HOMBRE QUE VIVIÓ COMO TRANSEXUAL MUCHOS AÑOS TESTIFICA CÓMO LO CAMBIÓ CRISTO

Hombre que vivió como transexual muchos años testifica cómo lo cambió Cristo

Walt Heyer vivió como Laura Jensen durante ocho años y hasta tenía un trabajo con el gobierno de Estados Unidos mientras vivía como un transexual, pero él dice que la operación física no pudo ayudarle con sus luchas mentales y emocionales que tuvo que enfrentar.

Estados Unidos | Lunes 2 de Febrero, 2015 | Por Nínro Ruíz Peña |

(NoticiaCristiana.com).

LOS ÁNGELES, California -. Un hombre de California que obtuvo una operación de cambio de sexo en la década de 1980 para vivir como una mujer pero más tarde decidió volver a su sexo biológico y ahora comparte cómo Dios redimió su vida y le dio esperanza.

Walt Heyer vivió como Laura Jensen durante ocho años y hasta tenía un trabajo con el gobierno de Estados Unidos mientras vivía como un transexual, pero él dice que la operación física no pudo ayudarle con sus luchas mentales y emocionales que tuvo que enfrentar.

Heyer dijo al Daily Mail recientemente que él cree que sus problemas se derivaron de su infancia, cuando fue abusado sexualmente por un familiar y por otro que le puso vestidos de mujer.

“Cuando yo cuidaba a mi abuela, ella me empezó a vestir con ropa femenina. Ella incluso me hizo un vestido de noche color púrpura”, recordó. “Y cuando mi padre se enteró de lo que la abuela había estado haciendo, de vestirme como una chicha, él cambió todo”.

“El hermano adoptivo [de mi padre] Fred comenzó a molestarme sexualmente”, dijo Heyer resaltando que la personalidad fuerte y disciplina de su madre le era difícil de afrontar.

“La disciplina de mamá se hizo aún más grave”, explica Heyer, “y yo aprendería mucho más tarde en la vida de su disciplina que pensó que un día casi me había matado”.

Heyer dijo que la inseguridad que sentía por las circunstancias pronto lo llevó a creer que era una niña atrapada en el cuerpo de un niño, y comenzó cada vez más a vivir solitario. Aunque después Heyer se había casado y tenía hijos, a la edad de 37 años, decidió obtener una operación de cambio de sexo para convertirse en una mujer.

Dijo que se divorció de su esposa poco antes de la operación porque no quería ponerla a prueba. Sin embargo, sus hijos no estaban contentos con la forma en que estaba destruyendo su familia.

“Cuando un padre hace eso, estás traicionando a tus hijos, y lo que vino a mi mente más tarde fue que era más importante que mis hijos”, explicó Heyer.

Heyer vivió como Laura Jensen durante ocho años y trabajó para la Federal Deposit Insurance Corp. Pero un día, mientras estudiaba psicología en la Universidad de California, se dio cuenta que no era un transexual sino un hombre con un problema psicológico que trataba de vivir como una mujer pero que no lo podía arreglar. Heyer también se enteró de que su respuesta a su problema no estaba en sí mismo sino en Cristo.

Así que, ocho años después Heyer volvió de nuevo a su vida como un hombre, y ahora dice que no cree que las personas nacen transgénero.

“Disforia de género es una condición psicológica en la que no se está satisfecho con su género”, le dijo al Daily Mail. “Nadie ha nacido transexual. Están fabricados como resultado de algo, un problema de desarrollo infantil que aún tiene que ser determinado por muchas personas. En retrospectiva, me doy cuenta que el cambio de género, francamente es sólo pura necedad”.

Heyer dice que aquellos que luchan con la condición homosexual, no están recibiendo la atención adecuada, y muchos profesionales en medicina son demasiado rápidos para estar de acuerdo con realizarles una cirugía.

“Todos ellos tienen algún nivel de depresión, y no estamos tratándolos”, ha lamentado. “Sólo estamos cortando partes del cuerpo y dándoles un nuevo nombre y un nuevo género”.

“[Pero] biológicamente, nadie puede transportar otro género, ni siquiera es posible”, dijo Heyer. “Todo lo que hacen es bombearle a la gente hormonas, poner implantes de mama y declaran que han fabricado una hembra. Es biológicamente imposible convertir un hombre en una mujer”.

El hombre ahora tiene 74 años de edad, desde entonces ha hecho las paces con sus hijos y tiene un sitio web para ayudar con compasión a los demás que luchan con la identidad de género o están expresando su pesar por haberse realizado una operación de cambio de sexo.

“Dios diseñó al hombre; Él diseñó a las mujeres”, dijo en un vídeo grabado el año pasado. “Dios redimirá la vida de las personas que luchan con problemas de identidad de género como lo hice yo. Él redimió mi vida y me ha hecho libre”.

LA AMENAZA ISLÁMICA EN EUROPA IMPULSA A LOS JUDÍOS A REGRESAR A ISRAEL PARA CUMPLIR LA PROFECÍA BÍBLICA

Estimados amigos que visitan mi canal de vídeos: Un creciente número de Judios franceses están abandonando Francia porque ya no sienten que están seguros allí ante la amenaza del Islam .Se está gestando de la manera que fue la primera emigración judía importante en Europa desde 1939: Esta vez no es el alemán o nazis europeos que buscan matar a los Judios . Hay musulmanes, aquellos clientes que un millón de veces fueron traídos a Europa por la izquierda unida. Junto con las formas de antisemitismo inherentes de la izquierda el antisemitismo islámico es la amenaza más peligrosa para Judios desde el Tercer Reich. Una vergüenza para Europa. Pero por encima de todo, estos ataques en la comunidad judía en Francia tienen un significado especial, que es prácticamente que nadie lo menciona…

¿QUIÉN VIENE A LA TIERRA: EL PADRE ETERNO O SU HIJO?

Por Daniel Úbeda-Port​ugués Ortega
1 He aquí que viene el Día de Yahveh en que serán repartidos tus despojos en medio de ti. 2 Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén. Será tomada la ciudad, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad partirá al cautiverio, pero el Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad. 3 Saldrá entonces Yahveh y combatirá contra esas naciones como el día en que él combate, el día de la batalla. 4 Se plantarán sus pies aquel día en el monte de los Olivos que está enfrente de Jerusalén, al oriente, y el monte de los Olivos se hendirá por el medio de oriente a occidente haciéndose un enorme valle: la mitad del monte se retirará al norte y la otra mitad al sur (Zacarías 14: 1-4)
Puedo asegurarles que estuve dándole muchas vueltas a este texto durante mucho tiempo, intentando buscar una explicación coherente a esta profecía, toda vez que sabemos con certeza que el que vendrá de nuevo es Jesús y no su Padre, y dialogando con un amigo trinitario y tras mucho estudio llegué a la siguiente conclusión: Jesús vendrá en el nombre y con el nombre de su Padre (Yahveh/Yahweh):

5 Mirad que días vienen – oráculo de Yahveh – en que suscitaré a David un Germen justo: reinará un rey prudente, practicará el derecho y la justicia en la tierra. 6 En sus días estará a salvo Judá, e Israel vivirá en seguro. Y este es el nombre con que te llamarán: «Yahveh, justicia nuestra.» (Jeremías 23, 5-6)

Yahveh, ése es el nombre con el que le llamarán a Jesús, el nombre que está sobre todo nombre, el nombre que ha heredado, el nombre con el que combatirá contra las naciones en su segunda venida, su nombre nuevo. Jesús heredó el nombre de su Padre cuando “se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre” (Filipenses 2, 8-9) y cuando “después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas. Así llegó a ser superior a los ángeles en la misma medida en que el nombre que ha heredado supera en excelencia al de ellos (Hebreos 1, 3-4). Es por eso que en su segunda venida, cuando se cumplan las profecías, Jesús usará ese nombre heredado, “cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, con todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones se reunirán delante de él, y él separará a unos de otros, como separa el pastor las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda” (Mateo 25, 31-33), le llamarán: “Yahveh, justicia nuestra” (Jeremías 23, 6), “se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz». Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo” (Isaías 9, 5-6)

Ahora bien, una cosa es “venir en el nombre de su Padre”, y “venir con el nombre de su Padre” (su nombre nuevo, el nombre que heredó de su Padre), y otra cosa es que el que venga es el Padre.

12 Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Diosy también grabaré sobre él mi nombre nuevo (Apocalipsis 3, 12).

TESTIGOS DE JEHOVÁ: LA WATCHTOWER USA EL CHANTAJE PARA OBLIGAR A LOS EXPULSADOS A REGRESAR A LA SOCIEDAD

En la revista La Atalaya del 15 de abril de 2012, edición de estudio, página 22, párrafo 17, la sociedad Watchtower instruyó a sus miembros a rechazar a los familiares expulsados de la Sociedad para aislarlos totalmente y dejarlos incomunicados dentro de casa para así obligarlos, por necesidad de compañia, a regresar arrepentidos a la organización. Eso se llama instruir a sus miembros al chantaje para que el familiar expulsado regrese a la organización doblegado.

LA ENTRONIZACIÓN DE CRISTO NO ES EN EL CIELO SINO EN LA TIERRA A SU REGRESO

Los Testigos de Jehová sostienen que Jesús se fue al cielo para ser entronizado como rey, y que su reinado comenzó en 1914 DC. Pero esta enseñanza se encuentra con un obstáculo serio en las palabras del mismo Jesucristo, quien dijo: “Cuando el Hijo del Hombre, VENGA en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria” (Mateo 25:31). Por tanto es claro que Jesús tomará su trono de gloria sólo, y sólo cuando, él vuelva o regrese del cielo en gloria, evento que aún es una bendita esperanza para la iglesia.

Por otro lado, Jesús dijo en Mateo 24:29,30 que su regreso o vuelta ocurriría DESPUÉS de la gran tribulación, un terrible tiempo breve de prueba que  los Testigos de Jehová admiten que es aún para el futuro. Si éste es un evento aún incumplido, entonces Jesús no pudo, bajo ningún motivo, haber sido entronizado en 1914, y menos aún, haber empezado a reinar en ese año. 

EL REGRESO DEL ANTICRISTO Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Return of the Antichrist: And the New World Order

Cuando a Jesús habló del final de esta era, dijo: Como fue en los días de Noé … así será. El principal evento que ocurrió en los días de Noé se registra en Génesis 6:4: Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después de eso … ellos eran los héroes de la antigüedad, hombres de renombre. Nephilim en hebreo significa los caídos. Eran malos ángeles caídos que aparecieron en la tierra en aquellos días, y causó la violencia, derramamiento de sangre y el caos que provocó una inundación en todo el mundo. Como era … así será. Después de que la gran tribulación comience, estos mismos ángeles caídos, además de Satanás y todo el resto de los que se rebelaron con él, una vez más de manifestarán en la tierra. Ellos serán guiados por un hombre mayormente llamado el Anticristo. Pero en el Apocalipsis no se le dio este nombre. Juan se refiere a él como La Bestia del Abismo. Este libro es un estudio en profundidad del pasado, el presente y el futuro de la Besti que echa por tierra la mayor parte de los supuestos comunes y aceptados del Anticristo y en su lugar se presenta un estudio basado en las escrituras de aquel que ha de venir, La Bestia que sube del Abismo que tenía siete cabezas y diez cuernos.

