SÓRPRENDASE: EL PROFETA DANIEL DESACREDITA EL SUPUESTO REINADO CELESTIAL DE CRISTO DESDE 1914 DC

Si los Testigos de Jehová se tomaran la molestia y el tiempo para examinar lo que dice Daniel sobre el reino de Cristo en el capítulo 7 de su libro, se quedarían boquiabiertos al comprobar que lo que enseña el esclavo de la Watchtower sobre el asunto no tiene ni pies ni cabeza.

Los invito a ver mi presente video para que se enteren sobre los detalles cruciales del reino de Dios que le fueron revelados a Daniel mismo, y que millones de Testigos de Jehova han omitido o pasado por alto de manera irresponsable… 

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EL «LLAMADO CELESTIAL» NO ES PARA VIVIR Y REINAR CON CRISTO EN EL CIELO.(AMPLIACIÓN)

Muchos Cristianos suponen que toda vez que la Biblia nos habla del reino celestial, del llamado celestial, de la habitación celestial, de los lugares celestiales, de la ciudad celestial, del don celestial, de la Jerusalén celestial, y del cuerpo celestial, siempre nos quiere decir que Dios nos está prometiendo vivir en el cielo con Él y Su Hijo. Esta creencia del cristianismo  tradicional es un error de concepto como lo pasaremos a demostrar a continuación…

¿SIGNIFICA LA FRASE «LLAMAMIENTO CELESTIAL» QUE ESTAMOS LLAMADOS PARA VIVIR EN EL CIELO? ¡LA RESPUESTA LE SORPRENDERÁ!

 

Los Testigos de Jehová, como otros grupos religiosos “cristianos”, sostienen que la frase “llamamiento celestial” de Hebreos 3:1 significa una invitación para vivir en el cielo con Dios y Cristo. Sin embargo, lo que pocos saben es que la frase en cuestión no significa tal cosa, sino simplemente un llamado de parte del Padre celestial para un propósito predeterminado.

Asimismo, el reino celestial no significa que uno irá al cielo para entrar en un reino espiritual, sino, más bien, que el reino no es de hombres sino de Dios. Es por eso que la Biblia habla del reino celestial en 2 Tim. 4:18, y del “reino de Dios” en Marcos 1;1,14,15.

DOS BARBARIDADES MÁS DEL ADVENTISMO DEL SÉPTIMO DÍA CON RESPECTO AL MILENIO

Una de las barbaridades del adventismo es que la iglesia remanente será trasladada al cielo cuando Cristo regrese, y la segunda es que durante el milenio la tierra quedará desolada, quedando solamente el diablo y sus ángeles para contemplar los resultados de su perverso proceder. Sin duda alguna los adventistas no creen en la restauración del reino davídico en la tierra, con Cristo a la cabeza y secudando por sus santos glorificados que reinan con él desde la antigua Jerusalén, la ciudad de David.

Pero los adventistas se encuentran con una serie de pasajes de la Biblia que los ponen en apuros y que contradicen su peculiar enseñanza del reino milenial, y de la «iglesia remanente» que partirá al cielo para reinar con Cristo por mil años.

¿ESTÁ EL CUERPO DE CRISTO COMPUESTO POR TAN SOLO 144,000 PERSONAS?

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Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

A).- El cuerpo de Cristo está compuesto por muchos miembros

1 Corintios 12:12: Porque así como el cuerpo es uno, y tiene MUCHOS MIEMBROS, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

¿Cuánto es “muchos”? ¿144,000 personas?

Comentario:

El término “muchos” podría incluir a toda la humanidad, como se ve muy claramente en Romanos 5:15, donde Pablo  dice: “Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los MUCHOS, abundaron mucho más para los MUCHOS la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.

Y en Mateo 20:28 Jesús dice: “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en RESCATE POR MUCHOS”. Así que “muchos” podría abarcar a toda la humanidad, pero como no todos responden al llamado de Dios, sino sólo los que si aceptan a Jesús y su sacrificio vicario, y son lavados por la Palabra (el mensaje o evangelio), estos entran a conformar los llamados “MUCHOS” de su cuerpo. Sin embargo, en ningún momento se dice acá, ni en ningún texto de la Biblia, que la iglesia o cuerpo de Cristo esté compuesto por sólo 144,000 individuos; cifra que sería  muy PEQUEÑA con relación a los MUCHOS HOMBRES a quienes Cristo vino a salvar.   No obstante, la Biblia dice que el cuerpo de Cristo está compuesto por «muchos» individuos, y no tan sólo por 144,000 personas, como vienen propagando erradamente los Testigos de Jehová.

C).- ¿De qué los rescató Jesús a estos “muchos”?

1 Pedro 1:18,23-25: sabiendo que fuisteis RESCATADOS de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata… Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

Estos “muchos” fueron rescatados de la vana manera de vivir que recibieron de sus padres, al obedecer a la verdad, mediante el espíritu, siendo renacidos de simiente incorruptible, por la Palabra de Dios.

El número de los redimidos por la sangre de Cristo es incontable:

Apocalipsis 7:9 Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, LA CUAL NADIE PODÍA CONTAR, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; 7:10 y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. 7:11 Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios, 7:12 diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén. 7:13 Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? 7:14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 7:15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche EN SU TEMPLO; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo SOBRE ellos.

