¿REALMENTE SANTIAGO 1:14 PRUEBA QUE NO EXISTE UN TENTADOR EXTERNO (DIABLO), COMO ALEGAN ALGUNOS?

Los que no creen en el diablo tentador nos presentan alegremente el pasaje de Santiago 1:14 para «probarnos» que nosotros mismos nos tentamos por nuestras propias concupiscencias. ¿Pero será cierto esto?¿cómo poder interpretar este pasaje a la luz de otros pasajes de las Sagradas Escrituras?

SATANÁS EL DIABLO NO ES MERAMENTE LA PERSONIFICACIÓN DEL MAL Y DEL PECADO

Nuestro más grande enemigo no es precisamente una persona humana desadaptada e iracunda, sino un tétrico y astuto ser cósmico que es muy poderoso y maquiavélico, y que está siempre al acecho  junto con su pandilla  de ángeles del infierno para destruirnos por completo (Efesios 6:11-18)…

El diablo y los demonios son ángeles que se rebelaron contra Dios.

Apocalipsis 12:7-9 [7] Y hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y el dragón y sus ángeles pelearon. [8] Sin embargo, no fue lo suficientemente fuerte, y perdieron su lugar en el cielo. [9] El gran dragón fue lanzado fuera – la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.

Estos ángeles caídos han optado por hacer el mal, y tratan de arruinar la vida de los seres humanos.

1 Pedro 5:8 Sed sobrios y velad. Porque vuestro adversario el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar.

Juan 10:7-10 [7] Por eso volvió, «Yo te digo la verdad, yo soy la puerta de las ovejas. [8] Todos los que vinieron antes de mí eran ladrones y salteadores, pero las ovejas no los escuchó ellos [9] Yo soy la puerta;. el que entre por mí se salvará allí ha de venir y salir y encontrará pastos [10] El ladrón.. [es decir, el diablo] no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

Nota: Sólo hay un diablo-Satanás. Sin embargo, hay muchos demonios.

Satanás tiene que pedir permiso a Dios para tentar a alguien.

Lucas 22:31 «Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearlo como a trigo».
 

Dios pone límites a lo que Satanás nos puede hacer.

1 Corintios 10:13 No os ha tomado tentación que no sea común al hombre. Y fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir . Pero cuando llegue la tentación, él les dará también una salida para que pueda ponerse de pie debajo de ella.

La humanidad está atrapada en medio de una guerra espiritual con el santo Dios y sus ángeles leales por un lado y el mal de Satanás y sus demonios por el otro.

Efesios 6:11-12  [11] Póngase toda la armadura de Dios, para que puedan estar firmes contra las asechanzas del diablo. [12] Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Apocalipsis 12:7-8 [7] Y hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y el dragón y sus ángeles pelearon. [8] Sin embargo, no fue lo suficientemente fuerte, y perdieron su lugar en el cielo. [9] El gran dragón fue lanzado fuera – la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.

Si nos resistimos al diablo, él huirá.

Santiago 4: [7b] resistid al diablo, y huirá de vosotros.

No tenemos el poder para resistir al diablo por nuestra cuenta.

Judas 9 Pero ni siquiera el arcángel Miguel, cuando estaba disputando con el diablo sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, pero dijo: » El Señor te reprenda! «

Para resistir al diablo hay que ponerse la «armadura de Dios.»

Efesios 6:11-18 [11] Póngase toda la armadura de Dios, para que puedan estar firmes contra las asechanzas del diablo. [12] Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. [13] Por lo cual, con toda la armadura de Dios, de modo que cuando el día malo, puede ser capaz de defender su posición, y después de haber hecho todo, estar firmes. [14] Manténganse firmes, con el cinturón de la verdad el cinturón alrededor de su cintura, con la coraza de la justicia en su lugar, [15] y con sus pies calzados con la disposición que viene del Evangelio de la paz. [16] Además de todo esto, tomen el escudo de la fe , con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. [17] Y tomad el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios . [18] Y orando en el Espíritu en todas las ocasiones con todo tipo de peticiones y ruegos. Con esto en mente, estar alerta y perseveren en oración por todos los santos.

Aunque Dios permite que Satanás nos tiente, Él siempre ofrece una salida.

1 Corintios 10:13 No os ha tomado tentación que no sea común al hombre. Y Dios es fiel, y no os dejará ser tentados más de lo que puedan aguantar. Pero cuando llegue la tentación, él les dará también una salida para que pueda ponerse de pie debajo de ella.

Satanás sabe que las Escrituras y tratar de usarlas mal para satisfacer sus propios planes. 

Como se describe en Mateo 4:3-10 y Lucas 4:3-12 , en la tentación de Jesús en el desierto, Satanás le cita varias veces las Escrituras. Jesús le respondió cada vez que con las Escrituras adicionales refutar los intentos de Satanás para llevar las cosas fuera de contexto o sólo utilizar una parte de una sección.
 

Satanás trata de impedir que la gente estudie la Biblia.

Satanás trata de impedir que la gente estudie  la Biblia. Usted debe desarrollar un plan de estudio, por ejemplo, de 20 minutos al día, empezando a las 7:00 am.

Hay espíritus que pueden inducir a la somnolencia, y suelen hacerlo una vez que usted inicia un programa de estudios. Si hablas con la gente que son nuevas en  el estudio de la Biblia, habitualmente van a decir «Yo trato de estudiar, pero me caigo dormido.» Esta es una razón por la que es mejor empezar a estudiar en la mañana que por la noche.

Satanás plantea todo tipo de distracciones, por ejemplo, llamadas telefónicas, las cosas que usted necesita para ponerse al día, etc  Esta es otra de sus tácticas. Cuando alguien primero comienza a estudiar la Biblia, todo tipo de pequeñas distracciones de repente empiezan a aparecer.   Muchas de ellas son legítimas, pero no muy importante. Esta es otra razón por la cual se recomienda la mañana temprano estudio de la Biblia.

Jesús vino a destruir las obras del diablo y de sus ángeles caídos para que los hombres puedan tener la mejor vida posible.

Juan 10:10 El ladrón [el diablo] no viene sino para hurtar y matar y destruir: yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

Juan 3:16-17 [16] «Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. [17] Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvar al mundo a través de él.

1 Juan 3:8 El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo.

Es importante no malinterpretar pasajes como 1 Juan 3:8. Esto no significa que una persona que peca de vez en cuando, será condenada. Esto significa que aquellos que hacen una práctica regular de pecar, aquellos para los que pecar es una forma de vida , será condenados.
 

¡LA SEÑAL ES JESUCRISTO MISMO!

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Una pregunta Crucial

En Mateo 24:3 los discípulos de Jesús le preguntan al Señor lo siguiente: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y que SEÑAL habrá de tu venida, y del fin del siglo?”. Aquí encontramos básicamente dos preguntas: Una, ¿Cuándo serán estas cosas? Es decir, cuando será destruido el templo de Jerusalén (v.1,2), y la otra: ¿Y qué SEÑAL ( nótese el singular) habrá de tu venida y del fin del siglo? Muchos estudiosos de la Biblia no se han detenido a meditar que los discípulos le pidieron a Jesús UNA SEÑAL concreta y específica que les indicara su venida o regreso (y no su proximidad como creen algunos) y del fin del mundo. Sí, los discípulos querían saber UNA SEÑAL—¡Y sólo UNA! Este detalle debe grabárselo bien en su mente, querido lector, pues muchos “estudiantes” de la Biblia lo han pasado por alto.

Señales De Su Proximidad:

En los versículos 4-6 de Mateo 24 Jesús dice que antes  de su regreso, y del fin del mundo, aparecerían falsos cristos u hombres que dirían que ellos son el Cristo esperado, o el cristo encarnado en ellos. Ejemplo de éstos son Jim Jones quien murió en Guyana con su iglesia, y David Koresh, quien murió con 70 de sus seguidores en Waco, Texas. Hoy existen otros falsos líderes que se hacen pasar por Jesucristo, y están engañando a muchos ingenuos (v.5), también Jesús habló de guerras y rumores de guerras (v.6), pero que ¡todavía no sería el fin! (v.6). Hasta este punto Jesús NO nos da una señal singular o específica de su venida y del fin del siglo. En los versículos 7-14 el Señor Jesús profetizó claramente los conflictos internacionales (v.7). Luego Jesús habló de la gran tribulación que vendrá a sus escogidos por causa de su nombre (v.9), y el surgimiento de falsos profetas o maestros fraudulentos ansiosos de poder y dinero (v.11). En el verso 14 Jesús anunció que el evangelio del reino será predicado por todo el mundo como testimonio…y entonces vendrá el fin del mundo.

Pero hasta acá tampoco tenemos la SEÑAL única y singular que le fuera solicitada por sus discípulos acerca de su venida y del fin del mundo. Muchos cristianos confunden estas señales sobre la proximidad de su venida con su venida misma. Estar próximo a venir no quiere decir ya se llegó. Otros cristianos creen que la SEÑAL es en verdad un conjunto de señales. ¡Pero esta idea es un error! Los discípulos le están pidiendo a Jesús UNA SEÑAL—¡Y Jesús se las dará inmediatamente sin rodeos!

Pasando al versículo 23, Jesús vuelve a predecir la venida de falsos cristos. El verso 24 repite lo mismo y añade la venida de falsos profetas que harán portentos y engañarán a muchos, si fuera posible, aun a los escogidos. En el verso 26 Jesús advierte de la venida de falsos cristos y profetas que aparecerán en los desiertos y aposentos (ojo: no desde los cielos), y a los cuales no hay que creerles.

Es en el versículo 27 donde Jesús comienza a desarrollar, por decirlo así, LA SEÑAL (singular) de su verdadera venida o retorno, contrastándolas con aquellas falsas venidas de falsos Mesías o Cristos en los desiertos y aposentos (=salones de conferencias, hoteles, casas, etc) del verso 26, y a los cuales no hay que creerles. En el versículo 29 Jesús revela que DESPUÉS de ocurrir todos los eventos de los versos 4-27, el sol se va a oscurecer, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Estos extraños y escalofriantes eventos que sucederán en el cielo, ANTECEDERÁN o PRECURSARÁN  la manifestación de la SEÑAL esperada.

En el versículo 30 encontramos, por fin, la SEÑAL clara y concisa dada por Jesús de su verdadera Parusía o venida. Él dice: Entonces aparecerá LA SEÑAL (nótese el singular) del Hijo del Hombre EN EL CIELO…Y VERÁN AL HIJO DEL HOMBRE VINIENDO (descendiendo) SOBRE LAS NUBES DEL CIELO, CON PODER Y GRAN GLORIA. 

Como respuesta a la pregunta de los discípulos acerca de UNA SEÑAL clara y singular de su venida y del fin del mundo, Jesús les dice que LA SEÑAL ES ÉL MISMO DESCENDIENDO VISIBLEMENTE DEL CIELO (no de los desiertos y aposentos) CON PODER Y GRAN GLORIA. A diferencia de los falsos cristos que aparecen “horizontalmente”—de entre los hombres—el Cristo verdadero viene “verticalmente”, de arriba hacia abajo, del cielo a la tierra. Si algún Cristo no DESCIENDE VISIBLEMENTE de arriba hacia abajo, del cielo a la tierra, con sus ángeles de su poder y con gran gloria, ¡NO ES EL CRISTO VERDADERO!. Hay hombres que se proclaman “El Mesías”, pero que NO han venido verticalmente del cielo a la tierra, con poder y gran gloria. Además, Ningún hombre ha visto descendiendo del cielo a Cristo aún de la manera bíblica. Pero cuando Cristo regrese del modo exactamente como él lo profetizó, sabremos que él es el Mesías esperado, y por tanto, ya habrá inmediatamente resucitado a los justos (Juan 5:28,29; 1Tesalonicenses 4:16,17). El falso Cristo no podrá descender del cielo, ni tampoco tendrá el poder de resucitar a los cristianos muertos, a fin de que éstos, junto a los cristianos vivos, puedan ser arrebatados por él a las nubes para recibirlo como el Mesías verdadero (vuelva a leer 1 Tesalonicenses 4:16,17—nótese la palabra “recibir” del verso 17). 