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CIENTÍFICOS ALERTAN DE QUE EL CAMBIO CLIMÁTICO PUEDE ALCANZAR «UN PUNTO DE NO RETORNO»

 Según un grupo de científicos, varios de ellos españoles, en la revista Nature.

Proponen medidas como reducir la tasa de crecimiento de la población y el consumo de los recursos.

Si la población sigue creciendo al ritmo actual, las consecuencias se verán hacia el 2025, y los recursos entrarán en un momento crítico en 2045.

Está en manos de la humanidad, advierten, decidir si quiere guiar los cambios del planeta o simplemente dejar que las cosas sucedan.

Un grupo de científicos, entre ellos varios españoles, describe en la revista Nature los cinco cambios climáticos ocurridos en la Tierra y trazan un «plan de emergencia» para el actual, que pasa por la implicación de todos, con medidas como reducir la tasa de crecimiento de la población y el consumo de los recursos.

Estas son algunas de las medidas propuestas por los científicos en este trabajo que analiza la posibilidad de alcanzar «un punto de no retorno» a causa del impacto humano, ha informado el CSIC.

Está en manos de la humanidad, advierten, decidir si quiere guiar los cambios del planeta o simplemente dejar que las cosas sucedan.

Además de la población y los recursos, los investigadores apuestan por sustituir el gasto energético por fuentes renovables, aumentar la eficiencia en la producción de alimentos y mejorar la gestión de las zonas de la Tierra que aún no han sido dominadas por humanos.

En el citado artículo de revisión, se precisa que los cambios climáticos pasados, además de causar extinciones masivas como la de los dinosaurios, han ido modificando las características del planeta.

Cambios climáticos pasados

El último gran cambio tuvo lugar hace unos 14.000 años, cuando el treinta por cierto de la superficie terrestre perdió la capa de hielo que la cubrió durante el último periodo glacial. Esa edad de hielo había durado unos 100.000 años y el periodo de transición se prolongó unos 3.300 años.

Desde entonces, el planeta ha mantenido unas características más o menos estables hasta la aparición y desarrollo de la humanidad.

Sin embargo, actualmente, las personas están provocando una serie de cambios que podrían conducir «a un nuevo estado planetario», advierte el investigador de la Estación Biológica de Doñana Jordi Bascompte. Dichos cambios, alteran la química de la atmósfera y de los océanos, y causan grandes trastornos en los flujos de energía que van «desde el principio hasta el final de la cadena alimentaria», puntualiza.

El origen de todos esos cambios es el aumento de la población que conlleva un mayor consumo de recursos y energía, y la transformación y fragmentación del paisaje, unas alteraciones que modifican las condiciones atmosféricas, oceánicas y terrestres y que amenazan la supervivencia de la biodiversidad actual.

Crecimiento de la población mundial

La tasa de crecimiento anual de la población es de unos 77 millones de personas, casi mil veces más que la experimentada hace entre 10.000 años y 400 años, cuando rondaba las 67.000 personas. Ese aumento poblacional ha transformado casi la mitad (43%) de la superficie terrestre en áreas urbanas y agrícolas.

Además, los humanos acaparan el uso de hasta el 40 por ciento de la producción primaria mundial (limitando el acceso de otras especies a este recurso) y consume combustibles fósiles, lo que ha elevado la concentración de CO2 atmosférico un 35 por ciento y ha rebajado el pH oceánico el 0,05.

«Si estos impactos superan el 50 por ciento, incluso las áreas inalteradas del planeta sufrirán las consecuencias», avisa Eloy Revilla, de la Estación Biológica de Doñana.

Si la población sigue creciendo al ritmo actual, las consecuencias se verán hacia el 2025, y los recursos entrarán en un momento crítico en 2045. Lo que sucederá cuando se llegue a tal situación todavía es incierto, pero es algo que «debería preocuparnos muy seriamente».

La pérdida de productividad en las tierras de cultivo, la reducción de la capacidad de almacenamiento de CO2 de los bosques y océanos y el colapso del stock pesquero son tres factores seguros.

Fuente

HONDURAS: REGRESO TRIUNFAL DEL EXPRESIDENTE ZELAYA

 


Video de euronewses 29/05/2011 | Regreso triunfal de Manuel Zelaya a Tegucigalpa. El expresidente hondureño fue recibido ayer por miles de seguidores en el aeropuerto y en la simbólica plaza de la capital que lleva el nombre de un simpatizante que murió durante las protestas callejeras contra el golpe de Estado que le derrocó: – «La resistencia pacífica, compañeros», les dijo Zelaya. «La resistencia es hoy el grito de la victoria y del regreso a Honduras de todos los derechos y garantías de la democracia hondureña», sentenció.
Zelaya regresó a Honduras y se reunió con la resistencia

Video de telesurtv | 29/05/2011 | Tras dos años de exilio debido a un golpe de Estado en su contra, el ex presidente hondureño Manuel Zelaya regresó a Tegucigalpa, donde se reencontró con sus seguidores en un masivo acto. Zelaya destacó la lucha de la resistencia del país y agradeció la mediación de Colombia y Venezuela para gestionar su retorno. teleSUR

¿CUAL ES LA RAZÓN Y LA LÓGICA DEL RETORNO DE JESÚS A ESTE MUNDO?

 
 

Por  José Carlos DA Costa

Empezaremos diciendo que el Nuevo Testamento nos exhorta a estar preparados para dar razón de nuestra esperanza (1 P 3:15). Ese imperativo presupone que las profecías bíblicas, como en este caso la venida de Cristo, tienen un sentido lógico y teológico, un porqué y un para qué. Cristo vendrá de nuevo, no simplemente porque “la Biblia lo dice” (aunque eso sea cierto), sino porque le quedan importantes tareas en esta misma tierra donde una vez vivió, murió y resucitó. Si no fuera así, no tendría por qué volver, pues Dios nunca actúa sin sentido.

La tierra siempre ha sido central en el actuar de Dios. Apenas crea a Adán le prepara una finca, para que no sea “Adán sin tierra”. La base del pacto que Dios hizo con Abraham fue la promesa de una tierra propia para su descendencia. El castigo para el pecado de Israel fue la pérdida de su tierra, y la promesa de los profetas destacaba su recuperación. Para salvarnos, Jesucristo vino a esta tierra, y para culminar su obra, volverá otra vez. Y al final, habrá nuevos cielos y nueva tierra. El regreso de Cristo a nuestro planeta es una prueba clara de la importancia de la tierra en los planes de Dios.

El esquema general para la mayoría de los cristianos, y de los evangélicos en particular, es que se acepta a Cristo y se va al cielo. Pero el esquema bíblico tiene otra dirección: Cristo vuelve a este planeta. Para que los cristianos vayan al cielo, no es necesario que Cristo vuelva aquí. Al morir los creyentes están en presencia de Cristo, sin que él tenga que volver a este planeta. Bien podría ocurrir igual después de la resurrección del cuerpo. Podríamos ascender, con cuerpo resucitado, a la patria celestial y Cristo no tendría que volver a la tierra. Entonces, ¿cuál es la razón y la lógica del retorno de Jesús a este mundo?

Una manera muy sencilla de enfocar el propósito y la lógica de la venida de Cristo será enumerar las razones de su regreso que da el mismo Nuevo Testamento. Encontramos seis objetivos de la venida de Cristo, que son el sentido teológico de su parusía. Su regreso no es un espectáculo sin sentido, sino una acción con claros propósitos y una racionalidad totalmente coherente con toda la enseñanza bíblica y toda la historia de la salvación.

1) Cristo viene a reinar; su venida es la venida de su reino (Lc 23:42, “cuando vengas en tu reino”; cf. 1:33; 19:14,27). Su venida gloriosa será su manifestación (epifania) como “único y bendito Soberano, Rey de reyes y Señor de señores” (1 Tm 6:14-16). El Cordero ha vencido y es el Señor de la historia, digno de abrir los sellos del libro (Ap 5:5-7). Cristo ha resucitado y “es necesario que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies…cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia”(1 Co 15:24s).

En su venida, Cristo nos hará también a nosotros reinar con él (2 Tm 2:12; Ap 2:26s; 3:21). Los redimidos “reinarán sobre la tierra” (Ap 5:10). Lo mismo confirma Ap 20:6 cuando asevera que los fieles resucitados “serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años”. Según 22:5 los fieles “reinarán por los siglos de los siglos”.

El vino la primera vez a traer el reino en su ministerio y obra. Cuando volvió al Padre, el reino ya había venido entre nosotros por medio de su vida, muerte y resurrección. Vino humilde, doliente y aparentemente débil, como Siervo Sufriente. Su segunda venida llevará a la culminación final lo que inauguró con su primera venida. Vino la primera vez para dar a “saborear” las bondades de su reino, y a introducirnos a él a partir de su muerte en una cruz para redimirnos de los pecados. Ahora vendrá como Rey de Reyes y Señor de señores (Ap 19:11-16) para reinar en majestad y gloria. Entonces se cantará que “el reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos” (Ap 11:15).

Ahora, la pregunta importante es ¿cómo anda nuestra teología del reino? El reino es el mensaje central de la primera venida de Cristo y el secreto del sentido de su misión, según los evangelios sinópticos. Él nos exhorta a “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt 6:33) y a orar para que el reino venga a fin de que se haga la voluntad de Dios en la tierra cuando él regrese (Mt 6:10).

Pero muchas veces lo que fue el mensaje central de Jesús es el mensaje olvidado de su iglesia. Por eso no sabemos qué hacer con su venida, porque no tenemos una teología del reino. Entonces, para llenar ese vacío, echamos mano del rapto como propósito de la venida (“él viene a levantar a su iglesia”, dice un corito). Con eso le damos a la parusía un sentido que nunca tiene en las escrituras. Así cambiamos la enseñanza bíblica de que él viene para estar aquí y reinar en la tierra por una especulación de que viene para sacarnos a nosotros de la tierra. Pero su venida no será “Operación Rescate” sino “Operación Reinado”, el toma de poder por el Rey de reyes.

2) En segundo lugar, Cristo viene a triunfar, viene a vencer. Según. 2 Tesalonicenses 2:7-8, el pasaje más importante sobre un anticristo personal, Cristo va a destruir al “hombre inicuo…con el esplendor de su venida” (NIV; Gr “con la epifania de su parousia”). Su venida va a ser la derrota definitiva de los enemigos de su reino, como vimos también en 1 Corintios 15:24-25. En el Apocalipsis, la primera y única venida futura de Cristo es para hacer la batalla contra todas las fuerzas de maldad y derrotarlas para siempre (19:11-21). Cuando el dragón, después del reino milenial, intenta encabezar otro asalto contra el reino del Señor, sus fuerzas son destruidas por relámpagos y no se realiza ninguna guerra (20:9s).

