SI SATANÁS ES LA PERSONIFICACIÓN DEL PECADO, ENTONCES DIOS ES LA PERSONIFICACIÓN DE LA JUSTICIA

Los que creen que el diablo es simplemente la personificación del mal y del pecado sostienen que cuando la Biblia habla de “la esclavitud bajo el pecado” (Juan 8:34) quiere decir “esclavitud bajo el diablo” (1 Juan 3:8). Es decir, que estar bajo el diablo o bajo el pecado es lo mismo, o que el vocablo «diablo» es un sinónimo del vocablo «pecado», o la personificación del pecado mismo. Este es el pensamiento de los llamados «cristadelfianos» y de teólogos como Herbert Haag, Rudolf Bultman y muchos otros como ellos.

Pero si este razonamiento desmorona la existencia personal de un ser cósmico y espiritual llamado «el diablo» de un plumazo, entonces los siguientes dos versículos que citaremos a continuación nos tendrían que convencer de que Dios es también la personificación de la justicia y de la rectitud,  «desmoronando» así Su existencia personal de un plumazo. Veamos lo que dice Romanos 6:18,22.

Romanos 6:18,22 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

18″…y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. 22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

Sin embargo, los cristadelfianos, que no creen en el diablo, sí creen en un Dios personal y Todopoderoso. ¿Pero entonces cómo hacemos con Romanos 6:18,22?

LA RESTAURACIÓN DE TODAS LAS COSAS

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Texto Guía: Hechos 3:19-21     

Propósito del Regreso de Jesús a la Tierra:

Pocos cristianos saben que Jesucristo volverá nuevamente a este mundo en persona y visiblemente; y los que no lo saben  creen, más bien, que “partirán” al cielo cuando mueran para encontrarse con Jesús. En nuestro estudio «La Segunda Venida de Cristo«, el cual puede ser suyo si nos lo solicita, explicamos claramente que Cristo volverá a este mundo pronto.

Lucas, el evangelista, también escribió el libro de los Hechos de los Apóstoles. En el capítulo 3 él explica para qué volverá Jesús al mundo nuevamente. Dice: «A quien (Jesucristo) de cierto es necesario que el cielo reciba HASTA LOS TIEMPOS DE LA RESTAURACIÓN DE TODAS LAS COSAS, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.» (Verso 21). Sí, Jesucristo, o Jesús, el Cristo (o:«El Ungido»), volverá a este mundo para RESTAURAR TODAS LAS COSAS de que hablaron los profetas del Antiguo Testamento. Esta impresionante revelación dada por Lucas, NO es enseñada por la Iglesia Católica, y algunas iglesias protestantes amilenialistas (a:sin, Millennium: milenio). Lo cierto es que Jesús no viene a llevarnos al cielo como creen muchos, sino más bien para quedarse en la tierra a fin de restaurar todo lo resquebrajado por el pecado de los hombres. Para mayores detalles sobre este punto, solicite el artículo «Las Buenas Noticias de Jesucristo», El Reino del Mesías, El Reino de Dios: ¿Sabe Ud. qué es?. Son gratis.

Según el prestigioso Diccionario Nuevo Pequeño Larousse, la palabra «restauración» quiere decir: «reparación«, «restablecimiento«, «nueva existencia que se le da a una institución«, y lo más importante, RESTABLECIMIENTO EN EL TRONO DE UNA DINASTÍA CAÍDA.» Esta última definición del diccionario mencionado, nos interesa mucho, pues tiene relación con nuestro estudio, y con las promesas bíblicas. Ya es hora que usted descubra la verdad de lo que Jesús va a restaurar en esta tierra, en ocasión de su Segunda Venida en gloria desde los cielos. Definitivamente restaurar no es destruir, de modo que Cristo no viene a destruir el planeta tierra, sino sólo a los pecadores incorregibles que no lo esperan volver en gloria para salvarlos (Salmo 37:9,10,17,20,22,28,29,34,38,40).

El Restablecimiento de la Dinastía Davídica Caída

La Palabra restauración de Hechos 3:21 tiene que ver con el restablecimiento en su trono de un rey derrocado o el restablecimiento de una monarquía suspendida en su trono real. En este caso, la dinastía del rey hebreo, David. El profeta Amós habló de esta futura restauración, diciendo: «En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David» (9:11)

He aquí una impresionante verdad revelada desde los cielos, y esa es que al volver Jesús al mundo, levantará o restaurará el trono caído de David, el cual fue suspendido por Dios allá por el año 586 a.C. Recordemos que el rey babilónico Nabuconodosor invadió Jerusalén y depuso al rey hebreo de turno Sedequías, matando a sus hijos y desterrando al pueblo a Babilonia. Desde esa fecha, el trono de David, en la persona de su sucesor, Sedequías, se suspendió hasta el día de hoy. Ya van aproximadamente 2,500 años que Israel no tiene un rey Hebreo, ni una monarquía establecida como la de David. Pero esto ya estaba profetizado por Oseas, cuando dijo: «Porque por muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio…» (3:4). Sí, POR MUCHOS DÍAS (no, «eternamente«), los hebreos estarían sin una monarquía, y consecuentemente, sin ningún rey que los gobierne. Pero nuevamente Dios promete: “No faltará a David un renuevo de justicia…» (Jeremías 33:15,16). Esta promesa significaba que vendría un descendiente de David que tomaría su trono y corona en un futuro. Dios tenía en mente restaurar aquel reino que Él mismo había establecido con David y sus hijos (2 Crónicas 13:5,8). Definitivamente el reino Davídico era el reino de Dios. Dios había escogido a David para que lo representara ante el pueblo y los rigiera con autoridad celestial. Ahora Dios se propone restaurarlo nuevamente con un rey fiel y perfecto que desciende del rey David.

El Hombre que tiene Derecho al Trono y Reino de David

El profeta Ezequiel escribió concerniente a la caída del reino davídico con estas palabras enfáticas: «Y tú, profano e impío príncipe de Israel (Sedequías), cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad (586 a.C), así ha dicho Jehová el Señor: Depón la tiara, quita la corona; esto no será más así; sea exaltado lo bajo, y humillado lo alto. A ruina, a ruina, a ruina lo reduciré, y esto no será más, HASTA QUE VENGA AQUEL CUYO ES EL DERECHO, Y YO SE LO ENTREGARÉ.» (21:25-27). Notemos nuevamente que si bien el reino Davídico fue depuesto, no obstante vendrá un descendiente de David que tendrá el derecho de tomar su tiara, su corona, y su trono nuevamente. Y obsérvese que es Dios mismo quien se lo va a entregar y no algún hombre mortal.

Según el Evangelista Mateo, Jesucristo es el hijo de Abraham e hijo de David (Mateo 1:1). Esto significa que Jesús es el descendiente, según la carne, del rey David. Es claro que Jesucristo es de «sangre azul«, un «hombre noble«, «un Príncipe«, y finalmente, «un Rey«—¡El Rey! Recordemos que Jesús había aceptado su origen real a Pilato, cuando fue acusado por sedición. Sus palabras fueron claras y directas: «…Tú dices que yo soy rey. YO PARA ESTO HE NACIDO…» (Juan 18:37). Pero por otro lado Jesús dijo en otra ocasión que su reino no era de este mundo o era maligna (verso 36). Entonces Jesús no pretendió restaurar el reino en ese momento, sino que lo haría en otra ocasión, para su segunda venida. Su segunda venida acabaría con el presente mundo malo regido por las fuerzas diabólicas cósmicas.

El apóstol Pedro creía que un varón de Dios, descendiente del rey David, regiría  al mundo desde su trono en Israel. Sus palabras son como siguen: «Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy. Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de SU DESCENDENCIA, EN CUANTO A LA CARNE, LEVANTARÍA AL CRISTO PARA QUE SE SENTASE EN SU TRONO (Hechos 2:29,30). Nótese que acá la palabra “Cristo” no es un nombre, sino un título que denota “el ungido (escogido) de Dios” el cual va a ser el futuro rey de Israel. 

Y en la anunciación, el evangelista Lucas registra lo que le dijo el ángel Gabriel a María: «Este (Jesús) será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.» (Lucas 1:32,33).   

Los Hebreos Regresarán a Israel

Si Jesús reconquistará el depuesto reino de su ancestro David, ello quiere decir que él reinará en Jerusalén, pues esa ciudad fue la capital del reino de David. Jesús afirmó que Jerusalén sigue siendo la ciudad del «gran Rey» ( Léalo en Mateo 5:33-35). También inferimos que Jerusalén estará habitada por los hebreos, pues la profecía dice que Jesús reinará en la casa de Jacob o Israel. Por eso los israelitas estarán reunidos en su tierra para cuando Cristo, su rey, regrese. El profeta Ezequiel pudo escribir con certeza: «Y yo (Jehová) os tomaré de todas las naciones, y los recogeré de todas las tierras, y os traeré A VUESTRO PAÍS (Ezequiel 36:24). Y el profeta Oseas añade lo siguiente: «Después volverán los hijos de Israel y buscarán a Jehová y a David su rey, y temerán a Jehová y a su bondad EN EL FIN DE LOS DÍAS« (3:5).

Muchas personas no entienden el significado del regreso de los hebreos desde muchas naciones a su prístina tierra prometida después de 2,500 años de destierro. Desde Mayo de 1948 d.C ya existe nuevamente el «joven» estado de Israel en su antiguo territorio. Poco a poco la nación judía se va asentando con nuevos inmigrantes hebreos, pese a sus problemas políticos internos y externos. Pero lo importante de esto es que, en el final de los días, los judíos o hebreos regresarán a su tierra desde muchos países (E.U, Rusia, Etiopía, Alemania, Polonia, Argentina, etc) para luego buscar a Dios y a su rey davídico, Jesucristo.

Para ese entonces se cumplirán los dichos de los profetas: «He aquí vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo (=hijo) justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.» (Jeremías 23:5). «He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio…y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.» (Isaías 32:1,17). «Y dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones…» (Apocalipsis 12:5). «…habrá un justo que gobierne entre los hombres, que gobierne en el temor de Jehová.» (2 Samuel 32:3). «Y los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.» (Apocalipsis 11:15). «Y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa (Israel), ha dicho Jehová de los ejércitos…y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.» (Joel 2:26,27).

El apóstol Pablo nos confirma que Israel como nación finalmente será restaurada en una posición privilegiada para la bendición del mundo entero. Si el rechazo temporal de los hebreos significa la bendición de los no hebreos, ¡cuánta más bendición significará para los no hebreos la restauración de los hebreos! La restauración del país, y del reino, significará la máxima bendición de todos los pueblos de la tierra. Dice Pablo: «Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión (pecado) vino la salvación de los gentiles (no judíos), para provocarles a celos. Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?» (Romanos 11:11,12). Sin embargo, y pese a las claras promesas de bendición de parte de Dios para los hebreos, los católicos siempre han sostenido que los hebreos han perdido los favores de Dios, por haber “crucificado” a Jesús. ¡Cuán errados están! ¡La Biblia los desmiente fácilmente!

¿Cuándo Será Restaurado el Reino o Gobierno de Dios?

La pregunta que se nos viene al pensamiento es: ¿Cuándo se restablecerá el reino de Dios? Pues esa fue la misma pregunta que los apóstoles le hicieron a Jesús hace dos milenios: «…Señor, ¿restaurarás el reino (davídico) a Israel en este tiempo (año 27 d.C)? (Hechos 1:6). En el verso siguiente (7) Jesús les dice que la fecha sólo la sabe Dios. Y en otra ocasión Jesús les dice a sus discípulos que sólo su Padre sabe cuando será «el fin del mundo o Edad Maligna» ( Para mayor información sobre el significado de este tema, solicite el artículo gratuito «El Fin del mundo» a la dirección que aparece al final del presente estudio). 

La Iglesia de Dios heredará el Reino Davídico

La Iglesia está llamada a tener un papel protagónico en la restauración del reino davídico en la tierra. Según las Escrituras, los cristianos están llamados a ser co-gobernantes con Cristo en su reino de mil años. En las Escrituras Inspiradas hallamos las siguientes promesas que las iglesias han olvidado. «Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria…Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.» (Mateo 25:31,34).

En el libro de Apocalipsis 2:26 leemos: «Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones.» Y en el 3:21 leemos: «Al que venciere, le haré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono

En Lucas 19:12 Jesús les dice a sus discípulos: «No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino (davídico)». Y en Lucas 13:28 .«Allí será el llanto y crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos.» «Yo, pues, os asigno un reino (el de David), como mi Padre me lo asignó a mí.» (Lucas 22:29).

Y también Jesús pronuncia la Parábola de la Diez Minas para enseñar a sus discípulos que tendrán parte en su gobernación mundial, obteniendo el control de ciudades importantes. «Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.» (Lucas 19:17).

Como vemos, el Señor exige que seamos fieles a su causa para tener derecho a participar en su gobernación mundial. El apóstol Pedro dirá por su parte: «Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.« (2 Pedro 1:10,11).

Y a los creyentes pobres, Santiago les dice: «Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?» (2:5).

Y Jesús dice también: «…Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.» (Lucas 6:20). «Mas buscad el reino de Dios, y estas cosas os serán añadidas.» (Lucas 12:31). Y también Jesús se dirige a los ricos diciendo: «…¡Cuán difícilmente entrarán al reino de Dios los que tienen riquezas!» (Lucas 18:24).

Y en otra ocasión Jesús se vio forzado a decir: «…Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.» (Lucas 9:62). Aquí Jesús está poniendo como condición el perseverar en la fe para ganar el reino davídico. Y Pablo, por su parte, dice: «…Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.» (Hechos 14:22).

A los efesios Pablo les dice: «Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.» (Efesios 5:5). Y el ladrón de la cruz le pide a Jesús: «Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.» (Lucas 23:42).

Al Fariseo Nicodemo, Jesús le dice: «…de cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios…de cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.» (Juan 3:3,5). Y también dijo el Señor: «No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.» (Mateo 7:21).

Como vemos, el reino de Cristo está en todas partes de la Biblia. Es la esperanza central de la Iglesia. De hecho, los teólogos están unánimemente de acuerdo que este es el tema central de las Escrituras. Jesús habló de él desde el mismo inicio de su ministerio (Marcos 1:1,14,15) hasta en el final de él (Hechos 1:3,6,7).