Incluso los 4 seres vivientes y los 24 ancianos fueron redimidos por la sangre de Cristo, se ven antesm en  Apocalipsis 5:8,9, que dice:

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, Y CON TU SANGRE nos has REDIMIDO para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación. ¿Podrían ser estos 24 ancianos, los 12 apóstoles y las 12 cabezas de las tribus de Israel? Es posible! Sin embargo, noten ustedes que está grande multitud incontable de redimidos (miembros del cuerpo o iglesia de Cristo) está frente al trono y del Cordero, y no como meros súbditos de un reino por venir, como falsamente enseñan los Testigos de Jehová con su  absurda teoría de las dos clases de salvos que tienen diferentes esperanzas y destinos.

Reflexión Final:

Ahora le pregunto: ¿Fue usted rescatado de la vana manera de vivir que recibió de sus padres?¿Purificó el Señor su alma por la obediencia a la verdad?¿Renació usted por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre? Si su respuesta es un rotundo “SÍ”, entonces usted es uno de esos rescatados por el Señor, y miembro de su cuerpo que es su iglesia.

ABRAHAM ESPERABA LA CIUDAD CELESTIAL (EL TABERNÁCULO PERMANENTE)

BarresEl El significado de tiendas o tabernáculos en la Biblia y su relación con el tabernáculo celestial que bajará a la tierra después del reinado de Cristo.

Abraham y sus descendientes carnales y espirituales morarán en ese tabernáculo que descenderá a la tierra, y verán a Dios siendo inmortales.

¿APOYA LA BIBLIA LA EXISTENCIA DE DOS REBAÑOS DISTINTOS COMO ENSEÑA LA WATCHTOWER DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ: UNO CELESTIAL Y OTRO TERRENAL?

 

Esto dice la Watchtower (WT 09 15/8 2:12) con respecto a la manada pequeña y la otras ovejas: 

No serán destruidas nunca, y nadie las arrebatará de mi mano (Juan 10:28).

En Jerusalén, durante la fiesta de la Dedicación, Jesús les dijo a sus adversarios: “Ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen. Y yo les doy vida eterna” (Juan 10:26-28). ¿Estaba pensando Jesús solo en la vida celestial, o también en la vida eterna en la Tierra? Poco antes, Jesús había consolado a sus discípulos con estas palabras: “No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino” (Luc. 12:32). Pero en la fiesta de la Dedicación dijo: “Tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer” (Juan 10:16). Por lo tanto, cuando habló con sus adversarios, Jesús se refirió tanto a la esperanza de vida celestial que tiene el “rebaño pequeño” como a la esperanza de vida en la Tierra que tienen millones de “otras ovejas”.  WT 09 15/8 2:12

Comentario:

La Watchtower enseña que Jesús tiene dos rebaños distintos de ovejas, el rebaño pequeño de 144,000 individuos con esperanza celestial, y un rebaño mucho más grande (las “otras ovejas”) que tienen una esperanza terrenal. ¿Pero es verdad eso? ¿Enseña Jesús que las llamadas “otras ovejas” tienen un destino terrenal, en tanto que el rebaño pequeño tiene un destino celestial? ¡Definitivamente no! Sin duda que esta clasificación arbitraria de la WT es un invento maquiavélico y diabólico del “esclavo” para crear dos clases de salvos: uno superior con todos los derechos derivados de la filiación divina, y otro inferior, que está totalmente desposeído de los derechos derivados de dicha filiación divina, por lo que estos últimos pasan a ser prácticamente cristianos de cuarta categoría.

Pero la pregunta central o crucial es la siguiente: ¿por qué citan los Testigos de Jehová el pasaje de Juan 10:16 incompletamente o parcialmente? La respuesta es que no les conviene citarlo todo porque derrumba estrepitosamente su teoría de los dos rebaños. El pasaje dice así en su integridad:También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; Y HABRÁ UN REBAÑO, Y UN SOLO PASTOR. ¿Vieron esto, estimados amigos? Esta parte no la citan los TJ, y sinceramente esto denota una falta completa de honestidad y transparencia. Bueno, esto es típico de la WT…el hablar medias verdades.

Asi que de ambos rebaños Jesús hará UNO SOLO para que sea pastoreado por él mismo justamente, el gran Pastor de la ovejas. Recuerde, un buen pastor tiene a todas sus ovejas juntas, en una sola manada. Pero lo importante a destacar aquí es que el texto harto citado por la WT de Juan 10:16 destruye de un plumazo su propia tesis de los dos rebaños distintos y separados, si es que éste se lee en su totalidad, sin omitir ninguna frase o palabra que contiene.

Vuestro adorado tormento,

Apologista

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ Y EL SUPUESTO “LLAMADO CELESTIAL” DE LOS UNGIDOS

Esto dice la Watchtower (WT 09 15/6 4:13, 14) con respecto al llamado de los ungidos:

Hermanos, todavía no me considero como si lo hubiera asido; pero […] prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jesús (Fili. 3:13, 14). 

