓN Y LA VIOLENCIA EN EL OESTE DE ETIOPÍA

Miles de cristianos etíopes necesitan huir de la violencia que se vive en este país. Se estima que 10.000 cristianos se han visto obligados a huir de sus hogares en Asendabo, al oeste de Etiopía, después de una serie de ataques producidos por extremistas musulmanes contra los cristianos, asegura la fundación cristiana inglesa, Fondo Bernabé (Barnabas Fund).

La organización, que apoya a cristianos perseguidos en todo el mundo, dijo que al menos tres cristianos han sido asesinados y muchos cristiano han sido heridos en Asendabo, Jimma, una zona predominantemente musulmana.

Los ataques se llevaron a cabo contra la comunidad cristiana, después que los musulmanes acusaron a un cristiano de profanar una copia del Corán. Hay informes que alrededor de 55 iglesias y decenas de casas han sido incendiadas, y propiedades saqueadas por un grupo de islamistas, constituido por miles de extremistas musulmanes.

Fondo Bernabé, dijo que las iglesias en la ciudad de Jimma, han sido “abrumadas” por el número de cristianos que han llegado a la ciudad en busca de seguridad.

Las iglesias en la ciudad de Jimma, están luchando para satisfacer las necesidades de alrededor de 10.000 cristianos desplazados, que necesitan urgentemente alimentos, medicinas, refugio, mantas y ropa.

Los musulmanes, representan alrededor de un tercio de la población de Etiopía, antes los musulmanes habían vivido tradicionalmente en paz con la mayoría cristiana, pero todo ha cambiado y la persecusión contra ellos los está obligando a emigrar.

Un miembro del personal del Fondo Bernabé, quien regresó de Etiopía dijo que “la forma en que los cristianos han sido aterrorizados por los islamistas radicales es verdaderamente impactante. Esto ha sido un momento muy angustiante para los creyentes”.

Fondo Bernabé, envió una subvención para ayudar a las iglesias en la ciudad de Jimma, para hacer frente a la llegada de los cristianos perseguidos.

El director del Fondo Internacional Bernabé, Dr. Patrick Sookhdeo, dijo que “esta respuesta es totalmente desproporcionada por los islamistas de Etiopía y un delito en contra de los cristianos que ha lanzado una crisis humanitaria”.

“Nuestros hermanos y hermanas en el oeste de Etiopía, necesitan urgentemente nuestras oraciones y asistencia inmediata para hacerle frente a esta devastación que les está ocurriendo”, enfatizó Patrick Sookhdeo.

La violencia se ha extendido a Chiltie, Gilgel Gibe, Gibe, Nada, Dimtu, Uragay, Busa, y Koticha, y hasta ayer no se había detenido, según informa Compass Direct.