Es un hecho indiscutible que Jesús vino para proclamar el establecimiento del reino. En Lucas 4:43, él había revelado a sus propios seguidores la razón por la cual su Padre le había enviado al mundo hace dos milenios. Él les dijo:

«…es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; PORQUE PARA ESTO HE SIDO ENVIADO Sí, la misión de Jesús fue la de proclamar su gobierno mundial, desde el trono del reino de David. Él vino para anunciarlo y confirmarlo. Así lo expresó Pablo cuando dijo: «Pues os digo, que Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, PARA CONFIRMAR LAS PROMESAS HECHAS A LOS PADRES.» (Romanos 15:8).

Es claro que Cristo NO vino a cambiar las promesas de Dios escritas por los profetas del Antiguo Testamento. Y aunque muchos cristianos contemporáneos pretendan decirnos que Dios tiene otro programa para sus escogidos, lo cierto es que Dios no cambia (Malaquías 3:6); y sus promesas antiguas se cumplirán tarde o temprano.

Mientras que esperamos el cumplimiento de sus promesas, la iglesia deberá estar pidiendo y buscando el reino o gobierno mundial de Jesucristo en esta tierra. Jesús mandó a que pidiéramos lo siguiente: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra…Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia...» (Mateo 6:10,33).

JESÚS JAMÁS PROMETIÓ A SU IGLESIA EL CIELO COMO PREMIO, SINO EL REINO DE YAHWEH

Una de las enseñanzas tradicionales de las iglesias cristianas (católica y protestantes por igual) es que Cristo prometió a sus fieles seguidores una estadía eterna en el cielo como galardón por su fidelidad. Sin embargo, cuando nos ponemos a investigar en la Biblia dónde se enseña exactamente eso, simplemente no lo encontramos por ningún lado. De hecho, la verdad es totalmente lo opuesto. Jesús enseñó que los mansos heredarán la tierra y que los justos jamás serán removidos de ella (Mateo 5:5; Sal. 37:29; Prov. 10:30; 11:31).

Por otro lado, Jesús enseñó busquemos y pidamos constantemente por la venida del reino a la tierra en nuestras oraciones diarias (Mat. 6:10,33). Esto simplemente quiere decir que la meta del cristiano auténtico no es el cielo sino el reino de los cielos, el cual se establecerá en la tierra, para que así se haga la voluntad de Dios en este planeta enfermo, tal como se hace en el cielo.

¿Pero están las iglesias pidiendo y esperando que venga el reino de Dios a la tierra para que se haga la voluntad de Dios finalmente en ella? Pues parece que no, ya que están anunciando la destrucción de este planeta y el traslado de los salvos al cielo para que moren eternamente con Dios y su Hijo. 

 
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LA WATCHTOWER DICE AHORA QUE NO HAY QUE SER LEGALISTAS ESTABLECIENDO NORMAS DE JUSTICIA

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¿Alguien puede creer lo que dice el mensaje al pie de la foto? ¡Yo, no!

Los TJ dicen ahora que no debemos ser cristianos legalistas, Todo el que se hace “justo en demasía” tiende a fijar sus propias normas de justicia y a juzgar a los demás basándose en ellas. De lo que no se da cuenta es de que en realidad está poniendo sus propias reglas por encima de las normas divinas, por lo que termina convirtiéndose en una persona injusta a la vista de Dios. Quien es “justo en demasía” —o como dicen otras traducciones bíblicas, “demasiado legalista” o “excesivamente justo”—Luego dicen: Pero ¿tenemos nosotros el derecho a establecer las normas de justicia? ¡Por supuesto que no! Eso solo le corresponde a Jehová!.

Pero si todos ya sabemos que los TJ no ponen en práctica lo que enseñan, ya que ellos mismos han establecido normas de justicia muy propias de una secta ostracista, como por ejemplo, el someter a un supuesto apóstata a una inquisición dura y atemorizante por parte de un comeité judicial rígido, llegando incluso a expulsar al reo si no se retractara de su «error» y finalmente condenándolo a la destrucción de su ser entero en el Armagedón venidero!

 
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NADA ES MÁS PODEROSO QUE UNA IDEA

Kony ahora es el enemigo número 1 del mundo. Los niños africanos sin duda necesitan la ayuda y la justicia. Pero me pregunto quién será quien lleve ante la justicia a los miles de niños muertos en Irak, Afganistán, Palestina y los niños que sufren en los EE.UU. y el Reino Unido por mencionar algunos países…

 
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LA PRÉDICA DE JESÚS DURANTE LOS 40 DÍAS POSTERIORES A SU RESURRECCIÓN Y LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

En la revista La Atalaya del 15 de Agosto del 2010, el llamado “Esclavo” de los Testigos de Jehová dicen lo siguiente:

Sigan obrando su propia salvación con temor y temblor (Fili. 2:12).

«Tras haber resucitado, Jesús se apareció durante cuarenta días a sus seguidores, les fortaleció la fe y los preparó para la gran campaña de evangelización que realizarían. Luego ascendió al cielo, donde ofreció a Dios el valor de su sangre derramada para que se aplicara a favor de sus verdaderos seguidores, aquellos que tienen fe en su sacrificio redentor. Jehová aceptó el rescate, y lo demostró encargando a Cristo que derramara el espíritu santo sobre los discípulos en el Pentecostés del año 33 (Hech. 2:33). Nadie merece en lo más mínimo el rescate. Pero, gracias a su fe en él, millones de hombres y mujeres gozan de la amistad de Dios y esperan vivir para siempre en una Tierra paradisíaca. No obstante, hay que aclarar que la buena relación con Jehová puede perderse. Si queremos que él nos salve cuando llegue el día de su cólera, debemos demostrar a diario cuánto apreciamos “el rescate pagado por Cristo Jesús” (Rom. 3:24). w10 15/8 2:15, 17

COMENTARIO DE APOLOGISTA:

Noten ustedes que el “Esclavo” o el «cuerpo gobernante» de los Testigos de Jehová dice que Jesús estuvo 40 días preparando a sus discípulos para la tarea de la evangelización. Veamos realmente lo que nos dice el versículo en cuestión:

Hechos 1:3: «A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante CUARENTA DÍAS y hablándoles acerca del reino de Dios».

 Notemos que en esos 40 días de instrucción Jesús les estuvo hablando a sus seguidores acerca del Reino de Dios. ¿Pero qué cosas les estuvo enseñando Jesús a sus discípulos sobre el reino de Dios durante esos 40 días que siguieron a su resurrección?¿Acaso un reino de Dios al estilo de los Testigos de Jehová en donde Israel no tiene ni parte ni suerte, y en donde sólo 144,000 individuos estarían reinando con Cristo desde los cielos, mientras que el resto de redimidos se quedarían en la tierra como súbditos? ¡Pues no!

El reino de Dios que nuestro Señor estuvo enseñándoles a sus discípulos era y es muy distinto en muchos aspectos del reino predicado por la llamada sociedad Watchtower de los Testigos de Jehová… ¡y esto, asombrosamente, es totalmente ignorado por sus seguidores más leales!

Ahora bien, si nos fijamos en Hechos 1:6, leeremos lo siguiente:

Hechos 1:6: Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿RESTAURARÁS EL REINO a Israel en este tiempo?

¿Qué podemos concluir de la pregunta de TODOS los discípulos reunidos, habiendo terminado el “seminario intensivo” de 40 días sobre el reino de Dios? La respuesta no se deja esperar: ¡LA FUTURA RESTAURACIÓN DEL REINO A ISRAEL! Es decir, TODOS los discípulos entendieron perfectamente que lo que Jesús les estuvo enseñando duramente esos 40 días tenía que ver con la restauración del reino de Dios a Israel. ¿Pero podrían estar TODOS equivocados al creer que vendría una futura restauración del reino davídico en la tierra de Israel?¿Fueron acaso TODOS los discípulos “torpes” al creer que eventualmente habría una esperanza para Israel, el pueblo elegido que vería nuevamente restaurado el reino davídico en su tierra? No lo creo ni por un instante, pues Jesús no los reprendió por semejante pregunta, supuestamente considera «torpe» por algunos eruditos bíblicos. Al contrario, él les dijo que el tiempo para aquella futura restauración del reino a Israel sólo lo sabía Dios, Su Padre (Ver Hechos 1:7). Con esta respuesta Jesús valida la esperanza de sus discípulos, y asegura que el reino Davídico será restaurado como antaño en un futuro que sólo Dios lo sabe y que corresponde con su segunda venida (parusía–Mr. 13:32).

Ahora bien, la palabra “restaurar” significa poner algo en su estado original. Por ejemplo, si un rey fue depuesto y deportado a un país extranjero, lejos de su reino, entonces la restauración de su reino sería que este rey depuesto regrese nuevamente a su país de origen y se vuelva a sentar en su trono y en su reino para que vuelva a ejercer su poder o dominio perdidos. Si este rey ejerciera su poder en el exilio, no podría hablarse de un reino restaurado. De igual modo, Jesús restaurará en su parusía el reino a Israel, restableciendo nuevamente el trono de David en Jerusalén, y tomando el trono vacante como el descendiente legítimo del rey derrocado (Mateo 25:34; Apo. 20:1-4). Si Cristo se sentara en el trono de David en el cielo para reinar sobre Israel, entonces Jesús sería un rey en el exilio, y entonces nunca veríamos verdaderamente un reino davídico restaurado como Jesús lo enseñó en esos 40 días de instrucción intensiva.

Pero como vemos, los Testigos de Jehová no han aprendido mucho la lección de Cristo dio durante esos 40 días de entrenamiento intensivo, y más bien han entendido mal su mensaje del reino. Ellos dicen que no habrá un reino davídico restaurado en Jerusalén; dicen que Cristo reinará en el trono de David desde el cielo, cuando en realidad éste NUNCA estuvo asentado allá; enseñan que el Rey sólo reinará una minoría de sus seguidores en el cielo, mientras que la gran mayoría de sus fieles serán los vasallos del reino y de los gobernantes celestiales. En fin, todo apunta a que los Testigos de Jehová son malos alumnos, y lo más grave aún, ¡son pésimos maestros!

KNESSET DISCUTE LAS PROTESTAS DE LA JUSTICIA SOCIAL

El parlamento israelí interrumpió sus vacaciones de verano, para debatir sobre la reciente ola de protestas que exige justicia social, por el alto costo de vida en el país.

Durante la sesión de la Knesset, decenas de manifestantes intentaron entrar al edificio, pero fueron contenidos por los guardias de seguridad que se encontraban en el recinto.

Por su parte el el líder de la oposición, Tzipi Livni, criticó duramente las políticas del gobierno y expresó su apoyo a los manifestantes.

Mientras tanto, Netanyahu, describe la situación como turbulenta, y declaró que el gobierno implementará cambios sustanciales para solucionar las cuestiones referidas a la reducción del costo de vida y las brechas sociales del pueblo israelí.

OTRA CRASA HIPOCRESÍA DE LA SOCIEDAD WATCHTOWER DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

Los Testigos de Jehová nos quieren convencer de que están siempre ansiosos por mantener las congregaciones libres de «impurezas» , es decir,   de miembros que infringen las normas morales de la Biblia. Sin embargo, la triste realidad es que tal aspiración no siempre se cumple, especialmente en los casos de … 

Esto dice «el esclavo» en su Revista La Atalaya del 15 de Setiembre del 2009:

Traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad (Gál. 6:1).

Una situación muy difícil y dolorosa es cuando alguien comete un pecado grave. Lamentablemente, cuanto más nos acercamos al fin de este sistema satánico, más daño causa el espíritu del mundo. Los cristianos, sean jóvenes o mayores, pueden contagiarse de la indiferencia y rebeldía de la gente hacia las normas morales, y eso podría debilitar su determinación de seguir en el camino estrecho que lleva a la vida. En el siglo primero, algunos cristianos tuvieron que ser expulsados de la congregación, y otros fueron censurados. Lo mismo sucede hoy (1 Cor. 5:11-13; 1 Tim. 5:20). Pero si los ancianos tratan con amor al hermano que ha pecado, pueden llegar a su corazón. Al igual que Jesús, los ancianos deben defender las justas normas divinas en todo momento. Pero al hacerlo, deben reflejar la apacibilidad, bondad y amor de Jehová. Cuando los cristianos que pecan están sinceramente arrepentidos, a los ancianos no les resulta muy difícil “reajustar[los] […] con espíritu de apacibilidad” (Sal. 34:18). w09 15/9 3:4, 5

Comentario:

En lo personal creo que las conductas inmorales deben ser tratadas por los ancianos para conducir nuevamente al pecador en el camino correcto, al arrepentimiento sincero, y para ello es bueno proceder con amor y apacibilidad para llegar al corazón del ofensor. De no lograrse ese cometido, los ancianos podrían tomar medidas disciplinarias estrictas  y hasta extremas. En esto todos estamos de acuerdo.

Sin embargo, frente a innumerables acusaciones de pedofilia dentro de las congregaciones Jehovístas, la sociedad WT se muestra laxa cuando dice que para acusar a algún anciano o miembro de la congregación de pedofilia, será necesario un par de “testigos” presenciales del abuso (¡ni que el pedófilo fuese tan ingenuo como para abusar de algún niño frente a testigos!). Por otro lado, a muchos padres TJ se les amenaza con la expulsión de sus filas si se atrevieran a denunciar al hermano pedófilo ante las autoridades civiles. Entonces nos preguntamos, ¿realmente la sociedad WT y sus ancianos defienden las justas normas divinas en todo momento,  así como  los derechos de las víctimas de estos depravados para que reciban pronta justicia?

Creo sinceramente que la WT es una organización de mafiosos hipócritas que se presentan como sacrosantos cuando en realidad están tan podridos por dentro como la misma jerarquía católica, la cual suele tapar a sus obispos pedófilos, dejando frustrados y desolados a sus miles de víctimas alrededor del mundo que no reciben aún justicia.

Vuestro adorado tormento,

Apologista

DETRÁS DE LA NOTICIA : EL DERECHO A LA JUSTICIA

¿Cuál es la сlave para el exitoso desarrollo de un país? En América Latina algunas naciones apuestan por la justicia social, otras por la eficiencia económica. Mientras tanto, en Estados Unidos queda en suspenso la ley antisindical de Wisconsin. Y, pese a numerosas promesas de Washington, las puertas de la prisión de Guantánamo siguen abiertas…

EL FUTURO GOBIERNO MUNDIAL DE LA JUSTICIA

 

¡El reino de David será restaurado!

“He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio” (Isa. 32:1)

Pasajes que nos hablan de la justicia del reinado del Mesías en la tierra

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isa. 9:6,7).

“Sino que juzgará con justicia á los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.” (Isaías 11:4,5).

“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre” (Isaías 32:17).

“He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré á David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 23:5).