Los individuos que han sido ungidos por el espíritu santo reciben un “llamamiento” o “invitación” celestial (Heb. 3:1; nota). Se trata de una invitación personal que les hace Jehová. Ellos no eligen su esperanza; es Jehová quien los sella con su espíritu santo (2 Cor. 1:21, 22; 1 Ped. 1:3, 4). Ellos son muy conscientes de que aunque han recibido una maravillosa invitación, solo se trata de eso, de una invitación. Saben que para obtener el premio deben permanecer fieles hasta la muerte. Los miembros del resto ungido deben hacer todo lo posible por andar “de una manera digna del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad” y “con temor y temblor” (Efe. 4:1, 2; Fili. 2:12; 1 Tes. 2:12). WT 09 15/6 4:13, 14.

Comentario:

Los Testigos de Jehová dicen que los que reciben el ungimiento del Espíritu Santo reciben un “llamamiento o invitación celestial”  de Dios. Se trata, dice la WT, de una invitación personal que les hace Jehová para ir a reinar en los cielos. Luego dicen que ellos no eligen su esperanza. Pues bien, aquí se sugiere la posibilidad de que exista más de una esperanza, puesto que los TJ dicen que ellos no eligen su esperanza. ¿Acaso hay más de una esperanza a las que ellos pueden optar? Pero los Testigos presuponen que hay dos esperanzas: celestial y terrenal, y eso es falso. Pablo dice que sólo hay un Señor, una fe, y UNA ESPERANZA de nuestra vocación (Efe. 4:3-5).  Así que si hay sólo una sola esperanza de nuestra vocación, y ninguna más, entonces está demás hablar de dos clases de esperanzas para la iglesia (una celestial y otra terrenal).

¿Pero qué se entiende, entonces, por el “llamamiento celestial”? La respuesta es simple: El “llamado celestial” quiere decir que nuestro llamado proviene del cielo, o que es un llamado de Dios, o un llamado divino. Así de sencilla es la cosa! 

Los TJ dicen que estos pocos que reciben la invitación celestial (aquellos que los que los TJ llaman “la manada pequeña”) han sido ungidos por el Espíritu Santo, aunque no así la gran masa de Testigos de Jehová que tienen esperanza terrenal y que se caracterizan por la mansedumbre de su carácter. Pero me pregunto, lo siguiente: ¿Es que acaso los MANSOS Testigos de Jehová que vivirán en la tierra (Los que los Testigos de Jehová llaman “las otras ovejas”), no han sido ungidas por el Espíritu Santo también? Pues tienen que haberlo sido, ¿pues cómo entonces podrían estas personas caracterizarse por la MANSEDUMBRE de su carácter? ¿No es, acaso, la mansedumbre un fruto justamente del Espíritu Santo? (ver Gál. 5:22,23). ¿Y cómo podrían éstos, los de la grande muchedumbre (“otras ovejas”) entender las cosas espirituales a menos que tuviesen primero el ungimiento del Espíritu Santo en ellos? (1 Cor. 2:13-14). Si estas “otras ovejas” no estuvieran ungidas del Espíritu Santo, jamás podrían entender las enseñanzas “espirituales” del supuesto “esclavo” ungido que da el alimento espiritual a su debido momento a los domésticos. Así que no queda otra alternativa que aceptar que TODOS debemos ser ungidos del Espíritu Santo si es que en verdad queremos entender las cosas espirituales de Dios. No hay otra forma! Es por eso que a los incrédulos se les hace difícil entender las cosas profundas de Dios, porque se han de discernir espiritualmente a través del Espíritu Santo.

Y para finalizar, los Testigos de Jehová dicen que los Ungidos deben permanecer fieles a Dios, y andar siempre de manera digna del llamamiento con el cual fueron llamados, aun hasta la muerte. Pero aquí me viene otra pregunta importante: ¿Es que acaso a los miembros de las “otras ovejas” (no ungidas) no han sido llamados también para que también sean FIELES y para que anden DIGNAMENTE en este mundo hasta el final de sus vidas? ¿Qué más se les puede exigir a los llamados “ungidos” para que ellos merezcan el cielo y no la tierra? ¿Y qué menos se les puede exigir a los de la “grande muchedumbre” no ungida para que puedan heredar la tierra y no el cielo? Seamos realistas, si ambos grupos tienen los mismos deberes u obligaciones que cumplir, ¿cuál sería el sentido de que existan dos premios o galardones tan disímiles uno del otro, si todos han trabajado prácticamente igual?¿Acaso Dios hace acepción de personas dentro de sus fieles?

Apologista

¿CREYERON REALMENTE LOS DISCÍPULOS CRISTIANOS DEL PRIMER SIGLO QUE REINARÍAN CON CRISTO DESDE LOS CIELOS?

¿VERDADERAMENTE FUE RECIÉN EN PENTECOSTÉS DEL 33 DC QUE LOS DISCÍPULOS DE JESÚS ENTENDIERON QUE SUS TRONOS ESTARÍAN EN LOS CIELOS Y NO EN LA TIERRA, SEGÚN SOSTIENEN LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ?

 

Esto dice la Revista Watchtower (w09 15/8 2:13, 14):

Estarás conmigo en el Paraíso (Luc. 23:43).