3) Tercero: Cristo viene a juzgar, viene como Juez (Mt 25:31, la parábola de las ovejas y cabritos). Al volver, Cristo juzgará a las naciones. El viene a iniciar un proceso de juicio ético definitivo. Tesalonicenses es especialmente claro en relacionar el juicio de los impíos con su venida. (2 Ts 1:7ss; cf. 2 Tm 4:1). Según Hechos 17:31 Dios ha establecido “un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”.

Y aquí también Cristo nos permite a nosotros juzgar con él. 1 Corintios 6:2-3 afirma que “los santos han de juzgar al mundo” y a los ángeles. También según Apocalipsis 20:4 los fieles juzgarán juntamente con él. Cristo comparte su poder y nos deja participar con él también en el juicio.

4) En cuarto lugar, Cristo viene a resucitar a los creyentes muertos y transformar a los que viven en la hora de su venida. Su venida traerá plenitud de vida (1 Ts 4:16s; 1 Co 15:52). “Al son de la trompeta” los muertos vivirán y todos seremos hechos “semejantes al cuerpo de la gloria suya” (Fil 3:21). Le veremos y seremos como él (1 Jn 3:3) y Cristo será glorificado y admirado en sus santos (2 Ts 1:10). Su venida será el triunfo final sobre la muerte y el pecado.

5) Quinto, Cristo viene a reunirse con nosotros y a reunirnos a nosotros con él para siempre. Esta es la gran reunión de toda la familia del Señor. Seremos arrebatos al encuentro con él (apantesis) y “así estaremos siempre con el Señor (1 Ts 4:17). En 2 Tesalonicenses 2:1 Pablo habla de “la venida (parousia) de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión (episunagôgê, cf. sinagoga) con él”. En Juan 13-14 Jesús anuncia su muerte pero, en ese contexto de separación, promete regresar para estar con los suyos, “para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn 14:3). Cristo vuelve porque quiere estar con nosotros; nosotros esperamos su venida, porque queremos estar con él, “que sin haberlo visto, amamos” (1 P 1:8). Lamentablemente, en mucha escatología “raptocéntrica”, el encuentro amoroso con Cristo pasa a un segundo plano o desaparece.

Los cristianos no esperamos a “algo” sino a “Alguien”. Para nosotros el futuro tiene nombre, y se llama Jesús.

6) Finalmente (¡que agenda más impresionante que trae nuestro Señor!) Cristo viene a culminar la historia humana y cósmica. El es el punto omega de toda la historia, como decía Teilhard de Chardin. Según Efesios 1:10 “el propósito de Dios es de reunir todas las cosas en Cristo”. La frase “todas las cosas” (ta panta, neutro plural) era una de las formas de decir el universo en griego. No tenían la palabra “universo” (que con sólo oirla se nota que es latín). En griego el neutro plural de “todo” (que no tiene equivalente en castellano) solía significar el universo, junto con el otro término, kosmos.

El verbo “reunir” aquí significa “recapitular”, encabezar todo, juntar todo en su pleno sentido, resumir todo en una síntesis final. La venida de Cristo va a culminar en su significado definitivo todo lo que ha sido el mundo y la historia. En la venida de Cristo, Dios va a recapitular todo en la persona de él. Él será Omega como ha sido Alfa. Otro pasaje con un sentido parecido es Hechos 3:19-20, después de la curación del cojo:

Así que arrepentíos y convertíos…para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Y el envía a Jesucristo…a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

Éstas son frases de plenitud. La historia que Dios ha iniciado con la creación, en cuyo centro Dios puso a su propio Hijo, no va a terminar en un colosal fracaso. El pecado es un fracaso, pero no la creación ni la historia. Bajo Cristo la historia va a realizarse en plenitud, con ese refrigerio y esa restauración de todas las cosas que nos promete la palabra de Dios.

De este análisis queda evidente que la venida de nuestro Señor está cargada del más profundo y hermoso significado. ¡Qué diferente de los conceptos raptistas que circulan en muchas iglesias!

EL RETORNO DE SU MAJESTAD, EL REY JESUCRISTO

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Es altamente informativo enfocar la atención en tres palabras especiales Griegas que afectan el debate sobre el rapto y la Segunda Venida.

La primera palabra, “Epifanía” significa “la aparición visible del Señor Jesús sobre la tierra al final” de la edad (ref: El Nuevo Diccionario Int’l de Teología del N.T, Vol.3, Colin Brown, p.319). Para los antiguos, esta palabra indicaba la aparición de un ser divino en la tierra, a fin de que los humanos le ven allí. El “lexicón Inglés-Griego del Nuevo Testamento,” por Bauer, Arndt y Gingrich, 1957, p.304, manifiesta que la palabra Griega “Epifanía” quiere decir “una manifestación visible de una divinidad o dignatario escondido,” y en la literatura del Nuevo Testamento, esta palabra habla de la aparición de Cristo en la tierra”. Además, Arndt y el lexicón de Gingrich manifiestan que “la Epifanía” ocurre en 1Tim.6:14; 2Tim. 4:1,8; Tito 2:13; y 2Tes. 2:8, en los cuales todos ellos hablan de que “Jesús viene en juicio”. — así, tomado en conjunto, la “Epifanía” de Jesús puede no ser nada menos que la Venida gloriosa y visible de Cristo cuando él termine entre la gente en la tierra en juicio… ¡lo cual es claramente post-tribulacional!

Pablo exhorta a Timoteo a “conservar este mandamiento sin mancha o culpa hasta la aparición (Epifanía) de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tim.6:14). Entonces, Pablo está diciendo que perseveremos fielmente hasta que la gran meta sea alcanzada: ¡La Epifanía post-tribulacional!

Además, Pablo declara que es la “Epifanía” de la “parusía” de Cristo que destruye al anticristo (2Tes.2:8). Por consiguiente, es la Epifanía (aparición) gloriosa de Cristo en la tierra que destruye el anticristo poco después del fin de la gran tribulación.

Y luego Pablo le dice a Tito: “Esperamos por la bendita esperanza —- la aparición gloriosa (la Epifanía) de nuestro gran Dios y nuestro Salvador, Jesucristo” (Tito 2:13). Así, la “esperanza bendita” que buscamos y esperamos no es alguna desaparición secreta antes de la gran tribulación (como en el rapto pre tribulacional o medio-tribulacional), sino más bien, es la Epifanía gloriosa y visible de la venida de Cristo a la tierra en juicio, en cuyo tiempo el anticristo es destruido… la cual es inevitablemente  post-tribulacional.

La segunda palabra, “Apocalipsis,” es el descubrimiento y “la revelación de Cristo cuando él aparece en la plenitud de su poder” (ref: El nuevo Diccionario Int’l de Teología del N.T, Vol.3, Colin Brown, p.315). Además, Arndt y el Lexicón Griego/inglés de Gingrich (citado anteriormente, y p.92) declara que cuando esta palabra “Apocalipsis” es usada para hablar de Cristo en la escatología (las últimas cosas /días), habla de “parusía”. —— claramente, esta palabra “apocalipsis” (”revelación”) es la poderosa y gloriosa venida postribulacional de Cristo, cuando él aparece y es revelado a todo el mundo (Apo.19:11-16 y Mat.24:29-31) … y Pablo usa esta palabra cuando él dice, “no falte ningún don espiritual mientras ustedes ansiosamente esperan a nuestro Señor Jesucristo para ser revelado (apocalipsis )” (1 Cor.1:7). —– entonces, ¿estuvieron los corintios y Pablo ansiosamente en espera de un “rapto secreto,” dónde todos los creyentes simplemente desaparecen? —– No. Miraban y esperaban para el poderoso y glorioso “apocalipsis”  o aparición de Cristo… ¡el cual sólo puede ser post tribulacional!

Pedro también usa esta palabra, “apocalipsis”, cuando él escribe: “Las pruebas … vienen de modo que vuestra fe … pueda ser probada genuina y pueda dar como resultado la alabanza, gloria y honor cuando Jesucristo sea revelado (apocalipsis)” (1 Ped. 1:7). —– ¿cuándo esperan los pre tribulacionistas que esta alabanza y este honor vengan del Señor Jesús? En el rapto pre tribulacional …¡Pero éste no es el evento cuándo Pedro dice que vendrá! Él dice que llegará en el Apocalipsis, cuando Cristo es revelado al mundo en la plenitud de su poder. Pedro continúa: “Establezcan su esperanza completamente en la gracia para que le sean dado a ustedes cuando Jesucristo sea revelado (Apocalipsis)” (1 Ped.1:13). —– entonces, vuestra esperanza es ser retribuidos en el apocalipsis… ¡lo cual es claramente post tribulational!

La tercera palabra, “PHANEROO,”  significa “revelar, manifestar”; — y según Colin Brown es utilizado como un sinónimo para la anteriormente citada palabra que estudiamos: “Apocalipsis” (DNTT, Vol.3, Colin Brown, p.321). Arndt y Gingrich (citado, y en p.860) escribe que “phaneroo” indica “la aparición de Cristo “en el mundo”. El apóstol Pedro escribe: “Cuando el Pastor Principal aparezca (phaneroo), vosotros recibiréis la corona de gloria que nunca se desvanecerá (1 Pet.5:4). —– ¿y cuándo será dada esta corona de gloria a los creyentes? ¿Mientras la tribulación tiene lugar abajo en la tierra? No. Los creyentes recibirán su “corona de gloria” en el tiempo del phaneroo-apocalipsis, cuando Cristo aparezca y sea revelado en la tierra… ¡lo cual es post- tribulational!

Juan dice, “continúen en él, de modo que cuando él aparezca (phaneroo) podemos estar confiados y desvergonzados ante él en su venida (parusía)” (1 Jn.2:28). ¿Entonces cuándo necesitaremos finalmente la confianza de haber fielmente seguido a Cristo?…¿Y cuándo el Señor “nos clasificará”? No será algún tiempo durante la tribulación, sino cuando él gloriosamente aparezca (”phaneroo”) en el apocalipsis y en la parusía post-tribulacional. Finalmente, Juan dice, “cuando él aparezca (phaneroo), seremos como él, pues le veremos tal como él es” (1 Jn.3:2). ¿Y cuándo ocurrirá esto, que los creyentes se vuelvan igual a Jesús, o en otras palabras, que sean glorificados en cuerpos resucitados? ¿Será poco antes (o en la mitad) de la tribulación? — No. Según la inerrante Palabra escrita por Juan, será en el phaneroo-apocalipsis … el cual es post-tribulacional

SU MAJESTAD, EL SEÑOR JESUCRISTO, TIENE AÚN MUCHAS COSAS QUE HACER EN LA TIERRA

Empezaremos diciendo que el Nuevo Testamento nos exhorta a estar preparados para dar razón de nuestra esperanza (1 P 3:15). Ese imperativo presupone que las profecías bíblicas, como en este caso la venida de Cristo, tienen un sentido lógico y teológico, un porqué y un para qué. Cristo vendrá de nuevo, no simplemente porque “la Biblia lo dice” (aunque eso sea cierto), sino porque le quedan importantes tareas en esta misma tierra donde una vez vivió, murió y resucitó. Si no fuera así, no tendría por qué volver, pues Dios nunca actúa sin sentido.  