“En sus días será salvo Judá, é Israel habitará confiado: y este será su nombre que le llamarán: JEHOVA, JUSTICIA NUESTRA” (Jeremías 23:6).

“En aquellos días y en aquel tiempo haré producir á David Pimpollo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:15).

“En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará seguramente, y esto es lo que la llamarán: Jehová, justicia nuestra” (Jeremías 33:16).

“Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre: Vara de justicia la vara de tu reino” (Salmo 45:6).

“Conforme á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra: De justicia está llena tu diestra” (Salmo 48:10).

“La justicia irá delante de él; Y sus pasos pondrá en camino (Salmo 85:13).

“Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmo 89:14).

Las Riquezas en el Reino de la justicia

“Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis las riquezas de las gentes, y con su gloria seréis sublimes” (Isaías 61:6).

“Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las gentes de alrededor: oro, y plata, y ropas de vestir, en grande abundancia” (Zacarías 14:14).

“Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza” (Apocalipsis 5:12).

Abundancia de paz en el reinado de la justicia

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6,7).

“La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:9).

“Y seráme á mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las gentes de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré” (Jeremías 33.9).

“He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

EL REINO PERFECTO

Este es el capítulo 13 del libro «Tuyo es el Reino».

En este capítulo completaremos el plan de Dios para la tierra y el hombre. En las páginas anteriores hemos trazado el desarrollo gradual de su propósito desde los lejanos días de la creación del hombre y el huerto del Edén. Vimos cómo el pecado entró en el mundo, y las trágicas consecuencias de la transgresión humana. Pero también vimos aparecer el primer rayo de luz cuando a Eva se le prometió que tendría un hijo quien finalmente destruiría el pecado y la muerte.

Echamos un vistazo a las promesas de Dios que proclamaron a Abraham que uno de sus descendientes traería bendición a todos los pueblos del mundo. Luego consideramos la promesa hecha a David en el sentido de que uno de sus hijos sería rey como él mismo, pero sobre un reino mucho más glorioso que el de David. Posteriormente notamos que el tema de la venida de este gobernante fue ampliamente desarrollado por los profetas del Antiguo Testamento, y que cuando Jesús nació fue saludado como el largamente esperado Mesías. El futuro reino de Dios fue el enfoque de la predicación de Cristo, quien habiendo hecho posibles el perdón y la vida eterna para sus seguidores por medio del sacrificio de su vida, fue al cielo para esperar el tiempo de su regreso para establecer el reino.

Después de estudiar las señales establecidas por Dios para el retorno de Jesús, notamos que éstas indican que la tierra parece ahora lista para su regreso. Seguidamente examinamos los pasajes que explicaban cuál será la gran obra de Jesús al resucitar a sus seguidores muertos, juntar a los vivos y recompensar a los fieles con vida eterna. Vimos que con ayuda de éstos limpiará la tierra del malvado legado del gobierno humano. Finalmente retornamos a algunas de aquellas agradables visiones del mundo venidero en las que los profetas describen la bendición del futuro reino de Cristo, lo que consideramos en forma detallada en el capítulo 2.

Ahora llegamos al punto culminante, cuando los años de preparación dan paso a los siglos eternos de cumplimiento.

Al final de sus mil años de gobierno Jesús reinará sobre un mundo transformado. El reino de los hombres, que a su regreso se tambaleaba al borde de su propia destrucción, habrá dado paso al perfecto gobierno del reino de Dios.

Los males de la guerra, hambre, enfermedad, opresión e injusticia, que fueron la herencia del pecado, serán sólo un recuerdo lejano en la mente de las personas privilegiadas y felices, quienes bajo la sabia conducción de Cristo y de sus inmortales asistentes, se habrán vuelto a Dios en servicio amoroso y obediente. La profecía pronunciada en el momento del nacimiento de Jesús finalmente será una realidad, pues debido al hecho de haber dado «gloria a Dios en las alturas» habrá «en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.»

Pero por muy agradable y feliz que sea este tiempo, esta fase del reino de Dios no es la culminación del plan de Dios para la tierra. El pecado, aunque mucho menos prominente, todavía existirá. La muerte, aunque será un suceso relativamente raro, todavía existirá. Así, aun durante el milenio la tierra todavía no habrá alcanzado una condición que posibilite la morada del puro y santo Creador entre los hombres en perfecto compañerismo. El cumplimiento de este propósito original tiene que esperar un acontecimiento posterior: la completa remoción del pecado y la muerte de la faz de nuestro planeta.

En el libro de Apocalipsis aprendemos que durante el milenio el poder del pecado estará restringido. Como vimos en el capítulo 9 del presente estudio, la Biblia usa una serpiente como símbolo del pecado, porque en Edén la serpiente fue el instrumento para introducir el pecado en el mundo. Manteniendo esta simbología, Apocalipsis afirma que la serpiente será atada con una cadena durante los mil años del gobierno de Cristo, simbolizando así el hecho de que en este período el poder del pecado será reducido aunque no completamente destruido (Apocalipsis 20:2).

Pero al final del milenio esta restricción sobre el pecado será removida, y un espíritu de rebelión surgirá en el mundo. Esta será la prueba final de lealtad para los habitantes mortales del reino de Dios. ¿Permanecerán fieles al Dios que los ha bendecido con su inagotable liberalidad durante los anteriores mil años, o escucharán los argumentos aparentemente razonables de quienes olvidando los horrores del antiguo reino de los hombres, piensan que pueden crear un mundo mejor por sus propios esfuerzos.

Parece que el liberado poder del pecado hará que los rebeldes tengan muchos seguidores, pues Apocalipsis describe cómo después de su liberación, la serpiente

«saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra… a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada» (Apocalipsis 20:8-9).

Inevitablemente esta insurrecci ón estará condenada a fallar. Las sencillas palabra de la Escritura describen la total aniquilación de los rebeldes:

«Y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió» (Apocalipsis 20:9).

Este mismo capítulo continúa describiendo la remoción total del pecado y la muerte. Al final del milenio aquellos que han vivido durante ese período serán juzgados en un tribunal similar al que mil años antes había determinado el destino eterno de los que habían vivido bajo el gobierno humano.

Tras la resurrección de algunos que pudieran haber muerto, los fieles recibirán vida eterna y serán reunidos con los que fueron hechos inmortales al comienzo del milenio. Entre tanto los infieles serán castigados con la muerte. De este modo, al final de estos eventos no quedará gente mortal en la tierra. El pecado y sus consecuencias habrán sido eliminados, y todos se deleitarán en la perfección de la naturaleza divina, experimentando la plenitud del poder y amor de su Creador (Apocalipsis 20:10-15).

Con la completa remoción del pecado, el magnífico esquema para la redención del hombre será finalmente completado, y no habrá nada que detenga el perfecto e ininterrumpido compañerismo entre Dios y el hombre. Así el reino de Dios entrará a su etapa final y permanente. En otro pasaje clave de su primera carta a los corintios, Pablo resume el proceso por el cual esta perfecta unidad habrá se logrará. En un amplio recorrido sobre la enseñanza bíblica, describe la entrada del pecado en el mundo, trayendo la muerte a todos aquellos que están «en Adán.» Señala el medio de redención en Cristo explicando que primero Jesús obtuvo vida eterna, y luego sus seguidores serán bendecidos del mismo modo a su regreso. Se refiere al reinado de Jesús en el reino de Dios, en cuyo tiempo dominará a todos los poderes y por último hasta la muerte misma. Luego Pablo explica que el único poder que no se sujetará a Jesús es Dios mismo. Finalmente, Jesús presentará el perfeccionado reino a Dios, para que habite en él por toda la eternidad. Aun el Hijo se sujetará al gobierno universal del Padre. El pasaje recompensará un estudio serio y cuidadoso, puesto que resume la totalidad del propósito de Dios en relación con su reino:

«Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos» (1 Corintios 15:22-28).

Las delicias del tiempo perfecto cuando Dios será «todo en todos» están más allá del alcance de nuestro presente entendimiento; tampoco podemos imaginar las habilidades, sentimientos y oportunidades que se abrirán para todos los que estén unidos eternamente al gran Creador del universo. Acorde con nuestro entendimiento limitado, la Escritura describe este tiempo como la ausencia de las enfermedades presentes, en vez de intentar describir un estado para el cual no tenemos experiencia a la que podamos referirnos, como tampoco palabras adecuadas para describirlo:

«Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y el morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron» (Apocalipsis 21:3-4).

Para mí la referencia más impresionante sobre el estado perfecto de cosas después del milenio es la visión última del libro de Apocalipsis. Aquí en el último capítulo de la Biblia se nos presenta un contraste bello y sublime con los primeros capítulos de Génesis. Cientos de años separaron la escritura de estos dos pasajes, y miles de años separaron los sucesos que describen; pero escondidas en los símbolos de las últimas palabras de la Escritura están las circunstancias y sucesos del huerto de Edén una convincente indicación del control que el Autor de la Biblia ejerció sobre los escritores que fueron solamente sus portavoces.

En el huerto original el hombre y la mujer experimentaron compañerismo con su Creador. Había un río fluyendo por el medio y que traía agua dadora de vida, como también había un árbol de vida en el centro de este paraíso original. La placentera tarea de la pareja recién creada era la de cuidar esta fructífera parcela en servicio a su Dios, y ejercer dominio sobre la creación divina. Pero todo esto fue puesto fuera del alcance del hombre a causa de su transgresión. El y su mujer fueron echados del huerto, el árbol con su fruto dador de vida dejó de estar accesible, fueron desterrados de la presencia de Dios y la comunión con él fue rota. Salieron a una tierra que había sido maldita a causa de su pecado. Y así comenzó la larga historia humana de problemas, dolor y muerte.

Por contraste el último cuadro descrito en la Biblia es de un huerto simbólico en el cual todas estas perdidas delicias serán restauradas a los fieles de la humanidad. Será regado por un río de vida, habiendo además un árbol de vida con frutos y hojas curativas. La maldición será removida de la tierra, Dios morará en el huerto y sus redimidos verán su rostro. Estos también serán invitados a servirle y a ejercer dominio sobre la tierra, esta vez para siempre.

Aquí hay un pasaje en toda su deleitosa figuración, en el cual las palabras cursivas enfatizan la unidad de ideas entre Génesis y Apocalipsis, el principio y el fin de la revelación de Dios para el hombre. Todo lo perdido en la expulsión del hombre de Edén es restablecido en mucha mayor medida en el perfecto reino de Dios:

«Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos» (Apocalipsis 22:1-5).

Con este cuadro simbólico termina el hilo de oro de la revelación de Dios al hombre. Después de abrirse paso dentro y fuera de las páginas de toda la Biblia, nos ha conducido al fin a la visión del tiempo futuro de perfecta intimidad, gozo puro e inexpresable unidad que existirá eternamente entre el Todopoderoso Creador, su Hijo, y los que se habrán reconciliado con Dios por medio de su Hijo. Entonces la oración de Jesús por los creyentes recibirá su glorioso y completo cumplimiento:

«…para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros… La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí para que sean perfectos en unidad» (Juan 17:21-23).

Fue en anhelo por este estado de absoluta perfección que nuestro amado Salvador puso las siguientes palabras en los labios de cada uno de sus verdaderos seguidores: «Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. VENGA TU REINO, HAGASE TU VOLUNTAD, COMO EN EL CIELO, ASI TAMBIEN EN LA TIERRA». (Mateo 6:9-10)

Espero que nuestro estudio bíblico conjunto en estas páginas haya abierto sus ojos a la verdadera enseñanza bíblica sobre el reino de Dios. Espero que le haya dado el deseo de estudiar la palabra de Dios como algunos de los antiguos quienes examinaban «cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.» Y también espero que haya despertado en su corazón el deseo de responder al amor de Dios revelado en su Hijo, por quien el reino ha sido hecho posible.

Porque cuando haya producido este efecto, usted podrá pronunciar las palabras finales del Padrenuestro no solamente con entendimiento, sino también con gozosa esperanza de vida eterna:

«PORQUE TUYO ES EL REINO, Y EL PODER, Y LA GLORIA, POR TODOS LOS SIGLOS. AMEN.»

Tuyo es el Reino

Si eres un lector atento de los evangelios, seguramente te has dado cuenta que Jesús habla constantemente del tema del Reino de Dios. Desde la creación del mundo, Dios ha venido preparando su reino eterno, y sin comprender el desarrollo de esta revelación a lo largo de las escrituras, dificilmente entenderás el mensaje de Jesús y los apóstoles, o el verdadero propósito de Dios con el mundo.

LA TRISTE REALIDAD EN LA CUAL VIVIMOS HOY, Y QUE SÓLO JESÚS CAMBIARÁ RADICALMENTE CUANDO ESTABLEZCA SU REINO MUNDIAL DE JUSTICIA EN LA ERA VENIDERA

Apocalipsis 21:4: «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni CLAMOR, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron».

VÍCTIMAS DE PEDERASTIA DEMANDAN MEDIDAS CONCRETAS AL PAPA

       
Ya, ya, no te me hagas el loco, y pónlos en su sitio, Papito Rat-singer!!!…Shuuuu…¡cállate y disimula, hijito, y recuerda que nuestro amado Dios ama a todos estos pecadores pedófilos!...¡Fueeeeera, depravados!
 Londres,  (PL) Víctimas de curas pederastas en Reino Unido demandaron hace antiayer al papa Benedicto XVI acciones concretas en relación con los casos de abusos sexuales perpetrados aquí por sacerdotes contra menores.  «Hechos y no palabras» urgieron los demandantes, representados por la asociación «Supervivientes de abusos sexuales del clero» que este sábado se reunió para abordar el viaje del Papa a territorio británico.Las víctimas acordaron compilar sus mensajes en un libro que intentarán entregar al Sumo Pontífice durante su estancia en este país, prevista del 16 al 19 de septiembre.Entre los reclamos al Papa cuenta la apertura de una investigación sobre la actuación de la jerarquía eclesiástica frente a los casos de pederastia y una financiación en apoyo a las víctimas.