Adicionalmente a lo dicho anteriormente, en Hechos 1:11 leemos que dos varones vestidos de ropas blancas (ángeles) dan más detalles de la verdadera “Parusía” o venida de Cristo, con estas palabras: “Varones Galileos, ¿Por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS ( Es decir, un judío de unos 33 años aproximadamente, hebreo hablante, glorificado e inmortal), que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como o habéis visto ir al cielo.”

El Jesús que subió al cielo no era un espíritu sino un hombre joven, glorificado e inmortal. Este mismo joven Jesús  JUDÍO, glorioso, visible e inmortal, regresará nuevamente del cielo a nuestra atmósfera terrestre para arrebatar a su iglesia y conducirla a su reino (Mateo 25:31,34). Si el hombre que dice ser el Cristo no posee estas características antes mencionadas, no es el Cristo verdadero. Ahora bien, es en el texto de Mateo 24 donde Jesús REVELA POR PRIMERA VEZ CÓMO VOLVERÁ NUEVAMENTE A LA TIERRA. En anteriores ocasiones Jesús sólo les había revelado a sus discípulos que volvería nuevamente a la tierra, pero sin darles los detalles de la forma de su regreso (Ver Juan 14:3,18; Lucas 12:40). Ahora los discípulos sabían que la SEÑAL que indicaría la venida del Hijo de Dios sería SU APARICIÓN VISIBLE  Y PERSONAL DESDE EL CIELO A LA TIERRA (2 Tesalonicenses 1:7). Es decir, sus seguidores lo verían a él mismo descender del cielo a la tierra en el Monte de los Olivos (Zacarías 14:4). Si un pretendido “Cristo” no hace esto, es definitivamente un falso Cristo.

Los mal llamados “Testigos de Jehová” rechazan esta verdad de un Cristo resucitado de carne y huesos (Lucas 24:39). Ellos afirman que Jesús fue resucitado en espíritu pero que tomaba la apariencia humana cuando le convenía hacerlo. Sostienen que Cristo regresó al cielo en espíritu, e invisiblemente. Enseñan que su regreso ha sido igualmente espiritual e invisible en 1914. Ellos aseguran que pueden ver su “presencia” con los “ojos del entendimiento”. Otros cultos o sectas modernas afirman que Cristo ya está encarnado entre nosotros como un hombre, o ángel mensajero, como es en el caso de las sectas “Alfa y Omega” Y “la Iglesia de la Piedra Angular”.

No obstante, en Apocalipsis 1:7 se nos dice que Cristo viene con las nubes y todo ojo le verá, y los que le traspasaron. Pero, ¿quiénes son estos hombres que le traspasaron? Obviamente no los cristianos. Luego concluimos que Cristo será visto también por los que le rechazaron y crucificaron en el Primer siglo. Si un pretendido Cristo no viene con las nubes y no es visto por todo ojo, es un falso Cristo. Un Cristo de aposentos o salones de conferencia no es el Cristo verdadero.

Es trágico ver que millones de cristianos no estén esperando el descenso o la segunda venida visible de Cristo desde los cielos. Lo que millones de hombres sí esperan hoy es la aparición o descenso de seres extraterrestres desde el espacio sideral, para que salven y eduquen a la raza humana decadente. La Segunda venida de Cristo desde los cielos ha pasado a ser simplemente un mito arcaico en esta era espacial, y es escasamente creída en los círculos católicos de todo el mundo y en muchas de las sectas modernas de hoy. Sí, muchos cultos peligrosos modernos rechazan, sin base alguna, el descenso desde los cielos de Cristo o  llamado también: “la segunda venida personal y visible de Cristo con sus ángeles desde los cielos”. Tales cultos han torcido la esperanza evangélica del descenso personal, visible y celestial de Cristo, inventado doctrinas de demonios que sólo conducen a la perdición (1 Timoteo 4:1,2) Sin embargo, Jesús dijo: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, NO LO CREÁIS” (Mateo 24:23).

LAS RAZONES POR LA QUE CREO EN UN DIABLO PERSONAL Y NO EN UNA MERA PERSONIFICACIÓN DEL MAL Y DEL PECADO

Jesús y el poseso Gadareno

Ing º Mario A. Olcese (Apologista) 

Hay una corriente moderna de teólogos Católicos, Protestantes  y Judíos que niega la existencia de un diablo personal cósmico y espiritual. Estos exégetas bíblicos sostienen que la creencia en ángeles caídos, o también llamados “demonios”, es un mito medieval de origen pagano. Por ejemplo, para el teólogo R. Bultmann las figuras cósmicas como ángeles o demonios no les compete una realidad, pues él las considera unas figuras míticas. Para este teólogo de renombre, el pecado es puramente un asunto del hombre. Cuando la Biblia, dice él, habla de “la esclavitud bajo el pecado” (Juan 8:34) quiere decir “esclavitud bajo el diablo” (1 Juan 3:8). Para Bultmann el pecado y el diablo son sinónimos. Es decir, cuando uno peca, uno se convierte en diablo. El diablo, según él, es nuestro pecado, o nuestra desobediencia a Dios. 

Para el teólogo católico Herbert Haag, el diablo es la personificación del mal. Él escribe: “Satanás es la personificación del mal, del pecado. En todos los pasajes del Nuevo Testamento en los que aparece el nombre de Satanás o del diablo, podemos tranquilamente cambiar esos términos por ‘el pecado’ o por ‘el mal’… La misma función queda resuelta en el vocabulario de Juan con el término ‘mundo’ (Juan 15: 18i;  17: 14). El Nuevo Testamento utiliza, en fin, alternativamente y con el mismo significado los términos Satanás, diablo, mundo, pecado, mal”.

Pero el razonamiento de Bultmann, Haag, y de muchos otros como ellos, es peligroso, ya que de igual forma podríamos comparar Lucas 13:18 con Lucas 7:31 y obtendríamos una conclusión erradísima por cierto. Veamos lo que nos dicen estos dos textos lucanos:

“Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?”  (Lucas 7:31)

Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?”  (Lucas 13:18). 

 Si razonamos como lo hacen Bultmann y Haag, tendríamos que concluir que ‘el reino de Dios’, y ‘los hombres de esta generación’ son expresiones equivalentes. Pero: ¿Podría alguien creer que el reino de Dios esté compuesto por los hombres incrédulos de este mundo? —Imposible!

También podemos hacer ese mismo artificio con Santiago 4:7 y 1 Pedro 2:13. Veamos lo que dicen estos dos textos:

Santiago 4:7: “Someteos, pues, a Dios…”

1 Pedro 2:13: “Someteos… al rey como a superior.”

Al comparar estos dos textos: ¿Sería lógico concluir que “someterse a Dios” es equivalente a “someterse al rey de una institución humana”?¿Era el rey humano Herodes—Dios?¿Es Dios una “institución humana”? Imposible.

 Por su parte, P. Schoonenberg  no nos habla de poderes personales, sino de poderes “personalizados” del pecado y de la muerte. Schoonenberg usa como sinónimos la “esclavitud del pecado” y “esclavitud del diablo” como lo planteó Bultmann.  De modo que hay una corriente de teólogos cristianos que niega la existencia de poderes personales espirituales, los cuales nunca fueron negados por la iglesia en los primeros tres siglos de la Era Cristiana. Incluso en el Edad Media se intensificó dicha creencia aunque mucho de ella fue distorsionada y mitificada con ideas paganas.                                                   

No obstante, la gran mayoría de creyentes Católicos y Protestantes cree en la existencia del diablo como una figura supramundana, cósmica, angélica, y maléfica. Entre los teólogos prominentes que son exponentes de un diablo personal están Karl Barth, Paul Althaus, Emil Brunner, Otto Weber, Hans Küng, D. Zähringer, Conrado Balducci, A. Winklhofer, J. Burton Brown, y muchos otros de renombre.

El problema de personalizar o personificar al diablo es que con igual criterio podemos personificar la ‘justicia’ con el término ‘Dios’. Podríamos decir, por citar un ejemplo, que ser “siervos de Dios” (Santiago 1: 1) es lo mismo que decir “siervos de la justicia” (Romanos 6: 18).  Es decir, podríamos concluir que Dios es la personificación de la justicia y no necesariamente una Persona Divina Todopoderosa y Eterna.

 No dudo que Haag, Schoonenberg, y Bultmann se escandalizarían con esta lógica conclusión, pues ellos jamás pretendieron negar la existencia de un Dios personal y Todopoderoso en sus escritos.      

Por otro lado, los proponentes de la personificación del mal sostienen que pueden haber muchos ‘Satanases’, y muchos ‘diablos’ humanos. Por ejemplo, Herbert Haag recurre a 1 Samuel 29: 4 para demostrar que el rey filisteo Aquis, al querer llevar a la guerra al rey David, se convirtió en adversario (Satán) de él en la batalla. Para Haag, y no le restamos razón, todo individuo que se oponga a Dios es adversario (Satán) de él. Además, Haag recurre a 1 Reyes 11: 14, 23, 25 para demostrar que el mensajero de Jehová se convirtió en Satán cuando estorbó el paso a Balaam. Y también es cierto que en el Nuevo Testamento, tanto Judas Iscariote, como Simón Pedro, son llamados ‘diablo’ y ‘Satanás’ respectivamente (Ver Juan 6: 70 y Mateo 16: 23). El hecho de que hombres hayan fungido de ‘Satanes’ o de ‘diablos’ no quiere decir que no exista un diablo mayor y espiritual que actúa adversamente a los dictados de Dios, pues también hubo hombres santos que fungieron de ‘Dios’, como Moisés (Éxodo 7: 1), los jueces de Israel (Juan 10: 34), y sin embargo, este hecho no anula la existencia de un Dios Todopoderoso, Espiritual, Justo, y Eterno. 

El teólogo y exegeta bíblico Settimio Cipriani dice de Herbert Haag, lo siguiente: “En conjunto, queda como un intento bastante infantil el realizado en los últimos tiempos por el profesor Herbert Haag, de la Universidad de Tubinga que intituló su libro muy significativamente ‘ABSCHIED VOM TEUFEL’ (‘DESPEDIDA DEL DIABLO’). Nunca se le podrá dar un adiós al diablo, aunque fuera cierta la hipótesis sugerida aquí por el autor, es decir, que Satanás sería la personificación del mal, que sería así dramatizado y corporalizado ante el hombre. He aquí, en efecto, cómo se expresa él como conclusión de sus quizás demasiado rápidas reflexiones exegéticas: ‘Para nosotros, pues, se trata no sólo de preguntarnos si la Sagrada Escritura utiliza la palabra Satanás, diablo, espíritus malos, sino, más bien, preguntarnos lo que ella quiere decir con esa terminología. El problema del diablo, sigue diciendo Cipriani, “no se resuelve ni simplemente negándolo, porque no encontraría lugar en las categorías científicas de nuestro tiempo, ni reduciéndolo de problema teológico a problema puramente filosófico, y más exactamente antropológico: es decir, la experiencia del mal que hacen los hombres y el porqué del mal en su corazón y en su vida, como efectivamente nos parece haya hecho el profesor Haag y después de él también otros estudiosos católicos” (12).