La tierra siempre ha sido central en el actuar de Dios. Apenas crea a Adán le prepara una finca, para que no sea “Adán sin tierra”. La base del pacto que Dios hizo con Abraham fue la promesa de una tierra propia para su descendencia. El castigo para el pecado de Israel fue la pérdida de su tierra, y la promesa de los profetas destacaba su recuperación. Para salvarnos, Jesucristo vino a esta tierra, y para culminar su obra, volverá otra vez. Y al final, habrá nuevos cielos y nueva tierra. El regreso de Cristo a nuestro planeta es una prueba clara de la importancia de la tierra en los planes de Dios.

El esquema general para la mayoría de los cristianos, y de los evangélicos en particular, es que se acepta a Cristo y se va al cielo. Pero el esquema bíblico tiene otra dirección: Cristo vuelve a la tierra. Para que los cristianos vayan al cielo, no es necesario que Cristo vuelva aquí. Al morir los creyentes están en presencia de Cristo, sin que él tenga que volver a este planeta. Bien podría ocurrir igual después de la resurrección del cuerpo. Podríamos ascender, con cuerpo resucitado, a la patria celestial y Cristo no tendría que volver a la tierra. Entonces, ¿cuál es la razón y la lógica del retorno de Jesús a este mundo?

Una manera muy sencilla de enfocar el propósito y la lógica de la venida de Cristo será enumerar las razones de su regreso que da el mismo Nuevo Testamento. Encontramos seis objetivos de la venida de Cristo, que son el sentido teológico de su parusía. Su regreso no es un espectáculo sin sentido, sino una acción con claros propósitos y una racionalidad totalmente coherente con toda la enseñanza bíblica y toda la historia de la salvación.

1) Cristo viene a reinar; su venida es la venida de su reino (Lc 23:42, “cuando vengas en tu reino”; cf. 1:33; 19:14,27). Su venida gloriosa será su manifestación (epifania) como “único y bendito Soberano, Rey de reyes y Señor de señores” (1 Tm 6:14-16). El Cordero ha vencido y es el Señor de la historia, digno de abrir los sellos del libro (Ap 5:5-7). Cristo ha resucitado y “es necesario que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies…cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia”(1 Co 15:24s).

En su venida, Cristo nos hará también a nosotros reinar con él (2 Tm 2:12; Ap 2:26s; 3:21). Los redimidos “reinarán sobre la tierra” (Ap 5:10). Lo mismo confirma Ap 20:6 cuando asevera que los fieles resucitados “serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años”. Según 22:5 los fieles “reinarán por los siglos de los siglos”. 

El vino la primera vez a traer el reino en su ministerio y obra. Cuando volvió al Padre, el reino ya había venido entre nosotros por medio de su vida,  muerte y resurrección. Vino humilde, doliente y aparentemente débil, como Siervo Sufriente. Su segunda venida llevará a la culminación final lo que inauguró con su primera venida. Vino la primera vez para dar a “saborear” las bondades de su reino, y a introducirnos a él a partir de su muerte en una cruz para redimirnos de los pecados. Ahora vendrá como Rey de Reyes y Señor de señores (Ap 19:11-16) para reinar en majestad y gloria. Entonces se cantará que “el reino del mundo ha pasado a ser de nuestro Señor y de su Cristo, y él reinará por los siglos de los siglos” (Ap 11:15). 

Ahora, la pregunta importante es ¿cómo anda nuestra teología del reino? El reino es el mensaje central de la primera venida de Cristo y el secreto del sentido de su misión, según los evangelios sinópticos. Él nos exhorta a “buscar primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mt 6:33) y a orar para que el reino venga a fin de que se haga la voluntad de Dios en la tierra cuando él regrese (Mt 6:10).  

Pero muchas veces lo que fue el mensaje central de Jesús es el mensaje olvidado de su iglesia. Por eso no sabemos qué hacer con su venida, porque no tenemos una teología del reino. Entonces, para llenar ese vacío, echamos mano del rapto como propósito de la venida (“él viene a levantar a su iglesia”, dice un corito). Con eso le damos a la parusía un sentido que nunca tiene en las escrituras. Así cambiamos la enseñanza bíblica de que él viene para estar aquí y reinar en la tierra por una especulación de que viene para sacarnos a nosotros de la tierra. Pero su venida no será “Operación Rescate” sino “Operación Reinado”, el toma de poder por el Rey de reyes. 

2) En segundo lugar, Cristo viene a triunfar, viene a vencer. Según. 2 Tesalonicenses 2:7-8, el pasaje más importante sobre un anticristo personal, Cristo va a destruir al “hombre inicuo…con el esplendor de su venida” (NIV; Gr “con la epifania de su parousia”). Su venida va a ser la derrota definitiva de los enemigos de su reino, como vimos también en 1 Corintios 15:24-25. En el Apocalipsis, la primera y única venida futura de Cristo es para hacer la batalla contra todas las fuerzas de maldad y derrotarlas para siempre (19:11-21). Cuando el dragón, después del reino milenial, intenta encabezar otro asalto contra el reino del Señor, sus fuerzas son destruidas por relámpagos y no se realiza ninguna guerra (20:9s).

3) Tercero: Cristo viene a juzgar, viene como Juez (Mt 25:31, la parábola de las ovejas y cabritos). Al volver, Cristo juzgará a las naciones. El viene a iniciar un proceso de juicio ético definitivo. Tesalonicenses es especialmente claro en  relacionar el juicio de los impíos con su venida. (2 Ts 1:7ss; cf. 2 Tm 4:1). Según Hechos 17:31 Dios ha establecido “un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos”.

Y aquí también Cristo nos permite a nosotros juzgar con él. 1 Corintios 6:2-3 afirma que “los santos han de juzgar al mundo” y a los ángeles. También según Apocalipsis 20:4 los fieles juzgarán juntamente con él. Cristo comparte su poder y nos deja participar con él también en el juicio. 

4) En cuarto lugar, Cristo viene a resucitar a los creyentes muertos y transformar a los que viven en la hora de su venida. Su venida traerá plenitud de vida (1 Ts 4:16s; 1 Co 15:52). “Al son de la trompeta” los muertos vivirán y todos seremos hechos “semejantes al cuerpo de la gloria suya” (Fil 3:21). Le veremos y seremos como él (1 Jn 3:3) y Cristo será glorificado y admirado en sus santos (2 Ts 1:10). Su venida será el triunfo final sobre la muerte y el pecado. 

5) Quinto, Cristo viene a reunirse con nosotros y a reunirnos a nosotros con él para siempre. Esta es la gran reunión de toda la familia del Señor. Seremos arrebatos al encuentro con él (apantesis) y “así estaremos siempre con el Señor (1 Ts 4:17). En 2 Tesalonicenses 2:1 Pablo habla de “la venida (parousia) de nuestro Señor Jesucristo y nuestra reunión (episunagôgê, cf. sinagoga) con él”. En Juan 13-14 Jesús anuncia su muerte pero, en ese contexto de separación, promete regresar para estar con los suyos, “para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn 14:3). Cristo vuelve porque quiere estar con nosotros; nosotros esperamos su venida, porque queremos estar con él, “que sin haberlo visto, amamos” (1 P 1:8). Lamentablemente, en mucha escatología “raptocéntrica”, el encuentro amoroso con Cristo pasa a un segundo plano o desaparece.  

Los cristianos no esperamos a “algo” sino a “Alguien”. Para nosotros el futuro tiene nombre, y se llama Jesús. 

6) Finalmente (¡que agenda más impresionante que trae nuestro Señor!) Cristo viene a culminar la historia humana y cósmica. El es el punto omega de toda la historia, como decía Teilhard de Chardin. Según Efesios 1:10 “el propósito de Dios es de reunir todas las cosas en Cristo”. La frase “todas las cosas” (ta panta, neutro plural) era una de las formas de decir el universo en griego. No tenían la palabra “universo” (que con sólo oirla se nota que es latín). En griego el neutro plural de “todo” (que no tiene equivalente en castellano) solía significar el universo, junto con el otro término, kosmos.

El verbo “reunir” aquí significa “recapitular”, encabezar todo, juntar todo en su pleno sentido, resumir todo en una síntesis final. La venida de Cristo va a culminar en su significado definitivo todo lo que ha sido el mundo y la historia. En la venida de Cristo, Dios va a recapitular todo en la persona de él. Él será Omega como ha sido Alfa. Otro pasaje con un sentido parecido es Hechos 3:19-20, después de la curación del cojo:

Así que arrepentíos y convertíos…para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.y el envía a Jesucristo…a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

Éstas son frases de plenitud. La historia que Dios ha iniciado con la creación, en cuyo centro Dios puso a su propio Hijo, no va a terminar en un colosal fracaso. El pecado es un fracaso, pero no la creación ni la historia. Bajo Cristo la historia va a realizarse en plenitud, con ese refrigerio y esa restauración de todas las cosas que nos promete la palabra de Dios.

De este análisis queda evidente que la venida de nuestro Señor está cargada del más profundo y hermoso significado. ¡Qué diferente de los conceptos raptistas qie circulan en muchas iglesias!

ISRAEL PERMITE EL REGRESO DE 8000 JUDÍOS ETÍOPES (FALASHAS) A ISRAEL

Jerusalén. Israel decidió este domingo permitir que 8.000 etíopes que afirman ser descendientes de judíos entren al país y obtengan ciudadanía israelí, incluyendo a algunos que han esperado por años en campamentos de tránsito.

«El gobierno de Israel quiere resolver este problema porque hay una difícil crisis humanitaria ahí», dijo a su gabinete el primer ministro Benjamin Netanyahu, poco antes de aprobar la medida.

Más de 100.000 judíos de Etiopía ya viven en Israel. Muchos arribaron en transporte aéreo en las décadas de 1980 y 1990 en momentos de hambruna y disturbios políticos en Etiopia.

Miles más de los Falash Mura, que dicen haber sido forzados a convertirse al Cristianismo en Etiopía, llegaron en los últimos años en grupos más pequeños, pero Israel buena parte del flujo hace unos tres años.

Netanyahu dijo que los Falash Mura serían llevados a Israel durante los próximos tres años.

Grupos de inmigrantes en Israel han protestado desde hace mucho tiempo por la demora en permitirles el ingreso y dijeron que ha dividido familias cuyos parientes fueron sido dejados atrás.