Representantes de la citada asociación comentaron este sábado que pidieron reunirse personalmente con Benedicto XVI pero hasta el momento no han recibido respuesta.La víspera, el Vaticano dejó abierta la posibilidad de que el Papa se reúna con las víctimas de sacerdotes pederastas en ocasión de su primera visita de Estado a Reino Unido que le llevará a Gran Bretaña y Escocia.Un sondeo difundido hoy por la BBC revela que el 52 por ciento de los encuestados, todos británicos católicos, admitió que los abusos y la postura de la iglesia frente a ellos ha hecho tambalear su fe.

rc/ls

LA JUSTICIA ITALIANA ABRE JUICIO CONTRA CURA POR ABUSO SEXUAL

 

El ex sacerdote italiano Pierino Gelmini de 85 años, uno de los católicos más destacados en este país por su lucha contra la droga y el alcohol y fundador de la comunidad para toxicómanos Incontro (Encuentro), será juzgado por el presunto abuso sexual que cometió a 12 jóvenes mientras éstos estaban alojados en uno de sus centros de rehabilitación, informó un juez de Terni, al norte de Roma

El magistrado de la audiencia preliminar, Pierluigi Panariello, estableció que el juicio contra el ex sacerdote Pierino Gelmin comenzará el 29 de marzo de 2011. Foto: Worldpress.com

El magistrado de la audiencia preliminar (GUP), Pierluigi Panariello, estableció que el juicio deberá comenzar el 29 de marzo de 2011 y para ello el acusado deberá acudir a esta diligencia.

Gelmini no asistió a la audiencia preliminar donde se comunicó la apertura del juicio en su contra, en la que su abogado, Lanfranco Frezza, pidió que el caso fuera sobreseído.

El sacerdote siempre ha mantenido su inocencia y asegura que ha actuado de forma correcta con todas las personas que recibieron ayuda en sus centros para toxicómanos.

DENUNCIA. En 2007 una docena de internos del centro Incontro localizado en la localidad de Amelia y que habían sido expulsados, denunciaron que Gelmini había abusado sexualmente de ellos.

En el 2008 se inició una investigación a causa de estas acusaciones que presentaron algunos jóvenes residentes en la comunidad de toxicómanos, dando origen a estas nuevas diligencias, señalan autoridades del caso.

EXTORSIÓN. Sobre las denuncias, el cura, muy conocido en el país por su actividad social y sus apariciones en debates televisivos, aseguró a los pocos meses de conocerse el caso que había recibido una llamada de los denunciantes en la que le exigían dinero “a cambio de retirar los cargos”.

Gelmini aseguró que las denuncias fueron realizadas por jóvenes que fueron expulsados de la comunidad por haber robado.

“Cuando se marcharon me dijeron: ‘te lo haremos pagar’”, indicó el religioso al agregar que les había perdonado porque “son personas que han sufrido en la vida”.

La comunidad Incontro tiene 287 centros abiertos en diversos países.

http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=513534

HECHOS 3:21 Y LA RESTITUCIÓN (RESTAURACIÓN) DE TODAS LAS COSAS

¡La aurora de un nuevo amanecer!

Dice Hechos 3:21 “…a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo”.

Ahora nosotros podemos preguntar,  ¿Qué “restitución” es esa que los santos profetas de Dios han estado profetizando todos aquellos años transcurridos del AT?”

Como declara Hechos 3:21, este anuncio comenzó “desde que el mundo (edad) comenzó”. ¿Qué más podría ser aparte del restablecimiento de la autoridad de Dios sobre el hombre, y en el particular Israel, que se hace posible a través de la implementación del “nuevo pacto” de Jeremías 31.

La palabra griega traducida, “restitución” (apokatastasis) conlleva una referencia para el restablecimiento de la Teocracia verdadera y original. No hay implicación de un universo “restaurado”. La “restitución de todas las cosas” no se trata del universo, sino del dominio de Dios sobre el hombre dentro del universo.

“todas las Cosas” como es usada en estos y muchos (no todos) versos del Nuevo Testamento son simplemente una referencia para la totalidad del gobierno, autoridad, y aun gobernantes, supeditándose a una autoridad como el Padre ha concedido para su hijo primogénito en la “ edad ” por venir y en Su Reino, el Reino de Dios.

Debajo hay un listado de los versículos que hablan de “todas las cosas”

Mt 11:27  Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

Mt 17:11  Respondiendo Jesús, les dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas.

Juan 3:35  El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.

Juan 13:3  sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba.

1Cor. 8:6  para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.

1 Cor. 15:27  Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas.

1 Cor. 15:28  Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

2 Cor. 5:17   De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas las cosas son hechas nuevas.

 Efe 1:10  de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

Efe 1:11  En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.

Efe 1:22  y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.

Efe 3:9  y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas.

Fil. 3:21  el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

Col 1:16  Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

Col 1:17  Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.

Col 1:18  y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia,  él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todas las cosas tenga la preeminencia.

Col 1:20  y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.

Heb 1:2  en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, y por quien asimismo hizo el universo;

Heb 1:3  el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Heb 2:8  Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

Heb 2:10  Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

1Ped 4:7  Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.

Apo. 21:5  Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Apo. 21:7  El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.

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CRISTO VENDRÁ PRONTO A ESTABLECER SU GOBIERNO O REINO EN LA NUEVA TIERRA

Existe una creencia generalizada entre el pueblo cristiano que el Reino de los Cielos está presente en cada uno de los cristianos alrededor del mundo, o sea, cuantas más personas se conviertan al “Cristianismo Evangélico ” es un indicativo de que el “Reino” continúa extendiéndose en la tierra, robándole terreno a Satanás y su dominio. Otros opinan que el “Reino de Dios” es la autoridad que Dios tiene en cada uno de los Creyentes, de manera que si alguien se somete a la voluntad de Dios [mejor dicho, a la autoridad del Pastor] indica que esa persona es parte del Reino; sin embargo, la escritura explica que el Reino de Dios es el “Gobierno que Dios establecerá en la tierra” y Jesucristo mismo es quien regirá a todas las naciones con vara de Hierro, es decir con mucha disciplina.

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, La palabra Reino, significa: “Territorio o Provincia con sus habitantes sujetos a un Rey”. Es interesante hacer notar que el mismo diccionario menciona que el Reino de Dios es: “Nuevo estado de cosas en que rige la salvación y la voluntad de Dios. Fue anunciado por los profetas de Israel, predicado e instaurado por Jesucristo. Su realización, incompleta y temporal en la iglesia militante, se consuma y perpetúa en la iglesia triunfante”. Esta definición es completamente acertada, puesto que Jesús vino, murió y resucitó para coronarse Rey del Reino de los cielos y terminará de instaurarse cuando la Iglesia triunfante culmine su carrera de la misma manera que Jesús lo hizo.

Este Gobierno necesita un Rey que lo dirija y Jesús nació precisamente para ser el Rey de Reyes. Este nacimiento no fue un suceso desapercibido, sino que muchas personas [inclusive] inconversas supieron que había nacido el Rey y Salvador de Israel. Herodes el gobernador supo sobre este evento porque los magos que vinieron del oriente para adorarlo se lo hicieron saber “diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle” Mateo 2:2

Ellos creían que el Rey había nacido en la casa real, pero El Rey nació en un pesebre, y creció en medio de la pobreza Lucas 6:20. Estos magos llegaron a rendirle honores al Rey que había nacido, tal como en la actualidad se le rinden honores a un presidente de alguna nación. Sin embargo, Jesús murió en una cruz sin actuar como un Rey, aunque en aparente burla los soldados romanos colocaron un roturo sobre la cruz que indicaba que efectivamente lo era“ 36 Y sentados le guardaban allí. 37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDIOS. 38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda” Mateo 27:36-38

Jesús comenzó su ministerio anunciando que el Reino de los cielos estaba cercano “Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca.» Mateo 3:2 NVI ¡dijo esto porque su Reino aun no había llegado! Es evidente distinguir que Jesús no actuó como Rey sino como súbdito, sirviendo en lugar de ser servido; pero cuando Jesús triunfó en la cruz del Calvario, fue exaltado a grado sumo, siendo coronado Rey de Reyes y Señor de Señores. Cuando Jesús dijo que el Reino de Dios estaba cerca era porque faltaba un tiempo para que este se estableciera.

Podemos comparar el Reino de los cielos con la forma en la que elige a un presidente de alguna nación del mundo; aunque el presidente haya sido elegido, no entra en funciones el mismo día de su elección, sino que tiene que pasar un período de tiempo mientras el Presidente saliente pone al tanto al nuevo de la parte administrativa. De la misma manera, Jesús fue exaltado por el Padre como Rey de su Reino Mateo 28:18-20. Sin embargo, su realización en la tierra aún no ha sido cumplida. Jesús se establecerá como Rey de la Tierra de la misma forma que hoy en día ejercen los presidentes de las Naciones. Él no tomará el poder a través de elecciones democráticas sino que por medio de la fuerza.

No habrá ejército humano que pueda impedirlo “14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. 15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” Apocalipsis 19: 14-16.

El libro de Isaías dice Jesús se establecerá sobre el trono de David “Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre.” Isaías 9:7 NVI. El Reino de Dios se fundará en la tierra desde el momento que Jesús regrese como Rey de Reyes en su segunda venida, de modo que el “Reino” no es un imaginario gobierno celestial que rige los asuntos de la humanidad por medio del corazón de los hombres, sino que será algo tan real y palpable como cualquier gobierno humano.

Se Sentará sobre el Trono de David 

La profecía de Isaías fue confirmada por el ángel que anunció a María el nacimiento del Mesías diciéndole: “30 Entonces el ángel le dijo: Maria, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre.” Lucas 1:30-32

¿Qué importancia tiene que Dios establezca su Reino alrededor de la figura de David? Definitivamente tiene gran trascendencia porque el trono de David fue fundado en Justicia, rectitud y bondad; virtudes que identificaron a David. Si examinamos las características de David nos daremos cuenta que representan en buena medida al modelo de Jesús, la diferencia radica en que Jesús no ejerció como Rey y David lo hizo por cuarenta años. El Señor buscó a un rey conforme a su Corazón, un hombre que pensara y que actuara en base al anhelo de su corazón. Un corazón misericordioso, bondadoso y justo “Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.” 1 Samuel 13:14 esto, nos puede dar una idea de la calidad de virtudes que Dios establecerá en su Reino.

David era un hombre valiente que confiaba plenamente en Dios y no en sus propias fuerzas “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado”. 1 Samuel 17:45 aunque David poseía una fuerza sobrenatural, derrotó a un gigante que era más fuerte, y con mucha más experiencia en asuntos de guerra que él. Este gigante habría amedrentado a los hombres más valientes de Israel; sin embargo, David era capaz de matar a un oso o un león con sus propias manos, lo que supone una fuerza superior a la de cualquier hombre común “33 Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud. 34 David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, 35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba” 1 Samuel 17: 33-35. ¿Quién dijo que David era un jovencito bien parecido y debilucho? Contrario a la opinión popular David si era un hombre muy fuerte, posiblemente con fuerza sobrenatural, pero que no confiaba en sus propias fuerzas sino que depositaba toda su confianza en Jehová, su protector y su salvador “Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel”. 1 Samuel 17:46.

David era un hombre que caminaba en integridad “1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear. 2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. 3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos, Y ando en tu verdad.” Salmo 26:1-3 ¿Seria usted capaz de dirigir a Dios una oración como esta?

David fue un hombre de labios puros que no mentía, ni engañaba a nadie, salvo el asunto sobre Urías el Heteo David, él fue un hombre recto delante de los ojos de Dios “1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño. 2 De tu presencia proceda mi vindicación; Vean tus ojos la rectitud. 3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; He resuelto que mi boca no haga transgresión” Salmo 17:1-3 ¿Acaso existen cristianos como David hoy en día? ¿O existe algún Político o Gobernante con esas características?

Las virtudes que caracterizaron el gobierno de David serán instauradas en el Reino de Dios en la tierra. Jesús gobernará con justicia y equidad a todos los hombres por siempre, pero de igual forma juzgará a los impíos y a los pecadores “3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; 4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. 5 Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.” Isaías 11:3-5

Estructura del Reino de Dios

El reino de Dios tiene características similares a las de un reino o gobierno humano en el sentido de poseer una organización que sirve para administrar a la nación en la cual el rey es la autoridad máxima. Después del Rey o Presidente de la República, hay gobernadores de provincias o de estados; existen también alcaldes en los pueblos y embajadores que son enviados a diferentes países para representar al Rey o gobierno. Lo mismo hay servidores del gobierno que tratan los asuntos de la administración del estado y por último el pueblo en general. Ahora bien, en el Reino de Dios existen lugares de privilegio que Dios entregará a los vencedores. Jesús dijo a sus discípulos que ellos gobernarán sobre cada una de las doce tribus de Israel “Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel” Mateo 19:28

Esa promesa no es sólo para los discípulos, sino para todos los vencedores que guarden las leyes de Dios “26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre” Apocalipsis 2:26-27 No podemos asegurar cómo ni quienes conformaran el Reino de Dios porque únicamente al Padre le corresponde hacerlo. Algunos discípulos como Juan y Jacobo querían sentarse junto a Jesús; pero él les dijo que los lugares de autoridad son sólo para aquellos a quienes les está destinado “ 35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. 36 El les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? 39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; 40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado” Marcos 10: 35-39

Hoy en día existe muy poca expectativa en cuanto al establecimiento del Reino de Dios en la tierra, es más, la gran mayoría de los cristianos piensa que su carrera culminará cuando mueran o cuando llegue el “Rapto”. Sin embargo, para los discípulos era diferente, pues su esperanza y su fe estaban fundadas en la promesa de Jesús que regresaría para darles galardones. Ellos pensaban que Jesús volvería en su tiempo, por esa razón animaban a los demás a no desmayar y seguir adelante; “7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” Santiago 5: 7-8 Cada uno de ellos que deseaba estar junto a Jesús en su retorno, entendían que participar del Reino de Dios era mucho más valioso que cualquier posesión terrenal, por esa razón estaban dispuestos a renunciar a todo para seguir a Jesús. Pedro siendo el más intrépido de los discípulos le preguntó a Jesús qué obtendrían después de haber dejado sus propiedades y seguirlo “Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?” Mateo 19:27 ¿De qué sirve dejar todo si no recibe nada a cambio?

Todas nuestras buenas obras serán recompensadas y especialmente si esas obras son hechas a su mismos siervos “ 40 El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá. 42 Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.” Mateo 10:40-42

 ¿Cuándo será establecido el Reino?