El delincuente con quien Jesús habló no necesitaba que le explicaran qué era el Paraíso. Él ya conocía la esperanza de la vida eterna en un nuevo mundo en la Tierra. En cambio, lo que sí hacía falta explicar era la esperanza celestial. Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que iría al cielo y les prepararía un lugar, ellos no le entendieron (Juan 14:2-5). Más tarde señaló: “Cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad” (Juan 16:13). Los discípulos no lograron entender que sus tronos estarían en el cielo sino hasta después del Pentecostés del año 33, cuando fueron ungidos por espíritu santo para llegar a ser reyes (1 Cor. 15:49; Col. 1:5; 1 Ped. 1:3, 4). WT09 15/8 2:13, 14

COMENTARIO:

Lo que en realidad el delincuente le pidió a Jesús era que se acordara de él cuando viniera en su reino, y obviamente su interés era estar con Jesús en ese reino milenial tan esperado por los judíos. Recordemos la clara petición del delincuente: “Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” (venir a dónde?) (Lc 23:42). Y el delincuente no necesitaba que le explicaran qué era el reino, porque él obviamente ya lo sabía, de lo contrario no se lo hubiera pedido a Jesús.

Además, este número de la revista La Atalaya dice lo siguiente: “en cambio, lo que sí faltaba era explicar la esperanza celestial”. ¡Pero esta es una idea prejuiciada de los TJ que no puede desprenderse del texto de Lc. 23:42,43! Es simplemente una idea preconcebida de los que quieren defender las supuestas dos clases o esperanzas de los cristianos.

Luego la revista sigue diciendo: “Cuando Jesús les dijo a sus discípulos que iría al cielo y les prepararía un lugar, ellos no le entendieron” (Juan 14:2-5). Puede ser que no le entendieran a dónde iba en ese momento, según se deduce de la pregunta de Tomás (Jn. 14:5), pero una cosa es cierta, cuando Jesús estaba a punto de partir al cielo, los discípulos le preguntaron a Jesús si él iba a restaurar el reino a Israel en breve (Hechos 1:3), y Jesús pudo aprovechar la pregunta para revelarles que su reino ya no sería terrenal, y menos aún,  relacionado con Jerusalén y los Judíos, sino uno de naturaleza celestial. ¡Pero nunca se los dijo! En realidad Jesús no los corrigió porque la pregunta era válida y oportuna, y más bien les ayudó a despejar sus dudas, confirmando sus esperanzas mesiánicas, al decir simplemente: “No os toca a vosotros saber los tiempos y las sazones que Dios puso en su sola potestad” (Hechos 1:7). Es decir, la pregunta era correcta, pero él tiempo para su restauración sólo lo sabía el Padre. Así que los discípulos ya no tuvieron más dudas de que algún día el trono de David sería restaurado en Jerusalén, como los profetas lo habían predicho siglos antes. Ahora sabían que ellos ocuparían sus tronos de gloria en la tierra prometida a Abraham y a su simiente. Si el Trono de David y el de ellos sería establecido en el cielo, y ya no en Jerusalén, ¿podríamos realmente concluir que habría una verdadera restauración del reino de David a los Israelitas? Si yo le doy a un ceramista un jarrón de cristal roto para que me lo restaure, y me devuelve otro parecido (no igual) y de barro, ¿creería alguno que el ceramista restauró mi jarrón? Por supuesto que no! 

Pero aquí vemos aún más la crasa mentira, o el engaño descarado de la WT, cuando dice lo siguiente: Los discípulos no lograron entender que sus tronos estarían en el cielo sino hasta después del Pentecostés del año 33, cuando fueron ungidos por espíritu santo para llegar a ser reyes. Esto definitivamente no es verdad, porque los discípulos ya habían entendido que el reino de David sería restaurado a Israel como en los tiempos antiguos, aunque Jesús no les reveló el tiempo para que ello ocurriera, pues ni él mismo lo sabía. La respuesta de Jesús en vísperas de su ascenso al Padre implicaba que el trono de David sería restablecido en Jerusalén, como lo estuvo en los tiempos de David y de sus sucesores— ¡no en el cielo! Este convencimiento de los discípulos no ocurrió en Pentecostés del 33 DC, como dicen los TJ, sino en vísperas de su partida al cielo.

Los discípulos conocían las Escrituras, y para ellos no había dudas de que esos tronos ofrecidos a ellos por Jesús estarían en JERUSALÉN, y no en el cielo, como mal lo han venido sosteniendo los así llamados “Testigos de Jehová”. Veamos un par de textos que así lo demuestran:

Jerusalén, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí. Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre de Jehová. PORQUE ALLÁ (Jerusalén) ESTÁN LAS SILLAS DEL JUICIO, LOS TRONOS DE LA CASA DE DAVID. Pedid por la paz de Jerusalén, sean prosperados los que te aman” (Sal. 122:3-5). Y ni que decir de Jeremías 3:17, que dice: “En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: TRONO DE JEHOVÁ, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón”.