Israel concede ciudadanía automática a judíos inmigrantes. La mayoría de los Falash Mura debe realizar un ritual de conversión antes de recibir los papeles de ciudadanía.

EL GUARDÍAN DE LA TIERRA DE DIOS

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Wilder tiene la tarea de preservar la herencia recibida hace 4.000 años por Abraham
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El colono Wilder, profesor de Historia originario de New Jersey, no habla de ocupación judía sino de «retorno»
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David Wilder es el líder y portavoz de los colonos judíos de Hebrón. Lo de «colonos» en este contexto es un decir, porque tal palabra no existe en el vocabulario de este hombre, como tampoco «palestinos», «Gaza» o «Cisjordania». En su lugar, utiliza los términos reescritos por el Sionismo religioso de «árabes», «Gush Katif» y «Judea y Samaria».
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De hecho, para él, eso de la «ocupación» judía es una gran mentira. El Dios de la Biblia entregó a ese pueblo la posesión legítima de la tierra de Eretz Israel, y con eso no se negocia. Por tanto, los 550.000 judíos que habitan en el suelo que se extiende al este de la Línea Verde están donde les pertenece, y «ninguna ley, —dice con una sonrisa—, prohíbe a los judíos vivir en tierra judía». De ahí que su presencia allí responda a otro nombre: es «un retorno». Y Wilder es el guardián de una voluntad divina.
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Para él, eso de la «ocupación» judía es una gran mentira
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Tiene una tarea, preservar la santidad de la herencia recibida hace 4.000 años por Abraham, que precisamente está enterrado en Hebrón. Solo así se explica que este profesor de Historia decidiera abandonar su New Jersey natal para acabar con su esposa y sus siete hijos en el corazón de esa ciudad. En una jaula irrespirable, donde otras 120 familias como la suya viven rodeadas de barreras y alambres de espino, con celosías en las ventanas y medio millar de soldados custodiándoles día y noche. Wilder lleva permanentemente una pistola en el cinturón, al lado de los tzitziot, los flecos blancos que recuerdan los 613 preceptos de la Torá.
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Para la Comunidad Internacional, ese núcleo llamado «Avraham Avinu» es un asentamiento ilegal. Y los que están fuera son los 170.000 palestinos de Hebrón que, —según el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados B’Tselem—, sufren «una segregación legal y física» por parte de sus vecinos judíos, a los que el diario «Haaretz» de Tel Aviv llamó «hooligans» y «los elementos más extremistas entre los colonos». La rutina de «extrema violencia», ha obligado a miles de palestinos a marcharse.
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Negociar, «un suicidio»
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Pero en esa ficción verbal —u operación ideológica y política—, en la que todo sitio entre el Mediterráneo y el Jordán (o entre el Nilo y el Éufrates) es patrimonio de los judíos, David Wilder sostiene que las verdaderas víctimas son él y los suyos. «Auschwitz nunca terminó», ha llegado a afirmar, «estamos todavía aquí, detrás de alambradas de espino, siendo llevados como ovejas a las cámaras de gas». El último ejemplo de esa persecución, explica a ABC en su oficina, es el asesinato muy cerca de allí de cuatro judíos en vísperas de la reanudación del proceso de paz, que fue reclamado por Hamás.
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Atrincherado en su verdad, Wilder se agita incrédulo cuando dice que «ni un marciano» entendería que el Gobierno israelí esté otra vez «negociando con los árabes». Si Benjamin Netanyahu impone nuevos límites a que los judíos construyan o se expandan, será —anuncia— «una declaración de guerra» y no obedecerán, porque constituiría un «suicidio».
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Los «árabes», que para él son iguales que Al Qaida o los talibanes, acechan dispuestos a convertir cada centímetro en una base terrorista. «La prueba es Gush Katif —advierte en referencia a Gaza—, se lo dieron, y lo único que hemos conseguido a cambio son judíos muertos».
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La voluntad de Dios no está en venta. «Tenemos que sobrevivir y vamos a hacerlo», se promete el profesor. Y la paz, decide, ya llegará cuando «dejen de robarnos nuestra tierra».
Fuente: ABC.es

¿REALMENTE VENDRÁ JESÚS EN CUALQUIER MOMENTO?

Por Ingº Mario A Olcese (apologista)

Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre VENDRÁ a la hora que no pensáis (Mt 24:44).

Algunos maestros de la profecía nos dicen que Jesús vendrá en cualquier momento, de modo que debemos de estar preparados para recibirlo. Sin embargo, la Biblia nos dice que para todo hay un momento o un tiempo, y Jesús tiene su tiempo designado por el Padre para su regreso al mundo (Hechos 3:19-21). Pero antes que él regrese deben suceder algunos eventos predichos en las Escrituras y que son muy evidentes.

La Predicación del Evangelio del Reino

En primer término, el evangelio del reino debe ser predicado al mundo entero como testimonio a todas las naciones, y entonces el fin vendrá, o lo que es lo mismo decir, nuestro Señor Jesús volverá (Ver Mateo 24:14). Hoy, el evangelio del reino se está dando a conocer con fuerza al mundo a través de la internet, pero creo que aún sigue permanece desconocido para una buena parte de la población mundial. China, por ejemplo, que abarca el 20% de la población mundial, aún desconoce el evangelio del reino, y lo mismo podríamos decir de muchos países del lejano oriente que son en su mayoría musulmanes o budistas. En India, donde está casi el 10% de la población mundial, aún necesita conocer el mensaje del reino, y aun muchos que se llaman cristianos no tienen una idea clara de lo que es el reino de Dios. De modo que podemos decir que todavía falta dar a conocer el evangelio del reino a una tercera parte o más de la humanidad, conservadoramente hablando.

Primero la apostasía y el hombre de Pecado

Otra de las cosas que deben suceder primero antes del regreso de Cristo al mundo es la venida de la apostasía y del hombre de pecado. Dice Pablo lo siguiente: “Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios”.

Así que para que Cristo vuelva al mundo es necesario que primero aparezca la apostasía y el hombre de pecado, el hijo de perdición, el opositor de Dios que se sienta en su templo y se hace pasar por Él. Esta figura es, sin duda, el anticristo, el hijo del diablo, que se opondrá a Dios y se hará pasar por Él. Si decimos que el Señor vendrá en cualquier momento, lo que estamos afirmando es que este perverso personaje ya apareció y se ha sentado en el templo de Dios, haciéndose pasar por él.

Primero la Gran Tribulación y después la parusía de Jesús

Un segundo evento que debe suceder en el mundo antes que venga el Señor es la gran tribulación para el mundo habitado como nunca antes hubo ni habrá. Y es que el Señor Jesucristo fue muy claro cuando dijo que sólo después que aconteciera la gran tribulación él volvería al mundo. En Mateo 24:29-31 leemos: “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”

Cualquier que tiene un poco de criterio se da cuenta que Jesús está anunciando una venida post-tribulacional en Mateo 24:29-31, y no pre-tribulacional como sostienen un buen número de evangélicos dispensacionalistas. Jesús tal vez podría venir “en cualquier momento” si en efecto su venida sería pretribulacional, pero como Jesús revela que será post-tribulacional, su venida de ninguna manera podría ser “en cualquier momento”.

En Mateo 24:44, Jesús predice que él vendrá cuando la gente menos se lo piense. El dijo: “Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre VENDRÁ a la hora que no pensáis” (Mt 24:44). Muchos cristianos sorprendentemente creen y pregonan que Jesús vendrá en cualquier momento. Es decir, que puede venir hoy, mañana, o dentro de un año o diez. Pero aquí Jesús dice que vendrá a la hora que la gente ni se imagina, cuando simplemente no estén pensando en ello en absoluto. Y parece que en vez de estar esperando su venida, se burlarán de ella (2 Pedro. 3:3,4). La enseñanza de Jesús es simple: “VELAD, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana”(Mr. 13:35).

EL ÚNICO RETORNO DE CRISTO Y EL ARREBATAMIENTO DE LOS SALVOS TIENEN LUGAR SIMULTÁNEAMENTE

Entendiendo el significado de la palabra Griega «Apantesis»

Apantēsis (Griego Strong 529) es un término técnico que se refiere específicamente a la práctica de enviar una delegación fuera de las murallas y las puertas de la ciudad para recibir a un dignatario que venía. Esta era la práctica cuando un rey y su ejército volvían de la guerra. Toda la gente salía de las puertas de la ciudad para darles la bienvenida con gran pompa y aclamación. El pueblo se reuniría con ellos fuera de la ciudad para luego introducirlos de nuevo en ella con gritos de alegría y aclamación.

W.E. Vine dice que «es utilizada en el papiro de un magistrado recién llegado». Parece que la idea especial de la palabra fue la bienvenida oficial de un dignatario recién llegado».

Me gusta mirar a todos los casos que se utiliza esta palabra en la escritura (que son sólo 3 casos):

Mateo 25:1- Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

Mateo 25:6-Y a la medianoche se oyó un clamor: He aquí que viene el esposo; salid a su encuentro.

Mateo 25:10 – Y mientras ellas iban a comprar, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta.

Podemos señalar tres cosas sobre esta palabra «encontrarse” o “reunirse” (apantesis)

1 – El novio va a la fiesta de matrimonio.

2 – Las vírgenes van a su encuentro.

3 – Siguen en la fiesta de matrimonio, el destino original.

El novio, desde luego, no las recoge desde dónde están esperándolo para rápidamente llevarlas hacia algún lejano lugar. Más bien, mientras que las vírgenes necias están lejos comprando más petróleo, viene el novio y entra en la fiesta de matrimonio con las cinco vírgenes prudentes. Las vírgenes necias regresan a su lugar de origen hasta encontrar la puerta ya cerrada.

Hechos 28:15,16 – de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos (apantesis) hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.

Una vez más, tomamos nota de tres cosas:

1 – Pablo está viajando hacia la ciudad de Roma.

2 – Los hermanos se reúnen con él.

3 – Pablo y los hermanos continuarán en Roma, el destino original.

I Tesalonicenses 4:16,17 – Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir (apantesis) al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Estos versos no dicen nada del Señor que regresa a la tierra, y que luego invierte su dirección, rumbo al cielo.

El versículo 17 dice: «Y así estaremos siempre con el Señor». No podemos seguir a Cristo de nuevo al cielo y “estar siempre con él», ya que él no va a estar allá para siempre. ¡El establecerá su reino aquí en la tierra!

Cuando el dignatario se acercó a una ciudad, los ancianos de la ciudad salían a su encuentro y lo escoltaban de nuevo en la ciudad. En ningún caso aquel que era recibido tomaba el rumbo contrario y regresaba a lugar origen. Por el contrario, es el pueblo que daba el encuentro al dignatario el que cambiaba de dirección.

Una vez más, tomamos nota de tres cosas:

1 – El Señor bajará del cielo [hacia la Tierra].