En nuestro mundo y en pleno siglo 21 vemos tristemente que aún no se hace la voluntad de Dios en la tierra ¿Por qué decimos esto? Porque definitivamente no es la voluntad de Dios que se aprueben leyes que permitan el casamiento de homosexuales por ejemplo; tampoco es la voluntad de Dios que Países ricos boten toneladas de alimentos al mar para mantener los precios en el mercado mientras millones de personas no tienen nada que comer. Tampoco es la voluntad de Dios que países poderosos invadan a otros para apropiarse de sus recursos naturales, mucho menos que aumente la depravación sexual y la pornografía infantil; todas estas cosas van en contra de la voluntad de Dios. ¿Entonces cuándo se hará la voluntad de Dios en la tierra?… ¿Es acaso cuando todos los hombres se hayan convertido al cristianismo? O ¿cuando todos los políticos sean cristianos?…De ninguna manera!… la voluntad de Dios se hará hasta que Jesucristo venga de nuevo y establezca su Reino sobre la tierra, la escritura dice: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Mateo 6:10

La voluntad de Dios se hace en los cielos donde se encuentra su Reino hoy en día, igualmente se hará sobre todas las naciones de la tierra cuando Jesucristo regrese a establecer su gobierno divino. ¿Cuándo sucederá?¿Quiénes son esos enemigos?… ¿Dónde se encuentran?… El profeta Isaías nos da un panorama de quiénes y dónde se encuentran

“ 21 ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas. 22 Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua. 23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. 24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; 25 y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. 26 Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel. 27 Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia. 28 Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos.” Isaías 1:21-28

Los enemigos de Dios son aquellos que aun siendo miembros de alguna denominación no ayudan al necesitado, no dan agua al sediento, no ayudan a las viudas y los huérfanos, que se apartan de la verdad y van en pos de mentiras y “modas” doctrinales que conducen a los creyentes por caminos de codicia. Pablo nos advierte que muchos se constituyen en enemigos de la cruz de Cristo cuando rechazan padecer por su causa “ 17 Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. 18 Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; 19 el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal” Filipenses 3:17-19 Jesús se encuentra esperando que Dios ponga a esos enemigos por estrado de sus pies “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies” Hebreos 10:12-13

Dios Padre humillará a todos los soberbios y los pondrá frente a Jesús para que con toda autoridad tanto hombres y ángeles sean juzgados ante su presencia. No sabemos cuándo vendrá Jesús, por lo tanto no podemos saber en qué fecha se establecerá el Reino de Dios en la tierra, lo que sí sabemos es que desde el momento que Jesús regrese a la tierra, todas las naciones de la tierra estarán bajo su dominio “ 4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono; 5 y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, 6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.” Apocalipsis 1: 4-6

 Anunciando el Reino de Dios

Cuando el Señor Jesucristo estuvo en la tierra enseñó a sus discípulos a pedir al Padre para que su Reino se estableciera en la tierra Mateo 6:10. Y los envió que anunciaran que el reino de Dios se había acercado a los hombres “Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado” Mateo 10:7 este era el mensaje central de la predicación de Jesús y no otro evangelio. Es necesario que el evangelio del reino sea predicado para testimonio a las naciones antes que venga el fin y él establezca su soberanía sobre los hombres. Jesús fue enviado precisamente a anunciar el reino de los cielos Lucas 14:43; lo mismo hicieron sus discípulos “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres” Hechos 8:12

Los creyentes del primer siglo estaban convencidos y persuadidos de que el Reino de Dios vendría a la tierra, incluso, la mayoría murió con esa esperanza. Ellos anunciaban con toda seguridad que el »Reino de Dios se establecería en la tierra« en un futuro muy cercano “Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios” Hechos 19:8; cristianos como Pablo predicaron toda su vida acerca del Reino de Dios “ 30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” Hechos 28:30-31; nosotros debemos proclamar el reino de los cielos y el nombre de Jesucristo, así como sus discípulos lo hicieron. Ahora bien, Jesucristo le dijo a los apóstoles que fueran por todo el mundo haciendo discípulos y que los Bautizaran en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y que enseñaran a otros a obedecer las cosas que él les enseñó. Y los que fueron bautizados lo hicieron creyendo en Jesús y en su anuncio del reino (Hechos 8:12).

La pregunta es: ¿le estamos enseñando a la gente, a esperar el nuevo gobierno de Dios en la tierra? ¿Le decimos al nuevo creyente que Cristo viene físicamente de nuevo a juzgar a vivos y a muertos, inclusive al Cristiano Evangélico? ¿Le enseñamos a no poner la mirada en las cosas materiales porque todas las obras en la tierra serán quemadas? ¿Le enseñamos al nuevo creyente que debemos cumplir con los mandamientos de Cristo para alcanzar la salvación?

Si no estamos haciendo esto, es tiempo que comencemos hacerlo, porque Jesús viene pronto y es preciso que retomemos sus doctrinas [o enseñanzas] en lugar de aquellas que cada línea religiosa o denominacional defiende; porque según ellos «están escritas en la Biblia”, aunque la escritura no las respalde. Es triste ver que las verdaderas enseñanzas de Cristo se han perdido con el tiempo y han sido suplantadas por una mezcla de paganismo y cristianismo que en la actualidad son enseñadas institucionalmente en las congregaciones. Debemos recalcar que el Reino de Dios es un gobierno real y que por lo tanto actuará en forma directa en los asuntos de los hombres desde el instante que sea establecido. No se trata de una fantasía, ni un cuento de personas ignorantes. Se trata de anunciar al mundo que Cristo viene pronto y que él hará su voluntad en la tierra; de modo que es imprescindible que aprendamos a conocer su voluntad y actuar en función de ella.

SU MAJESTAD, EL REY JESUCRISTO

 “He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio” (Isa. 32:1)

Pasajes que nos hablan de la justicia del reinado del Mesías en la tierra

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isa. 9:6,7).

“Sino que juzgará con justicia á los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.” (Isaías 11:4,5).

“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre” (Isaías 32:17).

“He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré á David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 23:5).

“En sus días será salvo Judá, é Israel habitará confiado: y este será su nombre que le llamarán: JEHOVA, JUSTICIA NUESTRA” (Jeremías 23:6).

“En aquellos días y en aquel tiempo haré producir á David Pimpollo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:15).

“En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará seguramente, y esto es lo que la llamarán: Jehová, justicia nuestra” (Jeremías 33:16).

“Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre: Vara de justicia la vara de tu reino” (Salmo 45:6).

“Conforme á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra: De justicia está llena tu diestra” (Salmo 48:10).

“La justicia irá delante de él; Y sus pasos pondrá en camino (Salmo 85:13).

“Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmo 89:14).

Las Riquezas en el Reino de la justicia

“Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis las riquezas de las gentes, y con su gloria seréis sublimes” (Isaías 61:6).

“Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las gentes de alrededor: oro, y plata, y ropas de vestir, en grande abundancia” (Zacarías 14:14).

“Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza” (Apocalipsis 5:12).

Abundancia de paz en el reinado de la justicia

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6,7).

“La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:9).

“Y seráme á mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las gentes de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré” (Jeremías 33.9).

“He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

Más sobre el reino en:

www.elevangeliodelreino.org

www.yeshuahamashiaj.org

NUESTRA SALVACION ES LA ESPERANZA DE ENTRAR AL REINO

el-milenioAutor:

Gabriel (Cristiano Unitario)

Gabriel_elcamino@hotmail.com

Teléfonos de contacto en Madrid

34-91-225-9525
34-695-330-306

Todos hemos oído predicaciones acerca de la salvación, y muchos grandes evangelistas proclamando la salvación eterna, tras la oración de fe, pero queridos hermanos, vamos a ser realistas y a repasar las Escrituras, para comprobar qué es realmente lo que dicen acerca de nuestra salvación y si ésta es algo que recibimos para siempre y no podemos perder de ninguna manera ó es algo gratuito, pero que debemos cuidar con temor y temblor. 

Yo me inclino a creer que es algo más parecido a esto segundo que lo primero, por lo cual aconsejaría que todos sigan manteniéndose firmes en la fe, puestos sus ojos en Jesús y llenos de su palabra y envueltos en su obra hasta que él regrese, o hasta que nuestro tiempo en este planeta acabe y nos toque descansar hasta su regreso. Porque lo que el Señor nos ha prometido es la vida eterna, y esta promesa es la esperanza más grande y maravillosa que nadie jamás pudo soñar, ya que vamos a ser participes de la naturaleza divina y desde que estamos en Cristo tenemos una esperanza, que antes no teníamos, ni remotamente, pero que ahora si tenemos. EFESIOS 2:12, dice: “EN AQUEL TIEMPO, ESTABAIS SIN CRISTO, ALEJADOS DE LA CIUDADANIA DE ISRAEL Y AJENOS A LOS PACTOS DE LA PROMESA, SIN ESPERANZA Y SIN DIOS EN EL MUNDO”. Realmente estábamos vacíos, sin Dios y sin ninguna esperanza, sólo teníamos las mentiras del mundo. Así que en principio la salvación que recibimos es ser participantes de todas las promesas hechas por Dios a Abraham, que son las promesas a Israel, de las cuales estábamos totalmente excluidos, antes de conocer a Cristo y de las cuales ahora podemos aspirar a heredar como miembros de la familia de Dios, y no alguna salvación diferente, made in USA, una vez salvos, salvos para siempre jamás. 

Pues gracias a Dios que esa no es la salvación de Cristo, sino que la esperanza (salvación) de Cristo es la esperanza (salvación) de Israel, de la cual ahora somos nosotros partícipes. Nosotros que hemos sido injertados en el buen olivo, participamos en la carrera a la meta que es el Reino, para entrar por la puerta principal y recibir la salvación que nos está reservada, por ahora, en los cielos. Sin embargo, cuando llegue el momento propicio, Cristo nos la manifestará en su parusía, y no antes. Mientras tanto, ahora tenemos en nuestros corazones la más grande esperanza jamás ofrecida a hombre alguno, ¿Amén? Dice 1 Pedro 1:3, así: “BENDITO EL DIOS Y PADRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, QUE SEGÚN SU GRAN MISERICORDIA NOS HIZO RENACER PARA UNA ESPERANZA VIVA, POR LA RESURRECCION DE JESUCRISTO DE LOS MUERTOS”. 

Así que lo que hemos recibido a través del nuevo nacimiento, y de la fe en Cristo Jesús, es una esperanza viva de que si permanecemos en Cristo, no seremos avergonzados, y recibiremos este tesoro que está guardado para nosotros en los cielos, porque Dios que no es ningún mentiroso. Él ha preparado esta vida para nosotros y determinado que la recibamos en todo nuestro ser, en el tiempo venidero, para lo cual ahora nos ha dado esta maravillosa esperanza, que antes no teníamos en lo más mínimo, pero que ahora sí nos ha sido predicada, por lo cual hemos pasado a ser miembros de esta gloriosa familia de la esperanza. Dice Tito 1:2-3, así: “EN LA ESPERANZA DE LA VIDA ETERNA, DIOS, QUE NO MIENTE, PROMETIO ESTA VIDA, DESDE ANTES DEL PRINCIPIO DE LOS SIGLOS Y A SU DEBIDO TIEMPO MANIFESTO SU PALABRA POR MEDIO DE LA PREDICACION QUE ME FUE ENCOMENDADA POR MANDATO DE DIOS, NUESTRO SALVADOR”. Por lo que nos queda más que probado, que esta salvación, que incluye según hemos estado explicando con anterioridad: “la vida eterna y la entrada al Reino”, nos será entregada más adelante.

Vemos claramente entonces que el contrato de nuestra salvación ha sido realizado en esperanza y siendo éste el elemento principal a través de la cual hemos adquirido esa promesa divina que se encuentra en el paquete de nuestra salvación, que aunque ahora no la vemos, ya que si la viésemos la tendríamos, y ya no sería esperanza, sino un hecho consumado, seguimos esperando con fe y paciencia, por lo cual Dios sigue produciendo, por medio de la prueba de nuestra fe, el elixir de la paciencia, que no tenemos por naturaleza y necesitamos para no salirnos del camino, debido a la impaciencia de la carne. Dice Romanos 8:24-25, así: “PORQUE EN ESPERANZA FUIMOS SALVOS; PERO LA ESPERANZA QUE SE VE NO ES ESPERANZA, YA QUE LO QUE ALGUNO VE, ¿PARA QUE ESPERARLO? PERO SI ESPERAMOS LO QUE NO VEMOS, CON PACIENCIA LO AGUARDAMOS”.

La esperanza es real para todos aquellos que hemos creído en Cristo y debemos estar tranquilos, porque así como sabemos que nuestro Señor está ahora a la derecha del Padre en el Cielo, así también nuestra esperanza está muy bien guardada en Cristo, y sabemos que cuando él se manifieste, entonces también será manifestada con él nuestra esperanza, y nos será entregada en aquel día, porque sabemos que fiel es el que prometió y sabemos en quién hemos creído. Dice Colosenses 1:5, así: “A CAUSA DE LA ESPERANZA QUE OS ESTA GUARDADA EN LOS CIELOS. DE ESTA ESPERANZA YA HABEIS OIDO POR LA PALABRA VERDADERA DEL EVANGELIO”.

Vemos que cuando Pablo les habla a los romanos acerca de la llegada del tiempo de la salvación, lo hace indicando que esta es posterior al momento en que nos convertimos a Cristo y creímos por primera vez, por lo cual aparece un lapso de tiempo desde el nuevo nacimiento del espíritu, hasta la salvación del alma, que pacientemente espera con el cuerpo, la llegada de aquel glorioso día de la misma forma en que se espera la hora de un parto, el cual nadie puede adelantar, ni retrasar, porque tiene un tiempo perfecto establecido por Dios. Así también nuestra salvación tiene un tiempo que sólo Dios conoce. Dice Romanos 13:11, así: “Y ESTO, CONOCIENDO EL TIEMPO, QUE ES YA HORA DE LEVANTARNOS DEL SUEÑO, PORQUE AHORA ESTA MAS CERCA DE NOSOTROS NUESTRA SALVACION QUE CUANDO CREIMOS”. Es por esto también que cuando hablamos de la segunda venida de Cristo y del establecimiento del Reino, también lo hacemos de la manera que los primeros discípulos se refrían al evento, como el de una “esperanza bienaventurada”, que es la muy bendecida esperanza que alberga todo cristiano en su corazón, sabiendo que somos coherederos juntamente con Cristo, y con Abraham, y con toda la familia de Dios, de la herencia que el Padre ha dispuesto para nosotros. Dice Tito 2:13, así: “MIENTRAS AGUARDAMOS LA ESPERANZA BIENAVENTURADA Y LA MANIFESTACION GLORIOSA DE NUESTRO GRAN DIOS Y SALVADOR JESUCRISTO”.