El Que Practica el Pecado Es del Diablo (1 Juan 3:8)

El Apóstol Juan nos dice que todo aquel que practica el pecado es DEL Diablo. Esto refutaría la posición de Haag (y Bultmann) en el sentido de que el pecador es diablo cuando peca. Pero si el pecador es diablo cuando peca, entonces Juan debió decir: “El que practica el pecado es diablo”. ¡Pero él no dijo eso! El dijo claramente: “El que practica el pecado es DEL diablo”, es decir, le pertenece al diablo y se convierte en su esclavo. Esto probaría que el diablo es una persona que puede someter y dominar a otra y hacerla su siervo.

El Diablo peca desde el Principio (1 Juan 3:8)

Si el Diablo peca desde el principio, entonces es un ser que tiene voluntad propia y goza de libre albedrío. Nadie puede pecar si antes no se deja seducir por su propia concupiscencia. De alguna manera el Diablo que presenta Juan es un ser que decidió violar las leyes del Eterno. No es alguien creado malo, sino una criatura que escogió el mal camino. Tampoco es un ser humano, pues Juan dice que peca (no “pecó”) desde el principio. ¿Cuál principio? Pues según el contexto (1 Juan 1:1)—¡Desde el principio de todo lo creado! Esto demostraría que el diablo de Juan no era un ser humano en particular, sino un ser cósmico, longevo, y que de alguna manera viene pecando desde la misma creación del mundo.

 Buen provecho, diablofóbicos!!!

«ALMA» EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

 

Un compendio por Ingº Mario A Olcese

Debemos recordar que la palabra hebrea “nephesh”  aparece 754 veces en el Antiguo Testamento, y ésta es usada tanto para humanos como para animales. Por ejemplo, en Génesis es usada en animales 4 veces antes de que fuera usada para el hombre; y de las 13 veces en Génesis, diez veces es usada para los animaes.

La palabra Hebrea Nephesh y la palabra Griega Psyque

En este estudio usaremos la palabra ·alma” como una traducción de la palabra Hebrea nephesh y la palabra Griega Psyqué, para establecer una consistencia entre la palabra Hebrea nephesh y su uso contextual en el Antiguo Testamento. Esto será verdad de la palabra Griega Psyqué en el Nuevo Testamento.

¿Qué, entonces, enseña el Antiguo Testamento sobre nephesh?

1.- Es usada de peces y criaturas marinas. Génesis 1:20, traducido vida; Génesis 1:21, traducido criatura: Isaías 19:10, traducido pescado; levítico 11:10, traducido cosa. Nota: Incluida aves de corral.

2.- Es usada de los “animales de la tierra”. Génesis 1:24, traducido criatura; Génesis 1:30, traducido vida; Génesis 2:19, traducido criatura. En Proverbios 12:10 se nos dice que un hombre justo cuida de la vida (nephesh) de su bestia, y Jeremías 2:24 usa nephesh de la vida sexual (traducida “su placer”) de un asna salvaje.

3.- Es usada para “hombre”. Génesis 2:7, “el hombre vino a ser alma viviente”. Que esta palabra es usada como designación para el hombre es visto en los siguientes textos: Génesis 46:18, Exodo 12:15; Levíticos 4:2; 5:1,2,4,15,17; cp.7:27 donde se dice que el “alma” come.

4.- El “alma” es una cosa precaria como se ve en Proverbios 1:19: “Quita la vida (nephesh) de sus poseedores”. Cp. 1 Reyes 1:12, Lamentaciones 2:19, Jonás 1:14; 1 Samuel 22:23, Ester 7:3, nephesh, traducida “vida”.

5.- El “alma” puede ser matada en ambos, hombre y animal. Levíticos 24:17,18: “El que mata a un hombre (alma de un hombre)…” y “el que mata una bestia (alma de la bestia), i.e. alma por alma. Esto es visto nuevamente en Exodo 31:14 donde el “alma” que violaba el sábado debería ser cortada, i.e puesto a muerte.

En Deuteronomio 19:6, donde se lee “y le hiera”, el Hebreo lee:…”le hiera su alma”. En Deuteronomio 19:21 donde se lee: “…pero vida será por vida”, tenemos en nephesh en el Hebreo, así si un hombre mara un alma, él pagará con la suya. En números 31:19 tenemos…”Quienquiera que haya matado alguna persona (nephesh). Deuteronomio 22:26 y 27:25, y Génesis 37:21 todos hablan de matar el alma.

6.- Un “alma muerta” no debía ser “tocada”. Números 6:6 nephesh, traducida cuerpo muerto o muerto, aquí y en números 5:2, 6:11, Levíticos 19:28,21:1,11.Que el “muerto” debería ser llamada “alma muerta” de acuerdo con el texto Hebreo de las Escrituras puede ser chocante para muchos, pero debemos recordar al estudiante que la “inmortalidad” es algo “puesto” en la resurrección (1 Corintios 15), de modo que no lo tenemos aún hoy. Las Escrituras sí enseñan que sólo el hombre Cristo, nuestro Señor, tiene inmortalidad hoy por su resurrección.

7.- El alma puede ser destruida. Josué 10:28,30,39; Ezequiel 22:27; Levíticos 23:30.

8.- El “alma” podía morir, Números 23:10; “Déjame (mi alma) morir.”

9.- El “alma” irá a la tumba (Job. 33:22) y será puesta a “muerte”. Salmos 33:19, 78:50, Ezequiel 18:4,20

10.- El “alma” es identificada con la sangre. Génesis 9:5 debería leer, “…sangre de tu alma”. Levíticos 17:11 debería leer, “Porque el alma (nephesh) de la carne está en la sangre…” y Levíticos 17:14, “…porque la vida (nephesh) de toda carne es la misma sangre. Proverbios 28:17 menciona la “…sangre de cualquier persona (nephesh). La identidad del “alma” con la sangre debería alertarnos a las grandes verdades puestas en tipos (Levíticos 17:11), nos dice que el derramamiento de sangre habló de la víctima poniendo sus vida como “sacrificio substitutivo” por el pecador. Esto debería significar el “derramamiento de sangre”. i.e, uno muriendo en el lugar del otro. Hubo sólo uno en la tierra no merecedor de muerte-que no necesito morir- Isaías 53:12, declara, “… El puso su alma a la muerte”, y Romanos 5:8 expresa este aspecto del sacrificio de la muerte de Cristo, así: “Cristo murió por nosotros”, y Romanos 5:6, Cristo murió por los impíos”.

En Deuteronomio 12:23 cuando el escritor declara que la sangre es la vida (nephesh-alma) y que ellos no deben comer la vida (alma), les estaba enseñando que el derramamiento de la sangre fue la entrega de la vida— hablando de Aquel que dio su vida por los pecados del mundo.

11.- Del “alma” se habla como teniendo deseos animales en Deuteronomio 12:20 (22 pasajes en total) y como teniendo grandes aspiraciones (“Mi alma tiene sed de Dios”), Salmos 42:2 y muchos otros pasajes) , como ejerciendo facultades mentales, y nephesh es traducido 2mente” en Génesis 23:8, Deuteronomio 18:6; 28:65 y otros lugares. Del alma se habla como manifestando emociones, como en Deuteronomio 28:65 y teniendo ciertos poderes. Todo esto (como también los 54 pasajes que dicen del alma siendo matada o cortada) debería motivarnos a sacar algunas conclusiones con respecto al alma. A propósito, nos podríamos sentir sorprendidos aprender que nunca en el AT se habla del alma como que “va al cielo” y nunca se le confunde con el espíritu o el “aliento del Altísimo·”

TESTIGOS DE JEHOVÁ: ¿SERÁ CIERTO QUE EL ESCLAVO ES UNA CLASE Y NO UNA PERSONA O LA MISMA WATCHTOWER?

La Sociedad watchtower enseña que el Esclavo mencionado en Mateo 24:45-47 no es una persona, tampoco la watchtower, sino un cuerpo del resto ungido o una clase de personas con esperanza celestial. Según el libro De Paraiso Perdido a Paraiso Recobrado, pag 193, WTB&TS. ¿Pero será eso cierto?. Veámoslo en este video.

¿SE PUEDE LLAMAR AL ESPÍRITU SANTO COMO «EL ESPÍRITU SANTO»?

Pregunta –

Usted por lo visto no cree que el Espíritu Santo es la Tercera Persona de la  Santa Trinidad. ¿Entonces por qué la Biblia usa el pronombre personal ‘él’ y ‘Aquel’ cuando se refiere al Espíritu Santo?

Respuesta –

Esta es una buena pregunta. Sí, algunas (pero no todas) las traducciones utilizan los pronombres personales cuando se refiere al espíritu. Pero éstas que lo hacen así son todas traducciones. La pregunta a plantearse es: ¿Se encuentran en realidad estos pronombres también en los manuscritos bíblicos en el idioma Griego o Hebreo? Para responder esta pregunta, debemos entrar en el idioma de los manuscritos. Si el Espíritu Santo no es una “tercera persona” de la Trinidad referida como un «él» o un «Aquel», entonces el concepto cristiano de un Dios en tres personas también es un error y entonces el concepto cristiano de la Trinidad deberá ser desechado.

A continuación hay dos traducciones del mismo pasaje de la Escritura que tienen posiciones totalmente opuestas en su traducción de varios versículos que se refieren al Espíritu Santo. Tal traducción tan extrema y contraria es una fuerte indicación de que uno o el otro es un error. En estos ejemplos estamos usando la versión King James (KJV-Rey Jaime, en español), que utiliza el pronombre personal ‘él’, y la Concordant Literal Version (CLV), que utiliza el pronombre neutro «ello». Citaremos la parte aplicable de la oración de los dos, luego vamos a comprobar para ver lo que el Griego dice realmente.

Juan 14:16 es un buen punto de partida del pasaje de esa referencia al Espíritu Santo

KJ «…. para que EL esté con vosotros para siempre … «

CLV «… que ello, de hecho pueda estar con vosotros para el EON …»

Griego «… que [ello] pueda permanecer con vosotros en la edad».

Nota: el pronombre «él» está ausente del Griego en la mayoría de los manuscritos. En unos pocos manuscritos en donde existe un pronombre, el pronombre es relativo, que significa «que». En esos pocos casos, el Griego leería como sigue:

Griego alternativo «… que ello pueda permanecer con vosotros en la edad».

Conclusión, el pasaje en el Griego no contiene el pronombre «él». El CLV es la traducción más exacta aquí, que usa el neutro ‘ello’ añadido para buen español.

Juan 14:17

KJV «…porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 

CLV «…. porque no ve ello, ni conoce ello. Sin embargo, vosotros conocéis ello, porque ello mora con vosotros y estará en vosotros. «

 Griego “… porque no ve ello, ni conoce ello, pero ustedes conocen ello, porque ello mora a su lado y en ustedes estará.

Nota: Este es un muy buen ejemplo de traducción engañosa en la KJV. En el pasaje anterior, la palabra traducida como «él» del griego, en la KJV es el pronombre Griego «auto». Este pronombre no es un pronombre en primera persona masculino «él». Este pronombre en el griego es 3 ª persona neutro y debe ser traducido como «ello.»