2 – Después de que los muertos resuciten primero, nosotros, los que vivimos, vamos a reunirnos con él en el aire.

3 – Nosotros acompañaremos al Señor a la Tierra, que es su destino  final, el lugar al cual él descenderá con poder y gloria.

Con base en esto (entre otras cosas), estoy persuadido a creer que el retorno de Cristo y el arrebatamiento de la iglesia tienen lugar simultáneamente.

www.apologista.blogdiario.com

 

LA CERTEZA DEL FUTURO RETORNO DEL SEÑOR

La Evidencia Bíblica

Ilustración por Pat Marvenko Smith

(http://www.revelationillustrated.com/)

La mayoría de las personas tiende a pensar que Apocalipsis 20 es el único pasaje de la Biblia que habla de un futuro reinado del Señor. Nada podría estar más lejos de la verdad. El propósito de este artículo es proveer un resumen de los pasajes claves del Antiguo y Nuevo Testamentos que hablan acerca del futuro reinado del Señor.

Jesús vuelve para reinar sobre la tierra, porque los profetas del Antiguo Testamento lo dicen

1. Los Salmos

► Salmos 2:6-9 – David dice que el Mesías reinará sobre los “confines de la tierra” desde el Monte Sion en Jerusalén.

► Salmos 22:27-31 – David afirma otra vez que al Mesías le será dado dominio sobre “los confines de la tierra” en el tiempo cuando El “reine sobre las naciones.”

 

► Salmos 47 – Los hijos de Coré se regocijan del día cuando el Señor será “el gran Rey de toda la tierra” y declaran que esto ocurrirá cuando el Señor someta a las “naciones bajo nuestros pies.”

► Salmos 67 – Un salmista no identificado habla proféticamente del tiempo cuando las naciones del mundo “se alegrarán y cantarán con júbilo”. Esto será cuando el Señor venga para “juzgar a los pueblos con equidad”. En ese tiempo, el Señor “guiará a las naciones de la tierra” para que “todos los términos de la tierra Le teman.”

► Salmos 89:19-29 – Etán, el salmista, habla del Pacto Davídico y proclama que será cumplido cuando Dios haga a Su “primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra.”

► Salmos 110 – David dice que vendrá un tiempo cuando Dios pondrá a los enemigos del Mesías como estrado bajo Sus pies. Esto ocurrirá cuando el Mesías extienda Su “cetro de poder desde Sión”. En ese tiempo El “dominará en medio de Sus enemigos”, porque “El quebrantará a los reyes en el día de Su ira, Juzgará entre las naciones.”

► Salmos 132:13-18 – Un salmista no mencionado habla del cumplimiento de Dios del Pacto Davídico. Dice que ocurrirá en un tiempo cuando “el cuerno de David” renazca para reinar desde Sión. Dice que “Su corona brillará” y El hará de Sión Su “lugar de reposo para siempre” porque Él habitará ahí.

2. Isaías

► Isaías 2:1-4 – Isaías dice que “en lo postrero de los tiempos” el Mesías reinará desde el Monte Sión en Jerusalén y el mundo entero experimentará la paz.

► Isaías 9:6-7 – El Mesías reinará desde el trono de David, dándole al mundo un gobierno de paz, justicia y rectitud. (Nota: El trono de David no está en el Cielo. Está localizado en Jerusalén – vea Salmo 122. Jesús no está ahora en el trono de David. El está sentado a la diestra de Su Padre en el Trono de Su Padre – vea Apocalipsis 3:21)

► Isaías 11:3b-9 – El Mesías traerá “rectitud y justicia” a la tierra cuando El regrese para “destruir a los malos”. En ese tiempo, la maldición será quitada y los reinos vegetal y animal serán restaurados a su perfección original.

► Isaías 24:21-23 – Cuando el Mesías regrese, castigará a Satanás y a sus hordas demoníacas en los cielos y luego castigará “a los reyes de la tierra sobre la tierra”. Entonces El “reinará en el Monte Sión y en Jerusalén” con el propósito de manifestar Su gloria.

3. Jeremías

► Jeremías 23:5 – “He aquí que vienen días, dice el Señor, en que levantaré a David Renuevo justo, y reinará como Rey con sabiduría y practicará el derecho y la justicia en la tierra” (Nota: El término “Renuevo” es un título Mesiánico)

► Jeremías 33:6-18 – Vendrá un día cuando el Señor reunirá a los dispersos de Judá e Israel y salvará a un gran remanente. En ese tiempo el Señor “hará que brote de David un renuevo justo y Él practicará la justicia y el derecho en la tierra”.

4. Ezequiel

 


► Ezequiel 20:33-44 – El Señor dice que vendrá un día cuando Él reunirá a los judíos en su tierra y “entrará en juicio” con ellos. Él dice que ese tiempo “Seré Rey sobre ustedes”. El luego añade que “toda la casa de Israel, toda ella, Me servirá en la tierra”.

► Ezequiel 37:24-28 – El Señor dice que El habitará en medio de Israel después que un remanente de los judíos sea reunido en la tierra y salvado y El promete que “mi siervo David será príncipe de ellos para siempre”.

► Ezequiel 39:21-29 – El Señor dice que después de la batalla de Armagedón (versos 17-20), “Pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse”.

► Ezequiel 43:7 – Mientras se le da un recorrido del futuro Templo Milenial, el Señor le dice a Ezequiel: “Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, el lugar donde posaré las plantas de mis pies, en el cual habitaré entre los hijos de Israel para siempre”.

5. Daniel

► Daniel 7:13-14, 18, 27 – Daniel dice que se le dio una visión en la que vio que al Mesías (“Hijo de Hombre”) Dios el Padre («Anciano de Días») le daba dominio sobre toda la tierra. Luego añade en los versículos 18 y 27 que el reino es compartido “con los santos del Altísimo” y que a ellos se les permitió ejercer soberanía con El sobre “todos los reinos debajo de los cielos”.

6. Oseas

► Oseas 3:4-5 – Los judíos serán puestos aparte “por muchos días” pero vendrá un tiempo “en los últimos días” cuando ellos “volverán y buscarán al Señor su Dios y a David su rey”.

7. Joel

► Joel 3:14-17, 21 – Joel dice que después de la batalla de Armagedón (versos 14-16), el Señor habitará “en Sión, mi santo monte”. El repite esto en el versículo 21. Y en el versículo 17, El identifica a Sión como la ciudad de Jerusalén.

8. Miqueas

► Miqueas 4:1-7 – Miqueas repite con mayores detalles la profecía contenida en Isaías 2. Así como Isaías, afirma que el Señor hará a Jerusalén la capital del mundo. El mundo será inundado con paz y prosperidad. Todos los creyentes judíos serán reunidos en Israel y “el Señor reinará sobre ellos en el monte de Sión”.

9. Sofonías

► Sofonías 3:14-20 – Este libro entero está dedicado a una descripción del día en el que el Señor volverá a la tierra en venganza. El profeta dice que al final de ese día, cuando los enemigos del Señor hayan sido destruidos, el remanente judío gritará con júbilo de victoria porque “el Rey de Israel, el Señor”, estará en medio de ellos.

10. Hageo

► Hageo 2:20-23 – El Señor dice que vendrá un día cuando El “trastornará los tronos de los reinos, y destruirá la fuerza de los reinos de las naciones”. Luego, usando a Zorobabel, gobernador de Judá, como un tipo del Mesías, el profeta añade: “En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice el Señor, y te pondré como anillo de sellar; porque Yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos”. La referencia al anillo de sellar significa que el Padre le otorgará a Su Hijo autoridad para gobernar.

11. Zacarías

► Zacarías 2:10-13 – El Señor dice que cuando El vuelva, “morará en medio” de los judíos y poseerá a Judá como “Su heredad en la tierra santa y escogerá aún a Jerusalén”.

► Zacarías 6:12-13 – Cuando el Mesías (“el Renuevo”) regrese, El construirá un templo y “dominará en Su trono” y los oficios de sacerdote y rey serán combinados en El. Por eso, “El será un sacerdote en Su trono”.

► Zacarías 8:2-3 – El Señor promete que cuando El regrese a Sión, El “morará en medio de Jerusalén” y Jerusalén será llamada “Ciudad de la Verdad”.

► Zacarías 9:10 – El Mesías traerá paz a las naciones y “Su señorío será de mar a mar”.

► Zacarías 14:1-9 – El Mesías regresará al Monte de los Olivos. El Monte se partirá a la mitad cuando Sus pies lo toquen y el remanente judío que quede vivo en Jerusalén huirá de la ciudad y se esconderá en las hendiduras del Monte. El versículo 9 dice que en ese día: “el Señor será rey sobre toda la tierra”.

Jesús vuelve para reinar sobre la tierra, porque los profetas del Nuevo Testamento lo dicen

1. Pedro

► Hechos 3:21 – En su sermón en el pórtico de Salomón, Pedro dice que Jesús debe permanecer en el Cielo “hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de Sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”. El periodo de restauración del que se habla aquí ocurrirá durante el Milenio, cuando la maldición sea removida parcialmente y la naturaleza sea restaurada (Romanos 8:18-23)

2. Pablo

► 2 Tesalonicenses 1:7-10 – Pablo dice que cuando Jesús regrese para “dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio”, El también vendrá con el propósito de ser glorificado ante Sus santos. El retorno de Jesús para ser glorificado ante Sus santos y todas las naciones del mundo es uno de los temas persistentes de la profecía del Antiguo Testamento (Isaías 24:23; 52:10,13; 61:3 y Salmo 46:10)

► 2 Timoteo 2:12 – Pablo dice “Si sufrimos, también reinaremos con El”.

3. Juan

► Apocalipsis 12:5 – Juan ve una visión en la que una mujer vestida con el sol (Israel) da a luz a un hijo varón (Jesús) “que regirá con vara de hierro a todas las naciones”.

► Apocalipsis 19:15-16 – En su descripción del regreso de Jesús a la tierra, Juan dice que El ostenta el título “Rey de reyes y Señor de señores” y Juan dice que El “regirá las naciones con vara de hierro”.

► Apocalipsis 20:4,6 – Juan dice que después del regreso de Cristo a la tierra, El reinará con Sus santos (“los que recibieron facultad de juzgar”) por mil años.

Jesús vuelve para reinar sobre la tierra, porque las Huestes Celestiales lo dicen

1. Gabriel

► Lucas 1:26-38 – Cuando el arcángel Gabriel se le apareció a María, le dijo que ella tendría un hijo llamado Jesús, Quien sería llamado “Hijo del Altísimo”. Luego él añadió tres promesas que aún deben cumplirse: “el Señor Dios Le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendrá fin”.