En la medida que vamos profundizando en la esperanza, vemos que se nos dice que debemos permanecer en la fe y se nos insista en que no nos movamos de esa esperanza, sino que permanezca firmemente cimentada nuestra vida en esta roca de Dios y esperanza de gloria en Cristo. Dice Colosenses 1:23, así: “PERO ES NECESARIO QUE PERMANEZCAIS FUNDADOS Y FIRMES EN LA FE, SIN MOVEROS DE LA ESPERANZA DEL EVANGELIO QUE HABEIS OIDO, EL CUAL SE PREDICA EN TODA LA CREACION QUE ESTA DEBAJO DEL CIELO Y DEL CUAL YO PABLO, FUI HECHO MINISTRO”.

Sabemos que la esperanza es también parte fundamental de la armadura con la cual debemos vestirnos cada día para poder hacer frente a todas las asechanzas del maligno, que tiene propuesto hacernos la vida imposible, para que no mantengamos vivo aquello que nos sostiene y vivifica cada día y fracasemos en la lucha. Dice 1 Tesalonicenses 5:8, así: “PERO NOSOTROS QUE SOMOS DEL DIA, SEAMOS SOBRIOS, HABIENDONOS VESTIDO DE LA CORAZA DE LA FE Y DEL AMOR, Y CON LA ESPERANZA DE SALVACION COMO CASCO”. Por eso más que nunca, ahora debemos guardar este tesoro maravilloso que Dios nos dio, y trabajar con esta esperanza cada día, compartiéndola a otros para que la vida eterna que viene a través suyo, se derrame abundantemente, recordando siempre que son tres los elementos más maravillosos que Dios nos dio para hacer su obra y llegar a la meta; y uno de ellos es la esperanza; Dice 1 Corintios 13:13: “AHORA PERMANECEN LA FE, LA ESPERANZA Y EL AMOR, ESTOS TRES; PERO EL MAYOR DE ELLOS ES EL AMOR”.

Que el Señor los bendiga ricamente!

Si alguno de ustedes reside en España, y desea comunicarse con el hermano Gabriel, pueden hacerlo llamándolo a los teléfonos que aparecen al inicio de este artículo.

EL REINO DE DIOS: EL FUTURO SUPER GOBIERNO MUNDIAL EN LA NUEVA TIERRA

¡Honrando al rey, Jesucristo!

 Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Un Solo gobierno Mundial 

Un prominente político mundial dijo que la única solución para los problemas de este mundo caótico vendría de un solo gobierno mundial. Estas palabras parecieran haber sido inspiradas por la Biblia, la cual profetiza un futuro gobierno mundial en la tierra en la persona del Mesías escogido de Dios. 

En el Salmo 72:7,8,11 encontramos estas solemnes palabras proféticas: «Florecerá en sus días (del gobernante divino) justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar y desde el río hasta los confines de la tierra. Todos los reyes (gobernantes) se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.» 

Estas son buenas noticias de verdad, porque por fin los presidentes y reyes del mundo reconocerán la soberanía de un extraordinario gobernante divino venido desde los cielos de Dios. Será un ser inmortal, poderoso, glorioso, sabio, justo, bondadoso, pacífico, recto, e iluminado por Dios mismo. El profeta Isaías estaba hablando de un hombre especial cuando profetizó: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite…» (Isaías 9:6,7). 

El profeta Daniel, otro de los profetas de la Biblia, dice: «Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; y su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.» (Daniel 7:13,14).  Aquí se predice que el reino o gobierno del «hijo del hombre» será indestructible, es decir; no será depuesto o tomado por ningún otro imperio. Será un gobierno feliz, estable, sólido, próspero, justo, pacífico, y con autoridad divina. Esta utopía de un mundo justo y pacífico se hará por fin realidad en un futuro cercano. ¡Estas son increíbles noticias ciertamente! 

También el profeta Daniel nos da detalles interesantes del gobierno que se establecerá en la tierra, y que desplazará a todos los gobiernos humanos imperfectos. «Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.» (Daniel 2:44). Es obvio que este futuro gobernante no tendrá oposición ni amenazas de las naciones porque sencillamente él las habrá desmenuzado y consumido con su poder. 

El Deseado de Todas las Naciones 

Al futuro rey de los pueblos se le llama: «El Deseado de Todas las naciones» (Hageo 2:7). Sí, el Mesías vendrá como el gobernante que todas las naciones han anhelado tener. «Y haré temblar a todas las naciones, dice Jehová, y vendrá el Deseado de todas las naciones…dijo Jehová.» Además dice de él la Biblia: «El Dios de Israel ha dicho, me habló la Roca de Israel. Habrá un justo que gobierne entre (no «sobre») los hombres, que gobierne en el temor de Dios. Será como la luz de la mañana sin nubes, como la lluvia que hace brotar la hierba de la tierra.» (2 Samuel 23:3,4). Según las últimas palabras del rey David, este gobernante mundial respetará a Dios y guardará su ley con justicia.                

Las naciones comprenderán que el Deseado de todas las naciones es el Mesías escogido de Dios, venido de arriba, de los cielos. Ahora bien, el Diablo también quiere desviar la atención de los hombres hacia «salvadores estelares» que viajan en naves velocísimas por todo el universo. El enemigo, Satanás, ha engañado a las gentes haciéndoles creer que efectivamente seremos enseñados por los «hermanos mayores», pero no por el «hijo de Dios». No obstante, el verdadero guía, maestro, y gobernante, vendrá del trono de Dios en dirección a la tierra en compañía de sus ángeles.                                

Este «Deseado de los pueblos» será un descendiente del famoso rey David. El profeta Isaías profetizó sobre este magnifico e ideal Soberano de este modo: «Saldrá una vara del trono de Isaí (padre de David), y un vástago retoñará de sus raíces. Y reposará sobre  él el Espíritu de Jehová; Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor a Jehová. Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra… Y Será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura…Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón (bandera o estandarte) a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.» ( Ver Isaías 11:1-5,10). Vemos que el Gobernante ideal será sabio, inteligente, consejero, poderoso, conocedor, temeroso de Dios, justo y equitativo. Y todo esto porque en él reposará el Espíritu de Dios.

¿Quién este descendiente de David que inaugurará un gobierno mundial ideal? La Biblia lo revela en muchos pasajes de las Escrituras. En Mateo 1:1 se lee que Jesucristo es Hijo de Abraham e hijo de David. ¡Así comienza Mateo su Evangelio! Y esto no es gratuito, pues por algo el evangelista lo recalca como de primera importancia. También Pedro lo dice en su gran discurso ante los judíos del primer concilio en Jerusalén. Léalo usted mismo en Hechos 2:29,30.

Un Gobierno sin Ejército

«Y el juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.» (Miqueas 4:3). Además, el profeta  Zacarías profetiza sobre aquella edad gloriosa, así: «Y   de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra» (Zacarías 9:10).

Notemos que las armas de guerra se convertirán en implementos agrícolas. Además, los tanques de guerra («carros y caballos»), y los misiles («arcos de guerra») serán destruidos   Notemos que habrá un desarme mundial. ¿No es lógico concluir que el gobierno de Cristo no requerirá de armas bélicas, al no haber amenazas ni conflictos de naciones? Es mucho el dinero que se gasta en armas bélicas. Miles de millones de dólares  gastan al año las naciones para armarse, cuando en realidad todo ese dinero podría usarse en la salud, educación, alimentación, vivienda,  etc. En los Estados Unidos, casi todas las familias tienen un arma en su casa. Los crímenes y asesinatos son cosa de todos los días en ese país, y en muchos otros. Las pandillas juveniles, los terroristas, los guerrilleros, los matones, etc, usan armas para matar. Pero en el gobierno de Cristo habrá seguridad total, pues no habrá armas para matar o asaltar.

Ni Explotadores ni Explotados

En relación a la super gobernación mundial venidera, la Biblia revela el fin de las clases sociales, y el fin de la pobreza y de las injusticias. Dice el profeta Isaías, así: «Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente…» (ver Proverbios 14:31). Y en Santiago leemos: «…vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán…» (5:1-6).

Sin duda, los más pobres serán los más beneficiados en el super gobierno de Cristo. Dice la Biblia: «Entonces los humildes crecerán en alegría en Jehová, y aun los más pobres de los hombres se gozarán del santo de Israel.» (Isaías 29:19). «Hermanos míos, amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?» (Santiago 2:5). «Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico al reino de los cielos» (Mateo 19:23). Es claro que los ricos explotadores y carentes de amor serán excluidos del reino o gobierno de Cristo, salvo  que se arrepientan a tiempo (2 Tesalonisenses 1:5-12). Es interesante oír lo que dijo María de Dios: «Hizo proezas con su brazo: Esparció a los soberbios…quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos envió vacíos.» (Lucas 1:51-53). 

Los Defectos Físicos Desaparecerán                   

Cuánto sufrimiento hay en el mundo hoy. Hay millones de personas que sufren de graves males sin que la ciencia médica puede hacer algo al respecto. Hay personas que han perdido un brazo, una pierna, la vista, el habla, el movimiento corporal; otros están enfermos física y espiritualmente; y otros están sufriendo por la pérdida de un hijo(a), esposo(a), amigo(a), hermano(a), y así por el estilo. Este es un valle de lágrimas, sin duda. Pero el profeta bíblico Isaías predice una época en la cual las enfermedades, las taras, y los defectos desaparecerán para siempre. «Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un siervo, y cantará la lengua del mudo.» (Isaías 35:5,6).    

Las Tierras Áridas y los Desiertos desaparecerán 

Muchos lugares del mundo son grandes desiertos que siguen aumentando por la falta de agua o por el exceso de la tala de árboles. Este problema aumenta el hambre y la pobreza en el mundo en gran parte por culpa del mismo hombre irresponsable. Pero este problema será revertido por el gobierno de Cristo. Dice el profeta Isaías nuevamente: «En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de agua, y manantiales de agua en la tierra seca. Daré en el desierto cedros, acacias, arrayanes y olivos; pondré en la soledad cipreses, pinos y bojes juntamente.» (Isaías 41:18,19). «El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de agua; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.» (Isaías 35:7). Esto significará más agua y más cosechas para alimentar a toda la humanidad hambrienta de los países más pobres y olvidados. «No tendrán hambre ni sed, ni el calor ni el sol los afligirá.» (Isaías 49:10). «Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno» (Apocalipsis 7:16). 

Niños y Bestias Salvajes Convivirán Juntos

 ¿Qué niño tendría como mascota suelta a un león? ¡Ninguno! Claro que muchos pueden tener un felino enjaulado, pero no deja de ser peligroso. En la nueva gobernación del Mesías Jesús, el mundo experimentará la paz total, incluso con las bestias más peligrosas de los bosques y selvas. Dice el profeta Isaías: «Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán…» (Isaías 11:6-9).

Los cazadores matan a los animales para comercializar sus pieles, cabezas, colmillos, cuernos, y su carne, sin prestar atención a las leyes que rigen su caza. Muchas veces las bestias se vuelvan más feroces por la crueldad humana. El rey Salomón dijo: «El justo cuida de la vida de su bestia; mas el corazón de los impíos es cruel.» (Proverbios 12:10). En el nuevo gobierno mundial, los justos cuidarán de las bestias con el mismo amor que se siente por cualquier otra criatura de Dios.                      

Los Delincuentes Desaparecerán 

Hoy la sociedad humana está plagada de delincuentes de toda índole. Las gentes temen salir a las calles solitarias, y aun, a las concurridas. En los países donde impera el terrorismo, la gente teme sufrir por algún atentado, y hasta morir sin culpa alguna. Pero los asaltos, la drogadicción, las violaciones, etc, están a la orden del día. Pero en el gobierno de Dios, la tierra será limpiada de todos los malvados. Dios dice: «No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí… porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos.» (Salmo 37:9,10,22). En el Nuevo Orden Mundial, el mal será finalmente extirpado, y no quedará impío alguno que haga de las suyas. De este Soberano que traerá la ley y el orden, dice el profeta Jeremías: «He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.» (Jeremías 23:5). El profeta Isaías también profetizó: «He aquí que para justicia reinará un rey…» (Isaías 32:1). Este justo hará justicia en la tierra, y no tolerará el malo dentro de su gobernación mundial (Ver Isaías 60:18)-   

El Ateísmo y las Falsas Filosofías Desaparecerán

 Dice el profeta Isaías: «…porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.» (Isaías 11:9). «Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas…» (Isaías 2:3). Sólo habrá un filosofía de vida—¡la de Dios! 

Sólo el Dios de la Biblia será Exaltado                       

Jehová es y será el único Dios vivo en toda la tierra. El rey David dijo: «Y conozcan que tu nombre es Jehová; Tú solo Altísimo sobre toda la tierra» (Salmo 83:18). También dice: «Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, y todos los reyes  de la tierra tu gloria; por cuanto Jehová habrá edificado a Sión, y en su gloria será visto.» (Salmo 102:15,16). Dios dice: «Y santificaré mi grande nombre, profanado sobre las naciones;… y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.» (Ezequiel 36:23). 

La Humanidad Será Longev 

¡Cuánto deseamos todos vivir más y mejores años!. Muchos han buscado el «elixir de la eterna juventud» y no la han encontrado. Hoy la gente practica deportes para estar en forma, hacen dietas, consumen vitaminas sintéticas, minerales, y tónicos naturistas para estar más sanos. Otros buscan vivir en el campo y con los animales para evitar la contaminación ambiental, y para alimentarse sólo de frutas y verduras. De este modo la gente busca vivir más y con una mejor calidad de vida. En Isaías 65:20 leemos: «No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito». 

¡Notemos que dice que un niño morirá de cien años! Esto significa que el adulto podrá vivir cientos de años para luego morir. Sin duda, al eliminar el stress, la contaminación, la desnutrición, los vicios, etc, de la tierra, la vida se prolongará increíblemente. 

Por cierto que la mortalidad infantil habrá bajo a cero. Hoy la mortalidad infantil en los países pobres es alarmante, y esto, producto de la misma pobreza e ignorancia. Al eliminar la pobreza y la ignorancia, los hombres vivirán muchísimo mejor en todo sentido. 

Las Familias tendrán su Casa Propia                        

La casa propia ha sido el sueño de millones de familias en la tierra. Sí, una casa no es un lujo, sino una imperiosa necesidad de los esposos y de cualquier persona que aspira a su independencia. No obstante, no todos pueden acceder a ella por carecer de suficientes recursos económicos. Muchas familias tienen que conformarse en vivir en tugurios, o en casas alquiladas, en el mejor de los casos. Pero en la nueva administración del super gobernante Jesucristo, todas las familias podrán edificar sus casas en terrenos propios. El profeta Isaías lo predice con estas palabras: «Edificarán casas, y morarán en ellas…no edificarán para que otro habite…y mis escogidos disfrutarán de las obras de sus manos.» (Isaías 65:21,22). 