Conclusión, esta es una prueba absoluta de la traducción engañosa en la KJV y muy fácil de comprobar, del Griego con un conocimiento básico del Griego. La KJV es un error, pero el CLV es correcta y se corresponde totalmente con el lenguaje de los manuscritos Griegos.

Si tomamos el tiempo para analizar todos los otros pasajes que tratan del espíritu, encontraríamos la misma o una similar traducción defectuosa en esas Escrituras. En los pasajes anteriores, como en la mayoría de los otros pasajes en referencia a Espíritu Santo, el pronombre está ausente, o si está presente, es un pronombre relativo, como quien, que, lo que, y el neutro, donde la palabra «ello» es requerido .

Hay muchos otros casos en la KJV y otras traducciones engañosas, donde el artículo definido «el» se ha insertado en la traducción al Español, donde el pasaje se refiere al Espíritu Santo, cuando el artículo «el» no aparece en el texto Griego. Insertar el artículo «el» en el texto cuando no existe en el griego, puede cambiar todo el sentido del pasaje, por ejemplo, Lucas 1:35.

Lucas 1:35

KJV «…. Y el ángel le respondió y le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti «,

CLV «…. Y, respondiendo, el mensajero le dijo a ella: «Espíritu Santo vendrá sobre ti..»

Griego… “…y respondiendo, el mensajero le dijo: «Espíritu Santo vendrá sobre ti…»

En el ejemplo anterior de la KJV, el artículo definido está ausente del texto Griego, y añadida por los traductores, también fue añadido la capitalización (que indica una persona específica, lugar específico, o algo específico). La CLV es correcta y se corresponde con el texto Griego, por no añadir nada en la traducción. El uso incorrecto del ‘artículo definido’ anterior ‘santo’ de la KJV es un intento de hacer al «Espíritu Santo» una persona determinada, cuando el «Espíritu Santo» es en realidad indefinido y no «específico» en el Griego.

También hay algunos ejemplos en los que el artículo definido «el» se usa en el Griego, al referirse al espíritu santo, como en «el espíritu santo», indica un espíritu específico, o el espíritu Santo. Pero, sin excepción, cuando «el» se usa es siempre en el neutro, infiriendo que «el» espíritu es considerado debidamente  «ello» (sin género específico). En algunos casos, el artículo «el» en el Griego no se distingue, y puede ser masculino o Neutro. En la mayoría de los pasajes, espíritu santo es un «ello», y no tiene género masculino, ni tampoco puede aplicarse apropiadamente un género. El género es agregado por los traductores para dar personalidad al poder y la influencia del espíritu santo, pero esto no puede ser apoyado por los manuscritos y debe ser desechado como un error o engaño.  

Por último,

La palabra «Santo» en el conjunto de nuestras Biblias en español se traduce “separado» en el Griego. La palabra espíritu en nuestras traducciones en español, es del latín “viento», “aliento” y traduce el griego Pne’-u’-ma’ que significa literalmente« efecto de soplar, viento, aliento, respiración. Es la palabra Griega de la cual obtenemos la palabra castellana ‘neumático (s) que tiene que ver con el aire. De esto se deduce de las Escrituras como el aire, «PNE-u’-ma ‘o espíritu, es el poder invisible, intangible de la acción, la inteligencia y la vida. Cuando se utiliza con, y / o referencia a Yahvé (Dios), que es Espíritu (Juan 4:24) que es su poder y la influencia celestial que se manifiesta en sus operaciones  invisibles e intangibles. Al referirse a lo terrestre, la palabra «espíritu» debe considerarse en el contexto estricto de su uso. La palabra puede ser utilizada en diversas aplicaciones en la Escritura, como el espíritu de la verdad, el espíritu de error, el espíritu de engaño, espíritu suave, etc

Al referirse a «Espíritu Santo» como procedente de o del Padre, «eso» o «ello» es su (de Yahvé) autoridad e influencia celestial Todopoderosa y Suprema sobre su creación, tal como se manifiesta en su continuas operaciones invisibles e intangibles, y su control total. Una comprensión correcta del espíritu santo según las Escrituras confirma que sólo hay  un solo Espíritu separado, y ese Espíritu es Yahweh Todopoderoso. No hay ninguna entidad de este tipo en las Escrituras como una persona Espíritu Santo separada aparte del Padre Yahweh, o una entidad tal como ‘el Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad. La Biblia es muy clara, el mismo Padre es el Único Espíritu Santo!

Esto es sólo un ejemplo, sin pasar por cada caso, pero lo mismo se aplica en muchos, si no la mayoría de los otros usos de espíritu y en referencia al espíritu santo en las Escrituras.

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LAS ENSEÑANZAS VERSUS LA PERSONA

Por Ingº Alfonso Orellana

(Comentario basado en el tema: FRIEDRICH LOOFS Y LA ENCARNACIÓN DEL HIJO

 Escrito por apologista el 10/11/2009 08:43)

Tomas Jefferson, figura histórica con la me he llegado a identificar por compartir muchas de lo que fuesen sus pasiones, conocía muy bien las Escrituras y sobre todo le impactaban las enseñanzas de Jesús. (De hecho, profesaba el unitarismo.) Este interés en Jesús le llevó una noche a componer un “evangelio” modificado en el cual tomó los evangelios y extrajo lo que él llamó “The Life and Morals of Jesus of Nazareth” (La vida y las enseñanzas morales de Jesús de Nazaret.) Literalmente cortó con una navaja todo aquello que el consideró las enseñanzas genuinas de Jesús y dejó fuera todos los milagros y referencias a la divinidad del Señor. Este pequeño libro, del cual poseo una copia con un facsímil del original, se llegó a conocer como La Biblia de Jefferson.

Jefferson fue hijo de la ‘edad del alumbramiento.’ Ávido lector, fanático de los libros, se centró en las enseñanzas de Jesús y no necesariamente en su persona. Desde mi punto de vista lamentable. Creo que desconectar la persona de las enseñanzas es diluir, reducir el impacto del mensaje. Es rebajarlo a un plano netamente humano, carnal, donde el código de Hamurabi y las enseñanzas de otros maestros de la moral humana, no distan mucho. Lo que hizo el diálogo entre Jesús y Pilatos trascendental no fueron las enseñanzas de Jesús; fue como reconoció Pilatos; “El hombre.”

Conocí muy de cerca de al Dr. D. James Kennedy y tuve algunos intercambios con él. Empiezo por decir que este hombre para mí fue una contradicción viviente. Nunca entendí cómo podía ser Calvinista y al mismo tiempo evangelista. En mi apreciación del Calvinismo no veo porque sea necesario evangelizar a nadie dado que ya el destino eterno de todos los humanos fue decidido de manera arbitraria antes que el mundo fuese. Nunca compartí el meollo de su fe.

Bueno, poniendo a un lado esta paradoja, puedo decir que estoy de acuerdo con la declaración citada arriba con relación a lo que es la esencia del cristianismo; la persona de Jesús. En mi concepto, las enseñanzas de Jesús, recogidas en los evangelios, fueron sólo el resultado de quién él era. No meramente la razón de su venida. Dios pudo haber inspirado a hombres para que escribieran las mismas cosas y realizaran los mismos milagros, incluso, morir en la cruz. Lo que ningún humano común y corriente podía hacer era morir en una cruz Y redimir la humanidad (sólo el mismo Hijo de Dios lo pudo hacer).

La identidad total de esta persona no fue algo que quedó vaciado en bronce cuando Jesús despareció de la escena. Evidencia de esto es que Jesús resucitado tomó a Saulo, lo llevó al desierto de Arabia por tres años y le instruyó en Su evangelio. Una unción fresca, libre de las ideas que pudieran estar cocinándose en la mente de los apóstoles y lideres en Jerusalén. Por la cartas paulinas sabemos que mucho de lo que se cocinaba no era “kosher,” estaba salpicado de judaísmo y ritos de la ley.

Como he reiterado muchas veces, siendo mi ‘caballito de batalla,’ el Espíritu Santo pacientemente conduciría a todos los cristianos después de Cristo mismo a “toda la verdad.” Y como Cristo también indicó en Juan que junto con el Espíritu Santo, él y Padre harían morada en el cristiano nacido de nuevo, podemos concluir que lo que se conocería de Jesús trascendería el retrato, la instantánea de tres años de ministerio terrestre. 

Esto no quiere decir que vamos a aceptar cualquier disparate que haya escrito un llamado ‘Padre de la Iglesia’ por cerca que haya estado a los apóstoles. Toda expresión tiene que ser pasada por el filtro del Espíritu que mora en nosotros. Debido a que no podemos generalizar, hacemos bien en considerarlo todo y retener lo bueno.

Lo que el escritor del tema sobre el que comento señala como “evolución desastrosa” yo lo catalogo como evolución constructiva.

Volviendo a Jefferson. Hace unos años visité la hermosa casa que él diseñó y construyó en una montaña piramidal en Virginia. Un lugar fascínate y una ventana a la vida de este hombre que declaró “hostilidad eterna a toda forma de tiranía de la mente humana.” Jefferson tuvo una capacidad enrome para avaluar la importancia de que el hombre tuviese un compás moral, y es por eso que aludió a “’la Divinidad” a la hora de componer uno de los documentos históricos más importantes de la historia de los Estados Unidos de América y quizás del mundo; La Declaración de Independencia. Este documento sentó las bases para el desarrollo de una de las Constituciones más estables de la historia del mundo civilizado.

Este conjunto de derechos de libertad fue basado, en gran parte, en el código moral judeocristiano. Jefferson fue responsable que esto fuese así. El sabía que la nación emergente poseía una gran desventaja; la mayoría de sus líderes estaban tan polarizados religiosamente como la nación que les oprimía desde el otro lado del Atlántico. Al conceder libertad de culto, Jefferson estaba precisamente asegurándose que la nueva nación fuese un estado secular en donde la libertad de culto reinara. Contrario a las alegaciones de mi difunto amigo D. James Kennedy, los Estados Unidos de América no son una nación “cristiana.”

Jefferson disfrutó de la amistad genuina de hombres de distintas denominaciones y formas independientes de fe. Sus numerosas cartas dan testimonio de su equilibrio y perspicacia al tratar con los asuntos relacionados a la religión. Desde mi perspectiva, lamento que intelectualizara a Jesús y se perdiera de otras cosas muy valiosas, la mayor de ellas, su papel como Rey del Reino de Dios. Por lo que conozco de mi Rey y lo poco que conozco de Jefferson tengo la sospecha que habrá un encuentro en el futuro de estos dos personajes donde el mejor vino, mejor que cualquiera que Jefferson cultivo en su vina, será compartido.

EL ESPÍRITU SANTO NO ES UNA PERSONA

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Este tercer capítulo tiene como fin primordial escudriñar lo que es el espíritu de Dios y demostrar que el espíritu santo no es la tercera persona de una santísima trinidad.Comencemos preguntándonos: ¿En algún pasaje de la Biblia se presenta al espíritu santo como una persona independiente?o más bien ¿el espíritu santo se presenta como algo perteneciente?.

Veamos el siguiente versículo, en el cual se presenta al espíritu santo como algo perteneciente y no como un ser independiente.