Finalmente, en el milenio las instrucciones y dictados del Mesías saldrán de Jerusalén… ¡no del cielo! Dice los profetas: “Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová” (Miqueas 4:2; Isa.2:3). Si esto es verdad, y no hay razón porqué dudarlo, entonces los tronos de los discípulos leales de Cristo estarán también en Jerusalén, y no en el cielo. Además, el llamado Antiguo Testamento profetiza claramente que: El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel: Habrá un JUSTO QUE GOBIERNE ENTRE (no “SOBRE”) LOS HOMBRES, que gobierne en el temor de Dios” (2 Samuel 23:3). Pues bien, si alguien entiende que GOBERNAR ENTRE LOS HOMBRES es REINAR DESDE LO CIELOS, debería ir al sicólogo, ¿pues cómo podría Jesús gobernar  ENTRE los hombres, y morar EN LOS CIELOS, al mismo tiempo?

Creo que el “esclavo” nos debe muchas respuestas…

Apologista

¿QUIÉNES SON LOS EJÉRCITOS DEL CIELO QUE VIENEN CON CRISTO?

Cuando Jesucristo retorne desde el cielo para destruir al Anticristo, juzgar a las naciones y establecer su reino glorioso, lo acompañará una hueste enorme. Este poderoso ejército seguirá al Señor cuando El parta de las nubes cabalgando a triunfar en Armagedón. La Biblia clarifica que este poderoso ejército estará compuesto por ángeles y seres humanos redimidos.
 
«Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos« (Zacarías 14:5)

«Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria» (Mateo 25:31 )

» y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (2 Tesalonicenses 1:7-8)

«De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares» (Judas 14 )

«Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos» (Apocalipsis 19:11-14)

Imagínese como será seguir al Rey de Reyes y Señor de Señores y conducir a los majestuosos ángeles que vienen como fuego llameante cuando el Señor Dios Omnipotente regrese a reinar.
Adaptado de El libro Completo sobre Profecía Bíblica, de M. Hitchcock

LOS 144,000 Y LA GRANDE MUCHEDUMBRE ES UN ENGAÑO MAL MONTADO POR LA WATCHTOWER

Los 144,000 y la Grande muchedumbre es un engaño mal montado por la WT para dividir a los cristianos en dos clases, una superior que forma el cuerpo de Cristo y que heredarán los cielos, y una grande masa de Testigos de Jehová llamada la Gran muchedumbre que se quedarán viviendo sin Cristo en la tierra en el nuevo paraiso terrenal restaurado.

JAIMITO NERD SIGUE RESPONDIENDO PREGUNTAS A SU PADRE SOBRE LA SUPUESTA PARTIDA DE LOS SALVOS AL CIELO PARA MORAR CON CRISTO PARA SIEMPRE

Jaimito, hijo mío, ¿puedes venir un minuto, por favor?… claro, ya voy, papi, que estoy leyendo un tema interesante sobre el reino de un tal apologistaAh, okey, te espero, hijitoOkey, ya termine ¿de qué se trata, papi? ¿en qué te puedo corregir, perdón, servir?…Umm…¡ya empezó con sus majaderías este Jaimito!…Bueno, quería que me dijeras que opinas de Filipenses 3:20 donde Pablo dice que “nuestra ciudadanía está en los cielos”…¿no mostraría este pasaje que nuestro destino final es el cielo y no la tierra?…Bueno, mi querido papi, La palabra “CIUDADANÍA” empleada por Pablo acá, se relaciona con la palabra CIUDAD-(ANÍA). En la Santa Biblia aparece claramente una “CIUDAD CELESTIAL” (o “PATRIA CELESTIAL”) que estará en la tierra (Apocalipsis 21:2,3). También se nos informa que entraremos en ella una vez que se establezca en la “nueva tierra”. Pablo sostiene que LA CIUDAD está POR VENIR (Hebreos 13:14). También Pablo sostiene que el fiel Abraham “ESPERABA LA CIUDAD que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Hebreos 11:8-10). Mientras tanto, “nuestra ciudadanía está en los cielos” hasta que venga a nosotros a la tierra. En tanto que nuestra “ciudad” o “patria” permanezca en los cielos, podremos decir que nuestra ciudadanía seguirá estando en los cielos…muy interesante, Jaimito, muy interesante…bueno, te dejo para que sigas nutriéndote de los escritos de ese señor apologista de perusalén…okey, viejo, ya nos vemos…bye.

LO CELESTIAL EN LO TERRENAL

 Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Una cosa que nos llama poderosamente la atención es que la Biblia no nos dice prácticamente nada acerca de nuestra supuesta “vida en el cielo” con Cristo. Sí, es increíble descubrir que nada se dice de la vida de los salvos en el cielo, a pesar de que este “lugar” es considerado por muchos cristianos como su paradero final para después de esta vida. ¿Pero acaso no parece extraño que la Biblia no nos diga nada acerca de lo que harán los justos en el cielo, si es que en verdad éste es el lugar o el destino final y eterno de los salvos? La Biblia dice que Dios trabaja, e igualmente su Hijo, por tanto los cristianos estarán también trabajando en la eternidad, y no tan sólo tocando un arpa o una lira dorada. ¿Pero en qué podrían estar trabajando los salvos en el cielo? La Biblia no lo dice. Lo que sí nos dicen las Escrituras es lo que sí harán los salvos EN LA NUEVA TIERRA.