El Gobierno Mundial de Jesucristo Durará Mil Años 

El poseso Adolfo Hitler quiso inaugurar su reino («Reich») de mil años y sólo duró 12 años. ¡Una burda imitación del reino milenario de Cristo!. Hitler quiso ser «el Mesías» o salvador  del mundo, con sus ideas racistas de la superioridad de la raza Aria. Sin duda el Diablo es el gran imitador de Jesucristo. Pero la Biblia afirma que el «reich» o reino de Cristo sí va a durar mil años ininterrumpidos, cuando someta a todos sus enemigos y los tenga bajo sus pies. Dice en Apocalipsis 20:4 «…Y reinaron con Cristo MIL AÑOS.» Y es que el reino de mil años de Cristo es el reino de alguien Mayor y Único, el Dios del Universo. Ese reino estará basado en la equidad, y en el amor. Claro que será un gobierno con autoridad divina, por tanto, aplastaría cualquier rebelión si hubiera alguna (Zacarías 14:18,19).

EL REINADO (GOBIERNO) DE LA JUSTICIA

“He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio” (Isa. 32:1)

 

Pasajes que nos hablan de la justicia del reinado del Mesías en la tierra

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isa. 9:6,7).

“Sino que juzgará con justicia á los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.” (Isaías 11:4,5).

“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre” (Isaías 32:17).

“He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré á David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 23:5).

“En sus días será salvo Judá, é Israel habitará confiado: y este será su nombre que le llamarán: JEHOVA, JUSTICIA NUESTRA” (Jeremías 23:6).

“En aquellos días y en aquel tiempo haré producir á David Pimpollo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:15).

“En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará seguramente, y esto es lo que la llamarán: Jehová, justicia nuestra” (Jeremías 33:16).

“Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre: Vara de justicia la vara de tu reino” (Salmo 45:6).

“Conforme á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra: De justicia está llena tu diestra” (Salmo 48:10).

“La justicia irá delante de él; Y sus pasos pondrá en camino (Salmo 85:13).

“Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmo 89:14).

Las Riquezas en el Reino de la justicia

“Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis las riquezas de las gentes, y con su gloria seréis sublimes” (Isaías 61:6).

“Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las gentes de alrededor: oro, y plata, y ropas de vestir, en grande abundancia” (Zacarías 14:14).

“Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza” (Apocalipsis 5:12).

Abundancia de paz en el reinado de la justicia

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6,7).

“La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:9).

“Y seráme á mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las gentes de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré” (Jeremías 33.9).

“He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

………………………

LA PROMESA MILENARIA DE DIOS DE UN REINO DE JUSTICIA EN LA NUEVA TIERRA

¡El Mensaje central de Cristo que muy poco se predica y conoce!

Por el Dr. Javier Rivas Martínez (M.D)

El alcance de la promesa del Reino  Dios en la Tierra que fue dada en un principio a Abraham es de largo alcance que abarca todas las naciones del mundo (Gn.12:2-3; 15:5, 7; 17:4-6) y que inicia con Israel (Gn.13:15-17; 15:18; Gn.17:8). Dios le dijo a Abraham que su descendencia estaría en Tierra ajena como esclava y oprimida por un período de cuatrocientos años, bajo la autoridad tiránica del Señor de la Casa en Egipto (Gn.15:13; Ex.1, 13). De Egipto, Israel fue liberado por el terrible poder de Dios en manos de Moisés (Ex. caps.7-14) y por medio de Josué fue introducido a la Tierra de Canaán. Después de un éxodo de cuarenta largos años por el desierto, Israel se establece como nación territorial (Ex.16:35; ver libro de Josué). Posteriormente, en el Israel teocrático, Dios promete en un pacto hecho con el rey David que su casa sería afirmada para siempre y su Reino eterno, entendiéndose como «eterno» en este sentido: de largo tiempo pero limitado: en griego, aionios (1 Co.15:24-28) o sea, de Mil años literales (Ap.20:4-6) y el Señor Jesucristo, del linaje del David, su Hijo (Mt.1:1; Lc.1:31-32),  se encargará  de gobernarlo (Lc.1:33).

 «La simiente de la mujer» que habla Ge. 3:15, es la misma «simiente»  que Dios promete a Abraham en el tiempo de su salida de Ur de los Caldeos (Gn.11:31; 15:7) la cual es Cristo (Ga.3:16), para que la bendición de Abraham alcanzará a los gentiles, «a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu» (Ga.3:14), ya que «el justo por la fe vivirá» (Hab.2:4; Ga.3:11) y que este por este hecho podrá obtener la manifestación de la promesa antiquísima que es la herencia del Reino de Dios (Hech.1:3) en la Tierra (Sal.2:8-9; Mt.5:5; Ga.3:29; Stg.2:5; Ap.2:25-27), por la justicia de la fe, como se comentó ya (Ef.2:8), y no por la Ley  (Ro.4:13-14; Ga.3:18). De esa manera, la justicia de Dios es imputada en aquellos que han creído en Cristo como el Salvador del mundo (Fil.3:20), viniendo a ser hijos de Dios  por potestad y por adopción (Jn.1:12; Ef.1:5). Por  tal cosa,  la barrera de la separación entre judíos y gentiles queda derribaba por Cristo para hacer un solo pueblo de los dos. Esta barrera de separación corresponde a la ley mosaica, y simbólicamente hablando corresponde también al muro del templo que separaba el atrio de los gentiles del atrio de los judíos,  donde había una prohibición  escrita en hebreo y en griego en la piedra para que ningún gentil se atreviera a desobedecerla ya que se castigaba con la muerte (Ef.2:14). Con Cristo, tenemos entrada, tanto judíos como gentiles, por un mismo Espíritu, al Padre (Ef.2:18), para ser conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios (Ef.2:19), herederos de Dios y coherederos de Cristo cuando seamos glorificados para recibir la  bendición del mundo regenerado en la segunda venida del Señor Jesucristo (Mt.19:28; Lc.8:17-23; 21:27-28). 

La principal promesa de Dios se centra en la herencia del reino apocalíptico y terreno para quienes son suyos. Por infortunio, los maestros de la prosperidad nunca hablan de esta herencia prometida y milenaria, e incitan apasionadamente, en una doctrina ya formalizada por ellos mismos y herética a más no poder y que recibe el nombre de «Súper Fe», a las ovejas ignorantes en las Escrituras de sus congregaciones a buscar primeramente las cosas materiales del mundo depravado y adverso a Dios, y que habrán de perecer  con él y también los que las busquen con desenfreno insano, hágase llamar cristiano, o no (Pr.11:28; 27:24; Ec.5:10; Mt.6:24; 13:22; Mr.10:23; 2 Co. 4:18; 1 Tim. 6:17; 1 Jn.2:15-17). Uno de los trucos más exitosos de los maestros de la prosperidad para hacerse ricos, es obligar a los creyentes «tapados» (porque así quieren estar, por no hacer caso al  buen consejo bíblico) a dar para lo obra de Dios para que él les multiplique los que han dado de «corazón» (yo le llamo corazón convenenciero: «doy y más me das», muy lejos de: «Más bienaventurado dar que recibir», según Hech.20:35). No pocos toda vía esperan el «milagrito verde», y lo esperarán vanamente  hasta el día en que el Señor les diga: «Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad» (Mt.7:23). 

Los creyentes en Cristo tendrán que convencerse que el Reino de Dios no es la búsqueda primera de las cosas materiales (comida ni bebida), sino uno de justicia, paz y gozo (Mt. 6:33; Ro.14:17), y que será fundado en la era venidera, en la renovación del mundo, y que no es «el tercer cielo» en el que habita Dios (2 Co.12:2), la Eternidad (Is.57:15 ), como han creído con engaño los cristianos pálidos en la fe: «que van a morar allá con Dios y su Hijo Jesucristo al morir», idea que se desprendió en la antigüedad del platonismo pagano y que se introdujo en la Iglesia de Cristo inmediatamente después de su establecimiento. De lamentable manera,  muy pocos de ellos hablan de esperar en la resurrección de los muertos para vida eterna (Jn.5:29a), tal como lo declaró Marta, un poco antes del evento milagroso de parte del Señor, cuando levantó a su hermano Lázaro del los muertos, del oscuro y silente sepulcro (Jn.11:24). Tan importante la resurrección futura de los salvos,  porque a través de ella será consumada su salvación, por medio de un cuerpo glorificado, es decir, trasformado para ser apto para el tiempo milenario (Mt.24:31; 1 Co.15:51; 1 Ts.4:17), porque «la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios» (1 Co.15.50).

En estos tiempos de la apostasía postrera (1Tim.4:1), doctrinas torcidas como la  inmortalidad del alma,  han hecho creer y esperanzar falsamente a los cristianos profesantes en una vida literal en la misma gloria del Dios Creador (y dicen unos que no son soberbios) y en forma almática. Esto no es más que una herejía de alto calibre y condenación, una blasfemia  que pone en tela de juicio el carácter verdadero de la resurrección de los muertos y que define absolutamente para vida eterna o para muerte eterna (Dn. 12:27; Jn.5:25, 28-29; Ap.20:4-6).  

Concluimos, pues, diciendo, que las promesas del pacto de Dios con Abraham tendrá cumplimiento en la futura Tierra regenerada para con su descendencia, en la era milenaria (Is.10:21-22; 19:25; 43:1; Jer.30:22; Ex.34:24; Mi.7:19-20; Zac. 13:9; Mal.3:16-18). 

Cristo, el Renuevo de Jehová (Is.4:2), Cristo como Emmanuel, «Dios con nosotros» (Is.7:14), se manifestará físicamente a los naciones  cuando regresé nuevamente al mundo (Dn.7:13-14, 27; Zac.14:4; Mr.16:26-27) para juzgarlo en el valle de Josafat (Jl.3:2, 12; Mt.25:31-46), y para gobernarlo como Rey de reyes y Señores de señores (Ap.19:16), como el Soberano de los reyes de la Tierra (Ap.1:5), con sus fieles súbditos en justicia y en amor por Mil años (Sal. 2:8; Is. 9:7; 11:5, 10, 12; Zac.14:16; Mt.25:34; Ap.20:4-6). 

Y si muchos aún siguen en la terquedad de «ir a morar en el cielo de Jehová algún día», déjenme decirles con certidumbre bíblica (porque todo lo que está escrito aquí, así como los demás artículos que se encuentran en los blogs nuestros, se encuentran sustentados con la Palabra de Dios, con la Biblia en la mano; nada hay mentalmente elucubrado con seguridad. ¡Líbrenos Dios de caer en herejías y blasfemias!, porque se pagará caro el conciliarlos), que la Ciudad de Dios, la Nueva Jerusalén, descenderá preciosa y ataviada del cielo (Ap.21:2), para que los Hijos del Dios Altísimo en la era post milenaria, es decir, cuando se manifieste el Reino Eterno, después de que Cristo haya entregado el poder al Dios Padre (1 Co.15:24) moren en ella: «en la casa de mi Padre muchas moradas hay» (Jn.14:2-3). Cuando la Nueva Jerusalén  descienda del cielo, quedará establecida  en la Tierra Nueva (Ap.21:1), donde la justica de Dios morará eternamente,  para siempre (2 P.2:13).  

Dios les bendiga mis hermanos y amigos de buen entender y que nos visitan con gusto.    

Los dejo con este precioso texto, uno de mis favoritos:

«Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad» (Mt.5:5).

www.yeshuahamashiaj.org

www.elevangeliodelreino.org

EL REINADO (GOBIERNO) DE LA JUSTICIA

“He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio” (Isa. 32:1)

 

Pasajes que nos hablan de la justicia del reinado del Mesías en la tierra

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isa. 9:6,7).

“Sino que juzgará con justicia á los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.” (Isaías 11:4,5).

“Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre” (Isaías 32:17).

“He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré á David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 23:5).

“En sus días será salvo Judá, é Israel habitará confiado: y este será su nombre que le llamarán: JEHOVA, JUSTICIA NUESTRA” (Jeremías 23:6).

“En aquellos días y en aquel tiempo haré producir á David Pimpollo de justicia, y hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33:15).

“En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará seguramente, y esto es lo que la llamarán: Jehová, justicia nuestra” (Jeremías 33:16).

“Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre: Vara de justicia la vara de tu reino” (Salmo 45:6).

“Conforme á tu nombre, oh Dios, Así es tu loor hasta los fines de la tierra: De justicia está llena tu diestra” (Salmo 48:10).

“La justicia irá delante de él; Y sus pasos pondrá en camino (Salmo 85:13).

“Justicia y juicio son el asiento de tu trono: Misericordia y verdad van delante de tu rostro” (Salmo 89:14).

Las Riquezas en el Reino de la justicia

“Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros del Dios nuestro seréis dichos: comeréis las riquezas de las gentes, y con su gloria seréis sublimes” (Isaías 61:6).

“Y Judá también peleará en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todas las gentes de alrededor: oro, y plata, y ropas de vestir, en grande abundancia” (Zacarías 14:14).

“Que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza” (Apocalipsis 5:12).

Abundancia de paz en el reinado de la justicia

“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:6,7).

“La gloria de aquesta casa postrera será mayor que la de la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos” (Hageo 2:9).

“Y seráme á mí por nombre de gozo, de alabanza y de gloria, entre todas las gentes de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago; y temerán y temblarán de todo el bien y de toda la paz que yo les haré” (Jeremías 33.9).

“He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

………………………

“MAS BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA Y TODAS LAS DEMÁS COSAS OS SERÁN AÑADIDAS” (Mateo 6:33)

jesuspredicando

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Isaías 42:1: He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene CONTENTAMIENTO; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones«. 

 Estimados amigos que visitan este precioso blog:

En Mateo 6:24-34 leemos lo que dijo Jesús de las riquezas temporales, con estas solemnes palabras:

“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”.

El Misterio del Reino de Dios

¿Cuántas personas hoy que se consideran cristianas saben lo que Cristo pide que pongamos en PRIMER lugar en la vida? ¿Cuántos “creyentes” están realmente convencidos de que deben buscar PRIMERO el reino de Dios y su justicia antes que cualquier otra cosa? Sí, mis amados amigos, estas son dos preguntas importantes que todos debemos contestar con claridad y franqueza absolutas.