Efesios 4…

30: (BAD) “No agraviéis al espíritu santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Biblia al día)

30: (BLS) “No hagan que se ponga triste el espíritu santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado.” (Biblia Lenguaje Sencillo)

30: (CST-IBS) “Y que vuestra manera de vivir no cause tristeza al espíritu santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de vuestra redención.” (CST-IBS)

30: (DHH) “No hagan que se entristezca el espíritu santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.” (Dios Habla Hoy-1996)

30: (JER) “No entristezcáis al espíritu santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención.” (Jerusalén-1976)

30: (LBLA) “Y no entristezcáis al espíritu santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (La Biblia de las Américas)

30: (NVI) “No agravien al espíritu santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.” (Nueva Versión Internacional-1984)

30: (RV60) “Y no contristéis al espíritu santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Reina Valera-1960)

30: (RV95) “Y no entristezcáis al espíritu santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Reina Valera-1995)

30: (RVA) “Y no entristezcáis al espíritu santo de Dios en quien fuisteis sellados para el día de la redención.” (Reina Valera-1989)
30: (SRV) “Y no contristéis al espíritu santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.” (Spanish Reina Valera-1909)
30: (SSE) “Y no contristéis al espíritu santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención.” (Spanish Sagradas Escrituras)

Hipótesis
 El espíritu santo no es una persona de ningún dios trino.Todo aquel que crea y afirme que el espíritu santo es la tercera persona de la santísima trinidad, no puede ser un hijo de Dios Yahwéh, ya que ningún verdadero cristiano bíblico cree en un dios que sea trino. A los únicos que les interesa creer en un dios trino son a los hijos del Diablo y también al mismo Diablo.Tanto Yahwéh como su Hijo Yahshua tienen cada uno y por separado un cuerpo espiritual (celestial), respectivamente, pero como el espíritu que mora en ellos es santo, tenemos entonces que:

El espíritu santo no es Dios Padre ni Dios hijo, ni tampoco la tercera persona de un dios trino. Porque tanto Yahwéh como Yahshua poseen un espíritu que es santo, lo cual es muy distinto a decir que el espíritu santo sea una tercera persona de un dios trino.

Argumentación

El siguiente estudio no contiene conceptos personales ni ajenos, ya que solamente está inspirado y fundamentado en las Sagradas Escrituras y no de ninguna otra fuente que no sea la sola Biblia.

Comencemos con algunos pasajes del libro de los Hechos de los apóstoles…

Hechos 6…

3 “Buscad pues, hermanos, siete varones de vosotros de buen testimonio, llenos de espíritu santo y de sabiduría, los cuales pongamos en esta obra.”

Este versículo hace la diferencia entre espíritu santo y sabiduría, por lo tanto el espíritu santo no es la sabiduría.

Hechos 8…

19 “Diciendo: Dadme también a mí esta potestad, que a cualquiera que pusiere las manos encima, reciba el espíritu santo.”

Esta potestad consistía en el poder, la potencia o la virtud que los apóstoles poseían para dar el espíritu santo de Cristo a todo aquel que tenía el corazón recto delante de Dios (Hechos 8:21). Por lo consiguiente tal potestad no es el espíritu santo, sino el poder que tiene Dios para hacer que el espíritu santo habite dentro del ser humano que tiene fe en Dios y es obediente para con él.

29 “El espíritu dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro.»”

¿Pero habrá escuchado Felipe una voz literal? Pues claro que no, porque esta es solo una manera figurada que tiene Dios Padre para predicarnos cómo se vale él para que se cumpla su voluntad en hombres de fe, como Felipe, que quieren vivir en la obediencia y en la comunión con Yahwéh y Yahshua. Entonces ¿cómo es que “habló” el espíritu santo a Felipe? Pues, del mismo modo que lo hizo por medio del profeta Isaías a nuestros padres: “Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el espíritu santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres” (Hechos 28:25).

Hechos 10…

38 “Cuanto a Yahshua de Nazaret; cómo le ungió Dios de espíritu santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del Diablo; porque Dios era con él.”

En este versículo también se observa que no es lo mismo el espíritu santo que la potencia, puesto que la letra y marca la diferencia entre el espíritu santo y la potencia. Por lo tanto el espíritu santo tampoco es la potencia de Dios.

Hechos 11…

24 “Porque era varón bueno, y lleno de espíritu santo y de fe: y mucha compañía fue agregada al Señor.”

Aquí también se nos enseña que el espíritu santo no es la fe, puesto que la letra y indica una desigualdad entre el espíritu santo y la fe.

Entonces surge la pregunta: ¿qué es el espíritu santo? y la respuesta se obtiene al leer los siguientes pasajes bíblicos:

Romanos 5…

5 “Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el espíritu santo que nos es dado.” 

Romanos 14…

17 “Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el espíritu santo.”

Por el espíritu santo el amor de Dios está derramado en nuestros corazones (Romanos 5:5). También se derrama la justicia, la paz y el gozo por el espíritu santo.

Juan 15…

26 “Empero cuando viniere el consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.”

Aquí está el versículo clave para comenzar a entender lo que es el espíritu santo: es el espíritu de verdad, el consolador, que procede del Padre (es algo que emana o proviene del Padre).

Romanos 15…

13 “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del espíritu santo.”

Hechos 13…

52 “Y los discípulos estaban llenos de gozo, y del espíritu santo.”

Lucas 1…

67 “Y Zacarías su padre fue lleno de espíritu santo, y profetizó, diciendo:”

Lucas 2…

25 “Y he aquí, había un hombre en Jerusalén, llamado Simeón, y este hombre, justo y pío, esperaba la consolación de Israel: y el espíritu santo era sobre él.”

Hechos 9…

31 “Las iglesias entonces tenían paz por toda Judea y Galilea y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y con consuelo del espíritu santo eran multiplicadas.”

Lucas 4…

1 “Y Yahshua, lleno del espíritu santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el espíritu al desierto.”
8 “Y respondiendo Yahshua, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: A tu Señor Dios adorarás, y a él solo servirás.”

Lucas 12…
12 “Porque el espíritu santo os enseñará en la misma hora lo que será necesario decir.”

Juan 14…

26 “Más el consolador, el espíritu santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.”

Hechos 1…

8 “Más recibiréis la virtud del espíritu santo que vendrá sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.”

Hechos 2…

4 “Y fueron todos llenos del espíritu santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, como el espíritu les daba que hablasen.”

Hechos 4…

31 “Y como hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del espíritu santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza.”

Ahora bien, en muchas ocasiones, la palabra de Dios personifica, o presenta como personas, a cosas que no lo son, y no por ello quiere decir que dichas representaciones lleven un significado literal. Veamos algunos ejemplos:

Génesis 4…

10 “Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.”

Proverbios 1…

20 “La sabiduría clama de fuera, da su voz en las plazas:” 

Proverbios 7…

4 “Di a la sabiduría: Tú eres mi hermana; Y a la inteligencia llama parienta:”

Proverbios 8…

1 “¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?”

Proverbios 9…

6 “Dejad las simplezas, y vivid; Y andad por el camino de la inteligencia.”

Lucas 7…

35 “Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos.”

Romanos 5…

14 “No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aún en los que no pecaron a la manera de la rebelión de Adán; el cual es figura del que había de venir.”

17 “Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Yahshua los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia.”

21 “Para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Yahshua Señor nuestro.”

Romanos 6…

12 “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias;”

Revelaciones 20…

14 “Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.”

Isaías 14…

8 “Aún los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.”.

En los recientes pasajes se lee, por ejemplo, que la sangre de Abel HABLA (Génesis 4:10), sin embargo, no por ello vamos a decir que la Sangre es una persona. Lo mismo sucede con la sabiduría (Proverbios 1:20), la inteligencia (Proverbios 7:4), la gracia (Romanos 5:21), la muerte (Romanos 5:14), el infierno (Revelaciones 20:14), el pecado (Romanos 6:12), los árboles (Isaías 14:8): todos son personificados, pero no por ello significan, literalmente, que sean personas.

Mateo 3…

11 “Yo los bautizo a ustedes con agua para que se arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el espíritu santo y con fuego.”

Lucas 1…

41 “Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del espíritu santo,”

Hechos 10…

38 “Cuanto a Yahshua de Nazaret; cómo le ungió Dios de espíritu santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del Diablo; porque Dios era con él”

Por lo consiguiente, es totalmente imposible que el espíritu santo sea una persona, porque: al ser “bautizados con él” (Mateo 3:11); al ser “llenados de él” (Lucas 1:41); y al ser “ungidos con él” (Hechos 10:38), son manifestaciones que de ninguna manera resultan apropiadas para referirnos a una persona, muy por el contrario dichas expresiones niegan que lo sea.

Hechos 10…

38 “Cuanto a Yahshua de Nazaret; cómo le ungió Dios de espíritu santo y de potencia; el cual anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del Diablo; porque Dios era con él.”

Ratifico, expresiones como esta: “le ungió Dios de espíritu santo” es imposible que se refiera a alguien sino a algo.
Dios Padre Todopoderoso derrama y/o unge de su espíritu que es santo a todos aquellos que tienen fe en él y debido a esta fe viva es que los cristianos obran de acuerdo a la voluntad de Dios. Eso que derrama y/o unge imperiosamente tiene que ser algo, ¡no puede ser alguien!.

Escudriñemos, a continuación, quiénes son los que estaban en el principio:

 Génesis 1…

1 “En el principio crió Dios los cielos y la tierra.”

Hebreos 1…

2 “en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;”

10 “Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.”

1 Juan 1…

1 “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida;”
En el principio, las escrituras no reflejan a una tercera persona que forme parte de una misteriosa “trinidad”.

Continuemos el estudio con otros textos bíblicos:

Juan 1…

3 “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

10 “En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.”

1 Corintios 8…

6 “para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor,  Yahshua, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”En este versículo de la carta de Pablo a los corintios se lee que sólo hay un Dios, el Padre, y un solo Señor, Yahshua. Y ¿por qué Pablo no mencionó al espíritu santo en tan importante declaración de fe?… Si el espíritu santo fuese de verdad “la tercera persona de un Dios trino” entonces dicho apóstol lo hubiese nombrado.Definitivamente, si el apóstol Pablo no lo nombró es porque la fe de Pablo no era trinitaria.

Colosenses 1…

16 “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

Hebreos 11…

3 “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”

De estos anteriores versículos obtenemos lo que sigue:
Por la palabra de Dios ha sido constituido el universo (Hebreos 11:3), y todo fue creado por medio de Yahshua y para Yahshua (Colosenses 1:16), por medio del cual son todas las cosas, (1 Corintios 8:6), y el mundo por él fue hecho (Juan 1:10), y todas las cosas por él fueron hechas (Juan 1:3).
En conclusión, fue Dios Padre Yahwéh quien creó todas las cosas, pero toda la creación fue hecha (fue llevada a cabo) por medio de su Hijo Yahshua y para su Hijo Yahshua. En otras palabras, fue Dios Padre Yahwéh el que preparó todo la creación, él fue quien la diseñó, y fue su Hijo Yahshua quien la ejecutó.

Al margen, veamos lo que dice también

1 Juan 1…

14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”

Cabe aclarar, con este  pasaje, que el Verbo antes de haberse hecho carne, ¡ya existía! pero con un cuerpo celestial y no con un cuerpo mortal como cuando fue engendrado en el vientre de María.

Ya demostramos, en el primer capítulo de este libro, a quién representa el Árbol de Vida. Ahora también ya conocemos quién es el Verbo de Vida, es el Señor, el Hijo de Dios, Yahshua. Por lo tanto, quien estaba en el Edén junto a Adán, Eva y la bestia Satanás, fue indudablemente el Señor Yahshua, pero no con un cuerpo terrenal como el de Adán, Eva y Satanás, sino con un cuerpo celestial como el cuerpo de su Padre Yahwéh.

Pasemos ahora a Génesis 1…

2 “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.”