Los salvos en el reino de Dios

La Biblia, en cambio, sí nos dice lo que estarán haciendo los que ganen la vida eterna en el reino de Dios. La palabra de Dios nos da muchísima información de la labor de los salvos en la nueva tierra de justicia. Esto se explica fácilmente porque la tierra, y no el cielo, u otro lugar supra mundano, es la promesa de Dios para los salvos.

Veamos los pasajes más importantes que nos indican cuál será la tarea de los salvos en el reino de Dios:

En Lucas 19:11-19 Jesús nos da la siguiente pista:

“Oyendo ellos estas cosas, prosiguió Jesús y dijo una parábola, por cuanto estaba cerca de Jerusalén, y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. 12 Dijo, pues: Un hombre noble se fue a un país lejano, para recibir un reino y volver. 13 Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo. 14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No queremos que éste reine sobre nosotros. 15 Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno. 16 Vino el primero, diciendo: Señor, tu mina ha ganado diez minas. 17 El le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades. 18 Vino otro, diciendo: Señor, tu mina ha producido cinco minas. 19 Y también a éste dijo: Tú también sé sobre cinco ciudades”. 20 

Si leemos con cuidado estos versos, podremos ver que los salvos recibirán del Señor el pago correspondiente por haber cumplido con la tarea que él les encomendó, y ese pago no es un eterno descanso en un paraíso celestial, tocando el arpa, y rodeado de bellas doncellas, sino, más bien, el ejercicio de la autoridad sobre las naciones. ¿Qué significa esto?

El Reino de Cristo es un gobierno

Siendo que el reino de Cristo es un gobierno con un monarca supremo (el Mesías escogido), es lógico concluir que éste tenga un territorio, leyes, y súbditos. Para que el gobierno funcione, el Mesías Jesús deberá contar con asistentes de confianza en su régimen mundial, hombres probos y santos que administrarán en su reino con equidad y justicia. ¿Y quiénes mejores que los miembros de su iglesia que han mostrado probidad en esta vida? Es por eso que la iglesia ha sido llamada para recibir el reino (Lucas 12:32) para que ejerza autoridad sobre las naciones (Apo. 2:27, “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”). De modo que acá tenemos la función que desempeñará la iglesia en el reino milenario de Cristo.

Los santos juzgarán el mundo

En 1 Corintios 6:1-3 Pablo dice algo sumamente interesante: “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?

Aquí Pablo amonestaba a los creyentes por su incapacidad para juzgar cosas pequeñas de esta vida, y máxime,  considerando que ellos tenían por delante una tarea aún más difícil e importante que desempeñar y que consistía en el futuro juicio y gobernación del mundo entero.

Daniel vislumbró el dominio de Cristo y los santos en el Reino de Dios

En Daniel 7 leemos:

“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él.  Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido…y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y obedecerán”.

Así que el pueblo de los santos del Altísimo recibe el reino, el dominio, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo. Entonces es fácil ver que los salvos, los santos, tendrán una gran responsabilidad en el reino venidero de Jesucristo. Serán los asistentes y los cogobernantes del reino de Cristo por espacio de mil años.

En el milenio descansaremos de nuestras obras para hacer las obras de Dios en el reino de Cristo. Estaremos edificando una nueva sociedad donde realmente exista la justicia y la rectitud. Será una sociedad donde el diablo y sus demonios estarán ausentes, sin que causen las desgracias y maldades que ahora están ocasionando en la tierra y en los hombres.

Desgraciadamente son pocos los cristianos que anuncian estas buenas noticias de un mundo de paz y justicia gobernado por Cristo y su iglesia. Los más de ellos predican evangelios trucados o adulterados que nada tienen que ver con el reino de Cristo y el destino final y glorioso de su iglesia en dicho gobierno divino. Los textos que arriba hemos citado son poco o nada citados por los evangélicos y católicos por igual. Simplemente no los creen literales y para la iglesia.

Es hora de retomar el anuncio verdadero (el evangelio del reino) de Cristo para dejar de estar esperanzados en una creencia errónea de escapar algún día de este mundo caótico y perverso como almas inmortales en dirección al cielo.

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LAS POBRES «PRUEBAS» QUE PRESENTAN LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ PARA JUSTIFICAR UNA CLASE CELESTIAL DE 144,000 PERSONAS

18101_watchtowerIngº Mario A Olcese (Apologista)

PRUEBA NÚMERO UNO:

Esto dicen los Testigos de Jehová con relación a su clase celestial o “manada pequeña” de 144,000 personas:

Juan 14:2, 3: “En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De otra manera, se lo hubiera dicho a ustedes, porque voy a preparar un lugar para ustedes. También, si prosigo mi camino y les preparo un lugar, vengo otra vez y los recibiré en casa a mí mismo, para que donde yo estoy también estén ustedes.” (Jesús muestra aquí que sus apóstoles fieles, a quienes estaba hablando, con el tiempo estarían en la “casa” de su Padre, en el cielo, con Jesús. Pero aquí él no dice cuántos más irían también al cielo.)