La triste realidad es que los más de los que asisten a las iglesias no tienen ni la más mínima idea de lo que se trata el reino de Dios, y lo peor de todo es que tampoco tienen ni el más mínimo interés en averiguarlo. Tal vez para la gran mayoría de los cristianos la razón de ser de su profesión de fe es llegar a salvarse por medio de ser un buen hombre, un buen padre de familia, un buen ciudadano, un buen asistente regular a los cultos de la iglesia, un fiel “diezmador”, y un sincero adorador de Dios, aunque no siempre se apeguen fielmente a lo que dice la Biblia.  Muchísimos aún mantienen tradiciones y doctrinas heredadas de la «madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana», y se les hace difícil desprenderse de la Navidad, de la Trinidad y de la esperanza de vivir en el cielo para siempre como angelitos alados, tocando un arpa o lira dorada. Estas creencias Griegas o paganas están muy arraigadas en sus mentes que difícilmente estas personas se pueden desligar de ellas a pesar de que la Biblia habla claramente de un reino en la tierra para los justos (Mateo 5:3-5, Santiago 2:5).

¿Qué es el Reino de Dios?

En primer término, debemos decir que el reino de Dios es un asunto que tiene que ver con la voluntad de Dios para con esta tierra. ¿Recuerda la oración del Padre Nuestro? Dice entre otras cosas:”Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Notemos que Dios quiere que se haga Su voluntad en la tierra como se hace en el cielo. Es decir, en el cielo se está haciendo la voluntad de Dios, ¡Pero no en la tierra! Por eso tenemos que seguir pidiendo que se haga la voluntad de Dios en la tierra a través de ese algo llamado: “ EL REINO DE DIOS”. El Reino de Dios en la tierra significará que la voluntad de Dios finalmente se estará haciendo en nuestro mundo. ¡Piénselo seriamente!

¿Podría alguien decir que este mundo caótico y malvado refleja el carácter y la voluntad de Dios? ¿Son las guerras, las pestes, las hambrunas, los odios, las desigualdades, la contaminación ambiental, el desempleo, los hogares destruidos, los gobiernos corruptos, la violencia, los crímenes, y cosas como éstas, Su Voluntad para nuestro mundo? ¡No, ciertamente! Hoy no se está haciendo la voluntad de Dios en la tierra como se hace en el cielo. Dios es un Dios de paz y no de confusión (1 Corintios 14:33). Hoy no hay paz en la tierra sino confusión total, y así no es Dios. EL ETERNO es un Dios que ama la paz, la justicia, la rectitud, la ley y el orden.

Habiendo comprendido que aún no se está haciendo la voluntad de Dios en la tierra, podemos concluir que todavía no ha venido el reino de Dios a la tierra. Cuando por fin venga el Reino de Dios, se hará completamente lo que Dios dice y quiere para la sociedad humana. Los hombres tendrán que vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, o de lo contrario no podrán sobrevivir en su reino, y quedarán excluidos eternamente y… ¡Serán aniquilados para siempre! (Zacarías 14:17)(Salmos 37:9-11,20,22,34,38).

Hoy en día los hombres están destruyendo la creación de Dios: la tierra, los mares, los lagos, los alimentos, la atmósfera, la fauna silvestre, la flora, etc. Hoy existe la “lluvia ácida”, “el efecto invernadero”, los polos se derriten, se presentan graves inundaciones, tornados, huracanes, terremotos, sequías, plagas, enfermedades, y cosas como éstas. Todo esto por culpa del mismo hombre y de su “ciencia” y avaricia.

En Apocalipsis 11:18 hay una seria advertencia de parte del Altísimo, porque hace tiempos los hombres malvados le están provocando y ofendiendo con sus viles acciones. Dice el mencionado pasaje apocalíptico, así: “…y tu ira ha venido…y de destruir a los que destruyen la tierra.”

El reino de Dios pondrá fin a los destructores de la tierra, a todos aquellos que no han amado a Dios y Su creación. Los reinos (gobiernos) de este mundo darán paso al reino de Dios. Este Reino fue también previsto por el profeta Daniel en los capítulos 2 y 7. Allí el profeta vé que el reino de Dios desplaza y hasta destruye todos los gobiernos de la tierra, y él se vuelve único y poderoso sobre toda la tierra. El profeta vislumbra un reino o gobierno que ejerce su poder mundialmente (Daniel 2:44). ¡Habrá solo un gobierno y también un solo Rey de reyes mundial! ¿Se imagina usted un mundo con un solo gobierno y un solo gobernante Supremo? ¡Terminarían las rivalidades y discordias entres los pueblos! Hoy estamos divididos por fronteras, idiomas, religiones, sistemas políticos, sociales y económicos totalmente diferentes unos de otros. En el reino de Dios todo ello desaparecerá, y habrá, por fin, una religión, un Dios, un idioma, un soberano o gobernante, un solo sistema de gobierno, y todo ello se traducirá en una paz con justicia verdadera en la tierra. Los ejércitos habrán desaparecido por completo, y los armamentos bélicos serán fundidos para rejas de arado y hoces(Isaías 2:1-4;9:6,7).

Así como los reinos de Inglaterra, España, Holanda, etc, ejercieron, y algunos aún ejercen su poder sobre sus ciudadanos, así también el reino de Dios ejercerá su poder mundial y teocrático cuando Cristo regrese por segunda vez a la tierra como el rey elegido, y se siente en el trono de su ancestro David (Mateo 25:31,34). Parece increíble, pero usted podrá leerlo en una Biblia Católica y Protestante por igual. Y si usted es Católico, entonces tiene que leerlo en su Biblia…¡y creerlo! Esto no es un asunto de “las sectas” sino de Dios.

El Reino de Dios: Lo primero en la vida del cristiano auténtico

Como repetidamente he venido sosteniendo, Jesús fue enviado expresamente a predicar el REINO DE DIOS, y así lo dijo él mismo en Lucas 4:43: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado”.

Así que Jesús fue enviado a predicar el reino de Dios, y de hecho fue lo primero que predicó y esperó que creyeran sus potenciales seguidores (Marcos 1:1,14,15; Mateo 6:33). Y es más, él esperó que sus partidarios buscaran este reino prístino siempre, constantemente, y sin vacilar. Sin embargo, hoy parece que este mensaje singular de Jesucristo ha quedado en el olvido como algo “muy judío” o “terrenal” , y que ya no se ajusta a las aspiraciones de los cristianos contemporáneos. Es un mensaje que ha quedado relegado, por no decir desechado, por la mayoría de creyentes de los últimos 15 siglos. Y cuando ocurre el milagro de que algún pastor se anima a tratarlo en alguno de sus sermones dominicales, éste es interpretado de un modo espiritual, como si se tratara de “un reinado de Cristo en el CORAZÓN de los creyentes”.

“Creed en el evangelio (del reino, Mc. 1:14,15)”.

Y cuando Jesús se propuso enseñarles a sus discípulos muchas verdades profundas del reino, él les predicó las famosas “parábolas del reino” en donde él explica cómo entrar o heredarlo. Jesús insiste en que el Reino debe ser creído de todo corazón cuando mandó de la manera más clara posible, diciendo: «Creed en el evangelio» (Mar. 1:1,14,15). Es éste, en definitiva, el tema central de toda su predicación y la razón de ser de todo su ministerio (Lc. 4:43). Tanto los vacablos: “reino”, «reinan», “reinar”, «reyes”, “reinado”, «trono», «tronos» están por todos lados en la Palabra de Dios.

Los eruditos bíblicos son unánimes en afirmar que el tema central de Cristo es el Reino de Dios. Es el tema que debe ser predicado por sus seguidores auténticos A TODAS LAS NACIONES (Mateo 24:14, 28:19,20) y la ESPERANZA CENTRAL de su iglesia fiel (lean 2 Pedro 1:3-11).

Una iglesia que descuida el reino no puede ser reputada de cristiana, pues este mensaje es el eje por donde giran todas las profecías mesiánicas del AT.

El Reino es también la META de todo auténtico Cristiano

El Reino de Dios es todavía la META de la iglesia, la cual está aún delante de nosotros para alentarnos a ser perseverantes y firmes para alcanzarla, corriendo duro y parejo como buenos atletas de Cristo que están en un excelente estado físico, espiritual y moral.

Recuerden que Jesús mismo reconoció que sus seguidores han dejado todo—¿por qué causa? …¡por causa del reino! Estas son sus palabras: “Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el REINO de Dios». Así que lo que debe atraer a los verdaderos cristianos a seguir a Jesús es EL REINO DE DIOS (el lugar donde alcanzaremos la “eterna juventud y la felicidad duradera”). Es el premio más valioso que redundará en la salvación de nuestras almas, es decir, la obtención de la vida eterna  con toda la familia de Dios en la nueva tierra.

Un día sus propios discípulos le preguntaron a Jesús cuál sería su premio final por haberlo dejado todo por él, y Jesús les dijo: “De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos (en su reino), para juzgar a las doce tribus de Israel. Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna” (Mateo 19:27-29). Claramente Jesús les ofrece a sus apóstoles y demás seguidores una participación en su reino como coherederos y reyes, y por supuesto, la ansiada vida eterna.

El apóstol Pedro mismo presentó el reino de Dios como la meta cristiana, y  por la que los creyentes debían crecer y madurar, espiritualmente hablando. Estas son sus palabras:

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el REINO eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo« (2 Pedro 1:1-11).

Nótese que el apóstol Pedro dice que ‘de esta manera’ (es decir, añadiendo a la fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor) os será otorgada AMPLIA Y GENEROSA ENTRADA— ¿A DÓNDE?— ¡EN EL REINO ETERNO DE NUESTRO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO! (2 Pedro 1:1-11). ¿Entiende ahora cuál es la meta cristiana? ¿Comprende ahora cómo puede lograr alcanzar la meta o el premio?

Por su lado, el apóstol Pablo dice: “Prosigo a LA META, al PREMIO del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:14). ¿Y cuál llamamiento es ése QUE SERÍA EL PREMIO DE PABLO Y DE LOS CRISTIANOS? El mismo Pablo lo responde, así: “y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os LLAMÓ A SU REINO Y GLORIA” “Esto es demostración del justo juicio de Dios, (1 Tesalonicenses 2:12). Y además él dijo en 2 Tesalonicenses 1:5: «Para que seáis tenidos por dignos del REINO DE DIOS, por el cual asimismo padecéis».  Sí, mis amigos, nuestro llamado y nuestros padecimientos por Cristo son para hacernos dignos herederos del Reino de Dios. ¡Más claro no puede estar!

Así que aunque muchos se sorprendan, la meta de la carrera cristiana no es el cielo, sino el reino de los cielos, o también llamado “El reino de Dios” que se restaurará en la tierra cuando Cristo vuelva (Mt. 25:31,34).

Los Apóstoles mismos esperaban alcanzar la meta en que aquella misma generación en que vivían, y por eso ellos le preguntaron a Jesús si sería restaurado el reino de Dios en sus días (Hechos 1:3,6,7). Era, de hecho, su anhelo ardiente, pues aquello significaría el cumplimiento de todas las promesas que Dios hizo a los padres (el pacto Abrahamico y el Davídico, en particular) y la obtención de la salvación y la vida eterna definitivas.

¿Qué predica su Pastor Favorito?

Los pastores favoritos de las iglesias cristianas parecen más bien «neo-gnósticos», porque predican mensajes que prometen el cielo o la vida más allá de esta tierra para los que viven “conectados” con Jesús. Para estos predicadores contemporáneos “llenos del Espíritu Santo”, el reino de Dios no es lo primero en sus vidas. Sólo escuche usted con atención a Benny Hinn, a Carlos “cash” Luna, a Kenneth Copeland, a Billy Graham, Jack V. Impe, J. Osteen, Rick Warren, Oral Roberts, Paul Crouch, Pat Robertson, J. Swaggart, y a muchos otros, y descubrirá que ninguno de ellos predica un sermón entero dedicado al futuro reinado de Cristo en la tierra. ¡Simplemente no es el mensaje de ellos! El Mensaje de muchos de ellos se resume en: “Dios quiere que seas rico”, “Dios no quiere que manejes un VW sino un Cadillac», “Dios quiere ver hijos millonarios, prósperos, viviendo como reyes ahora mismo», “la pobreza es una maldición”, “Dios es dueño de todo y quiere compartirlo contigo ahora”. Es decir, estos falsos predicadores han invertido el orden de las prioridades: La filosofía o meta de ellos es «Busquemos la riqueza material ahora y luego el reino nos vendrá por añadidura». Pero Cristo se opone a esto cuando dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. ¡Más claro no puede estar!

Usted debe buscar PRIMERO el reino de Dios y luego las otras cosas le serán simplemente añadidas a usted por Dios. Pero ojo que NO dice que aquellas otras cosas os serán añadidas EN ABUNDANCIA sino simplemente añadidas. Puede ser bastante o poco, pero finalmente eso lo decide Dios, no nosotros. Lo cierto es que las cosas materiales vendrán como añadidura de Dios si mantenemos una sincera e irrenunciable búsqueda de su reino.

La ambición o la avaricia por las cosas materiales son propias de los infieles, de los no creyentes. Y  recuerde que las cosas materiales no deben ser el motivo primordial por el cual nos congregamos y servimos a Dios. Aquel que cree que yendo a la iglesia regularmente para participar de los servicios, y dando fuertes sumas dinero a los líderes para luego recibir cien veces más en retribución, está más perdido que náufrago sin brújula. La única forma en que uno puede recibir las cosas materiales por añadidura (y no necesariamente en abundancia), es buscando primero el reino de Dios y su justicia. ¡No hay otra manera! (Mateo 6:33).

Pero nuevamente le recuerdo amigo que esta sencilla fórmula para que usted no viva angustiado por comida, ropa, y vivienda fue revelada por Jesús mismo. Desgraciadamente, esta «receta» es totalmente ignorada o pasada por alto por muchos de los llamados “ungidos” del Señor y de sus seguidores incautos. ¿Y qué interés podrían tener estos “renombrados” pastores y reverendos para buscar el glorioso y maravilloso reino de Cristo si ellos ya están viviendo su propio reino maravilloso y glorioso ahora mismo, con todas sus riquezas (Sus mansiones, sus joyas, sus aviones, sus ropas de marca, sus autos súper elegantes, y deportivos) adquiridos muchas veces con engaños en el nombre del Señor?  Sin duda, el Reino de Dios no puede ser la meta  de tales individuos que viven su propio reino ahora, sino, más bien, para aquellos creyentes que son pobres, los cuales, siendo considerados escoria por el mundo, son ricos para Dios (Santiago 2:5).

Así que, como Jesús mismo dijo, difícilmente (¡no imposible!) entrarán los ricos en su reino milenario, y esta es otra verdad que los predicadores súper ricos han olvidado por completo. Están reinando ahora, pero sufrirán el rechazo del Señor cuando les llegue la hora (Mateo 7:22,23).

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