Leamos también a Job 33…

4 “El espíritu de Dios me hizo,y el soplo del Omnipotente me dio vida.”

Miqueas 3…

8 “Yo empero estoy lleno de fuerza del espíritu de Yahwéh, y de juicio, y de fortaleza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.”

Y a Mateo 12…

28 “Y si por espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.”

En estos versículos de Job 33:4 y de Mateo 12:28, la Biblia identifica al espíritu de Dios como un espíritu sumamente poderoso, que solo emana del Dios Omnipotente: Dios Padre Yahwéh. Pero en Génesis 1:2 se interpreta de una manera más precisa aún, porque hace referencia a dicho espíritu como un espíritu inmensamente fuerte y activo, que solo lo tiene Dios Padre Yahweh. Este concepto cuenta con el gran apoyo de toda la Biblia, sin embargo no podemos afirmar que el espíritu de Dios Padre, que es el espíritu poderoso del Dios Supremo, ¡un poder incomparable y omnipotente!, sea de igual magnitud e intensidad al del espíritu de su Hijo Yahshua. En cambio, cuando nos referimos a la santidad de ambos sí que podemos afirmar que es idénticamente igual.

En la Biblia se nos advierte que el Señor Yahshua fue declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, pero no con IGUAL potencia a la de su Padre Celestial:

Romanos 1…

4 “El cual fue declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos, de Yahshua Señor nuestro.”

Como conclusión, reiteramos, que el poder Supremo y Todopoderoso solo le corresponde al espíritu de Dios Padre Yahwéh.

Lo comprobemos con los siguiente textos:

Jueces 14…

6 “Y el espíritu de Yahwéh vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito”.

Hechos 2…

32 “A este Yahshua resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.”

Hechos 4…

10 “Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Yahshua de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y Dios le resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.”

Romanos 15…

19 “Con potencia de milagros y prodigios, en virtud del espíritu de Dios: de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, he llenado todo del evangelio de Cristo.”

Gálatas 1…

1 “PABLO, apóstol, (no de los hombres ni por hombre, más por Yahshua y por Dios el Padre, que lo resucitó de los muertos),”

1 Pedro 1…

21 “Que por él creéis a Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.”

Con todos los textos que acabamos de mencionar queda demostrado que el espíritu de Dios Yahwéh es un espíritu sumamente poderoso, Supremo, Todopoderoso y Omnipotente, cuya fuerza activa es única e incomparable, que todo lo puede.

Vayamos ahora a Génesis 1…

26 “Entonces dijo Dios: » Hagamos al hombre a nuestra imagen,  conforme a nuestra semejanza;  y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra.”

Si Dios Padre fue quien dijo: “Hagamos al hombre” (Génesis 1:26) es INCUESTIONABLE que Yahwéh estaba hablándole a alguien y no a él mismo. ¿Y a quién se estaba dirigiendo?, pues a su Hijo Yahshua: el Verbo de vida. Por lo consiguiente, tanto Dios Padre como Dios Hijo tienen una misma ESENCIA o NATURALEZA DIVINA, ya que Dios Padre dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;” (Génesis:1:26). Y si el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Yahwéh y de Yahshua, es por demás evidente y contundente que en ellos dos mora una misma ESENCIA DIVINA que es santa, es decir, un mismo espíritu santo.

Ahora bien, ningún ser humano de la descendencia de Satanás y Eva, ni tampoco de la genealogía de Adán y Eva puede sostener que su espíritu haya logrado la santidad por sí solo. Solamente existe un solo espíritu que es santo, por sí mismo, sin la necesidad de ningún otro, y éste es únicamente el espíritu de Dios, que es solo uno y no dos. Por lo consiguiente, el espíritu santo de Dios no puede ser una persona o un ser, porque ninguna persona puede habitar dentro de otra. El espíritu santo por ser un espíritu y no una persona es que puede habitar en millones de seres humanos con vida. En cambio, el espíritu del Diablo no puede morar simultáneamente en más de un cuerpo que respira (Lucas 22:3). El Diablo no tiene ese poder, su poder es limitado, pero sí puede suceder, y de hecho sucede, que muchos espíritus inmundos, ¡distintos!, lleguen a habitar en un solo cuerpo humano con aliento de vida (Marcos 5:9, Lucas 8:30).

Volviendo al espíritu santo de Dios, dicho espíritu reside tanto en Dios Padre como Dios Hijo como así también en todos los hijos de Dios que ya juntaron su espíritu con el espíritu santo de Cristo. Estos seres humanos que fueron ungidos por el espíritu santo de Dios son los verdaderos y auténticos hijos del Altísimo, porque sus espíritus ya se unieron con el espíritu santo de Cristo (Romanos 8:16).

En el siguiente pasaje se puede constatar que el espíritu santo que mora en Dios Padre Yahwéh es el mismo espíritu santo que también mora en Dios Hijo Yahshua. Y aunque no leamos en Romanos 8:9 la palabra “santo” ningún hijo de Dios puede negar que el espíritu de Dios ES SANTO (ver Efesios 4:30) y que habita tanto en Yahwéh como en Yahshua:

Romanos 8…

9 “Más vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el espíritu de Cristo, el tal no es de él.”Pasemos a continuación a escudriñar, más en profundidad, lo que es el espíritu santo:

Si el “Espíritu Santo” fuera realmente una persona, debería tener un nombre personal, como lo tiene Dios Padre cuyo nombre es Yahwéh; y como lo tiene Dios Hijo cuyo nombre es Yahshua, y como lo tenemos también nosotros, tanto Ud. como yo, ¿verdad?. Sin embargo al espíritu santo en ningún versículo de la Biblia se le asigna ¡un nombre personal!, entonces, ¡cómo es que el espíritu santo pueda ser una persona y no tener un nombre propio, personal!. Sencilla y llanamente es porque el espíritu santo no es una persona, ¿y por qué no es una persona? porque el espíritu santo es el espíritu que la persona de Dios posee (Efesios 4:30).

Leamos con detenimiento, otros importantes pasajes para ver si el “Espíritu Santo” aparece sentado a la izquierda del trono de Dios Padre, ya que a la derecha, es sabido, se encuentra Dios Hijo.

Juan 1…

29 “El siguiente día ve Juan a Yahshua que venía a él, y dice: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”

Hebreos 12…

2 “Puestos los ojos en al autor y consumador de la fe, en Yahshua; el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse a la diestra del trono de Dios.”

Revelación 7…

10 “Y clamaban en alta voz, diciendo: Salvación a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero.”

En este versículo de Revelaciones, los miembros de la gran muchedumbre dan gracias a Dios y al Cordero por la salvación. Sin embargo no expresan ¡¡ningún agradecimiento al “Espíritu Santo”!!… y ¿por qué será? ¿será que se olvidaron de darle las gracias, o será que lo ignoraron? o ¿será porque el espíritu santo no es una persona?.

Si fuera cierto que “tres personas distintas forman un solo Dios verdadero”, entonces deberían ser tres los nombrados en Apocalipsis 7:10, pero como no son tres los que se nombran sino dos, es que el misterioso “dios trino” no está formado por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sino por otras tres personas totalmente distintas que serán nombradas al final de este capítulo.

Mateo 1…

18 “El nacimiento de Yahshua, el Cristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del espíritu santo.”

20 “Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del espíritu santo es.”

El Evangelio nos manifiesta en estos pasajes que la virgen María fue concebida por el espíritu santo. Y si el espíritu santo fuera una tercera persona divina, entonces el verdadero Padre de Yahshua no sería Dios Yahwéh sino el “Espíritu Santo”. Obviamente, quien aborda a esta conclusión no está en la VERDAD, puesto que Dios Padre Yahwéh nunca enseñó que el Padre de Yahshua fuera el “Espíritu Santo”. El Padre de Yahshua predicó siempre que es él, es decir Yahwéh, el Padre Celestial de Yahshua y no la tercera persona de una deidad.

Pasemos ahora a Lucas 1…

35 “Respondiendo el ángel, le dijo: El espíritu santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.”

Lucas 24…

49 “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.”

Ciertamente con estos dos versículos de Lucas se verifica contundentemente que el espíritu santo es poderoso porque viene desde lo alto, es decir desde el Altísimo. Pero dejemos bien en claro también que el poder del espíritu santo que emana de Dios Padre y que lo recibió Cristo y también nosotros, los verdaderos cristianos bíblicos, no es de igual magnitud e intensidad a todo el poder omnipotente que tiene el espíritu de Dios Padre Yahwéh, Todopoderoso. Repito, el espíritu santo que reciben los hijos de Dios ¡sí es poderoso! pero en menor escala o medida si lo comparamos con todo el poder que posee ¡¡el espíritu de Dios Todopoderoso!!.

Pasemos a continuación a:

Gálatas 4…

6 “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el espíritu de su Hijo, que clama: «Abba, Padre.»”

Juan 14…

23 “Respondió Yahshua y le dijo: – Si alguno me ama, mi palabra guardará. Y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos nuestra morada con él.”

 Si alguien dice que no tiene el espíritu santo de Dios y del Cristo que lo haga clamar «Abba, Padre», quiere decir entonces que ese ser humano no es del Cristo, por lo tanto si no es un cristiano ¡es un hijo del Diablo! al decir que no tiene el espíritu santo.

Quienes poseen el espíritu santo no tienen a una tercera persona divina, sino que tienen al PADRE Yahwéh y al HIJO Yahshua, los cuales hacen morada en sus hijos por medio de su santo espíritu (Juan 14:23).

Por lo tanto, todo aquel que sí recibe el espíritu santo de Dios sí es un hijo del Altísimo por medio del espíritu santo de Cristo (Gálatas 4:6).

Hechos 28…

25 “Como ellos no estaban de acuerdo entre sí, se iban cuando Pablo les dijo una última palabra: – Bien habló el espíritu santo por medio del profeta Isaías a vuestros padres, diciendo:”

26 “- Ve a este pueblo y diles: «De oído oiréis y jamás entenderéis; y viendo veréis y nunca percibiréis.»”

27 “Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con los oídos oyeron torpemente. Han cerrado sus ojos de manera que no vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan. Y yo los sanaré.”

Isaías 6…

9 “Y dijo: – Ve y di a este pueblo: «Oíd bien, pero no entendáis; y mirad bien, pero no comprendáis.»”

En Isaías 6:9 se observa que Yahwéh fue quien habló al profeta Isaías. Sin embargo, en Hechos 28:25 Pablo dijo que fue el espíritu santo el que habló por medio de Isaías. Y como Pablo comprendía perfectamente que la esencia de Yahwéh está en su espíritu es que dicho apóstol personificó al espíritu santo de Dios como si fuera una persona. Porque repito, la esencia de toda persona se encuentra en su espíritu. Por lo tanto fue Yahwéh quien hablaba a Isaías, pero Yahwéh lo hacía por medio de su espíritu santo que ya se había unido al espíritu de Isaías.

Hebreos 1…

1 “Dios, habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas,”.

Una de esas maneras es por medio del espíritu santo que ya se había unido a cada uno de los espíritus de los profetas hebreos.

2 “En estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por medio de quien, asimismo, hizo el universo.”.

Otra de esas maneras fue por medio de su Hijo, Yahshua.

Vamos ahora con Mateo 3…

11 “Yo los bautizo a ustedes con agua para que se arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el espíritu santo y con fuego.”

En este versículo, la Biblia se refiere al espíritu santo de modo impersonal, pues se lo compara con agua y fuego (Mateo 3:11), por lo tanto, aquí, en este pasaje de Mateo, el espíritu santo no puede ser alguien sino algo.