Refutación:

Fíjense ustedes lo que dicen los Testigos sobre los versos 2 y 3 de Juan 14: “Jesús muestra aquí que sus apóstoles fieles, a quienes estaba hablando, con el tiempo estarían en la “casa” de su Padre, en el cielo, con Jesús”. Esta frase “en el cielo” que añaden los T.J, no aparece por ningún lado en Juan 14:2,3, y de hecho el mismo vocablo cielo tampoco aparece en estos dos versos por más que queramos encontrarlo.

Lo que Jesús está diciendo a sus apóstoles es que en la casa de su Padre hay muchas moradas, y que él irá al cielo para prepararlas para sus apóstoles (quienes supuestamente representan a todos los fieles «ungidos» de la WT). Sin embargo, él dice que regresará, “y los tomará (no dice “en casa” como sostienen los Testigos. Ver el pasaje en el Griego) a sí mismo para que donde él está (YO ESTOY), estén ellos también”. Ahora bien, noten que al final del verso 3 Jesús dice: “Para que donde YO ESTOY (no dice: “donde yo voy a estar” o “donde yo estaré”) ustedes estén”. Esta frase es fundamental y es por desgracia ignorada por los TJ. La pregunta que me viene inmediatamente a la mente es ésta: ¿dónde estaba Jesús cuando dijo “…para que donde YO ESTOY” también estén ustedes»? ¿Acaso en el cielo?, ¿Acaso en Marte?, ¿Acaso en otra dimensión? No! ¡El estaba en la tierra! Así que es más lógico concluir que Jesús volverá, no para llevarse a los suyos al cielo para que entren en la casa del Padre, sino para quedarse con ellos en la tierra y habitar en la Nueva Jerusalén que habrá descendido en la nueva tierra y en los nuevos cielos (Apo. 21:3,4).

En ningún momento de la lectura de esos dos versículos uno puede hallar alguna insinuación de una clase de cristianos que vivirá en el cielo. Eso se lo han inventado los falsos Testigos de Jehová.

PRUEBA NÚMERO DOS:

Juan 1:12, 13: “A cuantos sí lo recibieron [a Jesús], a ellos les dio autoridad de venir a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre; y ellos nacieron, no de sangre, ni de voluntad carnal, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Nótese que el contexto, en el versículo 11, se refiere a “los suyos”, a los del pueblo de Jesús, los judíos. Todos los que sí lo recibieron cuando él vino a ellos en el primer siglo llegaron a ser hijos de Dios, con la perspectiva de vida celestial. Los verbos en el texto se hallan en pretérito o tiempo pasado, de modo que este pasaje no se refiere a todos los que han llegado a ser cristianos desde entonces.)

Refutación:

Los Testigos de Jehová hacen malabarismos para probar una doctrina torcida, maltratando y torciendo pasajes de la escritura. Ellos interpretan estos versos diciendo que estas palabras se refieren a los que le recibieron (a Jesús) en el primer siglo, cuando él vino a ellos, los cuales fueron hechos hijos de Dios con la perspectiva de vida celestial. ¿Pero dónde dice en esos versos “con perspectiva de vida celestial”?¿Por qué añaden palabras o ideas que no están en los versículos que tratan o interpretan? Y además,los TJ agregan la siguiente tontería: «Los verbos en el texto se hallan en pretérito o tiempo pasado, de modo que este pasaje no se refiere a todos los que han llegado a ser cristianos desde entonces. ¿Pero qué tiene que ver el tiempo pretérito acá? ¿Acaso no se habla también en pretérito en Hechos 2:41,42 de los cristianos que fueron bautizados en el primer siglo? ¿Significa esto que ahora no tenemos que bautizarnos o que sólo una clase de Testigos de Jehová está llamada a bautizarse porque simplemente se habla en pretérito? Realmente nos sorprenden los TJ con sus elucubraciones fantásticas y forzadas.

Y finalmente, ¿acaso no todos estamos llamados a ser hijos de Dios, recibiendo al Hijo por fe? (Juan 1:11,12). Si alguno recibe a Cristo, y cree en su nombre, se convierte en un Hijo de Dios, sin distinción alguna (Véase el estudio sobre Quiénes son los Hijos de Dios que aparece en este blog).

PRUEBA NÚMERO TRES:

Rom. 8:14, 16, 17: “Todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, mas coherederos con Cristo, con tal que suframos juntamente para que también seamos glorificados juntamente.” (Cuando se escribió esto, era cierto que todos los que eran conducidos por el espíritu de Dios eran hijos de Dios que tenían la esperanza de ser glorificados con Cristo. Pero no siempre ha sido así. Lucas 1:15 dice que a Juan el Bautizante se le llenaría de espíritu santo, pero Mateo 11:11 aclara que él no participará de la gloria del Reino celestial. Del mismo modo, también, después del recogimiento de los herederos del Reino celestial habría otras personas que servirían a Dios como seguidores de su Hijo y sin embargo no participarían de la gloria celestial.)