2. Los 4 Seres Vivientes y los 24 Ancianos

► Apocalipsis 5:9-10 – Cuando Juan es arrebatado al Cielo y se encuentra a sí mismo de pie ante el trono de Dios (Apocalipsis 4), él escucha a “los cuatro seres vivientes” (criaturas angélicas especiales llamadas serafines en Isaías 6) y a “los veinticuatro ancianos” (probablemente sean representantes de los redimidos) cantando un cántico de alabanza a Jesús. En este cántico ellos dicen que Jesús es un Cordero Digno que ha hecho un reino para Sus redimidos, “y ellos reinarán sobre la tierra”.

3. Los Ángeles de Dios

► Apocalipsis 11:15 – Voces del Cielo hacen una proclamación proléptica en la mitad de la Tribulación: “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de Su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos”. (Nota: Una declaración proléptica es una que habla de un evento futuro como si ya hubiese ocurrido. Esta es una forma común de expresión en la profecía porque todos los eventos futuros están establecidos en la mente de Dios como si ellos ya hubiesen ocurrido en la historia).

4. Los Mártires de la Tribulación

► Apocalipsis 15:3-4 – Al final de la Tribulación, justo antes del derramamiento final de la ira de Dios en la forma de los juicios de las copas, todos los mártires de la Tribulación se unen para cantar “el cántico de Moisés… y el cántico del Cordero”. En ese cántico, ellos declaran que el Cordero (Jesús) es “Rey de las naciones” y ellos proclaman que “todas las naciones vendrán y Te servirán”.

Jesús vuelve para reinar sobre la tierra, porque El lo dijo

► Mateo 19:28 – Jesús dijo que durante “la regeneración” (el mismo tiempo que “el periodo de restauración” referido por Pedro en Hechos 3:21), El se “sentará en el Trono de Su gloria” y los apóstoles se unirán a El para juzgar a las doce tribus de Israel.

► Mateo 25:31 – Jesús dijo que cuando El regrese en gloria, “el Hijo del Hombre… se sentará en Su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones” para ser juzgadas. El trono de Jesús es el trono de David que siempre ha estado ubicado en un solo lugar – en Jerusalén (vea Isaías 9:6-7 y Salmo 122)

► Hechos 1:3-6 – Lucas dice que Jesús pasó 40 días enseñando a Sus discípulos acerca del Reino de Dios. Luego, mientras se preparaba para ascender al Cielo, uno de sus discípulos le preguntó: “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?” La pregunta indica que Jesús enseñó que vendría un tiempo cuando el reino sería restaurado a Israel. La respuesta de Jesús a la pregunta indicó la misma cosa. El no reprendió la pregunta. En lugar de eso, El simplemente dijo que no les correspondía a ellos conocer los tiempos y las sazones cuando el reino sería restaurado a Israel.

► Apocalipsis 2:26-27 – Jesús dice que El tiene una recompensa especial para cualquier “vencedor” que guarde Sus obras hasta el fin: “Yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro”.

► Apocalipsis 3:21 – Jesús aclara que los vencedores reinarán juntamente con El: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en Mi trono, así como Yo he vencido, y Me he sentado con Mi Padre en Su trono”. Nuevamente, el trono de Jesús es el trono de David (Lucas 1:32 y Apocalipsis 3:7). El trono de David está en Jerusalén, no en el Cielo (Salmo 122). Jesús actualmente comparte el trono de Su Padre. El no está sentado en Su propio trono y no lo hará hasta que El regrese a esta tierra. Entonces permitirá que los redimidos compartan Su trono con El.

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Artículo original: The Certainty of the Lord’s Return

¿VOLVERÍA A LA ORGANIZACIÓN DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ?

 

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Por Ingº Alfonso Orellana

La Organización es una entidad que ha cobrado vida como una  bestia apocalíptica y saliéndose de control ha demandado y demanda sacrificios humanos en el sentido simbólico y literal de la palabra. Como alguien ha dicho en este foro, ‘la sangre llega al cielo’ y tal como la sangre de Abel grita desde el suelo, así mismo la de miles de testigos.

Esta organización ha llevado a millones de personas a la bancarrota espiritual y los ha conducido como un piloto engañoso que realmente no sabe a dónde va en un mar cuya agitación va en ascenso. Los ha conducido a un callejón sin salida. No saben cómo se van a salir del problema y ahora han reducido el vapor de los motores al mínimo con la esperanza que por fortuna se divise tierra, la que sea,  para  poderse vindicar. 

Tal como ocurrió el desmantelamiento de la antigua Unión Soviética, así debería pasarle a esta “bestia.” Es un sistema que no sirve. Es engañoso y promete en el nombre de Dios cosas que  solo Él puede proveer a su tiempo determinado. Han tratado de manipular al Altísimo como su fuese un títere poniéndole a prueba con fechas y generaciones. 

Regresar a la Organización sería equivalente a subirme a un barco que está próximo a hundirse. Seria suicidio. El hecho de que me aseguren que le están haciendo algunas reparaciones y remodelaciones no sería suficiente garantía para mí. Por otro lado pienso que mi labor es alertar a los pasajeros de la tragedia que se avecina. La parte difícil en estos casos es, tal como en el famoso desastre del Titanic, que los pasajeros crean que en realidad el barco se está hundiendo. 

¿Quiere esto decir que sería imprudente subirse a otro barco por temor que el capitán (la dirección) nos lleve por el mismo derrotero? Pienso que no sería lógico. Por supuesto, deberíamos tener la oportunidad de investigar el registro de seguridad de la línea y la experiencia de la tripulación. Hace unos años yo rehusé subirme a una nave aérea por motivo de conocer bastante de su registro de seguridad en condiciones atmosféricas a través de las cuales se realizaría el vuelo.  

Lo mismo pienso de asociarnos con un grupo religioso que pudiera tener objetivos sanos. Creo podemos y debemos discriminar para poder sentirnos cómodos en compañía de sus constituyentes. Nótese que no uso la palabra “miembro,” pues a veces esta palabra puede traer ciertos compromisos indeseados lo cual, en muchos casos, es la razón para habernos apartado de la WTBTS. Si el grupo con que nos asociamos tiene una política de exclusión por divergencia de opinión, entonces quizás no sea el lugar para nosotros. Por ejemplo, en mi caso, hace unos años visitaba una iglesia y todo marchaba bien hasta que empezaron a ocurrir cambios radicales. Denuncié verbalmente y por escrito lo que consideraba incorrecto y me ausenté a la espera de un dialogo que nunca ocurrió ¿Quiso decir esto que la dirección de esa iglesia me expulsó por disentir de sus prácticas? No. Yo usé mi libertad para ausentarme y expresé lo que sentía. Me he sentido libre de visitar la iglesia en ocasiones especiales y he sido recibido de manera cordial por todos los que allí conocí. Además, he mantenido amistad con los pastores de la misma. Aun con relación al grupo con el que me congrego por varios años, en las pocas ocasiones en que no me ha gustado algo, me he sentido libre de comunicarlo a los lideres y he recibido respuestas, con todo el respeto cristiano que merecen estos asuntos. Todo esto sería imposible dentro de la Organización. 

Yo volvería a asociarme con los testigos de Jehová, de hecho extraño a muchos de ellos y quisiera poder abrazarlos de nuevo. Sin embargo, nunca volvería a someterme a un sistema totalitario como el existente. Después de haber gustado la libertad en Cristo no tengo ánimo de entregarla a una Organización que se hace pasar por el exclusivo canal de comunicación de Dios. 

Un saludo

www.apologista.blogdiario.com

www.yeshuahamashiaj.org

www.elevangeliodelreino.org

www.retornoalparaiso.blogspot.com

 

NUEVO BLOG «RETORNO AL PARAÍSO»

NUEVO BLOG «RETORNO AL PARAÍSO«

 

 

 

Como ya se habrán podido dar cuenta ustedes, mis distinguidos visitantes, los temas que más he publicado en mis blogs son: EL UNITARISMO y EL REINO DE DIOS. Estos dos temas están desperdigados en todos mis blogs, por lo que he creído conveniente separarlos en dos blogs distintos para que ambos temas sean ubicados más fácilmente.

 

Si desean leer únicamente sobre el Unitarismo, pueden hacer clic en el siguiente enlace:

 

www.unitario.bloghostal.com

 

Si desean leer únicamente sobre el evangelio del Reino, pueden hacer clic en el siguiente enlace:

 

www.retornoalparaiso.blogspot.com

 

Espero que ambos blogs sean de su agrado.

 

Su Servidor,

 

Ingº Mario A Olcese (Apologista)

 

LA “SEÑAL CLAVE” DEL REGRESO DE CRISTO AL MUNDO

LA SEÑAL CLAVE” DEL RETORNO DEL MESÍAS AL MUNDO

Versión Corregida

   

La Pregunta Crucial:

 

En Mateo 24:3 los discípulos de Jesús le preguntan al Señor lo siguiente: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y que SEÑAL habrá de tu venida, y del fin del siglo?”. Aquí encontramos básicamente dos preguntas: Una, ¿Cuándo serán estas cosas? Es decir, cuando será destruido el templo de Jerusalén (v.1,2), y la otra: ¿Y qué SEÑAL ( nótese el singular) habrá de tu venida y del fin del siglo? Muchos estudiosos de la Biblia no se han detenido a meditar que los discípulos le pidieron a Jesús UNA SEÑAL concreta y específica que les indicara su venida o regreso (y no su proximidad como creen algunos) y del fin del mundo. Sí, los discípulos querían saber UNA SEÑAL—¡Y sólo UNA! Este detalle debe grabárselo bien en su mente, querido lector, pues muchos “estudiantes” de la Biblia lo han pasado por alto.

 

Señales De Su Proximidad:

 

En los versículos 4-6 de Mateo 24 Jesús dice que antes  de su regreso, y del fin del mundo, aparecerían falsos cristos u hombres que dirían que ellos son el Cristo esperado, o el cristo encarnado en ellos. Ejemplo de éstos son Jim Jones quien murió en Guyana con su iglesia, y David Koresh, quien murió con 70 de sus seguidores en Waco, Texas. Hoy existen otros falsos líderes que se hacen pasar por Jesucristo, y están engañando a muchos ingenuos (v.5), también Jesús habló de guerras y rumores de guerras (v.6), pero que ¡todavía no sería el fin! (v.6). Hasta este punto Jesús NO nos da una señal singular o específica de su venida y del fin del siglo. En los versículos 7-14 el Señor Jesús profetizó claramente los conflictos internacionales (v.7). Luego Jesús habló de la gran tribulación que vendrá a sus escogidos por causa de su nombre (v.9), y el surgimiento de falsos profetas o maestros fraudulentos ansiosos de poder y dinero (v.11). En el verso 14 Jesús anunció que el evangelio del reino será predicado por todo el mundo como testimonio…y entonces vendrá el fin del mundo. Pero hasta acá tampoco tenemos la SEÑAL única y singular que le fuera solicitada por sus discípulos acerca de su venida y del fin del mundo. Muchos cristianos confunden estas señales sobre la proximidad de su venida con su venida misma. Estar próximo a venir no quiere decir ya se llegó. Otros cristianos creen que la SEÑAL es en verdad un conjunto de señales. ¡Pero esta idea es un error! Los discípulos le están pidiendo a Jesús UNA SEÑAL—¡Y Jesús se las dará inmediatamente sin rodeos!