16 “Y vio al espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él”.

Aquí, tampoco podemos insinuar que el espíritu santo sea una persona porque cuando Cristo se bautizó, el espíritu santo descendió en forma de paloma (Mateo 3:16), y no como persona.

Veamos también Efesios 5…

18 “No se emborrachen con vino, que lleva al desenfreno. Al contrario, sean llenos del espíritu.”

Aquí también se entiende perfectamente que el espíritu santo no es una persona, puesto que se insta a los seres humanos a que sean llenos con el espíritu santo y no con vino. Nuevamente, se lo distingue al espíritu santo como algo y no como alguien.

Hechos 7…

55 “Pero Esteban, lleno del espíritu santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios, y a Yahshua de pie a la derecha de Dios.”

56 “ – ¡Veo el cielo abierto –exclamó–, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!”

57 “Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él,”

58 “lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores le encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo.”

Cuando Esteban tuvo una visión de la Gloria del Altísimo, y con Yahshua de pie a la derecha de Dios (Hechos 7:55, 56), fue cuando dicho discípulo fue apedreado (Hechos 7:57-58). Observe Ud., mi respetable lector, que en estos pasajes no se lo menciona al espíritu santo, (Hechos 7:56), ¿verdad que no se lo menciona?. Entonces ¿cómo puede explicarse que la tercera persona de la santísima trinidad no haya estado presente en esta visión que tuvo Esteban? Si este discípulo no vio al espíritu santo es sencillamente porque el espíritu santo no es una persona real como sí lo son Dios Padre Yahwéh y Dios Hijo Yahshua.

Continuemos ahora con Hechos 5…

3 “Pedro le reprendió: Ananías, ¿por qué has permitido que Satanás llene tu corazón para mentirle al espíritu santo diciendo que este dinero es el resultado total de la venta? ¿Acaso no era tuya la propiedad?”

4 “Podías haber hecho con ella como mejor te hubiera parecido: venderla o quedarte con ella. ¿Por qué has actuado así? ¡No nos has mentido a nosotros, sino a Dios!”

En Hechos 5:3 leemos que Pedro dijo a Ananías que había mentido al espíritu santo, y seguidamente, en Hechos 5:4, Pedro también dijo que había mentido a DIOS (Yahwéh). ¿Implica esto que el espíritu santo sea Dios Padre Yahwéh?, ¡por supuesto que no!.

Como el espíritu santo es la esencia intrínseca de la persona de Yahwéh, es que resulta que quien miente al espíritu santo, está, implícitamente, mintiendo al propio Dios Padre. Tengamos en cuenta que Pedro no dijo que Ananías había mentido a la «tercera persona de la santísima trinidad» sino que dijo que había mentido al propio DIOS PADRE, ¿y por qué? porque el espíritu santo es el propio espíritu del Dios Padre (Efesios 4:30) que mora dentro de él. Yahshua simplemente personificó al espíritu santo, atribuyéndole la misión de consolar a sus discípulos, y esa misma tarea ¡es la que llevo a cabo Yahshua con sus discípulos!.

Pasemos ahora a analizar el significado de la palabra don
 según la R.A.E.:don.(Del lat. donum).

1. m. Dádiva, presente o regalo.

2. m. Bien natural o sobrenatural que tiene el cristiano, respecto a Dios, de quien lo recibe.

3. m. Gracia especial o habilidad para hacer algo. U. t. en sent. irón.

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Ahora sí consultamos las Sagradas Escrituras:

Efesios 4…

8 “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres.”

1 Corintios 12…

5 “Y hay repartimiento de ministerios; más el mismo Señor es.”

11 “Y él mismo dio unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores;”

12 “Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo;”

Hechos 2…

38 “Y Pedro les dice: Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Yahshua para perdón de los pecados; y recibiréis el don del espíritu santo.”

1 Corintios 12…

4 “Empero hay repartimiento de dones; más el mismo espíritu es.”

1 Corintios 7…

7 “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo: empero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad así, y otro así.”

1 Corintios 12…

1 “Y acerca de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis.”

3 “Por tanto os hago saber, que nadie que hable por espíritu de Dios, llama anatema a Yahshua; y nadie puede llamar a Yahshua Señor, sino por espíritu santo.”

9 “A otro, fe por el mismo espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo espíritu;”

Ciertamente, por medio del bautismo EN NOMBRE DE YAHSHUA y no en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es como el ser humano recibe el don del espíritu santo. Lo veamos:

“Pedro les dijo: – Arrepentios y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Yahshua para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del espíritu santo.” (Hechos 2:38)

“Estando aún hablando Pedro estas palabras, el espíritu santo cayó sobre todos los que oían el sermón.” (Hechos 10:44)

 “Y los creyentes de la circuncisión que habían venido con Pedro quedaron asombrados, porque el don del espíritu santo fue derramado también sobre los gentiles;” (Hechos 10:45)Ahora sí cabe reflexionar sobre lo siguiente:

1 Corintios 2…

10 “Empero Dios nos lo reveló a nosotros por el espíritu: porque el espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios.”

11 “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el espíritu de Dios.”

12 “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el espíritu que viene de Dios, para conocer las gracias que Dios nos ha otorgado,”

Por lo tanto, dejemos bien en claro, que:

Uno es el espíritu del mundo que es el de aquella bestia de nombre Satanás que fornicó con Eva (ver Génesis 3:6,7 junto a 1 Corintios 2:12), otro es el espíritu de Dios (1 Corintios 2:11) y otro es el espíritu que posee cada ser humano que todo lo escudriña (1 Corintios 2:10).

Pasemos ahora a examinar, lo que es la “santísima” trinidad:

Consultemos Revelación 12…

17 “Entonces el dragón fue airado contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Cristo.”

En este pasaje, cuando dice la simiente de ella (ver Génesis 3:15) se refiere, en gran porcentaje, a la descendencia de Adán y Eva que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio del Mesías, vale decir, los verdaderos cristianos (los hijos de Dios).

Sigamos con Revelación 13…

4 “Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?”

Este dragón, simbólicamente, representa al DIABLO, y aquí se lo puede describir como un animal con pies y alas, que pone huevos (ovíparo), de singular voracidad y fiereza, una especie de reptil terrestre, figura de la antigua “serpiente” (ver Génesis 3:4). De modo que dicho “dragón”, ya no será el mismo animal gigante y de gran fuerza física como aquel que vivió en los tiempos de Adán y Eva, sino que ahora se manifestará a través de un ser humano (ver Revelaciones 16:13), llevando el mismo espíritu malo (ver Mateo 8:28) que tenía la antigua bestia cuando fornicó con Eva (ver Génesis 3:13). Este ser humano, el dragón, es el que dará potestad a la bestia 666 (hijo del Diablo), y será tal el poder que muchos se preguntarán: ¿quién podrá lidiar con la bestia? (Revelaciones 13:4).Continuemos con Revelaciones (Apocalipsis) 16…

13 “Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas:”

Por lo tanto, de aquí sí que se obtiene, el misterio de la MALÍSIMA trinidad: el dragón, la bestia, y el falso profeta; son tres personas distintas y un solo MAL verdadero…
¡¡¡El dios trino no era falso, pues aquí se ha revelado!!!

Y para terminar, Revelación (Apocalipsis) 20…

10 “Y el Diablo que los engañaba, fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.”

Amén.

Tesis

No hay ni una sola evidencia bíblica donde podamos constatar que los apóstoles o discípulos hayan orado al “Espíritu Santo” o que hayan orado a Dios Padre Yahwéh por medio de dicho espíritu, mientras que sí nos consta que los cristianos oraron al Padre Celestial utilizando como único intercesor a su Hijo Yahshua. (1 Timoteo 2:4)

Ahora bien, las Santas Escrituras nos muestran que el espíritu santo enseña (Juan 14:26), da testimonio (Juan 15:26), guía a la verdad (Juan 16:13), hace prohibiciones (Hechos 16:6), envía (Hechos 13:4) y que habla a personas (Hechos 8:29). Pero todas estas expresiones son tan sólo formas figuradas que Dios utiliza para llevar a cabo el cumplimiento de sus propósitos, es decir, su voluntad. Y lo hace a través del espíritu del ser humano con vida, que ya fue santificado por el espíritu santo.

Ningún espíritu “habla” directamente por emisión propia, por sí solo y con voz literal, si no está habitando en algún cuerpo humano que respira. Tampoco el espíritu santo “habla” literalmente por sí solo, como si fuera un emisor (un ser) independiente. El espíritu santo “habla” porque primero se unió a un espíritu que mora dentro del cuerpo de una persona viviente que obedece el mandato divino.

Ratifico, todos los espíritus necesitan de un cuerpo humano, con aliento de vida, para poder “hablar”. Y cuando las Sagradas Escrituras nos enseña que el espíritu santo “habló” fue por medio de los espíritus de cada uno de los seres humanos con vida que ya se unieron al espíritu santo de Dios.

No existe ni un solo versículo en toda la Biblia donde leamos que los apóstoles hayan ESCUCHADO la voz del espíritu santo. Y ¿por qué? porque el que tiene voz no es el espíritu santo, sino el cuerpo de una persona viviente donde mora el espíritu santo. Tampoco disponemos de registros bíblicos en los cuales tomemos conocimiento que el espíritu santo le “habló” a Dios Padre Yahwéh o al Señor Yahshua. Y ¿por qué? porque el espíritu santo no es una persona, es un espíritu.

Conclusión

Resumiendo este trabajo llegamos a:

– Que el Señor Yahshua jamás nos dio a conocer a un Dios “trino”, sino a un Dios supremo que es el Padre:

“Nadie ha visto jamás a Dios; pero su Hijo único, que está siempre con el Padre, nos lo ha dado a conocer.” (Juan 1:18)

“Vuestra oración debe ser así: «Padre nuestro que estás en los cielos…” (Mateo 6:9-15).

– Que existen muchos textos bíblicos en los que se nombra solo al Padre y al Hijo, omitiéndolo al espíritu santo. Y ¿por qué? porque el espíritu santo no es una persona divina, ni un ser igual a Dios.

– Que no existe ningún texto bíblico donde se designe que Dios Padre, Dios Hijo y el espíritu santo sean tres personas Divinas, ni que constituyan un solo Dios verdadero, ni tampoco que cada uno de los tres tengan “idéntica omnipotencia” y/o que los tres sean “igualmente increados”.- Que los hijos del Diablo siempre van a objetar diciendo que en 2 Corintios 13:14 se los nombra juntos al Padre, al Hijo y al espíritu santo. Pero de ninguna manera dicho pasaje expresa que el espíritu santo sea Dios o que el espíritu santo sea la tercera persona de una «Deidad Trina y Una». También en 1 Timoteo 5:21 se menciona juntos a Dios, a Cristo y a los ángeles; y no por ello quiere decir que los ángeles de Dios formen una deidad con Yahwéh y con Yahshua.

Gracia y Paz.

Miguel Marcelo Cuadras.

“Cuando él comenzare a tocar la trompeta,
 el misterio de Dios será consumado” (Revelación 10:7).