Refutación:

Mateo 11:11, 12 es muy difícil de comprender. La versión English Standard dice: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos ha sufrido violencia, y los violentos lo toman por la fuerza.”  ¿Tiene esto algo que ver con las dudas que tuvo Juan de Jesucristo, sobre si él era, efectivamente, el Mesías esperado? Recordemos que Juan comenzó a dudar porque él esperaba que el Mesías usara la fuerza para restaurar la nación judía y vencer a los romanos. Jesús dice que el reino previamente tenía que ver con la fuerza y la violencia (conquista) de parte de hombres, pero ya no más. Si uno entiende que ser parte del Reino de Dios tiene que ver primero con aceptar a Jesús dando la vida para vencer al pecado y la muerte, y resucitar después de la tumba, uno es más grande en la comprensión que aquellos (como Juan) que pensaban que el Reino de Dios tiene que ver con una violenta conquista terrenal por los hombres mortales. En todo caso, acá no se dice que Juan no estará en el reino de los cielos, aunque tal vez no le pise los talones al último de sus herederos por la razón antes expuesta.  

Es importante recalcar, sin embargo, que acá no se está hablando de gente que vivirá en el reino establecido en los cielos  (“la gloria celestial” como lo llaman los TJ). Simplemente se dice que Juan, aunque no excluido del reino, es el menos de los menores en el reino de Dios. Tampoco aquí dice que Juan será un mero súbdito del reino, un miembro de una clase inferior o terrenal que se beneficiará del reino celestial regido por una supuesta clase ungida celestial. Todo esto es un invento de los Testigos de Jehová para hacernos creer que hay dos clases de herederos del reino, a pesar de que Pablo afirma que sólo hay una esperanza de nuestra vocación (Efe. 4:4).

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¿ESTÁ JESÚS SENTADO LITERALMENTE EN SU TRONO A LA DIESTRA DE DIOS?

 Royal thrones in the Residenz of Munich, Bavaria

Trd. Ingº Mario A Olcese (Apologista)

 

 

Pregunta:

 

Con relación a las muchas Escrituras que dicen «y él se sentó a la diestra de Dios» – ¿Significa esto que Jesús está literalmente sentado en la diestra del trono de Dios?

 

Respuesta: 

 

Gracias por su pregunta. Para comenzar, «a la diestra» es un lugar de honor (1 Rey.2:19; Mateo.20:21-23; cp. Mat.25:33-34; 26:64), y la sentada de nuestro Señor a la diestra del Padre es generalmente llamado Su «sesión». Después de que Jesús fue resucitado y ascendió al Padre, habiendo atravesado los cielos, él entró en el templo celestial de Dios, y allí él recibió la proclamación oficial de Su victoria en la cruz, “Siéntate a Mi diestra hasta que los haga a tus enemigos un banquillo para tus pies» (Sal.110:1; Cp. Heb.1:3). El trono de Dios configurado en su estado actual en el tercer cielo es una cosa estupenda y muy diferente de lo que imaginamos cuando usamos la palabra «trono». Cuatro querubines le asisten y le proveen locomoción para él cuando Dios aparece con éste en la tierra (cp. el libro de Ezequiel, especialmente capítulos 1 y 10).

 

Para comprender el trono y todo el objetos en el templo celestial (Ver  Apo.4-5), uno primero debe comprender sus tipos terrenales, a saber, el mobiliario y la parafernalia del tabernáculo /templo terrenal que los representa simbólicamente. Heb.8:5).

 

La estadía de Dios en cielo es pasajera – la tierra es el lugar original de Su reinado sobre la creación (Ezeq.28:13-14); y el lugar final de la residencia de Dios junto con todos los redimidos asimismo será la nueva tierra (Apo.1:8; 21:3; Y passim en Apo.21-22). El tercer cielo es Su «cuartel general de batalla» del cual él está en el proceso de suprimir la  rebelión de Satanás. Tal como el arca de la alianza es llevada adelante por los Israelitas cuando entran en batalla, así debemos ver en ese símbolo y tipo a Dios precediendo a Su pueblo trayendo victoria por Su poder. Sucintamente expresado, el trono de Dios es por consiguiente esencialmente una «carroza de batalla» (un hecho que explica su apariencia única y sus funciones únicas). Mientras que no era imposible o sin precedentes para los reyes en el mundo antiguo recibir a individuos insignes para que se sienten al lado de ellos (cf. 1Reyes.2:19 donde Salomón tiene un trono traído para su madre y ella se sientan a su diestra), en el caso del trono celestial, el asunto es uno de nuestro Señor compartiendo la carroza del Padre (en el mundo antiguo hubo usualmente dos en una carroza) en el lugar de honor.

 

El Hijo del Rey sentado a la diestra del Rey. La presencia del Padre y el Hijo adentro / en esta carroza/trono es así un símbolo de victoria inminente sobre los enemigos de Dios, pronto a ser lograda en el segundo advenimiento cuando Cristo regrese y establezca Su trono en la tierra (cf. la apariencia del arca en Apo.11:19, un pasaje que presagia el segundo advenimiento).

 

Entonces, sí, Jesús está literalmente sentado en la mano derecha del Padre, pero él comparte el trono (en la carroza con el Padre) en vez de sentarse al lado de él. Apo.5:6: «El Cordero estando en el centro del trono») – tal como nosotros, los que seamos fieles en esta vida, se nos promete  que haremos:

 

Al que venza, le concederé que se siente Conmigo en Mi trono, así como también yo he vencido y he tomado Mi asiento con Mi Padre en Su trono (Apo. 3:21).

 

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