 

Pasando al versículo 23, Jesús vuelve a predecir la venida de falsos cristos. El verso 24 repite lo mismo y añade la venida de falsos profetas que harán portentos y engañarán a muchos, si fuera posible, aun a los escogidos de Dios. En el verso 26 Jesús advierte de la venida de falsos cristos y profetas que aparecerán en los desiertos y aposentos (ojo: no desde los cielos), y a los cuales no hay que creerles.

 

Es en el versículo 27 donde Jesús comienza a desarrollar, por decirlo así, LA SEÑAL (singular) de su verdadera venida o retorno, contrastándolas con aquellas falsas venidas de falsos Mesías o Cristos en los desiertos y aposentos (=salones de conferencias, hoteles, casas, etc) del verso 26, y a los cuales no hay que creerles. En el versículo 29 Jesús revela que DESPUÉS de ocurrir todos los eventos de los versos 4-27, el sol se va a oscurecer, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Estos extraños y escalofriantes eventos que sucederán en el cielo, ANTECEDERÁN o PRECURSARÁN  la manifestación de la SEÑAL esperada.

 

En el versículo 30 encontramos, por fin, la SEÑAL clara y concisa dada por Jesús de su verdadera Parusía o venida. Él dice: Entonces aparecerá LA SEÑAL (nótese el singular) del Hijo del Hombre EN EL CIELO…Y VERÁN AL HIJO DEL HOMBRE VINIENDO (descendiendo) SOBRE LAS NUBES DEL CIELO, CON PODER Y GRAN GLORIA. 

 

Como respuesta a la pregunta de los discípulos acerca de UNA SEÑAL clara y singular de su venida y del fin del mundo, Jesús les dice que LA SEÑAL ES ÉL MISMO DESCENDIENDO VISIBLEMENTE DEL CIELO (no de los desiertos y aposentos) CON PODER Y GRAN GLORIA. A diferencia de los falsos cristos que aparecen “horizontalmente”de entre los hombres—el Cristo verdadero viene “verticalmente”, de arriba hacia abajo, del cielo a la tierra. Si algún Cristo no DESCIENDE VISIBLEMENTE de arriba hacia abajo, del cielo a la tierra, con sus ángeles de su poder y con gran gloria, ¡NO ES EL CRISTO VERDADERO!. Hay hombres que se proclaman “El Mesías”, pero que NO han venido verticalmente del cielo a la tierra, con poder y gran gloria. Además, Ningún hombre ha visto descendiendo del cielo a Cristo aún de la manera bíblica. Pero cuando Cristo regrese del modo exactamente como él lo profetizó, sabremos que él es el Mesías esperado, y por tanto, ya habrá inmediatamente resucitado a los justos (Juan 5:28,29; 1Tesalonicenses 4:16,17). El falso Cristo no podrá descender del cielo, ni tampoco tendrá el poder de resucitar a los cristianos muertos, a fin de que éstos, junto a los cristianos vivos, puedan ser arrebatados por él a las nubes para recibirlo como el Mesías verdadero (vuelva a leer 1 Tesalonicenses 4:16,17—nótese la palabra “recibir” del verso 17).

 

Adicionalmente a lo dicho anteriormente, en Hechos 1:11 leemos que dos varones vestidos de ropas blancas (ángeles) dan más detalles de la verdadera “Parusía” o venida de Cristo, con estas palabras: “Varones Galileos, ¿Por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS ( Es decir, un judío de unos 33 años aproximadamente, hebreo hablante, glorificado e inmortal), que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como o habéis visto ir al cielo.”

 

El Jesús que subió al cielo no era un espíritu sino un hombre joven, glorificado e inmortal. Este mismo joven Jesús  JUDÍO, glorioso, visible e inmortal, regresará nuevamente del cielo a nuestra atmósfera terrestre para arrebatar a su iglesia y conducirla a su reino (Mateo 25:31,34). Si el hombre que dice ser el Cristo no posee estas características antes mencionadas, no es el Cristo verdadero. Ahora bien, es en el texto de Mateo 24 donde Jesús REVELA POR PRIMERA VEZ CÓMO VOLVERÁ NUEVAMENTE A LA TIERRA. En anteriores ocasiones Jesús sólo les había revelado a sus discípulos que volvería nuevamente a la tierra, pero sin darles los detalles de la forma de su regreso (Ver Juan 14:3,18; Lucas 12:40). Ahora los discípulos sabían que la SEÑAL que indicaría la venida del Hijo de Dios sería SU APARICIÓN VISIBLE  Y PERSONAL DESDE EL CIELO A LA TIERRA (2 Tesalonicenses 1:7). Es decir, sus seguidores lo verían a él mismo descender del cielo a la tierra en el Monte de los Olivos (Zacarías 14:4). Si un pretendido “Cristo” no hace esto, es definitivamente un falso Cristo.

 

Los mal llamados Testigos de Jehová rechazan esta verdad de un Cristo resucitado de carne y huesos (Lucas 24:39). Ellos afirman que Jesús fue resucitado en espíritu pero que tomaba la apariencia humana cuando le convenía hacerlo. Sostienen que Cristo regresó al cielo en espíritu, e invisiblemente. Enseñan que su regreso ha sido igualmente espiritual e invisible en 1914. Ellos aseguran que pueden ver su “presencia” con los “ojos del entendimiento”. Otros cultos o sectas modernas afirman que Cristo ya está encarnado entre nosotros como un hombre, o ángel mensajero, como es en el caso de las sectas “Alfa y Omega” Y “la Iglesia de la Piedra Angular”.

 

No obstante, en Apocalipsis 1:7 se nos dice que Cristo viene con las nubes y todo ojo le verá, y los que le traspasaron. Pero, ¿quiénes son estos hombres que le traspasaron? Obviamente no los cristianos. Luego concluimos que Cristo será visto también por los que le rechazaron y crucificaron en el Primer siglo. Si un pretendido Cristo no viene con las nubes y no es visto por todo ojo, es un falso Cristo. Un Cristo de aposentos o salones de conferencia no es el Cristo verdadero.

 

Es trágico ver que millones de cristianos no estén esperando el descenso o la segunda venida visible de Cristo desde los cielos. Lo que millones de hombres sí esperan hoy es la aparición o descenso de seres extraterrestres desde el espacio sideral, para que salven y eduquen a la raza humana decadente. La Segunda venida de Cristo desde los cielos ha pasado a ser simplemente un mito arcaico en esta era espacial, y es escasamente creída en los círculos católicos de todo el mundo y en muchas de las sectas modernas de hoy. Sí, muchos cultos peligrosos modernos rechazan, sin base alguna, el descenso desde los cielos de Cristo o  llamado también: “la segunda venida personal y visible de Cristo con sus ángeles desde los cielos”. Tales cultos han torcido la esperanza evangélica del descenso personal, visible y celestial de Cristo, inventado doctrinas de demonios que sólo conducen a la perdición (1 Timoteo 4:1,2) Sin embargo, Jesús dijo: “Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, NO LO CREÁIS (Mateo 24:23).

 

¿Para qué volverá Cristo a esta tierra?


Por Juan Stam


 

Los cristianos sabemos que Cristo va a venir de nuevo a esta tierra. La Biblia lo enseña con mucha claridad. ¿Pero cúantos tenemos una idea clara del sentido y del propósito de su venida, del por qué y para qué de su retorno a nuestro mundo?

El apóstol Pedro nos exhorta a «estar siempre preparados a dar una defensa (apología razonable) a todo aquel que nos pide la razón (la lógica) de nuestra esperanza». Eso significa el esfuerzo de estudiar las escrituras seriamente y pensar con cuidado en la lógica y el sentido de nuestra esperanza en Cristo.

Básicamente, el Nuevo Testamento enseña que Cristo volverá porque tiene nuevas cosas que hacer en esta tierra. ¿Cuáles son las tareas que Cristo vendrá a realizar?

Primero, Cristo volverá a esta tierra porque va a reinar en ella. «Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino», dijo el malhechor penitente (Lc 23:42; 1 Tim 6:14-16). Reinará en esta misma tierra durante mil años, y reinaremos con él (Apoc 20:1-4); después reinará, y reinaremos con él, en la nueva tierra, por los siglos de los siglos (Apoc 22:5). La gran esperanza del Reino de Dios, tan central al mensaje de los evangelios, es también la clave central al significado de la Segunda Venida de Cristo. ¡Cristo viene a reinar!

Llama la atención que ningún texto del Nuevo Testamento afirma que el propósito del retorno de Cristo es el de «levantar su iglesia». Aun en 1 Tes 4:17, unico texto que afirma explícitamente que «seremos arrebatados «, ese «rapto» no es más que transporte «al encuentro con él» que nada tiene que ver con escaparnos de la gran tribulación. Su venida no sera «Operación Rescate» sino «Operación Reinado». Es la falta de una teología del reino que nos hace buscar la lógica de la venida de Cristo en otras cosas erradas.

Segundo, Cristo viene a resucitar a todos los creyentes muertos. Según 1 Tesalonicenses 4:15-17, al venir Jesús, los que duermen en él saldrán de sus tumbas (Jn 5:28-29), los creyentes vivientes serán transformados a su cuerpo de gloria (Fil 3:21), y seremos arrebatados hasta la nube a nuestra reunión con él, para acompañarle en su venida. Cristo nos dejó cuando regresó a su Padre, y envió su Espíritu, pero después de su regreso él estará con nosotros para siempre y nosotros con él (1 Tes 4:17; 1 Pedro 1:7-8).

Tercero, viene a vencer para siempre a los enemigos de su reino (Apoc 19:11-21). Al venir Cristo, «destruirá con el espíritu de su boca, y con el resplandor de su venida» al hombre de pecado (2 Tes 2:8), el anticristo. El día de su venida será el gran día de su victoria final sobre todos los enemigos de su Reino.

Cuarto, según San Mateo, al venir Cristo va a juzgar a las naciones y separar las ovejas de los cabritos, según la práctica de la fe de unos y otros (Mat 25:31-46). El día de su venida será la hora de la verdad, tanto para los impíos e injustos como para los falsos cristianos ( Mat 7:21-23).

Este aspecto debe llevarnos a examinar muy seriamente nuestra propia vida cristiana. No todos los que dicen «Señor, Señor», ni que asisten iglesias evangélicas y cantan coros, entrarán en el Reino de Dios. Nos conviene meditar en un mensaje que traía este letrero fuera de una iglesia de Alemania:

Me llaman Maestro y no me escuchan, me llaman Luz y no me miran, me llaman Camino y no me siguen, me llaman Vida y no me viven,  me llaman Sabio y no me aprenden, me llaman Justo y no me temen, me llaman Señor y no me obedecen, si yo los condeno no me reclaman.

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