SATANÁS: ¿SIMPLEMENTE LA PERSONIFICACIÓN DEL MAL Y DEL PECADO?

luciferPor Ingº Mario A. Olcese (Apologista) 

Hay una corriente moderna de teólogos Católicos, Protestantes  y Judíos que niega la existencia de un diablo personal cósmico y espiritual. Estos exégetas bíblicos sostienen que la creencia en ángeles caídos o también llamados “demonios”, es un mito medieval de origen pagano. Por ejemplo, para el teólogo R. Bultmann las figuras cósmicas como ángeles o demonios no les compete una realidad, pues las considera unas figuras míticas. Para este teólogo de renombre el pecado es puramente un asunto del hombre. Cuando la Biblia, dice él, habla de “la esclavitud bajo el pecado” (Juan 8:34) quiere decir “esclavitud bajo el diablo” (1 Juan 3:8). Para Bultmann el pecado y el diablo son sinónimos. Es decir, cuando uno peca, uno se convierte en diablo. El diablo según él es nuestro pecado, o nuestra desobediencia a Dios. 

Para el teólogo católico Herbert Haag, el diablo es la personificación del mal. Él escribe: “Satanás es la personificación del mal, del pecado. En todos los pasajes del Nuevo Testamento en los que aparece el nombre de Satanás o del diablo, podemos tranquilamente cambiar esos términos por ‘el pecado’ o por ‘el mal’… La misma función queda resuelta en el vocabulario de Juan con el término ‘mundo’ (Juan 15: 18i;  17: 14). El Nuevo Testamento utiliza, en fin, alternativamente y con el mismo significado los términos Satanás, diablo, mundo, pecado, mal”. 

Pero el razonamiento de Bultmann, Haag, y de muchos otros como ellos, es peligroso ya que de igual forma podríamos comparar Lucas 13:18 con Lucas 7:31 y obtendríamos a una conclusión erradísima por cierto. Veamos lo que nos dicen estos dos textos lucanos: 

“Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?” (Lucas 7:31) 

“Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé?”  (Lucas 13:18). 

 Si razonamos como lo hacen Bultmann y Haag, tendríamos que concluir que ‘el reino de Dios’, y ‘los hombres de esta generación’ son expresiones equivalentes. Pero: ¿Podría alguien creer que el reino de Dios esté compuesto por los hombres incrédulos de este mundo? Imposible!. 

También podemos hacer ese mismo artificio con Santiago 4:7 y 1 Pedro 2:13. Veamos lo que dicen estos dos textos: 

Santiago 4:7: “Someteos, pues, a Dios…” 

1 Pedro 2:13: “Someteos… al rey como a superior.” 

Al comparar estos dos textos: ¿Sería lógico concluir que “someterse a Dios” es equivalente a “someterse al rey de una institución humana”?¿Era el rey humano Herodes—Dios?¿Es Dios una “institución humana”? Imposible.

Comparemos ahora Romanos 16:16 con 1 Timoteo 3:15 para ver qué resulta:

“…las iglesias de Cristo ” (Romanos 16:16).

“ .. la iglesia de Dios” (1 Timoteo 3:15)

Si comparamos ambos pasajes llegaríamos a la conclusión de que Cristo es el Dios viviente. Pero esta conclusión contradeciría lo dicho por Jesús en Juan 17:3 en el sentido que sólo el Padre es el único Dios verdadero y vivo.

Por su parte, P. Schoonenberg  no nos habla de poderes personales, sino de poderes “personalizados” del pecado y de la muerte. Schoonenberg usa como sinónimos la “esclavitud del pecado” y “esclavitud del diablo” como lo planteó Bultmann.  De modo que hay una corriente de teólogos cristianos que niegan la existencia de poderes personales espirituales, los cuales, nunca fueron negados por la iglesia en los primeros tres siglos de la Era Cristiana. Incluso en el Edad Media se intensificó dicha creencia aunque mucho de ella fue distorsionada y mitificada con ideas paganas.                                                    

No obstante, la gran mayoría de creyentes Católicos y Protestantes cree en la existencia del diablo como una figura supramundana, cósmica, angélica, y maléfica. Entre los teólogos que son los grandes exponentes de un diablo personal están Karl Barth, Paul Althaus, Emil Brunner, Otto Weber, Hans Kung, D. Zähringer, Conrado Balducci, A. Winklhofer, J. Burton Brown, y muchos otros de renombre.                                                                      

El problema de personalizar o personificar al diablo es que con igual criterio podemos personificar la ‘justicia’ con el término ‘Dios’. Podríamos decir, por citar un ejemplo, que ser “siervos de Dios” (Santiago 1: 1) es lo mismo que decir “siervos de la justicia” (Romanos 6: 18).  Es decir, podríamos concluir que Dios es la personificación de la justicia y no necesariamente una Persona Divina Todopoderosa y Eterna. No obstante, Haag, Schoonenberg, y Bultmann se escandalizarían con esta lógica conclusión, pues ellos jamás pretendieron negar la existencia de un Dios personal y Todopoderoso en sus escritos.    

Por otro lado, los proponentes de la personificación del mal sostienen que pueden haber muchos ‘Satanases’, y muchos ‘diablos’ humanos. Por ejemplo, Herbert Haag recurre a 1 Samuel 29: 4 para demostrar que el rey filisteo Aquis, al querer llevar a la guerra al rey David, se convirtió en adversario (Satán) de él en la batalla. Para Haag, y no le restamos razón, todo individuo que se oponga a Dios es adversario (Satán) de él. Además, Haag recurre a 1 Reyes 11: 14, 23, 25 para demostrar que el mensajero de Jehová se convirtió en Satán cuando estorbó el paso a Balaam. Y también es cierto que en el Nuevo Testamento, tanto Judas Iscariote, como Simón Pedro, son llamados ‘diablo’ y ‘Satanás’ respectivamente (Ver Juan 6: 70 y Mateo 16: 23). El hecho de que hombres hayan fungido de ‘Satanes’ o de ‘diablos’ no quiere decir que no exista un diablo mayor y espiritual que actúa adversamente a los dictados de Dios, pues también hubo hombres santos que fungieron de ‘Dios’, como Moisés (Éxodo 7: 1), los jueces de Israel (Juan 10: 34), e incluso Jesucristo (Juan 1: 1), y sin embargo, este hecho no anula la existencia de un Dios Todopoderoso, Espiritual, Justo, y Eterno.

El teólogo y exegeta bíblico Settimio Cipriani dice de Herbert Haag lo siguiente: “En conjunto, queda como un intento bastante infantil el realizado en los últimos tiempos por el profesor Herbert Haag, de la Universidad de Tubinga que intituló su libro muy significativamente ‘ABSCHIED VOM TEUFEL’ (‘DESPEDIDA DEL DIABLO’). Nunca se le podrá dar un adiós al diablo, aunque fuera cierta la hipótesis sugerida aquí por el autor, es decir, que Satanás sería la personificación del mal, que sería así dramatizado y corporalizado ante el hombre. He aquí, en efecto, cómo se expresa él como conclusión de sus quizás demasiado rápidas reflexiones exegéticas: ‘Para nosotros, pues, se trata no sólo de preguntarnos si la Sagrada Escritura utiliza la palabra Satanás, diablo, espíritus malos, sino más bien preguntarnos lo que ella quiere decir con esa terminología. El problema del diablo, sigue diciendo Cipriani, “no se resuelve ni simplemente negándolo, porque no encontraría lugar en las categorías científicas de nuestro tiempo, ni reduciéndolo de problema teológico a problema puramente filosófico, y más exactamente antropológico: es decir, la experiencia del mal que hacen los hombres y el porqué del mal en su corazón y en su vida, como efectivamente nos parece haya hecho el profesor Haag y después de él también otros estudiosos católicos” (12).

El Que Practica el Pecado Es del Diablo (1 Juan 3:8)

El Apóstol Juan nos dice que todo aquel que practica el pecado es DEL Diablo. Esto refutaría la posición de Haag (y Bultmann) en el sentido de que el pecador es diablo cuando peca. Pero si el pecador es diablo cuando peca, entonces Juan debió decir: «El que practica el pecado es diablo». ¡Pero él no dijo eso! El dijo claramente: «El que practica el pecado es DEL diablo», es decir, le pertenece al diablo y se convierte en su esclavo. Esto probaría que el diablo es una persona que puede someter y dominar a otra y hacerla su siervo.

El Diablo peca desde el Principio (1 Juan 3:8)

Si el Diablo peca desde el principio, entonces es un ser que tiene voluntad propia y goza de libre albedrío. Nadie puede pecar si antes no se deja seducir por su propia concupiscencia. De alguna manera el Diablo que presenta Juan es un ser que decidió violar las leyes del Eterno. No es alguien creado malo, sino una criatura que escogió el mal camino. Tampoco es un ser humano, pues Juan dice que peca (no «pecó») desde el principio. ¿Cuál principio? Pues según el contexto (1 Juan 1:1)—¡Desde el principio de todo lo creado! Esto demostraría que el diablo de Juan no era un ser humano en particular, sino un ser cósmico, longevo, y que de alguna manera viene pecando desde la misma creación del mundo.

“…NI DÉIS LUGAR AL DIABLO”

 

 

Efesios 4:27

 

¡Un dilema difícil  para los Cristadelfianos!

 

Por IngºMario A Olcese (Apologista)

 

 

 

Algunos cristianos sostienen que el diablo no existe, y que éste es sólo una forma de personificar el pecado del ser humano o un sinónimo del pecador mismo. Sin embargo, es interesante leer Efesios 4:27, y su contexto, el verso 26, que dicen:

 

“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.

 

Pues bien, las palabras de Pablo en los versos anotados arriba me inducen a concluir indefectiblemente que el pecado no puede ser el diablo, aunque los cristadelfianos nos digan lo contrario.  Y es que acá Pablo separa el pecado del diablo muy claramente. El dice “no pequéis… NI deis lugar al diablo”, lo que quiere decir que el pecado para Pablo es una cosa y el diablo, otra. Esa palabrita “NI” hace que el pecado sea distinto del diablo. Pablo advierte claramente contra dos cosas distintas: el pecado y el diablo, pues el diablo es el que tienta para que pequemos. Si Pablo hubiera dicho: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, NO (en lugar de NI) deis lugar al diablo”, probablemente pudiéramos concluir que el pecado puede equipararse al diablo.

 

Otro pasaje que nos asegura de que el diablo no es la personificación del pecado o un sinónimo para los opositores de Dios es 1 Juan 3:8, que dice: El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. Aquí vemos que Juan dice que el que practica el pecado es DEL (‘pertenecer a’) diablo—¡no diablo! Si Juan hubiera dicho: “El que practica el pecado es diablo” entonces tal vez los cristadelfianos tendrían mucha razón, pero esa palabrita “del” anula tal posibilidad. Por otro lado, si el diablo es el pecado, ¿puede el pecado pecar? Pues eso es precisamente lo que dice Juan, que el diablo peca desde el principio. Definitivamente el diablo no puede ser la personificación del pecado. Y finalmente, Juan dice que el diablo peca desde el principio. ¿Qué importancia tendría que el diablo peque desde el principio? ¡Pues, mucha! Nótese que Juan dice en 1 Juan 3 que el diablo peca desde el principio, ¿cuál principio? ¿Se ha puesto usted a pensar a qué principio se refiere? Pues el mismo apóstol lo aclara en el mismo comienzo de su epístola, que dice: “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida” (comp. Juan 1:1). Así que “el principio” referido por Juan en relación con el tiempo que viene pecando del diablo es el principio de la creación de todo. Esto significa que el diablo de Juan no podía ser un humano pecador, sino alguien que viene ya pecando desde hace miles de años…alguien que no es humano y que estaba aún vivo en los días del apóstol amado. Esto derrumba la tesis de los cristadelfianos en el sentido de que el diablo se refiere a hombres pecadores y opositores a Dios. 

 

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